Está en la página 1de 34

INSTRUMENTOS DE TORTURA DE

LA INQUISICIÓN

Laura Peña
1066513
La Inquisición fue un conjunto de
instituciones creadas con el fin de
suprimir la herejía dentro del seno
de la Iglesia Católica.
LA HOGUERA

Se utilizó casi en su totalidad para la


quema de “brujas”. Se exponía a la bruja a
los ojos del pueblo atada a un poste. A su
alrededor había preparada madera para
su posterior encendido, quemando así a la
persona en vida.
LA RUEDA
El condenado, desnudo, era
estirado boca arriba en el suelo
o en el patíbulo con los
miembros extendidos al
máximo y atados a estacas o
anillas de hierro. Bajo las
muñecas, codos, rodillas y
caderas se colocaban trozos de
madera. El verdugo asestaba
golpes violentos a la rueda,
machacaba todos los huesos y
articulaciones, intentando no
dar golpes fatales.
DEPENDIENDO DEL TIPO DE RUEDA EL
PROCEDIMIENTO VARIABA

Tipo 2 : El condenado era colocado en una


rueda de carro, de manera que los tobillos
tocaran la cabeza, para lo cual las piernas debían
Tipo 1 : El condenado era desatado e dislocarse hacia arriba, poniéndose los brazos de
introducido entre los radios de la gran rueda manera que recorrieran todo el perímetro de la
horizontal al extremo de un poste que circunferencia. Después, se enganchaba la rueda
después se alzaba. Los cuervos y otros en un eje que a su vez se clavaba en el suelo,
animales arrancaban tiras de carne y vaciaban quedando la rueda elevada y en posición
las cuencas de los ojos de la víctima, hasta que horizontal, con el condenado sobre ella.
a ésta le llegaba la muerte.66
LA CIGÜEÑA

Consistía en someter al
individuo a este aparato hecho
de hierro que sujetaba al
condenado por cuello, manos
y tobillo, y lo sometía a una
posición incomodísima que
provocaba calambres en los
músculos rectales y
abdominales; y a las pocas
horas de todo el cuerpo.
LA DONCELLA DE HIERRO
Es una especie de ataúd con multitud de
pinchos en su interior, dirigidos a puntos
concretos del cuerpo, que se iban
clavando lentamente sobre la víctima a
medida que se cerraba la puerta. Los
clavos eran desmontables, con lo que se
podían cambiar de lugar, con el fin de
poseer un amplio abanico de posibles
mutilaciones y heridas que daban lugar a
una muerte más o menos lenta.
LA TORTUGA

Se trataba de comprimir o
triturar bajo una madera con
peso encima al reo.

LA TORTUGA
EL GARROTE VIL

Método por el cual un punzón de


hierro penetraba y rompía las vértebras
cervicales al mismo tiempo que
empujaba todo el cuello hacia delante
aplastando la tráquea contra el collar
fijo, matando así por asfixia o por lenta
destrucción de la médula espinal.
Fue usado hasta principios del siglo XX
en Cataluña y en algunos países
latinoamericanos.
EL POTRO DE TORTURA
Te tumbaban y ataban las muñecas
al cabecero, los pies se ataban a su
vez fijados a un rodamiento por
medio de un mecanismo que iba
enrollando la cuerda de tus pies,
generándose así una tensión que
hacía que el cuerpo se estirase al
máximo.
Las articulaciones no podían dar más
de si y acababan desencajándose
hombros y caderas.
LA GUILLOTINA

Este es un instrumento sumamente


conocido en el que se colocaba la
cabeza de la víctima y se dejaba caer
una afilada y letal cuchilla que lo
decapitaba.
EL CEPO

Instrumento usado para castigo


corporal. Torturaban a las
víctimas sentándolas en esa
posición por largos días o de
manteniéndola de pie, según el
tipo de cepo. Muchas veces
usaban instrumentos calientes
para quemar sus extremidades o
les azotaban con látigos.
LA SIERRA

