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El renacimiento…

Álvaro Villarroel
Royer ore
Enzo rojas
3D
Introducción

Vamos a hacer un brevísimo recorrido por


una época que cambió todos los
conceptos del arte y que nos ha dejado
una obras realmente asombrosas, tanto
en arquitectura, como en escultura o
pintura. El renacimiento es realmente
alucinante. Y tiene personajes
interesantísimos.
El Renacimiento

• El renacimiento comenzó en Italia en el siglo XIV y


terminó al principio del siglo XVII , y se difundió por
el resto de Europa durante los siglos XV y XVI. En
este periodo, la fragmentaria sociedad feudal de la
edad media, caracterizada por una economía
básicamente agrícola y una vida cultural e intelectual
dominada por la Iglesia, se transformó en una
sociedad dominada progresivamente por
instituciones políticas centralizadas, con una
economía urbana y mercantil, en la que se desarrolló
el mecenazgo de la educación, de las artes y de la
música.
El Renacimiento fue un movimiento espiritual de
liberación, como si el hombre hubiese superado
una etapa difícil, violenta, oscura en muchos
aspectos y, de repente, volviera a descubrir el
Sol, la luz, los colores, la Naturaleza y, de
rechazo, a sí mismo. Fue un movimiento por el
cual las artes, la cultura, las ciencias, las letras,
la propia vida de los pueblos, sufrió una
sacudida en busca de la Belleza y de la Verdad.
Las causas que lo motivaron fueron múltiples, y
diversos los factores que determinaron su
aparición. Algunos de tipo netamente material, y
otros de índole religiosa o filosófica. La riqueza
fue la primera de las causas que permitieron
una espléndida floración de artistas y de
pensadores.
Características del ser humano
• 1.El ideal común de este período viene definido por la esperanza de un
renacer del ser humano a una vida verdaderamente "humana", mediante el
recurso a las artes, las ciencias, la investigación... poniendo de manifiesto
la consideración del ser humano como ser natural, en oposición a la
consideración medieval del ser humano como ser-para-Dios.

• 2. El retorno a los antiguos significa no sólo la recuperación de su obra,


sino fundamentalmente el retorno al principio, a los orígenes de la vida
humana, cultural, del ser humano. Volver al principio no significa volver a
Dios, sino precisamente al terreno del hombre y del mundo humano. De ahí
la valoración del pensamiento filosófico pre-cristiano. El retorno significa,
además, una conquista. La vuelta a los orígenes, al principio, conlleva la
conquista de la personalidad humana. El que este retorno se efectúa
mediante las artes y las ciencias, y no mediante experiencias místicas
interiores, por ejemplo, significa una búsqueda de la objetividad. En efecto,
sólo la objetividad puede poner en evidencia el status original del hombre
frente a la naturaleza, es decir, manifestar su origen y su condición
humana.

• 3. Por lo mismo, el hombre es libre de decidir su conducta, de elegir su


destino, lo que supone una exaltación de la libertad individual tanto en el
orden teológico como el orden cultural y social.
Obras autores

Creación de Miguel Ángel


• Las ciudades, libres de la miseria y de la opresión feudal
propias de la Edad Media, encontraron en el comercio
una corriente vital que las renovó y encumbró. Las
primeras que experimentaron los beneficios del
movimiento renacentista fueron las grandes ciudades
italianas, nacidas y enriquecidas por las corrientes
mercantiles: Florencia, Venecia, Milán y Roma. El dinero
corría en abundancia en éstas y otras villas que pronto
se convirtieron en lujosísimas urbes, donde se
levantaron hermosos palacios, en los que las damas
lucían sus encantos y los artistas encontraron los más
generosos mecenas de la Historia. Los mercaderes eran
poderosos señores y en muchas ocasiones los nobles
no desdeñaban el patrocinio de costosas empresas
comerciales que rendían grandes beneficios.
“La última cena”
Leonardo da Vinci
• A fines del siglo XV era posible realizar grandes
negocios en la cuenca del Mediterráneo, a
pesar de los turcos. Pero el factor más
importante que permitió la difusión de la cultura
y el pensamiento fue la invención de la imprenta
y el perfeccionamiento de la fabricación de
papel. Hasta Juan Gutenberg (1397-1468), que
era un ciudadano de Maguncia, se imprimían
grabados y estampas utilizando la técnica de las
incisiones en madera. Pero este sistema sólo se
utilizaba para dibujos y algunas inscripciones
forzosamente breves. Gutenberg ideó los tipos
sueltos, es decir, que cada letra correspondía a
un tipo. Desterró la xilografía y se dedicó a
buscar un metal que fuese más blando que el
hierro y menos que el plomo.
• El sacrificio de Isaac (1401-1402) es el
bajorrelieve de bronce de Brunelleschi
• Tres burgueses de Maguncia le apoyaron y llegaron a arruinarse
por secundarle en su invento. Cuando éstos cesaron de ayudarle,
Gutenberg se sintió descorazonado, pero logró asociarse a un
orfebre llamado Faust y a un clérigo, Schoeffer, que consiguió la
mezcla de antimonio, plomo y estaño que permitió fundir los
primeros tipos de imprenta. Faust estafó a Gutenberg, y a la muerte
de éste Schoeffer explotó la nueva industria. El primer libro impreso
en Maguncia en 1450 fue la Biblia de las 42 líneas. Durante el
período denominado "incunable", que termina en 1500, la imprenta
se extendió por casi toda Europa. Manuzio en Venecia, el año 1489,
y Plantin en Amberes, perfeccionaron enormemente el nuevo
invento. El papel y la imprenta consiguieron una mayor difusión de
la cultura, y como este hecho coincidió con el movimiento
reformista, una corriente renovadora recorrió Europa. La autoridad
del Papa y la disciplina eclesiástica se habían relajado de forma
notable.

