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Cómo reducir la ansiedad ahora

mismo

Hace poco una mujer me visitó porque llevaba visitando


psicólogos y psiquiatras desde el 2010 en busca de una
solución para sus miedos. En el 2018 aún se sentía llena de
ansiedad y miedos. Aparte de muy breves mejoras que
luego se ponían peor, solo consiguió ser diagnosticada con
Trastorno de Ansiedad Generalizado. Esto la llevó a pensar
que su problema no tenía solución, realmente el nombre
que tienen ciertas enfermedades pueden darle mucho peso
a un síntoma y volver toda la situación peor.
Al trabajar, ella pasó por el proceso que te mostraré aquí y,
no solo redujo sus miedos, sino que le permitió sentir cómo
pasar el día sin ansiedad, sensación que ya había olvidado.
Cuando ella volvió a la segunda sesión, ella me comentó sus
avances, sus planes y los nuevos desafíos que tenía. Ella no
podía creer que había pasado tantos años con ansiedad y
con una sesión dirigida y sus prácticas diarias cortas, había
eliminado la mayor parte de sus miedos.
A través de Instagram encuesté a mis seguidores y les
pregunté qué querían sentir en lugar de ansiedad. Todos
contestaron paz o tranquilidad o seguridad. Quizá tú estás
buscando algo distinto como felicidad o capacidad de
decidir. No importa lo que estés buscando emocionalmente,
este capítulo te dará un camino bastante claro para que
puedas ir de la ansiedad a eso que tanto deseas sentir.
Un Paso a Paso para ir de la Ansiedad a la Paz,
Tranquilidad y Seguridad

Diseñar un Puente Emocional


Todos hemos pasado por la experiencia de estar en medio de
un mal momento. Uno se siente mal, triste o ansioso. Le
cuentas a un amigo tu
problema, le hablas de cómo te sientes y te dice: “tranquilo” o
“tranquila”.
Entonces intentas tomar el consejo y tranquilizarte pero no
siempre es tan sencillo pasar de la ansiedad a la tranquilidad.
No todo el mundo es capaz de pasar de un estado tan intenso
como la ansiedad a un estado totalmente diferente como la
tranquilidad directamente. Usualmente es como si hubiera una
gran distancia entre la ansiedad y el estado que te gustaría
sentir.
Entonces vamos a crear un puente emocional por el que
puedas caminar, para ir de la ansiedad a un estado más útil.
Para empezar este proceso de diseñar el puente, déjame
hacerte una pregunta:
¿En lugar de sentir ansiedad, qué quieres sentir?
¿Alegría? ¿Felicidad? ¿Energía? ¿Paz?

Insertar imagen 1
Pregúntate nuevamente: ¿En lugar de ansiedad, qué quiero
sentir?

Define ese estado con una o dos palabras. Ese es el estado final
al que te enseñaré a llegar ahora. Por favor, apunta el nombre
de ese estado en un cuaderno.

Bien,  ahora vamos a crear el puente o los escalones para llegar


hasta el otro lado, hasta el estado que deseas.

Ahora vamos a buscar un estado neutral. Por ejemplo, alguna


vez, seguramente, has estado en la situación donde estás
viendo la TV o pasando imágenes en Instagram simplemente
por pasar el tiempo, ¿cierto? Es un momento donde no te
sientes ni muy feliz, ni muy triste. Estás como en neutro.
Simple y llanamente estás ahí pasando el rato. No estás
emocionalmente muy involucrado en nada.

¿Ya sabes de qué hablo?

Bien. A este estado lo llamaremos Neutro. Neutro es un truco


que utilizo para pasar tender el puente que te llevará de un
estado incómodo fuerte como la ansiedad, hasta el otro lado
donde tendrás un estado fuerte como motivación, creatividad,
resolución, poder personal, confianza, felicidad.

Insertar imagen 2
Perfecto, ahora veamos. Pasar de la ansiedad/frustración al
Neutro, no siempre puede ser directo. En mi experiencia, casi
siempre requiere un paso intermedio.

