Está en la página 1de 8

UNIVER SIDAD DE CONCEPCIÓN

DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA TIERRA


10° CONGRESO GEOLÓGICO CHILENO 2003

ESTUDIO PRELIMINAR DE LOS COMPONENTES SILÍCEOS EN LA


SUCESIÓN CARBONÁTICA CAMBRO – ORDOVÍCICA DE LA
PRECORDILLERA ORIENTAL, SAN JUAN
ORMEÑO, P. 1 2, ARROQUI, A. 2
1
CONICET-Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
2
IIM – Instituto de Investigaciones Mineras. Facultad de Ingeniería. Universidad Nacional de San Juan. Av.
Libertador General San Martín (Oeste) 1109 – (5400) San Juan. Argentina
ormeno@unsj.edu.ar , aarroqui@unsj.edu.ar

INTRODUCCION
La Precordillera Oriental está constituida por una importante sucesión carbonática eopaleozoica,
integrada por cinco unidades formacionales que en total poseen un espesor de 2100 metros y que
se extiende a lo largo de 110 kilómetros en sentido aproximado norte – sur. Las calizas y
dolomías que afloran en la misma son objeto de explotación minera como materia prima para la
fabricación de cales. Estas rocas han sido objeto de numerosos estudios orientados a la
sedimentología, bioestratigrafía, petrografía, etc. Este hecho contrasta con la casi total ausencia
de publicaciones científicas referidas a los contenidos silíceos no detríticos, ya sea en forma de
chert o de variedades de sílice hidrotermal que son componente importante en los calcáreos de
Precordillera.

Arroqui Langer y Bordonaro (1997) realizan un primer análisis, referido a las distintas
morfologías y sus relaciones estratigráficas en que se presenta el chert en la formación dolomítica
Zonda y su incidencia negativa en la calidad de la materia prima carbonática.

En base a posteriores trabajos de campo, realizados por los autores de la presente contribución,
se describen, clasifican y analizan los componentes silíceos, con una interpretación del origen de
los mismos.

ESTRATIGRAFIA LOCAL
Formación La Laja (Cámbrico inferior a medio), Borrello (1963): La Formación La Laja
posee un espesor de alrededor de 450 metros y aflora en todo el flanco occidental de la Sierras
Chica de Zonda y Villicum, y en el Cerro Pedernal. Integran la formación calizas gris oscuras a
negras, calizas lajosas y calizas gris claras arcillosas. En menor grado margas, lutitas calcáreas y
cuarcitas.

Formación Zonda (Cámbrico superior) - Bordonaro (1980): Está representada por dolomías y
dolomías cálcicas que posee un espesor total que varía entre 200 a 350 metros.

Todas las contribuciones fueron proporcionados directamente por los autores y su contenido es de su exclusiva responsabilidad.
Las litofacies reconocidas en la formación se las interpreta pertenecientes a un ambiente
intermareal a supramareal, desarrollado en condiciones de una cuenca restringida, con
características de un sabkha (Arroqui Langer, 1998).

Formación La Flecha (Cámbrico superior) - Baldis et al., (1981): Esta formación está
caracterizada por una alternancia cíclica de calizas, dolomías y chert con una gran variedad de
algas estromatolíticas y trombolíticas y estructuras asociadas, con un espesor de alrededor de 400
metros. Keller et al., (1989) interpretan que estos ciclos somerizantes hacia arriba representan un
antiguo sistema de sabkha desarrollado en una plataforma estable.

Formación La Silla (Ordovícico inferior) - Keller et al., (1994): Esta formación esta
compuesta por calizas macizas con eventuales intercalaciones de dolomías y chert. El ambiente
de formación a sido interpretado como intermareal con zona de barrera.

Formación San Juan (Ordovícico Inferior)- Kobayashi (1937), emend. Keller, (1994):
Constituida en los términos basales y medio por calizas lajosas y margas y en el término superior
por calizas y dolomías con chert. Se interpreta relacionada a un ambiente de aguas someras de
plataforma calcárea, con fluctuaciones entre las zonas intermareal y submareal, donde se
presentan condiciones adecuadas para el desarrollo de la vida.

