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Sánchez - 2013 - Concepto y Tipologías de Integración
Sánchez - 2013 - Concepto y Tipologías de Integración
Aunque el término integración es seguramente uno de los que se usa con más frecuencia dentro del
ámbito de la literatura de las TIC, probablemente también sea uno de los que se utiliza con un mayor nivel
de ambigüedad en cuanto al significado del concepto, dando lugar a una noción muy poco acotada del
mismo. Muchas veces lleva implícito un alto grado de subjetividad, en función de aquello que se necesita
integrar o bien la propia visión particular de la integración de un determinado autor concreto. Todo ello
hace que sea complicado encontrar bibliografía de referencia específica y significativa sobre la noción real
de la expresión.
Una primera aproximación a la caracterización del concepto de integración consiste en aceptar que no se
trata de una propiedad intrínseca a un solo elemento o componente – entendido éste último en una forma
amplia, pudiendo ser considerado el componente como un modelo, un servicio, una herramienta, un
método, una aplicación o incluso un sistema – sino que se trata de una característica asociada a cómo un
determinado elemento se interrelaciona e interactúa con otros elementos o componentes del entorno en
que convive (Liu et altri, 2010). Así pues, y a objeto de intentar clarificar poco a poco la ambigüedad que
rodea al concepto de integración, empezaremos por intentar diferenciar y acotar dos términos utilizados
para caracterizar distintos tipos de interrelación entre varios componentes - interoperabilidad e
integración – y que, si bien habitualmente se usan de forma intercambiable o como sinónimos, debemos
ser conscientes de que son conceptos con connotaciones distintas.
Interoperabilidad e Integración
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Para la realización de este apartado nos hemos basado principalmente en “Integration et altri” (The Testing
Standards Working Party)
Sin duda la interoperabilidad entre dos sistemas es una característica muy importante, pero debe tenerse
en cuenta que si dos sistemas en su conjunto no realizan eficientemente ninguna función o bien no
cumplen un determinado objetivo útil; dicha interoperabilidad sería irrelevante más allá del propio
concepto. Así pues, dicho atributo se circunscribe únicamente en garantizar la comunicación y el
entendimiento entre dos sistemas, pero no con el hecho de cómo se comportan en su conjunto los
componentes o elementos que lo componen.
Por otro lado, la integración no sólo se circunscribe al hecho de que la comunicación entre diversos
(sub)sistemas o componentes se realice de una forma adecuada mediante una determinada interface, sino
que va un estadio más allá y se ocupa no solo de cómo los componentes y (sub)sistemas se combinan,
sino que también de cómo éstos se comportan como un todo (system as a whole). Este comportamiento
global deberá abarcar tanto los aspectos funcionales como aquellos no funcionales del sistema resultante
integrado. La siguiente ilustración, muestra gráficamente esta idea de cómo dos componentes interactúan
para formar un único sistema integrado.
Consecuentemente, y dado que por integración podemos entender la fusión de varios componentes (o en
su defecto subsistemas) en un nuevo y único sistema global uniforme, autónomo y más grande, es muy
habitual encontrar en la literatura referencias al concepto de integración caracterizadas bajo la expresión
de integración de sistemas.
Una vez tratados estos dos conceptos introductorios, podemos entrar ya a analizar con más detalle los
distintos niveles o estados posibles en que puede presentarse la integración.
Atendiendo a Mische (2001) podemos encontrar cuatro diferentes estados o niveles agregados de
integración. Cada uno de estos estados conlleva asociada su “propia definición, propiedades,
características y complejidades” (Mische, 2001) y permite distinguir con mayor facilidad en qué nivel de
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madurez de integración concreta, se encuentra situada una determinada organización u empresa:
Nivel o Estado 1: Interconectividad. Se trata del nivel más elemental de integración posible que
podemos encontrar en una organización, y se establece como la capa base sobre la que se
sustentaran el resto de niveles de integración. La interconectividad conlleva en conseguir que
distintas piezas o componentes tecnológicos (IT artifacts) puedan conectarse para trabajar juntos
bajo un mismo entorno de trabajo. La interconectividad fundamentalmente está relacionada con
aspectos físicos de plataformas hardware, como por ejemplo aquellos relativos al intercambio de
datos mediante protocolos y sistemas de redes y telecomunicaciones (Vernadat, 2002). Sin
embargo, las funcionalidades ofrecidas por los aplicativos y programas software existentes en la
actualidad, continúan siendo bastante específicos y restringidos al ámbito de las tecnologías que
las soportan y/o los usuarios que las utilizan, con muy poca o ningún tipo de integración a nivel
funcional.
