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10 tendencias para el

futuro de la RSE
La responsabilidad social empresarial (RSE) va por buen camino.
Varios corporativos a nivel internacional han realizado grandes
esfuerzos para cuidar el medio ambiente, ayudar a las comunidades
donde operan, proteger la biodiversidad y concientizar a la
gente acerca de lo importante que es la participación de todos;
inclusive hemos atestiguado la unión de dos compañías para
lograr reducir las emisiones contaminantes en la Ciudad de México,
dando un gran paso hacia el futuro sustentable que queremos
construir.
1. Las grandes compañías progresarán en
sus iniciativas
Esto no quiere decir que los corporativos globales implementen
iniciativas responsables en sus operaciones, sino que vayan más allá
de cumplir con los estándares. ¿Recuerdas las tres fases de la
sustentabilidad?
Tres fases de la sustentabilidad
Cumplimiento

Es la etapa inicial por la que pasan las empresas que se


comprometen con la responsabilidad social. Sus iniciativas se limitan
a cumplir solamente con las regulaciones requeridas o con el
voluntariado ocasional de sus empleados; no construyen estrategias
y tampoco tienen un director de sustentabilidad.
Eficiencia

Las compañías ya piensan en la sustentabilidad como una manera de


ahorrar dinero y reducen su consumo de agua, energía y de
emisiones contaminantes. Es en esta fase cuando los corporativos
consideran que deben contratar un director de sostenibilidad que
trabaje directamente con el CEO. Aquí, el CSO ya se encarga de
implementar la RSE en el negocio para mejorar el balance de la
empresa y para mejorar su reputación.
Innovación

No todos los corporativos alcanzan esta fase, puesto que la mayoría tiene miedo
de arriesgarse a integrar la sustentabilidad en el núcleo de sus operaciones. Las
estrategias son desarrolladas con base en el mercado y se enfocan en la
rentabilidad a largo plazo. Los planes de RSE ya no se conforman con resolver
pequeñas problemáticas, buscan solucionar temas ambientales como el
calentamiento global o de salud, como la desnutrición. El CSO ya no requiere
supervisión directa del CEO, supervisa y delega responsabilidades a diferentes
áreas.
3 razones por las que tu empresa necesita un
CSO ( director de sustentabilidad)
Greenwashing y socialwashing

Desafortunadamente, aún existen marcas que afirman ser responsables con el


ambiente y la comunidad, y en realidad no hay evidencias de ello, solo discursos
para intentar mejorar su imagen. Otras empresas pueden caer en este error no
porque sus esfuerzos sean falsos, sino porque no cuentan con el apoyo de un
experto que dirija y supervise tanto sus iniciativas de RSE como sus estrategias
de comunicación y marketing. Sin una estructura formal de responsabilidad
social, la compañía puede quedar vulnerable ante infracciones por parte de las
autoridades y críticas de los consumidores. Un CSO o director de sustentabilidad
se asegurará que el corporativo cumpla con las normativas legales e,
igualmente, se encargará de que el área de marketing conozca cómo establecer
la comunicación con los grupos de interés.
Cambio de expectativas
Consumidores, inversionistas, socios, y demás personas de interés esperan que la empresa a la
que están unidos tenga un compromiso firme con la RSE, y que lo demuestre mediante informes
de sustentabilidad y políticas internas. Igualmente, esperan que estas evidencias no se
concentren solamente al interior de la compañía, sino en el exterior. Un CSO no dudará en hacer
públicos los compromisos de la empresa, incluido el valor creado en las comunidades donde
emprenden (o emprenderán) iniciativas de desarrollo sustentable.
Enfoque estratégico
Aun si eres una PyME, tener un CSO no tiene porque ser una idea desproporcionada a tus
posibilidades. Claro, puedes empezar con iniciativas que correspondan a la primera fase de
sustentabilidad y asegurarte en cumplir con las regulaciones medioambientales, sin embargo, a
medida que avances en el tema de la sostenibilidad, debe existir una persona que se encargue
de supervisar las actividades y empiece a trazar proyectos más estratégicos, que te brinden
oportunidades de negocio. No tienes que alcanzar el nivel de un gran corporativo, pero tampoco
limites el potencial de tu compañía para crecer y hacer un cambio en la sociedad.

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