Piensa en esto, si tú quisieras ir desde la ansiedad hasta el


estado Neutro, ¿qué estado pondrías entre ellos como un
paso?

Ese estado es una emoción más ligera que la ansiedad pero no


tiene que ser necesariamente buena.

Algunos de mis alumnos ponen entre la ansiedad y el neutro,


estados como: “menos ansiedad”, “autocontrol”, “enojo ligero”,
“respirar”.

¿Qué estado/emoción pondrías tú para poder caminar desde la


ansiedad al neutro?

Escribe ese nombre en la imagen 3 y verifica si realmente eso


hace sentido para ti. Debe sentirse como si pudieras caminar de
la ansiedad a esa emoción intermedia y de ahí al neutro.

Insertar imagen 3
Ahora que verificaste que esa emoción se ajuste ahí, ya
tenemos la mayor parte de nuestro puente emocional.
Nota que ahora ya hay una ruta simple para pasar de la
ansiedad hasta un estado neutral. Desde aquí ya podrás
moverte hacia el otro lado.
Además, ahora mismo estamos creando el puente, diseñando y
construyendo. Una vez terminado el puente te guiaré en la
forma de cruzar todas esas emociones para ir hacia donde
deseas.
Ahora observa la imagen 3, desde el neutro al estado deseado.
Piensa un poco en ese paso que falta. ¿Qué emoción, estado o
forma de pensar necesitas en ese escalón para llegar al estado
deseado?
¿Qué tiene que pasar antes de llegar al estado deseado? ¿Qué
tienes que sentir antes?
¿Tranquilidad? ¿Paz? ¿Comodidad? ¿Control de ti misma?
¿Concentración? ¿Felicidad?
¿Otra emoción que no he mencionado?
Bien, aquí algunas personas tienen una idea clara de esa
emoción que conecta al Neutro con el Estado Deseado y otras
personas sienten que falta otro paso intermedio.

Imagen 4
Es una sensación como si el estado intermedio queda muy lejos
del Neutro o muy lejos del Estado Deseado.
Lo que haremos será incluir un estado más. Piensa en un
estado más si lo necesitas, tendrás dos pasos entre el neutro y
el Estado Deseado.
Entonces, si en lugar de dar un paso intermedio desde
NEUTRO hasta el ESTADO DESEADO, dieras dos pasos. ¿Cuáles
serían?
¿Sentirte segura y con confianza es quizá un paso previo?
¿Tal vez la sensación de estar emocionada es un paso previo a
tu estado deseado?

Imagen 5
Ayúdate con la imagen anterior para saber si ya tienes el
puente emocional desde la ansiedad hasta el estado que
deseas tener. Mira todo el camino y nota que hace sentido para
ti.
Si aún necesita ajustes, haz los ajustes necesarios sin aumentar
escalones.

