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FUEROS Y LIBERALISMO: LAS GUERRAS

CARLISTAS Y EL PROCESO DE ABOLICIÓN FORAL


1.-RÉGIMEN FORAL VASCO
2.-PRIMERA GUERRA CARLISTA: MODIFICACIONES
DEL RÉGIMEN FORAL
3.-TERCERA GUERRA CARLISTA. ABOLICIÓN DEL
RÉGIMEN FORAL. EL CONCIERTO ECONÓMICO
RÉGIMEN FORAL
FUEROS VASCOS Y NAVARROS:
-Instituciones propias de autogobierno y de
administración de justicia
-Exenciones fiscales
-Exenciones de quintas, es decir, los vascos y
navarros no cumplían el servicio militar
obligatorio impuesto por Felipe V (en el
alistamiento se procedía a sortear a los
quintos, de manera que 1 de cada 5 cumplía y
los otros quedaban exentos)

Los territorios forales sólo tomaban las armas


en tiempos de guerra y exclusivamente para
defender sus límites provinciales.
Con la llegada de los Borbones a España se
abre una nueva época para los fueros vascos.
La unificación jurídica y política que pretendía
la monarquía chocará con el intento de
mantener la foralidad vasca.
Felipe V  “Decretos de Nueva Planta”, reinos
de la Corona de Aragón pierden sus Cortes,
Instituciones y Fueros propios, imponiéndoles
las leyes de Castilla. Sin embargo, los navarros
y vascos siguen vigentes al haber apoyado a
Felipe V en la guerra.
1°.- SITUACIÓN EN EL S. XVIII.
1704 Felipe V confirma todos los fueros vascos,
pero ya en 1717 se produce el contrafuero
cuando se aprueba trasladar las aduanas a la
costa, acabando de este modo la exenci6n fiscal
y la libertad de comercio.
Las aduanas vuelven al interior en 1723. A
partir de este momento los intentos de limitar
los privilegios de las provincias vascas son
innumerables, aunque, por otro lado, los reyes
ratifican los fueros sin excepción. Se crea una
situación bastante ambigua.
Carlos III busca el uniformismo económico : la unidad
de mercado traslado de las aduanas a la costa. Se
promulgan sucesivas medidas encaminadas a revisar el
librecambismo vasco. Para ello establecerá un cerco
arancelario en torno al País Vasco a través de las
siguientes medidas:
•Gravar los productos vascos en las aduanas, de
manera que los productos no fueran competitivos en el
resto del país (ahogar el comercio vasco evitando
tomar medidas antiforales)
•Arancel de 1789 (para suprimir las
ventajas que para el comercio vasco
suponían sus exenciones fiscales) establece
una barrera arancelaria que afecta a todos
los productos que entran en el País Vasco.
2°.- S. XIX
Con la llegada del liberalismo se inicia definitivamente
la crisis de los fueros vascos, especialmente tras la
primera guerra carlista. Sin embargo, los fueros no
desaparecieron definitivamente hasta la 3ª guerra
carlista y, además, en cierto modo, se mantuvieron
mediante los Conciertos Económicos.
a) Primer tercio del S. XIX
-Constitución de Bayona: La cuestión vasca se aplaza.
-Cortes de Cádiz: Los fueros vascos quedan
sentenciados, aunque sea solo teóricamente, al
defender la unidad nacional de todos los habitantes de
España .
-Con la llegada de Fernando VII se vuelve a la
situación anterior pero los contrafueros se suceden.
-Trienio liberal
1. Primera Guerra Carlista (1833-1840)
La negativa de D. Carlos a reconocer a su sobrina le
llevó al exilio a Portugal.
Cuando, en Septiembre de 1833 muere Fernando VII,
el infante reclamó su derecho al trono y en muchos
lugares se produjeron levantamientos armados en su
favor, iniciándose un largo y cruel conflicto civil de 7
años.
Bases sociales del carlismo:
-Parte de nobleza rural,

-Propietarios medianos que no aceptan los


impuestos liberales,

-Parte del bajo clero  Odia a los impíos


liberales

-Parte del campesinado  Con arrendamientos


enfiteúticos, temen el sistema capitalista
porque supone el aumento de las rentas que
pagaban.
Territorios carlistas:
-País Vasco (menos las capitales Bilbao,
Vitoria y San Sebastián)

-Navarra

-Aragón

-Valencia (Maestrazgo)

