Había una vez un reno llamado Frosty y un hada de la Navi-

dad llamada Sparkle. Ambos vivían en el Polo Norte, cerca de

la casa de Santa Claus.
Frosty era un reno travieso y siempre estaba buscando aven-
turas. Un día, mientras exploraba el bosque nevado, se en-
contró con Sparkle, quien estaba ocupada preparando la
magia de la Navidad.
Sparkle era amable y
sabía muchas cosas sobre
la Navidad. Frosty se
sintió atraído por su brillo
y decidió que quería ser su
amigo.
Juntos, Frosty y Sparkle
descubrieron que tenían
mucho en común. Les
encantaba jugar en la
nieve y decorar los árboles
con luces brillantes.
También disfrutaban escuchar
las risas de los niños cuando abrían
sus regalos.
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En la noche de Navidad, Frosty y Sparkle volaron junto a
Santa Claus en su trineo. Mientras viajaban por el cielo estre-
llado, dejaron un rastro de brillo y alegría en cada casa que
visitaron.
Los niños despertaron emocionados al encontrar regalos bri-
llantes debajo de sus árboles. Frosty y Sparkle sabían que
habían hecho realidad la magia de la Navidad.
Desde ese día, Frosty y Sparkle se convirtieron en los mejores
amigos y continuaron trabajando juntos para llevar la
magia de la Navidad a todos los rincones del mundo.
Y así, cada Navidad, cuando ves las luces brillantes y sientes
la alegría en el aire, recuerda que Frosty y Sparkle están tra-
bajando duro para hacer de esta temporada un momento
especial para todos.
 Desde
donde
nace la
magia de
la
Navidad
Paola Rincon