• Un calentador necesita un sistema de mantenimiento similar a las
demás partes de una caldera. De forma simple podemos describirlo en dos aspectos.
• Tratamiento del agua de alimentación
• Limpieza de los tubos Tratamiento del agua de alimentación
• Las instrucciones para el tratamiento del agua de alimentación, dada
su importancia dentro del correcto funcionamiento de la instalación, deben ser confiados a personal cualificado o firmas especializadas con la suficiente experiencia, para garantizar el buen estado de las superficies en contacto con el agua/vapor del generador y la prevención de arrastres en el vapor derivados de unas malas condiciones del agua en la caldera. • Las siguientes observaciones deben considerarse únicamente como guía. • El valor del pH del agua de alimentación deberá mantenerse entre 8 y 9, y el del agua en la caldera entre 8,5 y 9,5 La concentración total de materias grasas o sustancias que sean extraíbles por éter o cloroformo no debe exceder de 7 ppm. • Los análisis de los elementos en el agua de alimentación o de la caldera deben ser realizados según los métodos estándar indicados en el Manual de ASTM o como recomiende el personal químico de la instalación • Generalmente, una caldera debe estar tratada para la prevención de corrosión, formación de incrustaciones y espumas que favorecen el arrastre de agua en el vapor. • La corrosión de la caldera puede ser principalmente a dos fenómenos:
• corrosión por oxígeno
• corrosión por niveles impropios del pH. Limpieza de los tubos
• La limpieza de los tubos del calentador es una de las actividades más
importantes a realizar, de manera que se convierte en un método de mantenimiento preventivo. • En el transcurso de la vida de operación del calentador, en el interior de los tubos del mismo, se irán formando capas de óxidos, principalmente Dióxido de Manganeso, que dificultarán la transferencia de calor de la fase vapor a la fase líquida del agua de alimentación. • La formación de la capa de óxidos en la parte interna del tubo, además de dificultar la transferencia de calor, produce un efecto de corrosión en el contacto del tubo con la capa de óxido, produciendo picaduras que aumentan la fricción(rugosidad) del tubo, con el consecuente aumento de pérdida de carga. • Para la limpiar los tubos, se emplean unos limpiadores que son introducidos en el tubo y arrastran las impurezas de óxidos depositados en el interior estos.