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BAYT, M (1492/3) "C2 probe de er EL: PROBLEMA DE'LOS GENEROS DISCURSIVOS 4. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y DEFINICISN DE 10s ‘civenos piscunsivos i ey dian clas dee actiidad uma eatin todas eco nades con “Por exo ef claro que el eardcter i Tes ms Jo feat con xs de Ip ad lo cual, desde luego, en nada contradiee & ‘Tidings Bs se lleva e cabo Eluso de la lengua 2 foma de eauasadas (ois ¥ xceg) sees aoe ofc ae pst de ams oe te tunis humana Este eungiatasrelian Ios conic $Glies y el objeto de cade una de ‘0 alo por su con (ASSN nd ets) por ele ve os por Ie iain los rearas lexi, frasclgcor y gratis des logos, ‘ho nt od, pray composin Strctrcin, Lor Wes ‘mentos mencionsdos Eel contenido temético, el estilo y la com- FesiténJstnvincsladosIndotublamente’ en fe ltd ‘iia se determinan, de un modo semejene, por Ie exp: citieidad de waa esl dada de comuniceién. Cade enunciads . separado es, por supuesio individual, peo cada astra del uso de ee labora sus tipos seletivamente egables de equnciados, pg ‘que denominamos fscaran mag Je, ‘a riquezs y diversidad de los géneras dissucsivos et inmense, to" porgue las posibilidades de Te actividad humana Son inagotbles ef y porque en cada esfera de la praxis existe todo-un repertorio de ‘éneros discursivos que se diferencia y crece a medida de que se deserrolla y se complica'la esfera misma. Aparte hay que poner de relieve una extrema feterogencidad de los géneros discursivos (orales y escritos). Efectivamente, debemos incluir en los géneros discursivos tanto las breves réplicas de un diélogo cotidiano (to- mando en cuenta el hecho de que es rm tos tipos del dislogo cotidiano sega elt participants, etc.) como tn relato (rela 32, tanto una carte (en todas sus diferentes formas) como una orden militar, breve y estandarizade; asimismo, alli entrarian un deeteto extenso ¥ detallado, el repertorio bastante variado de los oficios burocré. tieos (formulados generalmente de acuerdo a un esténdar), todo i (0) Qinere a) (ovo. Ars., HGS X¥1, 1942 dys. 248-293E { E sears aeetns nis ince eR a Sith Bifsr se hen eet abs de to meee Shee seam ee | ‘una sola palabra y como una novela en muchos tomos, elaborada Sera aes sons whe cn Eee ae Poh dae een ese iene cp tepice £°e Vola wt onan fit teduumes deny le ir toys “gen ap Suan = mona in does wmaes ces Jos enunciados intencionadamente primitivos (los behavioris {as norteamericanos). De ninguna manera debe subestimar Ia extrema heteroge sen en condiciones de la comunicacién cultural mis compiz, Intvamente mis dsarrollada y orgaizada, pncipalncet Cotcg sLos géneros primarios que forman parte Jos gézeros complejos se taasfotman dentt> de eter dies 7 adquieren un carécter especial: pierden su relacién inmediata con In realidad y con los enunciados reales de otros, por ejemplo, réplicas de un didlogo cotidiano o las eaztas dentro de una novela, conservando su forma y su importancia cotidiana tan slo como partes del contenido de ta novela, participan de la realidad ten Sélo a través de I totalidad dela novela, es decir, como aconec- sient ico y no como suceso de la vida cotidiana. La novela fn su totalidad es un enunciado, igual que las réplicas de un di Jogo cotidieno o una catta particular (todos poreen una natura- Teza comin), pero, a diferencia de éstas, aquello es un enunciado secundario (complejo) La diferencia entre los géneros primarios y los secundarios (ideol6gicos) es extremadamente grande y es de fondo; sin em- bargo, por lo mismo Ia naturaleza del enunciado debe ser dé bierta y determinada mediante un andlisis de ambos tipos; tnics- mente bajo esta condiciOn 