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Serie
Heaven Sent
Libro
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Revelaciones
(Revelations)

Jet Mykles
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Este libro fue traducido por el blog
BRAD PACK C para libre lectura solo te
pedimos que no cambies nada de él.
Nuestro staff realizó mucho esfuerzo
para que puedas leerlo.
Este libro es de contenido homoerótico,
es decir tiene escenas de sexo explícito, si
te molesta el tema no lo leas, y si eres
débil de corazón no sería recomendable.

¡¡Esperamos que lo disfrutes!!


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Advertencia
Este libro contiene escenas heterosexuales muy explícitas
Así como ménage à trois es decir M/F/M
Si no te gusta este tipo de lectura es mejor que no sigas.

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Resumen
Los chicos de Heaven Sent han decidido tomarse un
descanso, por lo que su manager Gretchen toma un poco de
tiempo para ella misma.

Sus vacaciones de verano dan un giro inesperado para la


sensual manager con su nuevo sexy hombre Archer y su lindo
asistente personal Owen.

Pero Owen cree que no es suficiente para Gretchen. Y


Gretchen cree que Owen es demasiado joven para ella. Archer cree
que los dos son ridículos.

Sabe que los tres son el uno para el otro, si pueden


sobrevivir a las revelaciones.

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Capítulo uno
―Así que, ¿aburrida hasta la médula todavía?

Gretchen se echó a reír, el sarcástico tono falso de Ellen


brilló claramente sobre los auriculares de su iPhone.

—No, en absoluto. —se sentó sobre sus desnudos talones. —


Estoy de compras.

—Déjame adivinar. Todavía estás sentada en esa habitación,


amplia, vacía, probablemente aún dormida con la camiseta a pesar
de que es más de la una, sólo con tu ordenador portátil haciéndote
compañía.

Sin sorprenderse, Ellen había detallado con exactitud el


entorno real de Gretchen.

—Hey, estoy vestida. —Se echó a reír. —Pero he dormido en


estos pantalones cortos.

—Mmm hmm. ¿Cuántos catálogos tienes apilados frente a ti?

Gretchen echó un vistazo a la esparcida colección sobre su


pálida alfombra caramelo.

—Alrededor de una docena.

—En realidad, podrías acabarla, ya sabes.

Tomó la MacBook y se sentó contra la pared blanca que


podría beneficiarse si se decidiera a pintarla con otro color.
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—Eso acabaría con el objetivo de no salir de casa. —Se
distrajo por el flash que indicaba que tenía un correo electrónico
personal, esperando que no fuera un correo electrónico del
trabajo, ya que los estaba evitando; abrió el e-mail.

—¿Está el muñequito ahí para ayudarte?

Gretchen puso los ojos en blanco, reajustando su asiento en


el nido de almohadas que había creado en la esquina de la blanca
habitación. Había un e-mail de Todd. ¿Todd quién?

—Me gustaría que dejaras de referirte a él de esa manera.

—Pero eso es lo que es.

Abrió el e-mail.

—Eso no es lo que es.

—Estás lo suficientemente cerca para saberlo.

—Es tu primo, Ellen.

—Eso no cambia nada.

—Eres mala. —¡Oh! Todd Banks. Un hombre con el que


había salido un par de veces al final del año pasado. Cerró el e-
mail sin leer más allá de su —Hola. Hace tiempo que no se de ti. —
Había una razón por la que no había salido con él de nuevo.
Tomando esto como una señal de que no debía leer el correo
electrónico, cerró la MacBook y la dejó a un lado. —Owen va a
pasar a recoger mi vestido para esta noche.

—EEEP, ¿es la subasta esta noche?

—Así es.

—¿Qué diablos haces holgazaneando? Deberías estar en el


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spa o algo así.


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Gretchen se rió. Ella y Ellen habían estado juntas durante
tantos años, que era difícil para Ellen cortar el hábito de ayudarla
a pesar de que ya no era asistente personal de Gretchen. Ellen aún
trabajaba para Gretchen, pero ahora era gerente por su cuenta de
dos bandas que se debatían por empezar a florecer con su
amorosa atención.

—Estoy bien, cariño. He perdido algunas horas, y hacerlo de


nuevo no me llevará mucho tiempo en arreglarlo. —Se apartó su
encrespado pelo de la altura del mentón.

Ellen estaba fastidiada. No había estado a favor de que


Gretchen se cortara su largo cabello rojo anaranjado hasta los
hombros, pero había dejado de quejarse de eso. Más o menos.

—Bueno, está bien. ¿Me llamarás mañana para decirme


cómo te fue?

—Lo haré.

—¡Oh! Y haz que el muñequito me llame. Lo necesito para


que compruebe algo por mí.

—Sólo si me prometes que lo llamarás Owen.

Ellen resopló.

—Sólo en su cara.

—¿Qué diría tu madre?

—Ella es la que me enseñó a llamarlo muñequito.

Gretchen se echó a reír en voz alta.

—Voy a colgar ahora, mala mujer.

—Diviértete esta noche. —Sin dejar de sonreír, Gretchen


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cortó la conexión, luego dejó caer los auriculares en la alfombra al


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lado del teléfono.


Abriendo de nuevo el portátil, volvió a ver el resto de su
correo electrónico. Había uno de Darién haciéndole saber que él y
Chris iban a estar fuera del país durante el resto del verano, una
de Brent para preguntarle si había oído hablar de una banda que
había visto la noche anterior, y un tercero de Hell para pedirle que
buscara un asunto jurídico de menor importancia para el estudio
que él y Brent habían creado recientemente.

Los tres correos electrónicos fueron respondidos con mucho


gusto, intrigándose por el asunto legal, aunque ella no estaba
personalmente involucrada en el estudio. Si sus hijos la
necesitaban, ella estaba ahí para satisfacerlos. Una vez que los
terminó, se quedó libre para empezar a hojear los muebles de
nuevo. Todavía no había decidido si la alfombra de caramelo se la
iba a quedar o si la iba a botar en favor del suelo de madera. Este
último se vería muy bonito, con las grandes ventanas en la pared
este.

¡Qué lujo! Sentada en su habitación luminosa, salió al salón


con pantalones cortos de color rojo y una camiseta con las letras
de Heaven Sent, sin nada que hacer durante horas. Días. Semanas,
incluso. No podía recordar la última vez que había tenido tanto
tiempo para sí misma. Durante años, había vivido solo para
Heaven Sent. Desde que firmó para representar a los chicos
cuando eran todavía La banda de la casa del Purgatorio, eso había
sido poco más que el organizar sus vidas. Esos cuatro hombres,
cinco ahora con la adición de Hell, y sus otros importantes
significaban el mundo para ella, tomando un lugar en esa familia
que no tuvo durante su infancia. Ayudarles, reunirlos, y darles
cariño maternal era ahora su segunda naturaleza. Pero, a partir
del mes pasado, los chicos habían hecho una pausa durante un
año. Por consentimiento unánime, todos estaban —solos— hasta
el año que viene. Incluso ella. ¿Eso no significaría que se iban a
separar?
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Por supuesto. Era la manager de otros grupos, y cada uno de
los chicos tenían mucho para mantenerse ocupados, pero la banda
en sí estaba en suspenso. Johnnie y Tyler estaban decidiendo si
iban a formar una familia. Luc y Reese estaban planeando casarse
en algún momento. Chris había logrado arreglar sus asuntos para
que él y Darién pudieran viajar un poco. Brent y Hell estaban
enfrascados profundamente en la creación de su propio estudio de
grabación con la intención de producir otros grupos, el primero
iba a ser los Problemáticos caballeros añil.

Dada esta oportunidad de oro, Gretchen había decidido


tomarse una excedencia y estar fuera del radar público durante un
tiempo. Nunca había tomado unas vacaciones tan largas y, maldita
sea, ahora se lo podía permitir. Su empresa de gestión pasó a las
capaces manos de Ellen y algunos de sus otros ayudantes. Heaven
Sent seguía siendo su negocio más fructífero, pero ya no era el
único al que representaba. Por lo tanto, con Heaven Sent en receso
a partir de principios de junio, Gretchen dejó el negocio a los otros
por un tiempo para concentrarse en la casa que acababa de
comprar en las colinas de Hollywood. Nunca había fijado un lugar
para ella, siempre había tenido a lo compradores y decoradores
cuidando de esas cosas mientras estaba ocupada con el trabajo.
Caramba, nunca había tenido una casa propia antes. Las
anteriores eran condominios, apartamentos, o alquileres. Estaba
esperando una casa que sintiera como que era realmente la suya.

Estaba absorta con los pros y los contras de los paneles de


madera, cuando oyó la puerta abrirse. Sonrió, levantando los
brazos por encima de su cabeza para estirarse. Ese sería Owen, la
verdadera razón por la que se sentía cómoda de tomarse un
tiempo libre. Sólo llevaba trabajando para ella desde marzo de
este año y ya tenía su vida bajo control. Confiaba en él plenamente
para avisarla si había algo que necesitaba saber, o algo que tenía
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que hacer.
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Había tenido miedo de encontrar a alguien competente tras
la promoción de Ellen, pero el primo de su ex asistente se fue
ajustando al puesto bastante bien.

La suela de goma chirrió sobre las baldosas en el salón de


entrada abovedada. Levantó la vista justo cuando asomó la cabeza
por el arco de doble ancho para ver si ella estaba ahí. ¡Ah, mi
ángel! Sabía que no debía pensar en él de esa manera, más de lo
que debería permitir a Ellen que siguiera refiriéndose a él como
un —muñequito,— ya que Owen estaba demasiado lejos de ser un
tanto clásico.

Medía un metro sesenta y ocho centímetros, y tenía la


constitución de un estudiante de secundaria, razón por la cual la
gente a menudo lo confundían con un niño. No lo era. Joven, sí,
acaba de cumplir veinticuatro años. Afortunadamente, sólo tenía
que abrir la boca para desmentir la ingenuidad que sugería debido
a sus grandes ojos y sus sensuales labios sonrosados. Había sido
modelo en sus primeros años de la universidad para ayudar a
pagarse la matrícula, pero esos días estaban muy lejanos. Muy
tranquilo y sensible para ser un halcón en el negocio todavía, pero
Gretchen tenía la sensación de que había crecido con eso cuando
su piel se endureció después de algunos años. Sus instintos eran
sólidos, y era lo suficientemente afilado como para haber ganado
la plena confianza de Gretchen en unos pocos meses.

Sonrió cuando la vio y entró en la habitación, con la ropa de


la tintorería envuelta en un brazo y la mochila colgada sobre el
hombro opuesto.

—Ahí lo tienes.

—Aquí está.

—¿Has encontrado algo bueno?


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—Lo hice. Ven aquí.


—Un segundo, déjame poner esto para ti. —Desapareció, y
lo oyó subir las escaleras corriendo.

¿Estaba mal si ella intentaba conseguir un poco de emoción


al pensar en él en su dormitorio? Sí, probablemente lo estaba. Era
diez años mayor que él, por amor de Dios. No tenía ningún
pensamiento referente a negocios con él si no se asemejaba a un
contacto sexual. Pero en la intimidad de su propia mente, tuvo que
admitir que tenía sucios y depravados sentimientos sobre la joven
cosa linda que trabajaba para ella. ¿Cómo no iba a hacerlo?

Teniendo en cuenta la más mínima oportunidad y una buena


razón, que con mucho gusto devoraría cada centímetro de piel
cremosa de ese tonificado y fino cuerpo. Salivaba cuando se
preguntó si su conducta se traduciría en un dulce sabor real.

¡Basta ya! se advirtió ella misma, dejando de lado su


computadora portátil y recogiendo dos de los catálogos que la
rodeaban para que pudiera mostrarle el mobiliario que estaba
pensando. Para el momento en que volvió, había puesto su libido
bajo control y se dijo que no se había dado cuenta del brillante y
dorado fino vello en las visibles espinillas por debajo del
dobladillo de sus pantalones, ni se olía el aroma leve de sudor del
verano por encima de su aroma fresco. No. No se dio cuenta en
absoluto.

—Por cierto, el chico del video juego ha llamado de nuevo.

—¿Archer Thanos?

—Sí. — Con la agilidad de la juventud, Owen se dobló a sí


mismo para sentarse a su lado y aceptar el catálogo que ella le
tendía. —¿Qué pasa con él?

—Tiene un diseño de juego que quiere construir en torno a


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Heaven Sent.
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—¿En serio?
Ella parpadeó, mirándolo brillando de emoción.

—¿Crees que es una buena idea?

—Creo que es una idea genial. La música es una parte


importante de los videojuegos. ¿Qué tipo de juego?

—Claro que lo sé. Todo lo que sé acerca de ellos proviene de


Johnnie o Hell. —Ella ladeó la cabeza hacia un lado, estudiándolo.
—¿Crees que debería hablar con él?

—No sé. —Owen se agachó, como solía hacer cuando


deliberadamente le pedía consejo. Iba a tener que romper esa
costumbre, si quería ir a alguna parte. —Pero sus últimos juegos
han sido bastante buenos.

—¿Has jugado sus juegos?

—Unos pocos. No hay muchos. Son una pequeña empresa.

—¿Qué tan pequeña?

Se encogió de hombros.

—Muy pequeña. Se distribuyen a través de la tríada. Sólo


uno o dos títulos al año.

Sonrió en la parte superior de su cabeza.

—Tal vez deberías hablar con él.

Eso llamó su atención y puso sus grandes ojos verdes


azulados sobre ella.

—¿Yo?

—¿Por qué no? Tú sabes más sobre eso que yo.


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—Oh, no, no podría. —Extendió la mano para peinar hacia
atrás su cabello rubio oscuro. —Deberías hacer que Johnnie
hablara con él o algo así.

—Oh, por favor. Todo hombre que le pudiera ofrecer juegos


gratuitos a Johnnie, éste le daría el mundo.

Owen sonrió. De todos los chicos de Heaven Sent, Johnnie


era con el que mejor se llevaba.

—Entonces tal vez Luc.

—¿Por qué tú no?

Sacudió la cabeza.

—No estoy listo. ¡Oh, esto es perfecto! —Sostuvo el catálogo,


evidentemente cambiando de tema. —Eso iría muy bien con la
alfombra.

Con indulgencia, lo dejó desviar el tema. Tenía razón,


probablemente no estaba listo todavía. Pero percibía su interés.
Tal vez debería mirar en la compañía de juegos.

—Eso es lo que pensaba. No sé, pero sin embargo, me quedo


con la alfombra.

—Deberías. Será más frío aquí en invierno sin ella. —Su


mirada se desvió a la sección de ladrillos de una pared que
sostenía la gran chimenea ornamentada. —Sabes que sería más
interesante si tienes uno de esos cuadros que me enseñaste de ese
artista que te gustaba. Uno con algunos rojos y verdes en el
mismo. Deja que el color adorne la habitación. Tal vez puedas
encontrar uno en la subasta de esta noche.

Arqueó una ceja y le arrebató de nuevo el catálogo.


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—Hey. —Miró arriba en el vacío sobre la chimenea. —¡Hey!
Eso es una buena idea. O tal vez pueda convencer a Reese para
que me pinte algo.

Owen se ruborizó un poco, todavía buscando en el segundo


catálogo.

Burlándose, golpeó en su hombro.

—¿Alguna vez pensaste en entrar en el mundo de la


decoración de interiores?

Resopló.

—No.

Compartieron una sonrisa. Sabía, por supuesto, donde se


centraban sus intereses. Quería hacer lo que ella hacía. Tenía un
conocimiento enciclopédico de la industria de la música,
incluyendo algo de talento innato a la hora de tocar el piano.
Estaba trabajando para ella para conseguir la suficiente
experiencia para ser manager algún día. De lo que había visto
hasta ahora, si pudiera superar su timidez, no tenía dudas que
podría moverse en su propio espacio como Ellen. Mientras tanto,
se aprovechaba de él como su ayudante.

—Además, —miró hacia arriba, apartando de un tirón el


flequillo demasiado largo de la frente cuando sonrió, —no soy lo
suficientemente brillante para eso.

A pesar de que se rió con él, le hizo preguntarse una vez más.
¿Era gay? Hasta el momento, no podía decirlo. No había oído
hablar de él saliendo con alguien, hombre o mujer, o mostrar una
preferencia. Se lo había preguntado a Ellen, pero, a pesar de que
eran primos, no eran lo suficientemente cercanos como para que
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Ellen supiera estas cosas.


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Gretchen se resistía a preguntárselo a Owen. No era asunto
suyo. A pesar de que la imagen mental de él besando a un hombre
le resultaba casi tan emocionante como la idea de que la besara a
ella misma.

Su móvil sonó, y Owen lo tomó del suelo para mirar quien


llamaba.

—Es Luc. —Se lo ofreció a ella.

Pulsó el botón y puso el iPhone en la oreja.

—No puedes dejarme tirada. —La voz en el otro extremo se


echó a reír. —No sueño con eso. De hecho, te llamo para saber si
quieres una segunda cita.

—¿Una segunda cita?

—Reese está de vuelta en la ciudad.

Sonrió.

—¡Oh bien! Creí que no iba a venir hasta este fin de semana.

—Me extraña.

Escuchó el ronquido fuerte más allá de la voz de Luc y la


reconoció como Reese. Se echó a reír.

—Estoy segura que ese es el caso.

—Entonces, ¿qué dices, preciosa? ¿Quieres dos escoltas para


la subasta? Uno de los cuales en realidad sabe algo sobre el arte
que vamos a ver.

Antes de que pudiera contestar, oyó un murmullo


alborotado en el otro extremo del teléfono, seguido por el tono de
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Reese.
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—Hey, Gretch.
—Hola, cariño. Estoy tan contenta de que estés en casa.

—Gracias. Acerca de esta noche, si es un problema, no te


preocupes. No iré.

—Reese, cariño, ¿vas a privarme de entrar en la fiesta con


dos hombres magníficos en mi brazo? No lo creo. No seas tonto,
querido. Tú eres más que bienvenido para que vengas con
nosotros.

—¿Está segura?

—Positivamente. Al igual que dijo Luc, probablemente te


echarías para atrás. De todos modos, me puedes ayudar a escoger
una pieza para mi nueva casa. Es decir, si no puedo convencerte a
que me pintes algo.

—Uh, ya discutiremos esa parte. Pero estaría encantado de


ayudarte a seleccionar algo esta noche. —Reese sonaba realmente
satisfecho. —Así que ahora tengo que averiguar qué ropa me voy a
poner.

—¿Es necesario que envíe ayuda?

—No. Voy a averiguarlo. Gracias, Gretch.

—Oh, no, el placer será todo mío.

El se rió.

—Nos vemos en unas pocas horas.


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Capítulo Dos
Reese le pasó una copa de champán.

—¿Contenta?

Ella la tomó, sonriendo cuando brindó con la suya.

—Bastante. —Se rió y se volvió hacia la pintura que había


comprado. El artista era relativamente nuevo, pero era alguien
que Reese conocía y apreciaba. —Es una belleza.

Pensó que era una maravilla, llegó a la conclusión que ella


había hecho un buen negocio.

—Bueno, ya que no puedo comprar uno de tus cuadros, esto


es lo mejor que he hecho.

Sonrió, apartando el largo pelo negro de sus ojos azul claro.

—Gracias por la comprensión. Con todo lo que está


pasando...

Levantó una mano para detenerlo.

—No digas nada más. Completamente entendido. —Podría


haber puesto reparos cuando le preguntó si podía pintar algo para
ella. Fue inoportuno, ya que la vida de Reese estaba tan atareada
en estos días que rara vez tenía tiempo para su propio arte.
Pasaba mucho tiempo dedicándose a hablar de eso, o haciendo
cosas que eran totalmente ajenas. Como dirigir el White Tiger, el
club del cual él y Luc eran propietarios. Gretchen intentó hablar
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con Luc acerca de eso. Era una lástima el que Reese no tuviera más
obras suyas.
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Pero eso era para otro momento. Bebiendo champán rosa, le
dio un codazo en el hombro.

—Gracias por escogerlo.

Asintió con la cabeza.

—Creo que va a ir muy bien con la idea de color que has


mencionado.

—Mmm. Supongo que esto significa que no puedo cambiar


de opinión ahora. —se rió poniendo los ojos en blanco, y miró
detrás de él. La gente conocía y sabían que había distribuido
correctamente el blanquecino espacio abierto de la galería. Una
persona en particular faltaba. —¿Dónde está Luc?

—¿Dónde están?

—¿Fueron a fumar?

—Sí. —suspiró. —Tal vez debería haberlo escuchado y


haberlo dejado en casa. Viene a muchos eventos de galerías de
arte por mí, y en realidad no es lo suyo.

Se puso delante de él, llegando a ajustar innecesariamente la


corbata. Se veía tan atractivo con traje y corbata, aunque no fuera
un estilo a lo que estaba acostumbrada a ver en él. Con su pelo
vuelto de nuevo a su color negro brillante normal, difícilmente se
podría decir que era el novio artista bohemio de una famosa
estrella de rock.

—Cariño, él podría soportar cualquier cosa por ti.

—Lo sé. Eso no significa que tenga que hacérselo a él.

Eran una pareja adorable.


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Delante de Reese, Gretchen podría no haber dicho que Luc


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volvería a sentar cabeza.


Si hubiera podido buscar un compañero para él, habría sido
Brent. No es que alguna vez lo hubiera sugerido, por supuesto, ya
que ambos apenas habían reconocido que estaban follando a
escondidas, pero nunca había conocido a dos amigos más
cercanos.

Sin embargo estaba contenta, que Reese y Hell hubieran


entrado en sus vidas. No podría dar fe de cuánto tiempo había
durado el romance entre Luc y Bren. Ahora, sin embargo, ambos
estaban profundamente enamorados de los hombres y no podían
estar más contentos. De hecho, estaba un poco celosa. Nunca había
tenido nada parecido a la sólida relación que tenía Reese con Luc o
Brent tenía con Hell.

No es que quiera una, se recordó.

Metiendo la mano sobre el brazo de Reese, lo apartó de las


pinturas. Era tarde y había pasado suficiente tiempo después de
la subasta, la gente estaba empezando a disminuir. Tendría que
decidir con Reese y Luc pronto si querían ir a una de las fiestas o
si después se irían a dormir. Sorprendentemente, la casa sonaba
como la opción preferible.

—¿Chicos han fijado una fecha?

—Todavía no. Estamos pensando que tal vez par el Año


Nuevo. Sería un año después de que lo propusiera. —Adoraba la
sonrisa que curvó sus labios cuando lo pensó. Él extendió la mano
para peinar el pelo hacia atrás de sus ojos. —Don cree que la parte
en que Luc este filmando se llevará a cabo mucho antes.

Sonrió apretándole el brazo.

—No sabes lo feliz que estoy de que ustedes dos se casen.


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Reese se echó a reír.


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—Todavía no me lo creo. No necesitamos hacer esto. Estoy
sorprendido de que él lo quiera.

—Yo no lo estoy. Él quiere asegurarse de que todo el mundo


sepa a quién es al que pertenece. —hizo un gesto hacia un vistoso
corrillo de hombres vestidos de colores muy vivos, que los
estaban mirando desde una esquina. —Así que los lobos no te
dejan tranquilo.

—Ah. Yo creo que esos hombres están buscando a la mujer


hermosa con el vestido más ceñido.

Ella alisó una mano sobre la cadera.

—Tal vez algunos de ellos, pero estoy bastante segura de


que el verde está mirándote.

Reese resopló con suavidad.

—Puede mirar.— Riendo, llegaron al patio que estaba


reservado para los invitados que fumaban y, por supuesto,
reconoció a Luc en su traje color azul marino de pie junto a una
hilera de arbustos en macetas, hablando con un hombre en traje
gris plateado.

El hombre era impresionante, le estaba diciendo algo,


mientras estaba de pie junto a Luc Sloane. Incluso si era inmune a
los encantos de los hombres de Heaven Sent, Gretchen era más
que consciente de sus activos, y cada uno de ellos era
fantásticamente hermoso. El hombre de pie junto a Luc se
mantenía firme a si mismo. Era de la estatura de Luc y de su
misma hechura, a pesar de que podría estar un poco más grueso.
Si tuviera que adivinar, parecía de ascendencia griega o italiana,
porque tenía la piel oscura, cabello negro oscuro y liso.
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Tenía el pelo rapado alrededor de su cuello y orejas, a
continuación, revolviéndose en una perfecta onda en la parte
superior. Una barba negra prolijamente recortada al estilo
Vandyke1 que enmarcaba una boca que se reía abiertamente para
revelar unos rectos dientes blancos.

Pesadas cejas negras protegían unos seductores ojos


expresivos que resultaron ser de color marrón oscuro. Se enteró
de esto último cuando se centró en ella, cuando ella y Reese
estaban a sólo unos pasos de distancia.

Tomando nota de la dirección de la mirada de su compañero,


Luc se volvió. Sonriendo al verlos.

—Hey, ahí vienen esos dos. —llegó y dio unas palmaditas en


el hombro amplio del hombre. —Archer Thanos, ella es Gretchen
Hobbes. Es la manager de la banda. Y éste es mi único y verdadero
hombre, Reese Schuyler.

Archer le tendió la mano para saludar a Reese por primera


vez desde que estuvieron más cerca, estrechándole la mano antes
de que él volviera a sonreír a Gretchen.

—Sí. Ya sé que es la señora Hobbes.

Oh, pensó, sorprendida por el temblor de la emoción que


hizo que su corazón golpeteara. No había sentido una lujuria tan
repentina en años.

Cambió el champán a su mano izquierda para poder


colocarse a la derecha el hombre encantador.

—Encantada de conocerlo.

Su mano era afectuosa.


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—El gusto es mío.


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Barba estilo vandyke es lo que comúnmente se le conoce como barba de candado
—Creo que ha llamado a mi oficina. ¿En cuanto a un juego de
video? —Si hubiera sabido que era así, podría haber vuelto a
llamar de nuevo.

Asintió con la cabeza, manteniendo sus dedos.

―Mi equipo y yo de —Thanos Gaming— tenemos una nueva


idea, y creemos que Heaven Sent es perfecta para ella.

Alzando una ceja, ella ladeó la cabeza.

—Parece una casualidad que los dos estemos en el mismo


barco.

Su sonrisa confirmó que tal vez este encuentro no fue casual.

Tiró suavemente, y dejó que sus dedos se deslizaran


liberándose de él. Mantuvo su mirada de manera constante en ella.
Con una sensación de calor, echó un vistazo a Luc.

—Supongo que lo han discutido.

Luc se rió, apagando el cigarrillo en un alto cenicero, junto a


él.

—Suena bien para mí. Pero no juego. Ya le dije a Archer, que


tendría que hablar con Johnnie o Hell o con alguien que sepa todo
sobre eso.

—Me encantaría enviar algunos folletos a todos ustedes. —


La mirada de Archer permaneció en Gretchen. —Junto con
cualquier otra cosa que puedas recomendarnos.

Al lado de él, Luc se dio cuenta e intercambió las cejas


levantadas con Reese. Ella tampoco se perdió el doble sentido con
el que se había dirigido a ella.
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Bebió un sorbo de champán cuando Archer le dio una rápida
mirada una vez más, estaba encantado y parecía aprobar la
envoltura sin mangas de color verde pálido que resaltaba un poco
hasta el borde encima de las rodillas. Sabía que era un color que le
favorecía. Dándole a su pálida piel un poco de color y haciendo
que el color rojo anaranjado de su pelo reluciera, por no hablar del
verde de sus ojos.

—Sería maravilloso, —respondió finalmente. —Envíalas a


mi oficina, y le diré a mi asistente que le de hora para que
podamos hablar.

Dio un paso más, sus largas y negras pestañas cubrían


parcialmente sus oscuros ojos.

—Tal vez ¿podríamos hablar ahora?

Calor surgió de su vientre. Normalmente no se acobardaba y


estaba acostumbrada a tratar con hombres dominantes, pero lo
extraño fue que repentinamente desaparecieran sus
pensamientos coherentes. Se aclaró la garganta y miró más allá de
su hombro, donde Luc y Reese le estaban sonriendo ampliamente.
¿Era rubor lo que sentía en las mejillas?

—Bueno, yo...

Archer plegó su mano libre de nuevo dentro de las suyas,


levantándola para que pudiera rozar sus áridos, aterciopelados
labios contra los nudillos.

—¿Por favor?

Escuchó a Luc reír suavemente, ¡¡¡maldito sea!!! Al instante,


ella decidió no sentirse avergonzada. Era una mujer adulta. Se
había dejado la piel más de lo que Heaven Sent habían compartido
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en el escenario, mientras estuvo con ellos.


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No todos los hombres que los seguían eran gay. Así que todo
lo que había tenido fue un puñado de verdaderas citas en el último
año. ¿No había tiempo para disfrutar del momento actual?

Con resolución, dio un paso más cerca de Archer y le dedicó


una sonrisa a cambio.

—Creo que suena como una buena idea. ¿Te importa si te lo


robo?— Le preguntó a Luc.

—No, en absoluto. — La sonrisa de Luc era amplia cuando


Archer se volvió hacia él. —Parece que dentro de poco vamos a
hablar de nuevo, Archer. —Ellos se estrecharon las manos.

—Espero que ese sea el caso. —Le ofreció su brazo a


Gretchen.

Lo tomó, haciendo caso omiso al burlón brindis de Luc hacia


ella por detrás de Archer. Había una puerta estrecha, abierta en el
otro extremo del patio que conducía a un patio relativamente
desierto.

—Esto es hermoso, —murmuró Gretchen cuando fueron a


parar delante de una fuente a la luz de la luna. El agua no corría,
pero el pulido mármol de la sinuosa escultura, casi humana
situada en el centro brillaba con una azulada y pálida luz.

La presencia de Archer a su lado le calentó la sangre, no


siendo necesario en la cálida noche de verano.

—¿Puedo decir que eres hermosa?

Se volvió con una mirada tímida hacia el hombre que la


miraba.

—Pensé que íbamos a hablar de juegos de video.


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—¿En serio?
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—¿No es tu negocio?

—Así es. Y quiero discutir sobre incluir a Heaven Sent en mi


próximo proyecto. —Deslizó el dorso de sus dedos en su brazo
desnudo. —Me resulta difícil, sin embargo, concentrarme cuando
estoy a solas con una mujer tan hermosa.

—La adulación no va a influir en ninguna decisión sobre


Heaven Sent, y tu juego.

Negó con la cabeza.

—Espero que no. El sexo y los negocios están mejor


separados.

— Mmmm. ¿Sexo ya?

—Puedo esperar. —Miró por encima del hombro hacia la


puerta abierta. Otras dos parejas estaban disfrutando de la
tranquilidad del patio. Se puso de espaldas a Archer y se encaminó
hacia un banco en un rincón protegido. —¿Estás seguro de que
soy así de fácil?

La siguió rápidamente.

—Estoy bastante seguro de que no lo eres. — Ella se detuvo,


aparentemente mirando las flores que salpicaban el matorral
junto al banco. —Y sin embargo, ¿piensas de igual manera que voy
a tener sexo contigo?

—¡Oh, no! —Cerró las manos calientes sobre sus hombros


desnudos, y el calor de su cuerpo calentó su espalda. —Espero que
me hagas trabajar para conseguirlo. — Rozó con los labios el
costado de su cuello. —¡Qué diversión habría de otra manera!

—Hmmm. Estás bastante seguro de mí.


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—La esperanza es eterna. —Ella se echó a reír, ladeando la
cabeza para permitir un mejor acceso. —Si yo cediera a tus
impulsos, ¿dónde propones que lo hagamos?— Ella hizo un gesto
hacia el banco. —¿Aquí?

—Oh, no. No me gustaría tener una audiencia como ésta. No


te merecen. —Le quitó la copa de champán casi vacía de sus
dedos, y el calor se disipó brevemente cuando puso la copa en una
pared baja de la maceta del matorral. —Propongo que vayamos a
alguna parte.

—¿Alguna parte?

Deslizó las manos por sus brazos para rodear las muñecas.

—Mi casa. Tú casa. El hotel en la esquina. —Atrajo sus


brazos hasta cruzarlos sobre su pecho, envolviéndolos con una
pasión masculina. —En cualquier lugar que te guste. —Acarició
con los labios la piel sensible detrás de su oreja derecha. —En
algún lugar donde pueda tomarme mi tiempo para hacerte el
amor.

Oh, sí.

—Ni siquiera te conozco.

—Hay gente dentro que puede responder por mí.— Ella se


rió y se sorprendió al oír el atisbo de una risita infantil saliendo de
ella.

—¿Lo harían ahora?

—Dalo por hecho.

—¿Dirían que eres un buen tipo? —Hizo una pausa para


lamer el lóbulo de su oreja, la lengua jugando con su diamante.
27

—Lo dudo. Dirían que puedes confiar en mí esta noche.


Página
Suspiró, haciéndole oír su placer.

—Vaya, vaya. Eres bueno en esto.

Sus dientes mordían suavemente el lóbulo de la oreja.

—Soy mucho mejor en otras cosas.

—Mmmm. Si cedo, esto es lo más fuerte que me vas a hacer.

Su lengua trazó el borde de su oreja cuando apartó una


mano de su muñeca para abarcar su vientre.

Una suave presión tiró de ella hacia atrás cuando una


prometedora dureza apretó la parte baja de su cintura.

—Voy a trabajar duro de otras maneras.

Susurró su agradecimiento.

—Debo admitir que estoy intrigada por esas otras cosas en


las que eres bueno.

—¿Nos vamos?

Oh, ¿por qué no? Había pasado tanto tiempo desde que se
había ido con un hombre a la cama, sin complicaciones. Y esto no
sólo le interesaba, él era uno de los hombres más hermosos que
jamás había conocido. Habida cuenta de la compañía que le
esperaba, se lo estaba reafirmando. ¿Qué daño podía hacerle eso?

Agitando suavemente su control, se volvió en su abrazo,


llegando a rodear su cuello.

—Lo digo en serio. Sin ataduras. —Ella captó su mirada y la


mantuvo para que pudiera ver que iba en serio. —Podríamos
hacer negocios juntos con el tiempo, pero esta noche es un asunto
28

completamente diferente.
Página

Unas grandes manos acariciaban la espalda de ella.


—Entendido.

—Podrás descubrir que cuando trato de negocios puedo ser


una insensible hija de puta.

—No podría esperar menos.

—Bien. —Sonrió. Sus dedos acariciaron la seda por debajo


del pelo de la espalda de él mientras él movía sus labios hacia los
de ella. —Entonces me has convencido para que me lleves a un
hotel con un simple beso.

—Ha sido todo un placer.

Sus labios eran cálidos y suaves, cuando los separó y los


rozó con los de ella. Cerró los ojos y dejó que probaran los de ella,
confiando en que él llegaría al meollo de la cuestión a su debido
tiempo. No la decepcionó. Su boca se cerró sobre la de ella en una
suave presión, un preludio antes de que su lengua tentadora la
convenciera totalmente y le permitiera la entrada. Sabía a
chardonnay, especias, a esencia masculina profunda, oscura, y ella
feliz lo saboreó todo profundamente.

Cuando él se retiró, ella sonrió, manteniendo los ojos


cerrados.

—¡Oh, sí!

Sus labios rozaron la punta de la nariz.

—¿Eso quiere decir que te he convencido?

Abrió los ojos. Retiró una mano de detrás de la cabeza,


utilizando su pulgar para borrar el lápiz labial de su boca.

—Creo que sí. Debería hacerle saber a mis citas que no voy a
irme con ellos.
29
Página
—¿No crees que ellos se han hecho a la idea? —Si se molestó
por el hecho de que tenía dos citas, no lo demostró. Por otra parte,
si había trabajado con Heaven Sent, sabría acerca de Luc y Reese.

—Lo saben. Estoy segura de que si. Pero Luc tiene mi cartera
y las llaves.

Se rió. Después de otro breve beso, se echó hacia atrás.

—Entonces, sin falta, vamos a buscarlos.