La Virgen y el Niño con san Antonio, de


Donatello
• En muchas ocasiones, Roma no era obedecida ciegamente como lo
fuera durante toda la Edad Media, a pesar de los Hohenstaufen. Y
en muchos casos tuvo que doblegarse incluso ante los nuevos
soberanos absolutistas. No se olvide el saqueo de la Ciudad Eterna
por las tropas mercenarias de Carlos I. También influyó en esta
renovación la afluencia de sabios bizantinos huidos de
Constantinopla cuando ésta fue tomada por los turcos. La ciencia
árabe, más profunda y libre que la cristiana del medievo, se difundió
por Italia gracias a ellos y preparó la aparición de hombres
extraordinariamente revolucionarios en el sentido científico, como
había de serlo Galileo Galilei, por ejemplo. A esta serie de razones
basta añadir los descubrimientos geográficos, la certeza de la
esfericidad de la Tierra y el pasmo que produjo el hallazgo de
nuevos mundos, de rutas insospechadas y, por tanto, de razas
nuevas o por lo menos de pueblos con otras costumbres y otras
civilizaciones.
El bautismo de Cristo es una tabla pintada por
Piero della Francesca hacia 1445.
• Los trabajadores italianos, los campesinos y todo aquel que en Italia
removía un palmo de tierra estaba casi seguro de que su azada
tropezaría, tarde o temprano, con un pedazo de mármol labrado y, en
caso de buena suerte, con un capitel o una estatua que sería pagada
a peso de oro y admirada por algún señor o comerciante, cuando no
por un clérigo, o quién sabe si por el mismo Papa, tan amante del arte
romano antiguo como todos los italianos, que de repente habían
sentido despertar una pasión por todo lo que recordara la Roma de los
Césares. Lo clásico se puso de moda. Se volvió a aprender el griego y
se perfeccionó el latín que el italiano había relegado a un segundo
plano. Estuvo de moda ser culto y por esta razón los artistas de todas
clases, desde el poeta lírico hasta el simple orfebre, fueron
agasajados y honrados. Así como la Edad Media fue una constante
visión de Dios y una interpretación de la vida como renuncia y
preparación para la muerte, el Renacimiento fue un amor extremado a
la vida terrena, a la belleza y a la Naturaleza. Pero no se crea que
esta concepción fuese puramente materialista y excluyera la creencia
en Dios. La Fe, la Religión, incluso la vocación sacerdotal, durante el
Renacimiento, no fueron incompatibles con los goces del mundo. Así
como durante la Edad Media el arte se inspiró siempre en motivos
religiosos, casi siempre en la literatura, ahora el arte encontró modelos
vivos y reales en los grandes hombres y en el paisaje como
aditamento a escenas humanas. El artista, enamorado del hombre,
descubrió o redescubrió la belleza del desnudo que había sido
severamente prohibido durante los siglos anteriores.
Moisés de Miguel Angel
• El Juicio Final o la Creación de Miguel Angel, hubiesen causado
una terrible impresión durante el siglo XIII, pero cuando estas
maravillosas pinturas fueron contempladas por un Papa
renacentista no sólo fueron toleradas a pesar de sus desnudos, sino
alabadas y admiradas. Numerosas anécdotas recuerdan la
reverencia con que eran tratados los artistas. Carlos I de España,
dueño de media Europa, se agachó para recoger un pincel que se
le había caído al Ticiano mientras pintaba en su presencia. Miguel
Angel tenía siempre mesa y cama puestas en el palacio de los
Médicis. La admiración por el genio era total y plena. Así, era
frecuente que los artesanos suspendieran todas sus actividades y
cesara el trabajo en la ciudad cuando se inauguraba una estatua o
el poeta favorito anunciaba que iba a recitar una poesía inédita.
Pico de la Mirándola, caballero perfecto, que murió en plena
juventud, se enorgullecía de poder echar una moneda al aire en el
interior de la catedral y conseguir que fuera a chocar contra su
altísima bóveda. El Renacimiento fue un constante torneo de
fuerzas, belleza, ingenio, audacia y valor. Las potencias humanas,
físicas y espirituales, fueron tensadas al máximo y vibraron con una
amplitud desconocida hasta el momento. Las luminarias del
Renacimiento alumbraron los siglos XV y XVI, y los posteriores
vivieron de su impulso hasta la Revolución Francesa. Incluso ésta y
todo el movimiento liberal son hijos del Renacimiento.

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