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El ciclo de las rocas:

uno de los subsistemas de la


Tierra
• La Tierra es un sistema. Esto significa que nuestro planeta
está formado por muchas partes interactuantes que
forman un todo complejo. En ningún otro lugar se ilustra
mejor esta idea que al examinar el ciclo de las rocas. El ciclo de las
rocas nos permite examinar muchas de las interrelaciones entre las
diferentes partes del sistema Tierra. Nos ayuda a entender el origen
de las cada tipo está vinculado a los otros por los procesos que actúan
sobre y dentro del planeta. Aprender bien el ciclo de las rocas permite
examinar sus interrelaciones con mayor detalle
Ciclo básico.
• Empecemos en la parte inferior de la Figura1.11. El magma es la roca
fundida que se forma a una gran profundidad por debajo de la
superficie de la Tierra. Con el tiempo, el magma se enfría y se
solidifica. Este proceso, denominado cristalización, puede ocurrir
debajo de la superficie terrestre o, después de una erupción
volcánica, en la superficie. En cualquiera de las dos situaciones, las
rocas resultantes se denominan rocas ígneas.
• Si las rocas ígneas afloran en la superficie experimentarán
meteorización, en la cual la acción de la atmósfera desintegra y
descompone lentamente las rocas. Los materiales resultantes pueden
ser desplazados pendiente abajo por la gravedad antes de ser
captados y transportados por algún agente erosivo como las aguas
superficiales, los glaciares, el viento o las olas. Por fin, estas partículas
y sustancias disueltas, denominadas sedimentos, son depositadas.
Aunque la mayoría de los sedimentos acaba llegando al océano, otras
zonas de acumulación son las llanuras de inundación de los ríos, los
desiertos, los pantanos y las dunas.
• A continuación, los sedimentos experimentan litificación, un término
que significa «conversión en roca». El sedimento suele litificarse
dando lugar a una roca sedimentaria cuando es compactado por el
peso de las capas suprayacentes o cuando es cementado conforme el
agua subterránea de infiltración llena los poros con materia mineral.

• Si la roca sedimentaria resultante se entierra profundamente dentro


de la tierra e interviene en la dinámica de formación de montañas, o
si es intruida por una masa de magma, estará sometida a grandes
presiones o a un calor intenso, o a ambas cosas. La roca sedimentaria
reaccionará ante el ambiente cambiante y se convertirá en un tercer
tipo de roca, una roca metamórfica.
• Cuando la roca metamórfica es sometida a cambios de presión
adicionales o a temperaturas aún mayores, se fundirá, creando un
magma, que acabará cristalizando en rocas ígneas.
• Los procesos impulsados por el calor desde el interior de la Tierra son
responsables de la creación de las rocas ígneas y metamórficas. La
meteorización y la erosión, procesos externos alimentados por una
combinación de energía procedente del Sol y la gravedad, producen el
sedimento a partir del cual se forman las rocas sedimentarias.
Caminos alternativos.
• Las vías mostradas en el ciclo básico no son las únicas posibles. Al
contrario, es exactamente igual de probable que puedan seguirse
otras vías distintas de las descritas en la sección precedente. Esas
alternativas se indican mediante las líneas azules en la Figura 1.11.
• Las rocas ígneas, en vez de ser expuestas a la meteorización y a la
erosión en la superficie terrestre, pueden permanecer enterradas
profundamente. Esas masas pueden acabar siendo sometidas a
fuertes fuerzas de compresión y a temperaturas elevadas asociadas
con la formación de montañas. Cuando esto ocurre, se transforman
directamente en rocas metamórficas.

• Las rocas metamórficas y sedimentarias, así como los sedimentos, no


siempre permanecen enterrados. Antes bien, las capas superiores
pueden ser eliminadas, dejando expuestas las rocas que antes
estaban enterradas. Cuando esto ocurre, los materiales son
meteorizados y convertidos en nueva materia prima para las rocas
sedimentarias.

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