Con la suerte de su parte, Luc y Reese estarían todavía de


pie en el patio de fumadores.

Gretchen se preguntó si ellos los habrían estado observando,


pero decidió que no le importaba si lo habían hecho. La lujuria
había encendido su sangre, y tenía un corpulento hombre a su
lado, listo y dispuesto a saciarla. ¿Qué importaba que ellos lo
supieran?

—Nos vamos, —les dijo, con los dedos de una mano


entrelazados con la de Archer.

La mirada de complicidad que Luc le dio era previsible.


Metió la mano en el bolsillo de su chaqueta para sacar la delgada y
suave funda de cuero donde tenía su teléfono y que ella le había
pedido que guardara.

—¿Nos estás abandonando?

Guardó la funda de su teléfono en su cartera y sostuvo la


llave de su casa también. Odiaba llevar bolsos.

—Si. Estoy segura de que ambos sobrevivirán. —Se levantó


de puntillas para besarle en la mejilla. —Sé bueno. Los dos. —Ella
se volvió a besar a Reese.
30
Página
Cuando ella dio un paso atrás, sorprendió a Luc estrechando
la mano de Archer, luciendo un look propio que se parecía más a
un hermano o un pariente cercano.

—Esta mujer significa mucho para mí. —Aunque un poco


molesta, eso hizo que su corazón palpitara un poco. Sus hijos se
preocupaban por ella.

Archer asintió con la cabeza, captando su significado.

—Y tengo la intención de tratarla con el mayor cuidado.

Satisfecha, la advertencia de Luc se transformó de nuevo en


una sonrisa mientras levantaba un cigarrillo sin encender a su
boca.

—Bueno. Diviértanse chicos. No hagan nada que yo no haría.

—Lo que les deja mucha libertad de acción.— Se rió Reese.

31
Página
Capítulo Tres
Había un agradable hotel al final de la calle. Incluso
compartieron el mismo estacionamiento en el garaje público, por
lo que fueron capaces de caminar a su destino. Mientras que
Archer iba a la recepción para conseguir una habitación, Gretchen
entró en la tienda de regalos. Cuando se reunió con ella otra vez,
ella sin pudor colocó una caja de condones, tres botellas grandes
de agua, unos bonitos pantalones cortos, un jersey y un par de
sandalias en el mostrador.

Presionando detrás de ella, tocó la ropa y las sandalias.

—Entiendo los condones y el agua, —dijo, sin importarle que


la vendedora se sonrojara hasta llegar al color rojo fuego, — pero
no entiendo esto.

Gretchen apoyó la espalda contra su pecho. Era lo


suficientemente alto para descansar su barbilla cómodamente en
la parte superior de la cabeza si lo hubiera querido.

—Así no tengo que salir de aquí mañana por la mañana con


esto. —Ella hizo un gesto a su vestido.

—Ah. Bien pensado. Esa debe ser la forma en que has llegado
tan lejos en el mundo.

—¿Necesitas algo? —Gretchen entregó su tarjeta de crédito


a la mujer detrás del mostrador. A pesar de que era
probablemente de unos cincuenta años, ella actuaba como si
nunca hubiera visto a dos personas que iban, obviamente, a tener
32

relaciones sexuales. Gretchen sintió compasión por ella.


Página
Archer, envolvió sus brazos alrededor de ella y le acarició el
cuello.

—Sólo a ti.

—Buena respuesta. —Lo besó, dejando que sus labios


permanecieran juntos. Entonces ella se apartó para poder firmar
el recibo.

Archer, tomó la bolsa de plástico con sus artículos, envió un


beso a la vendedora haciendo que se sonrojara, y luego sacó a
Gretchen de la tienda.

—Eres una mujer muy valiente.

Gretchen resopló delicadamente agradecida por el peso del


brazo de Archer sobre sus hombros mientras se dirigían a los
ascensores.

—Aprendí hace mucho tiempo a no sentirme avergonzada.


No sobre el sexo. Mi tarea principal es velar por estrellas de rock,
después de todo. Te das cuenta muy rápidamente que lo último
que se debe ser en el sexo es tímida.

Archer presionó el botón del ascensor y se puso frente a ella,


rodeando su cintura con grandes y fuertes brazos mientras
esperaban.

—Tú pareces estar cada vez mejor a cada minuto.

—Mmmm. —Ella se acercó a jugar con su collar. —Espera


hasta que lleguemos arriba.

El timbre del ascensor interrumpió un beso lleno de


promesas, pero Archer simplemente se movió por el ascensor
para continuar.
33
Página
Fue un paseo muy corto hasta el tercer piso, por lo que se
sintió afortunada. Gretchen le sacó la tarjeta llave y abrió el
camino a la habitación, consciente de que la observaba desde
atrás. Eso estaba bien. No hacía nada de forma religiosa.

Una vez dentro, tiró la bolsa de plástico en una silla, y luego


le arrebató la funda del teléfono para darle el mismo trato.

Levantando los brazos hasta los hombros, se inclinó para


sellar sus labios otra vez dejando que sus manos vagaran por los
lados y por encima de su espalda. Ella terminó con sus dedos
sobre los pelos de su cabeza mientras él caminaba con ella de
espalda a la cama. Él subió el dobladillo de su vestido hasta que
fue lo suficientemente alto como para deslizar sus manos por
debajo. Un gemido pareció derramarse de su garganta cuando el
descubrió su tanga y ligas. Sonriendo, ella se felicitó por seguir la
regla de aparentar siempre sensualidad para parecer sexy como
resultado de una buena jugada. Incluso si ella no hubiera tenido
un encuentro espontáneo en años, el hecho de saber que estaba
lista le dio una inyección de confianza extra.

Luego, a veces, valía la pena. Una de las manos de Archer se


deslizó hasta su espalda mientras la otra cubrió una parte de su
culo. Ella estaba encantada de sentir toda la mano abarcándole
una nalga. Después de un buen apretón, dejó que la mano
deambulara por la espalda también; su vestido atrapado en sus
muñecas, por lo que se levantó. Afortunadamente, ella levantó los
brazos y le permitió levantar el frágil material de su cuerpo. Tal
como él lo tiró a un lado, ella hizo un trabajo rápido de su
sujetador sin tirantes y la dejó caer sobre la alfombra, quedándose
solo con las tiras de encaje blanco que componían su tanga y el
encaje y nylon de su liguero y medias.
34
Página
Sonriendo, ella se alejó cuando el llegó para buscarla. Sus
pantorrillas golpearon el borde del colchón, y se sentó,
apoyándose en los codos para levantar un pie calzado con
sandalias hacia él.

—¿Te importaría?

—No, en absoluto. —Se tomó un momento para deshacerse


de su chaqueta, luego la abrazó los pies con ambas manos. Se tomó
su tiempo para desabrochar la pequeña hebilla, y luego deslizó su
zapato.

Maravillosamente, fuertes dedos masajearon el empeine,


mientras que la palma de la otra mano se deslizaba por toda la
pierna.

Ella levantó el otro pie.

—Hay otro.

—Si que lo hay. —Él soltó el primer pie para dar el mismo
tratamiento al segundo.

Cuando se inclinó hacia adelante para unirse con ella en la


cama, ella puso un pie sobre su pecho para detenerlo.

—Me siento en una situación de desventaja aquí. —Dejó que


su mirada examinara su cuerpo. Él se veía muy bien con la ropa
puesta. —Tan atractivo como te ves, creo que es hora de
deshacerse de la ropa.

Él levantó una expresiva ceja sobre los brillantes ojos,


cuando se puso de pie.

—¿Atractivo?
35
Página
—Oh, por favor. —Ella miraba con impaciencia cuando el
comenzó a desabrocharse la negra camisa de vestir, presionando
ella sus muslos con el entusiasmo. —Eres más que consciente de
que eres muy atractivo.

Se rió entre dientes.

—¿Lo vas a utilizar en mi contra?

—Ni lo sueñes. —Ella levantó una mano para acariciar con


los dedos un pezón. Sus pechos eran pequeños, con forma
agradable y firme. Los hombres parecían gustarle el color rosa
intenso de sus pezones.

La mayoría de ellos decía estar a favor de las pecas también,


aunque ella no podía entender por qué y estaba agradecida de que
no había muchas. No tantas como había en la espalda, pero, ahí no
tenía que mirarlos.

El miraba como jugaba mientras se quitaba la camisa. Se


mordió el labio, dejando su apreciación sobre su amplia hechura,
mostrando un pecho definido. Un pelaje escaso de elásticos y
oscuros rizos negros, oscurecidos pezones marrones y piel de
satén fino que se tensaba sobre los músculos bien definidos.

—Ese no es un cuerpo que haya visto en cualquier


programador de computadoras antes, — bromeó.

Se echó a reír, mostrando un maravilloso equilibrio mientras


se inclinaba para eliminar primero un zapato y luego el otro.

—En la universidad, era un estereotipado friky flaco.

—¿Qué pasó?

—Tuve éxito. —Se puso de pie, con las manos en el botón de


36

sus pantalones. —Soy inteligente. Empecé a explotarlo.


Página
—Bueno, en cualquier programa que estés, deberías solicitar
que te incluyeran en una agencia de modelos. —Él se bajó los
pantalones, dejando al descubierto unos calzoncillos de la marina
que se esforzaban por refrenar su contenido. —¿Tú crees? —Con
calma, cogió los pantalones y se volvió hacia ellos colgándolos de
la parte trasera de una silla, dejando que ella le echara un buen
vistazo a su fino y equilibrado culo.

—Podrías hacer una fortuna.

Hizo un rápido trabajo con sus calcetines, y luego cruzó de


vuelta la habitación, hasta situarse sobre las rodillas de ella.

—Me gustan los videojuegos.

Ella se sentó para poder recorrer con sus manos el vientre


plano de él. No era muy liso, pero estaba muy cerca.

—No te lo tomes a mal, pero… —ella le dio un beso en los


mechones de pelo justo por encima de su ombligo, aspirando a sus
pulmones el oscuro y profundo aroma masculino. —He perdido el
interés en hablar de negocios.

Los dedos peinaron a través de sus rizos cortos, masajeando


el cuero cabelludo.

—Está bien por mí.

Ella extendió sus manos sobre la carne dura de sus muslos


mientras que con la lengua jugaba sobre y alrededor de su
ombligo. Cogió la cinturilla de sus calzoncillos, luego, lentamente,
los bajó, suspirando al ver el tesoro de acero que fue revelado. Su
polla era más oscura que su piel, teñida de púrpura con venas
gruesas que adornaban su eje, pesado y grueso. Los dedos en su
pelo se apretaron cuando le dio un beso en la punta de la suave
37

cabeza, y se estremeció cuando pasó la lengua por la pequeña


apertura.
Página
Cerrando los ojos, Gretchen giró la cabeza y abrió la boca
para poder recorrer con su lengua toda su extensión, mojándola.
Le gustaba la textura y el olor del terrenal hombre la mareó. Lo
lamió, y luego regresó a la cabeza para introducirse la mayor
cantidad en la boca como fuera posible.

—Dios.

Echando un vistazo hacia arriba, se encontró con su mirada


oscura, mirándola mientras lo tragaba. Era esa mirada. La mirada
que le dijo que estaba perfectamente bien con que tomara la
iniciativa. No todos los hombres eran así, y los que no eran, por lo
general no terminaban siendo tan buenos ni tan expertos como
había esperado. Pero esta vez... Esta vez estaba feliz de que la
dejara explorar, su sonrisa decía que tendría una prometedora
retribución.

La lujuria la asaltaba, y chupaba en serio, gimiendo,


emocionada por la posibilidad de lo que podría hacer. ¿La
detendría? ¿Se vendría en su boca? Lo quería dentro de ella, pero
era difícil renunciar al sabor. Los dedos de su otra mano
encontraron su pelo para guiar su boca arriba y abajo de su eje.
Lamía la punta cuando la detuvo ahí.

Con un gemido largo y agonizante, le tiró del pelo, hacia


atrás. Complacida, cayó de espaldas sobre la cama mientras se
arrastraba hacia ella, reuniendo la boca abierta con la suya. Le
mordió los labios y lamió su lengua, absorbiendo el gusto de su
boca. Se entregó por completo, pasando sus manos arriba y abajo
por los brazos, los costados, el pecho. Le agarró el culo y tiró de la
ingle a ras de la suya, la presión los llevó a gemir a los dos.

—Vas a volverme loco, —murmuró en su cuello.

—Lo mismo digo. —Ella se quedó mirando al techo, dándose


38

cuenta de que no habían encendido nada más que la lámpara junto


Página

a la puerta.
Esa era una luz que apenas alumbraba nada a la oscuridad,
sobre todo la sala iluminada por la luz de la luna que iba más allá
de los visillos en las ventanas.

Besos dulces se perdían por el cuello, sobre la clavícula,


hacia su pecho. Ella gimió cuando su barba rozó el pezón y hundió
los dedos en su espalda cuando sus labios chupaban hacia dentro.
Había pasado mucho tiempo desde que había sentido el toque de
un hombre, desde que alguien la había lamido y mordisqueado de
esta manera. Se retorció, atrapada bajo su peso mientras probaba
primero un pezón, luego el otro, sus grandes manos amasando
todo lo que no podía saborear de sus pechos. Levantó sus caderas,
rozando su vientre contra la entrepierna de él.

—Archer, por favor.

Deslizándose hacia abajo, dejó que sus manos delinearan a


los lados mientras le besaba su vientre.

Voluntariamente extendió sus muslos mientras vagaba aún


más bajo, la lengua trazaba dibujos en su piel hasta que encontró
su tanga. Aflojó los lados de la prenda de encaje, burlándose de
ella. Ella se sorprendió de que con el calor de su sexo no se
hubiera derretido los retazos de tela por completo. Ciertamente, la
entrepierna estaba empapada de emoción. Él mordisqueó su
clítoris a través del encaje, y ella se arqueó con un gemido,
tomándola por sorpresa con una descarga eléctrica que le disparó
por la espalda. Abriendo sus muslos con las palmas de sus manos,
él lamía lo poco o nada que le cubría, la excitación la estaba
volviendo loca.

—Archer. —Hundió los dedos en la colcha azul marino lisa


debajo de ella. Su ágil lengua descendía, deslizándose por debajo
de su tanga para provocar su apertura. Ella ladeó la cadera,
39

estimulándola todavía más. Gimiendo, él utilizó un dedo para tirar


Página

a un lado la tanga, luego hundió su lengua en sus pliegues.


Ella lloraba, se retorcía, luchando contra un orgasmo que
amenazaba con abrasarla. Todavía no. Quería más antes de que
llegara al límite. Pero ¿cómo podría evitar acabar, cuando su
lengua estaba enroscada finalmente alrededor de su clítoris y
lamía con su boca ese haz de nervios dentro de su caliente cueva?
No podía. El calor estalló, llenando sus entrañas y estallando por
todo su cuerpo. Estalló, gritando por encima de la mano que tenía
tapándose la boca.

Eso no lo detuvo a él. En todo caso, lo estimuló. La cinta del


tanga quedó al descubierto, y él tiró la prenda de inmediato. Su
boca se cerró totalmente por encima de su sexo, y su lengua la
atacó desde el agujero al clítoris y la espalda, sin darle la
oportunidad de calmarse del primer orgasmo antes de que otro la
hiciera torcer su columna vertebral.

—¡Archer! —Jadeó, levantado sus caderas hacia la boca


mientras él la devoraba. —Archer, ¡Dios! —él seguía sin
detenerse. Ella gimió a través de otro temblor antes de que se
agachara para agarrar su cabeza. —Archer, por favor. Fóllame
ahora.

Ella había dicho las palabras mágicas. Se apartó y miró hacia


ella. Una sonrisa demoníaca floreció cuando lamió los labios ya
empapados y se limpió la brillante barbilla. Le dio una lánguida
lamida antes de salir rápidamente de la cama.

Ella cayó de espaldas, tratando de recuperar sus terrenales


sentidos. Cada terminación nerviosa de su cuerpo estaba
dolorosamente viva. Una ligera capa de sudor cubría su piel. No
podía recordar ningún otro amante que hubiera estado con ella
con tanto entusiasmo. Tenía que tener cuidado con esto. Podía ser
bastante adictivo.
40

Él estaba de vuelta, la caja de condones abierta cuando la


Página

puso sobre la mesa junto a la cama.


Tomando uno bruscamente, arrancó el envoltorio con los
dientes. Agarró sus rodillas, procurando extenderlas ante él
mientras se colocaba el condón. Grandes manos orientaron a su
gorda polla jugando con sus hinchados pliegues, entonces él se
introdujo en ella.

Estaba ansiosa, envolvió los brazos y las piernas alrededor


de él, extendiendo su sexo para acomodarlo. Tan intenso. El
empujó hasta que los rizos en la base de su pene se acoplaron con
el recortado vello, y luego se detuvo. Apoyado en los codos sobre
ella, simplemente la miró a la cara, en silencio hasta que se las
arregló para obligarla a que abriera sus ojos para mirarlo. Luego
sonrió, soltó un gruñido, se retiró, y volvió a hundirse dentro de
ella.

Gretchen había muerto e ido al cielo.

Una vez que Archer empezó a moverse, mantuvo un ritmo


constante, duro, que amenazaba con dejar unos moretones
gloriosos. Tenía que aguantar, gemidos y gritos burbujeaban de
sus labios hasta que inclinó la cabeza para tomar posesión. Se
abrió debajo de él, probándose a sí misma, oliéndose a sí misma
sobre él mientras se mecía en su interior. Se vino de nuevo,
lamiéndole la lengua cuando se introdujo en su codicioso canal, y
aun así él no aflojó el ritmo. No fue sino hasta que la hizo llegar
una vez más. No hasta que se desplomó, exhausta y lloriqueando,
incluso con su cuerpo aun ardiendo. Sólo entonces dio rienda
suelta a su férreo control y se liberó, cerrando los ojos, echando
hacia atrás su cabeza, y moviéndose al final mientras su cuerpo se
estremecía.

Lo mantuvo débilmente contra su pecho cuando se extendió


sobre ella, respirando con dificultad. Ella se echó a reír.
41

—Wow.
Página

Acarició la curva de su cuello.


—Mmmm.

—Si esto es lo que los frikys informáticos son capaces de


hacer, he estado mirando a los hombres equivocados. —Él se rió,
pleno y sincero.

Gretchen envolvió un albornoz a su alrededor, luego abrió la


puerta del baño. El vapor la siguió dentro de la habitación del
hotel cuando levantó la toalla para frotar su pelo.

Archer estaba sentado en el sofá. Un desayuno continental


estaba colocado sobre la mesa baja delante de él mientras leía el
periódico. Una sombra de barba ensombrecía sus mejillas en
torno a su modelada barba estilo Van Dyck. Pensó que parecía más
bien sexy. Por supuesto, opinaba en ese momento que casi todo él
era sexy. Por primera vez, tal era la magia de tener relaciones
sexuales con alguien realmente bueno. No lo conocía lo
suficientemente bien como para ver sus defectos.

Levantó la vista y sonrió.

—Buenos días, preciosa.

—Buenos días. —Se paseó, dejando caer el albornoz al suelo


para asentarse sobre el regazo de Archer. Dejó a un lado su taza de
café y el periódico mientras se acomodaba, disponiéndose a
inclinar su boca sobre la de ella cuando ella inclinó la cabeza hacia
atrás. Ellos compartieron un lánguido beso saboreando su café y
su pasta de dientes. No es una combinación ganadora, pero no
42

estaba dispuesta a no hacerlo sólo por eso.


Página
Retirando su boca de él, se giró para coger un croissant.

El recuperó su taza y la sorprendió sosteniendo su iPhone.

—Has recibido una llamada mientras estabas en la ducha.

—Oh. —Tomando un bocado de hojaldre, comprobó la


última persona que llamó. —Fue mi asistente. —Se deslizó en el
sofá junto a Archer y marcó a Owen. —Esto no me va a llevar más
que un segundo.

Asintió con la cabeza, imperturbable. Parecía bastante


contento de continuar tomando su café y de reanudar la lectura de
la sección de negocios del diario Los Ángeles Times.

—Gretchen.

Tragó un bocado de croissant.

—Hola, cariño, ¿qué pasa?

—¿Dónde estás?

—Estoy fuera. ¿Qué pasa?

—... No pasa nada. Yo sólo... fui a tu casa esta mañana, y no


estabas ahí.

—¿Verdad? Jesús, ¿qué hora es? —Ella no se había dado


cuenta del tiempo en su teléfono, y que había logrado desconectar
el despertador de la mesilla de noche la noche anterior.

—Es casi la una.

—Oh. Maldita sea. ¿En serio? —Miró a Archer, que se


encogía de hombros. Ella se encogió de hombros. —Bueno, no te
preocupes, mi amor. Pasé la noche con un amigo.
43

Archer se rió entre dientes.


Página
Le acarició la mejilla.

Con una sola mano, ella le dio un mordisco a su croissant,


inclinándose hacia adelante para que las migajas cayeran sobre la
mesa de café en lugar de su pecho.

—¿Necesitas algo?

—Nada que no puede esperar, supongo. ¿Cuándo estarás en


casa?

—Pronto, supongo. Sólo estamos comiendo... —Se detuvo


cuando Archer la empujó para llamar su atención. —Un momento,
Owen. —Puso el teléfono en silencio.

—Pasa el fin de semana conmigo. —La sonrisa de Archer era


diabólica cuando dejó su café. El periódico ya estaba en el suelo.

—¿Qué?

Asintió con la cabeza.

—¿Dónde?

—Aquí. Ya he pagado por una noche, ¿por qué no una más?

Ella se rió.

—No seas tonto.

—Oh, vamos, ¿por qué no?

¿Por qué no? Ella había dejado salir a la despreocupada y


salvaje niña ayer por la noche, pero la mujer práctica apareció
esta mañana.

—No tengo nada de ropa.


44

—No me molesta. —Sus manos se deslizaron por la pierna


Página

de ella, debajo del albornoz. —Me gusta más de esa manera.


Ella lo miró, sacudiendo la cabeza.

Él asintió con la cabeza, su mirada era claramente un desafío.

Oh, mierda. Sonriendo tontamente, apagó el silencio.

—Owen, cariño, estaré en casa el lunes.

—¿El lunes? ¿Cuándo? ¿Dónde estás?

—No te preocupes por mí, cariño. —Con la ayuda de Archer


volvió a sentarse en su regazo. —Voy a estar bien.

—¿No me dices dónde estás?

—No. Llámame a mi teléfono móvil, pero sólo si se trata de


una emergencia. —Ella se sentó a horcajadas sobre los muslos de
Archer, inclinando su espalda contra el fuerte brazo de Archer que
rodeaba su cintura mientras abría la parte delantera de su vestido.
—Tomate el fin de semana libre también, cariño. Trabajas muy
duro.

—No me importa.

—Lo sé, cariño, y te quiero por eso, pero... —Ella abrió la


boca, perdiendo el enfoque de sus pensamientos por un segundo
cuando la boca caliente de Archer aspiró su pezón izquierdo. —
Necesitas algún tiempo para ti mismo. Sal y disfruta.

—De acuerdo.

—Adiós, cariño.

Tan pronto como colgó, Archer la levantó. Ella gritó cuando


la dejó sobre el sofá de felpa y la arrastró para poseerla con el
peso de su cuerpo.
45

Él hizo un simulacro fulminándola con la mirada.


Página

—¿Estás tratando de ponerme celoso?


—¿Celoso?

El tomó el teléfono de su mano y lo puso sobre la mesa.

—¿Cariño? ¿Dulzura?

Se rió.

—Era sólo Owen.

—¿Sólo Owen?

—Es mi asistente.

—Mmmm. ¿Y que tan atractivo es tú asistente?

Ella se rió.

—Es absolutamente adorable.

—¿Es gay?

—No lo sé. —Se rió de nuevo, luchando cuando abrió el


albornoz para hacerle cosquillas. —¡Basta!

—¿Y qué tipo de relación tenemos con este asistente?

—¡Alto, alto! Sólo tiene veinticuatro años, por amor de Dios.

—¡Oh no! Un muñequito. Quiero saber más.

—Archer, ¡detente! —Le hizo cosquillas hasta que ella


estuvo llorando. ¿O el simplemente la distrajo cuando su boca se
encontró con su clavícula, pasando al esternón a continuación, con
su sinuosa lengua camino hacia el pezón?

Se dejó caer en un hedonista placer cuando Archer se


dispuso a despertar cada nervio de su cuerpo de nuevo. Como lo
haría todo el fin de semana. Dios, ¿sobreviviría? Si no, iba a ser un
46

infierno para poder continuar.


Página
Capítulo Cuatro
Owen utilizó su propia llave para abrir la puerta que
conducía a la casa de Gretchen. Se quedó mirando la casa de dos
plantas que estaba cerca ocultándose detrás de los exuberantes
árboles mientras esperaba a que la barrera de hierro forjado se
apartara a un lado.

Ella estaba con una cita. La idea de este fin de semana se


repetía en su cabeza. Iba a estar con él todo el fin de semana. Él se
la había follado. Owen no sabía quién era, pero ¡lo odiaba! Gimió,
apretando la frente sobre el volante de su Honda.

—¡Maldita sea! —Había esperado demasiado tiempo. Había


perdido su oportunidad.

¡Cállate, estúpido! se dijo, levantando la cabeza para poder


conducir hacia la casa. No había perdido su oportunidad. Gretchen
era una mujer adulta. Tenía sus necesidades. Por supuesto que
había encontrado a un chico y había follado con él. Eso no significa
que Owen hubiera perdido. Se lo diría de todas maneras, y no se
estaba ayudando con este asunto estando nervioso. Detuvo el
coche y apagó el motor. Tenía que empezar a hacer algo para que
ella lo notara. Si tenía alguna esperanza de tener algo con ella,
tenía que tener una oportunidad.

No, era demasiado pronto.

—¡Aaah! —Puso las palmas de las manos en alto para


empujarlas sobre las cuencas de sus ojos. Ella pensaba que era
sólo un niño. Un chico lindo, como había dicho. No lo tomaría en
47

serio. No como un hombre.


Página
Ciertamente no como un novio. ¿Cómo diablos se suponía
que debía hacer para que se fijara en él? ¿Acabaría diciéndole que
estaba tan enamorado de ella que él no podría soportarlo? ¿Qué él
se fue a la cama por la noche sufriendo por ella y se despertó por
la mañana con el mismo estado de animo? ¿Qué ella había
arruinado su vida personal porque él no salía con nadie de su
edad, ya que ellos deslucían en comparación con ella, ya fuera
chicas o chicos? Diablos, antes de ella, él había estado bastante
seguro de que era gay. ¿Ahora...? No, todo eso era estúpido. Eso
era todo lo que un niño le diría a ella, nada que un hombre le
pudiera decir.

Sin embargo, podría aparecer con algo bueno, y no haría


nada mientras estuviera haciendo el loco en el coche.

Recogió la tupida pila de correo del asiento del


acompañante, y luego salió. Por un momento, se alisó las arrugas
de sus pantalones y la camisa de vestir de color luz verde, y luego
extendió la mano para alisar el pelo. Se había vestido para
impresionarla en el día de hoy, tratando de parecer más viejo.
Puede que no funcionara, pero no podía hacer daño, ¿verdad?

—¿Gretchen? —Llamó, después de abrir la puerta con su


llave.

—Aquí.

Por supuesto. Pasaba casi todo su tiempo en la sala de estar


en estos días. ¿Conseguiría de una vez por todas el nuevo
mobiliario?

El apenas pasó a través del arco antes de que ella le enseñara


un brillante folleto.

—¡Mira!
48
Página
Alardeaba en realidad. Eso, junto con el hecho de que su pelo
de color rojo anaranjado estaba recortado de su cara, sin
maquillaje y llevando una camiseta y pantalones cortos, le daban
el aspecto de una chica con la mitad de su edad. Viendo las pálidas
pecas que por lo general estaban cubiertas con maquillaje era una
ventaja. Demasiado emocionado por esto, cogió el folleto y lo miró
mientras ponía sus pensamientos de nuevo en marcha.

—Lo compré.

Se dio cuenta de que el folleto mostraba una lámina con los


mismos colores que él había sugerido el otro día.

—Oh, bueno, eso es genial.

—¿Verdad que lo es? Me encanta. —Saltó sobre la chimenea


y levantó los brazos hacia los ladrillos vacíos encima de ella. —Va
a parecer grande.

Cuando se giró de vuelta, él dejó de mirar su pequeño y lindo


trasero en esos ridículos pantalones. Sus tonificados muslos se
delineaban hasta la curva de un maravilloso culo. El daría lo que
no tuviera para verla desnuda y explorar lo que había entre esos
tensos muslos. Para evitar sentirse más excitado, se arrodilló
sobre la alfombra en el rincón más alejado del nido de almohadas
de donde estaba sentada junto a su computadora portátil.

—Eso es genial. ¿Cuándo lo traen?

—Lo traerán al final de la semana. Ah, y pedí el sofá y una


silla que decidimos. —Se arrodilló junto a él mientras que él puso
su correo abajo. —Lo que me recuerda, ¿puedes estar aquí el
viernes? Es cuando lo traen todo.

—Claro. Pero, ¿A dónde vas a ir?


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Ella se sentó con una sonrisa de oreja a oreja.


Página
—Voy a salir fuera de la ciudad.

—¿No se supone que tienes que decirle a tu asistente


cuando vas a salir de la ciudad?

Riéndose, ella se acercó para acariciarle la mejilla.

—Te lo estoy diciendo ahora. —Pellizcó su mentón antes de


volver su atención a la pila de correo. —Me voy con Archer todo el
fin de semana.

—¿Archer?

—Oh, sí.

—¿Es ese el tipo con el que estuviste el fin de semana


pasado?

Ella asintió con la cabeza, mordiéndose el labio, no pudiendo


ocultar una poco frívola sonrisa

—Mmmmm. Tengo tanto que decirte.

—Suena como que si. —Se sentía enfermo. Necesitaba


respirar. Se puso de pie. —¿Qué te parece si traigo algo para beber
en primer lugar, ¿eh? ¿Té helado?

—Eso sería maravilloso. Ah, y ¿una manzana?

Asintió con la cabeza, todavía de camino hacia la puerta. Esto


era peor de lo que pensaba. La pesada puerta del refrigerador
estaba fabricada para aguantar un fuerte golpe al cerrarse,
resultando ser una buena cosa. De lo contrario, la podría haber
roto. ¿Quién es ese jodido Archer, y por qué se iba con el todo el fin
de semana? ¡Otro fin de semana! La respuesta a la segunda
pregunta era demasiado evidente y horrible de contemplar. El
nombre le sonaba. Probablemente, si Owen no estuviera tan loco,
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lo tendría que averiguar. Había conocido a ese tipo, ¿verdad? Tal


Página

vez ¿un ex novio del que Owen no sabía nada?


Se había enterado de unos pocos, a pesar de que había sido
demasiado cobarde para hacer que Ellen le diera más detalles.

En el momento en que el llevó las bebidas y endulzó la de


ella como le gustaba, estaba un poco más calmado aunque no
menos molesto. Tomó una manzana verde de la fuente sobre el
mostrador, la limpió con una toalla de papel, y luego fue a reunirse
con ella en la sala de estar.

—Gracias, cariño. Oh, hey. Lo miró mientras se sentaba a su


lado —¿no te encuentras bien? ¿Fuiste a la oficina hoy?

—Pensé en ir después de aquí, —le explicó, manteniendo


apartada la mirada. No estaba seguro de si estaba mostrando su
ira y desesperación. Se sacó el iPhone del bolsillo y abrió su
calendario. —Así que, dime dónde vas este fin de semana y con
quién.

Ella se río. De hecho, ella se estaba riendo ¡jodidamente!

—Voy a Palm Springs. No recuerdo el nombre del lugar. Voy


a preguntarle a Archer y te lo diré más tarde. —Sentada de nuevo
sobre las almohadas, mordió la manzana.

—Wow. ¿Quién es el hombre?

—Archer Thanos.

—¿El tipo de juegos Thanos? Pensé que no lo conocías.

—No, no lo conocía. Pero si ahora. —El tono burlón en su


voz le aseguró de lo que quería decir. Se lamió el té de la comisura
de su boca, y él tuvo que reprimir un gemido. —Lo conocí en la
subasta.

—¿El viernes? —Luc y Reese ¿no habían mantenido fuera a


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todos los lobos?


Página
—Sí —. Ella equilibró su desnuda espinilla sobre el otro pie,
dejando que rebotara su pie. Él no la había visto hacer esto... tan
femenina en todo el tiempo que llevaba conociéndola.

—¿Es con quién pasaste el fin de semana pasado?

—Sí.

—Eso ha sido una gran coincidencia para él, que estuvieras


en la misma subasta cuando podría haberte llamado.

—En realidad no. —Ella escogió uno de los sobres que ya


había abierto, y extrajo la carta de su interior. —Vino a buscarme.

Lo apostaré. El suavemente escogió las palabras apropiadas


para evitar no hablarle de su paseo de fin de semana. Quería
preguntarle por qué estaba actuando como una puta, pero no
creyó que estuviera muy bien. Además, sus emociones podrían
desviar un poco su punto de vista.

—¿Estás segura de que debes salir de la ciudad con él, sólo


para tener una reunión?

—¿Hmm? —Ella ni siquiera prestó atención a la carta que


estaba leyendo.

—Quiero decir, parece todo muy rápido, ¿no?

Unos brillantes ojos verdes volvieron a sonreírle.

—Oh, mi amor, llegamos a conocernos muy bien ese fin de


semana.

Sintió ruborizarse el cuello y mantuvo su atención en el


teléfono.

—Espero que Heaven Sent haga el juego, ¿podría ser?


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Página
—No lo sé. Todavía tenemos que hablar de eso. Te llegará un
informe en algún momento esta semana, me imagino. Le pedí que
me lo entregara en la oficina. Quiero que Arthur y Michelle le
echen un vistazo antes de enseñárselo a los chicos.

—¿Eh? Si estás saliendo con él...

Levantó la mirada y sonrió.

—Cariño, en primer lugar, no estoy saliendo con él. Acabo de


conocerlo. Sólo somos dos adultos divirtiéndonos. —Owen
dominó su reacción, asegurándose que apreciaba el sermón que
ella le estaba dando como si fuera un niño. —En segundo lugar, si
yo no te enseñara nada más, debes saber que nunca se debe
mezclar negocios con placer. Archer lo entiende. Nos pusimos de
acuerdo de inmediato que nuestras relaciones sexuales no
tendrían nada que ver con nuestras relaciones comerciales.

—Pero... ¿en cierto modo lo has hecho, no? Quiero decir, si


te gusta, tienes más probabilidades de hacer negocios con él.

—No es así. Podría estar más inclinada a escucharle, pero


hay otras cinco voces que intervienen en una decisión como ésta
sobre Heaven Sent. No voy a presionar a hacerlo sólo porque esté
durmiendo con Archer.

Deprimido, volvió a jugar con su teléfono.

—¿Vas a estar fuera todo el fin de semana?

—Saldremos el viernes y volveremos el domingo.

—¿Es necesario que haga algo más, aparte de estar aquí el


viernes por las entregas?
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Página
—Sí. —Estuvo tranquila el tiempo suficiente para solicitarle
que mirara hacia arriba. La carta estaba extendida sobre sus oh-
tan-dulces pechos pequeños, y él no estaba seguro de si le gustaba
el aspecto especulativo sobre esa cara fresca en verano. —Sí, hay
algo que puedes hacer por mí. — Ella se acercó para poner la
mano sobre su rodilla. —Quiero que salgas. Quiero saber que te
has divertido. —Hizo una mueca, bebiendo de su taza de té
dándose un momento para pensar. —Lo digo en serio, Owen. En
los meses que has trabajado para mí, no me has dicho una vez
acerca de un partido o un fin de semana lejos o, Dios lo quiera, una
cita. —sonrió, empujándolo. —Una cosita tan joven y adorable
como tú debe tener novia.

