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NEUROÉTICA

William Guevara Ortega


Psicobiología humana II
EL NAUFRAGIO

Un yate de tamaño pequeño se encuentra surcando el mar,


intempestivamente surgen problemas, el yate comienza a hundirse; sólo
existe un bote salvavidas, en el cuál caben dos personas. Estos son los
pasajeros del yate:
• El capitán, hombre anciano, bondadoso y de principios.
• Un padre de familia, empleado, trabajador, de vacaciones
• Un sacerdote, joven, con vocación firme, de gran carisma
• Un político, joven, ambicioso, trabajador, arribista, de gran futuro
• Una estudiante, universitaria, hermosa, inteligente, de escasos recursos
• Un científico, maduro, trabaja en una vacuna para una enfermedad
mortal
• Una prostituta, joven, hermosa, madre de dos niños.
• Un periodista joven, de la oposición, honesto.
• Una carterista, buscado por la policía, está huyendo a otro país

Recuerden que el yate se va hundir y solamente se van a salvar DOS


personas. USTEDES TENDRAN QUE ELEGIR NECESARIAMENTE A ESTAS
DOS PERSONAS.
1. Introducción

 La neuroética es una ciencia compleja, y por ende


tiene varias fuentes originarias a saber :

 La Neurociencia
 La filosofía
 La Bioética
1. Introducción
Neuro-: prefijo relativo al sistema nervioso.
Ética: parte de la filosofía que trata de la moral y de
las obligaciones del hombre. Conjunto de normas
morales que rigen la conducta humana.

Neuroética:
• Intersección de la bioética y las neurociencias.
• Se ocupa de las implicaciones éticas, legales y
sociales de la neurociencia.
• Estudio de las bases neuronales del
comportamiento ético.
1. Introducción

Problemática actual:
¿Cuáles son las bases neurológicas que posibilitan la moral?
¿Es más importante la razón que la emoción en lo moral?
¿Puede el filósofo moral encontrar materia de reflexión… y
enriquecimiento en el campo contemporáneo de las
neurociencias?
¿Es posible pasar de la evolución de las especies, que es
genética, a la evolución cultural, por medio de la evolución
neural epigenética de cada individuo?
¿Hay en el cuerpo-cerebro, un principio ético universal que
oriente los contenidos morales históricos?
1. Introducción

En esta clase pondremos énfasis en tres ideas fundamentales:


