Vasos comunicantes entre la cultura japonesa y el arte occidental
Masao Yamamoto, su inspiración en el arte del Ikebana, la naturaleza y el haiku. Su
influencia en la fotografía minimalista de occidente. El haiku es un tipo de poesía breve que surgió en Japón en el siglo XVI. El poeta Matsuo Basho fue quién lo difundió y creó una escuela en la que muchos poetas contemporáneos a él desarrollaron el género. Su origen se remonta a ser escrito como tercetos en los costados de las hojas de la poesía, en ese momento muy prestigiosa, llamada “renga”. Su popularidad fue creciendo ya que fue capaz de absorber las cualidades más positivas de la cultura japonesa. Se caracteriza por ser un terceto compuesto de cierto número de sílabas: cinco, siete y cinco. Siempre que sea posible, incluía una palabra “kigo”(denota la estación del año), y el uso de “kireji”, kanji cortante y dramático que remata el poema. De la espiritualidad más refinada de ese entonces, mezcla taoísmo y budismo que derivan en el zen. Aprovechó el elogio del instante, el cultivo de la paradoja, la observación de la naturaleza, y el vacío que rodea al mundo conocido. Características que se trasponen a los objetos observados en la obra de Yamamoto. En palabras de Roland Barthes: "el haiku reproduce el gesto indicativo del niño que muestra con el dedo alguna cosa”. También influyó la obra del mexicano Octavio Paz , ganador de un novel de escritura, quien ha dicho que el haiku es un organismo breve y muy complejo.