-Cataluña (interior rural y agrario)

-Partidas aisladas en las dos Castillas, Galicia y


Andalucía.
Ideología: absolutismo y tradicionalismo.  “Dios,
Patria, Fueros, Rey”

-Monarquía absoluta

-Tradicionalismo CATÓLICO: preeminencia política,


social, cultural e ideológica de la Iglesia

-Administración FORAL, en especial los fueros vascos


y navarros

-Sociedad ARCAICA (feudal o estamental)

-Economía RURAL Y AGRARIA

-TRADICIÓN (costumbres, creencias)


Contrarios a:
-Liberalismo y monarquía parlamentaria

-Laicismo

-Administración CENTRALISTA Y UNITARIA


(uniforme)

-Sociedad MODERNA (proletaria y capitalista)

-Economía INDUSTRIAL Y URBANA

-PROGRESO (innovación)
Revista La Flaca en 1869. El clero visto como cómplice del carlismo.
Este pleito sucesorio, en realidad, ocultaba un conflicto de
carácter ideológico-político que dividía a la sociedad española en
dos sectores con intereses contrapuestos
Carlistas

Apoyos Espacio geográfico Ideología

Navarra
Pequeña nobleza terrateniente Absolutismo regio

Las tres provincias vascas

Integrismo religioso
pequeños agricultores de
los territorios forales vasco La zona del Maestrazgo
navarros

Mantenimiento de los fueros


y el tradicionalismo

Bajo clero rural las capitales:


Bilbao, Pamplona, Vitoria y San Sebastián;
nunca llegaron a controlarlas
Isabelinos

Apoyos Espacio geográfico Ideología

Propietarios acomodados Monarquía constitucional


y grandes terratenientes Las ciudades y la mayor parte de España
Soberanía nacional

Industriales
y hombres de negocios Libertades públicas

Excepto las zonas ocupadas por los carlistas


Intelectuales Separación de poderes,
Igualdad ante la ley e
Ideales propios de la ilustración
Alto clero Zonas forales, Cataluña,
el Maestrazgo,
y núcleos del Levante A nivel económico
Profesionales libres y Castilla
Liberalización Desamortización Defensa de la
Oficiales del ejército de los bienes de los bienes industria
de la nobleza de la Iglesia nacional
Mayor parte de la nobleza
Guerras carlistas: las guerras civiles del siglo XIX.
Antecedentes: Partidas realistas del Trienio Liberal,
La sublevación de los Agraviados de 1827

1ª guerra carlista (1833-1839)


En el aspecto militar se diferencian tres etapas:
De 1833 a 1835, de predominio o
iniciativa carlista
La guerra se inicia con el levantamiento
de una partida en Talavera de la Reina,
a la que se sumaron otras en tierras
vascas y navarras. Aunque no contaron
con el apoyo del ejército regular, algunos
oficiales sí se unieron a los carlistas.
El general Zumalacárregui consiguió organizar un
ejército de 25.000 soldados en el norte, mientras que
Ramón Cabrera unificaba las partidas aragonesas y
catalanas. El predominio en el ámbito rural no pudo
extenderse al urbano. Las capitales vasconavarras
permanecieron fieles al régimen isabelino. En el
fallido sitio carlista a Bilbao murió Zumalacárregui.
Entre 1835 y 1837, equilibrio de fuerzas
Columnas carlistas recorren con gran rapidez pero sin
apoyo popular, ni éxito militar, el territorio controlado
por el ejército isabelino. Uno de estos avances,
capitaneado por el pretendiente Don Carlos, llegó a las
puertas de Madrid pero no pudo conquistar la capital.
Un segundo sitio a Bilbao (1836) fracasó por la
brillante intervención de socorro dirigida por el
general Espartero.
De 1837 a 1839.
El caos, el desorden y los
enfrentamientos internos debilitan la
causa carlista. Un grupo, los
“transaccionistas” se mostraron proclives
Ramón Cabrera
a llegar a un acuerdo de paz, mientras
que otro, los “intransigentes” eran
partidarios de continuar la guerra.
El jefe de los transaccionistas, el general
Maroto firmó el Acuerdo o “Abrazo de
Vergara” (1839) con el liberal Espartero
dando fin al conflicto bélico. Sólo algunas
partidas aisladas, encabezadas por Ramón Maroto
Cabrera, mantuvieron las acciones
militares en el Maestrazgo hasta 1840.
El “Abrazo de Vergara”(1839):
Los liberales reconocen los grados militares de las
tropas carlistas y aceptan la incorporación de sus
oficiales y soldados al ejército isabelino.

