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Antologia de Historia
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DANIELSEVERINO MORENO
El trabajo social es muy importante desde mucho tiempo atrás, ya que ha cumplido
una función muy importante en la sociedad y ha aportado gran parte a nuestro país.
en este trabajo hablaremos acerca de los antecedentes que han suscitado desde años
El Plan de Ayala fue una proclamación política firmada por el líder de las tropas del sur,
Emiliano Zapata, a quien Madero le había solicitado que licenciara sus tropas. Sin embargo,
Zapata solo aceptaría dicha propuesta si Madero cumplía con una serie de condiciones que,
finalmente, desconoció. Esto produjo mayores desencuentros entre ambos líderes, en
especial porque Madero tampoco llevó a cabo la reforma agraria exigida por los
campesinos, lo que generó mayor descontento hacia su mandato. Finalmente, los grupos
liderados por Emiliano Zapata se alzaron en contra de Madero.
Zapata firmó el Plan de Ayala el 28 de noviembre de 1911, en el cual se desconocía el
gobierno de Madero y hacía un llamado al enfrentamiento armado para recuperar la
propiedad de las tierras trabajadas por los campesinos. En ese entonces, se popularizó su
lema “La tierra es para quien la trabaja”.
Por otra parte, en el norte de México, el general Pascual Orozco y su ejército también se
levantaron en contra del gobierno de Madero y desobedecieron sus órdenes, ya que estaban
inconformes con las reformas llevadas a cabo.
Como respuesta, Madero envió al general Victoriano Huerta, simpatizante del porfirismo, a
enfrentarse con las tropas de Orozco. Huerta salió victorioso y se ganó la confianza del
presidente Madero.
DESENLACE DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA
Tras la renuncia de Huerta a la presidencia, derivaron diferentes desacuerdos y acuerdos
entre los líderes Carranza, Villa y Zapata por lo que se realizó la convención de
Aguascalientes en noviembre de 1914.
Luego, tras varios enfrentamientos armados, protestas y desencuentros por la situación
política, económica y social por la que atravesaban los mexicanos, y al poner bajo control
los movimientos de Villa y Zapata, Carranza llamó a un congreso constituyente y fue
promulgada la Constitución de 1917, el día 5 de febrero.
La nueva constitución se caracterizó por reconocer el derecho de los trabajadores,
establecer una jornada de trabajo de ocho horas, un salario mínimo, la reforma agraria, el
Estado se concedió el derecho de expropiar las tierras y separó a la Iglesia del poder
político.
Carranza fue asesinado en un viaje hacia Veracruz en mayo de 1920. Tras su muerte y
posteriores elecciones, resultó electo como presidente de México Álvaro Obregón. Para ese
entonces, los conflictos armados de la Revolución mexicana habían acabado casi por
completo.
Durante este proceso, fueron asesinados los líderes campesinos Emiliano Zapata en 1919, y
Francisco Pancho Villa en 1923, ambas importantes figuras de la Revolución mexicana por
sus ideales y lucha continua.
UNIDAD 2. ANTECEDENTES DEL TRABAJO SOCIAL EN MEXICO 1920 – 1933
Desde inicios del siglo XX hasta nuestros días, una de las principales características del
sistema educativo ha sido su verticalidad. Cuando el presidente Álvaro Obregón creó la
SEP en 1921, el primer secretario de Educación Pública, José Vasconcelos, puso en marcha
un proyecto educativo que atendiera las necesidades de una población primordialmente
rural cuyo analfabetismo era cercano al ochenta por ciento.
Dos décadas después, Jaime Torres Bodet relanzó el proyecto educativo nacional para
expandir la cobertura en todo el territorio. Inspirado en el legado de Vasconcelos, Torres
Bodet emprendió nuevamente una campaña alfabetizadora, apeló a la vocación de los
jóvenes, y creó el Instituto Nacional de Capacitación del Magisterio para estimular el
trabajo docente en el campo e impulsar su desarrollo profesional.
Por su parte, la Educación Media Superior también ha tenido logros destacados, aunque
sigue enfrentando desafíos importantes. Durante la mayor parte del siglo XX, esta
modalidad tuvo una escasa cobertura que comenzó a acelerarse hasta finales de los años
sesenta y, sobre todo, desde inicios de los noventa. Hoy, tres de cada cuatro jóvenes en la
edad correspondiente cursan la educación media superior y la Constitución dispone que
para el ciclo escolar 2021-2022 la cobertura deberá ser total.
