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“VENTANAS A NUESTROS

NIÑOS”

“EL PROCESO TERAPEUTICO”

La autora Violet Oaklander entrega una visión sobre


el Proceso Terapéutico desde la vivencia del niño,
todo ello mostrado desde el momento en que va a
terapia, describiendo hechos relevantes al proceso
con el paciente.
EL NIÑO VIENE A TERAPIA

“¿Qué es lo que motiva a un padre para traer a un niño a


terapia?”
1.- los padres deciden enviar a sus hijos a terapia
cuando la situación para ellos resulta incontrolable o
cuando sus hijos (en su mayoría adolecentes se lo
piden).
2.- En principio los padres se muestran renuentes a
llevar a sus hijos a terapia provocado por un cierto dejo
de culpa, creyendo muchas veces que los problemas de
sus hijos son responsabilidad de ellos, agravando de
esta manera la situación.
3.- Los padres no deben buscar resultados inmediatos,
pues generalmente un buen proceso terapéutico varía
de 3 a 6 meses, con visitas de una vez a la semana.
LA PRIMERA SESIÓN

1.- El interés del terapeuta esta sujeto en mantener al niño presente en las conversaciones iniciales aun
cuando no desee intervenir, pero debe ser incluido., debiendo participar en esta primera instancia los padres
en conjunto con el niño.

2.- El terapeuta identifica de quien sería el problema.

3.- La primera sesión equivale a una especie de admisión por parte del terapeuta, instancia en donde todos
se reúnen para conversar de lo que sería la razón del conflicto. Aunque en otras prácticas se utiliza esta
instancia solo para la recopilación de datos.

4.- se pueden realizar test psicológicos, para iniciar o crear un primer vinculo con el niño.

COMO ES MI OFICINA

1.- Existencia de instrumentos de juego en medio de su ambiente informal.

2.- Un espacio de dimensiones pequeñas, acogedor.

3.- El suelo debe ser la comodidad.


EL PROCESO TERAPÉUTICO

 Al existir un ambiente cálido y receptivo tanto en la oficina como por parte del terapeuta, se debe
llegar necesariamente a la confianza que el niño deposita en su terapeuta, incluyendo en ellas las
expectativas traídas por el niño, las que también deben ser trabajadas en la sesión.
 En el caso de los adolescentes, se espera en esta instancia que éstos deseen compartir sus
experiencias e inquietudes, así como el reconocer sus propios mecanismos resolutivos a sus conflictos,
de esta manera el terapeuta debe entregarles las herramientas para así ingresar a su mundo interior,
de tal manera que este pueda expresar sus emociones, adentrándose en su profundo yo interno.
 Sale en este proceso la proyección, el cual debe ser utilizado por el terapeuta de manera hábil para
interpretar el mundo interior del adolecente, en el caso de los niños estas formas de sentir interno
deben ser expresadas a través de otras actividades, como por ejemplo el juego, produciéndose de ésta
manera la exteriorización, en donde el terapeuta debe identificar aquello que es relevante para
efectos de la terapia.
 El terapeuta debe de interpretar ese material, darle un valor a través de las proyecciones, generando
de esta manera una nueva información, haciendo una retroalimentación en la terapia, canalizando de
mejor forma su contenido.
 Cada terapeuta debe generar o crear su propia forma de terapia, combinando de conocimientos,
intuiciones, fluidez, empatía y experiencia que va tornándose importante para el trabajo terapéutico,
dado que cada individuo es distinto, deberá emplear siempre distintas técnicas y métodos de trabajo,
según la necesidad de cada paciente.
RESISTENCIA
La resistencia, dentro del proceso terapéutico, se hará presente en los pacientes, ya que al solicitar la
realización de ciertas actividades, el niño o adolecente puede tener sentimientos de inseguridad, dudas,
miedos, resultando necesario identificar y resolver la resistencia de manera directa, apoyando con palabras
y acciones al niño, guiándolo para que supere esas negativas internas de sentir y que asuma una nueva
realidad.

Se utilizar diversas técnicas para superar la resistencia, entre estas encontramos la de “modelar”, en donde
se les pide a los niños realizar una determinada actividad y en donde el terapeuta también la realiza, otra
técnica utilizada es el dibujo, en donde el niño se enfoca en su propia concepción de la vida, pudiendo
experimentar angustias o temores, prestando atención en realizar cambios adecuados de aquellas cosas que
el niño sienta como amenaza. El dibujo representa una información tanto para el terapeuta como para el
niño, aquella información de si mismo que necesita ser cuidada, incluso borrada, al mismo tiempo necesita
sentir que es aceptado tal cual se muestra.
La resistencia estará presente no solo en la primera sesión, sino que incluso las subsiguientes, pudiendo
generar en un comienzo lazos de confianza con el terapeuta para luego presentarse nuevamente en algún
punto determinado, en este punto el terapeuta debe tratar la resistencia como un punto a favor para
detenerse a tratar algún temor del niño, es decir, estar a favor de este aspecto que es una herramienta útil
en el proceso. Se debe hacer énfasis que los niños al presentar las resistencias en la terapia solo
manifiestan su incapacidad momentánea de confrontar un hecho, y el salir airoso de esto dependerá de la
adecuada forma del terapeuta de tratarla y convertirla a favor tanto del niño como de la situación a
manejar.
TÉRMINO
En todo proceso terapéutico existe la preparación del niño para finalizar adecuadamente la terapia,
debiendo confrontar los sentimientos generados y la ambivalencia que puede surgir al término de este
periodo en donde el niño ha creado vínculos con su terapeuta.

Se debe tener claro que los niños no tienen asuntos por concluir por sus periodos lógicos de vida, sino
conflictos puntualizados que han sido tratados y por lo tanto, la conclusión necesaria de su terapia llegando
a su término en condiciones adecuadas basadas incluso en la expresión de sus sentimientos hacia sus
experiencias, esto incluye a su terapeuta.
Los niños a futuro sabrán como enfrentar adversidades con las herramientas aprendidas, deberán seguir su
ritmo normal en los mejores casos una vez terminada la terapia.
Al término de la terapia también puede incluirse la presencia de los padres, también se pueden incluir
actividades recordatorias del proceso, revisando los dibujos hechos durante la terapia, recordando
momentos importantes para el niño incluso para el terapeuta.

No se recomiendo dejar a un niño de manera abrupta, dejando siempre las puertas abiertas al niño.

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