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CAPITAL HUMANO

Y GESTIÓN POR
COMPETENCIAS
CAPITAL HUMANO
La educación es un factor clave en la
formación del capital humano. La gente con
mejor educación suele gozar de mejores
ingresos: un beneficio que también se ve
reflejado en un mayor crecimiento
económico. Pero el efecto del capital humano
va más allá de la economía. Aumentar el
capital humano incrementa los niveles de
salud, la participación en la comunidad y las
perspectiva de empleo.
ÁNGEL GURRÍA
Secretario General de la OCDE
¡Para qué educar…?
Educar significa introducir a la
persona en la realidad, en el
valor que tienen las cosas, sin
el cual no habría un
verdadero motivo para estar
en el mundo. Educar implica
despertar preguntas decisivas
para la vida: ¿yo, qué soy?,
las cosas, ¿por qué me
sorprenden?, ¿para qué sirve
todo lo que hay en el mundo?,
¿qué significa este deseo de
felicidad tan grande que
tengo?
Libertad, ¿Para qué?

La persona es libre si llega a reconocer el significado


que tiene la realidad. Por eso la educación no se dirige
simplemente a instruir nuestra capacidad intelectual
sino también a educar en la libertad.
Educar para el futuro…
La educación es la mejor
inversión que los adultos
pueden hacer respecto a
sus hijos. El nivel de
desarrollo de una sociedad
se mide por la calidad de su
sistema educativo, porque
la educación de los jóvenes
es la premisa indispensable
para garantizar el futuro, el
bienestar y la calidad de
vida de una sociedad.
Vida, sociedad, educación…
Pero, ¿qué es la complejidad? A
primera vista la complejidad es
un tejido (complexus: lo que
está tejido en conjunto) de
constituyentes heterogéneos
inseparablemente asociados:
presenta la paradoja de lo uno y
lo múltiple. La complejidad es,
efectivamente, el tejido de CONCEPTO

eventos, acciones,
interacciones, retroacciones,
determinaciones, azares, que
constituyen nuestro mundo
fenoménico.
Caos v.s Cosmos
Así es que la complejidad se
presenta con los rasgos
inquietantes de lo enredado, de lo
inextricable, del desorden, la
ambigüedad, la incertidumbre...
De allí la necesidad, para el
conocimiento, de poner orden en
los fenómenos rechazando el
desorden, de descartar lo incierto,
es decir, de seleccionar los
elementos de orden y de
certidumbre, de quitar ambigüedad,
clarificar, distinguir, jerarquizar...
Complejidad…
Esa complejidad consiste en un
circuito de conocimientos que
funcionan
atrayéndose mutuamente, y
cuyo proceso permite concebir
la reorganización
transdisciplinaria del
conocimiento. En el vértice de
su antropolítica se encuentra el
ser humano como individuo,
como sociedad y como especie.
Desafío educativo…
Y el desafío incesante
consiste en una reformulación
de lo complejo para combatir
la división y la simplificación
del pensamiento, no para la
misión imposible de
completarlo sino para asumir
su realidad como enorme,
invisible y misteriosa, porque
la complejidad no es un
concepto teórico sino un
hecho de la vida.
1. El ascenso del hombre: Evolución

Se llama Hominización al proceso gradual de


cambios anatómicos y fisiológicos que
permitieron la evolución de los primeros
homínidos hasta el Homo Sapiens. De forma
paralela tuvo lugar el proceso de
transformaciones psicológicas, conductuales y
sociales que se conoce con el nombre de
Humanización. Se trata de dos procesos
interdependientes que nos han llevado de la
biología a la cultura.
2. 100,000,000,000 de neuronas
¿Para qué tal cantidad?
3. Competencias de aprendizaje

1. Comunicación en lengua materna,


2. Comunicación en lenguas extranjeras,
3. HDT,
4. Cálculo y competencia en matemáticas,
5. Ciencia y tecnología,
6. Espíritu empresarial,
7. Competencias interpersonales y cívicas,
8. Cultura general,
9. Aprender a aprender,
10.Redes de aprendizaje.
4. Mentes para el S. XXI
 Con estas “mentes”, tal y
como las denomino, toda
persona estará en condiciones
de enfrentarse a lo previsible
así como a aquello que no es
posible anticipar. Sin ellas, en
cambio, quedará a merced de
unas fuerzas que no entiende
y que, por tanto, tampoco
puede controlar.

