Como comunicarse con los adolescentes (1ª parte)

Uno de las tareas más importantes (y complicadas) de los padres de adolescentes es

mantener siempre abiertas las vías de comunicación. Para ello a continuación se dan
algunas sugerencias sobre cómo comunicarte con tu hijo adolescente, y así lograr una
comunicación efectiva.

Dar mensajes claros.

Es un error decir a la misma cosa “no” un día y “sí” otro día a tu hijo
adolescente, salvo que las circunstancias hayan cambiado y si eso ha
ocurrido es importante hacer notar la diferencia de las circunstancias.

Dar mensajes claros ayuda a crear una base de confianza, fomenta

el buen comportamiento y ayuda a bajar los niveles de estrés en
una familia.

Aprender a escuchar y responder con respuestas que incentiven la

comunicación y eviten que el adolescente salga de la habitación y de un
portazo…… “Ok, respeto tu ponto de vista, el mío es este otro,
conversémoslo”

Emplear un tono positivo y utilizar un lenguaje corporal afirmativo

mientras hablas. Acompañar el mensaje tocando en los hombros o espalda
(puntos clave)
El acercamiento físico debe ser más cuidadoso, hombros, espalda y
cabeza. Evitar tocar partes más sensibles como manos, rostro,
estomago….. recuerda que tu hijo(a), esta creciendo y se esta
transformando poco a poco en un adolescente.

Tratar a tu adolescente con el mismo grado de respeto con el que

esperas que te trate a ti.
“Nunca lo insultes, ni lo ridiculices, menos aún frente a sus pares.”

Dar mensajes afirmativos.

Cada vez que se presente la ocasión, recuerdale que lo quieres….. Todos
necesitamos saber que somos queridos y queribles.
“Me alegra que estés bien”, “Eres un buen chico”, “felicitaciones,
hiciste un buen trabajo”, “Se ve el esfuerzo que estas poniendo en
tu trabajo, sigue adelante”….

Como comunicarse con los adolescentes (2ª parte)

No pierdas “los estribos”, no grites. Si empiezas a gritar, la capacidad
receptiva del adolescente bajará a cero. Hay momentos en los que todo
adolescente cree que sus padres y profesores no lo comprenden, que le
hacen la vida imposible. Y cuando gritamos por frustración o rabia, solo
conseguimos alejarlo más.
Si crees que vas a perder el control, “los estribos”, suspende la
conversación para retomarla en un momento en el que has logrado
sobreponerte, y estas más calmado. Puedes decir… “estoy
demasiado enojado, me voy y volveremos a conversar cuando me
calme.”

“El que grita más, no es el que tiene más la razón

Cuando se ha arreglado, dile que esta buen mozo, bonita…”Que linda o

buen mozo te ves”, “te ves muy bien con tu cuello arreglado”
Cuando ordena su habitación, sus cosas, sin que se lo hayas pedido,
coméntaselo de tal forma que se sienta orgulloso (aunque no te lo vaya a
demostrar)

Se preciso y da detalles sobre lo que esperas de tu hijo.

Puedes escribir en un papel lo que esperas que haga y pegarlo en el
refrigerador
Mantener tu lugar
de trabajo
o diario mural como recordatorio. Siempre es bueno escribir
en una hoja las reglas y acuerdos importantes, porque así ambas partes
ordenado
Arreglarse el
pueden
cuello y la ropa
Andar limpio consultar el papel cuando surja una confusión sobre una norma
específica. Es más, si te tomas el tiempo para escribirlo juntos, tendrá un
Hablar con un
lenguaje
adecuado
mejor efecto, ya que ambas partes se sienten participes del acuerdo al que
han llegado.

Nunca “ningunees” a tu hijo cuando estás enojado o triste. Si algo

que hace o dice te enfada o entristece de sobremanera, dile que no estás
en condiciones de seguir una conversación antes de alejarte. Es peligroso
ignorarlo o dejar de hablarle y seguir tan normal con otros miembros de la
familia, porque solo conseguirás distanciarlo cada vez más.

Evitar decir frases como: "porque yo lo digo". Explica tus razones

de forma tranquila a tu hijo(a).
Los adolescentes saben que la última palabra la tendrán los adultos, pero
es importante que sepan por qué les pedimos que hagan algo que no
quieren hacer, o por qué les prohibimos ciertas actitudes o
comportamientos.
 Involúcralo en una conversación, no entres en un monólogo. Termina
tus frases con otra que invite a la comunicación:
 ¿Qué piensas tu?
 Parece muy importante para tí, intenta explicarme por qué
 Buena pregunta, intentaré contestar
 Me interesa mucho conocer tu opinión
 ¿Comprendes lo que te intento explicar?
 ¿Quieres hablar?

Lograr una coherencia entre lo que predicas y lo que practicas. Es

importante dar ejemplo para tener credibilidad

Evitar frases negativas que más bien logran todo lo contrario, como por
ejemplo:
 Si vuelves a decir eso te....
 Me trae sin cuidado qué hace tus amigos
 No vengas llorando a mí se te sale mal
 No te creo
 No comprendes nada
Pregúntaselo a tu madre/padre

Escuchar con atención a tu hijo cuando te habla. No hagas otra

actividad mientras, y si estás haciendo algo cuando empiece, para. Mira a
tu adolescente, escucha y ofrece un comentario cuando termine.

Organizar actividades conjuntas, a veces con toda la familia, a veces

solos. Excursiones, comidas, una cena fuera, vacaciones.... Si tu
adolescente no quiere pasara todas las vacaciones con la familia, intenta
buscar una solución y ayúdale a encontrar la manera de pasar tiempo con
sus amigos y tiempo con su familia.

En las consecuencias ser más constantes y se cumplan acuerdos previos si tu haces esto hay esto,
motivar con lo que les gusta