Tepatitlán en el tiempo
Frutos de la caridad
El rector del seminario
Por el padre Miguel Ángel
padre.miguel.angel@hotmail.com
Hace pocos
días, nuestro
Seminario
Diocesano de
San Juan de los
Lagos recibió el
informe anual,
por tal motivo
entrevisté al
padre Wario.
-Padre Rector ¿Qué celebraron en el
Seminario?
-Una vez más, como lo he venido
realizando en estos últimos años, me
presenté ante el Seminario, para recorrer con
una mirada de fe, la marcha de nuestro
seminario a lo largo del curso escolar 2007-
2008. La palabra recordar significa
etimológicamente, volver a dar el corazón.
Recordar no es sólo un ejercicio de la
memoria, es ante todo un ejercicio de amor.
Es una oportunidad para renovar ideales,
para recuperar la huella del amor primero con
el que arribamos a este Seminario. Recordar
en el Seminario es también agradecer a Dios,
a la Iglesia Diocesana y a tantas personas,
algunas con nombre y otras perdidas en la
discreta sombra del silencio.
-¿Cómo ve a los jóvenes de estos
tiempos?
-El momento presente, cargado de luces
y de sombras, de obstáculos y de
esperanzas, se ha convertido en un tema
cotidiano en nuestras reflexiones. Nos ha
tocado vivir en un mundo de constantes
transformaciones. La historia se ha
acelerado y los cambios mismos se vuelven
vertiginosos. Así la realidad se ha vuelto
más compleja y opaca para el ser humano.
Los jóvenes sienten más que nunca el
atractivo de la llamada sociedad de
consumo, que los hace dependientes y
prisioneros de una interpretación
individualista, materialista y hedonista de
la existencia humana. De aquí el rechazo a
todo aquello que sepa a sacrificio y
renuncia; la tendencia sistemática a rehuir
todos esfuerzo por encontrar y vivir los
valores espirituales y religiosos. La
preocupación exclusiva del tener por encima
de la primacía del ser, y consecuentemente,
vivir los valores personales no desde la
lógica de la gratuidad, sino desde la
posesión egoísta y la instrumentalización
del otro.
-¿Qué opina usted de la formación que
otorga a los adolescentes?
-El Seminario menor deberá ayudarlos a
relacionarse adecuadamente con todo tipo
de personas y sentar las bases de las virtudes
que más aprecian los seres humanos. Al
iniciarse en la vida académica, se asomarán
al vasto campo de la cultura para hacerlos
7 días Sábado 6 de diciembre de 2008
capaces de descubrir los valores y entrar en
diálogo con el hombre.
Esta etapa del Seminario Menor, es un
momento vocacional importante en el que
se busca, proporcionar elementos de
formación humana, intelectual y cristiana a
los jóvenes que parecen poseer indicios de
vocación sacerdotal.
-¿Cuál es uno de los principales frutos
que se obtienen en el Curso Introductorio,
antes de llegar al Seminario Mayor?
-El curso introductorio facilita la
necesaria adaptación del joven a la nueva
mentalidad y estilo de vida que supone la
vocación sacerdotal. Sus hábitos, sus
costumbres, su modo de ver las cosas en
ocasiones, suele estar lejos de lo que se
necesita para configurarse con Cristo. En
ese sentido, uno de los principales frutos
de esta etapa es la creación de una
plataforma espiritual sólida que garantice un
proceso de maduración interior que le
acompañará a lo largo de toda la vida.
-¿Qué tan convencidos están los
seminaristas acerca de sus trabajos
apostólicos los fines de semana?
-Con relación al apostolado, los alumnos
aprecian y valoran mucho las experiencias
que se les brindan. Todos reconocen que
han sido esos momentos los que les han
fortalecido en su proceso vocacional. Existe
entre los alumnos el convencimiento de que
el apostolado es un medio excelente para
formarse como pastores. En general, los
alumnos manifiestan gusto e interés por sus
labores apostólicas. Se sabe trabajar en
equipo y logran insertarse en la realidad.
-Algo que usted quiera añadir
-Invito a mis compañeros formadores a
redescubrir con
asombro la noble
misión que nos ha
sido encomendada.
Sabemos que no
somos los mejores, ni
los más capaces;
pero Dios aquí nos
tiene. Esforcémonos
en dar lo mejor de
nosotros mismos.
