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Tema 7 La Crisis de La Monarquía Constitucional
Tema 7 La Crisis de La Monarquía Constitucional
La Restauración
Condicionantes históricos previos
Condicionantes históricos previos
Condicionantes históricos previos
Condicionantes históricos previos
En este tema veremos…
El sindicalismo se convierte en un
fenómeno de masas en las primeras
décadas del siglo.
1900
1915
1920
1925
La evolución política hasta 1923
Objetivos de Maura
•Modernizar el país
•Acabar con el caciquismo
•Legitimar la vida política reformando la ley electoral.
• Reforzar la autoridad frente a la creciente agitación social (proyecto de ley
contra el terrorismo que fue rechazado en el Congreso).
La evolución política hasta 1923
Medidas de Maura
•Medidas de inversión pública.
•Ley de Protección de la Industria Nacional.
•Plan de Reconstrucción Naval.
•Creación del Instituto Nacional de Previsión en 1908, embrión de la futura
Seguridad Social.
•Regulación de la jornada laboral y el trabajo de mujeres y niños.
•Ley del descanso dominical.
•Modificación de la ley electoral.
•Proyecto de ley de Administración Local: Mancomunidades. No salió.
La evolución política hasta 1923
Objetivos de Canalejas
•Reformar la vida pública española, combinando el talante progresista con
la prudencia.
• Atajar la conflictividad social, pero diferenciando entre reivindicaciones
legítimas (mejoras económicas) y revolucionarias (paralizar la economía por
objetivos políticos). Por ello, negoció en ocasiones con las fuerzas obreras.
La evolución política hasta 1923
Medidas
•Se suprimieron los odiados consumos un impuesto muy impopular. Se
sustituyeron por otros progresivos sobre las rentas urbanas.
•Se estableció el servicio militar obligatorio y se restringieron las exenciones
de quintas (pagar por librarse de ir al Ejército).
•Se reguló el trabajo nocturno femenino.
•Se aprobó la Ley del Candado para evitar que aumentaran las órdenes
religiosas en España tras haberse endurecido la legislación en Francia.
•Logró aprobar en el Congreso la Ley de Mancomunidades que satisfacía las
peticiones catalanistas. No logró que se aprobara en el Senado, murió antes.
La evolución política hasta 1923
La crisis de 1917
Realmente son tres revoluciones que se desarrollaron entre junio y agosto de 1917,
no se conectaron entre sí, de haberlo hecho hubiera caído el sistema.
Los militares se organizan en “Juntas de Defensa” algo parecido a los sindicatos. Pretenden
mejoras laborales y mayor participación en el Estado.
Junto a la subida de sueldos se pide que se elimine el ascenso por méritos de guerra por haber
luchado en Marruecos en vigor desde 1910. Los oficiales jóvenes, sin cargas familiares, con
un “paseo” por Marruecos, donde además cobraban más, adelantaban a los más viejos con
destinos en la Península.
b) La Asamblea de Parlamentarios.
Es un intento de la burguesía, catalana sobre todo, de hacer su revolución contra el sistema político.
Las Cortes estaban cerradas desde febrero ante el temor de que se plantearan los problemas
políticos del país. Cambó, líder de la Lliga pide que se abran para que se trate el asunto de las
Juntas de Defensa, de no ser así amenaza con convocar una Asamblea en Barcelona.
Romanones prometió atender las peticiones obreras, pero dejó de ser presidente y cuando Dato llegó en
junio no se sintió obligado a cumplir las promesas de su predecesor. Esto precipitó la decisión de realizar
una huelga general por parte de toda la izquierda.
La evolución política hasta 1923
El apoyo a esos trabajadores despedidos fue el detonante para que las huelgas se extendieran
por las principales regiones industriales.
La evolución política hasta 1923
El Ejército, que ya había recibido lo que pedía, reprimió con dureza las huelgas.
Demostraba al Gobierno que eran los militares los únicos que podían garantizar el orden.
La evolución política hasta 1923
Abd el-Krim
La evolución política hasta 1923
El pronunciamiento militar de 1923.
El pronunciamiento militar de 1923.
MANIFIESTO DE PRIMO DE RIVERA AL PUEBLO ESPAÑOL.
Españoles:
Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque hubiéramos
querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin interrupción la vida
española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de cuantos
amando la Patria no ven para ella otra salvación que libertarla de los profesionales
de la política, de los hombres que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de
desdichas e inmoralidades que empezaron en el año 98 y amenazan a España con
un próximo fin trágico y deshonroso. La tupida red de la política de concupiscencias
ha cogido en sus mallas, secuestrándola, hasta la voluntad real. Con frecuencia
parecen pedir que gobiernen los que ellos dicen no dejan gobernar, aludiendo a los
que han sido su único, aunque débil freno, y llevaron a las leyes y costumbres la
poca ética sana, el tenue tinte moral y equidad que aún tienen; pero en la realidad se
avienen fáciles y contentos al turno y al reparto y entre ellos mismos designan la
sucesión.