CARACTERÍSTICAS DE LOS COMPONENTES SILÍCEOS

CHERT
Según la definición de Iijima y Tada (1981) adaptada por Laschet (1984), es una roca densa
compacta dura y prácticamente vítrea con baja porosidad (entre el 0 y 15 %). Está compuesta
principalmente por fases no detríticas de sílice (cuarzo macro y microcristalino, calcedonia y
ópalo), de origen orgánico o inorgánico, y que muestra una pequeña cantidad de impurezas (0 –
10 %).

ORÍGENES POSIBLES DEL CHERT


En el ámbito científico se consideran básicamente tres fuentes posibles que aportarían sílice al
agua de mar: 1) Sílice proveniente de la disolución de organismos silíceos 2) Aportado por
actividad volcánica 3) Proveniente de la meteorización química de las rocas continentales bajo
clima húmedo o semihúmedo. De los tres posibles orígenes se acepta al último como la principal
fuente capaz de producir silicificaciones de grandes extensiones y volúmenes. Esto se basa en el
hecho que en el Precámbrico se registran las mayores acumulaciones de chert, tiempo en el cual
no había desarrollo de organismos silíceos; por otra parte la actividad volcánica puede producir
solo efectos localizados de silicificación (Laschet, 1984).

MORFOLOGÍAS DE CHERT PRESENTES EN LA SUCESIÓN CARBONÁTICA DE


PRECORDILLERA ORIENTAL
Como resultado de estudios estratigráficos, sedimentológicos y geoquímicos de detalle realizados
en relación a la Tésis Doctoral de Arroqui Langer (1998) y sucesivas campañas exploratorias con
fines geológico – económicas se han reconocido ocho morfologías de chert con características
definidas.
A) Diseminado ultramicroscópico asociado a laminación criptoalgal: Se presenta como un
diseminado muy fino entre 5 y 10 micrones, que caracteriza laminaciones criptoalgales, y
fue detectado mediante la aplicación de la técnica de microscopía electrónica y microsonda de
“Dot Mapping” en muestras características de la litofacies de ambientes someros de la
Formación Zonda y La Flecha. El diseminado no presenta forma definida y su distribución es
aleatoria.

B) Microcristalino: Esta morfología solo visible a nivel microscópico fue estudiada bajo
petrografía estándar y está caracterizada por mosaicos microcristalinos de cuarzo, con
tamaños variables de alrededor de 100 micrones que se encuentran rellenando pequeños
espacios porales de tipo intercristalino. Este tipo de forma sólo se observa asociada a las
litofacies dolomíticas de grano medio a grueso de la Formación Zonda y La Flecha.

C) Moteado: El chert se distribuye en forma de motas centimétricas irregulares, aisladas o


interconectadas en distintas direcciones. Este tipo de diseminado constituye por lo general
entre el 10 y el 40 por ciento del volumen de la roca y está generalmente relacionado a
dolomías macizas microesparíticas de color gris medio a gris oscuro. Los moteados
caracterizan ocasionalmente bancos de hasta cinco metros de espesor. También se incluyen
en esta morfología los rellenos silíceos de las estructuras de bird eyes (ojos de pájaro). Este
tipo de morfología se relaciona básicamente a la Formación Zonda.

D) Asociado a estructuras estromatolíticas y trombolíticas: Responde a la arquitectura de


estromatolitos, principalmente del tipo LLH (Logan et al., 1964) y corresponde a un
reemplazo diferencial de las capas de crecimiento. Este diseño se encuentra relacionado a
litofacies dolomíticas someras. Se incluyen también en esta clase, las estructuras
trombolíticas reemplazadas por chert, distinguiéndose en el afloramiento por el aspecto del
chert en forma de motas dispuestas como abanicos arborescentes. Este diseño fue reconocido
principalmente en los términos superiores de la Formación Zonda, particularmente en el
extremo Sur de la Sierra Chica de Zonda.