2. Atraviesa el Puente
Ahora tienes un puente de 5 o 6 pasos que te ayudará a ir
desde la Ansiedad hasta ese Estado que deseas en su lugar.
Este puente emocional, de cierta forma es un puente
neurológico. Realmente lo que haremos ahora será mostrarle a
tu mente y a tu sistema nervioso como llevarte rápidamente de
la ansiedad hasta la tranquilidad, paz o seguridad que deseas.
Primero ten cerca los nombres de los 5 o 6 estados
emocionales que forman el puente. Empezando por la
ansiedad, un estado que tú descubriste, neutro, uno o dos
estados más que tú descubriste también y finalmente el Estado
Deseado.
Este puente debe existir en tu cuerpo para que puedas
aprender cómo cruzarlo rápidamente. Lo que pasará al final de
esta sección es que la situación que antes te producía
ansiedad, ahora te hará sentir el Estado Deseado o algo mucho
más cercano a eso.
No le demos más vueltas al asunto, imagina que en tu pierna
derecha, por arriba de tu rodilla habrá 5 botones, o 6 botones
si tu puente tiene 6 emociones, uno arriba del otro y cada uno
representará un estado emocional del puente como se muestra
en la figura.
Primero, quiero que entres en el estado de ansiedad que ya
conoces. Nota cómo respiras en ese estado, nota en qué parte
de tu cuerpo se siente la ansiedad. ¿Es en las manos, en la
cabeza, en el estómago? Localiza la ansiedad, si tuviera un
color ¿qué color tendría la ansiedad?
Ahora que estás sintiendo la ansiedad, presiona el primer
botón de tu rodilla, el que está más cerca de la rodilla. Ahí
estás anclando la ansiedad, justo en ese lugar. Suelta el botón y
también suelta la emoción.
Para salir de cada una de las emociones que pasarás imagina
que das un paso atrás, el cuerpo con la emoción se queda
adelante y tú puedes observar desde atrás más
objetivamente. Este paso es muy importante.
Entra ahora en el siguiente estado emocional que encontraste.
Nota cómo respiras en ese estado, seguramente es menos
desagradable que la ansiedad, tal vez te hace sentir más en
control. ¿En qué parte de tu cuerpo sientes este estado
emocional? ¿De qué color es? ¿Puedes notar las diferencias
que tiene con el estado anterior?
Mientras sientes este estado, presiona el siguiente botón de tu
pierna, el que está justo encima del botón que presionaste
antes. Estás anclando, almacenando, esta emoción en ese lugar
particular de tu cuerpo. Quédate ahí unos segundos. Ahora
suelta el botón y mentalmente vuelve a dar un paso atrás para
salir de ese estado.
Ahora entra en el estado de Neutro. ¿Cómo se siente ese
estado? ¿Cómo respiras en ese estado neutral?
¿En qué parte de tu cuerpo sientes esta sensación? ¿Qué color
tiene?
Mientras estás ahí presiona el tercer botón, justo arriba del que
presionaste antes. Guarda en ese botón la sensación de
Neutro. Finalmente da un paso atrás y sal de la emoción.
Ya has caminado la primera mitad del puente, sigamos...
Entra ahora en el estado que sigue al neutro, el estado que te
acerca más al Estado Deseado. Nota cómo se siente este
estado, definitivamente es diferente al estado donde
comenzaste. Nota la respiración, nota cómo es de diferente.
¿Dónde se ubica esta emoción? ¿Qué color tiene?
Almacena esta emoción en el botón que sigue como lo has
hecho con las anteriores. Quédate un momento ahí y
finalmente da un paso atrás.
Ahora, si para ti fueron solo 5 pasos, puedes saltarte este paso
e ir directo a las indicaciones del paso final, pero no viene de
más simplemente leer y tomar lo que te sirva.
Si para ti fueron 6 pasos, sigue leyendo. Ya tienes 4 emociones,
4 pasos, ahora veremos finalmente la que te conectará al
Estado Deseado. Entra en este estado, es más fuerte que el
anterior, nota si esto se va sintiendo mejor. ¿Se trata de
confianza, seguridad, certeza, creatividad?
¿Cómo respiras desde este estado, es más profunda tu
respiración? ¿Qué color le darías a esta sensación en tu cuerpo
y en qué lugar de ti estaría ubicada?
Mientras sientes esto, presiona el botón. Mantén el botón
presionado unos segundos para que toda esta emoción se
almacene y ahora suelta el botón, y da un paso atrás para salir
de ese estado.
El Escalón Final
Ahora estamos por caminar en el escalón final. Entra en este
estado, ya has estado en este estado antes en otras
situaciones. Observa cómo te verías sintiendo este estado en
cada parte de tu cuerpo, cómo te moverías, cómo pensarías.
Nota tu respiración, ¿se siente más profunda esta respiración?
¿Te gusta este estado?
Siente, percibe si este estado es mucho más beneficioso que el
