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HISTORIA DEL TRABAJO SOCIAL EN MÉXICO

NOMBRE: JULIETH REYES ARIAS

DANIELSEVERINO MORENO

BERTHA RUBI TOLENTINO ALVARADO

NOMBRE DEL DOCENTE: EVA KARINA SANTIAGO GONZALEZ

GRADO: CUARTO CUATRIMESTRE

MATERIA: HISTORIA DEL TRABAJO SOCIAL EN MEXICO

FECHA DE ENTREGA: 20/ OCTUBRE /2023


INTRODUCCION

El trabajo social es muy importante desde mucho tiempo atrás, ya que ha cumplido

una función muy importante en la sociedad y ha aportado gran parte a nuestro país.

en este trabajo hablaremos acerca de los antecedentes que han suscitado desde años

atrás y sabremos los aportes que este ha tenido.


INDICE

UNIDAD 1 LAS FORMAS DE AYUDA Y DE ACCIÓN SOCIAL EN MÉXICO 1521-


1920
1.1 LAS FORMAS DE AYUDA Y ACCIÓN SOCIAL EN NUEVA ESPAÑA 1521-1700
1.2 LAS FORMAS DE AYUDA Y ACCIÓN SOCIAL EN NUEVA ESPAÑA 1700-1821
1.3 LAS FORMAS DE AYUDA Y ACCIÓN SOCIAL EN EL MÉXICO CISMÁTICO
1821-1876
1.4 LAS FORMAS DE AYUDA Y ACCIÓN SOCIAL EN EL PORFIRIATO 1877-1910
1.5 LA REVOLUCIÓN MEXICANA

UNIDAD 1. ANTECEDENTES DEL TRABAJO SOCIAL EN MEXICO 1920 – 1933


2.1 ANTECEDENTES EN EL AREA DE SALUD

2.2 ANTECEDENTES EN EL AREA DE SALUBRIDAD

2.3 ANTECEDENTES EN EL AREA DE BENEFICIENCIA


2.4 PROFESIONALISMO DEL TRABAJO SOCIAL

UNIDAD 3 EL DESARROLLO HISTÓRICO DEL TRABAJO SOCIAL EN


MÉXICO 1934-2000.
TEMA 3.1 EL TRABAJO SOCIAL Y EL PERIODO CARDENISTA 1934-1940.
TEMA 3.2 EL TRABAJO CAPITALISTA EN MÉXICO Y EL TRABAJO SOCIAL 1940-
1970.
TEMA 3.3 EL TRABAJO SOCIAL Y EL FIN DEL MILAGRO MEXICANO 1970-1982.
TEMA 3.4 EL TRABAJO SOCIAL EN EL MÉXICO NEOLIBERAL 1982-2000.
UNIDAD 1

1.1 LAS FORMAS DE AYUDA Y ACCIÓN SOCIAL EN NUEVA


ESPAÑA 1521-1700

Con la conquista de México-Tenochtitlán, emergieron los conquistados y los


conquistadores, los explotados y los explotadores, los marginados y los favorecidos,
los indígenas y los españoles. El nuevo universo fue puesto a debate sus masas
quedaron cubiertas por ideas diversas y encontradas. Inicialmente la Corona Española,
influenciada por los religiosos regulares aminoró, al menos en el papel la esclavitud del
indígena, como respuesta surgió una corriente de opinión opuesta a tal disposición.
José Miranda aporta factores de peso que fundamentan esa orientación: Primero, la
diferencia de civilización. Segundo, la desconfianza de los conquistadores respecto a
los recién sometidos. Tercero, la necesidad de una mano de obra abundante para el
desarrollo de la economía colonial. Cuarto, el interés económico de la Corona. Es fácil
intuir como los intereses económicos y políticos desplazaron a los incipientes y tibios
sentimientos de justicia e igualdad.
La Corona inicio una serie de pautas legislativas donde los individuos fuero n
equiparados a una categoría especial de españoles, los rústicos o miserables, es decir
individuos de segunda clase y se le sometió a un régimen de tutela que en el papel los
favorecía, pero que en la realidad defendía la explotación.
La adecuación de los grupos indígenas a una situación opuesta a su realidad original,
determino que la corona diseñara planteamientos socio-económicos para proteger sus
notorios intereses económicos y políticos.
1.2 LAS FORMAS DE AYUDA Y ACCIÓN EN LA NUEVA
ESPAÑA 1700-1821
El reformismo hispánico fue promovido con el objetivo primordial de superar la
decadencia de España.
indicaron mandatos que transformaron las diferentes esferas de la vida novohispana,
como punta una forma eclesiástica.
busco reducir el poder del credo novohispano, dictando decretos para que la iglesia
pagara impuestos a la corona: prohibición de adquirir bienes
se impulsó la "castellanización'', la cual buscaba integrar los grupos indígenas con
sectores de mestizos, castas y negros. Esta política implico en la desaparición de las
"repúblicas de indios".
El México Cismático 1821-1877
El México cismático se caracterizó por una aguda inestabilidad política, crisis
económica y diversas intervenciones extranjeras.
A partir de 1821, al tratar de configurar un Estado Nacional que enfrentara al poder
eclesiástico, la cobertura de servicios sociales que demandaba la situación del país, va
ser limitada, inconsistente e insuficiente.
La compleja y oscura realidad del país y los intereses de la iglesia impidieron que estos
esfuerzos reformistas se concretizarán al máximo.