E) Laminado: Está caracterizado por finas láminas de chert con espesores entre 1 y 3
milímetros que acompañan laminaciones criptoalgales (Aitken, 1967). Estas láminas poseen
una amplia continuidad lateral aunque también se reconocen formas lenticulares de algunos
centímetros de longitud. Se incluyen también en esta tipología las bandas de chert de
alrededor de dos centímetros de espesor, con gran continuidad lateral, asociadas al techo de
muchos niveles laminados típicos de las litofacies dolomíticas someras.

F) Relleno de grietas de desecación: El chert copia el típico diseño poligonal y en -V-, de


grietas de desecación, por lo general del orden de los 2 milímetros de altura, alcanzando en
forma excepcional hasta 6 milímetros. En algunos planos de estratificación se observan las
formas poligonales entre 1 y 4 centímetros las de mayor tamaño. Esta disposición del chert es
característica de la Formación Zonda y la Flecha.

G) Parches: Son acumulaciones de chert, en general de color negro compactos, macizos, de


formas irregulares y tamaños que no superan el metro de diámetro. Se encuentran
distribuidos en forma aleatoria, caracterizando preferencialmente bancos de
dolomicroesparitas color gris oscuro.
H) Bancos: El chert se dispone en forma tabular caracterizando determinados niveles de la
columna, con espesores que alcanzan hasta los 40 centímetros. Esta morfología tiene una
continuidad lateral extendida, en la que se detectan cambios en las concentraciones y
espesores del nivel de chert. La concentración de chert en los bancos varía entre un 70 % a un
100 %. Esta morfología se asocia a la Formación Zonda, y a bancos dolomíticos de la
Formación La Flecha y La Silla.

CONSIDERACIONES FINALES SOBRE EL CHERT


Como resultado del análisis y correlación de la información morfológica, litofacial y
mineralógica relacionada a los niveles de chert, es posible destacar que la presencia de chert en la
sucesiones carbonáticas está controlada en su totalidad por la estratificación, caracterizando así a
determinados bancos, con pasajes transicionales o netos a los infra o suprayacentes. Esta
característica relaciona al chert a momentos distintos en la depositación y formación en la cuenca
y a su vez a determinadas condiciones en el tiempo geológico, con aguas sobresaturadas en sílice
y condiciones propicias para la precipitación.

Las morfologías de chert abarcan desde tamaños solo reconocibles con la ayuda de microscopía
electrónica, del orden de pocos micrones, hasta bancos de chert de cuarenta centímetros de
espesor con gran continuidad lateral. Las formas mayores son fácilmente reconocibles
principalmente por su color negro, y en segundo lugar por su coloración castaño rojizo o blanco.
Asi mismo se destaca en la superficie por su mayor resistencia a la meteorización con respecto al
carbonato. Es común que una o varias morfologías de chert estén siempre relacionadas a una
misma litofacies. Pero también es posible reconocer una misma litofacies con la presencia o no
de chert.

El análisis general de las distintas morfologías presentes permite interpretar sus diseños
relacionados a las condiciones de porosidad primaria debidas a bioturbación, brechas de
disolución, oolitas, grietas de desecación, bird eyes, etc. y la capacidad de la biota algal de
entrampar compuestos silíceos.

De un análisis detallado de las sucesiones carbonáticas cambro – ordovícicas de la Precordillera


Oriental es posible advertir claramente una relación entre los niveles dolomíticos y el chert. Este
hecho nos indica a primera vista que existe una conexión entre las condiciones genéticas
favorables para la dolomitización y la formación del chert, coincidente con lo enunciado por
Laschet (1984).

Los extensos afloramientos de chert presentes en la sucesión carbonática de Precordillera


Oriental, en general relacionados a niveles dolomíticos de origen primario o penecontemporáneo
(Arroqui Langer, 1996), se los interpreta de origen inorgánico. Esto en función del escaso
desarrollo de organismos silíceos existentes durante el cámbrico – ordovícico y por otro lado
debido a las condiciones de habitat hipersalinas, las que habrían sido hostiles para este tipo de
organismos. La gran continuidad lateral de los niveles de chert, del orden de kilómetros, y la falta
de evidencias de una hipotética actividad volcánica o hidrotermal, la que solo habría producido
silicificaciones locales, nos lleva a sustentar la idea de un origen inorgánico.
SÍLICE DE APORTE HIDROTERMAL

INTRODUCCIÓN
Además del sílice en forma de chert asociado a las sucesiones carbonáticas eopaleozoicas existen
algunas localidades en el área de estudio en que este dióxido aparece como relleno hidrotermal de
brechas tectónicas y/o niveles estratigráficos.