Se recoge una ambigua promesa de mantener los fueros


vascos y navarros.

Páginas 2ª y 3ª del Convenio de Vergara.

Baldomero Espartero y Rafael Maroto


b) Convenio de Vergara y la ley de 25 de octubre
1839.
Se inicia definitivamente el proceso de abolición foral.
Firmado por Espartero (liberal) y Maroto (carlista),
sellaba el compromiso de Espartero de defender ante
el Gobierno el mantenimiento de los Fueros. El
compromiso en cualquier caso fue muy ambiguo. Al
cabo de dos meses las Cortes aprobaron una ley que
confirmaba los fueros vascos sin perjuicio de la unidad
constitucional de la Monarquía.

Artículo 1.°. El capitán general, don Baldomero Espartero,


recomendará con interés al Gobierno el cumplimiento de su
oferta de comprometerse formalmente a proponer a las Cortes
la concesión o modificación de los fueros.
“Doña Isabel II por la Gracia de Dios y de la
Constitución de la Monarquía española, Reina de las
Españas y durante su menor edad, la Reina viuda doña
María Cristina de Barbón, su Augusta Madre, como
Reina Gobernadora del Reino; a todos los que la
presente vieren y entendieren sabed: que las Cortes
han decretado y Nos sancionado lo siguiente:

Art. 1 °. Se confirman los Fueros de las provincias


Vascongadas y de Navarra, sin perjuicio de la unidad
constitucional de la monarquía.

Art. 2°. El Gobierno tan pronto como la oportunidad lo


permita, y oyendo antes a las provincias Vascongadas
y a Navarra, propondrá a las Cortes la modificación
indispensable que en los mencionados Fueros reclama
el interés de las mismas, conciliándolo con el general
de la Nación y de la Constitución de la Monarquía,
resolviendo entre tanto provisionalmente, y en la
forma y sentido expresados, las dudas y dificultades
La ley de octubre de 1839 establecía un
mecanismo para llegar a la conciliación entre
fueros y constitución. A iniciativa del Gobierno
se propondría a las Cortes la modificación de
los Fueros, pero previamente debía oír a las
Provincias Vascongadas y Navarra.
No se dice quien tendría la representación de
estas, quedando el Gobierno con las manos
libres para realizar las modificaciones
indispensables.
Pero en 1841 se promulgaron varias leyes
antiforales:

-Navarra perdía sus aduanas y sus


instituciones políticas (Cortes), pero
conservaba ciertos derechos forales de
carácter fiscal y militar.

-Las provincias vascas perdieron ciertos


privilegios forales a la vez que mantuvieron
otros. Por ejemplo, fue derogado el “pase
foral”, que permitía “obedecer pero no
cumplir”, “retrasar pero no suspender” las
disposiciones del gobierno central.
c) Disposiciones de 1841: Ley Paccionada
Con respecto a la ley de 1839, Navarra negocia y llega
a un acuerdo. Pero los territorios vascos no acceden a
ninguna negociación que pusiera en peligro la
permanencia de los Fueros.

El interlocutor del Gobierno en Navarra será la


Diputación, pero esta no será elegida mediante el
sistema tradicional sino conforme al procedimiento
electoral vigente en la España liberal.

La consecuencia de este acuerdo es la Ley Paccionada


de agosto de 1841. La ley equivalía al final de los
privilegios forales de Navarra. Perdía su capacidad
legislativa y sus exenciones fiscales. Mantendrá su
derecho civil así como su autogobierno administrativo e
incluso el económico.
Decreto de 29 noviembre 1841.-

El Gobierno no consigue negociar con los otros tres


territorios, pero consigue un argumento para imponer
su autoridad cuando en 1841 se produce un
levantamiento en el País Vasco a favor de la Regente
(Mª Cristina).

Entre los sublevados había fueristas, carlistas,


liberales moderados... El alzamiento lo desbarató
Espartero, apoyado por el Ayuntamiento de San
Sebastián.

