• Cuando a las personas se les pregunta qué es salud, la
respuesta que más se repite, sin lugar a dudas es “ausencia de enfermedad”. • La salud es percibida por muchísimas personas como la oportunidad de poder vivir sin preocuparnos sobre las cuestiones de dolor, tristeza, padecimientos, el no tener que ir al doctor ni por estar tomando medicamentos de manera constante y prolongado. • La Organización Mundial de la Salud (OMS) define salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Ya desde que la OMS empiece a percibir a la salud como un aspecto global, abre una brecha para poder atender en sus diferentes aspectos la salud que envuelve al ser humano. • De ahí es que algunos científicos empiezan a interesarse en la Salud Mental Positiva. • Jahoda elabora un modelo proponiendo seis criterios que abordan este tema; tales criterios son: -actitudes hacia ti mismo, - crecimiento y autoactualización, integración, autonomía, percepción de la realidad y dominio del entorno. Cada uno de esos criterios representa un aspecto de la SMP, desde la perspectiva de Jahoda. Salud mental y derechos humanos • No se puede hablar de salud mental (SM) dejando de lado los derechos humanos. • Ambos conceptos están presentes en el día a día de cada individuo. • Los DDHH son “los derechos inherentes a la persona humana y a su dignidad, que tienen como fin garantizar la igualdad, dignidad, justicia social y libertad para todas las personas sin discriminación alguna”. • Aunque pareciera obvio, cabe recordar que, según los tratados internacionales y las leyes de la República, el Estado está obligado a respetar y cumplir lo consignado en estos derechos. • Por su parte, la salud mental se define como “un proceso de bienestar y desempeño personal y colectivo caracterizado por la autorrealización, la autoestima, la autonomía, la capacidad para responder a las demandas de la vida en diversos contextos: familiares, comunitarios, académicos, laborales y disfrutar de la vida en armonía con el ambiente”. • Condiciones estresantes en el trabajo, discriminación de género y violencia contra los derechos humanos atentan contra la salud mental (OMS, Promoción de la Salud Mental, 2004). Los sistemas y servicios de salud, que deben garantizar a su vez acceso, equidad y cobertura, son parte del modelo explicativo en la producción del Estado de Salud en la Población (Marc Lalonde, 1970). • Si en un país no se promueven los derechos humanos de sus habitantes por igual, no se puede esperar salud mental en su población. Está demostrado científicamente que atenta contra la familia y destruye la sociedad. Determinantes sociales de la salud mental • En sentido general, los determinantes sociales de la salud se refieren a todos los factores sociales que inciden en ella, incluida la estructura social, prácticas e instituciones, identidad personal y procesos interpersonales, siendo los más determinantes la pobreza, la desigualdad y la exclusión social. La OMS ha creado una comisión para estudiar los determinantes sociales de la salud y realizar recomendaciones con el fin de disminuir las inequidades. Estas desigualdades se deben a diferencias en salud injustas y evitables entre grupos poblacionales definidos social, económica, demográfica o geográficamente, que producen inequidad entre las poblaciones. La peor condición de salud de los grupos sociales se debe a tener menor poder social, económico y político, peores condiciones de vida, y menores oportunidades y recursos relacionados con la salud. El estudio de la comisión de la OMS muestra que las condiciones de vida influyen en la manera como las personas enferman y se mueren, por lo que se puede obtener una mejor calidad de vida empoderando a las personas y los grupos sociales, y otorgando recursos en prevención para disminuir desigualdades injustas en salud. En el área de la salud mental, la pobreza, el desempleo y la falta de relaciones sociales incrementa el riesgo de padecer trastornos mentales.