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Introduccfon. Historia Economica 4" Desarrolho Econoh4Ft?O
Introduccfon. Historia Economica 4" Desarrolho Econoh4Ft?O
¿Por. que unas naciones son ricas y otras pobres? Esta pregunta aparentemente
simple reunite al fondo de uno de los problemas contemJxirilneos reds apremiantes:
el del _desarrollo econ‹imico desigual. Comparados con él, s6lo los problemas de la
guerra y la paz, de la presidii demogr;ifica y la salubridad ambiental y, por tanto,
de la supervivencia de la raza humaiia ----con todos los cuales estii fntirnarnente
relacionada— son de similar magnitud e importancia. Por su causa se han producido
revoluciones y golpes de Estado; gobiemos totalitarios y dictaduras rnilitares han
privado a naciones enteras de libertad politica, y a muchos individuos de la libertad
personal e incluso de su vida. Millones de personas hari muerto de hambre, desnu-
trici‹in y enfermedad de forma lamentable y gratuita; no porque no se dispusiera de
comida y de recursos, sino porque no podian distribuirse entre los necesitados. Los
Estados Unidos y unas cuantas naciones pudientes runs han gastado miles de millo-
nes de dolares en voluntariosas tentativas de ayudar a sus vecinos me nos aforiuna-
dos. A pesar de estos variados esfuerzos, la diferencia entre la rent a del relativa-
mente pequeiio eiimero de naciones opulentas y la de la gran mayorJa de naciones
pobres no solo se maritime, sino que aumenta aiio tras aiio.
La situacidn parece paraddjica. Si unas naciones son ricas y otras pobres, ¿per
qué las pobres no adoptan la politica y los métodos que han hecho ricas a las otras?
De hecho, se han producido tales intentos, pero, en la mayorfa de los cases, sin
éxito notable. El problema es inucho runs complicado de to que parece a prlmera
vista. Err primer lugar, no existe un acuerdo general respecto a cuél de los métodos y
a put politica se deben las altas rentas de las naciones ricas. Err segundo lugar,
incluso en el caso de que tal acuerdo existiese, no es nada seguro que métodos y
politica similares produjesen los mismos resultados en las distintas circniistancias
geogr:ificas, culturales e histdricas de las actuales naciones de rentas bajas. Final-
mente, aunque muchas investigaciones abordan este problema, ni los eruditos ni los
cientificos que se han ocupado del tema han presentado aun una teorfa sobre ct
M H.””storia eoondmica sundial
desarrollo econdmico que sea iitil desdc un punto de vista operativo y que se pueda
aplicara de forma general.
Hay varios modes de enfocar el estudio del desarrollo econdmico, que, por for-
tuna, no se excluyen entre st. El enfoque hist6rico utilizado en este libro no aspira
a presenter una teoria general sobre el desarrollo econdmico que sea aplicable uni-
versalmente. A diferencia de otros enfoques, el anélisis histdrico piiede concentrarse
en los origenes de los desiguales niveles de desarrollo existentes en la actualidad.
Un diagn6stico correcto de los orfgenes del problema no garantiza per st solo una
receta eficaz, pero dificilmente puede esperarse que el problema se remedie sin tal
diagndstico. Err segundo lugar, at concentrarse en ejemplos de crecimiento y ocaso
del pasado, el enfoque histdrico puede aislar los /iiiidnmeiitos del desarrollo econii-
mico, sin dejarse distraer por discusiones sobre la eficacia o la conveniencia de
polfticas concretas aplicadas a problemas actuales especfficos. Err otras palabras, es
un instrumento que facilita la objetividad y la claridad de pensamiento.
Frecuentemente, los gobernantes y sus equipos de expertos, al enfrentarse a la
responsabilidad de ofrecer y ejecutar una politica de desarrollo, minimizan la posible
aportacién del an:ilisis historico a la soluciiin de sus problemas, alegando que la
situacibn contemporanea es iinica y que, por to tanto, la historia no hace at caso.