Puso los ojos en blanco.

—Hay otras cosas en la vida.

—Sí, están ahí, pero eres joven y eres atractivo, y alguien


debe apreciar eso.

Tú podrías, quería decir, pero las palabras se le


atragantaban. Sin embargo fue bueno saber que ella creía que era
una preciosidad.

—Hay una presentación en Gogon Records este fin de


semana. Creo que deberías ir y representar a la empresa.

—¿Yo?

—Sí. Que Jane vaya contigo. —Frunció el ceño, pensando en


uno de los otros asistentes de Gretchen. Tenía alrededor de una
docena, entre ellos Arthur, Michelle, y Jane. Los otros se centraban
en otros aspectos del negocio, ayudando a ser los ojos y los oídos
de Gretchen en todo el negocio. Owen era sólo su asistente
personal. Su lacayo personal. Su muñequito, ya que todos ellos le
54

llamaban así cuando pensaban que no podía oírlos. —¿Por qué


Página

Jane?
—Porque ella es de tu edad y los dos parecen llevarse bien.

Él rodó sus ojos.

—Tiene novio, ya sabes.

—¿Ella? Bueno, eso es bueno para ella, pero eso no quiere


decir que no puedan ir juntos. No significa que tengan que estar
juntos.

Negó con la cabeza.

—No creo que me lo estés planteando.

—Créetelo, cariño. Si no lo haces por ti mismo, yo me


encargaré de mirar por ti.

¿Qué es eso de mirar por mí? suéltalo. Pero, de nuevo, el valor


de expresar las palabras se le escapó.

—Prométeme que iras.

—¿Te lo tengo que prometer ahora?

—Si no lo haces, no irás. Te conozco.

No tan bien como me gustaría que lo hicieras.

—No sé...

—Piensa en eso como unas prácticas. Necesitas que te vean


por ese mundo, ya sabes, tu nombre ahí. Empieza ahora, cuando
ellos no saben de donde vienes.

Tristemente, se quedó mirando la pantalla de su iPhone,


desplazando la agenda un mes atrás y contando el número de
veces que Archer Thanos había llamado a Gretchen. Una docena.
Desde luego, él había sido muy astuto para atraparla.
55
Página

—¿Owen?
—Sí. Muy bien.

—¡Maravilloso! Quiero un informe completo acerca de


cualquier chica con la que ligues.

—¿Quién dice que voy a ligar con alguien?

Había que ver lo que pasaría de nuevo.

—¿Cómo puede alguien en su sano juicio no fijarse en ti?

—No lo sé. Dímelo tú.

56
Página
Capítulo Cinco
—¿Palm Springs?

Owen miró su monitor.

—Sí.

Jane suspiró y se sentó en la esquina del escritorio.

—¿Y ella solo lo conoció la semana pasada?

—Sí.

—Maldita sea. Qué vida.

—Sí.

—Oh, Dios mío, ¿En serio? deberías dejar de estar en la luna.

Con el ceño fruncido, comprobó que la puerta del despacho


estuviera cerrada.

—¿Podrías ser un poco más escandalosa, no?

Levantó la mano para acomodar su pelo corto, negro y lacio.

—Oh, nadie va a escuchar. Casi todos se han ido.

Se volvió hacia su monitor y trató de ignorarla.

Sabía que no funcionaría. Se levantó del escritorio,


inclinándose hacia él.

—Owen, sabes que no tienes una oportunidad con ella,


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¿verdad?
Página
En momentos como este, lamentaba profundamente haber
confiando en Jane. Pero se habían convertido en buenos amigos en
los últimos meses, y necesitó a alguien con quien hablar.

Alguien que lo entendiera. Todos sus otros amigos


regresaron a Atlanta, estando demasiado lejos para seguir con sus
negocios. La única otra persona era su prima Ellen. Pero estaba
muy cerca de Gretchen como para que le dijera algo.

Cuando no le respondió, Jane sacudió el hombro de Owen.

—Hey. —Le frunció el ceño.

Sus ojos azules se estrecharon.

—Ella pasa la mayor parte de su tiempo con estrellas del


rock, Owen. Seres magníficos. Come a los hombres guapos, y
exitosos para el almuerzo. Tiene tipos como este Archer
llevándola a los fines de semana caros. ¿Qué podrías ofrecerle
aparte de tu encanto juvenil?

Le dirigió una dulce sonrisa burlona.

—Caramba, gracias.

Ella deslizo su mano por el pelo de Owen.

—Sólo estoy tratando de ayudarte, cariño. Distrayéndote


porque la jefa sólo va a mantenerte distraído cuando en verdad
podrías tener a cualquier otra chica.

Alejó su cabeza de inmediato. Las mujeres siempre lo


acariciaban, estaba acostumbrado a eso, pero eso no le impidió
molestarse cuando era hostigado.

—No quiero hablar de esto.


58
Página
—Bien. Está bien, está bien. Vamos a hablar de este sábado.
—juntó las manos como una entusiasta colegiala. —Voy a tener
que salir a comprar un vestido nuevo. ¿Quieres venir?

—Oh sí, eso es justo lo que quiero hacer.

Ella sonrió.

—Sabes, cariño, tengo que decir que eres el hombre gay más
extraño que he conocido.

Eso provocó que levantara la mirada para verla.

—Creo que tienes que llamarme bisexual. Me gustan las


chicas también, recuerdas.

—Sí. Supongo que no sería tan descabellado ya que trabajas


para Heaven Sent, después de todo. Bueno, una vez retirado.

¿Estaba tratando de deprimirlo más?

—¿No tienes trabajo que hacer?

Parpadeó hacia él su pesado rimen, sin inmutarse.

—¿Ya aburrido de mi compañía?

—Sólo el tema de esta conversación.

—Está bien. —se bajó del escritorio y dio unas palmaditas en


las carpetas que había dejado en su bandeja. —Asegúrate de que
los vea ella. Hay un nuevo director, cuyo trabajo debería verlo.

—Lo haré.

—Nos vemos más tarde. Tenemos planes para ir de compras.


—Riéndose de su ceño fruncido, abrió la puerta y se fue.
59

Una vez que la puerta se cerró detrás de ella con un clic, se


Página

dio por vencido al pretender trabajar.


Mirando taciturno sobre su escritorio, comenzó su tarea
favorita desde el lunes: tratar de encontrar una manera de hacer
que Gretchen no desapareciera con Archer este fin de semana.
Hasta el momento. No iba a hacer nada drástico, y nadie de
Heaven Sent había demandado la atención de ella. Solo cuando
Chris Faith llamó por ella, pero terminó llamándola a su celular
para obtener respuesta.

Mientras tanto, tuvo que escucharla acerca de todos los


preparativos para el viaje. Incluso había hecho llamadas para
reservar una mesa privada en un restaurante muy chic para ella y
Archer.

Deprimido, trató de ver las cosas de una manera diferente.


Esto era algo nuevo. No había salido en mucho tiempo. Apenas
había hablado de Archer como más que un juguete sexual. Tal vez
eso es todo lo que era. Sexo. Sin embargo, no es algo que Owen
quisiera vivir, pero si era sólo sexo, eso significaba que
probablemente seria algo pasajero. Había oído de su supuesta
relación en el pasado. Nada que durara mucho tiempo. Su carrera
siempre era primero. Tal vez todo lo que Owen tenía que hacer
era ponerlo difícil por un mes o algo así, entonces se iba a cansar
de este tipo y seguir adelante. Sí, eso era mucho mejor para él.

Pero eso no cambia el hecho de que ella iba a ser follada, en


repetidas ocasiones, por este tipo Archer.

¿Qué hizo este payaso de todos modos? Owen se volvió hacia


su equipo y abrió su navegador Web. Acababa de escribir el
nombre del hombre en el navegador de imágenes, cuando un
golpe sonó. Tuvo tiempo suficiente para cambiar de ventana a su
bandeja de e-mail antes de que se volviera para saludar al recién
llegado.
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Whoa. El tipo que entró era una estrella de cine


Página

deslumbrante. El espécimen era alto, moreno, y guapo.


Su piel dorada resaltaba por el cabello negro que era como el
azabache y las cejas que hacían juego con una barba elegante, al
estilo Vandyke. Llevaba una camisa casual desabrochada color
vino sólo lo suficiente para mostrar un atisbo de vello en el pecho
y pantalones negros encima de una piernas interminables.

Owen no estaba seguro si sus propias piernas lo apoyarían si


se paraba, por lo que sólo se volvió hacia la visión.

—Hola. ¿Puedo ayudarlo?

—¿Esta es la oficina de Gretchen de Hobbes?

—Sí. Soy Owen, asistente de la Sra. de Hobbes.

El hombre se detuvo frente a su escritorio y le tendió la


mano.

—Owen. Gusto en conocerte. Mi nombre es Archer Thanos.

La mano de Owen fue envuelto en un cálido agarre antes de


que el nombre fuera mencionado. Era incapaz de ocultar su
sorpresa.

—¿A…rcher Thanos?

—Ese soy yo.

—Yo, uh, Gretchen me habló de ti. Ella te dijo... —Su mirada


bajó hacia el paquete que sostenía el hombre, sólo para darse
cuenta de que su propia mano aún lo sujetaba. Parpadeó,
confundido y fascinado por la visión de su color marrón claro en
contraste con la profundidad de oro-marrón de la piel de este
hombre. Yum. Liberó sus dedos para poder alcanzar el paquete.
Yum. El ángulo aseguraba de que él pudiera ver el paquete del otro
hombre, un pequeño bulto en los pantalones sueltos. Yum. —Dijo
61

que estarías dejando algo.


Página
Archer, sostenía el grueso sobre, apenas fuera del alcance de
Owen.

—Sí. Este. Es un prospecto para un videojuego. —Esa sonrisa


era matadora. Dientes de un blanco deslumbrante en todo lo que
era oscuridad. —¿Juegas?

—¿Huh?

—¿Juegas videojuegos?

—Tengo, eh, algunos, pero no estoy... Bueno, eso es. No


mucho.

El hombre magnífico torció a un lado para apoyar su culo en


el borde del escritorio. Se inclinó hacia Owen amigablemente y
dejando el sobre sobre el escritorio.

—Si estás interesado, estaría encantado de enviarte algunas


muestras. —Con sus manos libres ahora, metió dos dedos en el
bolsillo de la camisa para extraer un tarjetero metálico de visita.
Un anillo de oro brilló en su dedo mientras abría la caja y extraía
una tarjeta.

No fue hasta que la tarjeta estuvo delante de él, sostenido


por dos dedos largos, cuando Owen se dio cuenta del movimiento
del hombre. Instintivamente, tomó la tarjeta.

—Oh, yo... No hay razón para que me dé juegos. Quiero decir,


no iba a hacer una decisión acerca de esto. —¡Por Dios, Owen,
contrólate! Había manejado a un montón de personas con clase
mucho más que esto. ¿Por qué este hombre lo sacudía? Debido a
que este tipo ha estado dentro de Gretchen. Curiosamente, con
dicho hombre sentado delante de él, el pensamiento lo excitó en
lugar de molestarle.
62

—Oh, no, el placer es mío. Sin condiciones. Gretchen dejó eso


Página

perfectamente claro el fin de semana pasado.


Owen tragó, bajando la mirada mientras tomaba con
exagerado cuidado la tarjeta del hombre sobre una de las carpetas
que ya estaba ahí.

—Y vas a verla este fin de semana también. —Oyó las


palabras antes de que pudiera detenerlas.

—Te habló de eso, ¿verdad?

—Me cuenta todo.

Cuando hubo demasiado silencio, miró hacia arriba. Otra


mirada especulativa lo observaba. Parecía estar recibiendo un lote
de mierda en los últimos tiempos. Éste, sin embargo, hizo sus
bolas temblar como gelatina.

—Como también ella debería.

Owen miró fijamente esos profundos ojos marrones,


perdiéndose en el silencio. No sabía qué decir, y el hombre no
parecía apurado por irse o romper el silencio. Por último, Owen
hablo.

—En realidad, Sr. Thanos...

—Por favor. Llámame Archer.

Owen asintió con la cabeza mientras se volvía hacia su


monitor.

—Archer. Gretchen no estaba segura dónde estarás este fin


de semana. ¿Podría darme un lugar, por si acaso?

El hombre amablemente proporciono no sólo el nombre de


la localidad, sino que sacó su iPhone y transmitió la información
de reserva a Owen en el acto.
63

—¿Vas a necesitar algo más?


Página
Owen negó con la cabeza, tratando de hacer que sus dedos
dejaran de temblar.

—No. Creo que eso es más que suficiente. Gracias.

—Es un placer.

Tenía que ser educado. Obteniendo valor, Owen dio la vuelta


y extendió su mano sobre la carpeta en el escritorio.

—Me aseguraré de que ella lo tenga.

—Gracias. Por favor llama si necesitas más información. Y lo


digo en serio acerca de los juegos. Echa un vistazo a nuestro sitio
web. Todos los juegos que quieras, serán tuyos solo pide. —Se
inclinó hacia adelante sobre la mesa, con los dedos juntos para
apoyarse en su peso. —Llámame personalmente.

Owen se quedó mirando los dedos, demasiado temeroso de


lo que podría suceder si se perdía en esa mirada ardiente de
nuevo. Sólo podría lanzarse al hombre.

—Gracias.

—Bueno, entonces. Te veré más tarde. Owen.

Owen asintió y sonrió, logrando levantar la mirada hacia la


clavícula del hombre. Fue lo suficientemente alta como para que lo
viera sonreír. No me digas, te estás comportando como un sonriente
idiota. Pero fue lo mejor que lo pudo manejar.

Una vez que Archer se fue, Owen solo se quedó sentado ahí,
mirando la puerta, recordando como respirar. El hombre era...
ungh. No es de extrañar que Gretchen fuera tomada así. Owen
tenía miedo de que tuviera que usar el cuarto de baño privado en
la oficina de Gretchen a menos que pudiera controlar la erección
64

en sus pantalones.
Página
Se echó hacia atrás y se mantuvo respirando hasta que
controló su corazón y la ingle lo suficiente para llegar a su teclado
para abrir la búsqueda de imágenes que había empezado antes de
que el hombre entrara por la puerta.

—No hay manera, —susurró, mirando una fotografía


sonriente del hombre. —No hay manera de obtener una
oportunidad en el infierno en contra de este tipo.

65
Página
Capítulo Seis
El lunes, Gretchen se encontraba deambulando a un costado
de su piscina, observando a Archer nadar a través de la cristalina
agua azul. Después de un glorioso fin de semana lleno de buena
comida y de buen sexo, llegaron a su casa la noche del domingo. Le
había costado muy poco convencer a Archer de que pasara la
noche, y fue idea suya llamar a su oficina esa mañana, diciendo
que tenía permitido tomarse un día libre de vez en cuando.

Se tumbó en un sillón bajo la sombra de un paraguas,


bebiendo té helado mientras dejaba que el aire caliente del verano
le secara la piel después de que nadó. La piscina no había sido
parte de su objetivo cuando había estado buscando una casa, pero
el resto de la propiedad la había seducido y el tener una piscina
era una cosa agradable durante los veranos calientes del sur de
California. El mantenimiento no era tan bonito, pero el querido
Owen había encontrado un tipo maravilloso quien la mantenía
inmaculada. Está bien, no era un jovencito de ensueño que
cuidaba la piscina, de hecho, estaba en sus cuarenta y pocos años,
se veía como un retroceso a Woodstock, pero era un buen tipo,
discreto y había demostrado ser muy fiable.

Archer, interrumpió sus divagaciones cuando se detuvo a su


lado de la piscina, doblando sus musculosos brazos en la orilla de
la piscina mientras entornaba los ojos hacia ella. Envidiaba el agua
que brillaba sobre su oscura piel.

—¿No vas a broncearte?


66

Ella se echó a reír.


Página

—Cariño, ¿me has visto?


—Un poco.

Sonrió.

—No me bronceo, si lo hago me quemaría. —Tomó la botella


de SPF 30. —Este es mi amigo.

—¿Necesitas un poco de ayuda con eso?

—Creí que nunca lo preguntarías. —Sin esfuerzo, se empujó


saliendo de la piscina, el agua goteaba cayendo por su piel así
como por sus marcados músculos. Un diminuto traje de baño casi
no hacía nada para cubrir el bulto de pura masculinidad que tenia
metido dentro. —Y ya veo que tú no tienes mi mismo problema.

Archer tomó una toalla y la pasó por encima de su piel.

—Sangre griega.

—Eres griego.

Archer hizo un gesto para que se sentara delante en el sillón.

—Estadounidense de nacimiento, pero todo el mundo por


parte de mi padre es griego, así como la mitad del lado de mi
madre. —Se sentó a horcajadas en la silla detrás de ella.

—Me parece encantador. ¿Dónde están?

—Indiana. Se untó un poco de la crema solar en sus


manos.

—¿Cómo llegaste hasta aquí?

—Por la universidad. —Las palmas que aún estaban frescas


por el agua se calentaron con rapidez a medida que se deslizaban
sobre sus hombros, deslizándolas brevemente bajo los tirantes de
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su bikini para frotar la loción por todos lados.


Página

Se inclinó hacia adelante, dejando caer la cabeza hacia abajo.


—¿USC?

—No, la UCLA.

—Ah. El otro —Se rió cuando le pellizcó su costado.

—¿Fuiste a la 'SC?

—En pocas palabras, no he terminado. Obtuve un trabajo


con un sello discográfico, y después conocí a la banda, y han
controlado mi vida desde entonces.

Se quedó callado por un momento mientras sus manos


recorrían su espalda.

—¿Te gusta lo que haces?

—Muchísimo, la mayor parte es un dolor en el culo, pero las


recompensas valen la pena.

—¿Y la banda? He escuchado que las estrellas de rock no son


las personas más fáciles con quien relacionarse.

—La mayoría no lo son. Mis chicos son diferentes.

—¿Es verdadero afecto lo que acabo de escuchar?

—Lo es. —Cuando Archer tiró suavemente, ella se recostó


sobre el pecho de él. La humedad de cuerpo después de que nado
creaban sensaciones interesantes sobre su piel desnuda. —Suena
a cliché, pero sólo somos una familia grande y feliz.

—¿Alguna vez tuviste algo más que solo amigos con alguno
de ellos?

Se echó a reír.

—Aunque no lo creas, no. Algo así casi pasó con Johnnie una
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vez, pero decidimos no hacerlo. Fue una buena decisión.


Página
—Y él es gay.

—Es bisexual. Créeme, ha disfrutado de un montón de


mujeres.

—¿Y eso no te molesta en absoluto?

—Ah, si tuviera un problema con algo así, no seriamos una


gran familia feliz.

—Cierto, —roció más loción en sus manos, después se puso


a trabajar en su vientre, pecho y brazos mientras la mantenía
contra su cuerpo.—¿Y dónde está tu familia?

—Tengo una hermana, pero ya no hablamos, no aprueba lo


que hago. Piensa que soy una puta. —Gruñó y le mordió un lado
de su cuello, haciéndola reír. —Solo estas demostrando que tiene
razón.

Se echó hacia atrás, sujetándola contra él mientras sus


manos perezosamente se deslizaban sobre su vientre
acariciándola.

—¿Qué pasó con el resto de tu familia?

—Mi padre murió cuando yo era un bebé, y mi madre murió


justo cuando comencé la universidad. —Se encogió de hombros.
—Compartía la opinión que Angie tiene sobre mí. Nosotros nunca
fuimos cercanos a nadie del resto de la familia.

—Lo siento.

—No lo hagas, he dejado a todos en mi pasado. Tengo una


familia que me ama, y me encanta cuidar de ellos. Todos vemos el
uno por el otro.

—Por lo que he escuchado, eso no es muy común en tu línea


69

de trabajo.
Página
—No lo es. Eso es lo que lo hace especial.

Se quedaron en silencio, disfrutando de la tarde y del uno al


otro, había aprendido esto sobre él durante el fin de semana.
Archer no sentía la necesidad de llenar todos los silencios con
palabras, por lo que estaba profundamente agradecida. Había
hablado demasiado del trabajo, y disfrutado de los momentos de
tranquilidad porque generalmente eran pocos y distantes entre sí.
A menudo durante el fin de semana solo se habían sentado y
permanecido en silencio, escuchando solo la respiración. Era
refrescante.

Debido a la tranquilidad, escucho la puerta abrirse.

—Owen está aquí.

—¿Tu asistente?

—Mmm. —Comenzó a levantarse, pero él la apretó


sosteniéndola.

—Deja que me levante.

—¿Por qué?

—Ya te lo dije, Owen está aquí.

—¿Y? ¿No puede ver que estemos así?

Ella frunció el ceño, la tranquilidad de momentos antes se


disolvía. Por mucho que le gustara donde estaba sentada, ella se
mostraba reacia a que Owen los viera así.

—No hay necesidad de restregárselo en la nariz.

—Interesante elección de palabras.


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Le dio una palmada en los brazos que se juntaban en su


vientre.
Página
—Ya está bien. Sólo quiero decir que no hay necesidad de
hacer alarde de... nosotros en frente de él. No soy una
exhibicionista.

—¿Estamos haciendo algo malo?

Ella suspiró.

—Archer, deja de ser insoportable.

—Sólo estoy tratando de averiguar si tengo competencia.

—Compe... Ella parpadeó ante las suaves olas en la piscina


delante de ellos. —Oh, no seas tonto. No estoy interesada en
Owen.

Archer, la dejó ir, y se inclinó para levantarse de la silla,


levantando la mirada vio a Owen de pie detrás de la puerta de
malla que conducía al comedor. ¿La había escuchado? ¿Por qué le
importaba?

—Owen. —sonrió. —¿Qué estás haciendo aquí?

Owen levantó la mano mostrándole una pila de correo.

—Creí que te gustaría ver esto. No sabía que tenías


compañía.

Su rostro estaba cubierto por el árbol que justo estaba


afuera de la puerta de malla, pero el tono plano en su voz le dio
un pinchazo a su corazón. G se puso de pie.

—No te esperaba, pero anoche llegamos tarde a casa y esta


mañana... —Se encogió de hombros y se rió, preguntándose por
qué estaba explicando a sí misma. Hizo un gesto hacia Archer,
quien se quedó sentado. —Owen, este es Archer Thanos.
71

—Ya nos conocemos.


Página
Ella parpadeó viendo abajo hacia Archer, cuya mirada
perezosa estaba en Owen.

—¿En serio?

Él inclinó la cabeza hacia ella.

—Me dijiste que dejara un muestrario de folletos en tu


oficina y lo hice. ¿No lo recuerdas?

Lo recuerdo. —Pero Owen no le había dicho que Archer


los había entregado el mismo, volvió a ver a Owen, quien daba un
aspecto de que ella lo había traicionado.

La mirada fue fugaz. Agachó la cabeza y se volvió a un lado.

—Voy a poner esto al lado de tu laptop y voy a dejarlos a


solos.

Ella le frunció el ceño después. Archer la observaba con ojos


entrecerrados.

—Ya regreso, —murmuró, dirigiéndose a la casa.

Alcanzó a Owen cuando se dirigía a la puerta principal.

—Owen, espera. —Se dio vuelta y ella se sentía que estaba


inapropiadamente vestida en su bikini verde. —Lamento eso.

Tenía un rostro inexpresivo, y mantenía su rostro


evitándola. Sin embargo, no ocultaba nada, ella se dio cuenta de
que estaba molesto.

—No, lo siento. Solo que no debería de haber entrado sin


invitación. —La esquina de su boca, se torcía en lo que parecía ser
una sonrisa. —¿Quién sabe lo que podrían haber estado haciendo?
72
Página
—Oh, Dios mío. —Ella se cubrió los ojos con la mano,
entonces se asomó para verlo a través de sus dedos, dándole una
sonrisa como si estuviera bromeando.

Sonrió, pero fue poco convincente.

—No volverá a suceder, me asegurare de llamar la próxima


vez.

Era mejor de esta manera, debió de haber llamado primero.


Ella también había sido descuidada en admitirle que viniera sin
previo aviso. Entonces, ¿por qué se sentía como una malvada?

Lo siguió a través de la sala de estar hacia el vestíbulo.

—¿Hubo algo importante en el correo?

Se detuvo en la puerta.

—Hay algo de Johnnie probablemente deberías verlo, y Ellen


me pidió que te pasara un contrato que deberías de cerrar. Hay un
paquete de Jane con algunos artículos que cree que encontraras
interesante, y Arthur te envió algunos comentarios sobre el
Contrato del Juego Thanos. —Lo última fue dicho muy bajo.

Ella asintió, aprobando todo. En el comedor, la puerta de


malla se abrió.

Owen vio mas allá del sonido, se aclaró la garganta.

—Deberías de revisar tu correo electrónico. Te he enviado


notas sobre la convocación de tres reuniones. Déjame saber que
tengo que contestarles. —Giró el picaporte y abrió la puerta.

—Gracias, Owen te llamaré más tarde.

Miró hacia atrás, pero su mirada inmediatamente la evadió


73

pasándola. Escuchó a Archer detrás de ella. Owen asintió y se fue.


Página

Archer, habló desde el arco en la sala de estar.


—Le gustas.

Se dio la vuelta, sacando su valentía para ocultar una extraña


incertidumbre.

—Es una gran persona. —se dirigió hacia la otra entrada a la


cocina.

Archer llegó al comedor mientras entraba a través de la


puerta de la cocina.

—No, quiero decir que le gustas. Él te desea.

—No seas tonto. —Abrió el refrigerador. —Es demasiado


joven para mí.

—No lo ve de esa manera.

Sacó una botella de agua saborizada y la levantó sin mirarlo.

—¿Quieres una?

Ella jadeó cuando la agarró por detrás, tirando de ella contra


su pecho casi desnudo.

—¿Crees que estoy equivocado?

—¡Archer! —La botella de agua fue arrojada hacia la pared


opuesta. —Ya basta.

Crees que estoy equivocado.

Ella trató de escurrirse de su agarre, pero él se mostró hábil


para sostenerla.

—Si.

—Estás ciega.
74

—Él trabaja para mí.


Página
—Lo que no significa nada.

Finalmente, dejó de luchar con un suspiro.

—Déjame ir, idiota.

Se rió, mordiéndola en un lado de su garganta sin soltarla del


fuerte agarre que tenía alrededor de su torso. Sujetándola con un
brazo, deslizó una mano por su vientre y llego hasta la parte
inferior de su bikini. Ella gritó mientras sus dedos se deslizaban
en casa entre los labios de su sexo ¿Estaría mojada?

—Él te desea. —Detuvo su protesta al frotarle su clítoris. —Y


lo que es más, tú lo deseas.

Ella le clavó las uñas en su brazo, con la intención de hacerle


daño, aunque fuera solo un poco.

—No seas absurdo.

Le chupó el lóbulo de su oreja.

—Es cierto, de lo contrario no te habría importado la manera


en que nos viera.

—Eso es ridículo. Yo sólo... —siseaba mientras el continuaba


frotándola haciendo que lentamente creciera el fuego en su
vientre. —Es vergonzoso para alguien que entre y nos encuentre
de esa manera.

Tarareó en su cuello, caminando hacia atrás. Ella lo siguió,


sin poder hacer nada atrapada por sus brazos y manos.

—¿Vergonzoso si nos ve de esta manera? —Sus dientes se


clavaban en un lado de su cuello evaporando su protesta en un
suspiro. Dos largos dedos se metieron dentro de su sexo, frotando
ese justo punto en el interior. No querías que él nos viera, ¿nos
75

es cierto?
Página
—San... angh! —Con su otra mano cubrió uno de sus pechos,
el dedo índice y pulgar pellizcaban su pezón. El deseo ardiente
cobró vida dentro de ella, quitándole todo pensamiento sensato.
Este hombre se las arreglaba para excitarla como ningún otro.

Habló en su oído, su aliento era como una caricia como sus


manos.

—Porque que vería tu rostro todo sonrojado, vería como


jadeas a medida que te separo tus piernas. Su polla se pondría
dura cuando tú me tomaras.

Sus caderas se sacudieron cuando sus dedos sin descanso la


llevaron hacia el borde. Contra su voluntad, su mente creaba una
imagen empujándola al borde con sus palabras.

—Archer.

—¿Alguna vez has estado en un trio, Gretchen? Dos pollas,


¿solo para tu placer?

De hecho, no lo había hecho, pero había pensado en eso y el


solo mencionar esa fantasía en particular, la lanzo al borde y gritó,
aferrándose a sus brazos mientras su cuerpo se estremecía.

Él la abrazaba mientras atravesaba por esto y sólo dejó de


frotarse entre sus piernas cuando ella se hundió en su agarre.

Riendo, Archer le besó la parte de atrás de su cuello.

—Eso fue suficiente, ¿no?

Avergonzada, enojada, luchó contra su agarre.

—Suéltame.

Esta vez la soltó, con rapidez, levantando sus manos cuando


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ella se dio la vuelta hacia él.


Página

—¡Cómo te atreves!
La rata sonrió, lamiendo sus dedos.

—¿Qué he hecho?

—Eso no es gracioso. —Ella tiró de su bikini colocándolo en


su lugar, ignorando el estimulante placer cuando la Lycra rozó su
sexo hinchado. —Todas esas cosas que dijiste acerca de Owen.

—Ninguna de esas tenía la intención de ser graciosas.

—No piensa en mí de esa manera.

—Lo hace.

—Y yo no pienso en él de esa manera.

Se echó a reír.

—¿A quién estas tratando de engañar?

Ella lo miró.

—Esto no es un tema de discusión, ¿me escuchas? Si vas a


continuar con esto, puedes marcharte.

Los negros ojos estaban entrecerrados bajo esas oscuras


cejas mientras la estudiaba. Él estaba duro como una roca dentro
de ese pequeño traje de baño, pero no parecía darse cuenta. Ella
se dio cuenta y luchó para no demostrarlo. Archer se humedeció
sus labios.

—¿Quieres que me vaya de todos modos?

Ella debía decir que sí, y señalar su punto. En el pasado,


habría dicho que sí a cualquier otro amante. La verdad del asunto
era que lo quería ahí, aunque fuera por un poco más de tiempo.
Por lo menos hasta que montara esa polla a su completa
77

satisfacción suprema.
Página

—No. Pero no voy a tolerar más. ¿Me entiendes?


Una sonrisa crecía en su oh tan hermosos labios, dio un paso
hacia ella. Una vez que se vio envuelta en esos cálidos brazos y se
ajusto más cerca de su hermoso pecho.

—Entendido. —Se inclinó para rozar sus labios sobre los de


ella, haciendo una pausa para provocar sus labios con su lengua.
—¿Puedo ahora llevarte escaleras arriba y follarte?

Ella apretó su agarre alrededor de su cuello.

—Será mejor que lo hagas.

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Página
Capítulo Siete
—Tú sabes, tu jefa está haciendo hooky. Eso significa que tú
también puedes hacerlo.

Owen apartó la atención del monitor para ver a su prima de


pie en la puerta de su oficina. Sonrió. Había seis años de diferencia
entre ellos y habían crecido en diferentes costas, pero a siempre le
había gustado Ellen. Su madre y la de ella no eran las más
cercanas hermanas, pero sus familias se habían visto una que otra
vez mientras crecían. Se alegró de que la chica que solía empujarlo
de su bicicleta se hubiera convertido en algo menos que un matón.

—Lo sé. En realidad estoy trabajando en algo propio.

Eso despertó su interés, Ellen entró en la oficina. Llevaba un


traje azul marino con las mangas de la camisa remangadas. Un
grueso maletín, significaba que pasaría una larga noche.

—¿Ah sí? ¿Qué pasa?

—Sólo miraba una nueva banda.

Ella se asomó por encima del hombro.

—Nunca he oído hablar de ellos.

—Por eso he aquí el término “nuevo”.

Le dio un manotazo en la parte posterior de la cabeza de


Owen.

—¿Son buenos?
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Página
—Podrían serlo, con un nuevo cantante. —Owen puso en
marcha uno de los videos en la página de la banda MySpace.

Ellen escuchaba con oído crítico, viendo el video granulado.

—Sabes, probablemente tengas razón. El cantante es el fallo


en su sonido. ¿Vas a contactarlos?

—Iba a presentárselos a Gretchen.

Ellen se encogió de hombros.

—Está bien. Pero si ella está demasiado... distraída, —esto


último lo dijo con una sonrisa malvada: —Estaría dispuesta a
ayudarte.

—¿En serio?

—Por supuesto. Trabajemos un poco en ellos y salgamos a


cenar. —Ella se echó a reír. —Me puedes contar todo sobre este
personaje, Archer.

Owen trató de reprimir la mueca, y supo que fallaba, así


que se volvió hacia el monitor, esperando que ella no se diera
cuenta. No hubo suerte.

—Ah. ¿No te gusta el tipo?

Se encogió de hombros.

—No lo conozco.

—¿Pero te has encontrado con él?

—Sí. —el suceso no dejaba de cosquillearle su piel.

—Y no te gusta.
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—Él está bien. Ella es feliz.


Página

—Ajá. ¿Pero?
—¿Qué? No hay pero.

Ella puso su maletín sobre el escritorio y cruzó los brazos


sobre el pecho.

—Owen, no tienes nada para Gretchen, ¿verdad?

Era como el hielo apuñalando su corazón. Trató de ocultarlo,


pero farfulló:

—Yo... No.

—Cariño, si vas a estar en este negocio, necesitas aprender a


mentir mejor.

Solo mintió:

—bien. —Hablando de cómo Gretchen y Archer sólo se


deshicieron de él, eso es todo. Fulminó su monitor con la
mirada, atrapado.

Ella puso una mano sobre su hombro.

—No es una buena idea ponerte caliente por tu jefa, Owen.

—Lo sé.

—Probablemente, no vaya a ninguna parte.

—Ya lo sé. —Sentía la mirada de su prima y la miró con el


ceño fruncido. —Lo sé. Simplemente... No se lo digas a ella.

Ella sacudió la cabeza.

—No lo haré. ¿Necesitas hablar?

—No.

—Está bien. Estoy aquí si lo necesitas. Prometo que seré


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objetiva.
Página
Su prima no lo sería, pero agradeció el gesto e insinuó una
sonrisa para ella.

—Gracias.

Ella se dirigió hacia la puerta.

—No trabajes hasta demasiado tarde.

—No lo haré.

Ella salió y él trató de calmarse, volviendo su atención a la


banda. Tal vez debería tratar de contactar con ellos por su cuenta.
Tal vez si mostraba un poco de independencia, Gretchen se fijaría
en él más como un hombre, y menos como un chico juguete.
Porque realmente necesitaba hacerlo. Tenía que trabajar en
hacerse a sí mismo más atractivo, para cuando ella hubiera
terminado con Archer.

Por supuesto, no podía imaginar cuando terminaría con


Archer. Después de los primeros dos fines de semana juntos,
Gretchen no había visto demasiado a Archer, pero todavía se
citaban por lo menos dos o tres veces a la semana. Aunque,
utilizaba la palabra citas en términos generales. Desde que Archer
trabajaba la mayor parte del día, las citas a menudo solo
consistían en una noche de sexo. Owen ni siquiera estaba seguro
de que se molestaran con la cena. Ella no insistiría y por lo
general, Archer ya se había ido para cuando Owen llegaba
ahí, pero podría decir que noches el hombre había estado ahí ya
que ella parecía recién follada y ridículamente satisfecha después
de que Archer hubiera estado ahí, como un gato mimado. Saber la
frecuencia con que el hombre estaba en su casa, sólo con el fin de
saciar sus necesidades sexuales, volvía loco a Owen.

