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“UNIVERSIDAD NACIONAL

SANTIAGO ANTUNEZ DE MAYOLO”


FACULTAD DE CIENCIAS DEL AMBIENTE
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA SANITARIA 

PRODUCTOS QUÍMICOS EN SISTEMAS DE EXTINCIÓN DE


INCENDIOS
ESTUDIANTES:
• Marceliano Valentín Yeferson
• Carrión Correa Beth
• Romero Villanueva Dalhia Ing. Depaz celi kiko
○ Son sustancias químicas que se utilizan para
PRODUCTOS apagar los incendios debido a sus propiedades
QUÍMICOS específicas que actúan según los mecanismos de
extinción del fuego. Estas propiedades son
EN susceptibles de ser analizadas y aplicadas en
cualquier nivel de química, ya que existen
SISTEMAS diversas conexiones con los contenidos. En la
DE actualidad se utilizan fundamentalmente cuatro
agentes extintores −agua, dióxido de carbono,
EXTINCIÓN polvo polivalente y espuma− cada uno de los
DE cuales actúa de una forma principal −y otras
secundarias− que lo hace más eficaz que los
INCENDIOS demás, según sea el tipo y condiciones del fuego.
A partir del triángulo o tetraedro del fuego se
puede explicar el modo en que actúan los
agentes extintores, que es de cuatro modos,
Modo de cada una de las caras del tetraedro, o como
combinación de ellos:
actuación  Por enfriamiento (contra el calor).
 Por sofocación (aislando el combustible del
comburente -del oxígeno del aire-).
 Eliminando el combustible.
 Actuando directamente sobre la reacción
química, como inhibidor.
○ El agua es el agente extintor más conocido y
empleado a lo largo de la historia para apagar
fuegos comunes (combustibles sólidos, líquidos y
gases), tanto por su bajo coste y fácil obtención
como por sus propiedades de extinción. Cuando
se le añade al fuego absorbe rápidamente el calor
EL AGUA que éste desprende, la energía cinética de sus
moléculas aumenta y se mueven cada vez más
rápido distanciándose unas de otras, de manera
que se transforman en vapor de agua cuando
disponen de la energía suficiente para el cambio
de estado. En este proceso absorbe gran cantidad
de calor y, en consecuencia, disminuye la
temperatura del fuego, lo enfría; evitando así la
reacción entre el combustible y el oxígeno
Propiedades generales del agua:

 Es un líquido estable en un amplio rango de temperaturas.


 Calor específico alto (1 caloría/gramo).
 Calor de vaporización muy alto (539 cal/g).
 Cuando se vaporiza aumenta 1600 veces su volumen desplazando el
aire y consiguientemente el oxígeno.
 Densidad alta (1 kg/l) lo que facilita su lanzamiento a grandes
distancias.
 Su elevada tensión superficial (73 mN/m) favorece su dispersión en
pequeñas gotas y nieblas aumentando su eficacia.
 Un dato negativo: Al ser más densa que la mayoría de los líquidos
combustibles, no se recomienda su uso a chorro para extinguir esos
fuegos.
Propiedades extintoras del agua:

• Enfriamiento:
Es el principal mecanismo de extinción y se potencia pulverizando el
agua lo máximo posible.
• Inertización:
Al vaporizarse el agua y aumentar mucho de volumen reduce
ostensiblemente la concentración de oxígeno en las proximidades del
combustible.
• Dilución:
Se utiliza para extinguir líquidos hidrosolubles (Alcohol, cetona, etc).
• Sofocación:
Aunque de difícil aplicación en fuegos de líquidos insolubles en agua se
aplica pulverizadamente una capa sobre la superficie para evitar el
contacto de combustible con comburente.
Aplicaciones del agua:

• Agua a chorro:
Para lanzar el agua a grandes distancias y
enfriar el combustible. Puede producir la
“rotura” del incendio y propagarlo a otros
lugares.
• Agua pulverizada:
Tiene un alcance más limitado pero una
capacidad enfriadora mucho mayor.
• Agua nebulizada:
Tiene un tamaño de gota tan fina que se
confunde con el fenómeno de la niebla. De
reciente aplicación para instalaciones fijas.
Causa pocos daños colaterales.
La principal propiedad de este agente extintor radica en la capacidad de
reducir el nivel de oxígeno.
El dióxido de carbono tiene una densidad 1,5 veces superior a la del aire a
la misma temperatura, por lo que al ser aplicada sobre una superficie en
ignición, desplaza al aire existente en la zona, ejerciendo un efecto
DIOXIDO sofocante y como consecuencia la combustión se dificulta hasta llegar a
detenerse totalmente.
DE Este efecto, unido a que al expansionarse el gas durante su descarga, una
parte del mismo cambia a estado sólido a una temperatura próxima a
CARBONO -79ºC, hace que, aplicado localmente, las partículas de nieve carbónica
formadas contribuyan a enfriar el combustible, evitando las posibles
reigniciones del combustible cuando cese la descarga del gas y el oxígeno
de la atmósfera entre de nuevo en contacto con el combustible.
Además de ser una sustancia no inflamable y poco reactiva
químicamente, no mancha ni deja residuos después aplicarse, lo que la
hace recomendable en locales donde existen materiales de alto valor
(equipos electrónicos, ordenadores, archivos, obras de arte, etc.).
Su efectividad queda bastante limitada en fuegos al aire libre, en estos
casos si no se aplica muy cerca del foco de fuego el efecto de dilución no
llega a ser eficaz a causa de la constante renovación del aire. Por otro
lado, al reducir la concentración de oxígeno produce un efecto asfixiante,
por lo que no es recomendable su uso en lugares cerrados y poco
ventilados sin haber sido desalojados previamente.
Propiedades de descarga:
Cuando descargamos un extintor de dióxido de carbono lo que se produce es una gran nube
blanca debido a las pequeñas partículas de hielo seco. Como el CO2 se encuentra a presión
dentro del extintor de incendios cuando se realiza la descarga se produce frío, es el resultado
del cambio de estado de un gas. Este frío produce condensación de agua que se suma a la
nube producida por el dióxido de carbono.
Densidad del vapor de dióxido de carbono:
La densidad del CO2 en condiciones atmosféricas normales es 1,5 veces la densidad del aire
aunque cuando realizamos una descarga de un extintor de CO2 el gas sale frío y tiene una
densidad mucho mayor.  Esta mayor densidad explica la capacidad el dióxido de carbono para
apartar y reemplazar el aire que rodea el fuego y de esta forma crear una atmósfera
sofocante que apagara el fuego.
Propiedades de extinción:
En un incendio el calor es generado por la oxidación del combustible en presencia de oxígeno. Una parte
de ese calor o energía se emplea en calentar el resto del combustible para que alcance la temperatura de
ignición. Otra parte del calor generado se pierde por radiación y convección. Cuando incluimos el CO2 en
la ecuación la aportación de oxígeno al fuego disminuye y por lo tanto la velocidad de generación de calor.
Cuando la velocidad de disipación del calor es mayor que la velocidad de generación el incendio termina
por apagarse ya que no puede generar el suficiente calor para llegar a la temperatura de ignición.
La temperatura de descarga de un extintor de dióxido de carbono es de -79ºC aunque la capacidad de
enfriamiento es muy baja, de todas formas si aplicamos el dióxido de carbono sobre el combustible en
llamas directamente conseguiremos enfriar la zona afectada ahogando el fuego y apagando el incendio.
El dióxido de carbono también tiene algunas limitaciones como agente extintor:
Extintores de CO2, dióxido de carbono o nieve carbónica. Como hemos comentado
anteriormente la capacidad de enfriamiento del dióxido de carbono es muy baja por lo que
en fuegos de clase A no superficiales puede resultar muy difícil llegar a enfriar el combustible.
Otro de los problemas más habituales a la hora de utilizar un extintor de incendios de nieve
carbónica es la dificultad de contar con un recinto adecuado en el que crear una atmósfera
de extinción.
El CO2 no es un agente extintor adecuado para utilizarlo con fuegos producidos por la
combustión de productos químicos que produzcan su propio oxígeno. Los incendios de
metales como el sodio, magnesio, potasio… no se pueden apagar con nieve carbónica ya que
este tipo de incendios de metales reactivos descomponen el dióxido de carbono.
Para terminar comentar que debemos evacuar a todas las personas de la sala antes de
descargar un extintor de CO2 ya que podría causar asfixia.
Generalmente es un compuesto químico a base de bicarbonato
de sosa y un agente hidrófugo. Actúa por sofocación y
paralización de la reacción en cadena. Actualmente se emplean
principalmente dos tipos de polvo seco; el polvo seco químico
normal y el polivalente, o antibrasa. Este último, refresca mucho
POLVOS más el combustible, por lo que es más efectivo que el normal
para fuegos de tipo "A". Además, existen una serie de
QUÍMICOS formulaciones de polvo seco especiales para combustibles de
SECOS tipo "D".
El polvo seco normal es efectivo en fuegos de clase "B", "C" y
fuegos en presencia de tensión eléctrica. Se puede emplear en
los de clase "A", pero seguidamente habrá que utilizar agua para
que no se reaviven las llamas.
Tipos de polvos químicos secos

