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ART. 42.

- CAPACIDAD DE EJERCICIO
Tienen plena capacidad de ejercicio de sus derechos civiles las
personas que hayan cumplido dieciocho años de edad, salvo
lo dispuesto en los artículos 43 y 44.

SUPUESTOS DE INCAPACIDAD ABSOLUTA DE EJERCICIO


Art. 43.- Son absolutamente incapaces:
1. Los menores de dieciséis años, salvo para aquellos actos de
terminados por la ley.-
2. Los que por cualquier causa se encuentren privados de
discernimiento.
3. Los sordomudos, los ciego sordos y los ciego mudos que no
pueden expresar su voluntad de manera indubitable.
1. LOS MENORES DE DIECISÉIS AÑOS.-
Basta dar una ojeada a cualquier escrito tradicional sobre el
Derecho de Familia, de total sujeción del menor a la potestad
de los padres.
No puede ser olvidada la madurez de juicio del sujeto (en
términos legales: su capacidad natural), independientemente
de su edad. El vínculo entre padres e hijos debe verse como
una "relación educativa“.
Cuando se hace referencia al menor como categoría abstracta,
se olvida que éste pasa por etapas progresivas de madurez,
que pueden dividirse en tres fases: la del niño de tierna edad
(de 0 a 7 años), la de los grands enfants (de 7 a 14 años) y la
de los sujetos aviados al cumplimiento de la mayoría de edad
(de 14 a 18 años)(BUSSANI, CENDON, GHEDINI y
VENCHIARUTTI). El Código Civil ruso de 1994.
2. LOS QUE POR CUALQUIER CAUSA SE ENCUENTREN
PRIVADOS DE DISCERNIMIENTO
La voluntad está conformada por dos elementos, a saber: discernimiento, el cual es
la distinción intrínseca que hace el hombre. para determinar si desea, o no,
hacer algo y, si ese "algo" es bueno o malo; el otro elemento, es la volición, que
es el acto, la materialización de tal decisión.
La enfermedad de mente, tiene dos considera iones preliminares:
- La primera: Se advierte la necesidad de diferenciar la personalidad anormal de
la enfermedad mental, dado que la primera se asocia a criterios estadísticos y la
segunda se individual iza solo por una verificación técnica rigurosa de una
alteración patológica de las facultades mentales.
- La segunda: Podemos encontrar sujetos con algún disturbio psíquico (ejm.
neurosis); pero que pueden y saben cuidar perfectamente sus intereses.
El enfermo de mente tiene, en igualdad de condiciones, igual dignidad respecto al
sujeto normal.
En resumidas cuentas: la enfermedad mental no coincide, necesariamente, con la
falta de discernimiento; pero en ambos casos, el ordenamiento jurídico debe ser
respetuoso de la dignidad de la persona.
3. LOS SORDOMUDOS, LOS CIEGOSORDOS Y LOS
CIEGOMUDOS QUE NO PUEDEN EXPRESAR SU
VOLUNTAD DE MANERA INDUBITABLE
¿Es más grave la situación del sordomudo
que no puede expresar su voluntad de
manera indubitable, que la del que
adolece de deterioro mental que le
impide expresar su libre voluntad?
- La primera situación es regulada bajo el
régimen de "incapacidad absoluta" y
- la segunda bajo la "incapacidad relativa".
GRACIAS

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