Una postura ast es doblemente falaz. Err primer lugar, aquellos que lo ignoran no
est:in capacitados para generalizar sobre el pasado. Err segundo lugar, ese modo de
pensar mega implicitamente la uniformidad de la iiaturaleza, incluyendo el compor-
tamiento del hombre y de las instituciones sociales, base de la que se parte para
toda investigacidn cientlfica. Posturas asi revelan la facilidad con que, per falta de
perspectiva histdrica, se pueden confundir los sintomas de tin problema con sus
causas.
Este libro trata de ser una introducciiin tanto al estudio de la historia econdmica
como del desarrollo econdmico. Sin embargo, no pretende ser completo en ninguno
de los dos aspectos. Existen muchas razoties vdlidas para estudiar la historia, apane
de su posible aportaci6n a la soluci6n de los problemas précticos contempordneos;
asimismo, para un cornpleto entendimiento del problema del desarrollo ei:onomico
deben emplearse también otros métodos de estudio y observacidn. Err este estudio
general del desarrollo econ6mico de la humanidad desde la prehistoria hasta el
presente, se resaltardn ciertas «lecciones de la historia». Aunque algunos historia-
dores creen que su Duncton es dejar que «los hechos hablen per st mismos•, •los
hechos» responden tan sdlo a preguntas concretas que formula el investigador que
los aborda. Esto implica inevitablemente un process de seleccion, consciente o in-
consciente, y con mayor razon en un volumen tan breve y aindptico como el que
nos ocupa.
Pero, antes de acometer la narraci6n histdrica, es necesario definir ciertos tér-
minos y forrnular algunos conceptos b:isicos que guiariin el an£lisis posterior '
El resio de de este capltulo esté dirigido a los Icctores poco versados en economta. Aquellns que
posean unos buenns fundamentos pueden, si In desean, echarle tan sdlo un vistazo, o bien saltdrs•lo.
En 1988 la renta media o per ciipita de los residentes en los Estados Unidos era
de aproximadamente 20.001 ddlares. Err Suiza, probablemente el pats in:is pr6spero
de Europa, .ascendia a unos 27.5tD ddlares. La media de Europa Occidental consi-
derada en conjunto era de aproximadarnente 17.tD0 d6lares. Estas naciones, junto
ciii Caiiadd, Australia y Nueva Zelanda, albergaban rnenos del 14 ºA’ de la pobla-
cidn mundial, pero contaban con aproxiinadamente el 58 % de la renta mensurable y
reds del 80 % de la producci6n industrial del mundo. Si sumamos a Jap6n a los
antes mencionados, los porcentajes ascienden al 16 % de la poblacitin, e1 67,5 %
de la renta y at 88 % de los artfculos manufacturados; la mayor parte de fa produc-
cidn industrial restante se produjo en la Uni6n Soviética y en lps parses socialist'as
de la Europa Oriental, que albergaban en conjunto el 8 % de la poblacidn mundiali
CUADRO 1.1. PNB per cdpitii, parses seleccionados, alrededor de 1988 (en ddlares
de 1988).
Economias de Renta Alta (media) ...... 17.080 Renta Media—Baja (media) ....... ...-. ...., 1 80
Suiza .... .. .. .. ..... ,.,,....... .. .. .. ... .. .. .. . 27.5(D México.................................,.,,... 1.760.
Jap6n. ... .. .. .. .. ..... ., ,,....... .. .. .. ... .. .. . 2t.02il Turqufa . .. ... .. .. . .. .. ... .. .. ... .. ... .. .-. ., .. 1.280
Estadns Unidos. .. ......, ,, ,...... .. .. .. .. .. 19.840 Tailandia . ... .. .. . .. .. .. . .. .. . .. .. ... .. ... .. .. 1,tOl
Repiiblica Federal de. Alemania....... 18.480 Guatemala .... .. .. . .. .. ... .. ... .. .. ... .. ... .. 9tXl
Gran Bretaiia ... .. .. ........, ,, ,........ .. .. 12.810
Israel .......... ............. ,, ,, ....... ........ . 8.650
Espaiia ... .. ..... .. ,. ,,....... .. .. ..... .. .. .. .. 7.7d0
Renta Media-Alia (media). ..... .. .. .. ..... 3.24() Parses de Renta Baja (media) ............ 320
Grccia,..........,............................. 4,8lXJ Ghana.. .. .. ..... ., ... ,, ... ,. ....... ... .. ... .. . 4fKl
Portugal ....,,................................ 3,650 Pakist:in .