Los polvos químicos secos se clasifican de


acuerdo al tipo de fuego. Así tenemos:
Polvos químicos secos ABC: Estos polvos
químicos también denominados multipropósito
o polivalentes, tienen como principal agente
extintor al fosfato mono-amónico, y se
comercializa con diferentes concentraciones
que van desde el 55% al 90%, siendo útil
destacar que a mayor porcentaje,
corresponderá una efectividad superior de
apague.
Polvos químicos secos BC: Estos polvos
presentan una gran efectividad para combatir
fuegos de combustibles, existiendo diversos
agentes con distinto grado de poder de
extinción.
Para esta aplicación Demsa produce polvos químicos secos en BC basados en:
• Bicarbonato de potasio: Es un polvo fino de color púrpura, de ahí que se lo conozca con
su nombre comercial de “Púrpura K”.
• Bicarbonato de sodio. También conocido comercialmente con el nombre de BC Estándar,
es un polvo químico fino de color rojizo.
• Compuestos especiales a base de bicarbonato de potasio y urea: Conocido
comercialmente como MI10, este tipo de agente es utilizado para fuegos BC de grandes
dimensiones. Su gran efectividad radica en que las altas temperaturas producen la rotura
de las partículas, generando una mayor superficie especifica de ataque para interferir en la
reacción de la formación del fuego.
Polvos químicos secos para fuegos clase D: Estos polvos pertenecen a los denominados
“compuestos especiales” y utilizan como principal agente extintor al borato de sodio.
Los polvos químicos ABC y BC de Demsa están especialmente formulados para operar
simultáneamente con espumas sintéticas, en aquellos casos en que la aplicación de las
mismas sea recomendada o prioritaria.
Ventajas de los polvos químicos secos
• Alto poder y velocidad de extinción.
• Eléctricamente no conductores, pueden emplearse contra fuegos de
líquidos inflamables que involucren a equipos eléctricos bajo tensión.
• Pueden ser utilizados en extintores manuales del tipo portátil, carros
y en instalaciones.
• Fáciles de usar.
• Económicos, tanto las instalaciones como el agente extintor.
• Tienen baja reactividad con otros materiales.
• Son estables.
• Baja toxicidad

Limitaciones y desventajas
• Extinción temporaria. Los polvos secos no producen atmósferas inertes por encima de la superficie de los líquidos
inflamables; consecuentemente, su empleo no da como resultado una extinción permanente si las fuentes de
reignición, tales como superficies metálicas calientes o rescoldos incandescentes, continúan estando presentes.
• Son corrosivos. No deben emplearse polvos secos donde se encuentren instalaciones o equipos eléctricos
delicados o de alto valor. Es necesaria una limpieza muy cuidadosa y extensa para restaurarlos y devolverlos a su
estado primitivo.
• Son clasificados como un agente extintor sucio.
• Los polvos químicos secos normales no extinguen fuegos que profundicen por debajo de la superficie, ni de
materiales que se alimentan de su propio oxígeno para arder.
• No tienen presión propia, por lo tanto necesitan de un agente presurizador para impulsarlo fuera del recipiente y
que llegue al fuego. El agente de presurización usado es el nitrógeno seco.
• Presentan problemas en áreas abiertas con el viento, dado que el polvo se puede desviar del fuego por acción de
las corrientes de aire.
La espuma es una emulsión inestable de
burbujas de aire y agua que puede disolverse
fácilmente por fuerzas mecánicas o físicas. La
Espumas
espuma física se obtiene a partir de la mezcla
formada por agua y un Espumógeno. La
disolución formada se denomina espumante
que al mezclarse y agitarse con aire inyectado
origina la espuma:
Agua + Espumógeno = Espumante
Espumante + Aire = Espuma
MECANISMOS DE EXTINCIÓN DE LAS ESPUMAS