estado donde empezaste. ¿Dónde se siente esto en tu cuerpo?
¿Cómo se mueve dentro de ti? ¿Qué color tiene esta agradable
sensación?
Sonríe mientras sientes este estado.
Presiona el botón de tu pierna para el Estado Deseado,
quédate ahí un largo rato. Disfruta sentir esto.
Finalmente suelta el botón y da un paso atrás mentalmente
para salir de ese estado.
Hackear tu cerebro – Cambiar en un instante
Ya tienes construido el puente y ya has dado un paseo por él.
Ya sabes cómo ir desde la ansiedad hasta un estado más útil,
positivo y productivo.
Ahora déjame decirte cómo hacer para que la próxima vez que
estés en la situación que antes te causaba ansiedad, puedas
sentir ahora tranquilidad, paz, seguridad o creatividad.
El cerebro cambia rápidamente, necesitas hacer que las cosas
pasen dentro de ti muy rápido. Yo he visto terapias muy útiles
que se quedan a medias porque se olvidan de este principio: el
cerebro aprende rápido. Piensa en cómo aprendiste que el
fuego quemaba, no hizo falta quemarte 10 veces, ir a 10
sesiones de terapia o tomar un curso online de 12 meses para
aprender que el fuego quema. Bastó con meter la mano una
vez al fuego o escuchar un grito de pánico de tu mamá al verte
cerca del fuego y aprendiste que el fuego es peligroso.
Aprendiste y cambiaste tu perspectiva en un instante. Eso es lo
que haremos ahora, es para esto que nos hemos venido
preparando a lo largo de esta sección. Creando el puente y
paseando por él.
Lo que harás ahora será repetir el paseo pero 100 veces más
rápido.
Primero, entra en el estado de ansiedad y toca el botón que le
corresponde. Apenas empieces a sentir la ansiedad, suelta el
botón de la ansiedad. Entra en el segundo estado y toca el
botón de ese estado. Basta con que empieces a sentir la
emoción. Suelta ese botón, entra en el estado de Neutro y
presiona el botón para Neutro.
Nuevamente apenas sientas que ya estás en neutro pasa al
siguiente estado, presiona el botón de ese estado y nota la
sensación en el cuerpo que le corresponde.
Ahora pasa al siguiente estado (si tienes 6 estados), nota tu
respiración, la sensación de tu cuerpo, nota los cambios.
Finalmente, pasa al Estado Deseado, presiona su botón. Entra
en ese estado, siente en cada parte de tu cuerpo ese estado.
Sonríe mientras estás ahí, nota cómo respiras. Nota que tus
pensamientos y tu voz interior son muy diferentes en este
estado.
¿Cómo se siente esto?
Finalmente suelta el botón y sal del estado.
Ok. Esta vez te pedí que fueras más rápido. Ahora vas a ir por
tu cuenta, aún más rápido.
Déjame darte un par de tips para ir más rápido. Lo que harás
será deslizar tus dedos de un estado al siguiente, es decir que
estos estados apenas podrás percibirlos. Cuando llegues al
último botón, quédate ahí. Mantén el último botón presionado
un largo rato y disfruta de esa sensación.
Al principio, muchos de mis alumnos hacen este ejercicio y se
quedan en el estado final muy poco tiempo, prácticamente
tengo que obligarlos a disfrutar. Piensen que descargaron este
Ebook justamente porque quieren aprender a sentirse
diferente. Ahora tienen la oportunidad de sentirse como
desean, disfruten ese estado y quédense ahí un momento más.
Ahora bien, hagan este proceso de ir desde el inicio hasta el
final al menos 5 veces más. Hasta que sientan que se vuelve
fluido y natural. Si son realmente veloces y prestan atención a
las emociones, bastarán 5 veces para que sientan muy fluido el
camino desde el estado inicial hasta la Paz, Tranquilidad,
Seguridad o el Estado que eligieron.
Hazlo justo ahora.
Segunda vez.
Tercera.
Hazlo de nuevo, un poco más rápido.
La última lo más rápido que puedas ir.
Mientras estás en este Estado Poderoso y Agradable. Piensa en
esa situación donde te sentirás así en el futuro. Imagina cómo
te comportarás, nota lo que ves, lo que oyes, lo que sientes en
esa situación. Disfruta de la sensación de vivir la misma
situación con una emoción completamente diferente, lo que te
hará comportarte también de forma totalmente diferente.
Genial. Descansa un instante por favor. Toma agua o
simplemente sal de todos estos estados.
Intenta pensar en el estado de ansiedad. ¿Se siente igual? ¿Es
más difuso? ¿No está muy clara la sensación? ¿Sientes alguna
de las otras emociones del puente en lugar de la ansiedad?
Me alegraría saber los resultados que has logrado. Por favor,
escríbeme tus comentarios sobre este ejercicio a mi correo
xmiranda@alquimiaec.com
Autoconciencia a través del Movimiento