1.3LAS FORMAS DE AYUDA Y ACCIÓN SOCIAL EN MÉXICO


CISMÁTICO 1821-1876
Sobre las formas de Ayuda y Acción Social en México
El abordaje de las formas de ayuda acción social en México, por las distintas
transformaciones económico-políticas. las diferentes actividades realizadas, primeramente,
por la iglesia y las formas de ayuda social en México.
1.4LAS FORMAS DE AYUDA Y ACCIÓN SOCIAL EN EL
PORFIRIATO 1877-1910
Porfiriato 1877-1910
La política social de Díaz consistió en aprovechar el crecimiento económico y la
forzada estabilidad política para conciliar intereses de los diversos grupos
políticos y económicos poderosos.
es así como plantea la necesidad de institucionalizar la beneficencia pública,
impulsar la beneficencia privada y reimplantar la asistencia religiosa.
Esto permitió paliar la miseria que generaba el sistema de explotación.
Los logros se limitan a la Ciudad de México principalmente (salud,
educación y beneficencia).

1.5 LA REVOLUCIÓN MÉXICO

Desarrollo de la Revolución mexicana


El 20 de noviembre de 1910 iniciaron los primeros movimientos armados de la
Revolución mexicana respaldados por Pascual Orozco (jefe de las tropas
irregulares del estado de Chihuahua), Francisco Pancho Villa (líder los
campesinos en el norte de México) y Emiliano Zapata (quien representaba a los
campesinos y demás líderes populares del sur de México).

Dichos líderes luchaban en conjunto por su oposición a Díaz; sin embargo, no


eran aliados, ya que cada uno reclamaba las necesidades particulares de los
pueblos que representaban y por lo cuales se enfrentaban.
Tras la presión ejercida, el día 25 de mayo de 1911, Porfirio Díaz renunció a la
presidencia luego de haber firmado un pacto con Francisco I. Madero, quien
posteriormente fue electo presidente y ejerció la presidencia de México.
Madero restauró la constitución, prohibió la reelección y estableció el sufragio
popular. Sin embargo, estos cambios no fueron suficientes para mejorar la
situación general del país, ni para satisfacer las necesidades del pueblo mexicano.
PLAN DE AYALA

El Plan de Ayala fue una proclamación política firmada por el líder de las tropas del sur,
Emiliano Zapata, a quien Madero le había solicitado que licenciara sus tropas. Sin embargo,
Zapata solo aceptaría dicha propuesta si Madero cumplía con una serie de condiciones que,
finalmente, desconoció. Esto produjo mayores desencuentros entre ambos líderes, en
especial porque Madero tampoco llevó a cabo la reforma agraria exigida por los
campesinos, lo que generó mayor descontento hacia su mandato. Finalmente, los grupos
liderados por Emiliano Zapata se alzaron en contra de Madero.
Zapata firmó el Plan de Ayala el 28 de noviembre de 1911, en el cual se desconocía el
gobierno de Madero y hacía un llamado al enfrentamiento armado para recuperar la
propiedad de las tierras trabajadas por los campesinos. En ese entonces, se popularizó su
lema “La tierra es para quien la trabaja”.
Por otra parte, en el norte de México, el general Pascual Orozco y su ejército también se
levantaron en contra del gobierno de Madero y desobedecieron sus órdenes, ya que estaban
inconformes con las reformas llevadas a cabo.
Como respuesta, Madero envió al general Victoriano Huerta, simpatizante del porfirismo, a
enfrentarse con las tropas de Orozco. Huerta salió victorioso y se ganó la confianza del
presidente Madero.
DESENLACE DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA
Tras la renuncia de Huerta a la presidencia, derivaron diferentes desacuerdos y acuerdos
entre los líderes Carranza, Villa y Zapata por lo que se realizó la convención de
Aguascalientes en noviembre de 1914.
Luego, tras varios enfrentamientos armados, protestas y desencuentros por la situación
política, económica y social por la que atravesaban los mexicanos, y al poner bajo control
los movimientos de Villa y Zapata, Carranza llamó a un congreso constituyente y fue
promulgada la Constitución de 1917, el día 5 de febrero.
La nueva constitución se caracterizó por reconocer el derecho de los trabajadores,
establecer una jornada de trabajo de ocho horas, un salario mínimo, la reforma agraria, el
Estado se concedió el derecho de expropiar las tierras y separó a la Iglesia del poder
político.
Carranza fue asesinado en un viaje hacia Veracruz en mayo de 1920. Tras su muerte y
posteriores elecciones, resultó electo como presidente de México Álvaro Obregón. Para ese
entonces, los conflictos armados de la Revolución mexicana habían acabado casi por
completo.
Durante este proceso, fueron asesinados los líderes campesinos Emiliano Zapata en 1919, y
Francisco Pancho Villa en 1923, ambas importantes figuras de la Revolución mexicana por
sus ideales y lucha continua.
UNIDAD 2. ANTECEDENTES DEL TRABAJO SOCIAL EN MEXICO 1920 – 1933