Los mecanismos de extinción de las espumas son:


 AISLAMIENTO:
- Lo primero que hace la espuma es formar progresivamente una manta que tapa al
líquido inflamable incendiado y corre a las llamas de la superficie del mismo, evitando
el ingreso del aire a la zona ya cubierta. También evita la salida de vapores
combustibles.
- Una vez apagada la llama, lo segundo que hace es excluir el ingreso del aire a la zona de
gases combustibles calientes que se encuentran en la superficie del líquido inflamable
cubierto por la manta de espuma, evitando así una posible reignición, por falta de aire.
El poco aire atrapado debajo de la manta no logra mantener una combustión por
superar el LSI. Hay que considerar que los líquidos inflamables tienen generalmente un
LSI muy bajo, es decir, necesitan de mucho aire para sustentar una combustión. El LSI
del kerosene es de 5%, es decir, necesita como mínimo más del 95% de aire.
- Al mismo tiempo evita la salida de los vapores inflamables de la superficie del
combustible, eliminando la posibilidad de una nueva combustión en otra zona o sector.
- Separa las llamas de la superficie del combustible, reduciendo la cantidad de calor que
recibe el combustible y por consiguiente reduce la emisión de vapores inflamables. -
Este efecto de aislamiento es permanente mientras dure la manta de espuma flotando
sobre el líquido inflamable.
 ENFRIAMIENTO:
- Absorbe calor de la superficie del combustible y del metal del
contenedor o tanque, al drenar el agua contenida en la espuma,
siendo esta un mecanismo secundario, resultante de la ruptura de
la espuma. A la espuma no se la usa porque enfría, sino
principalmente porque AÍSLA.
GENERACIÓN DE ESPUMA
Las espumas según la forma de producirse se dividen en químicas y mecánicas.
Las primeras ya no se usan y se producían por una reacción química al mezclar
bicarbonato sódico y sulfato de aluminio, que además generan CO2.
Las espumas mecánicas son las que se usan actualmente y su generación o producción es
el resultado de un proceso mecánico, éste consta de dos etapas:
- Primera etapa o inducción: en la cual se introduce al flujo de agua el concentrado
espumígeno, mediante un dispositivo proporcionador.
- - Segunda etapa o generación: por el principio de inducción se agrega aire a la solución
agua + espumígeno o preparado, a la salida del dispositivo de descarga y se produce la
espuma en un ambiente abierto.
TIPOS DE ESPUMAS
Según la base con que se fabrican los concentrados espumígenos, éstos se dividen en: proteínicas y sintéticas.
- Proteicas: base proteica.
- Sintéticas: base de detergentes y aditivos.

Agentes Espumantes Proteínicos (P)