Yugos[avia .... .. ....... .. .. .. .. ..........,... 2.520 India. .
Hungi-ia, ,........ .. ......... .. .. ......,...,.., 2.460 Zaire .. .. ... .. . . . . . ., ... ,. ,, ... .. ... .. . . . .. ... . 170
Africa del Sur ... .. .. .. .. ..... .. .. .. ......, , 2.290 Bangladesh . , . . . . ,... .. ... .. . . . . . . . .. . . 170
Brasii.............................,............ 2.161 Tanzania , . . . ,, ,, . . . ., . . . .. .. . . . .. . . . .. . . . .. ..‘ lb0
furrier: Banco Mundial, IY’ortd Devrtopiiieiif depoir, 299i9 (Nueva York, l9lO).
Err el otro extremo, la renta per cépita en Etiopla, probablemente el pats runs
pobie del mundo, era de 120 ddlares; en Chad, de unos 160; en India, de m6s o
menos 340, y en Indonesia, de unos 430 d6lares. Se cree que la renta per ciipita en
la Repiiblica Popular China, donde vive runs de una quinta parte de la poblacidn
mundial, estti entre 300 y 350 ddlares. Le renta per cilpita en America Latina oscila
entre los 570 ddlares de Bolivia y los 3.170 de Venezuela, cuya cifra es anormal-
mente alta debido a sus considerables ingresos por petrdleo. El cuadro 1.1. presenta
las rentas per cdpita en los iiltimos aiios de una muestra representativa de parses.
Err 1988 habfa un total de 50 naciones cuya renta media o per ctipita era
inferior a 500 ddlares a las que hay que aiiadir otras 63 con rentas que oscilaban
entre 5tD y 2.0lXl d6lares. Las naciones incluidas en estas dos categorlas son coun-
cidas como parses «pobres», •de baja renta• y •subdesarrollados» (o por los eufe-
mismos de «menos desarrollados• o •en desarrollo»). No hay duda de que, por su
baja renta, son pobres, pero ¿por qué subdesarrollados?
Las estadisticas de la renta per clipita son, en el mejor de los casos, medidas
brutas del nivel de desarrollo econ6rnico. En primer lugar, son tan s6lo estimaciones
o aproximaciones. Adem:is, por una serie de razones técnicas, las comparaciones
entre las rentas de unos y otros parses son especialmente poco dignas de coofianza.
Pero hay otras medidas del desarrollo o subdesarrollo que, aunque menos globales,
son runs grhficas. El cuadro 1.2 muestra algunas de ellas. Como consecuencia de los
altos indices de mortalidad, la esperanza de vida at nacer oscila entre 40 y 70 aiios
en los parses subdesarrollados de Asia, Africa y Latinoamérica, mientras que en
Europa Occidental y Norteamzrica estti muy por encima de los 70. La mortalidad
infantil es especialmente elevada en los pafses pobres. A la luz de estas cifras, no
constituye ninguiia sorpresa que las prestaciones sanitarias sean mucho reds abun-
dantes en las naciones ricas: en Estados Unidos, hay aproximadamente, un m6dico
per cada blXI habitantes y en Austria uno por cada 4ID, frente al uno por cada 2.0lXl
de Bolivia y at uno por cada 14.0lXl de Zaire. Err términos todavfa runs materialistas,
en Estados Unidos per cada 1.fO0 personas hay 700 coches; en Francia, 450; en
Ecuador, 41; en Tanzania, 3; y en Birmania, 1,3.