2.1 ANTECEDENTES EN EL AREA DE SALUD

Desde inicios del siglo XX hasta nuestros días, una de las principales características del
sistema educativo ha sido su verticalidad. Cuando el presidente Álvaro Obregón creó la
SEP en 1921, el primer secretario de Educación Pública, José Vasconcelos, puso en marcha
un proyecto educativo que atendiera las necesidades de una población primordialmente
rural cuyo analfabetismo era cercano al ochenta por ciento.

En ese contexto histórico, centralizar la educación constituyó un paso indispensable para


crear escuelas que permitieran difundir los ideales de la Revolución y los valores del
humanismo. Este gran proyecto del Estado mexicano se veía limitado por el insuficiente
número de maestros formados en las escuelas normales. Por ello, Vasconcelos emprendió
una campaña alfabetizadora e inició la formación de un magisterio rural con una
escolaridad de tres o cuatro grados de primaria a fin de compartir sus conocimientos con un
pueblo en su mayoría analfabeta. Como parte de este esfuerzo, Vasconcelos creó las
misiones culturales que buscaban incorporar a los indígenas y a los campesinos al proyecto
de nación.

Dos décadas después, Jaime Torres Bodet relanzó el proyecto educativo nacional para
expandir la cobertura en todo el territorio. Inspirado en el legado de Vasconcelos, Torres
Bodet emprendió nuevamente una campaña alfabetizadora, apeló a la vocación de los
jóvenes, y creó el Instituto Nacional de Capacitación del Magisterio para estimular el
trabajo docente en el campo e impulsar su desarrollo profesional.

En 1944, buscando la equidad, Torres Bodet organizó la Comisión Revisora y


Coordinadora de Planes Educativos, Programas de Estudio y Textos Escolares para unificar
los planes y programas de primaria. Asimismo, creó el Comité Administrador del Programa
Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE) para dar respuesta a la creciente demanda
de planteles en los diversos niveles educativos.
Más adelante, durante la presidencia de Adolfo López Mateos y con el regreso de Torres
Bodet a la SEP, surgió un instrumento fundamental para la educación de los mexicanos: el
libro de texto gratuito. Con la creación de la Comisión Nacional de Libros de Texto
Gratuitos en 1959, la sociedad tuvo acceso a los libros de texto, no solamente como
elementos para reforzar los contenidos comunes en la educación de todo el país, sino
también como una medida de apoyo para las familias que no tenían recursos para
adquirirlos.

En las siguientes décadas, el incremento poblacional acelerado y la urbanización del país


provocaron que el sistema educativo concentrara sus esfuerzos en las escuelas urbanas. A
pesar de los intentos por cambiar las prácticas, métodos y contenidos para fortalecer el
ejercicio magisterial en el ámbito rural, estas acciones no fueron suficientes para hacer de la
educación un verdadero motor de movilidad social. Si bien la expansión del sistema
educativo permitió pasar de una cobertura del diez por ciento en primaria en 1921 a una
cobertura completa en primaria y casi universal en la secundaria al inicio de la segunda
década del siglo XXI; en este largo periodo, se hicieron evidentes diversos obstáculos para
ofrecer una educación de calidad.

