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Historia del ajedrez

El ajedrez tiene su origen en la India, más concretamente en el Valle del Indo, y data del
siglo VI d.C. Originalmente conocido como Chaturanga, o juego del ejército, se difundió
rápidamente por las rutas comerciales, llegó a
Persia, y desde allí al Imperio bizantino,
extendiéndose posteriormente por toda Asia.
La mayoría de los historiadores coinciden en
ubicar el origen del ajedrez en la India en el
siglo VII. El mundo árabe, adoptó el ajedrez
con un entusiasmo sin igual: estudiaron y
analizaron en profundidad los mecanismos del
juego, escribieron numerosos tratados sobre
ajedrez y desarrollaron el sistema de notación
algebraica. La era moderna del Ajedrez, sin
embargo, puede ser ubicada en el siglo XV,
donde las piezas obtuvieron la forma que
tienen actualmente. El primer analista serio del juego fue el español Ruy López de Segura
(Siglo XVI), quien en 1561 describió las reglas que aún se usan. El primer reglamento
impreso fue publicado por Francois Philidor con el título Analyse du jue des echecs (1749),
que fue traducido a muchos lenguajes y ayudo a la difusión del juego. Durante los siglos
XVI y XVII el ajedrez experimentó un importante cambio, y la reina se convirtió en la pieza
más poderosa, en cuanto a su movimiento se refiere, del tablero. Fue entonces cuando se
permitió a los peones avanzar dos casillas en su primer movimiento y se introdujeron la
regla conocida como en passant ('al paso'), que permite capturar el peón que sigue su
marcha y no come la ficha que se le ha ofrecido por una determinada estrategia, y el
revolucionario concepto del enroque. Los jugadores italianos comenzaron a dominar el
juego, arrebatándoles la supremacía a los españoles. Los italianos, a su vez, fueron
desbancados por los franceses y los ingleses durante los siglos XVIII y XIX cuando el
ajedrez, que había sido hasta entonces el juego predilecto de la nobleza y la aristocracia,
pasó a los cafés y las universidades. El nivel del juego mejoró entonces de manera notable.
Comenzaron a organizarse partidas y torneos con mayor frecuencia, y los jugadores más
destacados crearon sus propias escuelas.
¿Qué es el ajedrez?
El ajedrez es un juego de estrategia en el que dos personas se desafían frente a un tablero
cuadriculado de 64 casillas y dos grupos de
figuras, 16 para cada jugador, unas blancas y
otras negras: un rey, una dama, dos alfiles, dos
caballos, dos torres y ocho peones. El Comité
Olímpico Internacional (COI) lo considera un
deporte y la Federación Internacional de
Ajedrez (FIDE) regula las competiciones
internacionales. El objetivo del ajedrez es
derrocar al rey del oponente y, para ello, cada
jugador debe intentar acercarse a la casilla
ocupada por esta figura y presionar hasta que
quede desprotegida y pueda decir jaque mate. Fin de la partida. El ajedrez es considerado
un deporte mental, ya que trasciende al propio juego. Incluso hay quien lo eleva a la
categoría de arte y ciencia. Además, es divertido, saludable y puede practicarlo personas
de todas las edades. Nunca es tarde para aprender a jugar, sobre todo por los numerosos
beneficios que aporta.
Beneficios del ajedrez para el ser humano
Memoria: El juego del ajedrez les obliga a recordar las reglas y las jugadas que van
ejecutando. Aprender este tipo de pasatiempos puede influir positivamente en el
rendimiento de los niños en otras actividades y/o asignaturas.
Análisis y síntesis: En una partida de ajedrez, el jugador
se encuentra ante una encrucijada, debe analizar las
múltiples posibilidades, sintetizarlas para elegir una y
plantear un contraataque a su adversario, desarrollando
así su pensamiento crítico.
Resolución de problemas y toma de decisiones: El
ajedrez obliga a sus participantes a tomar decisiones con
responsabilidad. Durante la partida, el jugador se
enfrenta a diferentes problemas y debe aplicar una
estrategia a la vez que tiene en cuenta la del contrario. El
tiempo es un factor importante en la partida, por lo que,
además, el participante aprende a tomar decisiones bajo
presión.
Empatía: Durante el juego, el jugador se pondrá en la piel del otro jugador, ya que se
anticipará y se preguntará “¿y ahora qué movimiento hará?”.
Socialización: Para participar en esta actividad, no es necesario compartir con el
adversario raza, nacionalidad, idioma o edad. En este sentido, el ajedrez es integrador y
enseña sobre todo a los niños a no discriminar. El lenguaje del ajedrez es un lenguaje
universal.
