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Integrantes:

Norma Parra
Eva Rivas
Marilú Rondón
María Savo

(CUIDAR ESPECIALMENTE LA FORMACIÓN DE LOS CATEQUISTAS)


Opciones Pastorales
 Evangelización.

 Pastoral misionera.

 Inculturación.

 Personalización de la fe.

 Comunidades.
 La evangelización encuentra en el terreno religioso-moral un
campo preferente de actuación.

 La misión primordial de la Iglesia, en efecto, es anunciar a Dios,


ser testimonio de Él ante el mundo.

 Se trata de dar a conocer el verdadero rostro de Dios y su designio


de amor y de salvación en favor de los hombres, tal como Jesús lo
reveló.

 Para preparar a tales testigos es necesario que la Iglesia desarrolle


una catequesis que propicie el encuentro con Dios y afiance un
vínculo permanente de comunión con Él. (DC: 23).
 - Ante todo debe ser propuesta como un servicio
fundamental, interior a la evangelización de la
Iglesia, y con un acentuado carácter misionero.
 - Debe dirigirse a sus destinatarios de siempre,
que han sido y siguen siendo los niños, los
adolescentes, los jóvenes y los adultos, y debe
hacerlo a partir, sobre todo, de estos últimos.
 - A ejemplo de la catequesis patrística, debe moldear la
personalidad creyente y, en consecuencia, ser una verdadera y
propia escuela de pedagogía cristiana.

 - Debe anunciar los misterios esenciales del cristianismo,


promoviendo la experiencia trinitaria de la vida en Cristo como
centro de la vida de fe.

 - Debe considerar, como tarea prioritaria, la preparación y


formación de catequistas dotados de una profunda fe. (DC: 33)
 La educación permanente de
la fe se dirige no sólo a cada
cristiano, para acompañarle en
su camino hacia la santidad,
sino también a la comunidad
cristiana como tal, para que
vaya madurando tanto en su
vida interna de amor a Dios y
de amor fraterno, cuanto en su
apertura al mundo como
comunidad misionera (DC:70).
 Acercarse paulatinamente a
este ideal requiere, en la
comunidad, una fidelidad
grande a la acción del
Espíritu Santo, un constante
alimentarse del Cuerpo y de la
Sangre del Señor y una
permanente educación de la
fe, en la escucha de la
Palabra.
 El verdadero sujeto de la
catequesis es la Iglesia que, como
continuadora de la misión de
Jesucristo Maestro y animada por
el Espíritu, ha sido enviada para
ser maestra de la fe. Por ello, la
Iglesia, imitando a la Madre del
Señor, conserva fielmente el
Evangelio en su corazón, (Cf LG
64; DV 10a.) lo anuncia, lo
celebra, lo vive y lo transmite en la
catequesis a todos aquellos que
han decidido seguir a Jesucristo.
 En la transmisión de la fe, la Iglesia no tiene de por sí un
método propio ni único, sino que, a la luz de la pedagogía de
Dios, discierne los métodos de cada época, asume con libertad
de espíritu «todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo,
de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y
cosa digna de elogio» (Flp 4,8), en síntesis, todos los
elementos que no son contrarios al Evangelio, y los pone a su
servicio.(Cf CT 51).
 La metodología de la catequesis tiene por objeto
unitario la educación de la fe.
 Se sirve de las ciencias pedagógicas y de la
comunicación aplicadas a la catequesis.
 Tiene en cuenta las muchas y notables adquisiciones de
la catequética contemporánea.
 La necesaria atención a
las distintas y variadas
situaciones de las
personas impulsa a la
catequesis a recorrer
múltiples caminos para
salir a su encuentro y
adaptar el mensaje
cristiano y la pedagogía
de la fe a sus diversas
necesidades. (Cf DCG
(1971) 77.)
 Lenguaje

 Medios de comunicación:

«La evangelización misma de la cultura moderna depende en gran parte de su influjo». (RM
37.)

Indicadores relacionados con la inculturación:

1. una mayor valoración de los medios de acuerdo con su específica capacidad comunicativa,
sabiendo equilibrar bien el lenguaje de la imagen con el de la palabra;

2. la salvaguardia del genuino sentido religioso en las formas más importantes de expresión;

3. la promoción de la madurez crítica de los usuarios y el estímulo a la profundización personal de lo


que reciben de esos medios;

4. la elaboración de materiales catequéticos en relación con los «mass-media»;

5. la colaboración provechosa entre los agentes pastorales. (Cf DGC (1971) 123.)
 El catecismo es un instrumento primordial en el
proceso de inculturación.