A principios de los años noventa se llevó a cabo la descentralización de la Educación


Básica. Entre otros aspectos de este proceso, la SEP preservó su atribución normativa para
determinar los planes y programas de estudio en la educación básica de todo el país, en
tanto que los gobiernos estatales asumieron la responsabilidad de brindar los servicios
educativos. A pesar de la transferencia de 100 mil escuelas de educación básica, que
permitió a las autoridades intermedias atender de manera más cercana las necesidades
educativas locales, el sistema mantuvo su carácter esencialmente vertical y prescriptivo.

Por su parte, la Educación Media Superior también ha tenido logros destacados, aunque
sigue enfrentando desafíos importantes. Durante la mayor parte del siglo XX, esta
modalidad tuvo una escasa cobertura que comenzó a acelerarse hasta finales de los años
sesenta y, sobre todo, desde inicios de los noventa. Hoy, tres de cada cuatro jóvenes en la
edad correspondiente cursan la educación media superior y la Constitución dispone que
para el ciclo escolar 2021-2022 la cobertura deberá ser total.
A diferencia de la Educación Básica, la Media Superior se desarrolló en múltiples
subsistemas agrupados en dos grandes categorías: el Bachillerato General y el Bachillerato
Tecnológico. La multiplicidad de subsistemas tiene la ventaja de facilitar una formación
más pertinente, de acuerdo a los requerimientos locales. No obstante, la reciente
introducción del Marco Curricular Común ha logrado dar mayor identidad a la Educación
Media Superior, al tiempo que conserva las ventajas de contar con los subsistemas. Al igual
que en el nivel básico, en el medio superior prevalece el importante reto de elevar la calidad
educativa. Además, existe un serio problema de abandono escolar que se manifiesta sobre
todo en el primer año.

A casi un siglo de su diseño original, el modelo educativo ya no es compatible con una


sociedad más educada, plural, democrática e incluyente. Dentro de la unidad esencial del
país existe una variedad de identidades, de perspectivas, de culturas que preservan
identidades diferentes, reflejo de la diversidad que nos caracteriza como nación. No
obstante, el modelo no ha permitido a las localidades, regiones y entidades reflejar su
identidad y perspectiva de futuro en la organización y en los contenidos educativos con los
que la escuela trabaja.
2.2 ANTECEDENTES EN EL AREA DE SALUBRIDAD

Para comprender en su totalidad el origen del Hospital General de México, es necesario


remontarse a la época de la colonia española en México cuando con la llegada de los
españoles al nuevo continente arribaron varias órdenes religiosas, quienes bajo el concepto
medieval de “Caridad”, proporcionaron los primeros servicios hospitalarios, con la vieja
tradición de ser al mismo tiempo, hospederías, orfelinatos, asilos y sanatorios.

Este concepto de “Caridad” surgió con la idea, puramente cristiana, de crear hospitales y
asilos para enfermos y pobres que eran atendidos, supuestamente, por personas llenas de fe
y amor y desprendidas de los bienes terrenales. La necesidad de atención de enfermedades
locales y de otras nuevas que llegaron con los visitantes españoles de Europa, motivaron el
la creación de hospitales. En 1524, se inauguró el primero de ellos en México, el Hospital
de la Concepción de Nuestra Señora, que años después cambiaría su nombre por el de
Hospital de Jesús de Nazareno. La Concepción de la Caridad fue la razón principal para la
fundación de los 128 hospitales en el siglo XVI en México, pues afirmaban los conceptos
religiosos de obtener el “perdón divino”, o para conseguir la aceptación de la sociedad ante
algún pecado cometido. Este importante número de hospitales correspondía al inmenso
territorio conquistado.
Del total de ellos, en la capital sólo se fundaron 9, entre los que se encontraban: San
Lázaro, San Hipólito (para hombres con enfermedades demenciales), Epifanía u Hospital
Infantil Franciscano, Real de Naturales (para indígenas) Real del Amor de Dios (para la
atención de enfermedades venéreas) y el de Nuestra Señora de Monserrat (para enfermos
crónicos). En el siglo XVIII, la obra hospitalaria encabezada por las órdenes religiosas
perdió su autoridad ya que los reyes españoles ya no se interesaban por nuevas fundaciones
en la Nueva España, a pesar de que la idea de la Caridad se mantenía vigente a pesar de que
se buscaba que los servicios proporcionados a los enfermos fueran mejores.

