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39134/L/24

LA LEGISLATURA DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA

SANCIONA CON FUERZA DE

LEY

ARTÍCULO 1°: Modíficase el Art. 1 de la ley 10.756, el que queda redactado de la


siguiente forma: “Artículo 1º.- Adhiérase la Provincia de Córdoba a las disposiciones de
la Ley Nacional Nº 27350 -Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados-, su
reglamentación y demás normas complementarias, a excepción de aquellas que
autoricen el autocultivo de cannabis”.

ARTÍCULO 2°: Incorpórase el Artículo 1° Bis a la Ley 10.756 conforme al siguiente


texto: “Queda prohibido en el ámbito de la provincia de Córdoba el cultivo de cannabis,
a excepción del que realice el Estado para, exclusivamente, la implementación,
desarrollo y ejecución de la investigación médica y científica sobre el uso medicinal de
la planta de cannabis y sus derivados”

ARTÍCULO 3°: Modifícase el Art. 3° de la ley 10.756, el que queda redactado de la


siguiente forma: “Artículo 3º.- Para la adecuada implementación, desarrollo y ejecución
de la investigación médica y científica sobre el uso medicinal de la planta de cannabis y
sus derivados, la Autoridad de Aplicación, entre otras cosas, puede:
a) Dictar protocolos de actuación y normas interpretativas;
b) Celebrar convenios con organismos del sector público, entidades del sector privado,
organizaciones de la sociedad civil y municipios y comunas de la Provincia de Córdoba.
Dichos convenios podrán tener como objeto la plantación y cultivo de cannabis
conforme lo dispuesto en los Arts. 1° Bis y 2° de la Ley 10.756, y
c) Impulsar las acciones que resulten conducentes y necesarias para dar cumplimiento al
objeto de esta norma.”

ARTÍCULO 4°: De forma.

FUNDAMENTOS

El día 5 de Mayo del año 2021 se sancionó en nuestra provincia la Ley 10.756
en virtud de la cual se adhirió a la Ley Nacional N° 27.350. No es menor a los fines de
analizar el alcance de dicha adhesión tener presente que la misma se efectuó en los
siguientes términos: “Adhiérese la Provincia de Córdoba a las disposiciones de la Ley
Nacional Nº 27350 -Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados-, su
reglamentación y demás normas complementarias.” (el remarcado me pertenece).
De ello se desprende que la Provincia efectuó una amplia adhesión a toda
normativa presente y futura que sea complementaria de la Ley 27.350, lo que incluso
puede ser interpretado como una delegación legislativa amplia al Congreso de la Nación
e incluso al Poder Ejecutivo Nacional en los términos de las reglamentaciones que se
dicten.

EL PROBLEMA CENTRAL ABORDADO POR ESTE PROYECTO DE LEY.

El problema central que pretende abordar el presente proyecto de ley es el


siguiente: el autocultivo de cannabis ( marihuana) y su uso medicinal no están
directamente relacionados. Es decir que, quien cultiva marihuana para su propio
consumo, no encontrará en ella la terapéutica necesaria para una dolencia, dado que solo
la forma medicamentosa de la misma ha sido científicamente probada su eficacia para
el tratamiento de la epilepsia refractaria. Para otras enfermedades, como ciertos casos de
autismo, el principio activo de la marihuana conocido como CBD está demostrando
cierta eficacia, sin haberse llegado a las conclusiones científicas de la contundencia
relacionada a la epilepsia refractaria.
El otro principio activo de la marihuana, conocido como THC, que se encuentra
presente en la planta de cannabis junto al CBD usado para el tratamiento de epilepsia
refractaria, ha demostrado capacidad para producir cambios estructurales a nivel
cerebral. Es decir, es dañoso para la salud, a punto tal que el consumo ocasional de
marihuana en su forma de hoja o “picadura” puede despertar enfermedades de tipo
mental como, por ejemplo, algunos tipos de psicosis.
El Ministerio de Sanidad de España, a través del Plan Nacional sobre Drogas
advierte que “El consumo de cannabis puede dar lugar a varios tipos de trastornos
mentales, entre los que se incluyen los trastornos psicóticos. Su consumo aumenta más
de cinco veces el riesgo de padecer psicosis a lo largo de la vida. Cuanto antes se
comienza a consumir y más frecuente es el consumo, mayor es el riesgo.”( ver:
https://pnsd.sanidad.gob.es/ciudadanos/informacion/cannabis/menuCannabis/riesgosCo
nsecuencias.htm).
Pese a la existencia de un discurso público algo generalizado que insinúa una
supuesta inocuidad del consumo de marihuana, las evidencias científicas caminan
exactamente en sentido contrario. Así, el mismo ente español ya mencionado detalla
entre los efectos del consumo de marihuana de largo plazo los siguientes:

Problemas de memoria y aprendizaje.