La primera es que los seres humanos son éticos por
naturaleza, en cuanto a las bases neurológicas que posibilitan
los juicios y las conductas éticas.
En la segunda se afirma que el cerebro necesita ser
educado, necesita orientar su base biológica hacia la vida
mediante una ética formal, el ser humano necesita dar “forma”
a la plasticidad cerebral en la consecución de una vida ética.
La tercera es que la ética como posibilidad y dimensión
humana no es del cerebro, sino de toda la persona, es decir, lo
propio sería hablar de persono-ética y no tanto de neuro-
ética.
1. Introducción
Marc D. Hauser, hoy codirector del programa “Mente, cerebro y
comportamiento” en la Universidad de Harvard, señala que
este descubrimiento de la relación entre el sentido moral y las
emociones es muy significativo porque las emociones son
mecanismos seleccionados por la evolución que permiten a los
individuos reaccionar a situaciones que comprometen su
supervivencia (por ejemplo, reaccionar con indignación cuando
alguien trata de engañarnos).
En su libro Moral Minds (“Mentes morales”), Hauser intenta
postular una teoría de la moral similar a la de Pinker para el
lenguaje: el sentido moral, sugiere Hauser, también es innato en
las personas. Y ya hay investigadores que lo están buscando en
los primates superiores.
Una joven, Magda, vive en una isla pequeña, de un archipiélago del
Pacífico, esta de novia de Juan, un joven que vive en otra isla cercana.
Un día Magda se entera que Juan ha tenido un accidente y está grave
de salud y quiere ir a atenderlo, pero no tiene dinero para pagar el
viaje en lancha, además no sabe nadar. Le habla al lanchero del
pueblo y éste le dice que puede llevarla gratis si accede a pasar una
noche con él. La chica llorando llega a su casa y le cuenta a su madre
lo que le ha dicho el lanchero, la mamá le responde que ella ya es
mayor de edad y sabrá lo que tiene que hacer.
Magda decide acceder a los requerimientos del lanchero, para llegar
donde Juan. Al llegar a casa de Juan, lo encuentra mal de salud, lo
atiende y espera a que se recupere, y entre lágrimas le cuenta lo que
ha tenido que hacer para ir a verlo. Juan al enterarse de todo, la
insulta, la ofende y le dice que desaparezca de su vida.
La joven sola y triste sale de casa de Juan y la espera allí Miguel, un
amigo de la infancia, que le dice que sabe todo lo que ella ha pasado
y que la entiende ya que él siempre ha estado enamorado de ella, por
lo que le pide casarse con ella.
2. Historia de la Neuroética
1. El caso de Phineas Gage es bastante ilustrativo para darnos
cuenta de la importancia del cerebro para la moral.
2. La aparición de la psicocirugía, con Egas Moniz, planteó dilemas
relevantes sobre la relación cerebro-moral.
3. A posteriori, las operaciones realizadas por Walter Freeman,
condujeron a debates importantes sobre la cirugía cerebral y
ética.
4. El neologismo aparece por vez primera en la bibliografía en
1973, bajo la pluma de la neuropsiquiatra de origen alemán,
establecida en Estados Unidos, Anneliese A. Pontius
2. Historia de la Neuroética
5. En 1995, la UNESCO desarrolló un estudio sobre la ética y las
neurociencias.
6. El término neuro-ética se formaliza e institucionaliza en el año
2002 en la conferencia de San Francisco patrocinada por la
“Dana Fundation”, en donde participaron unos 150 científicos
de diversas disciplinas. Pero ya antes neurólogos como
Damasio, Edelman, Changeux, Churchland y otros, además de
filósofos como Ricoeuer y Dussel abordaron el tema.
7. 2003, William Safire, periodista del NY times, acuña el
término neuroética para referirse “al campo de la filosof{ia
que discute lo correcto y lo incorrecto del tratamiento o la
mejora del cerebro humano”.
3. Delimitación de la Neuroética

Primero, que la moral y los juicios éticos son estados


funcionales de la actividad cerebral. Hoy en día ésta
es una forma muy común de concebir la mente.
Segundo, que la existencia y evolución de la ética se
entendería mejor si pudiéramos identificar las redes
neurales implicadas en los juicios morales y estéticos.
La ética de la neurociencia o la neurociencia de la
ética, ambos aspectos son abordados por la
neuroética
3. Delimitación de la Neuroética

Ética de la neurociencia
Se refiere a los problemas éticos suscitados por los
nuevos conocimientos que nos ofrecen las
neurociencias acerca de los mecanismos cerebrales
que sustentan nuestros comportamientos. Tiene dos
áreas:
1. Las cuestiones éticas relativas al diseño y
ejecución de los estudios neurocientíficos, y
2. La evaluación de los impactos éticos, legales y
sociales derivados de dichos estudios.
3. Delimitación de la Neuroética

Neurociencia de la ética
Aborda el terreno de los correlatos neurales de los
comportamientos morales. Trata de analizar los
conceptos de la filosofía moral como el libre
albedrio, la libertad, responsabilidad, conciencia,
la intención o la identidad personal, bajo la luz de
la función cerebral para determinar las áreas o
subsistemas que puedan dar cuenta de ellos.
3. Delimitación de la Neuroética