Mediante el Decreto de 29 noviembre 1841 quedan


parcialmente abolidos los Fueros, manteniéndose la
exención al servicio militar y fiscal.
d) Los Fueros de los moderados.
El ascenso de los moderados al poder en 1844
devolvió gran parte de las atribuciones forales.
La presión del liberalismo moderado vasco será
decisiva a la hora de la recuperación de los
privilegios forales.
La devolución de los Fueros era la manera de
atraerse a los fueristas (carlistas y liberales).
Pero los moderados no restablecieron todos los
fueros, ni tampoco los liberales vascos lo
pretendían : las aduanas continuaron en la
costa y no se restableció el pase foral.
La III guerra carlista 1872-1876

Se inicia en 1872 y el ejército del aspirante Carlos


VII consigue controlar buena parte del país vasco y
Navarra estableciendo su capital en Estella
1876. Alfonso XII pasa revista La guerra finalizó en 1876 con
el ejército del Norte la conquista de Estella, la
capital carlista y la huida a
Francia del pretendiente. En
Julio son abolidos los Fueros
vascos.
19 Febrero 1876, entrada de
Alfonso XII San Sebastián
e) Ley de 21 Julio de 1876 y
la Abolición Foral
La liquidación de la ultima
guerra carlista ofreció una
ocasión inmejorable al
Gobierno para afianzar la
unidad del Estado. Así se
llega a la Ley 21 Julio 1876,
obra de Cánovas.
DON ALFONSO XII, Por la gracia de Dios Rey
constitucional de España: A todos los que las
presentes vieren y entendieren, sabed: que las
Cortes han decretado y Nos sancionado lo siguiente:

Artículo 1º. Los deberes que la Constitución política


ha impuesto siempre a todos los españoles de acudir
al servicio de las armas cuando la ley los llama, y de
contribuir en proporción de sus haberes a los gastos
del Estado, se extenderán, como los derechos
constitucionales se extienden, a los habitantes de las
provincias de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava del mismo
modo que a los de las demás de la Nación.
Artículo 2º. Por virtud de lo dispuesto en el articulo
anterior, las tres provincias referidas quedan
obligadas desde la publicación de esta ley a
presentar, en los casos de quintas ó reemplazos
ordinarios y extraordinarios del Ejército, el cupo de
hombres que les correspondan con arreglo a las
leyes.

Artículo 3°. Quedan igualmente obligadas desde la


publicación de esta ley las provincias de Vizcaya,
Guipúzcoa y Álava a pagar, con la proporción que les
correspondan y con destino a los gastos públicos, las
contribuciones, rentas e impuestos ordinarios y
extraordinarios que se consignen en los presupuestos
generales del Estado.
La ley dispone que los deberes constitucionales de
acudir al servicio de las armas y de contribuir a los
gastos del Estado se extendiera a los habitantes de
los tres territorios. Además la ley autoriza al
Gobierno a introducir las reformas necesarias. La ley
no suprime literalmente el régimen foral, aunque daba
amplísimas atribuciones al Gobierno.
Ante la desobediencia de las Juntas y Diputaciones el
Gobierno los disolvió al año siguiente, sustituyéndolas
por diputaciones provinciales nombradas por el
Gobierno.
Se consuma entonces la liquidación del régimen foral.
En cualquier caso algunas atribuciones se mantendrán
mediante los Conciertos Económicos.
EL CONCIERTO ECONÓMICO: EL CUPO

Decreto de 28 de Febrero de1878 establece


provisionalmente la forma por la que las
Provincias Vascongadas debían cumplir el
precepto constitucional, y la Ley de 21 de julio
de 1876, de pagar impuestos según sus
haberes.

Este decreto, con una vigencia prevista de


ocho años, fijaba unos cupos que debían
pagar las diputaciones provinciales en
sustitución de lo que podría recaudar la
Hacienda del Estado en las tres provincias por
los principales impuestos de la época, salvo
las aduanas.
Para poder pagar el cupo, y los gastos de su propio
funcionamiento, las diputaciones mantuvieron amplias
competencias tributarias y administrativas, (policías
provinciales, control municipal, obras públicas,
beneficencia, educación…).

Desde 1886 se fue renovando por plazos más


prolongados (12, 20 y 25 años), permitiendo a las
diputaciones vascas mantener una autonomía fiscal en
sus territorios.

En 1937 fue abolido para Vizcaya y Guipúzcoa por su


participación en la Guerra Civil del lado republicano,
mientras que Álava lo mantuvo.

En 1981, tras la Constitución y el Estatuto, fue repuesto


para las tres provincias vascas.

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