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Trabajo

Práctico
de
Educación
Cívica
Nombre: Deborah Pérez Landera
Grupo: 8vo3 # 27
Camilo Cienfuegos: el Héroe de Yaguajay

¿Quién era este hombre, que paso a paso había ganado el cariño de su pueblo y
cuyo heroísmo tocaba con la leyenda? Camilo nació en La Habana, el 6 de febrero
de 1932, en el seno de una familia humilde en la que había, además, otros dos
hermanos. Estudió en la escuela del barrio donde vivía y fue siempre un niño muy
sensible a las penas, dificultades económicas e injusticias, a pesar de lo cual era
un niño alegre, siempre sonriente y travieso. Así, por ejemplo, conocía de la
escasez de dinero en su casa, y sin que alguien se lo pidiera guardaba los
centavos destinados a su merienda y cuando había acumulado algunos, se los
entregaba a la madre. Era también un niño valiente, ante un problema o una
dificultad jamás echaba a correr, sino lo enfrentaba. Por eso, un día, en que
jugaba pelota con unos
amigos, rompieron el cristal de un camión. Como todo el mundo corrió, el chofer
atrapó a Camilo y lo llevó a su casa. El padre, con gran sacrificio, tuvo que
pagar el cristal. Camilo estaba muy apenado, pero no rehuyó responder por la
falta cometida. Terminó la segunda enseñanza con buenas calificaciones. Desde
niño era muy buen nadador y se destacaba en el juego de pelota; le gustaba
también
leer mucho y bailar, condición por la cual era bien recibido entre las muchachas.
A los dieciocho años comenzó a trabajar limpiando en una sastrería, pero
pronto decidió buscar fuera de Cuba mejores condiciones de trabajo. Viajó a
Estados Unidos, y tras presenciar, por un período breve, la explotación a que
eran sometidos los humildes, regresó a Cuba. Camilo nunca perdió su alegría
natural que vinculaba a las cosas más serias. Fue uno de los jóvenes impactados
por el golpe de Estado del 10 de marzo, que inició para él un período de
vinculación con los jóvenes universitarios. Participó en manifestaciones y actos de
protesta contra la dictadura, por lo que fue perseguido y herido en una ocasión.
Una madrugada se apareció en su casa con un perrito al que le puso Fulgencio.
Poco tiempo después, en un registro que hicieron en su casa, los guardias
descubrieron que Fulgencio era el perro, ¡cómo se pusieron aquellos hombres! Así
era Camilo. Perseguido por la tiranía, Camilo vuelve al extranjero, viaje que
culmina en
México, en busca de contacto con los revolucionarios cubanos que allí se
entrenaban. Camilo Cienfuegos fue el último elegido, debido a que no tenía
conocimiento militar práctico, por lo que fue enviado al campamento de Abasolo,
Tamaulipas, donde recibió entrenamiento en guerra de guerrillas y práctica de tiro.
Recibe su bautismo de fuego junto a sus compañeros en Alegría de Pío, el 5 de
diciembre de 1956. Un año después, en 1957, se creó la columna número 4, hija
de la columna madre “José Martí”, a cargo del comandante Ernesto Che Guevara.
En el grupo, Cienfuegos cumplió su función de jefe de la vanguardia. En marzo de
1958 se convirtió en el primer jefe del movimiento que llevaba el combate más allá
de la Sierra Maestra, a los llanos del Cauto. Tras el triunfo de la Revolución
Cubana, Cienfuegos formó parte del alto mando del Ejército Revolucionario como
su jefe supremo. El comandante Camilo Cienfuegos era muy querido por su
humildad, sencillez y sonrisa franca, incluso se llegó a comparar su popularidad
con la del jefe revolucionario Fidel Castro. Así entonces podemos destacar a
Camilo Cienfuegos como uno de los líderes más importantes y queridos durante el
proceso revolucionario que llevó a Cuba a su definitiva independencia en 1959.
Por otro lado, contribuyó a la educación política de los integrantes de las fuerzas
armadas y del pueblo cubano. Igualmente, en sus discursos hizo referencia a la
unidad de los revolucionarios, a la libertad, a la importancia de la reforma agraria y
otras medidas de la Revolución y particularmente trató acerca del papel y la labor
de los miembros de las Fuerzas Armadas. El 28 de octubre de 1959, Cienfuegos
falleció en un accidente de aviación a causa del mal tiempo mientras retornaba de
Camagüey a La Habana a bordo de su avión ejecutivo, un Cessna 310. Sin
embargo, las circunstancias de su deceso han sido oscuras y confusas. En primer
lugar, no se encontraron los restos de Cienfuegos ni los de su avión, o de alguna
llamada de auxilio. Diversos sectores de la población cubana iniciaron su
búsqueda durante varios días, siendo este uno de los eventos más conmovedores
de los primeros años de la Revolución Cubana.

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