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Diversos autores acostumbran agrupar los estadios de interoperabilidad y consistencia semántica en uno solo, al que es habitual
referirse como Integración de Aplicaciones (Application Integration). Ver Hasselbring (2000) o Vernadat (2002).
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Nivel o Estado 4: Integración Convergente. Se trata del mayor y más sofisticado nivel de
integración que puede conseguirse. Un nivel de integración sistémico de este tipo requiere no solo
la integración de tecnologías, de aplicaciones y la racionalización de los datos distribuidos en las
diversas bases de datos existentes – los tres niveles anteriores – sino que también requiere la
integración de todos ellos con los procesos de negocio, el conocimiento, las personas implicadas y
las reglas que deben coordinar todo el sistema de trabajo organizativo (workflows). Muy pocas
empresas alcanzan realmente este nivel de integración tan elevado.
En base a todo ello, y tal y cómo reflejamos de forma resumida en la tabla siguiente, los tres primeros
estadios o niveles de integración están claramente relacionados con aspectos intrínsecamente
relacionados al ámbito de las TIC (Integración de Sistemas de Información) mientras que el último y más
avanzado de los estadios del modelo se refiere a aspectos de ámbito organizativo (Integración
Empresarial).
Integración de Sistemas
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Ciertos autores se refirieren a este nivel de integración como Integración de Negocio (Business Integration) o bien incluso cómo
Integración Organizativa (Organizational Integration). Ver Volkoff et altri (2005) o Vernadat (2002).
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integración de tecnología, aplicativos, datos y procesos de negocio , tal
como reflejamos en la ilustración previa.
Una vez analizado el enfoque incremental del concepto de integración, nos encontramos ya en
condiciones para poder formular una definición más concreta de los conceptos de Integración Empresarial
e Integración de Sistemas de Información. Nos centraremos en primer lugar en el primero de ellos.
Diversas son las definiciones que se pueden encontrar sobre el concepto de Integración Empresarial en
la literatura especializada. Por ejemplo Vernadat (2002) propone una primera aproximación
caracterizándolo como “la descomposición de barreras organizativas existentes mejorando las sinergias
dentro de la empresa, a objeto de que los objetivos de negocio se logren de una manera más productiva y
eficiente”. También Barki y Pinsonneault (2005) se refieren al concepto como “la medida en que los
distintos e interdependientes componentes de una organización se constituyen como un todo”.
En sintonía con estas definiciones genéricas, Lawrence y Lorsch (1969) consideran que la Integración
Empresarial se trata de “un proceso orientado hacia la unificación de esfuerzos entre distintos subsistemas
para la consecución de las tareas (objetivos) de una determinada organización”. Aparece aquí el concepto
de integración asociado al de un “proceso”, es decir, integrar consiste en una actividad recurrente que
representa un “ciclo iterativo y progresivo orientado a fusionar y a unir tecnología, personas, conocimiento
y procesos operativos. Es más un viaje que un proyecto específico de puesta a punto” (Mische, 2001).
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O al menos, a una parte de dichos procesos de negocio: aquellos en que es posible informatizar sus flujos de información a través
de un Sistema de Información (Computer-Based Information System).
Por lo que se refiere a la Integración de Sistemas de Información, como ya hemos visto con
anterioridad podríamos decir que se ocupa principalmente de dar soporte a los aspectos más tecnológicos
relacionados con la integración de los flujos de información de la empresa. Así, nuevamente Chalmeta,
Campos y Grangel (2001) se refieren al término como la “creación de una infraestructura global de
información soportada por nuevas e innovadoras tecnologías (…) centrada en la flexibilidad y la eficiencia
en su funcionamiento”. Gartner Group (citado en Mische, 2001) también se refiere a este concepto de
infraestructura global al definir la Integración de Sistemas de Información como un “proyecto de Sistemas
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de Información grande, amplio y complejo (más de 1 millón de dólares ) que incluye el diseño y/o la
construcción de una arquitectura o aplicación personalizada, así como su integración con el hardware,
software paqueteado o personalizado y sistemas de comunicación nuevos o pre-existentes.”
