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CONCIENCIA MORAL

- Es un acto de la razón práctica,


- que consiste en aplicar el conocimiento universal del bien
(leyes morales).
- a una situación determinada (caso concreto)
- Y expresar a sí el juicio que sobre la conducta recta que hay
que elegir ahora.

La conciencia moral es un juicio de la razón práctica por el que la persona humana,


a partir de la ley moral, reconoce la cualidad moral de un acto concreto.

- La conciencia, sagrario del hombre, es lo más íntimo de


la persona (en la conciencia, Dios habla al hombre).

- La conciencia no es autónoma, no crea la norma, sino


que la aplica a cada caso: “sin ciencia no hay conciencia”.
- No pierde su dignidad cuando actúa con ignorancia
invencible (precede a la voluntad); se degrada cuando,
conscientemente, se realiza actos malos.
CONCIENCIA MORAL

Múltiples clases de conciencia

a. Por razón del momento en que se emite el juicio: antecedente (juzga sobre la
acción de un acto que se va a hacer, mandándolo, permitiéndolo, aconsejándolo o
prohibiéndolo), concomitante (juzga en el mismo momento), consecuente
(aprueba o desaprueba un acto ya realizado produciendo tranquilidad o
remordimiento).

b. En relación a la norma o ley: verdadera (aplica rectamente la ley moral a un caso


particular), errónea (juzga en desacuerdo con la ley moral: con ignorancia vencible
o invencible).

c. Por razón del asentimiento del juicio: cierta (juzga con firmeza), dudosa
(suspensión del juicio).

d. Por el modo habitual de emitir el juicio: delicada (advierte y se duele de las faltas
pequeñas), escrupulosa (juzga todo acto como malo), laxa (quita la razón del mal
a los actos que realmente los tienen).

e. En razón de la responsabilidad con que se emite el juicio: recta (se ajusta al


dictamen de la razón), torcida (no se somete a la propia razón: hombre imprudente
y temerario).
CONCIENCIA MORAL

Principios morales

1 Solo la conciencia cierta es regla moral: quien actúa en contra de la


conciencia cierta actúa ilícitamente, porque contradice la norma moral
conocida.

La conciencia debe ser verdadera o invenciblemente errónea para ser


2 regla de moralidad (la conciencia verdadera aplica rectamente la ley moral a un
caso particular).

La conciencia venciblemente errónea no es regla de moral legítima.


3 No se puede obrar en contra de ella, pues se obraría lo que se juzga
malo.

No es lícito obrar con conciencia dudosa (duda positiva): pues se


4 expone a actuar ilícitamente y por eso debe resolver la duda antes de
realizar la acción.
CONCIENCIA MORAL

Conciencia y Verdad
● Actualmente se niega que exista una verdad universal acerca del bien y del
mal y se afirma que los crea la conciencia en relación con cada uno de sus
actos.

● La conciencia no crea la verdad, sino que tan sólo goza de una


capacidad innata para descubrirla.

● Mientras se tiene uso de razón, todo


hombre discierne, de modo más o menos
claro, el bien y el mal.

● La conciencia es una luz inextinguible que


nos viene dada por la misma naturaleza.

● De aquí la necesidad de formar bien la


propia conciencia ya que no es infalible en
sus juicios y necesita conocer la verdad.
CONCIENCIA MORAL

Formación de la conciencia

● Hay que formar la conciencia, y esclarecer el


juicio moral.

● Una conciencia bien formada es recta y


veraz: formula sus juicios según la razón,
conforme al bien verdadero querido por la
sabiduría del Creador.

● La educación de la conciencia es indispensable a seres humanos


sometidos a influencias negativas y tentados a preferir su propio juicio y a
rechazar las enseñanzas autorizadas.

● La educación de la conciencia morales una tarea de toda la vida

● La educación de la conciencia garantiza la libertad y engendra la paz del


corazón.
CONCIENCIA MORAL

Medios para formar una conciencia recta


1. Esfuerzo positivo por conocer la ley moral,
instruyéndose oportunamente.
2. Las disposiciones morales de la persona: la práctica
de las virtudes y la lucha contra los vicios es
necesaria.
3. La reflexión: Prestar atención a sí mismo para oír la
voz de su conciencia. Esta exigencia de interioridad
es tanto más necesaria que la vida impulsa con
frecuencia a prescindir de toda reflexión, examen o
interiorización.
4. El examen personal: ayuda a que se adquieran criterios firmes y estables sobre la
moralidad de la propia existencia.

5. Tienen en cuenta la importancia particular de algunas virtudes:


■ Sinceridad: para reconocer las propias equivocaciones.
■ Humildad: para pedir consejo a las personas más prudentes.
■ Templanza: ayuda a no confundir el bien con el placer y el mal con el dolor.

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