Estos concentrados contienen polímeros proteínicos naturales de alto peso molecular derivados de la
transformación e hidrólisis de proteínas sólidas naturales; se fabrican a partir de desechos orgánicos,
tales como huesos, pezuñas, plumas, etc. A estos concentrados también se le agregan aditivos tales
como sales metálicas disueltas y disolventes orgánicos, que refuerzan la capacidad de los polímeros
proteínicos para formar burbujas cuando la espuma está expuesta al calor y las llamas, para mejorar la
capacidad de espumación y su uniformidad, para regular la viscosidad a bajas temperaturas, para
evitar la corrosión de los equipos y recipientes, resistir la descomposición bacterial y controlar la
viscosidad. Los polímeros confieren a las espumas que se generan con ellos elasticidad, resistencia
mecánica y capacidad de retención del agua. Tienen buena resistencia al calor, pero se desplaza
lentamente y se contamina con los hidrocarburos. Los agentes proteínicos tienen aspecto viscoso y
olor nauseabundo.. En general, estos concentrados producen espumas densas y viscosas de alta
estabilidad y elevada resistencia al calor, pero presentan menos resistencia a la combustión que la
mayor parte de los agentes espumantes. No son tóxicos y son biodegradables después de diluirse. Las
temperaturas ambientes normales de uso de estos concentrados son entre –7 y 49 ºC. Los agentes
proteínicos se usan principalmente en los combustibles de hidrocarburos.
Agentes Espumantes Fluoroproteínicos (FP) Los agentes fluoroproteínicos tienen la misma base
que las anteriores, pero se les han agregado aditivos fluorados, que le dan mayor fluidez
(mayor rapidez para desplazarse sobre la superficie del producto), y a su vez, le dan mayor
resistencia a la contaminación. Además de los polímeros proteínicos contienen en la superficie
agentes fluorados activos que le confieren la propiedad de no adherirse al combustible, lo que
les hace especialmente eficaces pata luchar contra fuegos en que la espuma queda sumergida
o cubierta por el combustible, como por ejemplo en el método de inyección de la espuma por
debajo de la superficie para combatir incendios de grandes depósitos. Las espumas de
fluoroproteínas alcanzan su máxima eficacia en la lucha contra fuegos de líquidos derivados del
petróleo o de hidrocarburos en depósitos de gran profundidad, debido a esta propiedad de
falta de adherencia a líquidos combustibles. Estas espumas demuestran ser más compatibles
con agentes en polvo que las espumas de proteínas simple. También poseen superiores
características en lo que se refiere a la supresión del vapor y a la autocombustión. No son
tóxicos y son biodegradables después de disolverse. Las temperaturas normales a las que
pueden emplearse estos agentes van de –7 a 49 ºC.
Agentes Fluoroproteínicos que Forman Película (FFFP)
Los agentes fluoroproteínicos que forman película están compuestos de proteínas junto
con agentes fluorados superficialmente activos, que los hacen capaces de formar
películas de solución acuosa sobre la superficie de líquidos inflamables y les confieren la
propiedad de separar el combustible de la espuma formada. Las espumas de aire
formadas a partir de soluciones de FFP tienen características de rápida propagación y
aumento. Debido a la rapidez y a la facilidad de la capacidad espumante de las
soluciones FFFP, se pueden utilizar en dispositivos de pulverización de agua. Sin
embargo, las espumas producidas drenan con rapidez y no son de absoluta confianza
tras el incendio. Pueden utilizarse junto con agentes de productos químicos secos sin
problemas de compatibilidad, y no son tóxicas.
Agentes Espumantes Formadores de Películas Acuosas (AFFF)
