CARACTERÍSTICAS DE LA

EDAD CONTEMPORÁNEA
 CARACTERÍSTICAS GENERALES:

• A partir de finales del siglo XVIII se produjeron una serie de

cambios políticos y económicos que inauguraron la Edad
Contemporánea. La Revolución Industrial y la Revolución Francesa
marcaron el futuro de Europa y, con el de ella, el del mundo. Los
siglos XIX y XX fueron testigos de grandes cambios, guerras,
nuevas ideologías y procesos históricos.
• La Revolución Francesa derribó el Antiguo Régimen, que
era absolutista (todo el poder para el rey) y estamental
(grupos privilegiados y no privilegiados), e inició el
parlamentarismo y las luchas políticas. A raíz de este
proceso, triunfó una nueva clase social emergente, la
burguesía.

TOMA DE LAS
BA S T I L L A S
(14 DE JULIO 1789)
• La Revolución Industrial, que supone la sustitución
de las actividades desarrolladas tradicionalmente
en el taller artesanal, por un nuevo sistema de
producción basado en la organización del trabajo
en fábricas.

M A Q U I N A A VA P O R
• El liberalismo, ideología de la burguesía, se fue
implantando en toda Europa, pese a los múltiples
conflictos y guerras que provocó (oleadas de 1820,
1830, y sobre todo, 1848). El Antiguo Régimen fue
desapareciendo poco a poco.
• El nacionalismo: la ideología nacionalista impulsó las
unificaciones de Italia y Alemania (1870) y la
independencia de pueblos como el griego, el belga y
muchos otros sometidos a los grandes imperios.
• El imperialismo: las potencias europeas (Gran Bretaña, Francia, Alemania,
Rusia), Japón y los EEUU, motivados por el deseo de acceder a las materias
primas y a nuevos mercados, y de ampliar sus recursos y su prestigio,
ocuparon y se repartieron en pocos años (1870-1914) toda África y casi toda
Asia, y ejercieron una fuerte influencia en América del Sur y Central. Esto llevó
a múltiples injusticias y aculturaciones, y además creó conflictos entre las
potencias imperialistas.
• El movimiento obrero: los trabajadores urbanos
comenzaron a organizarse ante los abusos de la sociedad
industrial burguesa y en defensa de sus intereses. Las
miserables condiciones de vida obligaron a los obreros a
rebelarse ante la situación de necesidad y de pobreza.
• El auge del capitalismo fue inmenso en gran parte del
mundo, con lo que se impulsaron las economías de las
grandes potencias en detrimento del llamado Tercer
Mundo (como vemos, tampoco este sistema es perfecto).
Las crisis cíclicas, como la de 1929 o la de 1973, (o la
actual), provocaron enormes daños y pérdidas de empleo
en todo el mundo.
• Guerras mundiales: los conflictos imperialistas,
económicos e ideológicos entre naciones llevaron
a dos guerras mundiales que costaron la vida a
millones de personas.