Peores resultados académicos.
Abandono prematuro de los estudios.
Dependencia (7-10 % de los que lo prueban).
Trastornos emocionales (ansiedad, depresión) y de la personalidad.
Enfermedades bronco-pulmonares y determinados tipos de cáncer.
Trastornos del ritmo cardiaco (arritmias).
Psicosis y esquizofrenia (especialmente en individuos predispuestos).

Todo indica que favorecer el consumo de marihuana, es decir de la planta de


cannabis, no es otra cosa que incrementar la posibilidad de que los males antes
detallados se desencadenen sobre la población cuyo cuidado debemos favorecer.

ENCUENTRO VECINAL CÓRDOBA Y SU HISTÓRICA POSICIÓN RESPECTO


DEL AUTOCULTIVO DE MARIHUANA.
Al momento de darse tratamiento a la Ley N° 10.756 el Bloque de Encuentro
Vecinal Córdoba NO se opuso a la adhesión de la Ley N° 27.350 - la cual en su
articulado no menciona el cultivo ni el autocultivo. La postura de la entonces
Legisladora de este Bloque María Rosa Marcone (M.C) fue en los siguientes términos:
“En marzo del año 2017, se sancionó la ley nacional que regula la investigación sobre
el uso medicinal del cannabis. La nueva reglamentación, promulgada en el año 2020,
permite que quienes tienen prescripción médica de su uso puedan cultivar la planta de
marihuana y producir artesanalmente el aceite o derivado a utilizar. …. Que quede
claro: no es la adhesión a la Ley 27.350 lo que objetamos, de hecho, manifestamos
nuestro acuerdo con eso, pero, tal como se emitió el despacho adhiriendo también a la
reglamentación y demás normas complementarias, nos hace imposible acompañarlo.
Porque no podemos entender que, junto con el compromiso de realizar la tarea de
investigación, se habilite el autocultivo y la manufactura doméstica, de una manera tal
que no se cumple con los requisitos de seguridad, calidad y eficacia que se requiere al
hablar de un fármaco. La utilización del uso del cannabis con fines médicos resulta
controvertida y ha sido objeto de debate en todo el mundo. El abanico de posibles usos
terapéuticos es amplísimo, pero las pruebas científicas son limitadas para la mayoría
de ellos, del mismo modo que faltan pruebas concluyentes sobre muchos de los riesgos
derivados de su consumo. Esta afirmación podría aplicarse a muchas sustancias
naturales o sintéticas, pero tiene una resonancia y un alcance especial en el caso de la
marihuana, porque no podemos ignorar ni tratar de mirar para otro lado sobre la
puerta que se abre para cohonestar no sólo su uso medicinal, sino para hacerlo
también con el uso mal llamado “recreativo”; en realidad, su uso como psicoactivo. El
poder de policía de Salud es materia reservada de las provincias, y así lo recuerda
claramente el artículo 59 de la Constitución provincial; el cómo se lleva adelante la
profesión médica en Córdoba es materia de legislación provincial, y la Provincia de
Córdoba siempre ha cuidado ese extremo a través de la Ley provincial 6222, y las leyes
que reglamentan el ejercicio de las distintas especialidades. En función de esa
competencia, consideramos que la Provincia de Córdoba no tiene la obligación ni la
necesidad de adherir, sin matices, a una ley y a una reglamentación de esa ley que
regula y fiscaliza materia de Salud, y de ejercicio de tareas específicas asignadas a