Howard Gardner
1. Mente disciplinada.
La mente disciplinada ha dominado al
menos un modo de pensar: un tipo
significativo de cognición que caracteriza
una disciplina académica, un oficio o una
profesión. Buena parte de las
investigaciones realizadas confirman que
es preciso dedicar diez años al dominio
de una disciplina. La mente disciplinada
sabe asimismo cómo trabajar de manera
constante a lo largo del tiempo para
mejorar lo conceptual, lo procedimental y
lo actitudinal.
Mente disciplinada.
 La vida es una escuela. Y la escuela
significa aprendizaje. Entonces
mientras estemos vivos debemos de
seguir aprendiendo.
 Muchas veces creemos que al terminar
nuestros estudios profesionales, al
graduarnos, hemos terminado la
carrera. Sin embargo, la verdad es que
en esta etapa nuestra carrera apenas
comienza; De preescolar a la Escuela
Superior estuvimos entrenando.
 UNESCO aconseja que un
profesionista debe leer de 6 a 8 libros
por año, estar suscrito a por lo menos
una revista, hacer un curso por año y
certificarse cada ¾ años.
2. La mente sintética.
 La mente sintética recaba información
de fuentes dispares, comprende y
evalúa esa información con objetividad y
la reúne de forma que adquiera sentido
no sólo para quien la ha sintetizado sino
también para los demás. La capacidad
de sintetizar, tan valiosa en el pasado,
es aún más decisiva a medida que la
información se acumula e incrementa a
ritmos vertiginosos.
3. La mente creativa.
 La mente creativa, tomando como base la disciplina y la
síntesis, abre nuevos caminos. Presenta nuevas ideas,
plantea preguntas con las que no estamos familiarizados,
invoca nuevas formas de pensar, llega a respuestas
imprevistas. A la larga, estas creaciones tienen que ser
aceptadas por los consumidores entendidos. Debido a su
anclaje en un territorio que aún no está sujeto a reglas, la
mente creativa trata de mantenerse un paso por delante de
los robots y los ordenadores más sofisticados.
4. La mente respetuosa.
 La mente respetuosa, al reconocer que en la
actualidad nadie puede permanecer ya encerrado en
su caparazón o en su territorio particular observa y
acepta las diferencias entre los individuos y los grupos
humanos, al tiempo que trata de comprender a esos
“otros” y procura trabajar con ellos de forma efectiva.
En un mundo en que todo está interrelacionado, la
intolerancia o la falta de respeto han dejado de ser
una opción viable.
Por la vida, por los niños, por las
opiniones, por los gustos, por el
género, por las profesiones…
5. La mente ética.
 La mente ética reflexiona, a un nivel más
abstracto que la mente respetuosa, acerca de la
naturaleza del propio trabajo y sobre las
necesidades y deseos de la sociedad en que
vivimos. Esta mente se forma un concepto acerca
de la manera en que los trabajadores pueden
servir a fines y propósitos que trascienden los
intereses personales.
Ética
Ser maestro, se parece en mucho a ser albañil, que
piedra a piedra construye catedrales, son muy pocos
los instrumentos que usa, y a un extraño, le parecerán
fáciles de manejar... ¡Que lo intente!... Verá que tiene
su chiste, y que la aparente sencillez esconde muchos
años de aprendizaje y práctica. Y luego, al final de la
jornada se recibe la paga, si el trabajo está bien hecho
y si no, vienen los reclamos, no importa que al albañil
se le hayan entregado piedras amorfas, duras, sin hilo,
ni escogidas y malos materiales. A la larga, por
desgracia o por fortuna, el amor al oficio gana y vuelve
a él, con renovados bríos, a seguir construyendo
enormes catedrales, o pequeñas capillitas.
En resumen…
 Las mentes de los que aprenden tienen
que ser modeladas y fortalecidas en cinco
sentidos que, hasta la fecha, han sido
considerados poco relevantes o no tan
decisivos como se debiera. De ah. La
clarividencia de Winston Churchill cuando
afirmó que “los imperios del futuro serán
imperios de la mente”. Debemos identificar
lo que exige este nuevo mundo, aun
cuando sigamos creyendo en
determinadas destrezas y valores
perennes que tal vez corran peligro.
Recordemos que con una…

Mente disciplinada.
Mente sintética.
Mente creativa.
Mente respetuosa.
Mente ética.
Profesor para el S XXI.
Un profesional comprometido con la educación
deberá actuar, en consecuencia, preparando a
las nuevas generaciones para convivir desde
una formación que promueva la participación y
reflexión crítica en su uso e interpretación. No
podemos seguir enseñando a las generaciones
del futuro con las herramientas que formaron
parte de nuestro pasado.
Mi derecho a no cambiar termina justo allí donde
comienza el derecho de mis alumnos al mejor
profesor que llevo dentro.
Y al lado de alguien…

Encontraremos la felicidad buscada.


GRACIAS…

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