Este nuevo concepto de atención coincide con la fundación del Hospital General de San
Andrés en 1779, donde se intentó proporcionar a los enfermos mejores servicios,
concretando la “Justicia Humana” en la atención de enfermedades. Al mismo tiempo que el
imperio español comenzaba su decadencia, iniciaba la evolución de la práctica médica en
los hospitales, donde ya lo importante no era sólo contar con personas que ayudaran a los
enfermos a “bien morir” sino para reestablecerles su salud. Este cambio en la conciencia
médica motivó al gobierno a asumir el control de las instituciones de salud y no dejarlo a
las organizaciones religiosas, de este modo, los conceptos de derechos humanos, caridad y
asistencia médica se elevaron al concepto de “Beneficencia Pública”, más acorde a los
cambios sociales y políticos originados por el movimiento de independencia en 1810 y a las
investigaciones en botánica realizadas por médicos como Luis Joseph Montana, el Doctor
Montaña y Mariano Mocino.

Para 1821 el gobierno independiente ordenó que todos los hospitales existentes en la
Ciudad pasaran a manos del Ayuntamiento.
En 1841; la Junta Médica del Distrito Federal es sustituida por el Consejo Supremo de
Salubridad, encargado de vigilar la enseñanza y práctica de la medicina, propagar y
preservar las vacunas, dictar las medidas de higiene pública, inspeccionar los
establecimientos públicos, así como redactar el Código Sanitario de la República Mexicana.
La última etapa de cambios en el ámbito de la salud durante el siglo XIX, fue resultado de
las Leyes de Reforma en el gobierno del Presidente Benito Juárez en 1859, en base a estas
leyes y a la confiscación de los bienes del Clero, el estado se hacía cargo de la política de
salud.
La elaboración del Primer Código Sanitario Mexicano bajo la dirección del Dr. Eduardo
Liceaga en 1885, entre otras cosas, motivó la creación y presentación por parte de un grupo
de médicos distinguidos de la época, un proyecto para la creación de un Hospital General
en las afueras de la Ciudad.
El 22 de noviembre de 1895 se presentó el proyecto preliminar de construcción del Hospital
General de México.
2.3 ANTECEDENTES EN EL AREA DE BENEFICIENCIA

La Beneficencia Pública es una Institución creada en el régimen del presidente Benito


Juárez García, como consecuencia de las Leyes de Reforma, específicamente con la Ley de
Desamortización de los Bienes Eclesiásticos de 1856 y el Decreto de Secularización de
Hospitales y Establecimientos de la Beneficencia Pública en 1861.

Con esos memorables actos, el Gobierno de la República asumió las facultades de cuidar,
dirigir y mantener los hospitales y establecimientos de beneficencia que desde la conquista
se encontraban en manos de la Iglesia; encomendó su administración a la Dirección
General de Fondos de Beneficencia Pública, la que se constituyó por Decreto de 2 de marzo
de 1861.

El decreto de creación otorga a esa Dirección General amplias facultades para administrar
las fincas, capitales y rentas pertenecientes a los establecimientos, así como los recursos
fiscales y los provenientes de particulares destinados a propósitos de beneficencia. En 1867,
un nuevo decreto transforma aquel órgano en junta, a la que denominó Dirección de
Beneficencia Pública.

En el siglo actual el más importante fundamento jurídico de la Beneficencia Pública se


encuentra en la Constitución de 1917, cuyo artículo 27, fracc. III establece la ayuda a
necesitados como objeto de la institución. Así mismo el Código Civil vigente desde 1932,
en sus artículos 1602, 1636 y 1637, concede a la Beneficencia Pública facultades
específicas para recibir, en ausencia de los herederos, bienes y recursos para destinarlos a
los fines propios de la Institución.

En 1937 la entonces Secretaría de Asistencia Social era responsable, de la Administración


del Patrimonio de la Institución, y por medio del acuerdo presidencial del 26 de marzo de
1947, publicado en el Diario Oficial de la Federación. El 7 de mayo del mismo año, la
entonces Secretaría de Salubridad y Asistencia recibe la facultad para administrar el
Patrimonio de la Beneficencia Pública.

Se ratifica dicha facultad a la Secretaría de Salubridad y Asistencia (luego de salud) en la


Ley Orgánica de la Administración Pública Federal de 1976 y en todas sus modificaciones
posteriores. En todos los casos, de la historia reciente de la Administración Pública y en
particular de la Secretaría de Salud, la Administración del Patrimonio de la Beneficencia
Pública ha recaído en un órgano semiautónomo, con características especiales para el
adecuado desarrollo de las funciones que le son propias.