A diferencia de la Educación Básica, la Media Superior se desarrolló en múltiples
subsistemas agrupados en dos grandes categorías: el Bachillerato General y el Bachillerato
Tecnológico. La multiplicidad de subsistemas tiene la ventaja de facilitar una formación
más pertinente, de acuerdo a los requerimientos locales. No obstante, la reciente
introducción del Marco Curricular Común ha logrado dar mayor identidad a la Educación
Media Superior, al tiempo que conserva las ventajas de contar con los subsistemas. Al igual
que en el nivel básico, en el medio superior prevalece el importante reto de elevar la calidad
educativa. Además, existe un serio problema de abandono escolar que se manifiesta sobre
todo en el primer año.
Este concepto de “Caridad” surgió con la idea, puramente cristiana, de crear hospitales y
asilos para enfermos y pobres que eran atendidos, supuestamente, por personas llenas de fe
y amor y desprendidas de los bienes terrenales. La necesidad de atención de enfermedades
locales y de otras nuevas que llegaron con los visitantes españoles de Europa, motivaron el
la creación de hospitales. En 1524, se inauguró el primero de ellos en México, el Hospital
de la Concepción de Nuestra Señora, que años después cambiaría su nombre por el de
Hospital de Jesús de Nazareno. La Concepción de la Caridad fue la razón principal para la
fundación de los 128 hospitales en el siglo XVI en México, pues afirmaban los conceptos
religiosos de obtener el “perdón divino”, o para conseguir la aceptación de la sociedad ante
algún pecado cometido. Este importante número de hospitales correspondía al inmenso
territorio conquistado.
Del total de ellos, en la capital sólo se fundaron 9, entre los que se encontraban: San
Lázaro, San Hipólito (para hombres con enfermedades demenciales), Epifanía u Hospital
Infantil Franciscano, Real de Naturales (para indígenas) Real del Amor de Dios (para la
atención de enfermedades venéreas) y el de Nuestra Señora de Monserrat (para enfermos
crónicos). En el siglo XVIII, la obra hospitalaria encabezada por las órdenes religiosas
perdió su autoridad ya que los reyes españoles ya no se interesaban por nuevas fundaciones
en la Nueva España, a pesar de que la idea de la Caridad se mantenía vigente a pesar de que
se buscaba que los servicios proporcionados a los enfermos fueran mejores.
Este nuevo concepto de atención coincide con la fundación del Hospital General de San
Andrés en 1779, donde se intentó proporcionar a los enfermos mejores servicios,
concretando la “Justicia Humana” en la atención de enfermedades. Al mismo tiempo que el
imperio español comenzaba su decadencia, iniciaba la evolución de la práctica médica en
los hospitales, donde ya lo importante no era sólo contar con personas que ayudaran a los
enfermos a “bien morir” sino para reestablecerles su salud. Este cambio en la conciencia
médica motivó al gobierno a asumir el control de las instituciones de salud y no dejarlo a
las organizaciones religiosas, de este modo, los conceptos de derechos humanos, caridad y
asistencia médica se elevaron al concepto de “Beneficencia Pública”, más acorde a los
cambios sociales y políticos originados por el movimiento de independencia en 1810 y a las
investigaciones en botánica realizadas por médicos como Luis Joseph Montana, el Doctor
Montaña y Mariano Mocino.
Para 1821 el gobierno independiente ordenó que todos los hospitales existentes en la
Ciudad pasaran a manos del Ayuntamiento.
En 1841; la Junta Médica del Distrito Federal es sustituida por el Consejo Supremo de
Salubridad, encargado de vigilar la enseñanza y práctica de la medicina, propagar y
preservar las vacunas, dictar las medidas de higiene pública, inspeccionar los
establecimientos públicos, así como redactar el Código Sanitario de la República Mexicana.
La última etapa de cambios en el ámbito de la salud durante el siglo XIX, fue resultado de
las Leyes de Reforma en el gobierno del Presidente Benito Juárez en 1859, en base a estas
leyes y a la confiscación de los bienes del Clero, el estado se hacía cargo de la política de
salud.