Creatividad e imaginación: En este juego no solo es necesario estudiar jugadas y seguir
un patrón de movimientos determinado, sino que en ocasiones es interesante desarrollar la
imaginación y prever diferentes posibilidades de lo que puede ocurrir durante la partida.
Asimismo, es necesario crear jugadas sorprendentes e inesperadas.
Aceptación de reglas: Como en cualquier otro juego, el ajedrez cuenta con sus propias
reglas cuyo incumplimiento no es aceptable en ningún caso.
Concentración: El ajedrez exige tanta concentración, que no es extraño encontrar a sus
jugadores completamente aislados del ruido exterior mientras están enfrascados en una
partida.
Organización y planificación: Los juegos de estrategia se han revelado como una forma
extraordinaria de desarrollar la parte de nuestro cerebro que se dedica a la planificación, la
gestión del tiempo y la organización.
Inteligencia emocional: Favorece el equilibrio entre lo racional y lo emocional, haciendo
que los jugadores sobre todo los niños acepten y aprendan a encajar tanto los triunfos como
los fracasos.
Experiencia de jugadores profesionales del ajedrez
Rubén Felgaer: “Hay una semilla, si se la riega puede volver a brotar”
–A lo largo de la historia se ha discutido en muchas ocasiones acerca de la naturaleza
del ajedrez. Como ajedrecista, ¿se siente más cerca de la tarea de un científico, de
un artista, de un deportista o de simple jugador?
–A mí particularmente lo que más me atrajo siempre fue la parte artística, la creativa. Pero
cuando uno decide dedicarse profesionalmente aparece también muy fuerte la parte
deportiva, la preparación, la misma competencia, donde uno se siente más como un
luchador. En la preparación, con los elementos informáticos que hoy existen, también se
incorpora la parte científica.
Felgaer supo desde muy chico que iba a dedicarse al ajedrez. Cuenta que cuando estaba
en el colegio fue un poco traumático porque el juego estaba asociado con la condición de
“nerd”, pero asegura con orgullo que tiene bien asumida su condición de ajedrecista
profesional. Lo cierto es que hace doce años consiguió la norma de Gran Maestro –la mayor
titulación a nivel mundial– y recientemente se coronó campeón argentino por quinta vez.
Desde 2009 vive en Chile, donde da clases y colabora con la Fundación Chilena de Ajedrez,
que dirige el empresario chileno Daniel Yarur, y que organiza encuentros con los máximos
referentes mundiales, como Karpov, Anand o Polgar.
–¿Cuáles son hoy sus sueños, sus aspiraciones?
–En los últimos años creo que tuve una especie de transformación: mis aspiraciones no
pasan tanto por una cuestión de títulos o ranking, sino por un lado más interno, por realizar
cierto potencial, estar satisfecho con el nivel alcanzado; muchas de las trabas para mejorar
tienen que ver con fases que no son técnicas, no sé si llamarlas espirituales. En el camino
de progresar, uno va descubriéndose a sí mismo, superando barreras; en esta profesión
estamos todo el tiempo en un plano de autoobservación.
Experiencia de jugadores normales de ajedrez es decir que solo los juegan porque
les gusta
- ¿Qué sintió cuando jugo por primera vez?
-nerviosismo y frustración
- ¿es difícil estar frente a su oponente?
-no es difícil
- ¿Qué siente ahora cree que cambio algo en usted?
-cambio la manera de hacer estrategias y de analizar las cosas
Conclusiones
Sofia:
El ajedrez es un gran deporte mental porque además de ser divertido y saludable este tiene
grandes beneficios para nosotros pues nos ayuda a tener una mejor concentración,
memoria a ser más analíticos y ordenados lo cual es una gran ayuda para nuestra vida
diaria.
Alma Paola: en lo personal no soy una persona que juegue el ajedrez, pero me parece uno
de los juegos de mesa más interesantes porque es un juego de mucha precisión y también
mucha mente para hacer buenos movimientos y ganar lo más rápido posible y aparte como
ya lo mencionamos anteriormente este juego trae muchos beneficios a las personas que
los juegan como mejorar la salud mental, aprender y adquirir nuevas aptitudes para ser
mejores personas al interaccionar con otras personas y sobre todo si se enseña desde que
son niños.
Noelia: pues yo nunca he jugado ajedrez en lo personal, pero me parece un juego muy
interesante ya que reforza la mente, aprendes a reaccionar o pensar más rápidamente, pero
también puede que te sometas a mucho estrés ya que si no haces tus movimientos
correctos puede que te quiten la mayoría de tus piezas y pierdes.

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