Estas manifestaciones hidrotermales cubren una extensión total que no supera los 3 kilómetros
cuadrados entre el Río de La Flecha y la Quebrada del Jaspe. A pesar de su limitada superficie,
producen una notable perturbación en la homogeinidad de la sucesión calcárea y representan la
única evidencia reconocida de eventos hidrotermales en el ámbito de la Precordillera Oriental,
acerca de los que casi no existen publicaciones. Gómez (1998) en su Tesis de Licenciatura
menciona afloramientos de jasperoides en una quebrada del norte de la Sierra de Pedernal, a la
que denomina del Jaspe. La presencia de silicificación en el área que se estudia en este trabajo, ha
sido tratada por Ormeño (2002) quien postula un origen epitermal para estas alteraciones, en base
a las texturas macroscópicas de las rocas silíceas y a sus asociaciones mineralógicas.

Los rellenos silíceos y su alteración asociada se presentan en cinco localidades. En tres de ellas,
las ubicadas más al norte, la del Cerro La Chilca, la Loma Redonda y la Quebrada de La Flecha
dominan las brechas hidrotermales cortando las formaciones calcáreas. En las dos restantes, la del
Dique de las Crucecitas y la de las nacientes de la Quebrada del Jaspe la silicificación se vincula
principalmente a la base discordante conglomerádico-brechosa del Carbonífero con los
carbonatos eopaleozoicos.

En el Dique de las Crucecitas la base de la Formación Retamito (Polanski, 1971), asignada al


Carbonífero superior está caracterizada por material psefítico caótico con fuertes tonalidades
rojizas, definido por Bercowski y Aráoz (1997) como una brecha de colapso relacionada a
procesos paleokársticos. Por sobre esta, los mismos autores, describen una brecha relativamente
fina compuesta principalmente por fragmentos angulosos de calizas y chert, entre los que se
encuentran rodados bien redondeados de cuarzo lechoso. Este nivel, aflorante también en el Cerro
La Chilca, presenta estratificación paralela con la subsecuente sucesión areniscosa que completa
la formación carbonífera.

Los sectores descriptos se emplazan siguiendo la discordancia de los calcáreos con sedimentitas
carboníferas de la Formación Retamito o muy próximos a la misma. Las soluciones silíceas se
habrían canalizado principalmente a través de fracturas tipo rampas laterales de azimut 100-110º
y sus intersecciones con importantes fallas transversales u oblicuas, principales estructuras
presentes en el área de estudio.

A los sectores afectados por silicificación se asocia alteración meteórica representada por
oxidación, en general de carácter fuerte, la que se constituye en otra de sus principales
características. Las limonitas aparecen como tinción irregular o diseminadas, en algunos casos
pseudomorfas según pirita muy fina. Este sulfuro, asociado en todas las localidades estudiadas a
la sílice, aparece como la principal fuente de estos minerales secundarios. Los fuertes colores de
oxidación permiten advertir en terreno las áreas alteradas.
CARACTERÍSTICAS MINERALÓGICAS DE LA SÍLICE HIDROTERMAL
La sílice de origen hidrotermal que rellena y/o reemplaza en grado variable las brechas tectónicas
y los conglomerados brechosos, se presenta con distintas características mineralógicas a saber: a)
Cuarzo microcristalino, en agregados de individuos anhedrales en la matriz de las brechas y en la
alteración silícea de las cajas calcáreas. Es el tipo más común de cuarzo reconocido en los
sectores con intensa silicificación, donde la textura original de la roca es totalmente obliterada; b)
Calcedonia, cristaliza en cavidades a partir de los remanentes de menor temperatura de las
soluciones que formaron la variedad de cuarzo microcristalino. Aparece por lo general con
textura criptogranular maciza inundando la matriz de las brechas; c) Cuarzo macrocristalino, en
general como relleno de fracturas. Es común que desarrolle texturas de peine en rellenos drúsicos
de cavidades abiertas. Corresponde en general a un pulso hidrotermal posterior al que aportó los
tipos de cuarzo previamente descriptos.