Los agentes espumantes formadores de películas acuosas se componen de materiales sintéticos que forman espumas de aire similares a las
producidas por materiales a base de productos proteicos. Además, son capaces de formar películas de soluciones acuosa sobre la superficie de los
líquidos inflamables. De aquí les viene su nombre. Estos productos se conocen por sus iniciales en ingles, AFFF “aqueous film-forming foam”. Las
espumas de aire generadas por las soluciones de AFFF poseen baja viscosidad, rápida extensión y nivelación y actúan como barreras superficiales
para impedir el contacto del combustible con el aire y detener su vaporización, igual que lo hacen las otras espumas. La película puede perder su
eficacia cuando la superficie está muy caliente, y también en su empleo contra incendios de hidrocarburos aromáticos. Para garantizar la extinción
del fuego, la superficie del combustible debe estar totalmente recubierta por una capa de AFFF, igual que sucede con otros tipos de espumas. En el
kerosene, los agentes AFFF fluyen bien y forman películas muy resistentes, por lo que son especialmente adecuados para extinguir los incendios de
derrames de combustibles de aviación. Los concentrados de AFFF no son tóxicos y son biodegradables en forma diluida. Los concentrados de AFFF
pueden almacenarse durante largos períodos de tiempo sin que se degraden sus características. Debido a la tensión superficial extremadamente
baja de las soluciones que se obtienen con AFFF, pueden ser útiles para fuegos de clase mixta (Clase A y Clase B) en los que se necesita la profunda
penetración del agua además de la acción de protección superficial de la espuma. Pueden emplearse en combinación con polvo químico sin que se
presenten problemas de incompatibilidad. Aunque los concentrados de AFFF no deben mezclarse con otros tipos de concentrados de espumas, las
espumas que producen no atacan a las espumas de otros tipos durante las operaciones de lucha contra el fuego. Las temperaturas normales de
empleo de estos agentes varían entre 1,5 y 50 ºC.
Espumas de Tipo Alcohol (AR)
Las espumas que generan los agentes ordinarios están expuestas a la disolución rápida y pérdida de efectividad cuando se emplean en
fuegos de líquidos combustibles hidrosolubles, hidromiscibles o del tipo de disolvente polar. Ejemplos de este último tipo de líquidos son
los alcoholes, esmaltes y disolventes de laca, metil etil cetona, acetona, éter isopropílico, acrilonitrilo, acetatos de etilo y de butilo y las
aminas y los anhídridos. Incluso pequeñas cantidades de estas sustancias mezcladas con combustibles de hidrocarburos comunes
producirán la rápida disolución de las espumas contra incendios normales. Estos concentrados resistentes al alcohol tienen
composiciones diferentes; algunos contienen básicamente proteína o fluoroproteína o un concentrado de espuma formadora de película
acuosa. Los más comunes se describen como un concentrado polimérico AFFF resistente al alcohol para producir espuma que se aplique
a hidrocarburos o líquidos inflamables del tipo polar, mediante cualquier dispositivo de aplicación de espuma. Presentan características
de AFFF sobre hidrocarburos y producen gran cantidad de gel flotante que desarrolla espuma sobre combustibles hidromiscibles. Las
temperaturas de empleo normal para cualquiera de los agentes de tipo alcohol van de 1,7 a 49ºC.
Agentes Espumantes de Baja Temperatura
Este tipo de concentraciones está protegido para su almacenamiento a bajas
temperaturas por la inclusión en la mezcla de un reductor del punto de
congelación. Los agentes espumantes para baja temperatura pueden emplearse
hasta temperaturas de –29 ºC.
Halones o derivados halogenados