1a definiciOn se adecuaria a la nature- leza complicada y profunde del enunciado y sbarcaria sus aspec- fos mAs importantes. La orientacién unilateral hacia los géneros primarios Iva ineludiblemente a una vulgerizacin de todo el problema (el caso extremo de tal vulgarizacién es la lingifstica bbehaviorista). Le misma correlaciéa entre los géneros primarios y secundarios, y el proceso de Ia formacién histérica de éstos, ‘proyectan luz’sobre Ia naturaleza del enunciado (y ante todo bre el complejo problema de Ja relacién mutua entre el lenguaje ¥y la‘ideologfa o Visién del mundo). El estudio de la naturaleza del enunciado y de Ja diversidad cided de ios géncroe discursive ya consgusnte detinicisa de Ie natualsa comin cs creas JS 3 net puveeasneTo ¥ BEFNICION 21 de tas formas genéricas de los enunciados’en diferentes esferas de la sctividad humana tiene una enorme importancia para casi todas lag eaferas de In ingitstica y la filologia. Porque toda in- vestigacion acerca de un material lingistico concreto (historia de In lengua, graméticn normativa, composicién de toda clase de diceionaros, estilistica, et-) inevitablemente tiene que yer con fenunciados concretos (escrtes y orale) relacionados con dife fentes esfera de la actividad humana y de la comunicacién; estos Chunciados pueden soc exGnices, contrat, texto legislaivs, of oe burocraticos, diversos géneros litreros, ceatficos © perio. Gistces, cartas particulares y oficiales, réplicas de un didlogo csi en ie mies manifesta), ey de all fs {nvestigadores obtienen los hechos linglisticos necesarios. Una Aiten’lars acerca dela nturalea del enunciado en genecal y Ge les particularidades de diversos tipos de enunciados, tanto primarios como secundarios, o sea de diferentes géneros dicur Sivos, es necesaia,segin nuestra opinin, en cualquiera ovients- _¢ cin espesfiea del enuncisdo. El menosprecio de la naturaleza del enunciado y I indiferenca frente a los detalles de los ape: sendricos del digurso evan, en cusquier eer de la ives tigecia ingustics fal formalismo y a una abstraccin excesiva, desvictan el cardcter histico de Ja investgncién, debiliten ol © vinculo del Tenguaje con la vide. Popquesel lengueje partcips en “S Taide tas de fon enuncindor concn gue Jo realm, a como ls vida participa del lenguaje a través de los enunciados. El enuaciado es nicleo problemdtico de extrema importancia] An ‘emos por este lado algunas esferas y problemas de In Linguistica. Anie todo, Ja estilistica. Todo estilo esté indisolublemente Yinculado con el enunciado y con las formas tipicas de enunc dos, es decir, con los géneros discursives. Todo enunciado, oral 0 escrito, primario o secundario, en cualquier esfera de la comix nicacin discursive, es individuel y por lo tanto puede reflejar la individualidad del heblante (0 del escrito), es decir puede poset tun estilo individual, Pero no todos los géneros son iguelmente susceptbles a semejante rflejo de Ia individualidad det hablante cen el Iengusje del enunciado, es decir, no todos se_prestan’a literatura los diversos géner0s ofrecen diferentes posibilida- des para expresar lo individual del lenguaje y varios aspectos de la individualidad. Las condiciones menos favorecedoras ‘para el Ea - MoOLENA BE Los SewEROs OIESSHOS ‘eflejo de lo individual en el lenguale exsten en aquellos géneros discursives que requieren formas estandarizadas, por ejemplo, en ‘muchos tipor de documentos oficiales, en las drdenes milares, en Tas sefaes verbeles, en el trabsjo, et. En tales géneros slo pus den rflejarse los aspectes més superficsles, casi biol6gicos, de Ia individvalided (y ordinaviamente, en su'realizaci6n oral de estos géneros