En cualquier caso, y a modo de puntualización de la definición aportada por Gartner, entendemos que de
de forma análoga a lo que hemos comentado previamente para Integración Empresarial, probablemente
sería más lógico pensar nuevamente en el concepto de Integración de Sistemas de Información más bien
como un proceso, que no como un proyecto concreto. O como mínimo, como un conjunto de proyectos (o
iniciativas de integración) que se van sucediendo temporalmente a objeto de mantener de forma continua
un Sistema de Información Empresarial Integrado (Integrated Enterprise Wide System) a lo largo del
tiempo.
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A nuestro entender, el hecho de incluir o fijar el coste o el precio como una de las dimensiones asociadas a la definición del
concepto de Integración de Sistemas de Información, quizá resulte excesivamente restrictivo.
Integración híbrida: la literatura también establece una tercera tipología de integración híbrida
(Themifstocleous & Irani, 2002) relativa a aquellos casos de integración de procesos de negocio
asociados, por un lado, a una empresa específica y por otro lado a uno o varios cliente. Se
Otra clasificación habitual y más detallada, es aquella que clasifica los enfoques de integración en función
de la tipología de los procesos de negocio a integrar (Vernadat, 2002; Domínguez, 2010, Mendoza 2000
y Wangler & Paheerathan, 2001). Bajo este ámbito, podemos diferenciar entre:
Proveedores Clientes
Empresa
Es un tipo de integración que se puede dar tanto a nivel intra-empresa como a nivel inter-
empresa, lo que permite diferenciar varias subtipologías de integración horizontal:
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En la actualidad, los sistemas SCM podrían considerarse no solamente como un ejemplo de integración horizontal hacia atrás, sino
que también podrían considerarse como un ejemplo de integración horizontal total; puesto que hoy en día no solo integran los flujos
de información de la cadena de suministro “aguas arriba” (relación con proveedores y fabricantes de materias primas) sino que
también integran los flujos informativos de la cadena de aprovisionamiento “aguas abajo” (distribuidores y vendedores).
Para concluir, en el siguiente gráfico ofrecemos una representación gráfica de las principales tipologías de
integración comentadas en los epígrafes previos.
VERTICAL INTEGRATION
DOWNWARD
UPWARD
INWARD
BACKWARD
HORIZONTAL INTEGRATION
Ilustración 7 – Enfoques de integración. Fuente: Elaboración propia a partir de Mendoza (2000)
REFERENCIAS
Liu, S. ; Duffy, · Alex H. B. ; Whitfield, Robert I. & Boyle, Iain M. (2010). “Integration of decision support
systems to improve decision support performance”. Knowledge Information Systems, Vol. 22. (2010),
Issue 3, pp. 261-286.
Testing Standards Working Party. "Technical Note; Integration, Interoperability et altri". British Computer
Society Specialist Interest Group in Software Testing.
Hasselbring, W. (2000). “Information Systems Integration”. Communications of the ACM 43, 6 (June 2000),
pp. 32-38.
Volkoff, O.; Strong, Diane, M. & Elmes, Michael B. (2005). “Understanding enterprise systems-enabled
integration”. European Journal of Information Systems (2005) 14, 110–120
Vernadat, F. B. (2002). “Enterprise Modelling and integration (EMI): current status and research
perspectives”. Annual Reviews in Control, Vol. 26 (2002), pp. 15-25
Chalmeta, R.; Campos, C. & Grangel, R. (2001). “Reference architectures for enterprise integration”. The
Journal of Systems and Software, Vol. 57 (2011), pp. 175-191
Barki, H. & Pinsonneault, A. (2005). “A Model of Organizational Integration, Implementation Effort, and
Performance”. Organization Science, Vol. 16, No. 2, March–April 2005, pp. 165–179
Lawrence, P. & Lorsch, J. (1969). “Organization and Environment”. Harvard Business School Press, Boston, MA.
Mayer, R. J & Painter, M.K. (1991). “Roadmap for enterprise integration”. In Proceedings of Autofact’91
Conference, Chicago, pp. 7.1-7.26
Mendoza, Luis Eduardo. (2000). “Sistemas de Información. Teoría (III)”. Material Didáctico. Departamento
de Procesos y Sistemas. Universidad Politécnica de Cartagena.
Wangler B. & Paheerathan, S. J. (2000). Horizontal and vertical integration of organizational IT Systems.
Information Systems Engineering, 2000.
Themifstocleous, Marinos & Irani, Zahir. (2002). “Novel taxonomy for application integration".
Benchmarking: An International Journal, Vol. 9 Issue 2, pp. 154 - 165