Los términos ‘moral’ y ‘ética’ tienden a confundirse. El


primero, relacionado con la conducta, es el que es
universal y permite hablar de sentido moral o instinto
moral. En cambio, la ética sería un concepto más
relativo a normas que rigen esa conducta, encaminadas
al bien común y sus valores. Éstas no son universales. Por
tanto, la ética sería un terreno más teórico o filosófico.
https://www.youtube.com/watch?v=8INJLH8iJRk
Ejercicio 1
Transplant:
Un brillante cirujano de trasplantes tiene cinco pacientes,
cada uno en la necesidad de un órgano diferente sin el
cual cada uno de ellos moriría. Desafortunadamente, no
hay órganos disponibles para realizar cualquiera de
estas cinco operaciones de trasplante. Un viajero joven y
saludable que está de paso por la ciudad viene a
hacerse un chequeo de rutina. Mientras le hacen el
chequeo, el doctor descubre que sus órganos son
compatibles con todos sus cinco pacientes moribundos.
Supongamos, además, que si el joven despareciera nadie
sospecharía del doctor. ¿Es moralmente admisible que el
doctor use a este viajero para salvar las vidas de las
cinco personas?
4. Filontogenia de las emociones

Brosnan y de Wall entrenaron monos capuchinos para recoger un


guijarro que se les lanzaba a la jaula. Si los monos devolvían el
guijarro obtenían como premio unas rodajas de pepino.
Una vez entrenados realizaron el experimento con dos monos
situados en jaulas vecinas, podían verse. El primero fue
recompensado con su pepino y el segundo con un racimo de uvas
(un premio más apetitoso).
La respuesta fue que alguno de los que tenían pepino se lo
tiraron al investigador; otros rehusaron devolver el guijarro
(colaborar). En otros casos recompensaron con uvas a un mono
que no había devuelto el guijarro; los demás reaccionaron
dejando de colaborar. Advirtieron que no habían sido tratados
de manera justa.
4. Filontogenia de las emociones
Nuestro sentido moral puede haber sido construido por la
evolución sobre unos cimientos que compartimos con otras
especies.
Según los últimos estudios el impulso inicial de la gente es
cooperar, y se advierte ya en niños de un año, que ayudan y
comparte natural, mientras que a los 2 o 3 años se han vuelto
más cautelosos.
Otros autores han señalado que antes de los 4 años los juicios
morales de los niños sobre los actos de otros tienen que ver
con el resultado, pero entre los 4 y los 8 años se empieza a
tener en cuenta la intención del agente. Los humanos también
tenemos un sentido innato de la justicia/equidad que se
manifiesta desde muy temprano.
4. Filontogenia de las emociones

No importan las creencias, la cultura o lo antiguo de


una civilización:
Principios enunciados ya en negativo (no matar, no
robar o no engañar), ya en positivo (cuidar a la
infancia o a los desvalidos, cumplir lo pactado o
respetar la tradición propia) son universales y han
estado presentes desde la más remota antigüedad,
de modo que podríamos decir que hay una ética
universal cuya invariancia lleva a postular la
existencia de mecanismos biológicos que la
sustenten y expliquen
Ejercicio 2
Footbridge:

Un tranvía fuera de control se dirige a toda velocidad


hacia cinco personas que se encuentran en la vía, las
cuales morirán si el tranvía sigue su curso actual. Usted
está de pie junto a un hombre voluminoso en un puente
peatonal que está sobre la vía. La única manera de
salvar a las cinco personas es empujar a este hombre
del puente peatonal, dentro de la trayectoria del
tranvía. ¿Es esto moralmente admisible?1
5. Ética deontológica y utilitarista
Para saber si las emociones fueran efectos, en lugar de elementos
constitutivos o causas, de los juicios. Para resolver esta duda,
Ciaramelli et al. 2007 y Koenigs et al. 2007 utilizaron la misma
metodología en pacientes con daño en la corteza pre-frontal
ventromedial. Los pacientes con daño ventromedial se
caracterizan porque sus capacidades emocionales relevantes
para la interacción social están seriamente comprometidas.
La hipótesis de los estudios con pacientes decía que, si la emoción
es constitutiva del juicio deontológico (y no un mero efecto del
juicio), los pacientes, al no tener las emociones, no responderían
de manera deontológica. Efectivamente, los pacientes tendieron
a evitar la respuesta deontológica.
5. Ética deontológica y utilitarista
La tesis de Greene asume que la neuropsicología podría
incidir en el aspecto explicativo y aclarar quizás por qué las
intuiciones morales varían en la población humana, y ubican,
tanto a filósofos como a legos, a unos en el bando
utilitarista y a otros en el bando deontológico.
En principio, es posible que la neuropsicología dé una
explicación de por qué unos sujetos se inclinan por
respuestas utilitaristas y otros por respuestas deontológicas
a los DMP.
La moral utilitarista se apoyaría en subestructuras que
evolucionaron más recientemente, mientras que la moral
deontológica se asentaría en subestructuras emocionales
ancestrales.
5. Ética deontológica y utilitarista
La explicación bimodular, sin embargo, no es la única posible,
si se tienen en cuenta las carencias que distinguen a estos
grupos poblacionales.
Habría dos hipótesis para explicar esa inclinación:
1. La preferida por Greene et al. (2004) y Greene (2007,
2008) es que el juicio utilitarista es producido por un
esfuerzo racional de deliberación crítica que se
sobrepone a emociones morales de origen evolucionario
antiguo, o que guía el juicio cuando esas emociones no se
activan debido a daños neuronales.
2. La otra hipótesis propone que el factor clave es
simplemente una carencia de empatía, sin la intervención
de ningún módulo utilitarista.
5. Ética deontológica y utilitarista
Wiech et al. (2012) diseñaron un estudio para confrontar estas
dos hipótesis. Midieron:
1. Rasgos de personalidad como la pobreza en empatía y la
tendencia a la híper-cognición.
2. También escanearon el cerebro de los participantes
mientras respondían a los DMP.
Encontraron lo siguiente:
a) que ambos rasgos de personalidad se correlacionan
positivamente con la tendencia a dar respuestas utilitaristas.
b) Hay una correlación entre la pobreza en empatía y
ausencia de activación de la Corteza Cingulada Subgenual
(CCS) que, según confirman otros estudios (Zahn et al.
2009), se activa cuando los sujetos sienten empatía o culpa.
5. Ética deontológica y utilitarista
c) No hallaron ninguna correlación entre valores altos
para el rasgo psicológico de híper-cognición y activación
de la Corteza Prefrontal Dorso-lateral –el área que
Greene et al. (2001) relacionaron con el juicio utilitarista
en sanos–
d) Ni correlación entre híper-cognición y desactivación de
la CCS.
Según el razonamiento plausible de Wiech et al. (2012),
sus resultados evidencian que el incremento del juicio
utilitarista se debe a una pobreza de empatía en los
sujetos, mientras que los patrones de activación neuronal
en los híper-cognitivos no sugieren un esfuerzo de
deliberación racional y crítica.
5. Ética deontológica y utilitarista
Así, propusieron que en éstos últimos la tendencia a
responder de manera utilitarista se puede deber más
bien a una dificultad para razonar sobre sus emociones.
Esto pone en duda la teoría de los dos módulos; y
además, sugiere que las emociones son esenciales para el
juicio moral, y que la tendencia a decisiones utilitaristas
contra-intuitivas en los DMP (sacrificar directamente a un
tercero para salvar varias vidas) es una disfunción, que
puede tener etiologías diferentes, en el procesamiento de
las emociones. Este fue también el núcleo de la crítica
planteada por Moll et al. (2007) a la hipótesis bimodular
en Greene et al. (2004).
5. Ética deontológica y utilitarista
Jesse Prinz propone una teoría “emocionista” (Prinz 2007)
plantea que las emociones son constitutivas de los juicios
morales.
Coincide con la tesis que Ciaramelli et al. (2007) y
Koenigs at al. (2007) en sus estudios con pacientes
ventromediales.
En ella no hay cabida para dos módulos morales, pues
todo juicio moral está constituido por emociones. Por
ejemplo, la diferencia moral que vemos entre los crímenes
contra niños y los crímenes contra adultos, o entre matar y
dejar morir, se deriva de diferencias en la intensidad
emocional que acompaña al juicio desaprobatorio.
5. Ética deontológica y utilitarista