estandarizados). En la gran mayoria de los gé- eros discursivos (salvo los literaios) ‘un estilo fatividual no forma parte de la intencién del enunciado, no es su finlidad Sniea sino que resulta eer, por deccio a, un epifenémeno del ‘enunciado, un producto complementario de ste. En diferentes aéneros pueden sparecer diferentes esratos y aspectos de Ia per sonalidad, un estilo individual puede relacionarse de diferentes ‘maneras con Ta lengua nacional. El problema mismo de lo nacio nal y 10 individual en la lengua es, en su fundamento, el pro- blema del enunciado (porque tan sSlo dentro del enun Ta lengua nacional encuentra. su forma individvsl). Lav def ricién misma del estilo en general y de un estilo individual en particular requiere de un estudio més profundo tanto de Is ‘ature del enuncado como de In divemided de fo aforos FE vinculo orgénico e indisoluble entre el estilo. revela claramente en el problema de los esilos lin cionales. En realidad los estilos lingUisticos 0 funcionsles no son sino esilos genéricas de determinades esferes dela actividad yy comunicaci6n humana. En cualquier esfera existen y se aplican sus propios géneros, que responden a Iss condiciones espectficas Ge una esfera dada; alos géneros les corresponden diferentes esti- Jes. Una funcién determinada (cintifica, téenica, periodistco, cficisl, cotidians) y unas condiciones determinadas, espec cas para cada esfera de 1a comunicacién discursiva, generan determinados géneros, es decir, unos tipos temiéticos, compo- sicionales y estiisticos. de dos deterininados y reativa ue sb esta los oyentes 0 lectares, Ios compaferos, el discurso ajeno, cual no significa, desde luego, que un estilo lin: 2 everesinente ¥ BerCION we mip i es See y pie rn Sie eli ete Se i met ie a Pea Sn tin i 1 re a gee ee ml sys Ee vale ei is Me ean in, To pecs ods fi, on om wens ples i tiferenciada." Todo esto resulia de una falta de comprension de de una clasifi seg las esfer solublemente vineulados a los cambios de los géneros discuts: vs. La lengua literaria representa un sistema complejo y din nico de estlos; sv peso especifica y sus intereelaciones dentro Gel sistema de Ta lengua literaria se hallan en. un cambio per- imanente. La’ lengua de la literatura, que incluye también los cestlot de Ia lengua no Witeraia, representa un sistema ain més complejo y organizado sobre otros fundamentos. Para comprender la compleja dinémica historia de estos sistemas, para pasar de + ANGvoxdey, en sut Ocherki po stlivike rushogo iasika (Mose, 1952, ppe 1313), else ange Tundementos. pera clsfcacion de estilo igusimenie pores y fats de preci. En Ia bate de todas estas clo Cciones ead une asimilacién sertea de las ncionestradicionales acerea Ge lor ete de 252 EL PROBLEMA DE LOS GENEROS DISCURSIVOS reflejo de lo individual en el lenguaje existen en aquellos géneros Giscursivos que requieren formas estandarizadas, por ejemplo, en muchos tipos de documentos oficiales, en las érdenes militares, en las sefiales verbales, en el trabajo, etc. En tales géneros sdlo pue- den reflejarse los aspectos mas superficiales, casi bioldgicos, de la individualidad (y ordinariamente, en su realizacién oral de estos géneros estandarizados). En la gran mayoria de los gé- neros discursivos (salvo los literarios) un estilo in@ividual no forma parte de la intencién del enunciado, no es su finalidad unica sino que resulta ser, por decirlo asf, un epifenédmeno del ‘e enunciado, un producto complementario de éste. En diferentes = géneros pueden aparecer diferentes estratos y aspectos de la per- sonalidad, un estilo individual puede relacionarse de diferentes maneras con Ja lengua nacional. El problema