¿Podría Gretchen enamorarse de Archer? ¡Dios, esperaba


82

que no!
Página
Volvió a su ociosa navegación por Internet, poco dispuesto a
volver a casa. Su apartamento estaba vacío, y sólo lo haría pensar
más. No tenía suficientes amigos para llamar simplemente a
alguien para pasar el rato. Tal vez debería trabajar en eso también.
Cuando alguien abrió la puerta de su oficina un poco más tarde, él
pensó que era la señora de la limpieza. Hasta que cayó en la
cuenta que, por lo general, ella se anunciaba. Alzó la vista para
encontrar a Archer Thanos de pie al otro lado su escritorio,
sonriéndole. Owen parpadeó su lengua estaba atada por un
arrebato de lujuria que se disparó a su vientre.

—Hola, Owen.

Él se puso de pie, mirando a la oscuridad más allá de


la ventana que había a su izquierda. ¿Qué estaría haciendo Archer
aquí tan tarde?

—Señor Thanos. ¿Puedo ayudarle?

—Sí, puedes. —Sin decir otra palabra, esquivo el escritorio


de Owen y se dirigió a la puerta de Gretchen.

—Oiga, no puede entrar ahí. —No le importaba si el hombre


estaba saliendo con Gretchen, esta oficina era su dominio, y
Gretchen no le había dado acceso a Archer a la misma. Todavía.

Corrió tras el hombre más grande, sólo para verlo continuar


alegremente hacia el interior, hasta que se detuvo en la ventana
panorámica. Estaban en el tercer piso y el edificio de en frente de
ellos era historia, por lo que la ajetreada calle de dos bloques más
allá dominaba la escena. Más allá de Archer y el brillo de las luces,
el centro de Los Ángeles se presentaba como una silueta lejana
contra el cielo.

—Señor Thanos, voy a tener que pedirle que se vaya.


83

Archer, lanzó un paquete de gran tamaño sobre el escritorio


Página

de Gretchen, mientras se daba la vuelta.


Con las manos libres, apuntaló el culo en el alféizar de la
ventana y cruzó los brazos sin dejar de sonreír a Owen.

—¿Pensé que te había pedido que me llamaras Archer?

—No importa cómo lo llame. Todavía tiene que salir.

¡Hombre, sus brazos estaban muy bien! Su camiseta se


amoldaba alrededor de ellos para destacar la forma perfecta:
grandes y sólidos, sin ser abultados o exagerados.

—No te gusto mucho, ¿verdad, Owen?

Owen parpadeó: ¿No acababa de tener esta conversación?

—Yo no diría eso. —A pesar de sus sentimientos, no quería


al hombre que se acostaba con su jefa como un abierto adversario.
Las probabilidades eran que él iba a perder.

Archer señaló con la cabeza hacia el paquete en el escritorio.

—Te he traído algunos video-juegos. Nunca me llamaste


para decirme lo que te gustaba, así que tuve que adivinar.

—No tenía que hacer eso, señor.

—Oh. ¿Ahora es señor?

Owen conscientemente aflojó los puños.

—A Gretchen no le gusta que haya gente en su oficina


cuando no está aquí.

Despreocupado, Archer miró a su alrededor.

—Un sitio agradable. Pero claro, la señora tiene un gusto


excelente.
84

Como nunca antes, Owen deseó ser un hombre grande para


Página

poder arrastrarlo fuera de la habitación.


Tal como estaba, Archer era más alto, más ancho y más
pesado que él, con mucho más tono muscular. Owen no era
desgarbado, pero él nunca podría tener ese tipo de volumen.
Archer, probablemente podría sujetarlo con una mano y
sin esforzarse demasiado en ello.

—Señor Thanos, por favor...

—Archer.

—Está bien. Archer, tengo que pedirle que se vaya.

Archer, se apartó de la ventana, dejando caer los brazos a los


costados. La camiseta gris pegada a la amplitud de su pecho, hacía
pliegues en la cintura estrecha de sus pantalones vaqueros
desgastados.

—¿Por qué? ¿Esperas a alguien?

Dios, lo que no daría por lamer la larga línea del cuello del
hombre. ¡Ahhh!

—¿Eh?

Archer dio un paso lento hacia él.

—¿Esperas a alguien? ¿Por eso estás trabajando hasta tarde?

—No. Yo... —Se mantuvo firme mientras el hombre se


acercaba, luchando contra el sentimiento de malestar. Era como
afrontar una tormenta que se avecinaba, no había ningún sitio al
cual correr. —¿Por qué estás aquí?

Archer, extendió las manos un poco hacia un lado un resto


de inocencia que Owen no se creyó ni por un segundo.

—Vine a hablar contigo.


85

—¿Conmigo?
Página
—Sí. —Los ojos marrones examinaron atentamente la cara
de Owen, después los dejó caer perezosamente por su cuerpo
antes de arrastrarlos hacia arriba. Owen casi podía sentir la
mirada como una caricia caliente sobre su piel. De repente, sus
pantalones y camisa de vestir le irritaban. —Puesto que no podía
atraparte en la casa de G, tuve que venir aquí para encontrarte.

G. Eso es lo que él la llamó. ¿Cómo podía una sola letra sonar


tan íntima? Pero claro, casi todo lo que salía de la boca de
Archer sonaba raro y erótico. ¿Era su beso tan bueno como su
sonido?

Alarmado, tanto por la aproximación de Archer como por su


reacción hacia él, Owen dio un paso atrás.

—¿Por qué quieres hablar conmigo?

Archer se detuvo a tres pasos, sus ojos oscureciéndose


intencionadamente.

—La deseas. ¿Verdad?

¡Oh Dios! Owen se quedó inmóvil, la boca abierta, totalmente


preparado para la acusación.

Archer sonrió.

—Lo sabía.

—Yo, eh, ¡no! Yo no... No tenemos una... Quiero decir, nuestra


relación solo es... ¡No!

—Está bien, Owen. No puedo decir que yo te culpe. G es una


mujer increíble. Eres un hombre sano. Me di cuenta de que la
querías, incluso si ella se había convencido de que no lo haces.

Owen retrocedió.
86
Página

—No. Estás equivocado.


—Oh, sácalo fuera. ¿Cuántas veces te ha provocado con
bikinis o pantalones cortos? Ha desfilado sin sujetador delante de
ti. Te tenía recogiendo su ropa. ¿Se desnudó delante de ti? Ella
tiene un cuerpo bonito, ¿No?

Owen negó, cerrando los ojos mientras los recuerdos


atesorados de Gretchen llevando muy poca ropa surgían
espontáneamente en su mente. El hombre tenía que dejar de
hablar, ahora.

Se tambaleó cuando su espalda chocó contra la pared junto a


la puerta de salida de la oficina. Archer estaba ahí, cerniéndose
sobre él, lo suficientemente cerca como para tocarlo. Para
presionarlo. Para empujarlo. Para besar. La mirada de Owen se
atascó en la sonrisa cruel del hombre, fascinado por la finamente
recortada barba en torno a esa boca suave, generosa. ¿Era la
barba suave o áspera?

—¿Quieres que te diga lo deliciosa que es G?

Owen se mordió el labio. Él debería... Debería moverse.


Debería decir algo. ¿Qué estaba pasando? Debería...

Oh Dios, huele bien.

El aroma cálido y sutil de la colonia de Archer lo rodeó, le


llenó la cabeza, y lo mareó. Mantuvo la mirada fija en la boca de
Archer, mientras la lengua rosada del hombre se asomaba
deslizándose por ese carnoso labio inferior. Irreflexivamente,
imitó la acción.

—¿Sabes qué más pienso? Las manos de Archer vinieron a


apoyarse en la pared a ambos lados de los hombros de Owen. Se
inclinó aún más cerca. —Creo que también me deseas.
87

Los cálidos labios se cerraron sobre los de él, y Owen le


devolvió el beso sin pensar. Desde que salió de Atlanta hacía casi
Página

un año, no había besado románticamente a nadie.


Demasiados meses de abstinencia, junto con la frustración
de su obsesión, tiraron por tierra cualquier sentido de la razón.

La soledad no le caía bien a Owen. Adoraba que lo tocaran.


Adoraba besar a las mujeres o a los hombres, no le importaba. Se
derritió y abrió su boca para que Archer explorara con su lengua,
enroscando la suya propia alrededor. Suave. La barba era suave
donde apenas rozaba su piel. Sólo cuando escuchó su propio
gemido llenando el aire a su alrededor, hizo regresar una chispa
de su sano juicio.

¿Qué estaba haciendo?

Subió sus manos y extendió las palmas en el pecho amplio de


Archer. Empujó y debió haber atrapado el hombre más grande con
la guardia baja, porque Archer, terminó en el centro de la
habitación, tambaleándose un poco para recuperar el equilibrio.
No parecía molestarle. Se echó a reír.

—Me encanta cuando tengo razón.

Owen levantó una mano para raspar la parte de atrás contra


sus labios, tratando de borrar la sensación de terciopelo de los
labios del hombre sobre él. Su corazón se aceleró, y la reacción en
sus pantalones fue pulsante.

—¿Qué jodidos? Su voz era demasiado entrecortada, y no


conseguía entender los latidos de su garganta.

—¿Qué pasa, Owen? ¿Tu primer beso?

—¡No!

—¿El primer beso de un hombre?

—¡No!
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Los ojos de Archer se ampliaron con deleite.


Página
—¡Sí, correcto otra vez! G no estaba segura de si eras gay o
hetero. Le encantará escuchar que oscilas en ambos sentidos.

—¿Has hablado con ella sobre mí? —Su voz se quebró. La


rabia hirvió para ayudarle a luchar contra la lujuria.

—Ella habla de ti todo el tiempo. Habría saltado sobre ti hace


mucho tiempo si fueras mayor.

—¡Maldito seas! —Owen no era de los que se enfrentaba


físicamente, pero sus emociones se apoderaron de él. Cargó contra
Archer, su método de ataque no estaba nada claro, sólo espoleado
por el desplome de sentimientos en su pecho.

Archer bloqueó el golpe y maldijo cuando le pateó la


espinilla, pero de alguna manera se las arregló para usar el
impulso de Owen, haciéndole tropezar primero sobre el sofá de
piel frente al escritorio de Gretchen. En cuestión de segundos, el
peso de Archer lo inmovilizó y las manos fuertes sujetaron sin
piedad sus muñecas por encima de su cabeza.

—Puse el dedo en la llaga, ¿verdad?

Las palabras salían de la boca de Archer directamente al


oído de Owen, a menos de una pulgada de distancia. Cerró los ojos,
acallando un gemido.

—¿Cuánto tiempo hace, Owen? —La mano libre del hombre


tiró de la camisa de vestir de Owen fuera de sus
pantalones. ¿Cuándo fue la última vez que te follaron por el
culo? Unos dedos calientes masajearon sus costillas. —¿Cuándo
fue la última vez que esos maravillosos labios chuparon una polla?

Demasiado tiempo. Owen apretó los dientes, a sabiendas de


que se avergonzaría a sí mismo si trataba de hablar.
89
Página
—Debes ser increíble, —Archer lo provocaba con su aliento
caliente en la parte posterior del cuello de Owen. —Una cosita
bonita como tú. Dios, quería follarte desde el primer momento en
que te vi.

Owen quedó sin aliento cuando Archer presionó la


entrepierna en su culo. Había visto al hombre en calzoncillos.
Sabía que ahí había una polla deliciosa. Había pensado en eso más
de una vez, más tarde por la noche cuando podía pretender ante sí
mismo que no deseaba a ese hombre. Deseaba a Gretchen. No
tenía por qué sentir esto en absoluto. Unos dedos rápidos
buscaron por debajo de Owen y tomaron su dureza a través de sus
pantalones.

—¿Qué me dices, guapo? ¿Quieres mi polla en tu culo?

Se retorció, viendo las estrellas. Quería exactamente lo que


Archer dijo, tanto que le dolía, pero se las arregló para encontrar
su voz.

—¡Gretchen! ¿Q-qué pasa con Gretchen?

—Mmmm. —Los dedos le masajearon. —Esa es la mejor


parte. Tú y yo, ahora mismo. Después tú, ella y yo.

El shock lo cegó. Imágenes inundaron su cerebro. Ni en sus


más remotos sueños hubiera pensado alguna vez que participaría
en un trío, y mucho menos con Gretchen y Archer.

—¿Qué?

Mientras estaba en shock, Archer le abrió los pantalones y


continuó su marcha hasta la bragueta y sus calzoncillos. La ancha
palma del hombre y sus dedos, se envolvieron alrededor de la
polla de Owen, arrancando un gemido de dolor de su pecho. No
90

había nada como la mano de un hombre alrededor de su polla, tan


diferente de la de una mujer.
Página
—Sí. Quiero verlo, —ronroneó Archer en su oreja. —Quiero
verte lamerla. Quiero follarte cuando te la estés comiendo. Quiero
que los dos griten cuando te golpee sobre el colchón.

Owen cerró fuertemente los ojos tratando de pensar, incluso


cuando perdía el control de su cuerpo. Retorció las muñecas, pero
Archer se mantuvo firme. Sus caderas se sacudieron con
entusiasmo en el agarre de Archer, su pene y los testículos a punto
de estallar.

—¿Qué dices, bebé? ¿No quieres tenerla chupando tu polla


mientras yo la follo?

Owen estaba tan sobrecargado de sensaciones, que no podía


dar sentido a gran parte de lo que Archer estaba haciendo. Todo lo
que importaba era que el calor se mantuviera sobre su espalda y
esa mano maravillosa continuara ordeñando su polla. Las
palabras de Archer hicieron destellar unas imágenes
dolorosamente eróticas en su cerebro. Trató de hacer alguna
pregunta que estaba seguro de que tenía que hacer, pero pensar
coherentemente era imposible. Apenas oyó el rasgar de plástico
y la cremallera de los pantalones vaqueros. Se quedó sin aliento de
nuevo por la claridad sorprendente de la inconfundible punzada
de una polla con funda entre las mejillas de su culo desnudo.
Aunque Archer había liberado sus muñecas, los dedos de Owen se
clavaron en el brazo del sofá, firmemente agarrado.

—Déjame follarte, Owen, —murmuró Archer, la respiración


en su oído volvía a provocarlo. La punta de su polla se frotaba
contra la apertura de Owen, la mano libre de Archer acariciaba su
cadera. —Dime que lo deseas.

Había algo que debía decir. Tenía una vaga idea de que esto
debía parar. Pero su cuerpo se impuso.
91

—Por favor, sí, —dijeron sus labios.


Página
—Eso es dulzura. —Movió las caderas de Owen apenas a la
derecha y la cabeza resbaladiza de su polla empujó para entrar.

Owen gimió por la picadura de dolor, mientras su apertura


se extendía por primera vez en un largo tiempo.

—Lo sé, bebé, hacía mucho tiempo, ¿verdad? Relájate y


tómame.

Owen empujó hacia atrás, necesitando esto más de lo que


necesitaba respirar. La dilatación dolió, pero a él siempre le había
gustado ese tipo de dolor en las pocas veces que lo habían follado.
Lo hacía sentirse vivo, abrumado, lleno. Gimió mientras el grosor
de Archer erosionaba los músculos en su interior, ya que se
deslizaba sin cesar.

—Oh Dios, sí. Tan dulce. —La mano en su polla se calmó. No


le importaba, demasiado absorto tomaba a Archer en su interior.
—Lo sabía. Sabía que ibas a estar apretado. —Los dedos de Archer
se clavaron en las caderas de Owen, mientras arrastraba al
hombre más joven a ese último pequeño empuje, de forma que su
culo descansara en la curva de la cadera.

Owen gimió agarrado al sofá y hundiendo el rostro en un


cojín. Todos los pensamientos se dispersaron de su cabeza, y se
convirtió en una vasija de sensaciones. Se quedó sin aliento
cuando Archer empujó hacia atrás y luego se deslizó de nuevo a
casa. ¿Cómo habría sobrevivido sin esto? No podría vivir más sin
esto.

Archer se movió lentamente hasta que los músculos de


Owen se relajaron. Luego se dejó caer sobre la espalda de Owen y
comenzó a bombear en serio. Su mano encontró la polla de Owen
de nuevo.
92

—Tan duro, bebé, —gruñó. —¿Te gusta ser follado, ¿verdad?


Página
Owen sólo gimió, empujando de nuevo hacia Archer, para
mantenerlo en movimiento. Gritó de nuevo, tratando de evitar
correrse. El fuego ardía en sus bolas. La mano sobre su polla y la
vara en el culo no le permitían tener ningún tipo de control.

—Voy a…

—Sí, bebé, córrete para mí. No voy a durar mucho. No


con este precioso culo exprimiéndome la vida.

El gruñido de esas palabras, fueron la ruina de Owen.


Agarrando el sofá, se corrió duro, su columna vertebral estalló
mientras sus pelotas explotaban.

Aturdido, exhaló sobre el cojín mientras Archer se tensaba


sobre él, dentro de él. Los gruñidos de Archer llenaban el aire,
su aroma se mezclaba con el de Owen y su polla se hinchó en su
interior. Con un gruñido sordo, bombeó entrecortadamente y se
corrió.

Owen mantuvo su rostro oculto, mientras la cordura entraba


lentamente. Su cuerpo se sentía fantástico, cansado, sudoroso y
dolorido. Su mente, mientras se rehacía comenzó a correr. ¿Qué
demonios acababa de hacer?

Sin decir una palabra, Archer se apartó de él. El calor y el


peso del cuerpo del hombre lo abandonaron y su suave suspiro
llenó el aire. Owen escuchó el chasquido suave del látex y se
estremeció. Volvió la cabeza justo a tiempo para ver al
hombre desaparecer en el cuarto de baño privado de Gretchen.

Gretchen.

Presa del pánico, Owen se sentó. Con manos temblorosas,


se subió los pantalones y logró sujetarlos justo cuando el baño se
93

abría. Levantó la vista cuando Archer apareció en la puerta del


baño, apoyado en el marco.
Página
La bragueta de los vaqueros estaba abierta, revelando la
falta de ropa interior, solo piel oscura y vello negro, y un vistazo a
la polla que acababa de estar en su interior.

¡Oh Dios!

—Piensa un poco más alto, ¿Quieres?

—¿Qué?

—No me digas que no lo disfrutaste. —Levantó un dedo para


detener el estallido de Owen. —Yo pregunté.

Owen se quedó con la boca abierta, recordando que Archer,


de hecho, había pedido follarlo.

—Oh Dios, —gimió, dejando caer su cabeza entre sus manos.

Archer se echó a reír en voz baja.

—¡Oh para! Te encantó.

—¡Ese no es el punto! —Owen se tomó un respiro al final de


su grito, tratando de mantener algún tipo de control. —¿Qué
demonios? ¿Qué demonios? —Miró a Archer. —¿Qué pasa con
Gretchen?

—¿Qué pasa con ella?

Owen echó un vistazo alrededor de la oficina, sintiendo que


las paredes de cerraban sobre él.

—¡Estás saliendo con ella!

—Ya lo sé.

—Sólo la engañaste.
94

—Un mero tecnicismo. No te preocupes. Tengo toda la


Página

intención de decírselo.
—¡No puedes decírselo!

—Ahora, ¿quién está siendo deshonesto?

—Oh, Dios mío. ¡Oh Dios! Esto no puede estar pasando.

Archer, se apartó de la puerta de entrada y de un paso subió


la cremallera de sus pantalones vaqueros.

—Fue la idea del trío lo que hizo que todo funcionara para
ti. Puedo hacer que suceda.

—Tú... ¿Tú has hablado de esto con ella?

—No. No en serio. Primero, tenía que asegurarme. —Le


guiñó un ojo. —Y acabo de hacerlo.

—Tú, maldito bastardo.

—Oh, vamos. ¿Qué pasa? ¿Miedo de conseguir


exactamente lo que deseas? Deseas a Gretchen. Eso está tan claro
como la nariz en tu cara. Con mi ayuda, puedes meterte en su
cama. —Ahí estaba esa amplia sonrisa diabólica.—¿Qué hay de
malo en que yo esté mirando?

—¿No puedes estar hablando en serio?

—Soy mortalmente serio. Ahora, me gustaría darte un


beso tonto, pero estás un poquitito demasiado agitado, así que
voy a decir buenas noches.

—¡Espera! —Owen se puso rápidamente de pie, y casi estaba


sobre Archer antes de pararse. Encogió los dedos de las manos y
los tendió hacia Archer, agarrando el aire. —Lo que quiero decir
es, cuando... ¿qué vas a decirle?

—Todavía no lo sé.
95

—Por favor. No lo hagas. Voy a perder mi... todo.


Página
La expresión de Archer se suavizó un poco.

—Lo dudo.

—No. No puedes. Esto va a arruinar mi vida.

Él inclinó la cabeza hacia un lado, viendo como Owen bajaba


las manos.

—¿Sabes qué? Si ella pierde los estribos y te despide, puedes


venir a trabajar para mí.

—¡Maldita sea! No puedes hacerme esto.

—¿No puedo?

—Por favor. No lo hagas.

—¿Preferirías que le mintiéramos?

Frunció el ceño hacia la alfombra.

—Sí.

Archer, chasqueó la lengua.

—¡Qué vergüenza, dulzura! Me esperaba algo mejor de ti.

Esta vez acortó la distancia, recogiendo la camiseta de


Archer en su puño.

—¡No!

Archer lo sorprendió con la guardia baja, sin defenderse a sí


mismo. En su lugar, alcanzó a ahuecar la mandíbula de Owen,
inclinando su cabeza hacia arriba. Sus labios estaban sellados
antes de que Owen supiera lo que estaba pasando.

El beso fue rápido. Owen olvidó que quería apagar a golpes


96

las luces de Archer, y no lo recordó hasta que Archer había


Página

soltado a la fuerza su camiseta y dado un paso atrás.


—No te preocupes, bebé. No se lo diré esta noche.

Owen corrió hacia la puerta que conducía al exterior de la


oficina, mientras Archer la cruzaba.

—¿Cuando?

Archer se detuvo en la puerta principal, lanzando una


sonrisa por encima del hombro.

—Pronto.

—¡Archer!

—Es mejor que limpies el sofá.

El pánico llevó a Owen de vuelta a la oficina de Gretchen,


por lo que se perdió la salida de Archer. Efectivamente, su
esperma había dejado una mancha en el cuero marrón. ¿Cómo
demonios se sacaba el semen del cuero?

97
Página
Capítulo Ocho
Owen durmió por primera vez esa noche. Casi se había ido
directamente de la casa de Gretchen, después de pasar una hora
tratando de quitar la mancha de su sofá. Mejor a tener que admitir
sus propios errores, correcto, aún cuando no estaba muy seguro
de ¿que fue lo que había sucedido? Aún cuando su cuerpo todavía
se seguía sintiendo excitado por el tacto de Archer. Pero entonces
se acobardó y se había dirigido a su propio apartamento. Era
demasiado idiota como para encontrarse con Archer de nuevo, así
que no tendría oportunidad de que Archer pudiera estar con ella.
Se paseaba por su habitación, sin cesar luchando consigo mismo.

En más de una ocasión había tomado sus llaves, con la


intención de conducir a su casa, sin tener en cuenta que era mitad
de la noche. En un momento estaba desesperado por hablar con
ella primero, y al siguiente, un miedo helado que le daban ganas
de hacer las maletas y regresar a Atlanta, esa misma noche. Huir
es lo que debía de hacer. Lo había hecho antes. Había huido del
modelaje, de la universidad de Atlanta. Había escrito una carta de
renuncia, para después eliminar el archivo.

Le había escrito un e-mail, para después eliminarlo, entonces


entró en pánico mientras se aseguraba de haber pulsado la tecla
Suprimir y no la tecla de enviar. No había ninguna razón para
escapar. Todavía no. Al menos, había pasado la noche entera
tratando de convencerse a sí mismo.

Después estaba el hecho que enfatizando todo esto de que


sólo había tenido el sexo más increíble de su vida.
98
Página
Había disfrutado del sexo que había tenido previamente con
hombres, pero Archer estaba por encima de cualquier de los
jóvenes con los que había estado. Antes las cosas habían sido,
cuidadosas, torpes y divertidas, esto había sido crudo y explosivo.
Cuando cerró sus ojos y se permitió a si mismo recordar, su
sangre hervía y su polla comenzó a levantarse de nuevo. ¿Qué
demonios se suponía que iba a hacer? No podía desear eso de
nuevo, porque Archer estaba saliendo con Gretchen. ¿No podía
estar hablando en serio con lo del trio? ¿Podría? Debía de hacerlo.
De lo contrario, ¿por qué habría seducido a Owen?

El agotamiento lo venció en su cama en algún momento


alrededor de las tres de la mañana. Cerró los ojos y de alguna
manera durmió con sobresaltos, pero se despertó mucho antes de
que el despertador timbrara a las siete de la mañana. Miró el
techo, desesperado por el recuerdo del tacto de Archer. Si no fuera
por Gretchen, estaría averiguando dónde vivía el hombre y
acamparía afuera de su puerta, rogándole que le abriera la puerta
y lo follara de nuevo. Bueno, no, probablemente no, pero hubo un
momento en que estuvo tentado. Si esa era la manera de que
Archer le hacía el amor a Gretchen, fácilmente se podía ver porque
ella estaba prendada de él.

Un poco antes de las ocho, Owen comenzó su sesión de


trabajo con el correo electrónico y envió un mensaje a la oficina
diciendo que se quedaba en casa enfermo. De todos modos no
importaba mucho ya que su jefe estaba fuera de la oficina hasta
finales del mes de julio. Y probablemente lo despedirían al
terminar el día. Se preguntaba si tenía lo suficiente en su cuenta
de banco para un billete de avión a Atlanta. ¿Qué haría con sus
cosas? Tal vez Jane lo ayudaría.

A las nueve, Gretchen llamó a su celular, dejó que pasara al


99

correo de voz, esperó unos minutos y entonces marcó para


escuchar lo que tenía que decir.
Página
—Owen, acabo de ver tu correo electrónico. ¿Cuál es el
problema cariño? Llámame.

Así que, Archer no había hablado con ella todavía. ¿Qué es lo


que estaba esperando? ¿O simplemente estaba torturando a Owen?

A las once, un número extraño llamaba a su celular. Una vez


más, dejó que se fuera al correo de voz. Esta vez era Archer.

—Owen, tienes una hora. Si no estás aquí, en G para


entonces, se lo estaré diciendo sin ti.

—¡Bastardo! Owen le gritó a su teléfono. Estuvo a punto de


devolverle la llamada, pero se escuchaba como que estaba en casa
con Gretchen. ¿Sabría ella que le había llamado a Owen? ¿Cuál era
su juego?

Fuera de las opciones, pasó los dedos sobre su pelo y sollozó


durante unos minutos, después recobró las fuerzas y tomó una
ducha.

Por lo menos estaría limpio para cuando su mundo se


derrumbara.

Archer estaba siendo extrañamente reservado. Se quedó con


Gretchen en su cama, besándola y acariciándola lánguidamente
sobre su camisón y pantalones cortos. Se resistió a todos sus
esfuerzos por quitar cualquier ropa: la suya o la de él. Se las
arregló para conseguir sacarle su camiseta, pero se negó a
100

quitarse los pantalones vaqueros.


Página
—¿No quieres follar conmigo? —Le preguntó excitándolo,
Bueno, casi excitándolo, la estaba exasperando, y a ella realmente
le gustaría llegar a algo más excitante. Hacer algo más agradable.
Follar era mejor.

Él sonrió, jugando con su pezón a través de su camiseta de


tirantes.

—Más adelante.

—¿Pero...?

La besó en la nariz.

—Paciencia, cariño.

Se echó hacia atrás y lo estudió. Había algo diferente en su


expresión habitual de suficiencia, estaba entusiasmado con algo, y
no era el sexo.

—¿Pasó algo en el trabajo?

Eso pareció tomarlo desprevenido.

—¿Por qué dices eso?

—Algo pasa.

Riendo, rodo colocándose sobre ella, presionando su ingle a


la suya.

—Siempre, cuando estoy contigo.

Ella aprovechó la oportunidad para envolver sus piernas


alrededor de su cintura. Por lo menos estaba más cerca de donde
ella lo quería, aunque todavía tenía sus jeans puestos.
101

—No, no es más que eso.


Página

Cuéntame.
Miró el reloj de la mesita de noche.

—Pronto. —Él se rodo quitándose, su peso le ayudó a


escapar de su dominio. —Voy abajo para conseguir algo de beber.

Frunciendo el ceño, miró el reloj mientras salía de la


habitación. Once cuarenta y cinco. ¿Era algo que iba a suceder
pronto? Se acostó en la cama, mirando hacia el techo. ¿Qué se
traería entre manos ese hombre?

Su puerta principal se abrió. Ella se sentó. ¿Adónde iba?

Saltó de la cama y corrió por el pasillo hasta la parte


superior de las escaleras. Ahí fue cuando escuchó otra voz y se
paralizó. No hablaban lo suficientemente alto como para que ella
entendiera lo que decían, pero alguien más estaba ahí con Archer.
Una voz masculina, sobresaliente, más suave, era Owen.

Perpleja, regresó a la habitación para cambiarse su camisón


de dormir y pantalones cortos por una camiseta y pantalones
cortos. Después se apresuró a bajar. Trató de caminar despacio y
escuchar lo que estaban hablando, pero estaban hablando en voz
demasiado baja para que los escuchara hasta que llegó al borde de
las escaleras. Estaban en el salón separado por su enorme sala.
Archer estaba frente a éste y Owen estaba detrás, agarrando el
respaldo como si lo estuviera usando como un escudo.

Archer, la vio y sonrió.

—G, mira quien vino a verte.

Ella miró a Archer, frunciendo el ceño, y después se apresuró


a ir al lado de Owen.

—Owen, cariño, ¿estás bien? —Ella tocó su frente. —¿Qué


102

estabas pensando al conducir cuando no te sientes bien?


Página

—No es ese tipo de enfermos, Archer le dijo, sonriendo.


Owen permaneció en el respaldo del sofá, con los nudillos de los dedos blancos por estar
apretándolos con fuerza sobre los cojines.

—Archer, silencio. —Se volvió frotando de nuevo a Owen. —


¿Qué te pasa?

En lugar de mirarla, Owen desvió una mirada interrogativa


hacia Archer. Quién se echó a reír.

—Te estoy dando la oportunidad de decirlo a tu manera.

—¿Qué? —Los recorrió a ambos con la mirada, sin entender


el malestar entre ellos. Por lo que ella sabía, apenas se había
hablado. —¿Qué está pasando?

Archer, ladeó la cabeza.

Owen bajó la mirada otra vez.

—Yo... no puedo.

—Oh, vamos, anímate, precioso. Podría salir bien.

Owen gruñó en voz baja. Lo que hizo que Archer se riera de


nuevo.

Ella miró al hombre al gran hombre al otro lado del sofá, no


le gustaba ni un poco su sonrisa.

—Archer, ¿qué estás haciendo?

Finalmente esa oscura mirada la miró fijamente, levantando


las cejas.

—¿Me acusas de que soy yo? —Owen resopló.

—Está bien, soy yo. Pero estoy tratando de ser un poco más
agradable aquí. —Se centró en Owen. Quien mantenía su rostro
103

agachado hacia abajo, mirando el sofá.


Página

Archer sonrió más ampliamente.


—Tick, tock, niño bonito.

Ella frotó la palma de su mano sobre la espalda de Owen,


frunciendo el ceño hacia Archer.

—¡Basta! —Sacudiendo la cabeza, mantuvo su vista en el


joven a su lado. —¿Owen?

Espera, ¿lo había llamado antes “precioso”?

—Tuvimos sexo.

¿Por qué Archer le decía a Owen, "precioso" y "bonito"?

Se quedó paralizada, con los ojos todavía en Archer, aunque


las palabras de Owen la sobresaltaron hacia la ceguera temporal.
¿Acababa de decir lo que pensaba que había escuchado?

Ignorando el brillo triunfal en los ojos de Archer, se volvió a


examinar el rostro de Owen, los dedos de su mano izquierda aún
estaban apoyados en su hombro. O lo que podía ver de su rostro,
ya que su cabeza estaba agachada y tenía el pelo lo
suficientemente largo para ocultar su cara.

—¿Qué fue lo que dijiste?

—Ayer por la noche, Archer y yo. Él... —sacudió la cabeza. —


Tuvimos sexo.

Lentamente, su mano se deslizó quitándose del hombro de


Owen mientras se volvía para mirar a Archer. Él asintió con la
cabeza, sin dejar de sonreír.

—Sorpresa.

Demasiadas preguntas venían a su cabeza.


104

Curiosamente desprovista de emoción, trató de ordenarlas a


cabo por orden de importancia. Finalmente tuvo que decidirse por
Página

un.
—No entiendo.

Archer usó sus piernas largas para pasar por encima de la


mesa de café y se arrodilló en el sofá delante de ellos. El ambiente
soleado de la habitación reflejó los tonos dorados de su bronceado
pecho y hombros. Tierno sorprendentemente, colocó la mano
sobre una de las de Owen, pero la miraba a ella.

—¿Interesado en un trío?

Tomó con su mano derecha su mentón antes de que ella se


diera cuenta de que iba a hacerlo.

—¿Qué hiciste?

El retrocedió fuera de su alcance mientras ella retiró su


mano de nuevo.

Owen la alcanzó, agarrando su muñeca. Se encontró con su


mirada, sus grandes ojos agua suplicaban.

—Detente. No todo es culpa suya.

Ella quedó boquiabierta. Las tela de su playera no era lo


suficientemente gruesa para ocultar sus tetillas erectas que
rozaban su pecho. Mirando hacia arriba esas dos o tres pulgadas
que era más alto que ella y no pudo recordar un momento en que
ella había sido más consciente de él. Se habían abrazado, besado
su mejilla. De alguna manera este control sobre ella era más
perfecto que cualquier momento antes. No podía decidir si era la
ira, la lujuria o una combinación letal de ambas. Ella no era capaz
de juzgar duramente a Owen. ¿Tuvo sexo con Archer?

—Explícate.

Tragó saliva, soltándole la muñeca y retrocediendo un paso.


105

—Archer supuso que me sentía atraído hacia ti. Supuso que


Página

me sentía atraído por él también. Soy… —Una sombra exquisita de


color rosa oscuro lo enrojeció desde el cuello hasta sus mejillas. —
Siempre me han gustado ambos, hombres y mujeres y he estado
obsesionado contigo desde que te conocí. —Extendió la mano
para meter algo de su cabello rubio obscuro detrás de la oreja
para revelar que, también, era de color rosa.

—¿Yo?

Tragó saliva, mirando por debajo de sus largas pestañas.

—Sí.

Ella sacudió la cabeza, incapaz de comprender todos los


importantes hechos que justo le acababa de revelar. Ella tomó uno
al azar.

—¿Estás obsesionado conmigo, así que por eso dormiste con


él?

Owen hizo una mueca.

—No fue mi idea.

Por supuesto que no. Se volvió para enfrentar al instigador


ella misma, quien estaba justo fuera del alcance de su mano en el
otro lado del sofá. La marca roja de la palma de su mano aún
sobresalía sobre su piel oscura. Archer, extendió las manos.

—Tú lo deseas, tú me deseas. Él y yo nos deseamos uno al


otro. ¿Cuál es el problema?

—¿El problema? —No, ella no estaba enojada. No lo


suficiente. ¿No debería estar furiosa?

Tal vez fue un shock. Ella intentó fruncir el ceño que


correspondiera con lo que sentía o lo que debía de estar sintiendo.
106
Página
—Te acostaste con alguien más. —Incluso si no hubieran
llegado a la fidelidad en su relación, era una habitual cortesía de
no dormir con otra persona. Por lo menos, eso pensaba.

Él estaba sin el más mínimo rastro de arrepentimiento.

—Lo hice. Con toda la intención de traerlo de regreso para


compartir contigo. Pregúntale.

—¿Qué le pregunte?

—Tener una oportunidad contigo fue una gran parte de la


atracción. —Él le sonrió a Owen. —¿No lo fue, bebé?