La elaboración del Primer Código Sanitario Mexicano bajo la dirección del Dr. Eduardo
Liceaga en 1885, entre otras cosas, motivó la creación y presentación por parte de un grupo
de médicos distinguidos de la época, un proyecto para la creación de un Hospital General
en las afueras de la Ciudad.
El 22 de noviembre de 1895 se presentó el proyecto preliminar de construcción del Hospital
General de México.
2.3 ANTECEDENTES EN EL AREA DE BENEFICIENCIA
Con esos memorables actos, el Gobierno de la República asumió las facultades de cuidar,
dirigir y mantener los hospitales y establecimientos de beneficencia que desde la conquista
se encontraban en manos de la Iglesia; encomendó su administración a la Dirección
General de Fondos de Beneficencia Pública, la que se constituyó por Decreto de 2 de marzo
de 1861.
El decreto de creación otorga a esa Dirección General amplias facultades para administrar
las fincas, capitales y rentas pertenecientes a los establecimientos, así como los recursos
fiscales y los provenientes de particulares destinados a propósitos de beneficencia. En 1867,
un nuevo decreto transforma aquel órgano en junta, a la que denominó Dirección de
Beneficencia Pública.
Con la etapa industrial del capitalismo surgió una nueva clase social: el proletariado. Los
obreros organizados se opusieron a las extremas condiciones impuestas por el sistema,
obligando al Estado a garantizar las necesidades básicas para la población en situación de
minusvalía.
En México transcurren dos periodos sexenales de 1970 a 1982 siendo presidentes Luis
Echeverría Alvares (1970 - 1976) y José López Portillo (1976– 1982), se caracterizaron por
hacerle frente a la extrema crisis estructural que heredaron de los gobiernos promotores del
” Milagro Mexicano”.
Al inicio de esta fase histórica llamada Fin del Milagro Mexicano, los graves y altos costos
sociales de aquel crecimiento económico “milagroso” hicieron su aparición, los niveles de
salarios y las condiciones de empleo iban empeorando, el censo de 1970revela enormes
niveles de privación entre enormes sectores de la población.
Hubo también grandes consecuencias políticas, en particular los acontecimientos de 1968 y
1971 fueron claras señales que exigían un ajuste de la política que había sostenido al
período del Desarrollo Estabilizador.
Luis Echeverría Álvarez
Sexenio 1970 - 1986
En este sexenio se anuncia un período tal vez con exceso de optimismo llamado el
“Desarrollo Compartido” que propone:
-Incrementar la participación de la mano de obra en el proceso productivo.
-Eliminar gradualmente los desequilibrados regionales.
-Disminuir el déficit de la balanza comercial y el ritmo de crecimiento de la deuda pública
interna.
-Convocar a la llamada Apertura Democrática.
El gobierno de Luis Echeverría experimento transformaciones significativas en la
composición del gasto público, tanto de orden monetario como de gran incremento de la
deuda externa.
Los recursos del Estado eran insuficientes para financiar el gasto creciente del país que
contaba con un elevado crecimiento demográfico y numerosas demandas sociales.
Se propusieron nuevos impulsos igualitarios, aires de reactivación de la intervención
estatal, a esta sanciones se oponían férreamente grupos de empresarios, más los errores y
desviaciones del gobierno y otros factores internacionales dieron como resultado un
período de desequilibrio y de errática.
3.4 EL TRABAJO SOCIAL EN MÉXICO NEOLIBERAL 1982-2000.
Durante esta etapa de crisis integral el trabajo social en México se consolida internamente
como disciplina científica y externamente como carrera universitaria a nivel licenciatura
llegando incluso a existir estudios de posgrados a nivel especialización, maestría y doctorado,
principalmente en la Universidad Autónoma de Nuevo León y en la Universidad Nacional
Autónoma de México.
* El trabajador social comienza a trabajar con la sociedad creando así procesos de crítica para
así comenzar a gestar y llevar a cabo procesos de acción-reflexión que permiten crear
propuestas alternativas para el ser y el hacer dependiendo las vertientes a tratar.
CONCLUSIÓN
Se visualiza claramente cómo el trabajo social inicia con una perspectiva situada en lo
ayudar al desarrollo de relaciones humanas saludables y fomentar los cambios sociales que