Calemos profunda y
positivamente en la
vida de estos jóvenes
que son el tesoro más
valioso de nuestra
Iglesia Diocesana.
Hagamos a un lado
nuestros intereses
personales y demos
prioridad a esta
misión por encima de
nuestras propias
programaciones.
Por Juan Flores García
Hermelinda Gutiérrez. nuestro Señor no aceptó mi entrega, guardándola
Nació en Tepatitlán en el para otra ocasión.”
año de 1876, el 22 de Esta mujer de marcadas virtudes fue ejemplo
febrero. palpable para los habitantes de Tepa. En el
Desde niña mostró gran catecismo los entonces niños disfrutábamos de
interés en aprender el su alegre compañía y la de las catequistas que la
catecismo, después ayudaban a darnos esas lecciones contenidas en
ayudaba a las personas el catecismo, que además estaban amenizadas con
mayores a catequizar a los la historia de la trágica guerra cristera, que
niños. Otra de sus grandes sufrimos pero por mucho.
cualidades era atender Le dábamos una importancia de recreo que
enfermos siendo la familia tan numerosa, no se escuchábamos con mucha atención y a la vez nos
daba momento de descanso, pues apenas emocionaba hasta llorar. Recordamos que también
mejoraban unos y otros ya estaban solicitando asistíamos al catecismo a su casa en la cual se
sus servicios. respiraba cierto sabor a santidad por la quietud y
Viuda a los siete meses de casada volvió al alegría que retenía por los acontecimientos de
hogar paterno, dedicándose entonces por unos años atrás sufridos.
completo a la práctica de sus grandes actividades: También gozamos de aquellas fiestas de
el catecismo y la atención de los enfermos. premiación por nuestro empeño en asistir al
A instancias del padre Basilio Gutiérrez y catecismo. Y que por eso nos daban un boleto
junto con otros colaboradores formó un centro que cambiábamos por golosinas en la fiesta
de catecismo para niños en el santuario de nuestra organizada por el padre Basilio Gutiérrez que les
Señora de Guadalupe y otro para niñas en la llamábamos Jamaica que tenían lugar en el Atrio
Parroquia de San Francisco. del Santuario de Guadalupe, con la asistencia
Invitada por el Sr. Cura Gabino de Alba, se desde luego, de Doña Hermelinda que con su
hizo cargo del Hospital de Jesús por espacio de sola presencia, llenaba de alegría el ambiente en
20 años y aunque fueron tiempos difíciles ella compañía del padre.
encontraba la manera de solucionar los problemas Después de llevar una vida ejemplar que sufrió
económicos: organizaba tómbolas, también obras para merecer la gloria eterna, murió esta virtuosa
de teatro y ayudada por otras personas, hacia mujer, el 24 de febrero de 1962 a los 86 años de
una colecta domiciliaria con el fin de que ningún edad. No cabe duda de que Dios con su infinita
enfermo que solicitara atención medica fuera bondad, nos colmó de seres piadosos para hacer
defraudada. el bien en esa época para gozar de su memoria en
En tiempos de la Revolución Callista abrió nuestros días.
las puertas de su casa a los sacerdotes y religiosas Y con esto decimos que así fue Tepa en el
que solicitaban su hospitalidad. Ella construyó tiempo.
un lugar estratégico en su hogar donde también
fueron llevados los copones, custodias y Agradecemos sus comentarios a:
ornamentos, y cuando apremiaba el peligro, jofloreso@prodigy.net.mx
también algunas personas.
Lo anterior le costó que la
tuvieran en la cárcel, pero a
pesar de las amenazas y
castigos a que fue sometida no
reveló el lugar en que se
encontraban sus protegidos.
Platicando con ella, a los
muchos años de este suceso le
decía una persona: “oye
Hermelinda, ¿de verdad no
hubieras revelando el lugar
donde estaban los
perseguidos?” Entonces ella
con su severidad y serenidad
característica y su temerario
valor le dice: “Me
impresionaba mucho dejar a mi
anciano padre; pero, como tú
sabes, mi hermana lo atendería
en caso de que yo faltara,
entonces ofrendé de gusto mi
vida por salvar otras más
provechosas. Pero mira,
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