Pues bien, ahora vamos a recabar todas las responsabilidades y a gobernar
nosotros u otros hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina. Basta ya
de rebeldías mansas, que sin poner remedio a nada, dañan tanto y más a la
disciplina que está recia y viril a que nos lancemos por España y por el Rey.
Este movimiento es de hombres, el que no sienta la masculinidad perfectamente
caracterizada, que espere en un rincón, sin perturbar los días buenos que para la
Patria preparamos. Españoles: ¡Viva España y viva el Rey...!
El pronunciamiento militar de 1923.
El Directorio Militar.
Es un gobierno
integrado por
militares y presidido
por Primo de
Rivera. Dura entre
septiembre de 1923
y diciembre de
1925.
Creación de la Unión Patriótica, única organización política permitida, quería con ella aglutinar a las masas en la tarea de
regenerar el país.
Servía también de correa de transmisión de las ideas populistas y autoritarias del dictador.
En diciembre de 1925 se constituyó el Directorio Civil, integrado por nuevos políticos y algún
militar.
A pesar de eso el Gobierno siguió legislando por decreto y con la constitución en suspenso.
Primo de Rivera resolvió el problema de Marruecos, las luchas sociales estaban acalladas
por la bonanza económica, pero no solucionó el problema nacionalista y buscó la
confrontación con quienes le habían apoyado.
Las dos fuerzas que más contribuyeron a la caída de la dictadura fueron los intelectuales
(Unamuno, Ortega y Gasset...) y estudiantes; y los propios militares peninsulares que se
sentían agraviados con respecto a sus compañeros de Marruecos.
El pronunciamiento militar de 1923.
El 30 de enero de 1930, falto de apoyos, Primo de Rivera presenta la dimisión a Alfonso XIII.
Primo de Rivera busca una salida digna entregando el poder al general Berenguer antes de
exiliarse al extranjero.
El fin de la monarquía
En agosto de 1930 se reunieron en San Sebastián (PACTO DE SAN SEBASTIÁN) tres fuerzas para tratar
un cambio hacia la República: socialistas, republicanos históricos y monárquicos poco convencidos. Más
tarde se unirían los nacionalistas catalanes.
Como consecuencia del Pacto se creó un comité revolucionario integrado por personalidades como:
Alcalá Zamora, Miguel Maura, Marcelino Domingo, Indalecio Prieto, Manuel Azaña...
El fin de la monarquía
Los partidos del Pacto de San Sebastián se plantean el sufragio como un referéndum entre
Monarquía y República.
Ante la tensión en la calle Alfonso XIII abandona el país, el día 14 se proclama la República.
El fin de la monarquía
Alfonso, Rey.
Los tranvías se habían ido quedando parados, no había lugar para uno más, ni dentro de ellos para un ser
viviente más, ni sobre su techumbre, ni sobre el tejadillo de la Estación de Metro, ¡oh, cómo les envidiaban, eran
los privilegiados!
Se enracimaban los cuerpos humanos en los balcones, de pie en los barandales; festoneaban los áticos de todos
los edificios, se erguían como bandadas de cigüeñas en los tejados, buscando respaldo en las chimeneas. Y
seguían, seguían viniendo; más no era posible, sin codazos, pisotones, tropiezos.
Llegaron aún unas oleadas desde las calles Mayor y Arenal, y como el viento en un campo de trigo, se extendió la
onda sonora: “Se ha ido, se acaba de ir, ahora, en este momento”... Y en este momento todas las cabezas se
alzaron hacia arriba, hacia el Ministerio de la Gobernación; se abrió el balcón, apareció un hombre, un hombre
solo, alto, vestido de oscuro traje ciudadano; sobrio, dueño de sí, izó la bandera de la República que traía en sus
brazos y se adelantó un instante para decir unas pocas palabras, una sola frase que apenas rozó el aire, y
levantando los brazos con el mismo gesto sobrio, en una voz más sonora, como se cantan las verdades, gritó:
“¡Viva la República!” “¡Viva España!”.
Y como una sola voz de mil registros, llenó el aire, subió hacia las nubes blancas, redondas, que habían venido
también, no acababa de extinguirse y en tonos diferentes, en cien registros como en un gigantesco y nunca oído
órgano en una coral, que entonaba todo un pueblo, subía la voz a las nubes, y volvía a bajar y así el aire estuvo
lleno de esos gritos, que aunque ya no hubieran repetido estarían allí llenándolo todo.
El cielo de abril dejaba caer su luz blanca, azul y blanca hasta tocar transfigurando a la multitud. La luz era
también de mil reflejos, en un blanco único toda la infinitud que hay en el blanco.
En la blancura destacándose, perfilándose en el cielo. Alta, alta, ondeaba la bandera republicana, ahora ya del
todo desplegada.