mismo de lo nacio- nal y lo individual en la lengua es, en su fundamento, el pro- blema del enunciado (porque tan sdlo dentro del enunciado Ia Jengua nacional encuentra su forma individual). La defi- nicién misma del estilo en general y de un estilo individual en particular requiere de un estudio mds profundo tanto de la naturaleza del enunciado como de la diversidad de los géneros discursivos. El vinculo orgénico e indisoluble entre el estilo y el género se revela claramente en el problema de los estilos lingiifsticos o fun- cionales. En realidad los estilos lingiifsticos o funcionales no son sino estilos genéricos de determinadas esferas de la actividad y comunicacién humana. En cualquier esfera existen y se aplican sus propios géneros, que responden a las condiciones especificas de una esfera dada; a los géneros Jes corresponden diferentes csti- los. Una funcién determinada (cientifica, técnica, periodistica, oficial, cotidiana) y unas condiciones determinadas, especi- ficas para cada esfera de la comunicacién discursiva, generan determinados géneros, es decir, unos tipos tematicos, compo- sicionales y estilisticos de enunciados determinados y relativa- indisolublemente vinculado a deter- \ portante, a determi- “nadas unidades composicionales; el estilo tiene que ser con de>, “Yerminados tipos de estructuracién de una totalidad, con los tipos “de su conclusién, con los tipos de Ja relacién que se establece “entre el hablante y otros participantes de la comunicacién discur- “iva (los oyentes o lectores, los compafieros, el discurso ajeno, acai en la unidad genérica deh, 0 cual no significa, desde luego, que un estilo lin- 26 1 PoMLEA Lo chaos oscoEsOS > ENR ntsc mn. Ta teNGUA (PALADRS Y ORAGISN) Le lingtstice del siglo x1x, comenzando por Withelm von Hum Dotty sin neger le fanciém’comunicatva de la ln 4e lado como algo sccesorio; en el primer plano c de In generaciin del pensamiento independantemente de ‘municaciée. Una famosa férmula de Humboldt reza at: “Sin tocar ts necesidad de la comunicaciin ene la humanidad, Ia Jengus hubiese sido une condicién necesaria del pensamiento del hombre, incluso en su eterna soledad”.* Otros invesigadores, por ejemplo, ios sepuidores de Vossler, diron la principal impor cia a Ja lamads funcign expresiva. A pesar de las eiferensas eh 1 enfogue de esta funcién entre varios tericas, su exencis se reduce a Ja expresin del mundo individual del hablante El ese auaje se deduce de a necesidad del hombre de expresarse y obj. tivatse a si mismo. La esencia del enguaje, en una w etta forme, ‘por una u otra vi, se restringe a Ia erenividad esprtual del ind Viduo. Se propusieron y contin " de ies funciones del Ienguaje, pero ‘otros en Si el papel del otro se ha tomado en cuenta ha sido Sinicamente en funcién de ser un oyente pasivo a quien tan s6lo se le asigns el papel de comprender al hablante, Desde este punta de vista, ef enunciado tiende hacia su objeto (es decir, hacia su contenido y hacia el enuncisdo =a en real lefinicién de la esencia de Ja fengua esta realidad resulta ser innecesaria y 10 determina fe naturaleza de lenguaje. A veces, Ia colectvided lin. listica se contempla como una especie de personalidad colectiva, “esplritu del pueblo", etc. y se le atribuye tna enorme importan: ia (por ejemplo, entre los adeptos de Ia “‘picologta de los puc. £ W. Humboldt, 0 ralichit orgnizmoy chelovecheskogo iezy, San Petersburg, 18 oe), peo incisive en ete cap Ia pried eos hablos foe clacton rca con cada blenteetemtnnd eet de importanca. e a oe cores do Toga general Grlasive en taajs tm eroac Sets) eno se rcmntan endian Wh ‘ Gren at feisrce ty esquoma de lr posson sober St dae