La cabeza de Gretchen daba vueltas, y su piel se estremeció,


demasiado consciente de que ambos estaban completamente
concentrados. ¿Owen? ¡Dios mío! Su imaginación nadó con
pensamientos de los dos estando todos juntos. Encargarse de
Heaven Sent le había dado una fina apreciación de ver a
magníficos hombres tocando a otros magníficos hombres, y dos
especímenes estaban en la habitación con ella.

Se frotó la cara, tratando de organizar sus depravados


pensamientos.

—Eres un hijo de perra. —Ella no estaba muy segura a quien


se dirigía.

Archer, asumió que era a él.

—Oh, por favor. Él está aquí. Él te desea. Créeme, tenerlo es


una delicia.

Ella echó un vistazo a Owen, para encontrase con su


hambrienta mirada que la observaba.
107

—Owen, cariño, soy demasiado vieja para ti. —Eso es, trató
de darle una de las razones por las que habían mantenido sus
Página

manos fuera de él hasta este punto.


Un lado de esa malhumorada boca se frunció mientras se
burlaba.

—De ninguna manera. Tú eres perfecta.

Tan lindo, tuvo que extender la mano y acariciar su mejilla.


Suave como el trasero de un bebé. Debió de haberse afeitado antes
de venir aquí, no es que necesitara afeitarse mucho.

—Oh, cariño. —Era tan joven, no importaba el hecho de que


era delicioso.

Él le agarró la muñeca y presionó su mejilla dentro de la


palma de su mano.

—Sé que esto hace que nuestra relación laboral sea extraña,
pero algo podemos hacer.

Acarició con su pulgar la curva justo por debajo de uno de


sus enormes e implorantes ojos.

—¿Quieres esto?

Stark necesitaba arder dentro de su mirada.

—Más que nada.

Ella se estaba ahogando en esa mirada. El calor de su cuerpo


la reclamaba. Quería saber lo que era frotarse contra él como un
gato. “Tenerlo es un placer”. Ella había sido capaz de mantener sus
apasionados impulsos antes, pero ahora que sabía que él la
deseaba, que sabía que durmió con Archer. Dios, quiero ver eso.

Pero la razón debía prevalecer, ¿no debería? Ella sacudió la


cabeza, dejando caer la mano de la cara de Owen.
108

—Lo siento. Realmente no deberíamos...


Página
—Oh, vamos, —eso provenía de Archer, quien dio la vuelta
al sofá para ir hasta el otro extremo del sofá, parándose detrás de
Owen. —No seas estúpida.

Ella frunció el ceño.

—No estoy siendo estúpida. Estoy siendo sensata. —A pesar


de que trató de levantar las paredes, sentía que se desmoronaban
en su base. Archer era una cabeza más alta que Owen, su cuerpo
era una sombra detrás de él, amenazando de la misma manera que
un dios oscuro.

—Por favor. —Él colocó sus manos sobre los hombros de


Owen, y no ignoraba el ligero temblor del hombre más pequeño.
—He estado observando esta estupidez de mierda de no darme
cuenta de lo que ustedes dos han estado viviendo durante
semanas. Ambos se ansiaban el uno al otro, y eso es estúpido. ¿Por
qué tratar de evitarlo?

Ella se enderezo.

—Yo no... —Archer la señaló, en su expresión se reflejaba


una fría determinación.

—No mientas. —Lo miró fijamente, sintiéndose


terriblemente expuesta. Deslizando una mano por encima del
hombro de Owen, dio un paso acercándose presionando de nuevo
su pecho. —No hay ningún problema si ambos estamos de
acuerdo con esto, —Owen entrecerró los ojos mientras sus
perfectos y blancos dientes se hundían en su grueso labio inferior.
Archer, mantenía su atención en ella mientras la palma de sus
manos se extendía sobre uno de los pectorales de Owen. —Se me
ocurre pensar que ambos están más calientes que el infierno, y
que yo realmente quiero verlos follar. —Apretó un poco a Owen
109

consiguiendo que gimiera.


Página
Si ella hubiera estado usando ropa interior, estaría
empapada. Así las cosas, sus pantalones cortos se encontraban en
un estado lamentable. Era bueno que no estuvieran ajustados.
Archer inclinó la cabeza de Owen a un lado para acariciar con su
nariz su oreja. Le encantaba cuando Archer se lo hacía a ella.

A juzgar por cómo Owen tragaba y el parpadeo de sus largas


y pálidas pestañas, también a Owen le gustaba. Sexy.

Archer la miraba, provocándola mientras acariciaba con la


lengua la concha de la oreja de Owen.

—Vamos, G. Todos somos adultos. ¿Cuál es el problema?

Ella sabía que había razones en contra de esto. Las buenas se


le escapaban en ese momento.

—Owen, ¿realmente quieres hacer esto?

Él asintió con la cabeza, levantando las manos para agarrar


la muñeca de Archer con ambas manos. Ojos aguamarina se
centraron en ella, llenos de pura necesidad lo que provocó una
respuesta de reclamo en su bajo vientre.

¿Qué podía hacer ella? Si se negaba, muy probablemente los


perdería a los dos. Owen parecía muy a gusto en los brazos de
Archer, y si Archer, disfrutaba tanto de Owen como parecía, no era
probable que él se diera por vencido. ¿Sería tan malo aprovechar
esta oportunidad para obtener un poco de diversión con dos
magníficos y dispuestos hombres?

Archer utilizó su silencio para provocarla aún más,


acariciando con la palma de su mano el pecho de Owen haciendo
que sus tetillas se excitaran sobre su camiseta. Se inclino para
saborear el cuello de Owen. Owen trató de mantener su atención
110

en ella, pero después de que Archer le mordiera el cuello y su


cabeza cayera hacia atrás, con los labios abiertos en un jadeo.
Página
Dios, él tenía la más bonita boca. Antes de que pudiera
recuperarse, la mano libre del Archer se acercó para tomar su
barbilla, volviéndole la cabeza para que así pudieran besarse.

Fue el turno de Gretchen de morderse los labios. Tan


hermoso. Un encuentro solamente de suaves labios, una
persistente y dulce caricia de la piel sobre la piel. Cuan increíble
podría ser un beso entre los hombres, podría ser tan tierno, pero
eso era una de las cosas que le encantaba ver de estas cosas. La
profunda piel obscura de Archer contrastaba con la de Owen,
pareciendo como una sombra sobre la luz de Owen. Owen gimió, y
se escuchó a si misma respondiéndole. Cuando Archer levantó su
cabeza, la cabeza de Owen seguía inclinada hacia un lado y hacia
atrás, exponiendo su garganta.

Archer, capturó la mirada de ella y le dio esa perversa


sonrisa tan suya. Le tendió una mano.

—Vamos.

Una serie de ácidos comentarios retumbaban en el fondo de


su cerebro, pero todos los aparto en favor de cerrar la distancia
entre ellos y ella. Owen lentamente inclinó la cabeza hacia abajo,
abriendo los ojos para concentrarse en ella mientras se humedecía
sus labios. Ella extendió la mano para enroscar sus dedos en el
pelo detrás de su oreja y avanzando dentro de su cálido cuerpo.
Con Archer ahí, era como entrar en sus brazos también. Las manos
de Owen encontraron sus caderas, presionándolas tentativamente
para incitarla a que se acercara aún más. Ella selló sus labios con
los suyos. Oh, sí. Suaves. Dulce. Como un rico mousse de fresa. Con
un pequeño gemido ansioso, ella pasó la lengua por la comisura de
sus labios. Él los abrió para ella, y sus lenguas se encontraron. Tan
dulcemente. Su lengua se deslizó sobre la de ella mientras ella
111

inclinaba su cabeza solo lo justo para sellar sus labios. Hambrienta


bebió de él, sorprendida por la chispa que corría por su sangre.
Página
Esto no era una buena idea, una pequeña voz en el fondo de
su mente la reprendió. Ya está sucediendo, le respondió.

Archer no la dejaría mentir.

Archer. Su mano gentilmente le acariciaba el cabello y su otra


mano se deslizaba alrededor y alrededor de su espalda. Tal como
la había abrazado tantas veces en las últimas semanas, a
excepción de cuando Owen estaba entre ellos. Extrañamente, se
sentía bien. Muy bien. ¡Dios, ella casi se corre con sólo un beso!
Separó su boca de la de Owen, y levantado su rostro lo inclinó
hacia Archer, quien capturó su húmedo labio inferior entre sus
dientes. Estar besando a un hombre mientras era sostenida por
otro entre ellos. Fabuloso. Ella podía haber vivido con estrellas de
rock, pero esta experiencia era nueva para ella. Su desenfreno se
había limitado a una pareja a la vez. Archer acunó la parte de atrás
de su cabeza y tomó posesión de su boca. Owen le mordisqueó el
cuello, una de sus manos se deslizó por debajo del dobladillo de su
camisa para acariciarle su piel desnuda. Entonces, la gran mano de
Archer se coloco sobre la de Owen y tiró, presionando sus caderas
dentro de la prometedora erección de Owen. Archer se tragó su
gemido.

—Hay una enorme cama allá arriba, —Archer murmuró


contra sus labios.

—Espera. —Ella trató de soltarse mientras él usó su fuerza


superior para hacerlos caminar hacia las escaleras.

—No hay que esperar.

—Tenemos que hablar.

—Demasiado tarde para hablar.


112

Tropezó de nuevo, y Owen la estabilizó. Ella se agarró de sus


hombros y lo miro fijamente a los ojos.
Página
—Oh Dios, ¿a quién estoy engañando? —Ella sonrió.

Owen sonrió.

Archer le dio un golpe en su trasero.

—Arriba. Ambos.

Oh, Dios mío. Owen se tambaleó cuando Archer dio un


empujón, pero el hombre más grande lo agarró del brazo, tanto
para evitar que se cayera como para que se moviera. Observó el
firme y redondeado trasero de Gretchen contonearse, mientras
ella se dirigía hacia la escalera, siguió a esos short verdes, como un
perrito ansioso. ¿Esto estaba pasando?

Mientras seguía a Gretchen, había tomado una decisión. Si


Archer podría hacer que lo del trio pasara, tomaría la
oportunidad. Era probable que ésta fuera la única oportunidad
que tuviera alguna vez para dormir con la mujer quien dominaba
sus sueños. Cierto todo podría estallar y quemarse.

Sin embargo, hombre ¡Vaya viaje! Esto no había hecho


desaparecer su ira, solo cambió para atormentar sus entrañas.
Cuando había visto Archer y después a Gretchen, había
empeorado. Incapaz de soportar las provocaciones de Archer,
sabiendo que sólo podría hacer que Gretchen se enojara más, él
había abierto la caja de pandora.

Ella había accedido mucho más rápido de lo que esperaba.


113

En las escaleras, Archer le dio un pequeño y rápido beso,


Página

sonriendo sobre los labios antes de empujarlo detrás de Gretchen.


El otro hombre estaba desprevenido cuando tiraron de la
parte posterior de su camiseta, jalándole la pretina, aumentó la
velocidad del paso tratando de dejar atrás al otro hombre. No
funcionó. Como resultado, cuando tropezó con el umbral de la
puerta de la habitación de Gretchen, Archer estaba prácticamente
montado en su espalda, sus manos debajo de su camisa, y
levantándola por las axilas.

El chistoso, golpeando las manos de Archer.

—¡Hey!

La camiseta levantada para ocultar su visión y atrapada en


sus brazos.

Entonces escucho la suave risa de Gretchen.

—No luches contra él, Owen. —Ella estaba tan cerca, justo en
frente de él. —Cuando se trata de sexo, resulta que por lo general
se sale con la suya.

Unas uñas raspan suavemente sus pezones, encendiendo y


sacudiendo su cuerpo por entero, deteniendo su lucha.

Cuando Archer, finalmente tiró de la camiseta hacia arriba


para quitársela, Owen parpadeó para concentrarse en ver su
rostro sonriente, esos brillantes ojos verdes.

—Si te sirve de consuelo, por lo general esto vale la pena.

Ella extendió las palmas de las manos sobre su pecho, se


inclinó hacia adelante para de nuevo unir sus labios. El los abrió,
no importándole en lo más mínimo que ella tomara la iniciativa de
nuevo. La mayor parte de su miedo se desvaneció. Ella parecía
haberse adaptado a la idea de un trío. Los nervios saltaron al vacío
114

dejando un hueco por el miedo. ¡Oh, mierda! Esto realmente


estaba sucediendo.
Página
Coloco sus manos de nuevo sobre sus caderas en mayor
parte para mantener el equilibrio mientras se concentraba en el
embriagador sabor de su boca. Las suaves pero tensas curvas
debajo de sus manos le exigían que las apretara para acariciar su
firmeza.

La caliente presencia de Archer estaba detrás de él, mientras


sus enormes manos llegaron a su alrededor para rápidamente
trabajar en el botón y la cremallera de sus pantalones. Con una
pequeña maniobra consiguió liberar su polla de sus calzoncillos,
después, sus pantalones vaqueros y ropa interior fueron
empujados por sus piernas. Su erección golpeó el vientre de
Gretchen, y casi murió al escucharla emitir un pequeño ronroneo
de placer. Ella dejó caer una de sus manos para adueñarse de su
polla justo cuando Archer lo tomó desprevenido al deslizar sus
manos por la parte exterior de las piernas. El hombre murmuró
algo que él no pudo comprender, y entonces unos cálidos labios
rozaron la curva de su culo. Atrapado entre ellos, Owen sólo podía
gritar en suma necesidad. Riendo, Gretchen se mordisqueaba el
labio inferior, una de sus suaves manos agarraba su mandíbula,
mientras que con la otra lo acariciaba. Su toque era firme y
seguro, no como las de algunas jovencitas con las que había
estado, de hecho más parecida a la de los hombres. Ella
mordisqueaba su boca, mientras la malvada lengua de Archer
delineaba sobre las mejillas de su trasero. Cuando una de las
manos de Archer se estiró dentro de sus piernas para ahuecar sus
pelotas, un chillido del todo poco digno salió de su boca,
debilitándose a un suspiro cuando Gretchen le dio un buen tirón a
su polla.

—Tengo que sentarme, —jadeó, seguro de que sus rodillas


iban a rendirse de inmediato.
115

Gretchen se apartó de él, soltándolo lentamente.


Página
Retrocedió hacia la cama, ella rápidamente se quitó su
camisa. Sus pechos eran pequeños, es cierto, pero tan perfectos.
Cabrían perfectamente dentro sus manos, estaba seguro. Y esos
brillantes pezones rosados...

—Whoa, —se reía entre dientes mientras se levantaba,


Archer detuvo a Owen de apresurarse a regresar donde estaba la
hermosa vista.

—Zapatos primero, niño bonito.

Frunciendo el ceño, miró hacia abajo para descubrir que


tenía sus jeans todavía en sus tobillos. Impaciente, se dejó caer en
una silla para poder agacharse y quitarse los zapatos de acuerdo
con las instrucciones. Sus jeans estaban en medio del camino.
Dando un vistazo rápido hacia arriba, trató de hacerse cargo de su
propia ropa, observó a Archer quitarse sus jeans, y admiró a
Gretchen mientras se quitaba sus shorts, y después se recostaba
sobre la amplia cama donde él había querido verla por meses.

Archer se arrodilló justo en el colchón al lado de Gretchen en


el momento en Owen se liberaba. Se quedó en su asiento por un
momento, muy quieto, observándolos maniobrar en un lento beso.
Su toque hablaba de amantes experimentados. Ahora ellos
conocían el cuerpo del uno y del otro. ¿Qué estoy haciendo aquí?

La pregunta estaba rodando en su cabeza cuando


interrumpieron el beso y se volvieron hacia él. Gretchen estaba
acostada de su lado, poniendo un poco de espacio entre ella y
Archer. Se encontró con la mirada de Owen.

—Ven aquí.

Ella dio unas palmaditas sobre las arrugadas sabanas


116

amarillas junto a ella.


Página
Se levantó, su corazón palpitaba con fuerza. Ahora en
cualquier momento iba a despertar. Pero hasta entonces... Se
metió entre ellos. Archer lo sorprendió al moverlo de un tirón
para ponerlo sobre su espalda. Antes de que pudiera recuperarse,
Gretchen le acarició la mandíbula, inclinándose para chupar su
labio inferior. Archer lo acarició primero con una mano, y
entonces sus labios fueron sobre el pecho de Owen, encontrando
un pezón para mordisquearlo. Owen se retorció, frustrado porque
no podía colocar sus brazos para poder tener un buen agarre en
alguno de ellos. Pero entonces, las atenciones de Archer se
dirigieron hacia abajo, y Owen fue capaz de doblarse un poco y
ahuecar uno de los pechos de Gretchen dentro de su palma. Era
tan suave y firme como había pensado, y su suspiro de satisfacción
era una cosa hermosa. Su boca se abría más sobre él mientras ella
se inclinaba dentro de su toque, su mano ahora se desliza sobre su
pecho. Cielos.

Saltó cuando Archer palmeó su polla.

—Aún por aquí eres bastante proporcionado, —escuchó al


hombre murmurar, justo antes de que un calor húmedo atrapara
la punta de su polla.

—¡Dios! —Él no tenía la intención de apartarse del beso de


Gretchen. La exclamación fue toda la reacción.

Ella le acariciaba la mejilla mientras que el trataba de


recordar cómo respirar.

—¿Se siente bien?

—¡Demasiado! —No pudo encontrar su voz. No con ella


succionándole el lóbulo de su oreja, mientras que sus uñas
ligeramente arañaban su pezón. No con Archer tragándolo hasta la
117

raíz. Se retorció, tratando de alejarse de las dos sensaciones a


pesar de que ambas eran increíbles. —Dema... —se quedó sin
Página

aliento. Las palabras requerían pensar demasiado. —No puedo...


Eso fue toda la advertencia de que pudo dar, y que no fue
suficiente. Sus bolas se elevaron, y el fuego salió disparado de su
pene y bajo por la garganta de Archer.

—Mmmm, eso fue caliente. —Esa fue Gretchen


escuchándose divertida.

Cuando pudo abrir sus ojos, Gretchen y Archer estaba


sonriendo el uno al otro sobre su cuerpo. Archer todavía estaba
lamiéndose los labios mientras se arrastraba sobre el cuerpo de
Owen.

—Lo maravilloso de los hombres jóvenes. —Apoyó su


hermoso y enorme pecho, sobre Owen y presentó sus labios a
Gretchen. —Es que ellos se recuperan rápidamente.

Riendo en voz baja, Gretchen abrió la boca para Archer.


Owen sólo podía admirar la belleza de ambos, maravillándose de
que él estaba ahí para verlo, de cerca y personal.

Sin interrumpir el beso, Archer se cambió. Gretchen se


hundió dentro de la cama retrocediendo debajo de él. Owen sólo
podía ver el negro cabello del pecho de Archer rozando el pezón
del pecho de Gretchen. Archer soltó sus labios para recorrer abajo
su cuello. Ella se arqueó hacia él, sus uñas bien cuidadas se
clavaban en la carne de su hombro mientras él se dirigía a un
pezón, que era casi el tono exacto del algodón de azúcar, mordió,
chupó. Haciendo pequeños movimientos que la hacían
contorsionarse. Él observó a Owen y le sonrió en torno a su
bocado antes de continuar besando un camino a través de su
esternón hasta el otro pezón. Después de lamer el húmedo círculo
alrededor del duro pezón, con su otra mano ahuecó el otro seno
acariciándolo así que el pezón le señalaba el camino a Owen.
118

—Ven aquí, —gruñó cuando Owen no se dio cuenta.


Página
¡Oh! Eso es correcto. Él era un participe en esto. Impaciente,
Owen se acercó más.

Archer soltó el pecho de Gretchen y pasó los dedos por el


pelo de Owen para tirar de su cabeza hacia abajo al suculento
pezón. Owen no necesito de más instrucciones. Abrió la boca y
tomó la pequeña dura protuberancia. Gretchen jadeó, sus dedos
sustituyeron los de Archer en su pelo. Felizmente, el chupaba,
apretándose contra su cuerpo.

Archer, abandonó su pezón para ir trazando un camino de


besos bajando por el vientre de Gretchen. Owen cambió de
posición para poder ver sin abandonar su placer. Los labios y la
lengua de Archer se veían de alguna manera más brillante
enmarcados por la oscuridad de su barba, la obscura piel rosada
humedecida con su propia saliva, pintaba figuras al azar sobre la
cremosa piel pecosa de Gretchen. Jugaba con su ombligo y
pellizcaba la curva de su cadera. Sus muslos se separaron para él,
y se colocó entre ellos. Sus grandes manos también se extendieron
a ambos lados de su ingle mientras que trazaba los bordes
recortados de los oscuros rizos de color naranja por encima de su
sexo. Levantando la vista, le lanzó una mirada a Owen quien lo
miraba fijamente, sonriendo mientras inclinaba su cabeza, metió y
sacó su lengua, delineó a través de los pliegues, Owen no podía
ver, pero se lo había imaginado muchas veces. Estremecimientos
se dispararon a través del cuerpo de Gretchen, oprimiéndole su
estómago, se apoyó en sus caderas para encontrarse con la boca
de Archer. Archer le sonreía a Owen, y entonces lo hizo otra vez.
Esta vez, mantuvo la boca ahí, en el ápice de su sexo. Owen apenas
podía ver la mitad inferior de su cara, pero sabía que por el
gemido de Gretchen y la forma en que arqueó la espalda que
Archer tenía que estar chupándole el clítoris. Los ojos de Archer se
119

cerraron, su frente se relajó así que parecía que realmente


disfrutaba de lo que estaba haciendo.
Página
Gretchen ciertamente lo disfrutaba. Ella se retorció debajo
de Owen, sus dedos inquietos en su cabello y en la parte posterior
de su cuello. Alejando la atención por parte de Archer, Owen giró
para levantar su vista hacia su rostro. Sus ojos estaban
fuertemente cerrados, sus labios entreabiertos. Un esplendido
rubor le dio una apariencia sonrosada a su piel, destacando las
pequeñas manchas oscuras de las pequeñas pecas a través de su
cara y el cuello. Se acercó para acariciarle la barbilla, mirando
como sus ojos se abrieron lo suficiente para mirarlo. Él le sonrió
con un nudo en la garganta. Tan hermosa. La besó en la abierta,
sin ni siquiera importarle que ella apenas le devolviera el beso.
Quería que estuviera abrumada con la misma sensación que él
había tenido cuando le prestaba atención antes. Quería beber de
ella mientras se sacudía con el placer. Sintió como aumentaba,
dándole la bienvenida con un pequeño rasguño de sus uñas en su
espalda mientras sus gemidos se hicieron más urgentes. Cuando
se corrió, gritó en su boca.

El colchón se sacudía mientras Archer se movía. Owen gimió


cuando el hombre mayor lo agarró, arrastrándolo hacia arriba e
introduciéndolo a otro beso. El olor de la mujer abrumó los
sentidos de Owen, y se aferró a Archer, lamiendo el interior de la
boca de Archer por más. Archer se apartó del beso, instando a
Owen hacia él mientras se arrodillaba de nuevo. Bajó su mano
hacia el sexo de Gretchen, frotándola con el pulgar para hacerla
gemir de nuevo.

—Ella sabe aún mejor en la fuente.

Owen no lo dudó. Él se había estado muriendo por probar a


Gretchen durante meses. A pesar de que no tenían mucha
experiencia con las mujeres, había descubierto el gusto por el
coño. Había mantenido a sus pocas amantes femeninas muy
120

complacidas con él. Archer se movió a un lado para darle espacio a


Owen. Owen se acomodó en su vientre.
Página
Miró a Gretchen para encontrar su cálida sonrisa
animándolo. Sintiendo un hormigueo, miró abajo a sus magníficos
pliegues: gruesos, rosados, y ¡oh! Tan húmedos. Su clítoris
sobresalía de su capucha, justo rogándole que lo saboreara. Y lo
hizo. Cerrando su boca sobre ella tomó todo lo que pudo, deslizó
su lengua hasta que pudo atrapar aquel manojo de nervios entre
éste y la parte de atrás de sus dientes frontales. Ella gimió su
nombre, rodando sus caderas. Dejó que el movimiento
desprendiera su boca, arrastrando su lengua abajo hacia su
abertura.

—¿Bueno?

Levantó la vista para ver a Archer apoyado en su codo al


lado de Gretchen, mirándola con una enorme sonrisa.

—Oh, muy bueno, —ella gimió, retorciéndose,


extendiéndose, mientras que sus caderas seguían moviéndose con
Owen.

Owen se perdió así mismo en su tarea, se concentró


exclusivamente en el sabor de ella, el olor de ella, el sonido de ella.
Ella era todo lo que él quería que ella fuera, y tenía la intención de
disfrutar al máximo.

Pero había más. Mientras que Owen estaba distraído, Archer


estaba ocupado. Mientras Owen se concentraba en mantener sus
muslos agarrados y evitaba que lo asfixiara, unas grandes manos
tiraron de sus caderas hacia arriba y golpearon sus rodillas para
separarlas. Unos dedos se cerraron firmemente alrededor de su
renovada erección.

—Lo sabía. Duro otra vez. —Archer se rió, hablando sobre


todo para sí mismo ya que tanto Gretchen y Owen estaban muy
121

distraídos.
Página
Owen respiraba con dificultad a medida Archer acariciaba su
polla. Él gimió, dejando que su aliento acariciara a Gretchen
cuando Archer lentamente hundió dos húmedos dedos en su culo.
Él metió la lengua en Gretchen mientras Archer masajeaba dentro
de él. Archer encontró ese lugar, y Owen transfirió su propia
emoción a Gretchen, chupándola así que ella se corrió de nuevo.

Los dedos se retiraron de su culo. Él bebió a lengüetadas la


humedad entre la curva del muslo e ingle de Gretchen mientras
escuchaba a Archer preparar un condón.

—Voy a follarlo ahora, G. ¿quieres ver, o lo quieres dentro de


ti?

Owen levantó la vista. Gretchen estaba viendo Archer,


mordiéndose el labio. Miró hacia abajo para encontrarse con la
mirada de Owen. Y sonrió.

—Te quiero dentro de mí. —Maldición, Owen casi se corre al


escuchar esas palabras.

Antes de que pudiera pensar en moverse, Archer llegó a su


alrededor y para agarrar su polla de nuevo. Mientras que el
caliente cuerpo de Archer se envolvía sobre su espalda, su pene
tan duro como el acero se acomodaba en la grieta del culo de
Owen, sus ágiles dedos le pusieron un condón en la erección de
Owen. Después de que lo hizo, se volvió a poner de rodillas,
golpeando la parte exterior del muslo de Owen.

—Ya escuchaste a la dama.

Owen se arrastró hacia adelante hacia los brazos que


Gretchen le ofrecía. El mismo se acomodó dentro de su abrazo y
llevó la palma de su mano hacia abajo para tomar su propia polla.
122

Ella curvó sus dedos alrededor de su mandíbula, instándolo a que


la mirara.
Página
Su mirada se clavó con la de ella mientras su polla
encontraba su jugosa abertura y lentamente se deslizaba dentro
de ella. Sus ojos fuertemente apretados, obscuras pestañas
anaranjadas albergaban sus ojos verdes ensombrecidos por la
lujuria. Tenía que hacer una pausa parcialmente en el interior sólo
para tomar un respiro y evitar perderse a sí mismo.

—Tan bueno —murmuró ella, tirando de él para acercarlo


más para que así pudiera acariciar su mejilla. —Owen.

—Gretchen, —susurró, empujándose el resto del camino


dentro de su canal de agarre. Las manos de Archer acariciaban su
espalda, suavemente masajeando su camino abajo sobre su
columna mientras Owen comenzaba a empujar lentamente. Esto
no le llevo nada lejos de la emoción de estar dentro de Gretchen.
Por el contrario, se intensificó. El saber que este hombre estaba
ahí, que estaba observando. Este hombre, quien hasta hace poco lo
consideraba un rival y de repente resultó ser un sorprendente
aliado. Cuando Owen cambió para tener una mejor presión, el
interior de sus muslos rozaron las piernas de Archer,
recordándole además que el hombre estaba ahí.

Esas grandes manos ahuecaban las curvas de su culo,


apretándolas suavemente, moviéndose con Owen mientras
profundamente se introducía dentro del núcleo de Gretchen.
Entonces Owen tenía que contar con él. Tan increíble como se
sentía al estar dentro de Gretchen, necesitaba que Archer lo
llenara. Miró por encima del hombro para encontrarse con la
mirada de Archer, suplicando con sus ojos.

Archer leyó su mente. Sonriendo, envolvió sus dedos


alrededor de su propio pene y se colocó entre las piernas de
Owen. Owen se abrió lo mejor que pudo. Levantó las piernas de
123

Gretchen colocándolas alrededor de su cintura para darle más


espacio a él.
Página
Se acomodó de buen grado por debajo de él, con los brazos
envueltos alrededor de su cuello. Un vistazo hacia ella le mostraba
una expresión hambrienta en su rostro mientras observaba a
Archer por encima de su hombro.

Entonces Archer estaba ahí, llenándolo. Owen tuvo que


hacer una pausa, detener todo movimiento para que así pudiera
respirar a través de ese dolor-placer de la penetración inicial. La
palma de la mano de Gretchen acariciaba su espalda, relajándolo
y excitándolo a la vez. Archer se empujaba entrando, el calor de su
enorme cuerpo descendió sobre la espalda de Owen,
presionándolo dentro de Gretchen, quien le dio la bienvenida a su
combinado peso. Los tres estaban unidos, hermosamente
entrelazados, con Owen felizmente aprisionado en medio.

—¿Estás bien? —Murmuró Archer en la parte posterior de


su cuello. Sus musculosos brazos apoyados en la cama a cada lado
de ellos, sosteniendo algo de su peso fuera de Owen.

Owen sólo pudo asentir con la cabeza. Archer empezó a


moverse, y Owen dejó que el guiara. Sus embestidas empujaron a
Owen dentro de Gretchen, que comenzó a hacer unos gemidos
sorprendentes.

—Dios, esto es increíble. —Ella gimió, clavando sus uñas a


los costados de Owen. —Más.

Archer gruñó al final de un impulso.

—¿Owen?

Owen se ajustó preparándose.

—Sí. Más.
124

Archer le tomó la palabra, saliéndose para poner más fuerza


detrás de sus golpes.
Página
Gretchen se volvió loca, trasfiriendo su agarre hacia las
almohadas debajo de su cabeza. Hundió sus talones dentro del
colchón, haciendo lo posible para empujar a Owen. Atrapado entre
ellos, los movimientos de Owen apenas eran suyos, pero no
importaba. Sin embargo, de nuevo sucumbió a la sobrecarga
sensorial. Él con mucho gusto cedió el control y dejó que ellos se
balancearan entre ellos. En la confusión de sus pensamientos, se le
ocurrió que ellos casi se estaban follando uno contra el otro a
través de él, un pensamiento sorprendente en sí mismo. Atrapado
con eso, cabalgo la ola entre ellos. Gretchen deshecha, gritando
debajo de él, su canal lo agarraba sin tregua. Él estuvo a punto de
correrse, pero se las arregló para contenerse, distraído por los
golpes de Archer en su culo, y la desgarradora respiración
irregular de Archer.

Estaba muy cerca, y Owen lo deseaba. El apretó, cerrándose


de nuevo en Archer, tomando al otro hombre desprevenido. Con
una maldición, Archer se perdió, su polla se inflamaba, mientras se
corría. Sólo entonces Owen se dejó ir. Apoyado sobre Gretchen, el
ordeñó los pequeños chillidos de ella mientras se empujaban en
casa para encontrar su propia liberación.

Se derrumbaron. Archer consiguió levantar a ambos,


tomando a Owen por sus costados. Owen se quitó su condón
mientras Archer hacia lo mismo. Entonces, Archer los tomó ambos
y los enrolló saliendo de la cama se fue al baño. Gretchen se
desperezó, después se dio la vuelta, colocándose de nuevo hacia
Owen y de nuevo acunándose en la curva de su cuerpo.

Archer volvió para envolverse alrededor de la espalda de


Owen, tirando de los dos cerca. Él acarició el cuello de Owen.

—Ahora ella se va a dormir por un rato.


125

Gretchen gimió, moviéndose hacia Owen.


Página
—Cállate, —ella murmuró. Al menos, eso es lo que creyó que
ella decía.

Archer se rió entre dientes, su aliento le hacía cosquillas en


la parte de atrás de la oreja de Owen.

—Vaya chico. Follar y dormir. Ni siquiera un abrazo después.

Ella golpeó débilmente la muñeca que se envolvía en su


cintura.

—Vete a la mierda.

Owen sonrió, respirando el aroma de los rizos rojo-naranja


en frente de su nariz.

—Está bien para mí. —bostezó.

Ella de nuevo alcanzo su mandíbula para acariciarla con los


dedos.

—Que chico tan dulce.

Escuchó al fondo la risa de Archer, pero no por mucho


tiempo. El sueño se apodero de él.

126
Página
Capítulo Nueve
Contrariamente a lo que Archer le gustara creer, Gretchen no
tenia que dormir después del sexo. Ella simplemente le gustaba.
¿Qué mejor manera de quedarse dormida cuando su piel
cosquilleaba y su sangre tarareaba? Teniendo en cuenta el sexo
que acababa de tener, esperaba sucumbir entretanto. Sin
embargo, después de dormitar durante tal vez una hora, sus ojos
se abrieron.

¿Qué hemos hecho?

Se quedó mirando la caja dorada de la luz del sol que estaba


haciendo historia sobre su alfombra de la habitación, tratando de
no entrar en pánico. Perder la cabeza no serviría de nada. ¿Qué
había ocurrido, que había sucedido? El brazo de Owen estaba
sobre su cintura, con los dedos metidos justo debajo de su pecho.
Su aliento era una suave caricia en su cuello y el hombro. La gran
mano de Archer estaba sobre su cadera, eso le recordó que los dos
estaban ahí, la obligó a darse cuenta de que estaba enroscado
alrededor del cuerpo desnudo de Owen. Cerró los ojos y recordó
vívidamente verlos besarse, observando la boca de Archer en la
polla de Owen, sintiendo el peso doble de Owen cuando Archer se
inclinó y lo tomó por detrás. Por los sexys gemidos de Owen no
dejaron ninguna duda que lo había disfrutado. La expresión de la
liberación que ella había visto en el rostro de Archer sobre el
hombro de Owen era parecido cuando la follaba. Hombre, lo había
follado. Nunca había tenido el placer de ver a dos hombres
teniendo sexo. El simple recuerdo formo una ola de excitación lo
127

cual deseaba torcer su cuerpo.


Página
Pero después de unos minutos, se dio cuenta de que tenía
que levantarse de la cama. Quería pensar, y despertar a los
hombres no sería buena idea. Al estar con ellos dentro de su calor
sería un cortocircuito en su cerebro. Con cuidado, ella rodó hacia
delante, dejando que los brazos encima de ella cayeran, quedando
libre. Owen hizo una mueca, pero rápidamente se calmó. G se
sentó y en contra de su mejor juicio, volvió a mirar por encima del
hombro.

Oh, Dios mío. Eran tan bellos, luz y oscuridad, abrazados


juntos. Sin ella ahí, Owen se enterró más en su almohada,
torciendo parte en su vientre. Archer solo se ajusto, su pierna se
deslizo hacia arriba para apretar en la curva pálida del culo de
Owen. Observó la cara de Archer, preguntándose si estaba
despierto. No sabía si él estaba profundamente dormido, pero
continuó respirando pesadamente. Tal vez el sexo con dos
compañeros lo había llevado a la inconciencia a diferencia de solo
hacerlo con ella.

Perturbador pensamiento.

Se puso en pie y se dirigió al cuarto de baño. Rechazando la


idea de una ducha, se conformó con una rápida limpieza con una
toalla. Después de tomar su tiempo, regresó a la habitación para
encontrar que los muchachos seguían sin moverse. No dispuesta a
molestarlos, agarró sus pantalones cortos y una camiseta sin
mangas y se dirigió hacia las escaleras. Recogiendo una botella de
agua en su camino hacia la cocina, la sostuvo mientras estaba de
pie en la puerta corrediza que conducía a la terraza, mirando el sol
de la tarde en el agua de la piscina.

