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SUICIDIO

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido al suicidio


como el acto deliberado de quitarse la vida; este hecho es
considerado grave y perjudicial tanto para el individuo que lo
comete, como su contexto, debido a la intención destructiva que
hay en él
El suicidio es considerado un acto prevenible, y en la actualidad la
tasa de suicidios es un indicador de evaluación para los Objetivos
de Desarrollo Sostenible (ODS).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el suicidio como un
problema grave de salud pública y señala que los efectos en las familias, los
amigos y la sociedad, son complejos y perduran aún mucho tiempo después
de la pérdida
Dentro de las causas que lo provocan se indican diversos factores biológicos,
psicológicos, sociales, ambientales y culturales
Con el propósito de reducir los índices de suicidio, el 10 de septiembre, Día
Mundial para la Prevención del Suicidio, se fomentan en todo el mundo
compromisos y medidas prácticas para prevenirlos.
De acuerdo con la OMS, en el mundo cada 40 segundos se suicida
una persona, y cerca de 800 mil se quitan la vida al año.
En Aguascalientes la tasa de suicidios es de 9.6 por cada 1000
000 habitantes
Cada intento suicida puede tener consecuencias psicológicas y físicas
graves en la persona, y en caso de ser exitoso, ocasionarle la muerte. Por lo
tanto, es importante conocer los factores de riesgo y desmentir sus mitos,
para poder brindar apoyo a quienes se encuentran en esta situación.
Antes de cometer un acto suicida, la mayoría de las personas pasan por
varias fases muchas veces detectables:
1. Fantasía de muerte
SIGNOS
La persona piensa mucho en el concepto de muerte, pero no en su propia
muerte
INTERVENCIÓN
Terapia psicológica
2. Idea de muerte
SIGNOS
• La persona piensa en su propia muerte, pero sin intenciones de suicidarse
INTERVENCION
• Terapia psicológica y posible valoración psiquiátrica
3. Ideación suicida
SIGNOS
• La persona tiene intenciones de acabar con su vida, pero no ha pensado en
un método para hacerlo
INTERVENCION
• Internamiento psiquiátrico recomendable
4. Plan suicida
SIGNOS
• La persona tiene la intención de acabar con su vida y tiene un plan para
llevarlo a cabo
INTERVENCION
• Internamiento psiquiátrico inminente
5. Intento suicida
SIGNOS
• La persona ha intentado acabar con su vida, pero no lo ha logrado
INTERVENCION
• Intervención médica urgente y psicológica posterior
6. Suicidio consumado
• La persona acabó con su vida. La mayoría de los suicidios consumados se
dan después de varios intentos fallidos
INTERVENCION
• Apoyo emocional y contención a la familia
¿Cómo apoyar a un adolescente en peligro de
suicidio?
1. Busca ayuda profesional: No intentes solucionarlo por tu cuenta. La persona
requiere de atención psicológica y psiquiátrica inmediata.

2. Informa a su familia y/o a la escuela: Ambos son ambientes donde el


adolescente es supervisado por adultos y donde puede ser referido a un
profesional.

3. No evites el tema: Contrariamente a la creencia popular, incitar a una persona


a hablar de sus intenciones no aumentará el riesgo de que lo lleve a la acción,
sino lo disminuirá.
4. No menosprecies sus intenciones: No lo ignores ni lo tomes a broma;
también por ningún motivo lo retes a llevarlo a cabo, pues esto aumentará el
riesgo y puede traerte repercusiones legales.

5. Aparta de su alcance cualquier objeto que pueda utilizar: Punzo-cortantes


(cuchillos, tijeras, láminas), contundentes (martillos, herramientas
pesadas), de vidrio (vasos, botellas), productos de limpieza, jeringas,
medicamentos. También por precaución cierra las ventanas en pisos
superiores.
Mitos que evitan la ayuda correcta.
Existen muchos mitos acerca del suicidio que obstaculizan el tratar esta
problemática y brindar atención oportuna a la persona que lo necesita.
Algunos de ellos son:
“La persona que amenaza con suicidarse no tiene intenciones de hacerlo”

“Quien quiere suicidarse lo hace, no lo dice”

“Quien intentó suicidarse una vez, no vuelve a intentarlo”

“Si una persona quiere suicidarse, no falla en el intento”

“Quien tomó la decisión de suicidarse lo hará incluso si tratan de detenerle”

“Hablar de suicidio con quien tiene intenciones de suicidarse puede incitarla a


hacerlo”
Estas frases, entre otras, son falsas. La mayoría de las personas que
consuman el suicidio, hablan de sus intenciones antes de realizarlo y casi
siempre lo logran después de varios intentos fallidos.
Es posible evitar que una persona se suicide, si se le da el tratamiento
adecuado. Hablar de ello e incitarla a expresar sus emociones puede servir
para reducir sus intenciones, aunque siempre es recomendable buscar
ayuda profesional.
Testimonio
He intentado acabar con mi vida cinco veces. Todo comenzó cuando tenía 20
años. Súbitamente sentí mucho cansancio, fatiga y tristeza e
inmediatamente tuve ideas de suicidio. Es un sentimiento de gran
desesperación. Como si estuvieras en un túnel: crees que lo que crees es
cierto y que estás siendo razonable y que sencillamente no hay esperanza.
Fui a terapia durante tres o cuatro años. Hoy en día me doy cuenta de que el
especialista no estaba capacitado. Él jamás mencionó el tema y en mi
familia y mi cultura hispana me habían enseñado que, por ser hombre y
médico, él era la autoridad, así que yo tampoco dije nada.
Los pensamientos recurrentes no me abandonaron durante todo ese tiempo
y llegó un momento en que pasé de simplemente pensarlo a planearlo.
Miraba una calle y pensaba: 'quizá podría chocar mi auto allí y morirme'.
Nunca se lo conté a nadie, pero hubo un día en que las circunstancias se
dieron.
Tuve más presión de la habitual en casa y decidí escoger una fecha para
intentarlo y ya después de eso era una determinación prácticamente
imposible de cambiar. Escogí un día y el método. La gente dice que uno no
piensa sino en uno mismo al concebir algo así, pero es todo lo contrario: tan
hondo era mi dolor emocional que sabía que mi mamá sufría mucho al verme
tan deprimida, entonces pensaba: ‘Si me muero, le dolerá al principio, pero
después saldrá adelante’.
Así que lo intenté, pero sobreviví. Lo hice de noche y al despertar a la
mañana siguiente no lo podía creer. Fue terrible porque todavía tenía la
depresión y además se le sumaba ahora una gran vergüenza. De todas
formas, le avisé a mi familia y me llevaron al hospital.
Al darme de alta a las dos semanas me dieron un número telefónico para que
fuera a una cita con un psiquiatra, pero jamás se aseguraron de que yo
llamara y la hiciera. Regresar a casa fue terrible porque mi familia no
hallaba cómo hablar conmigo, ni yo con ellos.
Sin embargo, el suicidio es algo que uno no puede controlar. No puedes
simplemente decir 'no lo voy a hacer'. Yo siempre seguí teniendo esa idea,
pero gracias a Dios recibí finalmente la atención médica que necesitaba
para saber cómo controlarla.

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