ants allan y de lo proces pasvos Se resepién Y comm prensa del dncreo en cust sl oat, No we pune der gue {sles eaquemar ten falbor y no sortspondan & ceturminalo: ‘omens dela realidad, per, cuando ter momsatos = pes tan como Ia toad rea Ge i comunicacon dan Ta posture de respuesta del oyente estéen formacién# lo largo 4e todo el proceso de audicién y comprensién desde el principio, a veces, a partir de las primeras palabras del hablantc. Toda comprensién de un discurso vivo, de un enunciado vivients, tiene un cardcter de respuesta (a pesar de que el grado de partiipecién puede ser muy variado); tode comprensién est& prefada de rer puesta y de una u otra manera la genera: el oyente ce conviere en hablante. Claro, no siempre tiene lugar una inmediate en voz alts) soe o% oe ee camayer 0 ee cree ee ok ‘como Ja totalidad conereta del fenémeno; en el caso contra camp comunity presents op SEI opreei do reponse 66 acon fcarada, Todo fo gu Simos exponiende squt se refiere, con las correspondiente a: StS somplementeions, l dssute ens ie “hs, pe, toda comprensién realy ttl ent an eareter de seaptesid activa y no to sino une fate Incl prepaaiva iS Raptors to fon). Tul abet ‘ium coca con sta activa comprenson predada de Tespetat sp eapera una compression pave, que tan Glo feproduics ‘ga en'scabens ten, sna ue ques une contortion, comer fimiento, participacién, objecién, eumplimento, ete. (los diversos scr deren peuponen irene onsale loge hs, varios objedvosdlsrurivs en los que hablano eerben eco de hace compreaible a dacrss cst san amen aistracto del conereto total proyecto dsurivo dl habla. Es pido por vex primers el eterno silencio del univers, y él no ements presupone In existncia del sistema de ln lengua que wt lize, sino que cuenta con le presencia de cieros anunciados setae, ys lt on fp cae su nasa do nado es in suerte de relciones (Ge apoya en lls, Bidde co chictutclecee op opeetretin pos cyente) Todo enunciado es un eslabéo en Ia eadene, muy com- plojamente orgenizade, de-otrs enunciados ‘De este modo, quel ayente que, con su pasive comprensis, se representa como pareja del hablant en Tos esquemas de los ‘Gursos de lingiistica general, no coresponde al partipante real de Ia comunicacén discursive Ubique repretenalelesqiel 6 tanis6lo un momento abstescto de un acto Teal y total de Ia\com>, vanque generavunmirespuesta, (con le qve cuenta el Peevey Ene Boo ie atnraccon cence een st abscute mente jusficada, pero con una condicin: debe ser comprendida Conscientemente como wna abstraccién y no ha de presenarse puede convertirse en una ficeién, Lo éitimo precisamente sucede én a lingistca, porque semejantes esquemas abstracos, aunque ho se presenten como un refleo de 1a comunicaciéa discursiva real, tampoco se completan con un sefalamiento acerca de una mejor complejdad del fenémeno real NGbfiojresultad) dejest,¢h, ‘false’ el cundro efect le discursi El pepel acivo (el otro eae proceso de In comunicaci6n discursiva se debiite SE a0 Naa al ero en SE rate fori da papel activo del tro en el proceso ae Ere ct discursive, ax como Ia tendencn de dejar de y ambiguo de tales temings como" Sot teeninosintensonalmente indefinidossuelen designsr aque FRUEEUSojeto sane cvisign en unidades de lengua, que se Piedtn ‘como sus frasciones: féniess (fonems, saa,’ periodo Pia SeIdscurso)ysgniicantes,(oracion y palabra). “La 2aitonte slseuriva se subdivide” o “nuestro dscurso compren GREE ff rucien iniaze, en Ios manuales de nglstice y ace Sec sat como en los estudios especiales de fonética o lexco- BBS ot captulos de gramtice dedicados al andliss de las uz oreespondientes a In lengua. Por desgratia, también te fn grumitca de la academia rusa utliza el mismo Eusfinde y ambiguo término: “nuestro discurso”. He agut el [Rls dela [ateoduceion alcapitulo dedicado a la fonétice: “Nucs- iio discuto, ente todo, +0 eubdivide en oracions, que & 94 Y= eden subdividtse en combinaciones de palabeasy pelabras Lat PUfabrus ae separan claramente en pequedas woidades fGnicab que Eon sllabas. Las sila ee fracionan en sonidos del discus, o fonemas.