La teoría emocionista puede explicar por qué las


personas tienden a decidir deontológicamente en unos
dilemas (p.ej., Footbridge) y de manera utilitarista en
otros (p.ej., Trolley), sin necesidad de postular
módulos. En estos casos, es la intensidad de las
emociones la que nos guía sobre qué juicios morales
emitir.
Ejercicio 3
Lifeboat:
Usted está en un crucero cuando se inicia un incendio a
bordo, y el barco debe ser abandonado. Los botes
salvavidas están llevando más personas de las que
pueden cargar. El bote en el que usted se encuentra
reposa tan bajo, que el agua está a punto de entrar y
hundirlo. El mar empieza a agitarse y el bote comienza a
llenarse de agua. A usted le parece que la única forma
de evitar el hundimiento es comenzar a lanzar a otros
pasajeros al agua comenzando con los ancianos, quienes
son muy débiles para resistirse. ¿Es apropiado que usted
lance algunos de sus compañeros pasajeros al agua para
salvarse a usted mismo y a los pasajeros restantes?
6. Moralidad y emociones

Hoy se puede afirmar, gracias a las investigaciones


en neurociencia y psicología, que las emociones y
los sentimientos son un factor necesario para el
desarrollo de las habilidades morales, retomándose
así la tesis humeana de que “las distinciones
morales se derivan de un sentimiento moral” .
6. Moralidad y emociones
Las emociones alertan, informan, valoran, regulan o equilibran
la relación del sujeto con él mismo, con su medio, con otros
objetos y con otros sujetos.
Así, se puede afirmar que cumplen una función adaptativa,
informativa, valorativa, e intersubjetiva o social, interviniendo en
la comunicación de estados afectivos, en el conocimiento y
control de la conducta de los demás, en la interacción social y
en la promoción de la conducta prosocial.
En definitiva, la idea a destacar es que las emociones son
funcionales también para la agencia moral. Como afirma Frijda,
“la emociones y sus manifestaciones variadas no parecen ser
(…) meros fenómenos perturbantes” (Frijda 2004:121).
6. Moralidad y emociones
Especialistas, como A. Damasio, J. Greene o F. De Waal,
procedentes de la neurología, la psicología y la etología,
respectivamente, apuntan, en efecto, al papel de las
emociones y los sentimientos como componente básico para
la agencia moral. Es clave la sugerencia del primero de
que:
“en ausencia de emociones sociales y de los sentimientos
subsiguientes, incluso en el supuesto improbable de que otras
capacidades intelectuales pudieran permanecer intactas, los
instrumentos culturales que conocemos, tales como los
comportamientos éticos (…) o bien no habrían aparecido
nunca, o bien habrían sido un tipo muy distinto de
construcción inteligente.” (Damasio 2005: 155)
6. Moralidad y emociones
J. Greene, tras varios experimentos con sujetos y dilemas
morales, afirma que “existe un gran número de pruebas
(…) a favor de la importancia general de la emoción en el
juicio moral” (Greene 2008). De hecho, este autor sospecha
que todos los juicios morales deben tener un componente
emocional, pues:
“Las teorías tradicionales de la psicología moral
acentúan el razonamiento y la “cognición elevada”,
mientras que el trabajo más reciente acentúa el papel
de la emoción. Los datos actuales de la fMRI apoyan una
teoría del juicio moral según la cual ambos, los “procesos
cognitivos” y los emocionales, desempeñan papeles
cruciales y a veces mutuamente competitivos.” (Greene
2004: 389)
6. Moralidad y emociones
Por último, De Waal habla de la empatía y la afectividad
como componentes básicos de la moralidad y afirma que,
frente a aquellos que defienden la teoría de que “la
resolución de un problema moral se asigna a añadidos de
nuestro cerebro evolutivamente recientes, tales como la
corteza prefrontal, la neuroimagen muestra que la tarea
de realizar un juicio moral implica a una gran variedad