El Dr. Moshé Feldenkrais, en su libro “La Dificultad de ver lo


Obvio” comenta que la ansiedad produce una respuesta física
muy específica. Ante una situación que nos genera ansiedad,
estrés o inseguridad nuestro cuerpo recurre al
comportamiento básico de protegerse contrayendo los
músculos del pecho y del abdomen. Por ejemplo, si soltamos a
un bebé un instante en el aire, su reacción instintiva será
recogerse y redondear su columna como medida de
protección. El mentón se acerca al pecho y las rodillas se
acercan al abdomen. Yo digo que nos empaquetamos o nos
hacemos “bolita”.
Este acto de “hacerse bolita” ya no lo podemos usar de adultos
porque no es algo aceptable en sociedad. Imagínate que estás
en medio de una discusión con tu pareja y lo que se te ocurre
es lanzarte al piso y hacerte una pelotita. No es buena idea.
Pero eso no significa que los músculos no estén intentando
producir esta acción. Así que cada vez que has sentido
ansiedad tus músculos frontales del torso han intentado
contraerse pero los músculos de tu espalda, también se han
contraído al mismo tiempo para mantenerte erguido.
Todo este lío de los músculos produce mucha confusión en el
cuerpo. Comienzas a tener dolores de hombros, de espalda,
comienzas a encorvarte al caminar. Estas son algunas señales
de los efectos del estrés o la ansiedad.
Ahora has eliminado la respuesta de ansiedad con el ejercicio
anterior o al menos lo has reducido considerablemente,
bastaría con practicar unos dos o tres días más para reducirlo
hasta que sea imperceptible.
Lo que queda en este momento es eliminar el hábito que la
ansiedad ha dejado en tu cuerpo por el tiempo que la has
tenido. Necesitamos decirle nuevamente al cuerpo qué deben
hacer esos músculos que se confundieron en algún momento.
Para hacer esto utilizaremos ideas del Método Feldenkrais. El
Dr. Moshé Feldenkrais inventó una forma de reeducar al cuerpo
a través de movimientos fáciles, sencillos y cómodos. Una de
las intenciones que yo encuentro en su método es que busca
eliminar hábitos y patrones innecesarios, para que tu cuerpo
pueda de nuevo volver a moverse con naturalidad. El cuerpo
tiene su propia sabiduría.
Las clases de Autoconciencia a través del movimiento forman
parte del método del Dr. Feldenkrais.
Estas consisten en dar al estudiante, mediante palabras,
instrucciones de movimientos y el estudiante los ejecuta
siempre con lentitud, con atención en lo que está haciendo y
trabajando en la zona donde el cuerpo se siente cómodo en
ese movimiento.
Entonces te daré algunas instrucciones que te ayudarán a
deshacer el patrón de ansiedad del cuerpo. Es decir, vas a
liberar tu cuerpo de la ansiedad como lo hiciste de tu mente.
Instrucciones:
Acuéstate boca arriba en el suelo con los brazos a los lados
del cuerpo y los pies extendidos. Nota las partes de tu
cuerpo que están cómodas en el suelo y también las partes
que están incómodas en el suelo. Fíjate cómo es tu
respiración ahora que vas a empezar el ejercicio y si hay
algún dolor en tu cuerpo también observa dónde está ese
dolor.

Flexiona tus rodillas, apoya los pies en el suelo cerca de tus


glúteos. Las manos entrelázalas y ponlas detrás de tu
cabeza. No detrás de tu cuello sino detrás de la cabeza, del
cráneo.
 