La alteración silícea, en general con moderada a fuerte oxidación asociada, presenta grado
variable entre débil y muy intensa. En el segundo caso se originan rocas silíceas densas, de
textura fina y homogénea, coloración gris rojiza, rosada o roja, y aspecto similar al jaspe
producidas por la obliteración total del protolito. En este trabajo denominaremos jasperoides a
estas rocas, conformadas por los minerales del grupo de la sílice descriptos precedentemente, y
que se formarían por relleno de fracturas brechadas y/o reemplazo de rocas calcáreas o silico-
clásticas.

BRECHAS HIDROTERMALES
En el Cerro La Chilca, la Loma Redonda y la Quebrada de La Flecha, las brechas están
compuestas principalmente por fragmentos angulosos de dolomía y en forma subordinada por
caliza y chert. La sílice masiva, representada por cuarzo microcristalino y calcedonia en general
de tonos rojizos, dado por un variable contenido de limonita, rellena las brechas y altera las cajas
calcáreas. Por sus características se han definido como brechas hidrotermales.

En la boca de la Quebrada de La Flecha y en el sector centro-oriental de la Loma Redonda,


localidades en que no afloran rocas carboníferas, las estructuras cortan la Formación La Flecha
que aporta gran cantidad de chert a las brechas. De acuerdo a la geología de las áreas adyacentes
a estas dos localidades se estima que el contacto discordante entre las formaciones eo y
neopaleozoicas debe haberse ubicado pocos metros por encima de la actual superficie
topográfica.

En el Cerro La Chilca, las brechas hidrotermales cortan las calizas fosilíferas ordovícicas de la
Formación San Juan. El nivel psefítico basal de la Formación Retamito, apoyado en discordancia
angular sobre la formación carbonática, es también afectado por silicificación en sectores
aledaños a las brechas, presentando características tales como las descriptas en el item siguiente.

SILICIFICACIÓN EN NIVELES ESTRATIGRAFICOS


En el Dique de Las Crucecitas y en las nacientes de la Quebrada del Jaspe, las soluciones silíceas
afectaron principalmente a la base conglomerádico-brechosa de la secuencia detrítica carbonífera
y solo en forma subordinada a las rocas calcáreas de la subyacente Formación La Flecha. La
alteración de las rocas del paleozoico inferior no se extiende más allá de dos metros por debajo
de la discordancia angular que lo separa de la Formación Retamito.
En la primera de las localidades mencionadas, la alteración afectó además a la brecha de colapso
que se emplaza en fuerte discordancia angular sobre la Formación La Flecha. Esta constituyó una
litología favorable para la circulación de las soluciones silíceas.
CONCLUSIONES
- El análisis de la información recabada permitió diferenciar en el ámbito de Precordillera
Oriental dos modelos genéticos básicos para los componentes silíceos: uno sinsedimentario
representado por el chert; y otro hidrotermal representado por rellenos y reemplazos de brechas, y
conglomerados-brechosos.

- Se reconocen 8 morfologías de chert, las que se denominan: Diseminado ultramicroscópico


asociado a laminación criptoalgal, microcristalino, moteado, asociado a estructuras
estromatolíticas y trombolíticas, laminado, relleno de grietas de desecación, parches y bancos. La
morfología más común es la de chert moteado.

- El chert presente en la sucesión carbonática posee control estratigráfico. El mismo se encuentra


siempre acotado a determinados bancos o estratos, y asociado particularmente a los niveles
dolomíticos de la sucesión carbonática. Las morfologías de chert poseen una relación estrecha
con las litofacies.

- Se interpreta que la sílice que compone el chert es de origen inorgánico.

- La sílice hidrotermal se presenta en rellenos y/o reemplazos afectando a dos tipos litológicos:
brechas hidrotermales cortando la secuencia calcárea eopaleozoica; o siguiendo el nivel
conglomerádico-brechoso basal de las sedimentitas continentales carboníferas de la Formación
Retamito.