de zonas cerebrales, algunas de ellas muy antiguas (…)
[por lo que] la neurociencia parece apoyar la postura de
que la moralidad humana está evolutivamente anclada en
la sociabilidad de los mamíferos ” (De Waal 2007: 84) y
ésta, a su vez, en el sistema emocional.
Ejercicio 4
Country Road:
Usted está conduciendo por una carretea rural cuando
escucha un pedido de auxilio que viene de unos arbustos
junto a la carretera. Usted se detiene y encuentra a un
hombre cuyas piernas están cubiertas de sangre. El
hombre le explica que ha tenido un accidente mientras
estaba en una excursión y le pide que lo lleve a un
hospital cercano. Su inclinación inicial es ayudar a este
hombre, quien probablemente perderá su pierna si no
llega al hospital pronto. Sin embargo, si lo lleva al
hospital, su sangre va a arruinar la tapicería nueva de su
auto. ¿Es apropiado que usted deje a este hombre al pie
de la carretera con el fin de preservar su tapicería de
cuero fino?
7. Bases neurales de la moralidad
7. Bases neurales de la moralidad
La interpretación (todavía discutida) es que los humanos
disponemos de dos sistemas de evaluación de las experiencias de
tipo moral; un primer sistema de naturaleza emocional, que
genera intuiciones acerca de lo que está bien o está mal, y que
sería la expresión de las tendencias innatas y de lo que
aprendimos a lo largo de la infancia. Este sistema emocional
tiene su representación cortical en la región ventral (orbitaria) y
medial de la corteza prefrontal, procesa de manera integral e
inconsciente y no verbaliza.
Además tenemos un sistema más nuevo, que se localiza en la
región de la CPFdl, que razona conscientemente y precisa del
lenguaje. Cuando hay disparidad de criterios habría una especie
de disputa entre ambos y se suele activar también la corteza
cingular (detector de conflictos).
7. Bases neurales de la moralidad
J. Greene y J. Haidt (2010) proponen una neuroanatomía del
juicio moral, por lo siguiente:
1. Giro medial frontal (9 y 10) se asocia a juicios morales
personales e impresonales. Con la visión de imágenes de
contenido moral y con los juicios relativos al perdón. Su
lesión implicaría un empobrecimiento en la capacidad de
juzgar ciertas reacciones agresivas y ausencia de empatía.
2. Cíngulo posterior y corteza retroesplénica (31 y 7) se
asocia a juicios morales como el anterior. Su lesión produce
déficit en el reconocimiento de rostros.
3. Lóbulo parietal inferior (39) relacionado con juicios morales
personales. Su lesión origina dificultades para el juicio.
7. Bases neurales de la moralidad
4. Corteza orbitofrontal y ventromedial (10 y 11) asociada
a juicios morales simples y con las imágenes con
contenido moral. Su lesión produce juicios prácticos
empobrecidos, reacciones agresivas, empatía y
conocimiento social disminuidos.
5. Polo temporal (38) relevancia en juicios morales simples
y su lesión afecta la memoria autobiográfica.
6. Amígdala cerebral, implicada en reconocimiento de
imágenes con contenido moral. Su lesión da lugar a
juicios pobres, tanto de caras como de acciones.
7. CPDL (9, 10 y 46) y LP (40 y 7) asociada a juicios
morales impersonales
Territorios corticales y subcorticales que participan en
la toma de decisiones morales. A: CPFdl, corteza
prefrontal dorsolateral; UTP, unión temporoparieal;
STUup, surco temporal superior. B: CCA, corteza
cingular anterior; CPFvm, corteza prefrontal
ventromedial. C: COF, corteza orbitofrontal; Amg,
amígdala.
. Corteza prefrontal anterior
(aPFC).
• Corteza orbitofrontal medial y
lateral (mOFC y IOFC).
• Corteza dorsolateral prefrontal
(DLPFC).
• Regiones ventromediales de la
corteza prefrontal (vmPFC).
• Lóbulos temporales anteriores
(aTL).
• Surco temporal superior (STS).
7. Bases neurales de la moralidad

Corteza prefrontal ventromedial (vmPFC).


