Para dar un diagnóstico acerca de la calidad del agua, es necesario determinar
la cantidad de material sólido que contiene la muestra. Analíticamente, se define el contenido de sólidos totales como la materia que se obtiene como residuo después de someter al agua a un proceso de evaporación a entre 103°C y 105°C Los sólidos sedimentables se definen como aquellos que sedimentan en el fondo de un recipiente de forma cónica (cono de Imhoff) en el transcurso de un periodo de 60 minutos. Los sólidos sedimentables, expresados en unidades de ml/l, constituyen una medida aproximada de la cantidad que se obtendrá en la decantación primaria del agua residual. El primer tipo de sólidos de importancia para determinar la calidad del agua son los sólidos totales (ST). Los ST se definen como todo el material que queda después de evaporar el agua a 105 oC, es decir, ST es todo aquello presente en la muestra, excepto agua. LOS SÓLIDOS TOTALES SE DIVIDEN EN: SÓLIDOS DISUELTOS . En el agua la mayoría de los sólidos se hayan disueltos (SD) y consisten principalmente en sales y gases, éstos se calculan pasando la muestra por un papel de filtro y luego determinando los sólidos totales del filtrado. Si se somete la muestra filtrada a evaporación en una mufla a aproximadamente 600 oC y se pesa el residuo se obtienen los sólidos disueltos fijos (SDF). Por diferencia se determinan los sólidos disueltos volátiles (SDV) SÓLIDOS SUSPENDIDOS Los sólidos suspendidos (SS) se determinan restando los sólidos disueltos de los sólidos totales. Los SS son, tal vez, el tipo de sólidos más importantes de determinar en los estudios de calidad del agua en nuestro medio, principalmente porque se utilizan para el cobro de las tasas retributivas y el diseño de plantas de tratamiento de aguas residuales. Los sólidos suspendidos fijos (SSF) y los sólidos suspendidos volátiles (SSV) se determinan de forma análoga a los SDF y SDV. CLORUROS Se encuentran especialmente por disolución de depósitos minerales de sal gema (NaCI), representan hasta un 0,05% de la litosfera. La concentración de CI- en aguas de superficie no polucionadas se sitúa alrededor de 20-40 mg/l e incluso menores. En ríos, es típico su incremento a lo largo del recorrido del cauce fluvial desde su nacimiento hasta su desembocadura. En aguas subterráneas, las concentraciones pueden variar extraordinariamente en función de episodios de intrusión marina en determinados pueden medirse contenidos tan bajos como 5 mg/l.