Ahora, suave y lentamente ayudándote de las manos para
levantar la cabeza, lleva tu codo derecho en dirección de
tu rodilla derecha. Imagina que quieres que el codo vaya
hacia la rodilla pero realmente harás un movimiento tan
suave y cómodo que no vas a llegar. Simplemente muévete
en esa dirección y regresa a la posición inicial con la cabeza
apoyada en el suelo.
 
Intenta este movimiento unas 3 o 4 veces. De forma
cómoda y suave. Piensa que lo que quieres es mantenerte
cómodo durante todo el ejercicio. Mientras te mueves,
observa que respires continuamente. ¿Puedes reducir el
esfuerzo en algún lugar? ¿Estás tensando el cuello para
subir? ¿Si es así, podrías reducir el movimiento y hacerlo
más pequeño pero mucho más cómodo?
No busques esforzarte como si fueras a hacer
abdominales, por el contrario, reduce todo lo posible la
tensión corporal.
 
Descansa. Mientras descansas nota cómo es tu respiración
luego de moverte lentamente y con comodidad.
 
Ahora vuelve a levantar tu cabeza para que el codo
derecho apunte hacia la rodilla izquierda. Regresa a la
posición inicial y vuelve a hacerlo unas pocas veces como
en el ejercicio anterior. ¿Es igual ir para la izquierda que
para la derecha? ¿Hay un lado más fácil? ¿Estás respirando
o estás reteniendo la respiración? Respira por favor con la
mayor comodidad posible.
 
Descansa un momento estirando los brazos a los lados del
cuerpo y estirando las piernas. Mientras estás ahí nota
cómo se siente tu espalda ahora. ¿Hay alguna parte de tu
espalda que se sienta diferente en el suelo?
Si en cualquier punto del ejercicio sientes que estás
reteniendo la respiración significa que debes reducir la
cantidad de movimiento o la velocidad. La intención de
esto es que estés cómodo en todo momento.
 
Vuelve a la posición con las piernas recogidas y las manos
entrelazadas detrás de la cabeza. Ahora levanta tu cabeza
pero ahora tu codo izquierdo apunta hacia la rodilla
derecha unas cuantas veces. Y luego unas cuántas veces
más hacia el lado izquierdo.
 
¿Hacer estos movimientos con el codo izquierdo se siente
igual o diferente que hacerlo enfocado en el codo
derecho? ¿La respiración es igual?
 
Cuando completes 4 o 5 movimientos en cada dirección,
descansa.
 
Mientras descansa, por favor nota cómo se siente tu
espalda en el suelo. ¿Hay alguna parte de ti que se sienta
más descansada ahora?
 
Finalmente vas a levantar nuevamente tu cabeza utilizando
tus brazos y ambos codos van a apuntar hacia la rodilla
izquierda. Regresa la cabeza al piso. Esta vez al subir haz
que tus codos apunten al ombligo y regresa al piso.
Mientras subes esta vez, haz que tus dos codos apunten
hacia tu rodilla izquierda.

¿Dónde sientes la diferencia en cada movimiento?


¿Respiras igual en cualquier dirección? ¿Hay alguna
dirección que es más fácil que las demás? ¿O quizá una
dirección que es más difícil que las demás?
 
Muévete algunas veces en todas esas direcciones mientras
te observas a ti mismo. Recuerda respirar continuamente o
reducir el esfuerzo para que te mantengas respirando con
comodidad.
Descansa. Estira las piernas y deja tus brazos a los costados
del cuerpo. Siente tu cuerpo en este momento.
¿Cómo se siente tu espalda comparado al principio del
ejercicio? ¿Es más fácil o más profunda tu respiración?
¿Hay partes de tu espalda que ahora se sienten más cerca
del piso? ¿Qué otros cambios percibes?
 
Nota Importante: Aunque estos movimientos son parte de
una clase de Autoconciencia a través del Movimiento
(ATM), no se puede considerar esta breve descripción
como una clase de ATM. Pues las clases requieren de un
profesor calificado que observe a los estudiantes y los guíe
durante la práctica.
 
