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El cuento realista

¿Qué es lo real? ¿Real es lo mismo que realista? ¿La realidad es lo normal? ¿Y la literatura? ¿Puede un
cuento o una novela reproducir la realidad tal como es?

El postulado de la literatura como espejo fue una de las más fuertes conviccio nes de los escritores
realistas del siglo XXI, el llamado siglo del realismo. Quienes adoptaron esa estética lo hicieron para
tratar de reflejar fielmente la realidad a través de un uso directo del lenguaje.

¿Cuál es la diferencia entre algo real y algo realista?


¿Leyeron alguna vez un cuento que se pueda considerar como realista?
¿Qué estrategias utilizarían si quisieran contar una historia que les ocurrió pero puede parecerle poco
creíble a quien la escucha?

Un drama verdadero Guy de Maupassant

Le vrai peut quelque fois n'être pas vraisemblable

Decía yo el otro dia, en este lugar, que la escuela literaria de ayer servia, para sus novelas, de las
aventuras, o verdaderas excepcionales encon tradas en la existencia, mientras que la escuela actual, por
preocuparse únicamente de la verosimilitud, establece una especie de media de los acon tecimientos
habituales.
Y he aqui que me comunican toda una historia, parece que ocurrida, y que se diria inventada por algún
novelista popular o algún dramaturgo delirante. En cualquier caso, es sobrecogedora, está bien urdida y
resulta de sumo interés por su misma extrañeza.

En una propiedad rural, a medias granja y a medias castillo, vivía cierta familia que tenía una hija
cortejada por dos jóvenes, hermanos ambos. Pertenecían a una antigua y excelente familia, y vivían
juntos en una propiedad cercana
Fue preferido el mayor. Y el menor, a quien un amor tumultuoso trastornaba el corazón, se volvió
sombrío soñador, errabundo. Pasaba fuera de casa días enteros o se encerraba en su cuarto, y leía o
meditaba Cuando más se aproximaba la fecha de la boda, más resentido parecía volverse.
Una semana antes, poco más o menos, de la fecha fijada, el novio, que volvía de noche de su diaria
visita a la joven, recibió un disparo a quemarropa, en un rincón del bosque. Unos campesinos, que lo
encontraron al alba, transportaron el cadáver a su hogar. Su hermano se hundió en una rabiosa
desesperación que duró dos años. Llegaron a creer que se haría sacerdote o que se mataría.
Al cabo de dos años de desesperación, se casó con la novia de su hermano.
Durante ese tiempo no se había podido dar con el asesino. No exis tia la menor pista segura, y el único
objeto revelador era un trozo de papel casi quemado, negro de pólvora, que había servido de taco a la
escopeta del asesino. En aquel pedazo de papel estaban impresos algunos verso, el final de una canción,
sin duda, pero no pudo descubrirse el libro del que había sido arrancada aquella hoja.
Se sospechó de un cazador furtivo de mala fama como autor del asesinato. Fue perseguido,
encarcelado, interrogado, acosado, pero no confesó, y lo dejaron en libertad por falta de pruebas
Tal es la exposición de este drama. Uno creeria estar leyendo una horrible novela de aventuras. No
falta nada: el amor de dos hermanos, el celo de uno, la muerte del preferido, el crimen en el rincón del
bosque, la justicia sin pistas, el detenido puesto en libertad, y un ligero hilo entre las manos de los
jueces, aquel trozo de papel negro por la pólvora.
Y pasan veinte años. El hermano menor, casado, es feliz, rico y considerado, tiene tres hijas. A su vez,
una de ellas va a casarse. Se desposa con el hijo de un antiguo magistrado, uno de los que formaron
parte del tribunal por el asesinato del hermano mayor. Y he aquí que se celebra el matrimonio, una gran
boda rural, una boda de campanillas. Los dos padres se estrechan las manos, los novios felices. Se cena
en la larga sala el castillo, beben, bromean, rien, y, a los postres, alguien propone cantar canciones, como
se hacia en los viejos tiempos.
La idea agrada, y todos cantan Cuando le llega el turno, el padre de la novia busca en su cabeza viejas
coplas que tarareaban en el pasado, y poco a poco las encuentra.
Hacen reír, le aplauden; el sigue, entona la última, luego, una vez que ha terminado, su vecino el
magistrado le pregunta: ¿De dónde diablos ha sacado esa canción? Conozco los últimos versos. Hasta me
parece que están relacionadas con alguna grave circunstancia de mi vida, pero no caigo, voy perdiendo la
memoria Y, al dia siguiente, los recién casados salen de viaje de bodas.
Entre tanto, la obsesión por los recursos indecisos, ese prurito cons- tante de recordar una cosa que sin
cesar se escapa, atormentaba al pa dre del joven. Tarareaba sin descanso el estribillo que había cantado
su amigo, y no conseguía descubrir de dónde le venían aquellos versos que, sin embargo, sentía
grabados desde hacía mucho tiempo en su cabeza, como si hubiera tenido un fuerte interés en no
olvidarlos.
Pasan dos años más. Y un día, ojeando viejos papeles, encuentra, copiadas por él mismo, aquellas
rimas que tanto ha buscado.
Eran los versos que habían quedado legibles en el taco de la escope ta que tiempo atrás había servido
para el crimen.
Vuelve entonces a iniciar por su cuenta y solo la investigación Inte roga con astucia, registra los
muebles de su amigo, tanto y tan bien que encuentra el libro del que la hoja ha sido arrancada.
Y entonces sobreviene el drama en el corazón de ese padre. Su hijo es yerno del hombre de quien tienen
violentas sospechas, pero si aquel de quien sospecha es culpable, mató a su hermano para robarle la
novia! ¿Hay crimen más monstruoso?
El magistrado prevalece sobre el padre. El proceso vuelve a abrirse. El verdadero asesino es, en efecto,
el hermano. Lo condenan.
Tales son los hechos que me indican. Me aseguran que son verdaderos. ¿Podríamos emplearlos en un
libro sin dar la impresión de imitar servilmente a los señores de Montépin y du Boisgobey?
Asi, pues, en la literatura como en la vida, el axioma: "No todas las verdades pueden decirse" me
parece perfectamente aplicable.
Insisto en este ejemplo, que me parece sorprendente. Una novela hecha con un dato semejante
dejaria a todos los lectores incrédulos y provocaria la indignación de todos los artistas verdaderos.