Crocimien[o,&eserm]oyprogrwo
(1987)
² Para una introducci6n brew y sdlo ligeramente t6cnica a la problemlitica de la comparaci6n de las
renlas reales, véaac Dan Usher, Rich rind f'nor Countries (Londres, 1966). La historia, uses y cnnstruc-
cidn de la contabilidad de la renta national est6n iratados de forma excelcnte en P8iil Studenshi, 77ic
Income of l•laiions (Nueva York, 1958).
econdm/co 31
’ Para un modelo matem£tico simple de esta clasiticacidn, véasc el ap6ndicc de este capltulo.
Introduccidri.- historia acondmica y dasarroiio acoridmico M
Europa (sin contar con la Uriidii Soviética) es de mms de StD millones, y sus miem-
bros gozan de una opulencia mucho mayor de la que sus antepasados del siglo
catorce, o incluso del siglo diecinueve, hubiesen imaginado.
La rel‹icion entre poblacion. recursos y tecnologia dentro de la economia viene
condicioiiada per las instituciones sociales, incluyendo entre éstas a los valores y
modos de pensar. (Este conjunto de variables a veces se denomina tarnbién •coii-
texto socio-cultural• o «matriz institucional» de la actividad econornica.) Normal-
mente, las institucioiies que tienen mayor relevancia en las economias nacionales y
otros conjuntos similares son la estructura social (numero, tamafio relativo, base
economica y fluidez de las clases sociales), la naturaleza del Estado o del régimen
politico, y las inclinacioiies religiosas o ideoldgicas de los grupos o clases domiiiantes
(y de las masas, si es que difiereii de las de los grupos dominaiites). Asi mismo,
quizd debamos tener en cuenta un buen niimero de instituciones meriores, como son
las asociaciones voluntarias (empresas, sindicatos, colectivos de agricultores), el sis-
tema educativo, e incluso la estructura familiar (extendida o nuclear) o cualquier
otra via de adquisicidn de valores morales.
Una de las funciones de las instituciones consiste en proporcionar elementos de
continuidad y estabilidad, sin los cuales las sociedades se desintegrarian; pero puede
ocurrir que, at realizar esta funcidn, actuen como obstaculo para el desarrollo eco-
niiinico, poniendo trabas at trabajo humano, irnpidiendo la explotacidn racional de
los recursos (el caso de las vacas sagradas de la India) o inhibiendo la innovaciiin y
difusitin de la tecnologia. Sin embargo, cac dentro de lo posible que se produzcan
tambiéii innovaciones en las instituciones, con consecuencias parecidas a las de las
innovaciones en la tecnologia, esto es, que posibiliten rna utilizacidn rn:is eficaz o
intensiva tanto de los recursos materiales como de la inventiva y energia humanas.
Ejemplos histiiricos de innovaciones institucionales son los mercados organizados,
la acuiiacidn de rnonedii, las patentes, los seguros y las diversas formas de einpresas
comerciales, como las sociedades an6nimas modernas. Err los capitulos que siguen
destacaremos muchas otras.
Una eiiumeraciéin cornpleta de todas las instituciones senates que de nn modo
u otro tienen que ver con la economia ocuparia muchas pdginas y, per otra parte,
el aniilisis de la rnutua influencia con otras variables también relacionadas con aqué-
lla es el aspecto mips dificil y frustrante del estudio de la historia econdmica; pero
cualquier tentativa de comprender las modalidades y naturaleza del desarrollo eco-
ni5mico que no haga refereiicia a ellas esta abocado at fracaso. Sin embargo, todavia
no contamos con una metodologia causa-efecto sistemdtica para estucliar su relation
con la actividad economica; por tanto, en el contexto de cada problema o episodio
especifico, el estudiosO O investigador tendril que establecer cu:iles son las institu-
ciones in:1s estrechamente relacionadas con la economia e intentar analizar la in-
fluencia que han ejercido sobre variables més puramente econdmicas.
Los marxistas afirman haber descubierto la clave para la comprensidn, no sdlo
de todo proceso ecoiidmico, sino también de la evolucidn de la humanidad.