Si te estás preguntando si hiciste los movimientos
“correctamente”, te puedo decir que sí. Para mí, lo importante
de esta práctica es que vayas lento y seas capaz de observarte a
ti misma mientras te mueves. No es tan importante el
movimiento en sí sino la atención que pongas mientras lo
haces.
Por favor, envíame un correo a xmiranda@alquimiaec.com y
cuéntame cómo te fue con la práctica de este ejercicio y si
tienes alguna duda.
 
Este ejercicio busca que tus músculos de la espalda y del pecho
se vuelvan a coordinar y cada uno realice el trabajo que le
corresponde. Si bien es cierto, una clase completa del Método
Feldenkrais puede tener aún más beneficios, practicar esto
unos días cambiará tu respiración y tu sensación al caminar.
Cómo limpiar tu mente a través de la meditación

Durante los últimos 15 años he aprendido una enorme


variedad de formas de meditación. Algunas que tienen
sensaciones corporales interesantes, otras donde sientes
realmente el alivio en tus emociones y otras que parecen ir a
un lugar más profundo y que producen paz que no puedo
experimentar de otra forma.
Por mi experiencia he llegado a pensar que las herramientas de
cambio mental tienen un enorme impacto pero hay un tipo de
paz que no he podido conseguir con algo que no sea meditar y
abrir mi mente a las posibilidades.
Este ejercicio que te compartiré es muy sencillo. Antes de
conocerlo utilizaba mucho más tiempo y energía para llegar a
este estado. El pensador y filósofo Jiddu Krishnamurti (1895 –
1986) fue muy famoso por cuestionar las formas tradicionales
de pensar, las creencias y los dogmas. Sus charlas siempre
buscaban que las personas piensen por sí mismas e
interrumpan los condicionamientos impuestos por padres,
educación y sociedad.
Su trabajo tenía el enfoque de buscar la libertad, la paz interior
y el ayudar a las personas a acercarse a Dios. Realmente para
comprender un poco más su forma de mirar, te recomiendo
leer alguno de sus libros o buscar sus conferencias en internet.
Volviendo a lo que nos interesa, en su libro “La Mente en
Meditación”, Krishnamurti comparte un ejercicio muy sencillo
para percibir lo que es “meditar”.
A su manera de ver, meditar es un lugar donde no hay
objetivos ni juicios. Es una forma de liberarte a ti mismo. Y lo
que yo encontré con esta estrategia que ofrece es que la mente
y los sentimientos se equilibran muy rápido.
Te explicaré cómo hacerlo y tú podrás notar por qué es tan
efectiva esta meditación:
Cierra tus ojos y simplemente durante dos minutos (para tu
primera práctica) vas a mantener tus ojos cerrados y quietos.
Pon toda tu atención en ellos para que no se muevan hacia los
lados.
Mientras tienes tus ojos cerrados, van a pasar toda clase de
pensamientos por tu mente. Lo único que harás será mirarlos
como un espectador, no los etiquetes como buenos, malos,
bonitos, feos, agradables o desagradables.

Simplemente mantén tus ojos quietos y mira los pensamientos


pasar. Uno detrás de otro. Normalmente durante la meditación
uno puede divagar y de repente darse cuenta que estás
pensando en lo que vas a desayunar mañana. Tampoco juzgues
o te critiques por no estar concentrado. Es sólo otro
pensamiento, observa eso y sigue como espectador de todo lo
que pasa por tu mente.
Con la práctica y si estás el tiempo suficiente ahí tu mente
empezará a tener con más frecuencia ciertos espacios vacíos.
Estos espacios pueden ser muy reconfortantes y energizantes.
Son momentos donde no estás juzgando a nada ni a nadie; ni
siquiera a ti misma.
No estás en conflicto, no estás inclinado a ningún lado de la
balanza, así que te encuentras en equilibrio y con una forma de
amor bastante elevada.
El ejercicio es muy simple pero, por favor, dale el tiempo
necesario. A veces, cuando llegan alumnos completamente
alterados por la ansiedad, por el pánico o por miedos. Esto es
lo primero que los pongo a hacer. Les pido que se sienten, que
mantengan sus ojos fijos y que simplemente vean sus
pensamientos y emociones sin meterse en ellos. Simplemente
ser un espectador.
Con dos minutos de esto, pueden respirar un poco mejor y así
llegan a un estado desde el que pueden trabajar para cambiar
sus emociones y pensamientos, aunque de cierta forma ya lo
hicieron a través de este ejercicio.
Nota: Algo que puede pasar es que te duermas durante la
meditación. Es normal y también está bien al principio. Si te
decides a incluir este ejercicio en tu vida, podrás estar más
tiempo, sin dormirte, en ese instante donde no hay juicios ni
ansiedad.