profesionales del área de Salud sobre las cuales existe legislación provincial
vigente. … Los preparados de cannabidiol con menos del 0,2 por ciento de THC no
están sometidos a fiscalización. Entonces, como primer dato, la presentación de la ley
tiene una expresión poco clara, ya que lo real es que la cannabis, varias de sus
moléculas, seguirán estando dentro del listado de drogas con potencial de abuso,
sujetas a control y regulación ad hoc. Respecto a la molécula cannabidiol, un
cannabinoide natural, componente no alucinógeno de la marihuana, se sugirió que sea
excluida de los controles internacionales mencionados debido a su potencial rol
terapéutico. Estas medidas resaltan la importancia de estudiar los compuestos activos
de la planta, individualizables y con concentración conocida, cuando alguien se refiera
a su potencial terapéutico. Hablar y utilizar la planta completa con fines terapéuticos
no se ajusta al estándar científico ni ético de la Medicina del siglo XXI. En segundo
lugar, quiero puntualizar que la ley en cuestión no está legalizando el uso medicinal de
cannabis, lo que hace es autorizar y regular la investigación sobre el uso medicinal del
cannabis, el uso terapéutico deriva de esa investigación; se autoriza a investigar y
producir, con fines medicinales, siguiendo normativas vigentes para su registro como
especialidad medicinal. ….. El proceso de producción propiamente dicho, la
manufactura, debe proveer la disponibilidad de los equipamientos y los conocimientos
científicos requeridos para la separación del CBD y del THC en las proporciones
requeridas para su uso, medido según las prescripciones indicadas respecto de las
patologías a tratar en cada uno de los diversos proyectos de investigación en los que se
incluirá a los pacientes… no se trata de negar, prohibir o restringir el acceso a la
salud de miles de personas, sino de garantizar, mediante la evidencia científica, que los
beneficios sean mayores que los perjuicios. Esto dice Esteban Wood, magister en
políticas públicas para el desarrollo con inclusión social por la Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales: “Quienes realmente por prescripción médica y
con todos los controles pueden mejorar su estado con la utilización de medicamentos
derivados del cannabis, tienen derecho a que el Estado les provea de esos
medicamentos”. Adhiriendo a la reglamentación nacional de esta ley no estamos
beneficiando a los pacientes, estamos permitiendo que el Estado se desentienda de su
obligación y ponga en manos de esos mismos sufrientes y sus familias la obtención de
un producto cuya calidad no será controlada … El doctor Mario Vignolo,
representando al Consejo Médico de Córdoba, dijo en comisión: “Si cada medicamento
debe requerir todos los procedimientos necesarios ¿por qué cualquiera va a poder
producir cannabis para utilizarlo de forma medicinal? Hay que darle una oportunidad
al cannabis medicinal, pero que se ponga en la lista de todos los medicamentos que se
utilizan y que cumpla con todos los requisitos, al igual que cualquier otro
medicamento…”.
Los fundamentos por los cuáles el Bloque de Encuentro Vecinal Córdoba se
opuso a la adhesión a la Ley Nacional 27.350 y sus “normas complementarias” es el
mismo fundamento por el cual se presenta el presente proyecto, esto es, la prohibición
del autocultivo.