El condenado era puesto en una posición


invertida, evitando también la muerte por
desangramiento y asegurando que la víctima no
perdía el conocimiento.
Generalmente no se perdía el conocimiento
hasta que la sierra no llegaba al ombligo o
incluso al pecho. Era una tortura muy utilizada
por la inquisición sobre todo para ajusticiar a
homosexuales. También en España fue un
método de ejecución militar hasta el siglo
XVIII.
LA TURCA

Este método de tortura fue ideado


para arrancar las uñas. En algunas
ocasiones se sustituían las uñas por
clavos.
LA HORQUILLA DEL HEREJE

Se colocaba un aro de metal en el


cuello del supuesto hereje con una
barra cuyo extremo terminaba en
cuatro pinchos. Al apretarse el
colgante los pinchos se clavaban
fuertemente en la barbilla impidiendo
así poder articular palabra alguna.
Solía utilizarse la noche antes de la
ejecución del individuo para aumentar
su agonía.
EL POTRO ESCALERA

Se ataba al reo estirándolo lo más


posible sobre una especie de
escalera, a continuación se le
quemaba con una antorcha el
costado y las axilas. Generalmente
se morían a causa de la infección
de las quemaduras.
EL DESGARRADOR DE SENOS

Las cuatro puntas desgarraban hasta


convertir en masas informes los senos de
incontables mujeres condenadas por
herejía, blasfemia, adulterio, aborto
provocado y otros delitos.
EL PÉNDULO

Las muñecas de la víctima eran atadas


por detrás de la espalda, se añadía una
cuerda a esta ligadura izando al acusado.
Inmediatamente los húmeros se
desarticulaban y poco a poco también
las demás vértebras.
EL TORO DE FALARIS

Se introducía al individuo en su interior y posteriormente se


encendía fuego bajo la barriga del toro. Los gritos de la víctima
salían por la boca del toro y parecía que mugía.
EL APLASTACABEZAS

Instrumento de tortura aplicado en la


edad media destinado a reventar los
huesos del cráneo. La barbilla de la
víctima se colocaba en la barra inferior y el
casquete era empujado hacia abajo por el
tornillo. De esta forma primero se
destrozan los alvéolos dentarios, después
las mandíbulas y, por último, el cerebro se
escurría por la cavidad de los ojos y entre
los fragmentos del cráneo.
LA CUNA DE JUDAS

Método de tortura usado generalmente


para confesiones. El prisionero es
levantado y, una vez era elevado, se le
soltaba de golpe para que cayese sobre la
pirámide de madera, con punta de acero,
provocando heridas en los testículos, la
cavidad anal o vaginal.
TABURETE SUMERGIBLE

Utilizado principalmente en mujeres acusadas


de brujería. La silla era sumergida bajo el agua
quedando la persona inmovilizada bajo el agua
sin poder respirar, el inquisidor decidía cuanto
tiempo debía permanecer el torturado o
torturada sumergido. El proceso solía repetirse
hasta que el torturado moría ahogado o
confesaba, caso en el cual se ejecutaba al
acusado ahorcándole o en la hoguera más
tarde.
DESMEMBRABRADO POR CABALLOS

Se ataba una cuerda a cada


extremidad del prisionero y a su
vez el otro extremo de la cuerda a
un caballo. En un momento
determinado se fustigaba a los
cuatro caballos para que tiraran
con fuerza de la cuerda arrancando
literalmente las extremidades del
torturado.
LA GOTA CHINA

Era un método de tortura


psicológica que consistía en
inmovilizar a un reo en forma
horizontal boca arriba dejándole
caer cada 5 segundos sobre su
frente una gota de agua fría. Tras
varias horas le provocaban daño
físico en la piel, aunque la
verdadera tortura para la víctima
era la locura que le provocaba no
poder dormir ni beber, al poco
tiempo moría de un paro cardíaco.
EL CINTURÓN DE SAN ERASMO