Los agentes extintores halogenados o halones son derivados químicos del metano (CH4) o etano (CH3-CH3), en los que algunos o
todos los átomos de hidrógeno han sido reemplazados con átomos de halógeno o una combinación de estos elementos.
Estos agentes son líquidos cuando se guardan en tanques presurizados a temperaturas normales, pero la mayoría de ellos son gases a
presión atmosférica y temperaturas normales. Los halógenos son los siguientes:
- Flúor
- Cloro
- Bromo
- Yodo
La sustitución confiere no sólo ininflamabilidad, sino también propiedades extintoras de llama a muchos de los compuestos
resultantes. Estos agentes se emplean en extintores portátiles y en sistemas fijos de extinción.
MECANISMOS DE EXTINCIÓN
Los Halones El mecanismo de extinción de los halones está relacionado a la reacción química que interviene en el
proceso de combustión. Estos actúan eliminando los elementos químicos activos que intervienen en las reacciones en
cadena de la llama (proceso conocido como rotura de la reacción química en cadena). Aunque todos los halógenos son
activos de esta manera, el bromo es mucho más efectivo que el cloro o el flúor.
La alta velocidad de extinción se debe precisamente al hecho de que interfieren en lo más íntimo de la combustión
como lo es en el proceso de la reacción química en cadena.
Eficacia en la Extinción del Fuego
La comparación entre la eficacia de los distintos halones depende de sí se están considerando los extintores portátiles o
los sistemas fijos y, especialmente en las pruebas de unidades portátiles, de sí los agentes se aplican óptimamente
sobrepresurizados con nitrógeno
VENTAJAS
Entre las principales ventajas de los agentes limpios se pueden citar:
- Ciertos agentes halogenados son eficaces en concentraciones volumétricas tan baja; que
queda suficiente oxígeno en el aire como para respirar cómodamente después de la
inundación del compartimiento.
- Eléctricamente no conductivos, es decir para combustibles Clase C.
- Se vaporizan rápidamente y no dejan residuos.
- Son gases licuados o presentan comportamientos análogos (es decir, líquido
comprimible).
- Pueden almacenarse y descargarse desde los equipos típicos del Halon 1301 (con la
excepción del HFC-23, el cual requiere una presión de 40 bar)
LIMITACIONES
Existen distintos tipos de materiales inflamables contra los que son ineficaces los agentes halogenados, a saber:
- Fuego Clase K. No son agentes extintores adecuados para uso en fuegos de combustibles presurizados ni en fuegos de
grasas de cocción.
- Combustibles que contienen su propio agente oxidante, tales como pólvora, propulsantes de cohete, nitrocelulosa,
etc.
- Materiales reactivos tales como sodio, potasio, aleación eutéctica de NaK, magnesio, titanio, zirconio, litio, uranio y
plutonio; y los hidruros metálicos, tales como hidruro de litio
- Descarga electrostática. Durante la descarga de gases licuados puede ocasionarse la carga electrostática de
conductores no conectados a tierra. Estos conductores podrían descargarse sobre otros objetos, ocasionando un arco
eléctrico con suficiente energía como para iniciar la combustión
- Ambientes no ventilados. El uso de extintores de este tipo en lugares no ventilados, tales como pequeñas salas,
armarios o espacios confinados, los operarios y otras personas deberían evitar respirar el agente extintor o los gases
generados por descomposición térmica
Otros agentes extintores
Para fuegos específicos, como los originados por algunos metales muy activos, no se deben utilizar los
agentes generales, siendo eficaces otro tipo de sustancias. Algunas de estas se indican acompañadas de sus
principales características y aplicaciones:
- Polvo de cloruro de sodio: adecuado para incendios en los que están involucrados metales como el
magnesio, el sodio, el potasio y las aleaciones de sodio y de potasio. Se le añade como aditivo un material
termoplástico para aglutinar las partículas de cloruro de sodio en una masa sólida bajo las condiciones de
incendio.
- Polvo de carbonato de sodio: indicado para combatir los incendios de sodio metálico. Tiene una base de
carbonato sódico con varios aditivos que se incorporan para hacerlo higroscópico y fácilmente fluido para
su empleo en extintores de precisión. También se le incorpora un aditivo que se ablanda y forma una costra
por encima de la superficie expuesta de sodio metálico incendiado.
- Polvo de grafito: actúa como termoconductor y absorbe el calor del fuego reduciendo la temperatura del
metal por debajo de su punto de ignición, lo que produce la extinción. El grafito muy compactado también
actúa por sofocación. Es efectivo contra fuegos de magnesio, sodio, potasio, titanio, litio, calcio, zirconio,
hafnio, tirio, uranio y plutonio y también se recomienda para aplicaciones especiales sobre fuegos de
aluminio, zinc y hierro pulverizados.
- Polvo de cloruro eutéctico ternario (TEC): es una mezclade cloruro de potasio, cloruro sódico y cloruro
bárico que es eficaz en la extinción de fuegos de ciertos metales combustibles. El polvo tiene que recubrir el
metal impidiendo su contacto con el aire. En los fuegos de polvo de magnesio su acción consiste en la
exclusión del aire por la formación de sales fundidas que recubren la superficie del metal. Con este polvo se
han logrado extinguir pequeños fuegos de uranio y plutonio.
- Polvo de cobre: consigue apagar los fuegos de litio con mayor rapidez y eficacia que otros agentes
existentes. En el proceso de la extinción se origina una aleación no reactiva de cobre y litio que se forma en
la superficie del litio fundido. La aleación se convierte en una barrera de exclusión entre el aire y el metal
fundido, lo que impide la reignición y favorece el enfriamiento del litio que queda sin reaccionar.
- Nitrógeno: presenta propiedades extintoras semejantes al dióxido de carbono, pudiendo reemplazarlo en
incendios de metales como el magnesio. Aunque químicamente es inactivo, a elevadas temperaturas puede
reaccionar formando nitruros metálicos, que generalmente son incombustibles.

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