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Autorregulación/ autocontrol
Autorregulación/ Autocontrol
Control de nuestros impulsos y recursos internos.
Autocontrol: capacidad de manejar adecuadamente las
emociones y los impulsos conflictivos
Confiabilidad: Fidelidad al criterio de sinceridad e
integridad.
Adaptabilidad: Flexibilidad para afrontar los cambios.
Innovación: Sentirse cómodo y abierto ante las nuevas
ideas, enfoques e información
Video, oxitocina y emociones
Autorregulación - Autocontrol
La autorregulación emocional es la capacidad de disminuir el estrés o sofocar los impulsos, y
también implica la capacidad de provocarse deliberadamente una emoción, aunque ésta
sea desagradable
Autocontrol
capacidad
de manejar
adecuadamente
las emociones y
los impulsos
conflictivos
es un proceso que habitualmente consideramos integrado en el
conjunto de competencias que las personas desarrollamos a medida
que crecemos y participamos en situaciones educativas y de
interacción social.
Desarrollo, en particular con la personalidad, objeto de interés por
parte de investigadores y de profesionales relacionados con el
ámbito de la educación, que la vienen considerando como un
elemento relacionado con las competencias personales y sociales
La autorregulación emocional supone el dominio de las emociones e
impulsos conflictivos incluso en situaciones altamente perturbadoras.
Hace referencia a la ausencia de explosiones emocionales, es decir, nos
dejarnos arrastrar por nuestros impulsos o emociones. Las personas dotadas
de esta competencia son capaces de controlar sus emociones conflictivas
con el fin de evitar problemas a nivel familiar, laboral, social.
Una serie de investigaciones han
demostrado que las personas
impulsivas tienen más dificultades
a la hora de aprender nuevos
conceptos, ya que les cuesta
centrar la atención. En la medida
en que nos movilicemos en
función de impulsos, nuestra
concentración disminuirá lo cual
dará lugar a numerosos errores
en el desempeño de nuestro
trabajo.
controlar excesivamente
nuestros impulsos puede resultar tan
perjudicial como no saber
controlarlos en absoluto. Por
ejemplo, las culturas asiáticas
promueven un estilo de conducta
consistente en disimular los
sentimientos negativos, una
costumbre que, aunque pueda
aportar cierta apariencia de
tranquilidad a nuestras relaciones,
tiene un coste individual. Estas
personas sufren habitualmente
jaquecas, irritabilidad, insomnio,
abuso del alcohol y tabaco.
permanecer tranquilo
a pesar de las provocaciones
es fundamental en todas
aquellas personas que
desempeñen trabajos, que les
obliguen a enfrentarse
rutinariamente a situaciones
desagradables o a personas
que se hallen en un estado de
agitación.
Las personas dotadas de esta
competencia se caracterizan por:
Gobiernan adecuadamente
sus sentimientos impulsivos y
sus emociones conflictivas.
Permanecen equilibrados,
positivos e imperturbables
aún en los momentos más
críticos.
Piensan con claridad y
permanecen concentrados a
pesar de las presiones.
Cuando hablamos de autorregulación nos referimos al
autocontrol emocional no nos referimos a negar o reprimir
nuestros verdaderos sentimientos, sino a expresarlos de
manera adecuada.
El autocontrol emocional supone tener la posibilidad de elegir cómo expresar
nuestros sentimientos.
En el caso de la integridad:
Cumplen sus compromisos
y sus promesas.
Se responsabilizan de sus
objetivos.
Son organizados y
cuidadosos en su trabajo.
En el caso de la responsabilidad:
Actúan ética e irreprochablemente.
Su honradez y sinceridad proporcionan
confianza a los demás.
Son capaces de admitir sus propios errores
y no dejan de señalar las acciones poco
éticas de los demás.
Adoptan posturas firmes y fundamentadas
en sus principios aunque resulten
impopulares.
Para practicar