 
Herramientas para el Día

En esta sección compartiré contigo dos herramientas que te


servirán espectacularmente durante el día a día para mantener
tus pensamientos y emociones reguladas.
Mientras seamos personas, mientras seamos humanos, de vez
en cuando puede pasar que nos sintamos asustados, tensos,
ansiosos o fuera de control por alguna situación.
Lo que yo utilizo para volver a mi centro cuando estoy en
medio de mis actividades del día o no me doy tiempo para
meditar son estos ejercicios. Luego, en casa, puedo darme un
tiempo para quitar el problema con mayor profundidad pero
estos ejercicios me permiten mantener la claridad mental y no
dejar que las emociones negativas me invadan.
Te recomiendo leer y practicar estos ejercicios en un ambiente
cómodo la primera vez. La idea es que ya los conozcas cuando
en tu día a día necesites estabilizar tus emociones y puedas
hacerlos rápidamente.
La Sabiduría del Cuerpo – Observar la Respiración

En enero del 2017, durante el tiempo que estuve en Buenos


Aires para mi primer módulo de formación en el Método
Feldenkrais aprendí a observar mi respiración de forma
increíblemente simple y poderosa a la vez.
Desde que aprendí esto y vi lo que pasaba en mi cuerpo y
mente lo he integrado en mis clases personales y seminarios.
Se ha vuelto una forma rápida de guiar a mis alumnos para que
su mente logre calma y pueda estar despejada para trabajar.
Este ejercicio es fantástico porque realmente no necesitas
hacer nada más que observar. Con el simple hecho de observar
verás actuar a la Sabiduría del Cuerpo y sentirás diferencias
notables.
Para mí, saber que puedo cambiar algo con la simple
observación me hace pensar que el cambio mental y emocional
es realmente simple y fácil si se sabe por dónde abordar una
situación.
Para la primera práctica busca un lugar tranquilo y cómodo. Iré
haciendo algunas preguntas y quiero que te tomes el tiempo
para sentir en tu cuerpo las respuestas:
Siéntate o acuéstate. Nota cómo te sientes ahora y, más
importante, fíjate en cómo es tu respiración. Presta atención
para notar qué partes de tu cuerpo se mueven cuando respiras.
¿Tu respiración mueve tu cuello?
¿Mueve tu pecho?
¿Tal vez mueve tu estómago?
Cierra tus ojos para observar y luego lee un poco más.
¿Tus respiraciones están rápidas o lentas?
Mientras respiras y te observas. Nota si existe algún tipo de
tensión en tu cuerpo. Si hay algún esfuerzo innecesario en tu
cuello, tus ojos, tu frente o tu espalda.
¿Empiezan a aparecer respiraciones profundas?
¿Qué partes de tu cuerpo se están moviendo ahora al respirar?
Continúa respirando y observando qué hace tu respiración.
Toma esto con curiosidad, simplemente quieres saber qué es lo
que hace tu respiración.
¿Qué ha cambiado desde el momento que empezaste a
observar?
¿Dónde hay movimiento?
¿Cómo te sientes ahora? ¿Hay más tranquilidad? ¿Se respira
mejor?
 
Escríbeme a mi cuenta de Instagram o Facebook:
@alquimiaec y cuéntame tu experiencia de este ejercicio

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