• Codifica el valor emocional de los estímulos
sensoriales.
• Integración y control.
• Permite apegarse a normas sociales.
• El izquierdo es más activo en personas con
dificultad para aplicar las normas morales y
resolver problemas éticos.
• Suprime las reacciones prepotentes.
Fumagalli M & Priori A (2012). Brain. 135; 2006–2021
7. Bases neurales de la moralidad
Corteza prefrontal dorsolateral (dlPFC).
• Resolución de problemas.
• Control cognitivo.
• Suprime las reacciones prepotentes.
• Análisis costo-beneficio.
• Razonamiento moral utilitario.
• Se activa ante el comportamiento deshonesto y
al mentir.

Fumagalli M & Priori A (2012). Brain. 135; 2006–2021


7. Bases neurales de la moralidad

Corteza del cíngulo anterior (ACC).


• Mediador de conflictos racionales-emocionales.

Corteza del cíngulo posterior (PCC).


• Habilidad social-emocional.

Fumagalli M & Priori A (2012). Brain. 135; 2006–2021


7. Bases neurales de la moralidad
Lóbulo temporal.
Surco temporal superior (STS).
• Elaboración de dilemas morales asociados a emociones.
• Toma de decisiones en conflictos éticos complejos.
• Intencionalidad.

Circunvolución temporal anterior (ATL).


• Resolución, respuesta ante conflictos éticos (generalmente
utilitaria).

Giro angular.
• Evaluación de dilemas.
• Evaluación de la responsabilidad moral.
Fumagalli M & Priori A (2012). Brain. 135; 2006–2021
7. Bases neurales de la moralidad
Ínsula.
• Procesos emocionales, de desagrado, incertidumbre.
• Juicio deontológico.
• Conocimiento de justicia y equidad.

Lóbulo parietal.
• Parietal inferior.
• Memoria de trabajo.
• Control cognitivo.

Unión temporo-parietal.
• Intuición moral.
Fumagalli M & Priori A (2012). Brain. 135; 2006–2021
7. Bases neurales de la moralidad
Estructuras profundas.
Amígdala.
•Juicio afectivo, empatía.
•Control de emociones morales.
Tálamo.
•Decisiones en el seguimiento de normas y deseos
propios.
Septum.
•Donaciones a la caridad.
Hipotálamo.
•Monitoreo y control de la conducta agresiva.
Núcleo caudado.
•Evaluación de estímulos morales.
•Altruismo. Fumagalli M & Priori A (2012). Brain. 135; 2006–2021
7. Bases neurales de la moralidad

En el libro El cerebro moral, P. Chuchland realiza una


descripción de cómo la hormona oxitocina (OXT), una
antigua cadena de péptidos, puede explicar parte de la
base de las relaciones sociales. La importancia de este
péptido se basa en que constituye el centro de una
complicada red de adaptaciones que poseen los
mamíferos para el cuidado de los demás.
La oxitocina fue adaptándose para atender las tareas
del cuidado de la descendencia, y más tarde, ampliar el
círculo de cuidado al grupo social.
7. Bases neurales de la moralidad

El neuroeconomista Paul J. Zak describe en su libro La


molécula de la moral una intersección fascinante de la
neurociencia, la antropología cultural, la economía, la
filosofía, la política y la oxitocina. Sus principales estudios
relacionan este péptido con la confianza social: una
investigación biológica de la conducta ética. El origen de esta
relación lo encontramos en un experimento económico
realizado en 2005 en el cual se analizó el comportamiento
de los participantes que, para asombro de Zak, los individuos
que presentaban una mayor confianza en el comportamiento
pro-social eran quienes tenían un mayor nivel de oxitocina en
la sangre.
8. Alteraciones de la moralidad

1. Psicopatía
2. Sociopatía
3. Disfunción ejecutiva
4. Drogadependencia
5. Conductas antisociales

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