Así lo recoge el primer Reglamento Interno de la Secretaría de Salubridad y Asistencia de


1973 e igualmente se ratifica en los sucesivos reglamentos internos de 1977, 1978, 1981,
1983, 1984, 1985, 1988, 1988, 1997, 2000, 2001 y 2004. En todos, se han preservado las
disposiciones contenidas en el Acuerdo Presidencial de 1947, en el sentido de encomendar
a una unidad de facultades desconcentradas la administración de los bienes de la
Beneficencia Pública, en tanto que estos no pertenecen ni pueden ser beneficios del estado.

Por ello, en el Reglamento de 1981, se reconoce a la unidad encargada de su


administración, la facultad para ejercer de manera directa ante los tribunales, la
representación y defensa de sus intereses, y no a través de la Dirección General de Asuntos
Jurídicos de la Secretaría de Salud.

Desde 1973, cuando se expide el primer Reglamento de la Secretaría, a la Administración


del Patrimonio de la Beneficencia Pública también se le han concedido atribuciones
delegadas por parte de la Secretaría de Salud: en 1984, la facultad para Administrar el
Sistema Nacional de Cuotas de Recuperación y proporcionar apoyos financieros a las áreas
y unidades de la Secretaría, y en 1985 las facultades para asignar los subsidios que otorga la
dependencia a Instituciones Hospitalarias y administrar el fondo rotatorio de la misma
Secretaría.
En acuerdo girado por la Subsecretaría de Ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público, se delega a la Administración del Patrimonio de la Beneficencia Pública, la
atribución para autorizar de manera interna los tabuladores de las Instituciones de Salud de
la Secretaría y la autoriza a fijar dichos productos tomando en consideración los costos
incurridos en la prestación de los servicios y las condiciones socioeconómicas de los
usuarios, tal como lo menciona la Ley General de Salud.

Reconociendo las importantes acciones de la Beneficencia Pública a favor de las personas


más desprotegidas de nuestra sociedad, al celebrar su Tercera Reunión Ordinaria en abril de
1995, el Consejo Nacional de Salud, presidido por el Secretario de Salud, adoptó el acuerdo
de promover la creación de las Beneficencias Públicas Estatales.

Actualmente, existen diversos Estados de la Federación que, a partir de decretos expedidos


por Gobernadores de las respectivas entidades, y en su caso por iniciativas de Ley de las
Legislaturas Estatales, ya cuentan con su Beneficencia Pública.

2.4 PROFESIONALISMO DEL TRABAJO SOCIAL

El trabajo social surge como categoría histórica en un momento determinado, en el que se


conjuga el desarrollo del poder político, el de las instituciones de asistencia pública, los
problemas sociales como construcción conceptual, el desarrollo de las ciencias sociales, la
participación de las mujeres en la elaboración de informes desde las visitas a domicilio a
los necesitados, todo lo cual posibilita el ejercicio de un hacer -hasta entonces empírico-
ahora desde el conocimiento científico; de ahí que resulte necesario reconocer los hechos
que contextualizaron su aparición en México. La primera década del siglo XX se
caracteriza por la existencia de diversos movimientos sociales que se manifiestan en contra
de las injusticias sociales y explotación laboral que se vivía en la época de la dictadura de
Porfirio Díaz; movilización que fue incorporando a los más diversos sectores de la
población hasta dar paso al movimiento revolucionario de 1910, lo cual significaba la
oportunidad de reestructurar al Estado para ampliar su cobertura social, objetivo que quedó
plasmado en la Constitución de 1917, pero que tardaría varios años en concretarse, dado
que por un lado continuó la inestabilidad política y por el otro la gran mayoría de la
población presentaba necesidades y demandas sociales ante las que no había una respuesta
gubernamental. Fue hasta 1920 que el país adquirió más estabilidad y en un intento por
reorganizarse, se recuperaron algunas instancias de asistencia social que se habían perdido
o deteriorado durante la década anterior y se crearon nuevas dependencias
gubernamentales. Dado que los principales problemas eran la falta de atención en materia
de salud y alimentación, en este periodo se crean entidades encargadas de diseñar
programas de atención sanitaria y médico social en el país y para 1925 es promovida y
legislada la federalización de la salubridad. Un año después se instaura la Beneficencia
Pública como un órgano directriz dentro del aparato estatal, es así que “Los derechos
sociales se fueron transformando en programas, instituciones y servicios sociales, de
carácter público, sobre la base de un nuevo sistema político-económico emanado del pacto
social revolucionario, conformándose lo que sería la política social del Estado mexicano,
que cada vez más fue requiriendo de cuadros técnicos y profesionales al servicio de sus
instituciones” (Tello y Arteaga, 2000: 227). Dado este requerimiento de personal
capacitado, se instauró la figura de inspectoras en la beneficencia pública y en un intento
por mejorar su formación, la Escuela de Salubridad impartió un curso para auxiliares de
Trabajo Social, con fundamento en la normatividad vigente, que señalaba: “Es deber del
Estado Mexicano crear un tipo de visitadora social eficaz, activa y honorable, capaz de ser
maestra de la salubridad y de recoger con fidelidad los elementos de información social
demográfica..” (Valero, 2012: 23-24). Para 1931 se establece el Consejo Supremo de
Defensa de Prevención Social de la Secretaría de Gobernación, en donde también se
requerirá de un personal con funciones similares a las de las inspectoras antes señaladas, a
quienes se les denominó investigadoras sociales.
UNIDAD 3: DESARROLLO HISTÓRICO DEL TRABAJO SOCIAL EN
MÉXICO 1934-2000.
El Trabajo Social mexicano se desarrolló paralelamente con la consolidación económica y
política del país, caracterizado por una vocación de ayuda y asistencia. Entre 1933 y 1980
se observó la creación de 61 escuelas, de las cuales 66% fueron fundadas entre 1968 y 1978
(Valero, 1999).