Traducción cedida por Editorial Páginas de Espuma. de la traducción: Mauro Armiño.

Axioma: proposición tan clara y evidenta que se admite sin demostración.

Textos en clave
Actividades
1. ¿En todo el texto se cuenta una historia? Determi- nen si hay partes donde el narrador argumenta u
opina en vez de contar y márquenlas.
2. ¿En qué lugar o espacio geográfico ocurre la historia narrada?
3. ¿De qué forma murió el hermano mayor? ¿Quiénes encuentran el cuerpo?
4. ¿De quién se sospechó en un primer momento?
5. ¿Qué hace el personaje cuando se entera de la muerte del hermano?
6. ¿Cuántas bodas se mencionan en la historia? ¿Quiénes se casan en cada ocasión?
7. ¿Cuáles son las pistas que se siguen para buscar al asesino inmediatamente después de cometido el
crimen? ¿Qué elemento encauza al final la búsque da para encontrar al verdadero culpable?

Palabras en clave
1. Reemplacen las palabras destacadas por un sinónimo.
- Una novela compuesta con un dato semejante despierta la incredulidad de todos los lectores.
- Cuanto más se acercaba la hora de la boda, más receloso se volvía.

2. Expliquen la siguiente frase en el contexto del


cuento:
- El magistrado triunfa sobre el padre.
3. Determinen cuál de las siguientes acepciones de la palabra drama corresponde a la utilizada en el
titulo de este cuanto. Justifiquen su elección
- Obra literaria escrita para ser representada.
- Otra de teatro o de cine en que prevalecen acciones y situaciones tensas y pasiones conflictivas.
- Suceso infortunado de la vida real, capaz de conmover vivamente.

Prácticas del lenguaje ES. Estrada.2017

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