Tenía problemas para concentrarse. Owen declaró que


estaba enamorado de ella. No le extrañaba incluso si esto hubiera
128

sido redactado con un montón de otras sorprendentes


revelaciones.
Página
También, Owen era joven e idealista y eso complicaba la
parte del amor, estaba atraído a todo eso y esto era motivo de
preocupación. ¿Cómo se suponía que tenía que manejarlo sin herir
sus sentimientos? Le gustaba, sin duda, pero ¿sentir amor? Sólo se
había entretenido con la noción de sí misma un par de veces en el
pasado, y siempre había salido mal. Ya no estaba convencida si
existía el verdadero amor. Lo último que quería era que Owen
saliera herido. No se preocupaba tanto por sí misma o por Archer,
pero Owen era mucho más vulnerable que cualquiera de ellos.
¿Debería parar esto ahora? Sería una lastima. A decir verdad, había
disfrutado el sexo con él. No era de extrañar, era muy atento, y los
sonidos que había hecho era simplemente para morirse. Era un
sueño verlo, tan expresivo. Por lo general, prefería a amantes más
agresivo, más rudos, como Archer, pero tenía que darle crédito a
su toque gentil. Especialmente cuando la agresividad estaba ahí en
la cama con uno. Teniendo a ambos: uno gentil y otro rudo eran…
Cerró los ojos, apoyada en la puerta del vidrio fresco que había
hecho para rendir homenaje a ese momento en su memoria, el
sentir cuatro manos y dos bocas en el cuerpo. ¿Desde cuando había
planeado todo esto? ¿Él lo había planeado? Ella no había sido capaz
de averiguar qué lo hizo actuar, sin embargo, no habían ido más
allá de la etapa de la diversión en su relación. ¿Pero ahora...?

—Piensa más fuerte, ¿por qué no?

Dio un salto, dando vueltas para ver a Archer en la puerta de


la cocina, rascándose el vientre desnudo. Archer no llevaba una
prenda de ropa, por lo que cada uno de sus atributos resaltaban a
la vista, era delicioso mientras se apoyaba en el marco de la
puerta, sonriendo con languidez.

—Me has asustado. No te escuché acercarte.


129

—Por supuesto que no. Estabas demasiado ocupada.


Página

—¿Qué, tengo que preocuparme?


—Buena pregunta.

Ella lo miró fijamente. Él también. Maldita sea.

—En ese caso, ¿qué me preocupa?

Archer empujó la puerta hacia el refrigerador.

—Tengo algunas ideas, pero dime.

—Archer, detente. No puedes tomar esto tan a la ligera.

—¿Como que exactamente, estoy tomando a la ligera? —


Abrió la puerta del refrigerador, y se las arregló para no comerse
con los ojos su culo apretado.

Ella irrumpió cerca para que pudiera bajar la voz.

—¿Por qué no me dijiste que eres bisexual?

Archer se enderezó y enganchó al abridor de botellas


magnetizada pegada a la nevera hacia su Rolling Rock.

—Eso no es lo que quieres saber.

—Y, sin embargo, te lo pregunto.

Él le dirigió una mirada penetrante, y luego se encogió de


hombros. Tomó una bebida saludable, y se lo tomó.

—No te lo dije, porque no era relevante.

—El infierno si no lo era.

—No lo fue. —Casual como si lo fuera, pegó la botella en la


nevera para abrirla con el abridor. —Si solo nos estamos
divirtiendo y no he dormido con nadie más, así que ¿qué importa
si te has acostado con otros chicos antes?
130

—No importa.
Página
Otro encogimiento de hombros mientras Archer se dirigía la
sala de estar pasando a un lado de ella.

Ella lo persiguió pisándole los talones.

—Vuelve aquí.

Ella llegó ahí justo a tiempo para verlo caer sobre el sofá.

—Prefiero estar cómodo para esto.

Tomando una postura en el otro lado de la mesa de café, ella


lo miró. El hecho de que estaba deliciosamente desnudo era un
poco molesto, pero hizo todo lo posible para ignorarlo.

—¿Siempre has sido bisexual?

Archer suspiró.

—¿Por qué no llegas a lo que realmente quieres hablar?

—Tengo muchas ganas de hablar de esto.

Negó con la cabeza mientras se sentaba.

—He sabido que yo era bi desde la universidad. Tenía un


compañero de piso muy servicial al que le gustaba los tríos.

—¿Salías más con mujeres que con hombres?

—Todavía tengo que saber que es lo que tú llamarías una


relación con un hombre. Por supuesto, mis relaciones con mujeres
han sido de corta duración también, así que... —Se encogió de
hombros.

—Debiste decirlo.

—Lo sabes ahora.


131

—¿Me dejaste saberlo trayendo a un hombre en nuestra


Página

cama?
—Era Owen.

—¿Y esto lo hace correcto?

Archer hizo una mueca diabólica.

—Sí.

—¿Cómo?

—Lo quieres tanto como yo. No debería porque molestarme.

Ella abrió la boca para negarlo, pero la mirada fija que


Archer la hizo detener sus palabras. No tenia ningún sentido
cerrar la puerta después de que el caballo huyera.

—¿Por qué no me preguntaste primero?

—Simplemente te habría enojado.

—Estoy enojada ahora.

Él se rió entre dientes.

—Sí, pero ya hemos tenido sexo.

Ella gruñó su frustración y se resistió a la tentación de


recoger el jarrón de cristal que estaba en un estante cercano y
tirarlo hacia él. En cambio, le dio la espalda y se acercó a la
chimenea, y luego giró y regresó. Ella no era exactamente
paciente.

—No te entiendo.

—No veo por qué no. Soy un hombre muy, muy sencillo.

—¿En serio? —Ella dejó el goteo de sarcasmo.


132

—Si yo quiero algo, lo consigo. Quiero a alguien, hago una


obra de teatro para ellos. Es una completa pérdida de tiempo
Página

preocuparse por las cosas malas que podrían suceder.


—Lo que has hecho sólo podría haber arruinado mi relación
con alguien muy importante para mí.

Archer vaciló ante sus palabras, y luego sonrió sobre la boca


de la botella de cerveza.

—O mejorarlo.

—No es tu decisión.

—Tal vez no. Pero créeme, el chico estuvo a punto de estallar


por ti. No iba a durar mucho más tiempo antes de hacer una obra
de teatro para ti y por lo tanto, ¿qué has dicho?, restregar la
relación.

—Aún no es tu decisión de preparar algo.

—Oh, vamos, ¿qué es lo que no te gusta de todo esto? ¿Que te


consiguiera algo bueno? ¿O el hecho de que lograste dormir con
dos hombres? Oh, boo joder hoo.

—Eres una polla arrogante.

Archer apoyó un tobillo en la otra rodilla, lo cual mostro su


ingle y le recordó que estaba desnudo.

—He dicho que tiempo al tiempo.

Ella se preguntó si el sexo alucinante y la promesa de mucho


más por venir la convenció para dejarlo ir. Debería discutirlo.
Podía llamarlo para la tarea de ser un idiota. Pero no estaba de
humor para esa sesión de puta, con franqueza. A pesar de todo, se
sentía... bien. Tal vez esto no era tan malo después de todo.

—Está bien. Entonces, ¿qué pasa ahora?


133

—Supongo que depende de si vas a seguir pensando en la


muerte. O dejarlo todo porque tienes miedo.
Página

Eso la detuvo.
—¿Por qué debería tener miedo?

—A lo desconocido.

—Oh, por favor.

—Bien. —Volcó un buen trago de su cerveza en la boca,


luego se inclinó hacia delante, los codos sobre las rodillas, para
fijar la botella en la mesa de café. —Tienes que elegir entre varias
opciones.

—Enuméralas. —Se inclinó sobre la caída de una montaña


por debajo de la botella. —Oye, esto era una nueva mesa.

—Deja de estarte quejando y simplemente disfruta lo que


sucede.

—Estoy segura de cual es tu opción preferida.

—Será.

En verdad, eso era lo que estaba descubriendo, pero tenía


curiosidad por escuchar su razonamiento. Cruzó los brazos sobre
su pecho.

—Sigue.

—Puedes hacer lo que creas que es correcto, estar enojada


conmigo, o lanzarme a la calle. Eso te dejaría sola con Owen, pero
tal vez eso es lo que quieres. —A decir verdad, esa opción la
asustó un poco por eso se quedó con el rostro en blanco,
esperando. —O puedes decirle a Owen que está bien, pero es algo
con lo que piensas no querer continuar. A estas alturas, Owen
podría estar convencido a sí mismo que esta tarde era todo lo que
obtendrá de todos modos y será razonable al respecto. —Estiró el
cuello para llamar por encima del hombro. —¿Qué piensas acerca
134

de esta opción, Owen?


Página
Gretchen clavó las uñas en sus bíceps, levantando la vista a
tiempo para ver a Owen dar la vuelta de la esquina. Por supuesto
que estaba ahí. Ella había estado distraída y no pensó en eso.
Además, Owen podría estar en absoluto silencio cuando quería. Se
metió las manos en los bolsillos y se quedó mirando el suelo,
detrás del sofá.

—No es la opción que quiero oír, pero la voy a aceptar. —A


diferencia de Archer, Owen se había tomado el tiempo para
ponerse los pantalones vaqueros. Su suave torso estaba desnudo.
El recuerdo de haberlo sentido, su piel caliente de cómo se sentía
al suyo.

Su corazón cayó con la apariencia suave en su cara. Él


esperaba que ella lo rechazara. Se sentía como una canalla a
sabiendas que esa opción era la más probable para él.

—Owen…

Archer la interrumpió.

—G, no es que estemos hablando de devoción eterna aquí.


Todos nos involucramos como adultos que somos, no hicimos
promesas. ¿No podemos simplemente disfrutar el uno del otro por
un tiempo? ¿Ver si nos gusta?

Ella lo miró fijamente. Es cierto, los dos no hicieron ninguna


promesa y ni pidió ningún tipo de compromiso. Ellos no había
estado viendo a nadie más, fue su elección por separado y la razón
por la que continuó practicando el sexo seguro a pesar de que
estaba tomando la píldora.

—Está bien. Tal vez ahora que estamos los tres es el


momento para discutir las promesas.
135

Archer vaciló.
Página

—¿Por ejemplo?
—¿Estás dispuesto a comprometerte a no ver a nadie más?

—¿Sólo ustedes dos?

—Sí.

—¿Por qué?

—Estoy preocupada de que puedas traer a alguien más a la


mezcla.

Eso lo hizo reír.

—No creo que pudiera manejar a más de ustedes dos.

Lo mismo digo.

—¿Y?

Una vez más dudó.

—Todavía es muy pronto, ¿no te parece?

—No, si vas a complicar las cosas.

—Eso no es del todo justo para Owen.

Ella levantó la vista. El joven se había deslizado hacia


adelante, ahora de pie detrás del otro extremo del sofá, tan cerca
que podía ver el perfil de Archer. Owen echó un vistazo hacia ella
y se sobresalto al ver que lo observaba.

—¿Owen? ¿Estás bien con sólo vernos a Archer y a mí?

Él parpadeó.

—¿Estás bromeando?

—No.
136

Una pequeña sonrisa se asomo en uno de los lados de sus


Página

labios carnosos.
—Sí. Estoy bien con eso.

De regreso a Archer. Quien lentamente se lamia el labio


inferior cuando pensaba.

La valentía de G cedió cuando ella puso en un tono de solapa


y arqueó una ceja.

—No estoy pidiendo devoción eterna, sólo un compromiso


de fidelidad.

Archer arrastró su mirada reflexiva de ella y miró a Owen,


quien tenía los ojos como platos. Se miraron el uno al otro por
unos segundos antes de que Archer sonriera, levantó las
comisuras de su boca sensual.

—Está bien. Sólo nosotros tres. —Su mirada regresó a ella,


calculando. —Pero eso no significa que siempre debe haber tres
de nosotros.

Ella captó su significado, mirando a Owen.

—No. No me importa si los dos emparejan de vez en cuando.

El pecho de Owen se movía por la respiración rápida, y un


rubor precioso trepó al cuello. Por el rabillo del ojo. Ella vio a
Archer mirándolo también.

Ella no pudo evitar añadir a su sufrimiento con una sonrisa.

—Siempre y cuando llegue mi oportunidad con él también.

La mandíbula de Owen se abrió, y sus ojos se pusieron un


poco vidriosos.

Al igual que una abeja a una flor, ella cerró la distancia entre
137

ella y el joven de sus fantasías, arrastrando sus dedos por la parte


de atrás del sofá hasta que ella estaba de pie delante de él. Ella no
Página

tocó, no todavía.
Se puso tan cerca que ella podía jurar sentir el calor de su
rubor en su piel, traspasando el delgado algodón de su blusa al
rozar el pecho de Owen. Ella inclinó la cabeza para que sus labios
se posaran ahí para un beso.

—¿Te parece bien?

El aliento de Owen le rozó sus labios, la tensión en su cuerpo


era palpable cuando se mantuvo quieto.

—Sí.

Ella lo besó, el único toque entre ellos. Owen suspiró en ella,


abriendo la boca para chupar su lengua y ella acarició los labios de
Owen. Ella pensó que habría sido él, sino que fue ella la que
finalmente ya no podía soportar el mantenerse a distancia. Se
presionó contra él, aprobando la manera en que sus brazos se
acercaron a envolverla mientras sus dedos exploraron los
músculos de su espalda. Comenzó a formar la opinión de que
felizmente podía permanecer en el beso durante horas. Cuando
empezó a presionar sus caderas, haciéndola consciente de una
delicia en sus vaqueros que había tenido el gusto de probar,
cambió de opinión.

Owen gimió suavemente cuando se apartó. Sonriendo, G


llevó los dedos a los labios de Owen, amando cuando
inmediatamente tomó la punta entre los dientes. Casi vuelve a
colocar su boca ahí otra vez, pero era fuerte, dio un paso atrás.
Señalando hacia el sofá con la cabeza, sonrió.

—Siéntate.

A Owen le tomó un latido captar la información en su


cerebro para ponerse en marcha. Luego se volvió hacia el sofá. Ahí
138

estaba Archer, sentado tranquilamente en un rincón, acariciando


su polla lánguidamente con una mano.
Página
—¿Archer? —G le preguntó, mientras Owen se arrodilló en
el sofá, con la mano alta en el muslo del Archer.

Archer se inclinó para deslizar un rápido beso en la boca de


Owen.

—¿Sí?

—¿Necesitamos un condón?

Eso lo detuvo. Una mano todavía envuelta alrededor de la


parte posterior del cuello de Owen, y él la miró.

—¿Qué?

G se sentó en la mesa de café. Rápidamente, se quitó la


camiseta y la tiró a un lado mientras mantenía su atención en
Archer.

—¿Necesitamos un condón?

Él inclinó la cabeza hacia un lado, procesando lo que ella


quería decir.

—Estoy limpio.

Ella asintió con la cabeza. Fue una decisión que no había


hecho en una relación por más años que estaba dispuesta a
admitir, incluso para sí misma, pero lo sentía importante.

—Yo estoy limpia también. Y sobre la píldora. ¿Owen?

Con los ojos muy abiertos miró entre ella y Archer y


viceversa.

—No tienes qué cariño. —Usó el tono maternal comúnmente


empleado al tratar con los niños. Parecía un poco inadecuado, ya
139

que ella estaba en topless, pero ya era demasiado tarde. —No hay
ninguna razón que tengas que...
Página
—No. Estoy limpio.

—Entonces, ¿podemos confiar en cada uno? —Estaba


pidiendo algo más que eso. Este fue un gran paso.

Archer lo sabía. Ella había decidido confiar en él, realmente


confiar en él. ¿Pero él habrá decidido confiar en ella? ¿Era Archer
digno de confianza? Ella pensaba que sí y rara vez se equivocaba.

Asintió con la cabeza.

¿Sabía Owen lo que ella estaba pidiendo? Ella sospechaba


que si. No era tan ingenuo.

—Sí.

Ella sonrió.

—Bien. —Se inclinó hacia adelante, les dio un codazo a


distancia para que pudiera colocarse entre ellos. —Es mi turno de
estar en medio.

Archer se echó a reír cuando subió a su regazo, frente a


Owen.

—Tú estuviste en el centro para empezar.

G se recostó en él, torciendo el cuello para poder sonreír a la


cara.

—En realidad no.

Él arqueó una ceja.

—¿Cuando puedo obtener un turno?

Sorprendida, parpadeó, las imágenes de cómo podría estar


140

en medio seria fascinante. Luego ella besó a un lado de la


mandíbula.
Página
—Tú eres el siguiente. —A medida que se echó a reír, se
volvió a Owen. Parecía que estaba todavía digiriendo la idea de
Archer estando en medio también. Riéndose, ella lo empujó para
que callera a su espalda. Sin dudarlo, G se arrastró hacia adelante
para llegar a sus pantalones.

G se colocó sobre sus rodillas, ahora, ella trabajó en Owen,


mientras que Archer, deslizó sus pantalones cortos de las caderas.
Ella consiguió bajar los pantalones vaqueros de Owen hasta las
rodillas instándole a Owen a deslizarse de regreso al sofá, y luego
se puso de pie para terminar el trabajo, tanto para los vaqueros y
sus pantalones cortos. Echando a un lado ambas prendas, se
arrodilló lentamente entre los muslos abiertos de Owen,
deslizando sus brazos por debajo de sus piernas mientras se
apoyaba sobre sus codos. Ella besó la piel satinada y justo por
encima de su ombligo, y luego miró su torso y luego a los ojos
vidriosos, él se había fijado en su boca, su boca que se cernía sobre
la punta su polla que tenía liquido pre seminal. G se lamió los
labios, consciente de la palma de la mano de Archer se desliza
sobre sus caderas y el culo. Los dedos de una mano encontró y
trazo sus pliegues resbaladizos de su sexo, atormentándola
cuando ella besó su camino por más lejos en la ingle de Owen,
dejando que su polla rozara en la mejilla mientras ella buscaba la
base de la misma. Ella acarició el vello dorado oscuro de la base de
Owen, inhalando el aroma del sexo previo, en ese momento dejó
que su lengua húmeda se deslizara hasta su eje, acariciando la
vena gruesa debajo hasta llegar a la cabeza de la circuncisión.
Owen se estremeció debajo de ella, sacudiendo las caderas. Ella
agarró su cintura para sostenerlo mientras acariciaba la cabeza
del pene con los labios, suavemente mordiendo, luego, lamía para
calmar el ardor. Mientras tanto, Archer hundió un dedo en su
sexo, nada más para atormentarla ya que incluso uno de sus
141

gruesos dedos no podía comenzar a llenarla.


Página
Los dedos de Owen peinaban su cabello, una presión suave
en la parte posterior de su cráneo persuadiéndola, rogando en
silencio por más. Ella felizmente se lo dio, tomando la punta en su
boca, y luego hundiéndose. Escuchó su gemido como de alivio y
tortura y tuvo que hacer eco de un sonido similar cuando Archer
no sólo unió un dedo con otro dedo, su pulgar encontró su clítoris.
Tan bueno. Chupó la polla de Owen como un gran helado, caliente,
y Archer la recompensó acariciando su botón, lo que la hizo
estremecerse. Esto le daba una nueva dimensión a su cabeza. De
esta manera ella podría dar mucho de lo que tenía, y eso la hizo
excitarse más. Ella trató de calmarse, pero pronto ella y Owen se
retorcían, la cadera de Owen hacia todo lo posible para estar más
adentro en la boca de G, y ella empujaba su cadera hacia los dedos
de Archer.

Sin moverla de su lugar sobre Owen, Archer se arrodilló


detrás de ella y acomodó la cadera de G. A pesar de la bravata
anterior de G, era muy consciente de lo que Archer estaba a punto
de hacer y no había ninguna barrera de protección entre ellos. G
sintió la cabeza de su polla en su entrada, sintió su pausa. Esto la
hizo detenerse, con los labios un poco más de la punta de la polla
de Owen. Unas manos cálidas acariciaron su espalda.

—¿Estás segura, G?

Ella echó la cabeza hacia atrás, dejando la polla de Owen


húmeda que diera una bofetada en su vientre.

—Sí.

Archer le tomó la palabra, empujándose hacia adelante, la


primera pulgada fue gloriosa. Ella contuvo la respiración,
saboreando sentirlo, disfrutando de la captura en el aliento de
Archer. Ella tenía que preguntarse cuándo fue la última vez que
142

Archer había follado sin protección, o incluso si alguna vez lo


Página

había hecho ya sea con un hombre o una mujer.


Empujó en el interior lentamente, y ella tuvo que cerrar los
ojos y disfrutar las sensaciones de la piel desnuda sobre la dureza
como el acero.

Dedos fuertes se clavaron en el hombro de G cuando él usó


su agarre para empujarse dentro. Provocando que ella gimiera, y
otra cuando se echó hacia atrás para otra estocada prolongada.
Dejó caer la cabeza hacia adelante, con la frente en la parte plana
del vientre de Owen, frotando su polla contra el costado de su cara
mientras su cuerpo se estremecía al ritmo de los empujes de
Archer. La palma de la mano de Owen la acaricio de su espalda
hacia su hombro, y se sentó para que pudiera llegar por debajo
para encontrar un pecho. Ella gritó, capturada por la fuerza de
Archer cuando Owen pellizcó el pezón.

Archer se congeló.

—A la mierda. Justo lo que acabas de hacer, vuélvelo a hacer.

Owen se echó a reír, y Gretchen sin aliento le hizo eco.

—¿Te refieres a esto? —Owen pellizcó de nuevo, y ella


apretó consciente cuando Archer entró.

—Dios, sí.

—Hmph. —Ella llevó las manos hacia las nalgas apretadas de


Owen.

—¡Gah! —Owen se tensó, con los dedos ya excavando en las


costillas de G mientras ella se tragaba su polla. Desde que él no era
tan largo como Archer, ella podía sacar el máximo provecho de él
dentro de su boca.

—Ven aquí. —Ese fue Archer, su voz retumbando en algún


143

lugar por encima de su espalda cuando detuvo sus embestidas.


Cuando G escuchó los besos húmedos de los labios, ella sabía que
Página

se estaban besando.
Besos por encima de ella, mientras que sus dos gallos fueron
enterrados en su interior. La sola idea era demasiado
emocionante. El orgasmo la tomó desprevenida, su grito fue
ahogado por la polla en su garganta. Se las arregló para convertir
el grito en una succión desesperada, las uñas de ambas manos se
clavaban en la carne del culo de Owen.

Ambos lograron frenar, incluso cuando ella hizo todo lo


posible para transferir el derrame de su placer en ellos. Owen se
estremeció, muy cerca de perderlo, pero se controló cuando ella
aminoró, mientras dejaba deslizar su polla de su boca para que
pudiera respirar.

—Oh, mierda, —él se quejó.

Ella miró por encima del hombro para verlos apoyados uno
contra el otro, frente con frente. Owen se aferraba de ambos
hombros de Archer entre tanto las manos oscuras de Archer,
abarcaba ambos lados de su caja torácica. Ambos tenían los ojos
cerrados, boca abierta, los labios húmedos e hinchados por el
beso. Ella se movió, y Archer gimió, sus caderas involuntariamente
empujaron dentro su vara de acero de su polla en ella.

Uno de los ojos de Archer se abrió para verla observándolos.


Hizo una mueca y le dio una estocada duro.

Sus ojos parpadearon cerrándolos, y se dejó caer,


presionando su mejilla en la polla de Owen en su vientre.

—Fóllame, joder.

Archer gruñó. Cambió el agarre de Owen a la cadera de G, se


arrodilló y le dio exactamente lo que pedía, al parecer hecho con
bromas. Muy contenta, ella maniobró de nuevo hacia la polla de
144

Owen a su boca y cuidó de él, lo que le obligó a gimotear por ella.

Owen se dejo caer hacia atrás, rompiendo su control. Él


Página

agarró el sofá a ambos lados y se estremeció.


Ella chupó fuerte, determinada a hacerlo acabar. Sus dedos
se deslizaron sobre su piel, empapada por tanto su sudor y la
saliva que se había filtrado de su boca durante sus esfuerzos. Ella
lo usaba. Agradecido de que ella guardara sus uñas cortas pasado
de moda por mecanografía, ella trazó detrás de sus pelotas,
explorando, buscando, encontrando el fruncido ano. Sabiendo si
podía él tomar la polla de Archer, ciertamente él podría tomar los
dedos de ella, ella lo penetró con dos yemas de los dedos. Eso es
todo lo que tomó. Ella ni siquiera le dio oportunidad de explorar.
Owen se puso tenso, gritó, y disparó su salada carga en su boca.

Ella hizo todo lo posible para tragar, pero Archer escogió ese
momento para tirar de ella, perdiendo su ritmo y su control. La
leche de Owen escurrió de su boca mientras ella se vio obligada a
sujetarse en el sofá para salvar su vida. Él se estrelló contra ella,
consiguiendo que ella gimoteara una vez más antes de que él se
saliera. G escuchó húmedas y furiosas cachetadas por unos
segundos, luego el calor líquido espeso, salpicado su espalda.

Archer, cayó de rodillas. La ausencia de su calidez le dijo que


se había caído hacia atrás, hacia el otro lado del sillón. Owen
estaba sin fuerza debajo de Gretchen, quien estaba muy contento
de estar acostado con su mejilla sobre el vientre sudoroso.

Muy bien, G se dijo mientras se deslizaba alegremente, esto


sólo puede ser temporal, pero podemos hacer que funcione por un
tiempo.
145
Página
Capítulo Diez
—¿Qué?

Gretchen sopeteó una chip de maíz en el aderezo de


alcachofas y espinacas, fingiendo indiferencia a pesar de que ella
hizo una mueca de dolor con el volumen de Ellen.

—Un poco más fuerte, cariño.

Ellen recordó dónde estaban y tomó un vistazo a su


alrededor. Nadie en el bar les había dado una segunda mirada. Se
sentaron en una mesa estrecha alta, las sillas raquíticas, ellos
estaban en un rincón relativamente tranquilo, y a la vista del resto
de la barra en caso de vieran a alguien que deberían de hablar y lo
suficientemente lejos del bullicio para poder hablar. Gretchen no
había estado segura de que debiera confiar en su amiga, dado que
uno de sus nuevos amantes era primo de Ellen, pero necesitaba
hablar con alguien, y Ellen era la amiga más cercana que tenía.

Ellen se agachó más cerca, tratando de captar la atención de


Gretchen.

—¿En serio?

—Sí.

—¿Sólo en este fin de semana?

—¿Sí?

—¿Ambos?
146
Página
Gretchen no pudo evitar la sonrisa que se dibujó en los
rincones de la boca. Sólo de pensar en su fin de semana increíble
la hizo sonreír.

—Sí.

Ellen silbó suavemente.

—Has estado muy ocupada. No me extraña que no me


llamaras. ¿Cómo sucedió?

Gretchen respiró hondo.

—Archer.

—Lo descubrió.

—¿Qué quieres decir con eso?

Ellen arqueó una ceja.

—De todo lo que me has contado de él, es un cabrón


agresivo.

Saludó con la mano y sonrió a una conocida sentada unas


pocas mesas de distancia, pero por suerte, la mujer se quedó con
el hombre con quien ella se sentó.

—Él es muy seguro de lo que quiere.

—Oh-hoh.

—¿Qué?

—¿Fue idea de él?

—Sí.
147

—Por lo tanto, ¿son un verdadero trío, o él sólo trajo a Owen


porque a ti te gusta?
Página
Gretchen hizo una mueca a Ellen mientras crujía otro chip.

—Para tu información, resulta que Archer es bisexual. Esta


tan interesado en Owen como yo.

Siempre tan atenta, Ellen cogió un significado en sus


palabras que Gretchen no había querido realmente dejar salir.

—¿Estás interesada en Owen?

Apenas se las arregló para no flaquear.

—Te dije que me sentía atraída por él.

—Y también me dijiste que no harías nada, porque él es sólo


un niño.

—Él no es un niño.

—Son tus palabras, no las mías.

—Yo nunca dije eso.

—Estoy bastante segura que si.

Gretchen frunció el ceño ante su amiga, que frunció el ceño


de vuelta.

—Bueno, eso fue estúpido de mi parte haberlo dicho.

—Oh, sí, hasta ahora lo dices.

—Cállate.

—¿Cómo es él?

—¡Ellen!

—¿Qué?
148

—Es tu primo.
Página
—Y él es, obviamente, mucho más que un adulto ahora que
ha dormido contigo y Archer. —se rió, bebiendo en su copa. —
Supongo que eso responde a nuestra pregunta acerca de que si él
es gay.

—Por supuesto que sí.

—Voy a tener que decirle a mi mamá.

—No te atrevas.

—¿Es un secreto?

—Así es, es el secreto de Owen, entonces no me uses para


abrir los armarios de la familia.

—Por así decirlo. Bueno, está bien, tienes razón. —Suspiró


Ellen y tuvo una mirada lejana en sus ojos. —Dos hombres. ¿Eso
es fantástico?

En momentos privados, Gretchen y Ellen había admitido


tener fantasías de niñas y detalladas acerca de los hombres de
Heaven Sent y sus amantes. Eran, después de todo, meramente
humano, y los hombres de Heaven Sent eran ciertamente dignos
de tales fantasías y mucho más, al igual que sus otros
significativos. Gretchen y Ellen se confiaban una a la otra para que
no se deslizara alrededor de los propios chicos.

Gretchen dejó escapar un suspiro apreciativo.

—Así es, es fantástico, —admitió.

—Archer y Owen, —murmuró Ellen.

—Sí.
149

Ellen acarició el cuello de la blusa.

—Contigo entre ellos.


Página
—Sí.

—Te odio.

—También te amo, cariño.

Se echaron a reír. Gretchen llamó la atención de la camarera


y agitó su mano. Hubo una pausa en la conversación cuando
Gretchen ordenó otro cosmopolita y Ellen asintió con la cabeza a
otro mojito.

Ellen chupó lo último de su bebida, y luego puso su vaso en


la mesa.

—¿Y ahora qué?

—¿Con Archer y Owen?

—Sí.

Gretchen se encogió de hombros, prestaba demasiada


atención a la taza y su chip como se las arregló para reunir los
restos su salsa.

—Estamos saliendo los tres.

—¿Los tres?

—Sí.

—¿Cómo es eso?

Gretchen masticaba su chip con un suspiro.

—¿En serio? No lo sé. Acaba de ocurrir este fin de semana.


Archer cree que me preocupo demasiado.

—¿Has hablado con ellos sobre esto?


150
Página
—Algo. Hablamos. Estamos de acuerdo en ser monógamos
entre los tres. —Ella frunció el ceño.—¿Puede ser monógamo un
trío?

—¿Quién sabe? ¿Se convino que es sólo los tres?

—Sí.

—¿Archer estuvo de acuerdo con eso?

Eh, ¿por lo que Ellen se sorprendió de eso también?

—Sí.

—Wow. Así que obtuviste más de un compromiso con él


ahora que hay otro hombre involucrado. —Ella sacó la paja de su
bebida y mastico un extremo. —Interesante.

—Yo no pedí un compromiso antes.

—También es interesante. ¿Crees que lo habrías conseguido?


¿Antes de…?

Gretchen parpadeó y consiguió unos minutos para cuando la


camarera volvió con las bebidas. Gretchen ordenó algunos rollos
de huevo del suroeste y vio que la mujer retiró los vasos vacíos.

Ellen esperaba una respuesta cuando la camarera se fue.

—¿Y?

—Archer trajo otro nivel en la relación, por aportar a Owen.

—¿Ah, sí?

—Sí.

—Interesante.
151

—Deja de hacer eso. ¿Qué quieres decir?


Página
Ellen dio un sorbo a su bebida, mirando a Gretchen con una
diversión inteligente, que hizo que Gretchen entrecerrara los ojos.

—Es interesante que lo veas de esa manera.

—¿Por qué?

Dejó la bebida con cuidado, con los dedos sobre la servilleta


de papel debajo de ella.

—La mayoría de las mujeres podrían suponer que traer a


otra persona en una relación significaba que estaba aburrido con
sólo ustedes dos. Pero tú crees que es porque él está haciendo las
cosas más en serio.

Gretchen se quedó quieta. Eso tenía sentido, ¿no? Por lo


menos ahora lo hizo, pero al hablar con Archer había visto las
cosas bajo una luz diferente.

—No... No fue así. Él... —Ella lo pensó. Sacudió la cabeza. —


Es difícil de explicar.

Ellen cruzó los brazos sobre la mesa, inclinándose hacia


adelante.

—Prueba.

—Owen fue... es... que realmente quería compartir a Owen.


No era como si estuviera tratando de reemplazar lo que teníamos.
Por lo menos, no se me ocurrió.

—Interesante.

—Ya está bien.

—Pero lo es. Yo no hubiera pensado que ibas a reaccionar de


152

esta manera.

Cuando miró a través de los ojos de Ellen, ni Gretchen lo


Página

haría.
—Archer notó que me sentía atraída por Owen. Además notó
que Owen se sentía atraído por mí. Según él, nos reunió.

—Qué extrañamente romántico.

Gretchen se rió entre dientes, jugando con la servilleta


debajo de su propia bebida que aún no había tomado.

—Lo fue de verdad.

—Oh, hombre.

Gretchen miró a su amiga.

—¿Qué?

—¿Quién hubiera pensado que el camino hacia su corazón


iba a traer a un niño juguete a tu cama?

—Oh para eso.

—Por supuesto, el problema ahora es, ¿cómo te sientes


sobre el niño juguete?

—Me preocupo mucho por Owen.

—¿Más ahora?

—Sí. —No podía oír su propia respuesta suave y por encima


de la algarabía general de la barra.

Ellen entendió su significado.

—¿Gretch?

—Sí.

—¿Estás enamorada?
153

—No seas tonta.


Página

—¿Estoy haciendo el tonto?


—Sí.

—¿No crees que estés enamorada?

—Es demasiado pronto para eso.

—Bueno, —Ellen dio un sorbo a su bebida, —es posible que


desees pensarlo un poco. Nunca lo has aceptado de cualquiera de
los otros hombres con lo que has estado desde que te conozco.
Cualquier indicio de algo remotamente parecido a esto, y tú lo
habrías golpeado hasta la acera. A ambos. ¿Lo que es diferente
aquí es que lo has aceptando?

Gretchen sopló a su flequillo de su ojo.

—Tal vez yo sólo quería saber lo que se sentía estar en


medio un sándwich humano.

Su broma se quedó corta cuando Ellen no se rió.

—Tal vez. Pero creo que hay algo diferente en estos dos
hombres.

Ella se burlaba.

—No se puede estar enamorada de dos hombres, Ellen.

—Mmmm. ¿Y a quién estás tratando de convencer de esto?

—¡Oh, Dios mío! —Jane llegó y sin más le dio una palmada
154

en el brazo a Owen. —¡Bribón! ¡De ninguna manera!


Página
Owen sabía que la caída de su cabello no ocultó su sonrisa
mientras disimulaba una mueca de disgusto. Todavía no estaba
seguro sí debió confiar en Jane, pero simplemente había tenido
que confiar en alguien. Jane había demostrado ser una buena
amiga, bastaba con asegurarse de que mantendría su secreto.

Ella se sentó a su lado en el piso de su sala de estar, las cartas


en la mano y la película en el televisor por encima de ellos
completamente olvidado gracias a su noticia.

Owen levantó su cabeza para mirarla seriamente.

—No puedes decirlo a nadie.

—Sí, sí. Te lo prometí. Oh, hombre. —Ella se sentó contra la


parte delantera del sillón, la mandíbula desquiciada mientras
miraba sin ver la televisión. —Oh, hombre. Así que eres gay.

