las puertas de tu Sagrado Corazón, únenos a Él para siempre. Que todas las respiraciones y palpitaciones de nuestro pobre corazón aun cuando estemos durmiendo, te sirvan de testimonio de nuestro amor y te digan sin cesar: Señor, te amamos. Recibe el poco bien que hacemos, y danos tu santa gracia para reparar todo el mal que hemos hecho. Para que te amemos en el tiempo y te alabemos por toda la eternidad, Amén. Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.(3) PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA. El Pío IX dijo estas palabras: Doy mi bendición a este Corazón y quiero que todos los detentes que se hagan conforme a este modelo, reciban esta misma bendición sin que tengan necesidad de ninguna otra. Además, quiero que el demonio, no tenga poder alguno sobre los que lleven este Corazón; y recen un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.