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La glándula pineal: ¿nuestro tercer ojo?

Publicado en 27 de junio de 2014 por elenross en Colaboradores, Ocultismo, ondas


electromagnéticas // 15 Comentarios

La glándula pineal o epífisis se encuentra justo en el centro del cerebro, bien protegida entre ambos
hemisferios. Es poco más grande que un guisante y su nombre se debe a que parece una minúscula piña.
Fisiológicamente, produce la melatonia u "hormona de la eterna juventud" (los que logran activarla
efectivamente parecen más jóvenes y ganan en salud) que regula nuestro reloj biológico. Aquí
tendríamos el tercer ojo de los hindúes que se marcan en la frente, y una parte de nuestra anatomía que si
sabemos "despertar" nos recompensará ampliamente.

La tuátara, un tipo de lagarto que vive en Nueva Zelanda y es un auténtico fósil viviente, conserva el
“tercer ojo” como un vestigio evolutivo, que consta de una lente, una retina y un nervio conectado al
cerebro, que se origina en la glándula pineal. También se ha comprobado que otros reptiles, ratas y
algunos peces también tienen más o menos desarrollado un tercer ojo. Sin embargo estos animales no
parecen realmente mirar con él.

En los animales superiores, aunque al principio se pensaba lo contrario, la glándula pineal está lejos de
ser un anexo inútil del cerebro. La principal hormona que produce, la melatonina, está relacionada con
los ciclos circadianos de sueño y vigilia, día y noche, y las fluctuaciones de la temperatura de nuestro
cuerpo y nuestro metabolismo. Asimismo, es la responsable de los reajustes que tienen que llevar a cabo
muchos animales con motivo de los cambios estacionales, como la hibernación, la emigración, la época
de cría, etc. La mayor cantidad de melatonina se produce principalmente por la noche, por lo que la
glándula “sabe” cuándo hay luz.

La glándula pineal también produce la dimetiltriptamina (DMT), un neurotransmisor sintetizado a partir


de la serotonina, que se produce en grandes cantidades momentos antes de morir y es responsable de los
efectos visuales del sueño. En la naturaleza también se puede encontrar en plantas como la ayahuasca y
la Mimosa hostilis. Sus efectos como alucinógeno hacen que se altere dramáticamente la percepción del
tiempo y se perciba como si hubieran pasado varias horas, cuando en realidad sólo han sido unos 5 ó 10
minutos.

En el ser humano, a partir de los 6 ó 7 años empieza a calcificarse y por lo tanto a mermar su actividad.
Es muy sensible a ciertos tipos de sustancias, como algunos medicamentos, por ejemplo los
antidepresivos contribuyen enormemente a su cristalización. Los últimos estudios han corroborado que
también actúa como reguladora de la actividad reproductora y se ha incluido dentro de los órganos
magnetorreceptores, es decir, que es sensible a las micropulsaciones de origen extraterrestre, al sistema
cavitario ionosférico (resonancias Schumann con frecuencias de 7,8 Hz similares a las del ritmo alfa de
nuestro cerebro) y en general a fuentes de campos ELF. Se sospecha que las ondas electromagnéticas
artificiales producidas por la actividad humana (líneas de alta tensión, radares, telefonía móvil, ondas
wifi, etc.) pudieran afectarla negativamente.

De la página Taringa extraemos este párrafo muy ilustrativo al respecto:

Una alegoría sería: “En el gran concierto endocrino, la glándula pineal es el director de orquesta que
sigue ordenadamente la partitura, constituyendo la luz su inspiración rítmica y acompasada”. En este
sentido, la incidencia de otras radiaciones electromagnéticas no naturales provocaría un caos
sinfónico, lo que los pinealólogos (especialistas en glándula pineal) denominan “cronopatía
electromagnética interferencial” por alteración de la compatibilidad electromagnética entre el
bioelectromagnetismo y la progresiva contaminación electromagnética. Como hemos mencionado la
glándula pineal, a través de sus células, los pinealocitos, produce y segrega, durante la fase oscura del
fotoperiodo una hormona muy importante: la melatonina. La luz continuada, y los campos ELF
artificiales, por ejemplo, rompen este ritmo de secreción.

En la actualidad existen dos revistas internacionales periódicas que se dedican única y exclusivamente a
publicar los avances en los estudios realizados en los laboratorios de todo el mundo: la Journal of Pineal
Research y la Pineal Research Review, ambas editadas en los E.E.U.U.
Los misterios de la glándula pineal
Ya el filósofo René Descartes, en el siglo XVII, pensaba que la glándula pineal era el área donde residía
el alma humana.

Dentro de las creencias o corrientes heterodoxas, se dice que las glándulas pineal y pituitaria regulan el
flujo de información entre el hemisferio derecho y el izquierdo, concretamente la pineal el hemisferio
derecho y la pituitaria el izquierdo.

La glándula pineal funciona como un reductor energético, convirtiendo la energía que dimana del
subconsciente en otra de menor vibración que pueda ser captada por el consciente y el inconsciente.
Procesos de intercambios energéticos bastante complejos pero, al mismo tiempo, rapidísimos. El punto
central de recepción y distribución de energías se encuentra situado entre el tálamo y el hipotálamo,
verdadero crisol alquímico en el que tienen lugar transmutaciones que convierten energías de baja
vibración en otras de alta vibración.