Owen se echó a reír.

—No. Soy bi.

Ella fijó su mirada hacia él.

—Has dormido con hombres.

—Algunos.

Ella lo recorrió con la Mirada, de arriba a abajo. Owen había


visto esa mirada caliente antes. ¿Qué pasaba con las mujeres
cuando se trataba de chicos gays? ¿Cómo podría haber la
posibilidad de que las excitara? Pero lo hizo, y él había jugado con
eso un par de veces. Tenía motivos para estar muy agradecido de
que Gretchen fuera una de esas mujeres. Tan sólo recordar cómo
los había observado a ellos era suficiente para cubrir su polla.
155

—¿Y te has acostado con la patrona?


Página
Tomó aliento, mentalmente calmándose para no reaccionar
al bajo escrutinio de Jane.

—Sí.

—Mierda. No tengo vida.

Owen se echó a reír.

—Paul podría ser una excepción.

Ella alejó la sugerencia de su novio con su mano, con quien,


por casualidad sabía que ella estaba muy enamorada.

—Así que, ¿Cómo sucedió?

Él negó con la cabeza.

—Todavía no estoy muy seguro. Archer lo inició.

—¿Ese es el Señor súper atractivo al cual ella ha estado


viendo?

—Sí.

—¿Él lo empezó?

—Bueno, —Owen se sonrojó, —juraste no decir nada.

—No voy a decir enserio. Suéltalo.

—Él vino a la oficina la noche del jueves, y... nosotros... lo


hicimos.

—¡Afuera! ¿En la oficina? —Él estaba feliz de que las paredes


de su edificio de apartamentos fueran bastante gruesas. Existía la
posibilidad de que sus vecinos no escucharan aquel grito. Una
probabilidad —¿Dónde estaba yo?
156

—Todo el mundo se había ido a casa a dormir.


Página
—Mierda, si eso no es una razón para trabajar hasta tarde,
no sé lo que es. ¿En su oficina?

Owen reunió las cartas que claramente ya no eran


interesantes.

—En la oficina de Gretchen, —murmuró.

—No me digas. —gritó. —¿Ella lo sabe?

—Sí.

—Claro, supongo que no importa ya que los tres... Oh


hombre, ¿de verdad? ¿Los tres?

—Sí.

—¿Y tú y Archer...?

—Estoy atrapado en esto, ¿verad?

—Demándame. Trabajo para Heaven Sent. Me gusta oír


hablar de los hombres juntos.

Eso lo hizo reír.

—Está bien. Sí, lo hicimos.

—Él acababa de llegar a la oficina ¿y...?

Owen incluso sintió un poco de cosquilleo recordando


aquella noche. Ahora que estaba más allá de la ira y el miedo, él lo
recordaba tan caliente, bueno más o menos.

Ella se fundió en un encogimiento de hombros, poniendo los


ojos en blanco.

—Me has matado. Estoy muerta.


157

Colocó las cartas sobre la mesa y recogió su lata vacía de


Página

Coca-Cola.
—Está bien, voy por otra bebida. Quieres una.

—Sí.

Cuando regresó, todavía estaba en la misma posición, pero


sus ojos estaban abiertos, mirando pensativamente a la estantería
al lado del sofá. Ella se sentó y él bajó otra lata a su lado junto con
la bolsa de papas fritas que había traído de la cocina.

—Entonces, ¿cómo funciona eso?

—No voy a describir el sexo para ti.

—No quise decir eso. Aunque, es bastante cruel, que no lo


hagas. —Él entornó los ojos cuando abrió su propia bebida. —No,
quiero decir, ¿cómo es la relación de trabajo ahora que hay tres?
¿O de eso se trata de una relación? ¿O fue cosa de una sola vez?

—¿Podrías llamarlo a la mayor parte del fin de semana "solo


una vez"? En realidad, podrías. —Bebió un sorbo de su bebida. —
No sé.

—¿No sabes cómo va a funcionar?

—No sé si es una relación. Realmente no sé cuánto tiempo va


a durar.

—¿Qué?

—Dicen que quieren volver a hacerlo, pero... —Se encogió de


hombros. —No lo sé. Ellos ya estaban en una relación. Soy sólo
una tercera rueda. —Optó por no decirle sobre el compromiso de
Gretchen de la fidelidad. Él era de la opinión de que era sobre todo
para dejar de usar condones. Consiguió otro escalofrío recordando
simplemente la forma en que se había sentido.
158

—¿Crees que es todo lo que es?


Página

—Tiene sentido, ¿no? Soy el niño juguete, ¿no?


Ella frunció el ceño a la mención de la palabra, abriendo su
propia bebida.

—Supongo que sí. Eso es una mierda. Pero no sabes,


¿verdad?

—No. No lo sé.

Ella rebuscó en la bolsa de papas fritas un puñado.

—¿Gretchen regresará pronto a trabajar?

—Está de vuelta. —Jane había salido de la oficina la primera


mitad de la semana.

—¿Cuándo se aburran? ¿Aún con todo respecto al sexo?

—Sí, incluso con eso. —Se rió entre dientes. —La mayoría
del trabajo que ella quería hacer en su casa ya esta hecho, y ella se
aburre en casa. Archer acaba de ser requerido por un montón de
trabajo de esta semana, por lo que decidió volver a trabajar
también.

—¿Ella no se decidió a darte un poco de tiempo libre? —Jane


movió las cejas en las dos últimas palabras.

Él se ruborizó.

—No. Ella fue muy seria en cuanto a nuestra relación


personal no debe afectar nuestra relación de trabajo. Así que no
hay tiempo libre para eso.

—Es una lástima. —Le dio una mueca de traviesa. —¿Así que
no lo hacen en la oficina?

—¡No!
159

—Ay, no me digas que no has pensado en eso. Antes tuviste


sexo con Archer ahí.
Página
Se retorció.

—Ella ha estado muy ocupada al volver a estar al tanto de las


cosas.

—¿Ni siquiera un beso?

Se mordió el labio.

Ella gritó.

—Está bien, así que ha habido algo.

Él asintió con la cabeza, decidido a no hablar de la mamada


espectacular que Gretchen le había dado esa tarde después de
regresar del almuerzo. Él sería incapaz de mirar a su escritorio de
la misma manera otra vez. Se negó a creer que muchos besos y
manoseos sean igualados al "sexo" en la oficina. Esta tarde fue lo
más lejos que ellos había ido.

—Oh, hombre. Eso es caliente.

No podía discutir eso.

—Bueno, espero que sepas lo que estás haciendo. No se me


ocurriría decirte que pares, te entiendo, pero… —masticaba
algunas papas, estudiando su rostro, —ten cuidado, ¿está bien?

—¿Qué se supone que significa eso?

—No quiero que te lastimen.

Apartó el pelo de la cara, y alcanzó las cartas.

—No te preocupes por mí. Voy a estar bien.

Por lo menos, estaba bastante seguro de que lo estaría.


160
Página
Capítulo Once
En su segunda semana de vuelta al trabajo a tiempo
completo, Gretchen logró concertar a tiempo para que discutieran
el contrato de Thanos Gaming con Heaven Sent. A pesar de que
ella le había pedido a Owen que enviara el contrato a los chicos el
mes pasado y que su gente estuviera estudiándolo, aún así tenía
que discutirlo en grupo y llegar a una decisión. Eso simplemente
no era justo para Archer, a pesar de que había sido un muñeco y
no lo había mencionado, excepto el fin de semana pasado.
Gretchen había tenido la sensación de que a Archer realmente le
gustaría una respuesta pronto, por lo que ella había llamado a los
muchachos. Johnnie y Luc estaban en la ciudad, y la mañana del
viernes resultó ser un buen momento para Darien, Brent, y Hell
para llamarlos.

Estaba Luc en la sala de conferencias con ella y estaban


discutiendo del viaje de Darien con él en la llamada de conferencia
cuando Johnnie entro alegremente.

Él sonrió, sacudiendo su cola de caballo por encima del


hombro.

—¿Soy el último en llegar?

—Sorpresa, —murmuró Luc, sentado en su silla.

—Bien. —Johnnie cerró la puerta y se sentó en la silla frente


a Luc. Se inclinó hacia la llamada de conferencia.—¿Brent?
¿Darien? ¿Hell? ¿Todos están ahí?
161

—Sí. —Darien estaba en Inglaterra con Chris, así que era


Página

más tarde para él.


—Estamos aquí. —Brent y Hell estaban en Chicago para ver
otra banda.

—Excelente. Antes de empezar... —Johnnie se volvió hacia


Gretchen, que estaba sentada entre él y Luc en el extremo de la
mesa, —¿Dónde está Owen?

Ella frunció el ceño.

—En su escritorio. ¿Quieres que Owen esté aquí? —No era


algo inaudito, pero las decisiones del grupo se hacían sólo con los
seis.

—No. Es mejor que no este. —Johnnie cruzó las manos sobre


la mesa de cristal brillante y se inclinó hacia ella. —Quiero saber
qué pasa con Owen, tú y Archer.

Sus ojos se abrieron de par en par, y ella se quedó


boquiabierta antes de que se le ocurriera reprenderlo por su
actitud.

—¿Cómo...?

El malvado hombre, sonrió de oreja a oreja.

—Un pajarito me dijo que Gretchie no sólo salía con un


hombre, sino dos. ¿Es verdad?

Ella frunció el ceño.

—¿Quién te lo dijo?

Luc saltó hacia adelante, al instante interesado.

—¿Oh, hombre, es verdad?

La sonrisa de Johnnie se amplió más.


162

—No sólo eso, también hay un rumor de que los hombres


Página

están saliendo. Huelo a ménage à trois.


—¿Qué? —La voz de Darien sonó fuerte y claro por la
llamada en conferencia.

A toda prisa, Gretchen alcanzó el dispositivo y aprovechó


para bajar el volumen.

—Déjame adivinar. ¿Te encontraste a Ellen?

—¿Importa?

—Importa ya que la voy a matar.

Se echó a reír.

—Oh, vamos, no le dijiste a ella que ocultara el secreto de mí.


—Él parpadeó con esos magníficos ojos esmeralda que hacían que
millones de admiradoras se desmayaran. No era la primera vez
que ella creía que esos ojos deberían ser clasificados como armas.
Eran peligrosos. —Todos somos una familia aquí. Tú sabes
nuestros secretos.

—Tengo serias dudas de que conozca todos sus secretos.

—Sabes los más importantes.

Suspiró y se sentó, frotándose el puente de su nariz.

—Realmente preferiría no haberme convertido en eso.

—¡Jesús H. Cristo, es cierto! —Ululó Luc, golpeando con su


mano la mesa. Las tres botellas de agua en la superficie del cristal
saltaron por el impacto. —Eso es impresionante.

—Jesús, —Brent arrastró las palabras a través de la


conexión, —¿es Owen incluso legal?

—Tiene veinticuatro años, —ella le espetó, echando un


163

vistazo para asegurarse de que la puerta de la sala de conferencias


estuviera cerrada.
Página
Owen estaba sólo en el pasillo, después de todo. Estaba
agradecida de que hubiera decidido tomar la llamada aquí en vez
de en su oficina.

Satisfecho consigo mismo, Johnnie se echó hacia atrás en su


silla.

—Ves, Gretch. No puedo decir que te culpo, ya que Owen es


adorable.

—Espera, espera, espera. —Luc se volvió hacia ella, con una


ceja interrogante. —¿El otro es Archer?

Gretchen deslizó una mano hacia abajo a los botones del


frente de la blusa, aclarándose la garganta. Todos sabían que había
estado saliendo con alguien, pero sólo Luc lo había conocido.

Él tomó su silencio por la respuesta que era.

—Jodida madre ¿él es gay?

—Difícilmente, si está durmiendo conmigo.

—¿Pero está durmiendo con Owen también?

Ella suspiró. No había ayuda para esto.

—Sí. —Si era sincera consigo misma, esto era bastante


divertido. Por lo general, los chicos le decían acerca de sus
aventuras. Este era un giro totalmente con noticias sórdidas.

—A la mierda A. —Luc miró a Johnnie. —¿Has visto a este


hombre?

—No. ¿Atractivo?

—Mierda. Él es jodidamente apuesto.


164

Gretchen tuvo que parpadear hacia Luc, quién sonrió.


Página
—¿Qué? No es mi tipo, pero puedo apreciar. —De nuevo a
Johnnie. —El tipo que tiene 'arriba' escrito sobre él.

Eso la hizo reír. Ni siquiera podía estar molesta con Ellen


por derramar los frijoles. Ellen sabía muy bien que sus chicos
deberían saber. Se estiró, alisó el pelo y sonrió a Johnnie.

—Está bien. ¿Cuánto necesitas saber antes de que podamos


seguir adelante con el negocio en cuestión?

—¿Cuándo voy a conocer Archer? ¿Vendrá a cenar con


nosotros esta noche?

—No.

—Mierda.

—¿Por qué? ¿Está pensando en robármelo?

—Sí, claro, para que Tyler haga una masacre. Pero tengo que
checar al tipo antes que te tiente para que entres en un trío.

—Te informaré que no fui tentada.

Johnnie sonrió.

—¿Tú idea, entonces? Ahora realmente tengo que conocerlo.

Ella se rió de nuevo y deslizó una copia de las notas de su


contrato frente a él.

—Bueno, si decides hacer este juego, podrás conocerlo.

—¿Es por eso que estamos haciendo esto? —Preguntó


Darien. —¿Porque estás saliendo con él?

—No. Ahora en serio, chicos, no lo hagan sólo porque yo


165

estoy con Archer. Lo he aclarado con Archer desde el primer


momento que nuestra relación empezó que no tiene nada que ver
Página

con la aceptación de este contrato.


—Por supuesto. —Asintió Johnnie, escaneó el resumen de
una página. —Pero la idea del juego es muy buena. ¿Leíste
Hellion?

—Lo leí, —Hell dijo con un tono de tenor. —Me gusta la idea.
Es como...

Hell procedió a nombrar algunos juegos que Gretchen sólo


creyó recordar, y Johnnie respondió del mismo modo. Los otros
chicos tenían más de una idea de lo que estaban hablando que
Gretchen, por lo que principalmente escuchó, explicó lo que sabía
de la oferta del contrato y de Archer. Todos habían leído al menos
su resumen, y escuchaba como Johnnie y Hell habían leído todo el
asunto y hecho algunas investigaciones adicionales por su cuenta.
Ambos tenían preguntas, que ella obedientemente anotó para
darles seguimiento con Archer, pero al final sonaba como si
estuvieran todos en favor del proyecto.

—Esto va a funcionar, —dijo Johnnie, corrigiendo los


papeles que tenía delante. —Estoy tratando de hacer algo nuevo.

Gretchen miraba entre él y Luc, que asentía con su acuerdo.

—¿Deberíamos hablar de eso? La reunión acordada será en


enero. ¿Debo buscar algo para Año Nuevo? ¿Antes? Génesis estaría
feliz de tenernos de vuelta. Ellos han preguntado.

Luc levantó la mano.

—En realidad, a principio de este año no puedo. Chicos van a


recibir sus invitaciones oficiales pronto, pero Reese estableció que
la boda será en año nuevo.

Gretchen sonrió, al igual que Johnnie.


166

—Eso es fabuloso. ¿Ha decidido dónde?


Página

Luc se rió.
—Él lo tiene todo. Es curioso que hubieras mencionado
Génesis.

—¡Es un fantástico lugar para casarse! —Darien sonaba más


emocionado que Luc.

No es que Luc no estuviera muy, muy feliz.

—Sí.

—¿Ya sabes donde será la luna de miel?

Luc se encogió de hombros.

—Hell, no tengo ni idea. No me va a decir lo que está


haciendo. Pero me imagino que vamos a irnos durante un mes
más o menos.

Gretchen se inclinó para apretar el brazo.

—Eso es maravilloso. Felicitaciones.

Le dio las gracias, y su sonrisita feliz calentó el corazón de


Gretchen.

—¿Entonces, tenemos que planear febrero para llevar a cabo


cualquier concierto? ¿O podríamos intentar algo de pre-
temporada de vacaciones?

—Voy a estar de vuelta el próximo mes, así que cualquier


cosa, —respondió Darién. —Pasaremos la Navidad en nuestra
casa con nuestras familias, pero nada antes de diciembre.

Luc se rió entre dientes.

—Me parece grave.


167

—Podría ser.
Página
Johnnie y Luc intercambiaron sonrisas pero no hicieron más
comentario.

—¿Brent? —Gretchen preguntó. —¿Hell?

Hubo una pausa. La falta de sonido indicó que los otros dos
tenía el teléfono en silencio. Gretchen miró a Luc, que se encogió
de hombros, pero no parecía preocupado.

—Sí, está bien. —Era la voz de Brent que había vuelto. —


Podemos empezar a ver las fechas de febrero, pero nada antes. Y
deberíamos empezar planear en grabar un nuevo material.

Eso pareció sorprender a Luc.

—¿Están listos para eso?

—Sí. Ha pasado demasiado tiempo.

—¿Qué pasa con los Knights?

—¿Quién sabe? —Gretchen podía imaginar a Brent rodando


los ojos. Había oído algunos de los ensayos de los Indigo Knight,
pero estaba segura de que no había oído todas sus canciones. Lo
que había oído era que las cosas no eran precisamente fáciles. —Si
las cosas vienen juntas antes de eso, genial. Si no, vamos a hacer
los arreglos.

Gretchen asintió.

—Muy bien, entonces. Voy a programarlos en febrero y más


allá. ¿Brent, déjeme saber qué tipo de arreglos tienes en mente?

—Lo haré.

—Bien. Mientras tanto, voy a discutir el acuerdo del juego


168

con Archer y les mandaré un mensaje con todos los detalles.

Se concluyó la reunión con la base conmovedora de


Página

costumbre.
Una de las cosas que más amaba Gretchen acerca de cómo
trabajar con esta banda fue que a pesar de que eran caprichosos y
relajados, también eran extremadamente profesionales. Sólo rara
vez su vida personal se interponía en el camino. Era una rareza
entre los grupos de rock, y ella atesoraba el hecho de que sus
chicos no eran los rockstars mimados que normalmente había.

Cortaron la llamada telefónica, y Luc había desaparecido en


los baños. Él, Johnnie, y Gretchen se reunieron con Reese y Tyler
en el marina para el almuerzo en menos de una hora. Como
Gretchen rellenó contratos y documentos en una carpeta manila,
Johnnie se mantuvo en su asiento, con las manos cruzadas en
silencio en la mesa frente a él. Cuando terminó, Gretchen le dirigió
una mirada expectante.

Johnnie sonrió grande.

—Vas a volver con tus hombres. Estás bien, ¿verdad?

Ella se echó a reír, sacudiendo la cabeza.

—debería haber sabido. Sí, estoy bien.

—¿Cuánto tiempo ha estado sucediendo esto?

—¿Nosotros tres? Hace poco más de una semana.

—¿Así que no era sólo de una sola vez?

—Han sido dos fines de semana para los tres. Nos


reuniremos mañana.

—¿Salen cuando no están los tres?

—Johnnie, en realidad, no es tan organizado.


169

—Suposición.

Gretchen suspiró.
Página
—No he visto a Archer fuera de los dos últimos fines de
semana. Está sobrecargado con el trabajo. Y, francamente, yo
también solo he visto a Owen en la oficina.

Gracias a Dios, Owen no le había pedido echarse un polvo en


la oficina.

—¿Esto es serio?

Gretchen pasó sus dedos a lo largo de los bordes de la


carpeta y papeles sueltos en frente de ella, innecesariamente
alisándolos.

—No lo sé. Me preocupo por los dos. Es demasiado nuevo.


Owen ha estado conmigo durante todo el año, y Archer y yo
éramos novios antes de que sucediera, pero... no lo sé.

—¿Estás contenta de que haya pasado? —No mucha gente se


daría cuenta de cuanto se preocupaba Johnnie debajo de toda esa
bravuconería.

—Lo estoy... —Se encogió de hombros. —No sé a dónde va. O


si no va a ninguna parte. No estaba segura si estaría a largo plazo
con Archer antes de que esto sucediera. Ahora, ¿con Owen...?

—¿Lo amas?

—¿A quién?

—Cualquiera de ellos. ¿Ambos?

Se quedó mirando la mesa.

—Es demasiado pronto para eso.

Johnnie se inclinó para apretar la mano.


170

—He oído que es posible estar enamorado de dos personas,


pero no es fácil.
Página
Gretchen asintió con la cabeza.

—Un poco más fácil si ellos se preocupan por cada uno


también.

Gretchen le dio una sonrisa brillante.

—Siempre buscando el lado bueno, ¿verdad?

Riendo, Johnnie se puso de pie, usando su mano para


ponerla de pie. Ella con mucho gusto dejó que la envolviera en un
cálido abrazo.

—No tengo ningún consejo, pero siempre estoy dispuesto a


escuchar. Si yo no estoy en la ciudad, hazme una llamada
telefónica.

Gretchen lo apretó.

—Lo sé.

Johnnie se puso de pie.

—Además, me tienes que dar todos los detalles sexy.

Gretchen también se levantó, recogiendo sus papeles.

—No va a suceder.

—¡Oh, vamos! Sólo puedo vivir a través de ti.

—¿Estás diciendo que necesitas más de Tyler?

—No trates de meterme en problemas. Estoy bastante


contento con Tyler. Eso no significa que no pueda disfrutar a
través de ti.

Con los papeles en mano, se enfrentó a él.


171

—Una vez más, no va a suceder.


Página
—Aguafiestas. Yo te lo diría.

Gretchen se echó a reír, y se dirigió al pasillo.

—Sí que lo harías. Incluso si te pidiera que no lo hicieras. —


En la oficina de Ellen, Gretchen se detuvo para meter la cabeza por
la puerta.

Ellen levantó la cabeza al oír la detonación de Gretchen.

—Chismosa. —Gretchen le sacó la lengua.

Ellen se rió.

Gretchen detuvo a Johnnie y señaló a la oficina de Ellen.

—Espérame aquí.

—¿Por qué?

Levantó el contrato.

—Entregaré esto a Owen y traeré mi bolso. Luego podemos


irnos.

Cualquiera que no lo conociera podría comprar su mirada de


fingida ignorancia.

—¿Qué? ¿No se me permite hablar con Owen?

Gretchen lo conocía muy bien.

—Ahora no.

—Oh Dios, ¿estás bromeando?

Gretchen señaló de nuevo.

—Quédate.
172

Sólo una vez que estuvo segura de que no la seguiría fue a su


Página

oficina.
Owen apartó su mirara del monitor a su entrada. Sólo al
verlo con su camisa azul cielo con el pelo rizado sobre el cuello y
las comisuras de su boca se levantaron. Su sonrisa como saludo
rompió su concentración cuando regreso a su monitor.

—Hola.

—Hola. —Gretchen dejó la puerta cerrada detrás de ella


mientras cruzaba la habitación.

Owen se quedó a mitad de camino cuando Gretchen se


inclinó sobre su escritorio para que sus labios pudieran reunirse
en algún lugar sobre las pilas desordenadas de papeles sobre su
cartapacio. Por un momento, suspiró con él, saboreando la suave
calidez de sus labios sobre los de ella. Olía vagamente del
shampoo con sabor a fruta que había usado esa mañana, pero más
del olor ligero, a tierra que había llegado a reconocer como de
"Owen". A regañadientes, detuvo el beso, alcanzándolo con su
pulgar para borrar el lápiz labial de sus labios.

—Hay una posibilidad de que Johnnie entre como un cañón a


través de esa puerta en cualquier momento.

Echó un vistazo a la puerta cuando él volvió a su asiento.

—¿Por qué?

—Él sabe lo nuestro.

—¿Se lo has dicho?

Gretchen rodó los ojos.

—Ellen lo hizo. Eso es lo que me pasa por confiar.

Sus ojos estaban de nuevo en la puerta.


173

—¿Sólo nosotros, o...?


Página
—Oh. Él sabe de Archer también. El grupo entero lo sabe
ahora.

Parpadeó, atrapado entre una risa y una caída de la


mandíbula.

—Estás bien. ¿No es así?

Dando vueltas al final de su escritorio, ella se rindió y dejó


que sus dedos acariciaran sus rizos suaves. Tan lindo en la forma
que sus ojos se cerraron hasta la mitad. No se habría sorprendido
al escucharlo ronronear. Su gatito. En comparación con Archer, el
león de la montaña. ¿León de la montaña? No, gato malo. Tendría
que ser un leopardo negro, ¿verdad?

—Por supuesto que estoy bien. —Mantuvo la analogía del


gato a sí misma, decidiéndose que Owen no le gustaría ser llamado
gatito. —No me avergüenzo de lo que tenemos, es que... —no lo
entiendo, terminó en su mente. Aparentemente, ella se encogió de
hombros, doblando los dedos alrededor de la parte posterior de
su cuello. —Es tan nuevo que no estoy preparada para hacer
frente a las preguntas. —Suspiró, apartándose de él. —Pero voy a
almorzar con Johnnie y Luc ahora, así que creo que voy a
conseguir un poco de práctica.

Esos ojos enormes aqua clavados en ella, llenos de la mayor


confianza.

—Vas a estar bien.

Gretchen tiró de la oreja suavemente, sonriendo.

—Gracias. —Dando un paso atrás, señaló el contrato que


había caído sobre su escritorio. —Te necesito para que escribas
un resumen que incluya las preguntas que vienen. Entonces se lo
174

daré a Archer.
Página

Con impaciencia, Owen tomó la carpeta.


—¿Están de acuerdo en hacerlo?

—Si las respuestas a las preguntas son correctas, sí.

—¡Genial! ¡Archer estará encantado!

—Johnnie y Hell en particular, están deseando hacerlo. —


Ella sonrió, dejándose contagiar del entusiasmo de Owen mientras
se dirigía a su oficina para recuperar su bolso. Volvió a su oficina y
lo encontró mirando por encima de sus notas el contrato. —Está
bien, me voy. Llámame si mis garabatos son ilegibles.

Él resopló, sacudiendo la cabeza. Habían tenido esta


discusión antes y siempre había logrado descifrar su escritura.

—¿Vas a terminar esas notas y las llamadas que nosotros


hablamos antes?

—Ya casi termino con las llamadas. —Él se levantó para


besarla, deslizando un brazo alrededor de su cintura para
animarla a quedarse un poco más. —¿Está bien si llevo el contrato
a la oficina de Archer? —Su aliento abanicó sus labios cuando
apenas se había retirado lo suficiente para hablar.

Gretchen extendió una mano sobre el corazón de Owen, feliz


de estar cerca por un momento.

—Quieres ver su reacción, ¿eh?

—Sí.

—Por supuesto. Dile que estoy deseando que llegue mañana.


—Ella sonrió, acariciando su pecho. —Aunque, tal vez vaya más
tarde y para cacharlos en una situación comprometida.

Como Gretchen se esperaba, el rubor se deslizó por el cuello


175

de Owen. Después de todo lo que habían hecho, él se las arreglaba


para ruborizarse. Le encantaba eso.
Página
—No vamos a tener sexo en su oficina, —murmuró.

—¿Por qué no? Han tenido sexo en el mío.

Su boca se abrió y ella se echó a reír.

—Archer me lo dijo.

Owen cerró los ojos.

—¡Oh Dios!

—Debo decir que quien limpio mi sofá es muy bueno.

Para disimular su vergüenza, Owen volvió a besarla. Abrió la


boca y su lengua suavemente inquisitiva de una forma para
convencerla de que se distrajera.

—No necesitamos hacerlo en la oficina cuando estaremos


juntos mañana. ¿No quieres ver?

Ella se movió, aún insoportablemente excitada incluso con la


imagen de los dos follando. Sin dudarlo, Archer la llamaría para
que disfrutara de eso en particular. Tan hermoso.

—Sí.

Con una muy masculina y confiada sonrisa, la besó de nuevo.


La puerta se abrió.

—¡Ja! Yo lo sabía.

Gimiendo, Gretchen se separó de Owen.

—¡Johnnie!

El cantante se quedó en la puerta, con una enorme sonrisa


en su rostro.
176

—¿Qué?
Página
Detrás de él, Luc llenó el resto del espacio de la puerta, con
los brazos cruzados, con una sonrisa a juego.

Ella negó con la cabeza. El almuerzo iba a ser una aventura.

—Nada. No importa.

—No dejes el beso de despedida por nuestra culpa, —Luc


arrastro las palabras.

Se apartó de los labios de Owen.

—Hablaremos mañana.

—Está bien.

Dando un paso atrás de su calor, se volvió para acechar a


Johnnie y Luc.

—Fuera, los dos.

Johnnie se rió.

—Nos vemos más tarde, Owen.

—Nos vemos más tarde, Owen, —Luc dijo cuándo Gretchen


empujó su pecho.

—Hasta luego, muchachos, —su joven amante llamó desde


detrás de ella.
177
Página
Capítulo Doce
Owen no había estado en la oficina de Archer antes, pero
sabía dónde estaba. El edificio era bastante agradable, un parque
de negocios típico con un bloque de plata, negro y gris en el
edificio en conjunto, en medio de un estacionamiento y colinas
verdes. Owen se estacionó en uno de los espacios para visitantes
en frente de una puerta de cristal blindado con GAMING THANOS
grabado en ella. Entró en una zona de recepción pequeña con una
puerta, una planta, dos sillas y una pequeña mesa con un cartel
detrás que decía LLAMADA DE SERVICIO 1. En dos de las paredes
estaban enmarcados posters de los juegos más conocidos que
Thanos había producido. Al no ver otra opción, marcó y habló
brevemente con una voz masculina que le preguntó quién era, le
dijo entonces que esperara.

Unos minutos después, la puerta se abrió y apareció el


mismo Archer.

—Owen, ¿qué estás haciendo aquí?

Los latidos del corazón de Owen se aceleraron al ver al


hombre más alto. Esperaba que su sonrisa no fuera demasiado
ilusa mientras sostenía una gruesa carpeta de manila.

—Te he traído esto.

Archer frunció el ceño, ladeando la cabeza. Se veía delicioso.


Owen, por supuesto, lo prefería desnudo, pero si lo tendría
vestido, Owen le gustaba con un modo de vestir casual. Incluso en
178

pantalones vaqueros y una camisa azul T-, todavía se veía


elegante.
Página
Pudiera ser que su cabello negro fuera corto y grueso como
para nunca lucir desordenado como cuando recortaba su Vandyke
siempre perfectamente. O tal vez era sólo que la naturaleza no se
atrevería a dejar que Archer fuera menos que perfecto. Dio un
paso hacia Owen, manteniendo una mano en el interior de la
puerta pesada.

—¿Qué es eso? —Hizo una seña con la mano libre para que
Owen se acercara.

Owen se acercó.

—Un contrato.

En lugar de llegar a la carpeta, la mano de Archer se levantó


para enrollarse en el lado del cuello de Owen. A punto de doblarse
para un beso, se detuvo.

—¿Contrato?

Owen sonrió y asintió con la cabeza.

La luz de esperanza en sus ojos despojó años de su rostro.

—¿Es ese el contrato?

Otro gesto de asentimiento.

—Hay algunas revisiones solicitadas, pero creo que las veras


aceptables.

No estaba preparado para el ¡alarido de Archer! de


excitación. Riendo, se tambaleó hacia atrás cuando el hombre
mayor lo apresuró, abandonando la puerta tomó la mandíbula de
Owen con las dos manos. Antes de que ninguno de ellos pudiera
decir nada más, la boca de Archer se inclinó sobre Owen con un
179

beso profundo. Owen casi dejó caer el contrato cuando tuvo que
agarrarse de Archer como apoyo.
Página
En cambio, él envolvió sus brazos alrededor de la cintura del
hombre más grande y felizmente sucumbido al beso.

—No creerás que tan bienvenida es la noticia, —respiró


Archer mientras se enderezaba. —Gracias.

El propio aliento de Owen estaba entrecortado. Se lamió los


labios para coger el último sabor de Archer.

—No hice nada.

Las manos de Archer todavía aprisionaban su cuello. Sus


pulgares rozaron la curva de la mandíbula de Owen. Los oscuros
ojos marrones estudiaron su rostro con una cálida sonrisa curvó
sus labios.

—Eres mi ángel.

Antes de que Owen pudiera darle sentido a esas palabras,


Archer se rió y giró. Tomó la mano de Owen, utilizó la otra mano
para introducir un código en la cerradura de la puerta.

—Vamos adentro para que conozcas a los chicos.

Más allá de la puerta era otro mundo. Fue una combinación


entre el paraíso industrial, sala de estar de un soltero, y de un
nerd. Dos de las paredes sin terminar estaban cubiertas de
cubículos, cada uno lleno de grandes monitores LCD, teclados,
ratones, tabletas, y todo tipo de dispositivos de almacenamiento.
Un tercer muro apoyado una enorme televisión de pantalla ancha
sobre dos consolas que figuraba el paraíso de un jugador de
equipo. El centro de la sala estaba lleno de sofás viejos pero
cómodos y sillas con mesas cargadas de bocadillos. La cuarta
pared principalmente predominaba las ventanas del piso hasta el
techo, actualmente cerradas para bloquear la luz para no
180

interrumpir la intensa competencia proyectada en la televisión. Al


lado de las ventanas estaba abierta la puerta a una oficina.
Página
Tres hombres ocupaban el sillón y una silla. Uno estaba
usando el dispositivo de juego y los otros dos estaban mirando
intensamente. Owen juzgó que dos de ellos tendrían su edad, el
tercero entre él y Archer. Archer lo llevó a la parte trasera del sofá
y les indicó que esperaran.

Owen miró hacia abajo a sus dedos, aún atrapados en la


mano de Archer. Por lo tanto, él no iba a ocultar a su amante
masculino de sus empleados. Eso fue un alivio, incluso fue una
sorpresa para Owen. ¿Conocerían a Gretchen? Sin duda, después
de todo ellos habían pasado mucho tiempo juntos, ¿ella había
estado aquí? Owen no podía recordar si lo mencionó, pero hay
algunas cosas que había hecho y no lo había tomado en cuenta. No
muchos, pero algunos.

Algo pasó en el juego que hizo que los hombres lloriquearan


y causó una pausa apropiada. Se volvieron hacia ellos y Archer
presentó a Brad, Ali, y Víctor. No utilizó el término "novio", pero
sólo uno de los hombres lo miraba con recelo por la forma en
Archer continuó manteniendo su agarre en la mano de Owen.
Todos ellos eran lo suficientemente amables, saludándolo con una
sonrisa.

—Y esto... —Archer levantó la carpeta que tenía en la otra


mano —este es el contrato de Heaven Sent.

Tres gritos de alegría correspondieron al grito original de


Archer, y soltó la mano de Owen para recibir abrazos de
felicitación. Genial. Owen tuvo la sensación de que Archer se
llevaba bien con sus empleados, pero fue bueno ver la evidencia
de eso.

—Supongo que esto significa que permaneceremos en el


negocio después de todo, ¿eh, jefe? —Dijo Brad con una gran
181

sonrisa.
Página

—Es un alivio, —añadió Ali.


¿Permanecer en el negocio?

Archer golpeó el hombro de Brad, sonriendo.

—Las cosas están mejorando. —Él hizo un gesto de vuelta al


juego. —Ahora, manos a la obra. Esa última secuencia tiene
tweakage importantes.

Archer se volvió e hizo un gesto hacia la puerta de la oficina


abierta mientras los hombres volvieron a su trabajo. La oficina era
pequeña y oscura, a pesar de la pared de la mitad de las ventanas
del piso al techo que coincidía con el de la habitación principal. La
oscuridad se debió principalmente a la abundancia de paneles de
madera y el fondo de pantalla verde sobre el revestimiento de
madera. Las persianas verticales estaban medio cerradas, y los
árboles en el patio oscurecían la ventana, así que había una
sombra omnipresente. Archer tenía un escritorio, un sofá y dos
sillas de invitados, todo en madera que coincidía con el
revestimiento de madera. Hizo un gesto Owen hacia las sillas.