3.1 EL TRABAJO SOCIAL Y EL PERIODO CARDENISTA 1934-1940.

El periodo cardenista fue de 1934 A 1940 es importante por la indiscutible estructuración


de las instituciones y de la misma administración pública. A su vez la vida política del
cardenismo no puede separarse de las políticas públicas en materia social. inició el estado
benefactor, se crearon centros permanentes de atención médica y el Departamento de
salubridad puso en marcha un programa coordinador de salud. Por lo que diversos
problemas hacían patente la necesidad social de los servicios de beneficencia que el estado
desempeñaba. En 1935, el director de la Beneficencia Pública anunció el cambio de la
institución encargada de otorgar los servicios de atención y auxilio de los más necesitados.
En 1927 y 1937 se consolidó el proyecto de institucionalización de la asistencia social, el
31 de diciembre de 1940 se crea la Secretaría de Asistencia Pública. Este organismo
proponía ayudar a los sectores desprotegidos. Uno de sus programas consistía sostenido de
apoyo y atención médica a las madres y a los niños menores de seis años.
En la salud se reorganiza que el Dpto. de Salubridad Pública entra la federación de la
salubridad, planteando que el Estado Mexicano debe ir al hogar a ejercer la función de
protección a la infancia por medio de visitadores sociales. Se implementan labores médico-
sociales al crearse los Servicios Médicos Rurales extendiéndose por la República
Mexicana, se capacitaron enfermeras visitadoras que realizaban la labor de investigación
familiar que puede considerarse antecedentes del área de salud, en la beneficencia se crea el
Dpto. de Terapia social, encargada de atender la asistencia social, principalmente en niños y
mujeres. 1937 se crea el depto. Autónomo de Asistencia Social infantil.
Se desarrolla el Trabajo Social, limitados a la ciudad de México siendo su orientación:
ideológica-política y agitación social. Los trabajadores sociales eran polifacéticos.
3.2 EL DESARROLLO CAPITALISTA EN MÉXICO Y EL TRABAJO
SOCIAL 1940-1970.

Con la etapa industrial del capitalismo surgió una nueva clase social: el proletariado. Los
obreros organizados se opusieron a las extremas condiciones impuestas por el sistema,
obligando al Estado a garantizar las necesidades básicas para la población en situación de
minusvalía.

El papel del TS al interior de las contradicciones de clase de la producción capitalista. El


punto de vista adoptado es el contenido en “El Capital” y que concibe la producción
capitalista como una relación de clases sociales caracterizada por la explotación de la
fuerza de trabajo y la apropiación privada de la producción social.