5 PASOS PARA ACTIVARLA

Su función más importante es la de ser nódulo receptor de las energías mentales que provienen de
dimensiones superiores, además de proporcionar conexiones telepáticas entre seres humanos de distintos
o semejantes niveles. No obstante, quizá la conexión más importante que realiza sea con los archivos
akáshicos. Interiormente tiene una serie de bastoncillos que se excitan de forma similar a los del ojo,
aunque por su posición en el cerebro no le llega luz exterior. La excitación se produce por la energía
mental que recibe.

Esta glándula también es nódulo emisor cuando el cerebro no consigue hallar una respuesta después de
manejar los parámetros de que dispone, es decir, cuando el cerebro dice “no sé”. Entonces es cuando
busca las respuestas fuera y se dirige al archivo akáshico; luego, una vez recibida la información, pasa
por los circuitos cerebrales hasta el consciente, aunque unida ya a los procesos generados por el propio
cerebro (voz de la experiencia).
Cada vez que estamos percibiendo una corazonada o una intuición, la glándula pineal está vibrando, con
más fuerza cuanto más fuerte sea la sensación.

ESTAS 5 SENCILLAS ACTIVIDADES


TE AYUDARÁN A ACTIVAR LA
GLÁNDULA PINEAL (O EL TERCER
OJO)
2016/07 /08

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También llamado como “el apéndice del cerebro”, la glándula pineal ha sido considerada
como el portal hacia el alma o el reino superior en donde se albergan fluidos vitales y,
como algunos científicos mencionan, el origen de las enfermedades mentales. Tiene una
forma de guisante cónico, y se encuentra en el techo ventrículo del cerebro –detrás de la
raíz de la nariz, en un pequeño lago de líquido cefalorraquídeo.

Por 1630, René Descartes escribió acerca de cómo la glándula pineal era el asiento del
alma: este peculiar lugar de la residencia del alma es el Conarium, o Glandula Pinealis, un
cierto núcleo que semeja un cono de pino, ubicado entre los ventrículos del cerebro”.
Además, los más inteligentes son quienes poseen una glándula pineal más móvil, pues ésta
se activa por el movimiento de la energía.

Inclusive, para algunas disciplinas, la glándula pineal también es llamada “el tercer ojo”, el
cual abre abre puertas a otras dimensiones, activándose mediante la realización de
ejercicios o meditaciones guiadas. A continuación de compartimos sencillos métodos para
activar la glándula pineal:

– Meditación. Al sentarse cómodo, espalda recta y con los ojos cerrados, enfoca tu
atención a la respiración profunda dejando que los músculos se relajen. Eventualmente
piensa en la glándula pineal: “glándula como si fuera un foco dentro de tu cerebro, una
lámpara que debes encender. Préndela. Ahora ya está activada, piensa en todos sus
beneficios, como en la antigüedad, cuando los chamanes la activaban para curar
enfermedades, fobias, depresiones. Sumado a esto, tu imaginación aumentará y utilizarás
más de tu propia energía, por lo que te sentirás lleno de vida, luz y paz espiritual.”

– DMT –dimetiltriptamina–, también conocida como la molécula espiritual que se libera


en la fase de movimiento ocular rápida –cuando dormimos–. La planta de la ayahuasca
también libera el DMT. A continuación te compartimos los sorprendentes beneficios de la
Ayahuasca en el cuerpo.

– El happy tea, o flores de la pasión –análogos de pinolina– y St. John’s Wort. No es


recomendable beber más de tres o cuatro tazas de este té al día. La pinolina es un inhibidor
de monoamina oxidasa que funge como elevador de neurotransmisores como la serotonina
y endorfinas.

– Melatonina, o la hormona del sueño. Se trata de un antioxidante con efectos


“antivejez”, regulación corporal y mejoría de los patrones de sueño. Consumir un
suplemento con melatonina puede mejorar el estado de ánimo y la empatía, y por tanto los
vínculos afectivos. Lo ideal es tomar el suplemento antes de ir a dormir –evitando que sea
antes del trabajo o un evento importante–.

– Yoga. De acuerdo con un estudio realizado en la Universidad de Wisconsin-Madison, la


yoga estimula cada glándula del cuerpo, principalmente la pituitaria y la pineal. Esto
provoca una experiencia similar al alucinógeno dimetiltriptamina –DMT, por sus siglas en
inglés– de la ayahuasca.

Los impulsos energéticos de la glándula pineal permiten entrar en un flujo geomagnético de


la tierra como si estuviésemos en “sintonía”. Y conforme más conscientes nos hacemos,
mayor es nuestra habilidad para manifestar nuestros grandes sueños. Gracias a la
conectividad con la naturaleza a través de la glándula pineal y la fluidez de nuestra mente-
cuerpo-sueños, nos permitimos formar parte de una globalidad; esto, en consecuencia, nos
hace ser más atentos por la unidad y procurar un mundo más saludable, armonioso y feliz.

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