- En la Precordillera Oriental, la silicificación de tipo hidrotermal se manifiesta exclusivamente


en el área comprendida entre el Río de La Flecha y la Quebrada del Jaspe.

- En el emplazamiento de las manifestaciones hidrotermales es preponderante el control


estructural, asociado a fracturas subverticales tipo rampas laterales de azimut 100-110º; al que se
subordina el control estratigráfico dado por la base de la secuencia neopaleozoica.

- Este trabajo colabora con el conocimiento de los compuestos silíceos que se asocian a las rocas
carbonáticas de la Precordillera Oriental y que afectan negativamente en su calidad como materia
prima calcárea.

REFERENCIAS
Aitken, J. D. 1967. Classification and enviromental significance of cryptalgal limestones and dolomites, with
illustrationes from the Cambrian and Ordovician of Southwestern Alberta. Journal of Sedimentary Geology, Vol.
37, No. 4, pp. 1163 – 1178.
Arroqui Langer, A. y Bordonaro, O. 1996. Estratigrafía de la Formación Zonda (Cámbrico Superior) en la sierra de
Villicum- Zonda, Precordillera Oriental. San Juan. Argentina. VI Reunión Argentina de Sedimentología. p: 75 - 81.
Bahía Blanca.
Arroqui Langer, A. y Bordonaro, O. 1997. El chert en las dolomías de la Formación Zonda: Su influencia en la
calidad como materia prima. II Jornadas de Geología de Precordillera. San Juan, Octubre de 1997.
Arroqui Langer, A. 1998. Estudio genético y del potencial de magnesio de las dolomías de la Formación Zonda, en la
Sierra de Villicum, San Juan. Tesis Doctoral. Biblioteca de la facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales,
UNSJ.
Bercowski, F. y Araoz, M. 1997. Origen cárstico de la brecha carbonática neopaleozoica en la Sierra de Pedernal,
Precordillera de San Juan. II Jornadas de Geología de Precordillera. San Juan. p.98-103
Bordonaro, O. 1980. El cámbrico en la Quebrada de Zonda. Provincia de San Juan. Revista Asociación Geológica
Argentina XXXV (1): 20 - 40.
Borrello, A. V. 1963. Fremontella inopinata N. sp. del Cámbrico de la Argentina. Ameghiniana; III, (2), (51 - 55).
Buenos Aires.
Gomez, G. 1998. Perfil estructural del sector norte de la Sierra de Pedernal, Precordillera Oriental de San Juan.
Trabajo Final de Licenciatura en Ciencias Geológicas. UNSJ. Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. 85
hojas.
Ormeño, P. 2002. Evidencias de eventos hidrotermales en la Precordillera Oriental, San Juan. XV Congreso
Geológico Argentino, Actas II: 393-397. Calafate.
Iijima, A Y Tada, R 1981. Silica diagenesis of Neogene diatomaceous and volcanoclastic sediments in northern
Japan. Sedimentology 28, 185 - 200, 13 Figs., 4 Tabs., Oxford.
Keller, M.; Buggisch, W. y Bercowski, F.1989. Facies and sedimentology of Upper Cambrian shallowing-upward
cycles in the La Flecha Formation (Argentine Precordillera Zbl. Geol. Paleont., Teil Y, 1989 5/6: 999-1011,
Stuttgart.
Keller, M.; Cañas, O.; Lehnert, O. Y Vaccari, N. E. 1994. The Upper Cambrian and Lower Ordovician of the
Precordillera (Western Argentina): Some stratigraphics reconsiderations. Newsl. Stratigr. 31(2) 115-132. Berlin.
Kobayashi, T. 1937. The Cambrian – Ordovician shelly faunas of south America. Journal Fac. Science. Univ. Tokyo:
II (5): 369-522, Japón.
Laschet, C. 1984. On origin of Cherts. Facies 10. p. 257- 290.
Logan, B. W. y Rezak R. 1964. Classification and environmental significance of algal stromatolites. Journal of
Geology, 72, p. 68-83.
Polanski, J. 1971. Carbónico y Pérmico de la Argentina. Editorial Universitaria de Buenos Aires. 216 p

También podría gustarte