Medios productivos y fuerza de trabajo en la producción capitalista. Examinemos en primer


lugar el ciclo del capital. Este se inicia con la conversión del capital dinero en dos tipos de
mercancía: medios productivos y fuerza del trabajo, que se combinan en el proceso
productivo para producir nuevas mercancías. Estas nuevas mercancías son vendidas en el
mercado, obteniéndose con su venta nuevamente capital dinero. Sin embargo, en este punto
algo “peculiar” aparece. El capital dinero obtenido es superior al capital adelantado al
comienzo del ciclo. Pero si bien la existencia de este valor adicional o plusvalía se
comprueba al momento de la venta, ello no significa que provenga de tal acto de
intercambio. Es al interior del propio proceso de producción que a la vez que se ha
transmitido a las nuevas mercancías el valor contenido en los medios de producción, se ha
generado un valor adicional al pagado en la compra de medios de producción y fuerza de
trabajo. Precisamente es esta mercancía fuerza de trabajo, comprada en el mercado, la única
“cuyo valor de uso consiste en ser fuente de valor de cambio, ya que consumirla implica
consumir trabajo y por lo tanto crear valor”. El trabajador vende así su fuerza de trabajo, y
el proceso productivo que realiza de ahí en adelante es el proceso de producción no sólo de
objetos útiles sino de objetos de valor “y de más valor del que posee ella misma (la
mercancía fuerza de trabajo)”. En efecto, lo específico de la explotación capitalista no es
que la fuerza de trabajo sea comprada “por debajo de su valor”. sino que, siendo adquirida
en su justo valor, tal fuerza de trabajo produce un valor adicional al necesario para
reponerse a sí misma, es decir crea un plusvalor del que se apropia la clase capitalista.

3.3 EL TRABAJO SOCIAL Y EL FIN DEL MILAGRO MEXICANO


1970-1982.

En México transcurren dos periodos sexenales de 1970 a 1982 siendo presidentes Luis
Echeverría Alvares (1970 - 1976) y José López Portillo (1976– 1982), se caracterizaron por
hacerle frente a la extrema crisis estructural que heredaron de los gobiernos promotores del
” Milagro Mexicano”.
Al inicio de esta fase histórica llamada Fin del Milagro Mexicano, los graves y altos costos
sociales de aquel crecimiento económico “milagroso” hicieron su aparición, los niveles de
salarios y las condiciones de empleo iban empeorando, el censo de 1970revela enormes
niveles de privación entre enormes sectores de la población.
Hubo también grandes consecuencias políticas, en particular los acontecimientos de 1968 y
1971 fueron claras señales que exigían un ajuste de la política que había sostenido al
período del Desarrollo Estabilizador.
Luis Echeverría Álvarez
Sexenio 1970 - 1986
En este sexenio se anuncia un período tal vez con exceso de optimismo llamado el
“Desarrollo Compartido” que propone:
-Incrementar la participación de la mano de obra en el proceso productivo.
-Eliminar gradualmente los desequilibrados regionales.
-Disminuir el déficit de la balanza comercial y el ritmo de crecimiento de la deuda pública
interna.
-Convocar a la llamada Apertura Democrática.
El gobierno de Luis Echeverría experimento transformaciones significativas en la
composición del gasto público, tanto de orden monetario como de gran incremento de la
deuda externa.
Los recursos del Estado eran insuficientes para financiar el gasto creciente del país que
contaba con un elevado crecimiento demográfico y numerosas demandas sociales.
Se propusieron nuevos impulsos igualitarios, aires de reactivación de la intervención
estatal, a esta sanciones se oponían férreamente grupos de empresarios, más los errores y
desviaciones del gobierno y otros factores internacionales dieron como resultado un
período de desequilibrio y de errática.
3.4 EL TRABAJO SOCIAL EN MÉXICO NEOLIBERAL 1982-2000.

Durante esta etapa de crisis integral el trabajo social en México se consolida internamente
como disciplina científica y externamente como carrera universitaria a nivel licenciatura
llegando incluso a existir estudios de posgrados a nivel especialización, maestría y doctorado,
principalmente en la Universidad Autónoma de Nuevo León y en la Universidad Nacional
Autónoma de México.

* En esta etapa histórica se presenta como la consolidación y fortalecimiento de la profesión


ya que se presentan algunas circunstancias que repercuten importantemente en la teoría y
práctica de esta, debido a la intervención en la sociedad principalmente por las crisis del
socialismo.

* El trabajador social comienza a trabajar con la sociedad creando así procesos de crítica para
así comenzar a gestar y llevar a cabo procesos de acción-reflexión que permiten crear
propuestas alternativas para el ser y el hacer dependiendo las vertientes a tratar.

CONCLUSIÓN

Se visualiza claramente cómo el trabajo social inicia con una perspectiva situada en lo

profesional y se va constituyendo cada vez más dentro de un marco disciplinar a partir de la

consolidación de referentes normativos, formativos e investigativos que lo favorecen.

ayudar al desarrollo de relaciones humanas saludables y fomentar los cambios sociales que

permitan a las personas tener una mejor calidad de vida


ANEXOS

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