Consiste en un collar, cinturón o


brazalete provisto de pinchos en la
cara interior y que se le pone al reo.
Con cada pequeño movimiento
(incluso la respiración) el collar araña
y hiere la carne. El proceso de tortura
es progresivo: en primer lugar, un
dolor lacerante. Posteriormente se
produce la infección, tras la cual se
llega a la putrefacción y tras esta, una
gangrena que puede causar la muerte
LA ZARPA DEL GATO

El torturado era colgado desnudo y con


un instrumento dotado de garfios en la
punta y era “rascado”.
Las afiladas uñas de esta zarpa de gato
desgarraban la piel y arrancaban tiras de
carne, a menudo los garfios penetraban
tan hondo que dejaban el hueso a
descubierto e incluso podían “rascarlo”.
El torturado solía morir desangrado o
quedaba inconsciente debido al dolor.
LA CRUCIFIXIÓN

Es un método antiguo de
ejecución donde el
condenado es atado o
clavado en una cruz de
madera o en otra superficie
vertical y dejado allí hasta su
muerte.
EL CINTURÓN DE CASTIDAD

Es un cinturón o braga de hierro que se


cierra con llave. No puede ser usado
más que durante unas horas, máximo
un par de días, de otro modo la mujer
que lo llevase moriría víctima de
infecciones, abrasiones y laceraciones
provocadas por el contacto con el
metal.
Este cinturón era utilizado por las
mujeres como defensa contra la
violación, en época de acuartelamiento
de soldados, durante viajes y en
estancias nocturnas en posadas.
LA PERA
Estos instrumentos se usaban en formatos
orales y rectales. Se colocaban en la boca,
recto o vagina de la víctima, y allí se
desplegaban por medio de un tornillo
hasta su máxima apertura. El interior de la
cavidad quedaba dañado
irremediablemente.
La pera oral normalmente se aplicaba a los
predicadores heréticos, pero también a
seglares reos de tendencia antiortodoxas.
La pera vaginal, en cambio, estaba
destinada a las mujeres culpables de tener
relaciones con Satanás o con uno de sus
familiares, y la rectal a los homosexuales.
EL EMPALAMIENTO

Es un método de tortura y ejecución donde la


víctima es atravesada por una estaca. La
penetración puede realizarse por un costado,
por el recto, la vagina o por la boca. La estaca
se solía clavar en el suelo dejando a la víctima
colgada para que muriera.
En algunos tipos de empalamiento, la estaca
no se afilaba y se insertaba evitando la muerte
inmediata de manera que funcionara como
tapón para que la víctima no se desangrara y
así prolongar la agonía que podía llegar a
durar hasta tres días.
EL APLASTAPULGARES

Es una de las torturas más antiguas y


simples, aunque terriblemente efectiva.
La tortura en sí consistía en el
aplastamiento de uñas, falanges y
nudillos de forma lenta y progresiva,
extendiendo el dolor durante días sin
provocar daño mortal a la víctima.
LA FLAUTA DEL ALBOROTADOR

Posiblemente fabricada a base de madera,


bronce o hierro, la flauta del alborotador
era un instrumento de castigo por faltas
menores, y solía ser usado delante la
opinión pública. El collar se cerraba por
detrás el cuello, y los dedos eran colocados
entre la barras de hierro, que eran
apretadas por el verdugo a voluntad,
llegando a todo tipo de heridas en los
dedos, hasta el aplastamiento de carne,
huesos y articulaciones.
LA SILLA

La víctima debía sentarse totalmente


desnuda sobre la silla.
Si el inquisidor lo creía conveniente
podía mandar al verdugo golpear al
preso, lo que provocaba que los
pinchos entrasen con más profundidad
en la piel o incluso si el asiento era de
hierro mandarlo calentar para que los
pinchos al rojo vivo entrasen mejor en
la piel.
LA HORCA

Método de ejecución muy conocido mediante el cuál se


colgaba al condenado públicamente por el cuello
asfixiándolo hasta su muerte.

También podría gustarte