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El delirio
Es el resultado de una profunda alteración de la
personalidad que produce una pérdida del juicio de
la realidad, lo que hace que una idea errónea sea
aceptada como verdadera, con una intensa
convicción subjetiva, que por lo tanto, coloca al
hombre en quien se instaura fuera de la realidad,
hasta convertirse en el eje de su vida, presentando
los caracteres de ininfluenciabilidad e
incorregibilidad.
Jaspers diferenció dos tipos de ideas morbosas en
la concepción psicopatológica del delirio:
Las auténticas ideas delirantes son para Jaspers
aquellas que “encuentran como fuente una vivencia
patológica primaria o exigen para su explicación
una transformación de la personalidad.
Las ideas deliroides, son en cambio las que han surgido
comprensiblemente para nosotros de otros procesos
psíquicos que se entienden por un estado de ánimo
transitorio.
Según Goas, las ocurrencias delirantes tendrían carácter de
vivencias primarias o secundarias según su naturaleza. Si un
hombre se encuentra bajo un estado de ánimo depresivo y
durante él se le “ocurre” que todos sus negocios se han
hundido, dicha ocurrencia podrá ser considerada como
secundaria, ya que es derivada de su tristeza. Ahora bien, si
una ocurrencia delirante surge inmotivadamente, como una
revelación o inspiración absurda e incomprensible para el
hombre normal, y que por ello se siente obligado a realizarlo,
estas vivencias delirantes pueden ser consideradas como
primarias.
El delirio generalmente es vivido por el enfermo cada vez con
mayor indiferencia.
El autismo
Consiste en la interiorización o reversión de la atención
y el interés: el individuo se repliega sobre sí, se aísla de
la realidad objetiva para vivir en un mundo de
representaciones fantásticas. El hecho esencial del
autismo esquizofrénico radica en la “preferencia
sentimental”. En el autismo intervienen
simultáneamente dos factores: construcción de una vida
interior propia, y ruptura de las relaciones con el medio
ambiente.
El mundo autístico es para el enfermo tan real como la
verdadera realidad; tiene por verdaderas sus creaciones
fantásticas y considera falsa la realidad. El autista
percibe en forma deformada la realidad con arreglo a
viertas leyes, y su pensamiento y conducta se dirigen
por inusitadas necesidades afectivas.
Período terminal
Si la esquizofrenia, por el curso de su proceso, o por la
acentuación de su estado defectual con cada nuevo
brote, alcanza un estado de invalidez psíquica, la cual
permanece estabilizada durante un período prolongado,
se dice que ha alcanzado un período o estado terminal.
Esquizofrenia simple
Se caracteriza por la ausencia de síntomas “activos”,
consistiendo fundamentalmente en un
empobrecimiento progresivo de la vida afectiva
primero, y luego de toda la actividad psíquica en
general. Es crónica, insidiosa y lentamente progresiva.
Al cabo de un tiempo (10 a 20 años) el enfermo está tan
dominado por su apatía e indiferencia que es incapaz
de valerse por sí mismo, por lo cual acaba su vida en
una institución hospitalaria si no se logra la remisión.
Esquizofrenia paranoide
Se caracteriza por la presencia de ideas delirantes
primarias, ideas delirantes secundarias y
alucinaciones.
Cursa generalmente limpia de otros síntomas,
distintos de los suyos típicos en las primeras fases:
en los últimos períodos aparecen progresivamente
otros síntomas esquizofrénicos, como los
trastornos del pensamiento, del lenguaje, del
esquema corporal, del gobierno del Yo, etc.
Esquizofrenia hebefrénica
Tiene las siguientes características: falta de síntomas
productivos, frecuencia de brotes sin progresión del
proceso destructivo de la personalidad y la alternancia
periódica de hipo e hiperactividad, generalmente
acompañados de un cambio del humor, que oscila entre
la distimia hipocondríaca y la euforia insulsa. La
ausencia de alguno de estos signos puede motivar
dificultades diagnósticas en los casos en que la
perturbación del pensamiento no permite afianzarlo;
así, no es raro que en el período inicial se confundan
bastantes casos de esquizofrenia hebefrénica con la
psicosis maníaco-depresiva o con simples trastornos
psiconeuróticos.
Esquizofrenia catatónica
Así como en la forma hebefrénica resaltaban las
alteraciones afectivas y en la paranoide las
intelectuales, en esta forma clínica predominan las
perturbaciones psicomotoras. En esta esfera
alternan los períodos de hipociencia y estupor, con
los de agitación motriz y violenta.
Se manifiesta
principalmente en personas
adultas pero se cree que
puede empezar desde la
infancia