EL PECADO Y SUS

CONSECUENCIAS
A demás de la creación, el amor de Dios se muestra
en la salvación. Dios mantiene su amor y lo sigue
manifestando. Pero, no podemos experimentar el
amor de Dios y la salvación de Jesús por el pecado
que nos separa y aleja de Dios.
Rechazó el hombre el árbol de la vida y prefirió el árbol
del conocimiento del bien y el mal; no quiso la guía de
Dios y escogió caminar por sus propias fuerzas y
construir solo su vida. Se siente independiente, rechaza
toda dependencia de Dios, decidiendo ser el único
artífice y el creador de su propia historia.
El pecado tiene muchas consecuencias entre ellas
están: la persona sufre toda clase de desajustes y
desequilibrios, desorden y falta de armonía consigo
mismo, con los demás y con toda la creación.
Adicciones y ataduras; angustias, temores,
vergüenzas, agitaciones, iras, tensiones, tristezas,
depresiones, vida sin sentido.
El hombre, desde el comienzo, rechazó el amor de
Dios y la comunión con él. Quiso construir un reino
prescindiendo de Dios. En vez de adorar al Dios
verdadero, adoró ídolos: las cosas de este mundo,
las obras de sus manos, se adoró a si mismo.
Encontramos finalmente el problema de la comunión del
hombre con los demás seres que lo rodean, problemas
con la naturaleza, con la tierra, dando vanas soluciones
a las cosas y a las necesidades con los demás.