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La Liturgia

es una
invitación a
la RECONCILIACIÓN.
Dios desea la salvación
de todos sus hijos,
aunque se hayan apartado
de Él...
Las lecturas hablan
de la
RECONCILIACIÓN
propuesta por Dios,
como abandono
de un pasado
de esclavitud
y muerte
En la 1ª Lectura Dios

se reconcilia con su Pueblo.


(Jos 5,9a.10-12)

Israel celebra por 1ª vez

la Pascua en la Tierra Prometida.


Antes, los no circuncidados
deben pasar por la circuncisión,
como señal de la Alianza y

de pertenencia al Pueblo elegido.


TODOS celebrarían la Pascua,

como inicio de una vida nueva.


En la Cuaresma estamos invitados
a reconciliarnos con Dios,
poner fin a la etapa de esclavitud
y de desierto, a fin
de pasar a la vida
La 2ª Lectura es un Himno que enaltece la Misericordia de Dios,
que nos da la vida en Cristo y recomienda:
"DEJAOS RECONCILIAR con Dios". (2Cor 5,17-21)
* Ser cristiano es aceptar esa Reconciliación con Dios, en Cristo.
La comunión con Dios exige la reconciliación con los hermanos.
En el Evangelio,

El PADRE se reconcilió

con el hijo e invitó

a los hijos a reconciliarse


entre ellos. (Lc 15,1-3.11-32)

Un grupo de fariseos y
escribas criticaba a Jesús,
por la atención especial que
daba a los marginados,
tenidos como "pecadores"
por la sociedad de entonces.
Jesús, con tres parábolas,
(Oveja, Moneda e Hijo), revela
la gran bondad
y misericordia de Dios,
que sale y busca
La Parábola del PADRE MISERICORDIOSO
(o del Hijo Pródigo)

narra 2 escenas: el Hijo más joven y el Hijo mayor,


unidas por la acción del PADRE, que es el centro del relato:
+ El Hijo más joven, en una actitud de orgullo y de desprecio...
se apartó del Padre, de la familia y de la comunidad...
renunció a su posición de hijo y se fue “a un país lejano"...
- Soñó su felicidad con libertad e independencia
y quedó expoliado, harapiento, con hambre y sin dignidad...
- "Lejos" de la casa del Padre,
no encontró la felicidad
deseada.
El hambre le trae añoranzas...

y el recuerdo de la bondad

del Padre le animó a volver...

+ El Hijo mayor es un "buen hijo", obediente y trabajador...


pero no es un buen hermano. No acepta el regreso del hermano,
ni aun el amor del Padre, que lo acoge...
+ El Padre es el CENTRO:

Sale al encuentro

de los DOS HIJOS:


- CORRE al encuentro
del Hijo más
joven...
"movido de compasión”.
Lo abraza... Lo besa...
Manda buscar ropa, calzado,
un anillo.
Restituye la dignidad del hijo.
Y hace FIESTA para
celebrar con alegría su
retrono...
- VA también al encuentro
del Hijo mayor...
Le suplica que entre... Le
* Podemos abandonar
nuestra dignidad de
hijos.
Dios no abandona su
misión de Padre.
La acción del Padre refleja
la actitud de Jesús y
debe ser también la nuestra.

- ¿Quién es ese joven,


que con un deseo
de liberdad y
felicidad, va lejos del padre,
de la familia, de la
comunidad y de Dios...
y cuando siente el vacío en
que se encuentra,
comienza a sentir nostalgia
de la casa del padre?
- ¿Es ese hermano mayor
"buen practicante",
mas mal hermano,
que no se alegra con el
retorno del hermano
arrependido?
Cuantos hijos pródigos
continúan aún pródigos,
lejos de la casa del Padre...
porque no hay quien crea en
ellos y vaya a su encuntro,
ayudándolos a descubrir los
valores de la vida y de la fe...
* Tal vez seamos

un poco de los dos:


- Todos tenemos un poco

del pecado del joven


+ El Evangelio de hoy nos invita a imitar el gesto del Padre:
- que respeta la liberdad y las decisiones de sus hijos...
- que continúa amando y esperando el regreso de los hijos rebeldes.
- que está siempre preparado para abrazar a los hijos que regresan..
- que los acoge con amor y los reintegra en su familia.
- que festeja con alegría su vuelta...
Así nuestra celebración será siempre
un verdadero banquete para
celebrar en la alegría
la vuelta al Padre y a la comunidad de los hijos
pródigos que estaban perdidos, pero que vuelvan
a la vida por la Bondad de Dios y
por la Acogida
de los hermanos.

P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS 14.03.2010

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