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EL LIDERAZGO, UNA NECESIDAD EN TIEMPOS DE CRISIS

Una empresa deber tener unos principios


que actúen como los cimientos sobre los
que pueda construir su actividad. Esto,
junto con un adecuado funcionamiento
interno, el manejo de la competencia y las
personas que forman parte de ella, son los
4 aspectos imprescindibles para una
empresa ganadora. En este último
contexto, el papel del líder es básico
porque cuando uno es líder, su éxito se
basa en conseguir que otros crezcan y
rindan.

El último estudio realizado por el Centro de Estudios Financieros (CEF) a 4.000


empleados en el que se tipifican los diez pecados capitales que los
trabajadores observan más a menudo en sus jefes aportan el siguiente
resultado:

1.- No son claros 46%


2.- No motivan 44%
3.- No se comunican 32%
4.- No escuchan 32%
5.- Se siente líder mandando 32%
6.- No enseñan ni forman 31%
7.- Se contradicen 31%
8.- Incompetencia directiva 29%
9.- No respetan horarios 28%
10.- Se estresan 27%

Los cinco primeros tienen que ver con la falta de comunicación y ocho de los
diez con liderazgo. Ahora vamos a centrarnos en el liderazgo. Si de alguna
forma se puede definir un líder quizás es a través de las reglas que rigen su
comportamiento. Estas ocho reglas son:

1. Los líderes hacen que su equipo mejore continuamente, aprovechando


cualquier oportunidad para evaluarlo, darle moral o realizar mentoring.
2. Los líderes se aseguran no sólo de que su equipo entienda su visión, sino
también de que la viva, de que la haga suya o al menos se sienta parte de ella.
3. Los líderes comprenden a los miembros de su equipo e irradian energía
positiva y optimismo cuando lo necesitan.
4. Los líderes establecen confianza siguiendo principios de integridad, claridad,
justicia y honestidad, consiguiendo así que su equipo esté siempre de su parte.
5. Los líderes tienen el coraje necesario para tomar decisiones impopulares
basadas en hechos y al mismo tiempo seguir sus instintos
6. Los líderes lo cuestionan todo, con una intensidad que en ocasiones roza el
escepticismo, y además se aseguran de obtener respuestas a sus preguntas
de forma clara e inequívoca.
7. Los líderes inspiran la asunción de riesgos y el aprendizaje continuo con su
ejemplo. Nunca creen que por ser jefes tienen el don de la sabiduría máxima.
8. Los líderes celebran los éxitos para con ello generar más energía positiva e
inyectar moral a su equipo.

Sólo con esta actitud es posible que el líder construya un equipo ganador, que
reúna las claves necesarias, es decir:

- Un fuerte liderazgo
- Una meta en común
- Unas reglas claras del juego
- Un plan de acción
- Un apoyo en la toma de riesgos
- Un 100% de involucración

Para ello, una de las herramientas que utilizan los líderes es la dirección por
objetivos bien entendida, claro está. La base para construir un buen modelo de
dirección por objetivos es una asignación clara de responsabilidades que
permita tener a la gente centrada en lo verdaderamente importante.

Por eso es fundamental que nos cuestionemos siempre el “para qué” de


nuestra gente, es decir, debemos ser capaces de saber, sin lugar a dudas, para
qué tenemos a alguien en la empresa. Los ya conocidos “manuales de
descripción de puesto de trabajo”, cuando se realizan de la forma correcta, nos
deberían permitir poder escribir en medio folio en qué queremos que se centre
un empleado y qué esperamos obtener de su trabajo. Y por supuesto…
habérselo comunicado de forma clara al interesado y obtener su compromiso.
Sin esto, no hay dirección por objetivos.

En la realidad en la que nos movemos a diario, los clientes diferencian a las


empresas excelentes de las mediocres… por eso, si queremos convertirnos en
una empresa de éxito, parafraseando a Camilo Cruz: “El éxito de una empresa
es simplemente el reflejo de la actitud, grado de motivación y compromiso de
las personas que la forman”. Y si esto es así… ¿podemos permitirnos el lujo de
no ser auténticos líderes de nuestras empresas?

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