Segiin ellos, el elemento clave es el •rnodo de produccidn» (in:is o menos
equivalente a to que en nuestra introduccidn anterior denominamos •tecnologia»);
todo to denims
—la estructura social, la naturaleza del Estado, la ideologia dominante, etc.— es 1s
La lucha entre las clases sociales para controlar los medios de
producciéin proporciona el elemento din:1mico. Si bien algunos aspectos del andlisis
marxista son iitiles para entender la historia econdmica, el sistema en conjunto estii
demasiado simplificado y es, en manes de sus tedricos, excesivamente dogmdtico.
Uno de sus puntos mas débiles es que, al destacar el modo de produccidn, no ofrece
explicacién satisfactoria del process de cambio tecnoldgico. También se equivoca al
considerar que las instituciones sociales vienen determinadas por la infraestructura
ecoiidmica exclusivamente.
Una teoria similar, aunque menos cargada de ideologia, considera que el desa-
rrollo econiimico es el resultado de la tensidn o lucha permanente entre el cambio
tecnologico y las instituciones sociales. Segiin esta teorfa, a veces denominada •ins-
titucionalista», la tecnologia es el elemento dinémico que favorece el prOgrt2SO,
mientras que las instituciones se oponen invariablemente at cambio ’. Esta teorfa
preseiita una serie de brillantes acierios at abordar el proceso del cambio histdrico,
pero tiene el defecto de considerar el cambio tecnoldgico un proceso automdtico o
cuasiautomdtico y, ademils, simplifica de modo exclusivo la relacidn entre las insti-
tuciones y la tecnologia. Al igual que la teoria marxista, cree que puede pronosti-
carse el resultado final. De hecho, como se veré en los capttulos siguientes, la
relacidn entre recursos, tecnologfa, instituciones y poblacidn es compleja, interde-
pendiente y en modo alguno puede predecirse.
’ Para una ezplicaci6n clara y extensa viiase Clarence Ayres, J’fic Theory o[ Economi£ Pro ,ress
(Chapel Hill, North Carolina, 1944, i978).
introduce/dn: ft/stoda eoandrnica y dasarroilo econdm/co 36
El primer trabajo sobre estructura eoin6mica es el de Colin Clark, Cniiditioiis o/ £coiinmic Progress
(Londrcs, 1940, 1957). Simon Kuznets realizd importantes aportaciones a la elaboraci6n del conceplo,
especialmente en 3foderii I:cziziomic Growth.' Rum, Structure end Spread (New H8ven, 196i) y The
Economic Growth Total Output and Structure (Cambridge Mass., 1971).
man parte del sector secundario. La caza, la mms importante actividad primaria del
paleolitico, esta conceptuada actualmente como una actividad recreativa: consumo
en lugar de production.)
Durante miles de aiios, desde las primeras civilizaciones hasta hace menos de un
siglo, la principal ocupaci6n de la gran mayorfa de la humanidad era la agricultura.
Si examinamos el cuadro 1.2 vercmos que éste es aim el caso de las naciones de
rentas bajas. Esto era debido a la baja productividad, que obligaba a concentrarse
sdlo en la produccidn de alimentos para sobrevivir. Hace unos pocos mientos de
aiios, y por razones que se explicar:in en capftulos posteriores, la productividad de la
agricultura empezd a crecer, lentamente at principio, mls r4pidamente después.
Segiin aurnentaba, se iban necesitando menos trabajadores en la produccidn de bie-
nes de subsistencia y habia reds que podian dedicarse a otras actividades productivas.
De este modo comenzd el proceso de industrializacidn, que se extendid desde el
final de la Edad Media hasta mediados del siglo xx (en Europa Occidental y Nor-
teamérica; en cast todas las demds iireas del mundo el proceso todavia estd en
curse). Err las naciones industrializadas reds avanzadas, la proporcidn de mano de
obra empleada en la agricultura cayd, del 90 % u 80 % del total, a menos del 50 % a
finales del siglo xIX, y reds recientemente a menos del ltl %. Lo misino ocurrid con
la proporcién de la renta total o PNB proveniente de la agricultura, aunque el
valor total de la producci6n agricola aument6 coiisiderablemente en términos absolu-
FlGU 1.1
FioURA I.d
APHNDICE
Y ——f(P,R, T,X)