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Ahora bien, cuando la muralla ha caído o el limite de guarnición ha sido rebasado, ambos
ejércitos entran en una batalla campal en la que la relación de ataque-defensa es la
siguiente:
Seguramente muchos se han hecho la pregunta ¿Qué es mejor, atacar con Gigantes o con
hoplitas?
La respuesta es simple, cada unidad tiene su utilidad.
Cuando nos enfrentamos a una tropa que cuenta con morteros, siempre es mejor llevar al
frente de batalla a los hoplitas, pues estos al ser más unidades (30 por casilla) reparten
entre sí el daño ocasionado por las municiones de mortero, minimizando las bajas y con la
posibilidad de recuperarlas rápidamente (recordemos que el tiempo de creación de un
gigante a vapor en relación con un hoplita es significativamente mayor).
Por otra parte, también es cierto que los Gigantes a vapor tienen mucho mas poder que
un puñado de hoplitas, por ello solo los meteremos a la batalla cuando el enemigo se
defienda con hoplitas y además, no tenga morteros.
En el caso de Gigantes a vapor Vs. Gigantes a vapor, es una pelea justa, pero el secreto de
la guerra radica en explotar las ventajas de las unidades… asi que si disponemos de
hoplitas, mandémoslos a luchar contra esos gigantes y dejemos nuestros gigantes para
retos mas dificiles.
BATALLA A CAMPO ABIERTO
Lo peor que puede pasar es quedarse en una batalla sin flancos (espadachines), sin
artillería y sin girocopteros.
En este escenario el atacante toma una ventaja inigualable sobre el defensor, pues los
girocopteros se dedican a atacar a los bombarderos, que empeñados en atacar a la
artillería no consiguen causar gran daño y pierden muchas unidades en cada ronda.
Por su parte, los espadachines siguen destrozando la segunda línea de ataque y por si
fuera poco, los bombarderos al encontrarse libres de ataque enemigo, también
bombardean la segunda línea de ataque… siempre que un jugador se queda sin artillería,
debe esperar los ataques de los bombarderos enemigos justo sobre su segunda línea de
ataque.
Por su cuenta, la artillería sigue atacando la primera línea, con lo que la batalla queda así:
Ya hemos visto como influye la ausencia de tropas en la batalla, ahora bien, ¿qué se debe
hacer en esos casos?
Ante este tipo de situaciones desesperadas, lo mas efectivo y rápido es meter lanceros
para cubrir los flancos (aunque son poco resistentes, su tiempo de creación es mínimo y
sus costes de producción son risorios) y arietes para cubrir artillería.
Si bien es cierto que los arietes no provocaran gran diferencia en cuanto a la fuerza de
ataque, también lo es que su resistencia y armadura los hacen perfectos para resistir los
ataques de los bombarderos enemigos, los cuales además se mantendrán distraídos con
los arietes y dejaran de atacar con ello a nuestra segunda línea de ataque.
Este es el motivo por el cual siempre debemos mantener una reserva de al menos 500
lanceros y un grupo de al menos 50 arietes en nuestras tropas.
Estos dos simples movimientos, nos dan tiempo suficiente para aguardar la llegada de
refuerzos, mantener la moral de la tropa y minimizar las pérdidas en cada ronda.
BATALLA A CAMPO ABIERTO
CONCLUSIÓN
El enemigo que actúa aisladamente, que carece de estrategia y que toma a la ligera
a sus adversarios, inevitablemente acabará siendo derrotado.
-Sun Tzu-