-."* 7De qué “cortiente discursive” se trata, qué cose es “nuestro iscurso"? {Colles 9 extensi6n? {Tienen un principio y un fin? ‘Si poseen una extension indeterminada, (cud es ta fraceién que tomamos para dividica en unidades? Con respecto a todas estas Inverrogantes, predominan una fslta de definicién y una vagueded absolutes, La vaga palabra “discus”, que puede designar tanto it lengua como al proceso o élscurso, es decir al habla, tanto ‘sun enunciedo separado como a toda una serie indeterminada de fnunelados,y asimismo « todo ua género discursivo (“promunciar tun discurso"), hasta el momento no ha sido convertida, por paste te los lingistas, en un término estrito en cuanto a su significado y bien determinado (en otras lenguas tienen lugar fenémenos “Indlogos). Lo cual se explica por el hecho de que el problems del tenunciado y de los géneros discursivos (y, por consiguiente, el Ge Te comunicacién discursiva) esté muy poco elaborado. Casi siempre tiene lugar un enredado juego con todos los sigificados mmencionados (a excepeién del Gltimo). Generalmente, a cualquier + Grammatika russkogo iaxyke, tomo 1, Moses, 1952, p51 NOOVE - 0 EL PROBLEMA DE LOS GENEROS DISCURSIVOS SE Seucuelauen pemona se le aplica la expresién “nuestro i q :pcidn jams se sostiene hasta el final.* Sin embargo, si falta definicién y claridad en aquello que suelen subdividir en unidades de la lengua, en la definicién de estas tiltimas también se introduce confusién: z : La falta de una definicién terminolégica y Ja confusién que teinan en un punto tan importante, desde el punto de vista meto- § 3 dolégico, para el pensamiento lingiifstieo, son resultado_de un? menosprecio hacia la (Wnidad-real de la comunicacién @iscursiva)) que es el enuiciado, Porque el GiscursO)puede existir en Ia re’ Jidad tan sélo en forma de enunciados concretos pertenecientes a los hablantes o sujetos del(iscurso) El Giscurso)siempre esta vertido en Ja forma del enunciado que pertenece a un sujeto dis- cursivo determinado y no puede existir fuera de esta forma. Por més variados que sean los enunciados segiin su extensién, conte- nido, composicién, todos poseen, en tanto que son unidades de la comunicacién Giscursiva,) unos rasgos estructurales comunes, y, ante todo, tienen fronteras muy bien definidas. Es necesario des- Q vcribir estas fronteras que tienen un cardcter esencial y de fondo} )9) Las fronteras de cada enunciado como unidad de la comuni- psceacion discursiva ts in cursivos,jes decir, por la alternacién. de los hablantes} Todo enun- , ' ciado, desde una breve réplica del didlogo cotidiaffo hasta una ¢, novela grande o un tratado cientifico, , por decirlo asi, un ¢ principioyabsolutovy:un*final absoluto; antes del comienzo estan _, los enunciados de otros, después del final estan los enunciados respuestas de otros (0 siquiera una comprensié6n silenciosa y acti- va del otro, 0, finalmente, una accién respuesta basada en tal tipo de comprensién). Un hablante termina su enunciado para ceder la palabra al otro o para dar lugar a su comprensién activa como respuesta. El enunciado no es una unidad convencional sino real, delimitada con precisién por el cambio de los sujetos discursivos, ont ‘so

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