EL USO MEDICINAL DEL CANNABIS: UN PASO POSITIVO QUE NO DEBE


CONFUNDIRSE CON EL CONSUMO DE MARIHUANA.

No nos oponemos a la investigación, a la ciencia y a la medicina al servicio de


las personas que requieran el uso de medicamentos derivados del cannabis. Creemos
totalmente acertado que sea el Estado quien por sí o mediante acuerdo con el sector
privado y organismos públicos sea quien monopolice el cultivo del cannabis con fines
medicinales e investigación científica.
No existe en la actualidad prueba científica concluyente sobre el éxito
tratamiento con cannabis o derivados del mismo, salvo en los diagnósticos de epilepsia
refractaria. ANMAT tiene aprobados en nuestro país medicamentos derivados del
Cannabis, los cuáles todos tienen el principio activo CBD totalmente separado del
THC. No se verifica en modo alguno la necesidad de autorizar el cultivo a los
particulares, el cual puede ser usado con fines distintos a los verdaderamente
tenidos por finalidad por la norma.
Debemos advertir que el texto original de la Ley 27.350 no hacía referencia
alguna al cultivo ni autocultivo, regulando sólo la creación de un registro de aquellas
personas que deben ser tratadas con medicamentos que contienen cannabis o derivados
del mismo. Tal circunstancia en modo alguno trae aparejada la necesidad del
autocultivo a través de la inclusión en el Reprocann (Registro nacional de personas
autorizadas al cultivo controlado con fines medicinales y/o terapéuticos), el cual según
la propia página web oficial es “exclusivo para pacientes que necesiten solicitar
autorización al cultivo controlado con fines medicinales y/o terapéuticos, personas o
entidades que necesiten cultivar para un tercero y para profesionales de la salud que
necesiten certificar a sus pacientes”.
Es de público conocimiento y así ha sido informado en distintos medios, que el
Gobierno Nacional dispuso revisar las autorizaciones de autocultivo otogadas por el
Ministerio de Salud (https://www.infobae.com/sociedad/2024/04/15/el-gobierno-
revisara-el-registro-de-cannabis-medicinal-busca-limitar-el-uso-a-las-patologias-con-
evidencia-cientifica/). En la nota periodística mencionada no sólo se desprende el
llamativo número de personas registradas (170.000) equivalente al 0,3% de la población
del país. Incluyendo personas de todas las edades, aun menores, 3 de cada mil
habitantes estarían inscriptos en dicho registro. Por otro lado la nota periodística afirma
que “En el encuentro del Consejo Consultivo, Busso les dijo que el sistema de
aprobación estaba colapsado debido a la alta demanda. Y explicó que al Gobierno le
llamó la atención la concentración de altas cantidades de solicitudes en pocos
profesionales tanto de la salud (algunos médicos con más de 15 mil casos, y que por
cada consulta cobran cerca de 20 mil pesos) como abogados (para los casos de ONG), y
hasta indicó que se concentra más de un 50% de las solicitudes en apenas tres estudios
jurídicos…” De la nota periodística se desprende que se habrían generado
“cartelizaciones” en torno a los médicos y abogados que brindan asesoramiento a los
particulares para inscribirse en el Registro. Alrededor del mismo no sólo se verificaría el
uso recreativo de la marihuana por parte de quienes se encuentran en el mismo, sino
también un negocio de profesionales de la salud y del derecho.
Con la aprobación del presente proyecto, quedando fuera de la adhesión las
normativas complementarias y reglamentarias de la Ley N° 27.350 y prohibido el
cultivo de cannabis por parte de los particulares, quedo solo autorizado el Estado a
monopolizar el cultivo de cannabis y realizar investigaciones en torno para su uso
medicinal.
A modo de ejemplo respecto a la viabilidad de monopolizar el cultivo de
cannabis por parte del Estado, la Provincia de Jujuy creó Cannava Sociedad del Estado,
empresa que tienen entre sus funciones la investigación científica y el procesamiento
farmacéutico industrial (https://cannava.com.ar/) Según la propia página web de la
empresa, la misma cuenta con una Guía de manejo clínico de Cannabis Medicinal
(https://cannava.com.ar/archivos/GuiaManejoClinicoCannabisMedicinal2023.pdf)
“...que concentra la evidencia científica mundial con recomendaciones clínicas e
Indicaciones de uso del cannabis medicinal en el tratamiento médico de dolencias y
patologías. También se trabajó en una actualización anexada de la misma, para que
odontólogos y odontólogas de la Provincia de Jujuy puedan prescribir a sus pacientes
con Cannava CBD10.”
Por lo expuesto surge con claridad que si el cannabis es bueno para el
tratamiento de ciertas enfermedades debe realizarse con el mismo las investigaciones
científicas pertinentes. Lo que no se puede derivar de ello es la autorización para que los
particulares cultiven plantas de cannabis, lo que en muchos casos deriva en un
indiscriminado uso recreativo del mismo, sin perjuicio de los eventuales casos de venta
ilegal que se verifican también.
El Cannaba CB10 es un medicamente aprobado por ANMAT producido en la
Provincia de Jujuy en Cannava Sociedad del Estado (https://cannava.com.ar/cbd10) y se
utilizó luego de su aprobación en pacientes inscriptos en un Programa Terapéutico
Provincial de Jujuy.
El principio activo denominado CBD (el que se encuentra probado
científicamente que sirve para el tratamiento de la epilepsia refractaria y se encuentra en
estudio su uso para otras enfermedades) se obtiene mediante el tratamiento del cannabis.
En cambio el principio activo THC recreativo y psicoactivo negativo es el que se
obtiene mediante la acción de fumar cannabis.
Creemos que el modelo llevado a cabo por la Provincia de Jujuy podría ser
replicado en nuestra Provincia, a la cual le sobran médicos, investigadores, científicos y
Universidades. En torno al Cannabis, su consumo, su uso, y su comercialización no solo
se encuentra afectada la salud, sino también la seguridad de todos los habitantes de
nuestra Provincia. El Estado debe llevar a cabo todas y cada una de las acciones
posibles para que los pacientes accedan a medicamentos de calidad por un lado, y por
otro lado que el cultivo de marihuana en nuestro territorio no sea un caldo de cultivo de
negocios, narcotráfico y adicciones.
Por todo lo expuesto, y las razones que expondré oportunamente en el recinto,
solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de ley.

Firmantes:

• Agrelo, Rodrigo Maria

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