 … del que es necesario saber «poner en


evidencia la vasta gama de servicios... también
para los objetivos de la inculturación, que, para
ser eficaz, nunca puede dejar de ser verdadera».
(JUAN PABLO II, Alocución a los miembros del
COINCAT, 1.c.)

 El Catecismo de la Iglesia Católica pide


expresamente la redacción de catecismos
locales apropiados, en los que se pueden
realizar las adaptaciones debidas «a las
exigencias que dimanan de las diferentes
culturas, de edades, de la vida espiritual, de
situaciones sociales y eclesiales de aquéllos a
quienes se dirige la catequesis».(CEC 24; cf FD
4.)
 Biblia
 Cuadernos
 Libros de formación
 Audios
 Videos
 You tube
 Películas
 Creatividad
 Otros
 La formación de los catequistas es elemento
decisivo en la acción catequizadora.
 Si es importante dotar a la catequesis de buenos
instrumentos de trabajo, más importante es aún
preparar buenos catequistas.
Adecuada pastoral de los catequistas. En ella hay que tener en
cuenta:
 Suscitar en las parroquias y comunidades cristianas
vocaciones para la catequesis.
 Promover un cierto número de «catequistas a tiempo pleno»,
que puedan dedicarse a la catequesis de manera más intensa
y estable junto a la promoción de «catequistas de tiempo
parcial», que ordinariamente serán los más numerosos.
 Promover animadores responsables de la acción
catequética, que asuman responsabilidades en el
nivel diocesano, zonal o parroquial. (Cf GCM 5.)

 Organizar adecuadamente la formación de los


catequistas, tanto en lo que concierne a la
formación básica inicial como a la formación
permanente.

 Cuidar la atención personal y espiritual de los


catequistas y del grupo de catequistas como tal.
Esta acción compete, principal y fundamentalmente,
a los sacerdotes de las respectivas comunidades
cristianas.

 Coordinar a los catequistas con los demás agentes


de pastoral en las comunidades cristianas, a fin de
que la acción evangelizadora global sea coherente y
el grupo de catequistas no quede aislado de la vida
de la comunidad.
 Cualquier actividad pastoral que no cuente para su realización con personas
verdaderamente formadas y preparadas, pone en peligro su calidad.

 Los instrumentos de trabajo no pueden ser verdaderamente eficaces si no son


utilizados por catequistas bien formados.

 Por tanto, la adecuada formación


de los catequistas no puede
ser descuidada en favor de la
renovación de los textos y de
una mejor organización de la catequesis.
(Cf DCG (1971) 108a.)
 Se trata, ante todo, de formar
catequistas para las necesidades
evangelizadoras de este
momento histórico con sus
valores, sus desafíos y sus
sombras.

 Para responder a él se necesitan


catequistas dotados de una fe
profunda, (DCG (1971) 114) de
una clara identidad cristiana y
eclesial (Cf GCM 7.) y de una
honda sensibilidad social. (Cf
GCM 13.)
 La formación tendrá presente, también, el concepto de catequesis que hoy propugna
la Iglesia. Se trata de formar a los catequistas para que puedan impartir no sólo una
enseñanza sino una formación cristiana integral, desarrollando tareas de «iniciación,
de educación y de enseñanza». (DCG (1971) 31.)

 Se necesitan catequistas que sean, a un tiempo, maestros, educadores y testigos.

 - El momento catequético que vive la Iglesia invita, también, a preparar catequistas


integradores, que sepan superar «tendencias unilaterales divergentes» (CT 52: cf
CT 22.) y ofrecer una catequesis plena y completa.

 Han de saber conjugar la dimensión veritativa y significativa de la fe, la ortodoxia y


la ortopraxis, el sentido social y eclesial. La formación ha de ayudar a que los polos
de estas tensiones se fecunden mutuamente.
 La formación de los catequistas laicos no puede ignorar el carácter propio del laico en la Iglesia y no
debe ser concebida como mera síntesis de la formación propia de los sacerdotes o de los religiosos.

 Al contrario, se tendrá muy en cuenta que «su formación recibe una característica especial por su
misma índole secular, propia del laicado, y por el carácter propio de su espiritualidad».

 Finalmente, la pedagogía utilizada en esta formación tiene una importancia fundamental.

 Como criterio general hay que decir que debe existir una coherencia entre la pedagogía global de la
formación del catequista y la pedagogía propia de un proceso catequético.

 Al catequista le sería muy difícil improvisar, en su


acción catequética, un estilo y una sensibilidad en
los que no hubiera sido iniciado durante su
formación.

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