—¿Puedo ofrecerte algo de beber o algo? ¿O necesitas


regresar a la oficina?

—Nope. La jefa salió con Johnnie y Luc. Ella no piensa volver.


—Owen bajó la mirada a la alfombra de color verde oscuro, de
repente tímido. —Me dijo que podía venir a darte esto.

Archer sonrió, se sentó en el borde del escritorio mientras


Owen se sentó en el brazo del sofá.

—¿No tienes que volver?

Él no había estado a solas con Archer desde aquella noche en


la oficina de Gretchen, y había llegado a ser muy consciente de
que, durante las últimas horas, como había terminado su trabajo
182

para que pudiera venir. Con los ojos aún evitándolo, él asintió con
la cabeza.
Página
Algo cayó sobre la superficie del escritorio, sonaba como el
contrato.

—Ven aquí.

Owen levantó la vista para ver a Archer hacer señas hacia él.
Se mordió el interior de su labio inferior, se levantó y cruzó el
pequeño espacio. Archer lo acercó, sus muslos presionando la
parte exterior de las piernas de Owen. Owen miró hacia la puerta
para asegurarse de que estaba cerrada.

Archer extendió la mano en la mejilla de Owen,


manteniéndola para estar cara a cara.

—No te preocupes por ellos. Ellos saben acerca de mí.

Owen deslizó sus brazos alrededor de la cintura de Archer y


aceptó un beso breve y dulce.

—¿Qué saben ellos?

—Ellos saben de ti. —Le dio un beso en la mejilla de Owen.


—Ellos saben acerca de G. —se arrastró hacia la oreja de Owen.

Owen arqueó el cuello para darle a Archer un mejor acceso.


Sus ojos se entornaron cuando Archer lamió el pulso.

—¿Y están de acuerdo con eso?

—¿Por qué no habrían de estarlo?

Owen parpadeó ante la puerta.

—¿Nosotros tres? Es un poco... raro.

Archer se rió entre dientes, sus manos grandes acariciaron


su espalda.
183

—Raro es mi segundo nombre.


Página
—Pensé que era Giancarlo.

Por eso, Archer golpeó su trasero.

—Sabelotodo.

Riendo, se besaron de nuevo. Owen se animó con esto. Era


mucho más agradable disfrutar a Archer cuando lo molestaba.
Reconoció que parte de su resentimiento de antes tenía que ver
con su propia atracción hacia Archer, que había ascendido a los
celos confundiéndolo por Archer y Gretchen. Fue un alivio poder
dejar ir la envidia y actuar sobre lo que sentía. Además, el cuerpo
de Archer era una maravilla al tacto. Tan grande, tan fuerte y duro
en lugares increíbles. Owen nunca había tocado completamente
detrás de esas curvas interesantes. Nunca había estado con un
hombre hecho y derecho antes. Mucho mejor que un niño de su
misma edad. Se presionó en Archer, abriendo la boca para que la
lengua deliciosa, e inquisitiva. Las manos de Archer recorrían su
espalda, uno de ellos deslizándose hacia abajo para acariciar su
culo. Demasiado pronto, Owen se encontró meciendo su cadera,
frotando su erección en una cresta a la respuesta dentro de los
pantalones vaqueros de Archer.

—Uh... —Retiró sus labios y trató de aliviar el ritmo de sus


caderas, —tenemos que parar o yo...

Archer tomó dos puñados de su culo y apretó de nuevo.

—Sí, yo también.

—No podemos... —Owen lo empujó por los hombros,


mirando hacia la gran ventana a su derecha. No había nadie ahí
para verlos, pero la extraña casualidad le hizo desanimarse. —No
aquí.
184

Archer suspiró.
Página
—Por desgracia, tienes razón. —Dejó que sus manos
soltaran a Owen, liberándolo lentamente. —¿Has comido ya?

—No.

—Estoy muerto de hambre. ¿Qué tal si vamos y tenemos una


cena temprana?

Owen le dio un vuelco el corazón. Escondió su reacción


girando hacia el sofá.

—Claro, suena bien.

—Genial. Déjame revisar rápidamente las notas que has


mencionado. Luego podemos irnos. —Archer rodeó el escritorio a
su silla. —¿Qué tal si pasas la noche en mi casa?

Tomado por sorpresa, Owen cayó torpemente en su asiento.

—¿Eh? —Él hizo una mueca cuando el cambio de posición


hizo que sus pantalones exprimieran su erección.

Sentado, Archer lo miró con una pequeña sonrisa.

—Tú y yo deberíamos conocernos mejor, ¿no te parece?

Owen tragó mientras se ajustaba a una posición más


cómoda. La sugerencia de Archer no estaba ayudando en nada.

—Está bien, seguro. —Él se preguntó si Archer podía oír los


latidos de su corazón.

—No tiene que hacerlo.

—No, no. Yo quiero. —Dios, ¿qué tenía su voz para que


estuviera así de ronca?
185

Archer se rió entre dientes.


Página

—No voy a hacerte daño, cerdito.


A Owen le tomó un segundo para entender la referencia.
Luego se echó a reír.

—Eso es lo que todos los grandes lobos malos dicen. —Él


tomó un riesgo, y trataba de ser valiente. —Además, a lo mejor
quiero que me coma.

Archer detuvo a medio camino de sacar el contrato de la


carpeta y arqueó una ceja ante Owen.

—Oh, ahora tienes que venir a casa conmigo. Tal vez nos
saltarnos la cena.

—Ah no, me tienes que dar de comer primero.

Archer lo miró fijamente, y la bravuconada de Owen se


fundió en un rubor avergonzado.

—Trato. —Dejó caer su atención en el contrato. —Podemos


ir a tu departamento primero, si lo desea. De esa manera podemos
ir directamente con G mañana.

Owen sintió mariposas en el estómago. En primer lugar una


noche a solas con Archer, luego otro día, ¿tal vez todo el fin de
semana con Archer y Gretchen? ¿Estaré muerto he ido al cielo?

—Eso probablemente sería una buena idea, —murmuró,


metiéndose a sí mismo en la esquina del sofá mientras trataba de
calmarse. No fue fácil. Su imaginación empezó imaginando a
Archer dándole una mamada mientras Gretchen le estaba dando
uno a Archer y... No, eso no ayudaba en absoluto. Tratando de
distraerse, tomó una caja de un juego que estaba sobre el
escritorio junto al sofá. Sacó el manual y comenzó a leerlo. Esto
funcionó. Su cabeza se metía más en la idea del juego que en el
sexo. A su juicio, tendría a Archer ofertando cualquier tipo de
186

juego que quisiera.


Página

Eso le recordó.
—¿Archer?

—¿Sí?

—¿Qué quiso decir Brad? Sobre permanecer en el negocio.

Inclinado sobre los papeles, Archer vaciló. Luego suspiró.

—El negocio no está muy bien.

Owen esperó, pero tenía que preguntar a Archer ya que no


continuó.

—¿Estás en problemas?

—Todavía no. —Sacudió el contrato. —Esto va a ayudar.

—¿Hay algo que pueda hacer?

Archer se rió en voz baja. Levantó la vista.

—No. Pero gracias por preguntar. Oh, espera.

Owen dudaba en pasar la página del manual.

La sonrisa de Archer se desvaneció en una mirada seria.

—No le digas a G.

Owen se sorprendió.

—Lo digo en serio. No quiero que lo sepa.

—¿Por qué no?

—No es su problema.

—¿Es un problema?
187

—No es uno que no pueda manejar. —Frunció el ceño. —En


serio, Owen, no se lo digas.
Página
—De acuerdo.

Archer asintió, inclinándose de regreso en los papeles.

—Buen chico. Gracias.

Ahora Owen frunció el ceño.

El condominio de Archer era fenomenal. Estaba en el tercer


piso de su edificio, que tenía ventanas que daban a un parque
exuberante, verde con un pequeño lago artificial. Los colores
predominantes del apartamento eran tostados y verdes, pero a
diferencia de su oficina, el bronceado se impuso con los blancos
predominando para que fuera mucho más luminoso y alegre que
su oficina. Una espaciosa sala de estar y una cocina limpia Owen
sospechaba de que una persona se dedicaba a la limpieza. Pero
hubo detalles bastante pequeños que involucraba a Archer
evidentemente. El póster enmarcado de lo que Owen sabía que fue
su primer hit de video juego, por ejemplo. Una máscara estilizada
estaba colgada en el centro de una pared blanca. Le dio la
impresión a Owen de que Archer había estado ahí durante algún
tiempo.

Archer tomó la mochila de Owen de la mano al entrar y de


inmediato desapareció por un pasillo corto y oscuro con la puerta
abierta en el otro extremo. En lugar de seguirlo, Owen vagó hacia
el balcón más allá de una pesada mesa de roble. Estaba lleno de la
comida coreana y un poco mareado por la cerveza coreana que
188

Archer había insistido en que lo probara. No había bebido mucho,


pero desde que era un peso ligero, estaba un poco mareado.
Página
Al abrir la puerta del patio, salió a la refrescante fría tarde de
julio por la noche.

La cena había sido increíble. Archer se había mantenido al


margen de hablar de negocios y Owen, sin saber cómo hacer el
cambio de tema, lo había dejado pasar. Archer conocía su oficio
mejor que Owen. Si decía que las cosas estaban bien, Owen tuvo
que creerle. Además, una vez que estuvieron en el coche de
Archer, que realmente había sido como una cita. Archer le había
preguntado acerca de su vida y había sido perfectamente
consiente sobre las preguntas y Owen pidió las mismas
respuestas. Owen se enteró de dónde era Archer y seguía tratando
de conciliar a un Archer como un nerd adicto al ordenador y flaco.
Se había decidido que tendría que ver las fotos para creerle.

Fue muy fácil para que Owen que entendiera el por qué
Gretchen estaba tan a gusto con Archer. Ellen le había dicho que
ella había tenido relaciones fallidas en el pasado, es decir, debido a
los celos de su puesto de trabajo. Pero Owen no creía que sería un
problema con Archer. Tenía sus propios intereses y su propia
vida, tanto que Archer era generoso en compartirla, incluso con un
niño ingenuo como Owen. Los dos eran, de hecho, muy parecidos.
Ambos seguros de sí mismos hasta el punto de que no les
importaba mucho lo que los demás pensaran de ellos. Ambos
llenos de una confianza en sus propias capacidades y no era
arrogancia, fue solo un simple hecho. Owen siempre había amado
a Gretchen desde que la conoció. Se sintió atraído por las mismas
cualidades en Archer.

¿De verdad Archer me quiere? Owen se preguntó una vez


más. ¿O es que Archer me quiere como parte de estar con Gretchen?
¿Realmente importa? La respuesta no llegó.
189

—¿Qué estás haciendo aquí? —Preguntó una voz preciosa,


antes de que los fuertes brazos se deslizaron alrededor de él por
Página

detrás.
Owen mantuvo las manos en la barandilla de madera
pintada, pero se acurrucó dentro de los brazos de Archer.

—Sólo despejo mi cabeza.

Cálido aliento sopló sobre su cuello, justo antes de que sus


labios rozaran su piel.

—¿No te estás escondiendo de mí?

—No.

Una mano se deslizó dentro de la camisa de la parte


delantera de sus pantalones.

—Bien.

Inmediatamente, su pene reaccionó. Había estado medio-


duro durante la mayor parte de la cena, el hecho de saber que iba
a estar a solas con Archer toda la noche.

La textura sedosa de la barba de Archer acarició la parte de


atrás de la oreja.

—¿Tu cabeza se despejó?

Instintivamente torció el cuello para que estuviera a


disposición de los labios del hombre más alto.

—Um... poco.

Riéndose, Archer tomó la invitación y lo besó. Tan suave. El


hombre podía follar como un toro, sino que también lograba ser
dulcemente atento. Sus labios tocaron preciosos momentos antes
de que la lengua de Owen tratara de probar a Archer. Fue
entonces cuando el otro hombre dio un paso atrás y su abrazo
190

obligó a Owen a seguirlo.

—Ven conmigo. Es hora del postre.


Página
En la puerta corrediza, Archer le dio la vuelta, entonces se
dirigió al dormitorio. Una enorme cama dominaba la habitación,
que estaba iluminada por una lámpara de noche y la luz de la luna
que entraba por las puertas cerradas a la derecha. Las cubiertas
habían sido empujadas hacia abajo, hacia el estribo con más
almohadas que eran necesarios para un hombre grande, el
colchón más cerca de la cabecera.

Liberó sus hombros, Archer fue a sentarse en el borde de la


cama. Abrió el cajón de la mesilla y saco una botella medio vacía
de lubricante. ¿Medio vacío? ¿Lo utilizó para él mismo, o en
Gretchen de la última vez?

Manteniendo sus pensamientos para sí, Owen obedeció al


movimiento del dedo de Archer y fue a pararse delante de él.
Sonriendo, Archer sacó la camisa de los pantalones y besó su
vientre. Owen se quitó la camisa mientras que Archer la
desabrochó. Unas manos fuertes deslizaron sus pantalones y
calzoncillos sobre la erección de Owen, y luego los dejó caer hasta
los tobillos.

Los dedos se cerraron alrededor del eje de Owen, y tuvo que


sostenerse agarrando los hombros de Archer por ayuda.

—Dios, eres atractivo. —Las palabras eran graves, hablado


con su polla mientras que el agarre era firme y le acarició la
erección de arriba hacia abajo.

—G...gracias.

Instándolo más de cerca, Archer se inclinó para poner su


boca en la polla de Owen. Su mano libre se deslizó alrededor de la
cadera para apretarle las nalgas. Gruesos dedos amasaron su
camino entre sus mejillas mientras Archer lo tragaba.
191
Página
—Mierda. —Trató de separar sus piernas, pero los
pantalones alrededor de sus tobillos lo obstaculizaban. —Archer,
espera.

El hombre más grande no le hizo caso, y siguió con los ojos


cerrados, concentrado en su tarea de conducir a Owen a la locura.

Owen clavó los dedos en el sedoso pelo de Archer.

—Archer, —dijo con voz ronca, haciendo todo lo posible


para mantener el control incluso cuando ese cosquilleo hermoso
se estaba construyendo en sus bolas. —La ropa.

Archer deslizó la polla de Owen, pero no lo soltó. Le dio una


sonrisa diabólica, se lamió los dedos de su mano libre hasta que
brillaba con la saliva.

—Vente para mi primero.

Owen gimió, incapaz de formar una protesta antes de que su


pene estuviera otra vez profundamente en la boca de Archer y
esos dedos húmedos fueron moviéndose en su culo.

—Maldita sea, espera. —No le hizo caso. Lo sabía. Gretchen


le había advertido varias veces el fin de semana anterior que era
mejor dejar que Archer se saliera con la suya. Casi siempre vale la
pena.

Owen sucumbió, dejando que Archer lo jodiera por adelante


y atrás. Cuando se vino, Archer gimió de placer casi provocándole
que se viniera otra vez.

Suspiró, colapsando en la cama cuando Archer finalmente lo


libero.

—¿Tienes que hacer que me venga primero cada vez?


192

Archer se rió, poniéndose de pie.


Página
—Sí. Tu sabor me excita.

Owen se puso boca arriba y se detuvo antes de llegar a los


zapatos y los pantalones, para ver a Archer quitarse la camisa. En
la luz de la luna, se veía como una criatura peligrosa salida de una
película de aventuras. Por último, se incorporó después de Archer
se había inclinado para arrancar y tirar a un lado sus botas. Los
pantalones vaqueros fueron los siguientes, y Owen tuvo que
apreciar el mejor ajuste de los calzoncillos bóxer color gris.

—¿Puedo probarte? —Preguntó Owen después de que él se


quitara los zapatos.

El ajustado calzoncillo se lo bajó liberando la erección,


definitivamente era un habitante de la oscura noche. Archer miró
de reojo.

—Oh, claro. —Dio la vuelta alrededor de los pies de la cama


al otro lado cuando Owen se quitó lo último de su ropa. Cuando
Owen se dio vuelta, Archer se había arrastrado hacia arriba y se
dejó caer de espaldas. —Puedes hacer lo que quieras, bebé.

¿Lo que sea? Owen miró los ojos oscuros de Archer, pero no
tuvo el coraje de preguntar si realmente quería decir eso. En su
lugar, se arrodilló al lado de Archer y extendió su mano sobre el
esternón del hombre. La piel de Archer era un telón de fondo
oscuro contra la más pálida de Owen. El vello corporal bajo su
palma era sorprendentemente suave, un interesante contraste con
el sensual Archer, de piel satinada. Inclinándose, Owen apoyó su
peso sobre el colchón justo al otro lado de Archer, colocándose de
modo que pudiera tomar un poco de un pezón oscuro.

Se tomó su tiempo, y Archer no se quejó. Los dedos del


hombre se levantaron para molestar a los lados de Owen, pero
193

nada más. Parecía contento de esperar, dejar que Owen lo


explorara, así que Owen se aprovechó.
Página
Probó a fondo cada pulgada de la parte superior del torso del
hombre ante el rastro de vello negro que conectaba el centro del
vientre de Archer. Acarició la polla de Archer y tomó la invitación
cuando los muslos gruesos del hombre se abrieron para ajustar su
posición a fin de que estuviera acostado entre ellos. El olor de
Archer lo envolvió mientras se agachaba para chupar sus bolas. El
suspiro del gemido de Archer y el lento movimiento de sus
caderas le dijo a Owen que sin duda estaba disfrutando de la
atención.

Owen envolvió sus dedos alrededor de la base del eje de


Archer y rindió homenaje por cada centímetro de la polla hermosa
del hombre deslizando su lengua hasta la punta. Como Archer
había hecho por él, Owen hizo todo lo posible para volverlo loco.
Pero el control de Archer era mejor. A pesar de que sin duda lo
disfrutó, nunca llegó a retorcerse como Owen solía hacer, ni
tampoco empezó a moverse como un signo de su liberación
inminente. Su respiración se aceleró, y cuando Owen se asomó
hacia él, sus miradas se encontraron y vio una mirada ardiente de
puro éxtasis.

Al llegar hacia abajo, Archer envolvió su mano alrededor de


la erección de Owen. Owen mordisqueó la punta, viendo a Archer
tomar la botella de lubricante y el pop al abrir con el pulgar.

—Levántate y monta aquí conmigo, —le ordenó, aflojando


su agarre de la mano libre de Owen.

Owen arremolinó su lengua alrededor de la cabeza de la


polla de Archer, ganando tiempo. Nunca había hecho lo que
Archer estaba pidiendo. Su limitada experiencia consistió sobre
todo en estilo perrito y una o dos veces con él en su espalda.

Archer movió su mano hasta su eje hasta que lo desalojó de


194

la boca de Owen.
Página

—Vamos, bebé.
Poco a poco, Owen se puso de rodillas, mirando la polla de
Archer levantarse para él. ¿Era más grande que antes?

—¿Qué te pasa?

—Nada. —Alisó sus manos sobre los muslos de Archer,


viendo como Archer derramaba líquido claro sobre la cabeza de
su pene. Se veía tentador.

—Mierda. ¿Qué tiene de malo? —El tono de Archer, no


admitía tonterías mientras se acariciaba.

Owen se mordió el labio.

—Nunca hice esto antes.

Sólo le tomó un segundo a Archer. Luego sonrió mientras la


tapa del lubricante hizo clik al cerrarse.

—¿Nunca montaste una polla antes, dulzura?

Owen frunció el ceño, lo que sólo hizo reír a Archer

Archer vio a Owen cuando levantó su puño con el lubricante


sobre su polla brillante.

—¿Cuantas veces has sido follado?

Owen se encogió de hombros.

—Pocas.

—Ahora eso no está bien. ¿Qué hombre dejaría ir a una


dulzura como tú?

—Está bien, corta esa dulce palabrería.

—Está bien. —Archer sonrió, encantado. Sus manos seguían


195

trabajando su eje y frotó la cabeza. —¿No te gustaría probarlo?


Página

Oh, qué diablos.


—No he dicho eso. —Decidido, Owen se movió por lo que
quedo a horcajadas sobre los muslos de Archer. Continuó
moviéndose cuando Archer envolvió los dedos de su mano libre
alrededor del brazo de Owen y le instó a seguir. Él no lo soltó
hasta que Owen estuvo a horcajadas sobre su vientre.

Sosteniendo su polla, Archer fácilmente puso a Owen hasta


que la punta de su polla húmeda pinchó el trasero de Owen.

—Tómalo lentamente, —murmuró con una mano firme en la


cadera de Owen.

Owen lo hizo, dejando que su peso callera sobre la punta de


la polla de Archer. Wow, eso se sintió diferente. Bien. Lo mismo
pero diferente aún se aferró al brazo de Archer para mantener el
equilibrio mientras se dejaba caer más hacia atrás.

—¿Estás bien?

—Sí. —Dejó caer la cabeza, asombrado por la sensación de


Archer dentro de él. Por mucho que le gustara el sexo con las
mujeres, esto fue sin duda algo que sólo se podía conseguir con un
chico. Esa sensación de estar lleno sólo estaba... —Ungh.

—Eso es todo. —La mano húmeda de Archer se cerró


alrededor de la base de la polla de Owen, acariciándolo mientras
Owen bajaba más.

La renovada erección de Owen había puesto fin a la


preocupación de este, pero el placer de ser llenado junto con el
toque de la mano de Archer lo volvió a la vida.

Gimiendo, se detuvo y empezó a retroceder lentamente,


amando la fricción en su interior. Archer lo tranquilizó cuando
llegó a apenas la punta. Luego volvió a sentarse.
196

—Oh, bebé.
Página
Owen encontró su equilibrio, incorporándose a probar hasta
que logró el ángulo correcto. Un poco de movimiento
experimental le provocó que jadiara de sorpresa ante el nuevo
ángulo excitante. Empujó la mano de Archer, y luego hacia abajo
sobre su polla, cayendo en un ritmo que hacía que sus muslos
ardieran y el calor de su vientre.

Entonces Archer dobló las piernas detrás de Owen,


cambiando las cosas. Owen tuvo que sentarse un poco más, y un
pequeño grito brotó de su garganta cuando Archer mostró el
poder de su cuerpo empujando hacia arriba a Owen.

—¡Mierda! Haz eso otra vez.

Sorprendido, miró hacia abajo para ver Archer que estaba


como ido, su apuesto rostro sudoroso por la concentración
mientras sus dedos apretaban las caderas de Owen para
sostenerlo firmemente. Owen envolvió su mano alrededor de su
polla en un esfuerzo por alcanzar a Archer. No lo logró. Los ojos de
Archer estaban cerrados, su boca se abrió y el ritmo de sus
embestidas disminuyó. Owen supo cuándo Archer se vino por el
estremecimiento que se acumuló en los músculos debajo de él, y la
vista era hermosa como para distraerlo de su propio orgasmo.
Todavía estaba mirando cuando Archer se disolvió en un montón
de huesos, saciado en las sábanas de color marfil.

Los ojos oscuros se abrieron un minuto más tarde,


coincidiendo con la sonrisa que curvaba los labios hermosos del
hombre. Él miró hacia abajo.

—¿Quieres que te ayude con eso?

Owen miró hacia abajo para ver su propia mano, todavía con
los dedos envueltos alrededor de su polla. Sintió la erección de
197

Archer deshacerse, saliendo de él.


Página
—No. —Plantó su otra mano sobre el esternón del hombre y
tiró de su polla. No le tomó mucho tiempo. Ya se estaba ahogando
en la sobrecarga sensorial. Sus bolas se apretaron, el murmullo de
excitación explotó, y entonces se vino en largos chorros en los
abdominales tensos de Archer. —Joder.

Riéndose, Archer extendió la mano para atraerlo hacia abajo.


Sin hacerle caso a la leche entre ellos, dejando a Owen sobre su
pecho y lo sostuvo ahí, con la barbilla apoyada suavemente en la
parte superior de la cabeza de Owen.

—¿Estás bien?

—Estoy muy bien.

—Mmmm. Sí que lo estás.

198
Página
Capítulo Trece
Gretchen estaba en su cinta de correr cuando el coche de
Archer dio vuelta en la avenida. Gretchen había situado su equipo
de ejercicio frente al gran ventanal en la habitación de arriba que
generalmente lo utilizaba como sala de entrenamiento y en
ocasiones como oficina. Era un espacio agradable y bien
aluminado, había pensado que sería un lugar ideal para el
dormitorio principal la primera vez que lo vio. Pero el hecho de
que la otra habitación tenía un cuarto para el vestuario, dos
closets, y el baño con la cabina de ducha y bañera con chorros
había optado a favor de esa habitación.

Sonriendo ante la vista del coche, Gretchen apretó los


botones adecuados para comenzar a bajar su entrenamiento.
Tenía que tomar una ducha, que eso estaba bien, Archer
probablemente querría esperar a Owen cuando este llegara de
todos modos. ¿Si trajeran comida? Tal vez debería llamar a Owen
y pedirle que comprara el almuerzo.

Mirando hacia arriba, estuvo a punto de hacerse daño en la


cinta por su vacilante ritmo de avance lento. No tendría que
esperar a Owen, porque Owen estaba con Archer. Ahí estaba él,
saliendo del Jaguar de Archer. Observó, aún sorprendida, cuando
él y Archer sacaron las bolsas de compra en el maletero. ¿Archer
había pasado a recoger a Owen? Pero eso no tenía sentido. Los dos
vivían en direcciones completamente diferentes. Que la dejó en la
conclusión de que habían pasado la noche juntos. Sin ella.
199

—Está bien, nada realmente porque sorprenderme, —se


reprendió, bajando el ritmo de su caminata. —Son amantes ahora.
Página
Ella parpadeó ante las teclas rojas delante de ella. Ese
pensamiento le dio un revoloteo extraño en su estómago. ¿Estaba
encendida? ¿Celosa? Fuera lo que fuera, hizo lo que pudo para
sofocarlo. No tiene sentido ver a los hombres cuando no estaba
segura de lo que era.

Empezaron a subir la acera juntos. Owen levantó la vista y la


vio. Gretchen saludó con la mano. Owen levantó una mano
cargada de bolsas en un intento de saludo, sonriendo debajo de
sus gafas de sol. Archer traía al hombro una mochila que
reconoció como la de Owen, luego levantó la vista y saludó. El
corazón le dio un vuelco al verlos juntos. Un conjunto
completamente coincidentes que se veía muy bien juntos.
Apuestos.

Entraron en la casa con la llave de Owen, y los oía en la


cocina mientras ella bajaba de la cinta. Echando un vistazo a sí
misma, ella hizo una mueca al sentir el sudor pegado a su piel y
agarró la toalla que estaba sobre su bastidor de pesas. A pesar del
aire acondicionado, parte del verano se había deslizado en el aire.
Le hacía falta esa ducha. O tal vez nadar.

Ella todavía estaba considerándolo cuando oyó fuertes


pisadas en la escalera. El paso distintivo de Archer seguida por
uno más ligero que era el de Owen. En casi todo, había un
contraste de luz y oscuridad entre ellos.

Archer entró por la puerta y se dirigió hacia ella.

—Mmmm, mujer sudando.

Gretchen lo detuvo de un abrazo extendiendo con una mano


sobre su pecho.
200

—Uf, estoy sucia.


Página

Archer se rió y apartó su mano a un lado.


—Sí, una mujer de verdad.

Gretchen se echó a reír cuando la envolvió en sus brazos,


sucumbiendo a su beso. Había pasado días desde que lo había
sentido, pero se sentía muy bien. Abrió la boca para él y saboreó el
café que Archer había bebido recientemente, un cappuccino
mocha si ella no se equivocaba. Archer dejó su boca para besar su
cuello. Gretchen gritó cuando él se volvió un nuzzle seductor en
una mordedura tímida pero realmente atrapándola. Le dio un
manotazo en la espalda, y se apartó, sonriendo.

—Bestia.

—Lo eres.

Se dio la vuelta, y ahí estaba Owen, mirándolos con


expresión soñadora.

—¿De qué te ríes? —Preguntó ella, cruzando la habitación


hacia él.

Owen extendió la mano para acariciar su rostro mientras se


acercaba.

—Tú. —Abrió su boca sobre la de ella, un poco más agresivo


de lo habitual pero aún mucho menos exigente que Archer.

Se apartó, incapaz de dejar de sonreír.

—Los dos son muy dulces, pero me veo horrible. —Dio un


paso hacia atrás, volviendo para ver a Archer en su escritorio. —
Tengo que tomar una ducha.

—¿Quieres un poco de ayuda? —Sugirió Archer con una


201

mirada lasciva.

—No.
Página
—Hemos traído comida, —dijo Owen con una sonrisa. —La
tendremos lista para cuando salgas.

—Gracias, cariño.

Archer suspiró.

—Ya está caliente y sudorosa. ¿Por qué te vas a duchar


cuando vas a terminar así otra vez?

Entornando los ojos, dio un paso atrás fuera del alcance de


su brazo mientras Archer se dirigía hacia la puerta.

—Owen, querido, ¿podrías explicarle a Archer?

Owen se rió, siguiendo a Archer por la puerta.

—Voy a intentarlo.

Gretchen sonrió. Había una sensación diferente entre los


dos. Más ligera. Compaginable. Tal vez era una buena cosa que
hubieran pasado la noche juntos.

Tal vez es mejor así.

Ella reflexionó lo que duró la ducha, sabiendo que ella estaba


pensando demasiado y se reprendió por eso. Tranquila. ¿Owen
sería gay? ¿O Archer? Ambos parecían disfrutar el estar con ella,
pero el sexo era divertido, ¿verdad? Nunca había tenido la
oportunidad, pero se imaginó que el sexo con otra mujer podría
ser bastante agradable en el contexto adecuado. Pero había
pasado semanas con Archer y nunca había sentido nada para decir
que en el calor del momento había sido forzado. Y Owen y Archer
eran firmes en el hecho de que Owen la había deseado antes de
202

que estuviera con Archer.


Página
Su experiencia en el negocio de la música y con Heaven Sent
especialmente había confirmado que la bisexualidad era real y no
sólo existían homosexualidad o heterosexual, que no importaba
en él o en ella. Ya que ella no tenía nada más en que pensar,
simplemente tenía que confiar en sus hombres para estar segura
de lo que ellos estaban sintiendo. Tenía que creer que disfrutaban
estar con uno al otro y con ella.

Sus hombres. Por el tiempo que durara.

Confiada con este pensamiento, terminó su ducha y se puso


un vestido corto, ligero para el verano decorado con flores de
color amarillo pálido. No se molestó con la ropa interior.

Conociendo a Archer, pronto se quedaría sin ellas de todos


modos. Sólo podía esperar comer algo primero.

La música rock llenó la sala de estar. Sonaba como uno de los


nuevos grupos de su empresa. Owen debió de haberlo puesto. No
era muy alto el volumen, pero era lo suficiente para que no se
escucharan sus pasos para que ella los agarrara desprevenidos.
Deteniéndose en la puerta de la cocina, ella tuvo la oportunidad de
admirar a un Owen atrapado entre las rocas de la isla de baldosas
y la pared que representaba Archer. La espalda del hombre más
joven estaba inclinada sobre el mostrador, los antebrazos estaban
sobre los hombros de Archer. Una mano sostenía una bolsa llena
de pan y el otro con una bolsa de plástico con lo que parecían ser
pavo o pollo. Gretchen se permitió observarlos por un momento,
admirando el juego de labios y la vista ocasional de una lengua.
Luego con una sonrisa avanzó en la habitación.

—Por Dios, chicos. —Arrancó las bolsas del agarre de Owen


cuando los sorprendidos chicos se apartaron. —La comida solo se
203

va a enfriar si solo se están besando.


Página
—Ya está fría, —le aseguró Owen, diversión profundizaba su
voz.

Archer se volvió para apoyar su trasero a un lado de la barra.

—Hay muchas maneras de calentar las cosas.

Ella le dirigió una mirada lasciva sobre su hombro.

—Después de comer.

Alzó las manos.

—¿Qué pasa con ustedes dos y comer antes de tener sexo?

Ella compartió una sonrisa con Owen cuando Archer pasó


entre ellos dirigiéndose hacia el refrigerador.

—Necesitamos recobrar nuestras fuerzas para mantenernos


al día contigo, hombre grande, —Gretchen bromeó, dando un paso
hacia el mostrador.

Archer gruñó. Mientras Gretchen ayudó a Owen a poner el


resto de la comida en el mostrador, Archer tomó una cerveza de la
mesa de la cocina y se sentó con un suspiro. El suspiro hizo que
Gretchen se detuviera, y lo miró. A primera vista, parecía relajado.
Pero deteniéndose más, parecía cansado.

Miró a Owen para ver que lo miraba también. Owen la sintió,


intercambiaron otra mirada breve, luego dejó caer su atención en
él.

—Así que esta es la banda de Ellen. ¿Qué te parece la nueva


canción?
204

Gretchen consideró presionar el momento, pero se dio


cuenta de que era probablemente inútil. A juzgar por la mirada de
Página

Owen, Archer no estaba hablando de todos modos.


—Me parece bien. —Ella hizo una nota mental para
acorralarlo más tarde.—¡Oh, alcachofas! Debemos tener estos.

Era una tarde agradable. El almuerzo lo prepararon en el


salón, donde de alguna manera se convirtió en una buena idea
para empujar a un lado sus mesas y despejaron su alfombra
nueva. Las fresas que habían previsto como postre resultó ser un
preludio lento, explorando el sexo.

Acostada sobre la espalda de Owen mientras este yacía en


una posición similar sobre el pecho de Archer, Gretchen tuvo que
preguntarse si el sexo con un solo hombre se podría comparar a
esto.

Archer se sentó, suavemente levantando a Owen.

—Es hora de nadar.

Owen se quejó, se encrespo en una bola.

Gretchen se rió, sentándose.

—Estás bromeando.

—Nope. Vamos, mariquitas.

—Vete a la mierda, murmuró Owen.

Gretchen negó con la cabeza.

—De ninguna manera.

Archer se burló, volviéndose hacia la puerta del patio.

—Van a acompañarme. Ya lo verán.


205

—Oye, ¡no te olvides la toalla! —gimió al oír la puerta


Página

corredera del patio, a sabiendas de que la estaba ignorando.


Sonriendo, ella se recostó para acurrucarse alrededor de la
espalda de Owen.

—¿Estás bien?

—Bien. —Entrelazó los dedos con los de ella justo debajo de


la barbilla. —Sólo agotado.

Ella cerró los ojos y disfrutó de un flashback de los dos


acostados, la polla de Archer pistoneando húmedamente en el
culo de Owen. Gretchen no había sido capaz de resistir chupar la
polla de Owen, ayudándolo a llevarlo al límite. Owen le encanta
estar en medio. Lo que hizo preguntarse si debería prestar más
atención a la doble penetración. Habían hablado brevemente
antes de eso, pero había declinado por el miedo. Nunca había
hecho sexo anal en el pasado. Pero tal vez ahora...

Dejó el pensamiento a un lado para más tarde, otro tema a la


superficie para ahuyentar algo de su excitación. Se incorporó,
apoyándose en el brazo para que pudiera mirar el perfil de Owen.

—¿Owen?

—¿Mmph?

—¿Qué pasa con Archer?

Se sobresaltó, chasqueando los ojos abiertos.

—¿Eh?

—Se ve cansado. ¿Qué le pasa?

—Uh, nada. —Él miró hacia el frente, no a ella. —¿Por qué?


206

—Sé que ha estado trabajando largas horas, y suena


estresado. Sólo quiero asegurarme de que todo está bien.
Página
Parpadeó un par de veces, y finalmente se dio la vuelta sobre
su espalda para darle toda la atención de aquellos magníficos ojos
azul verdosos.

—Creo que está cansado. No me di cuenta hasta ayer lo


mucho que está a su cargo. Está haciendo trabajos que
típicamente dos o tres personas hacen.

—¿En serio?

Asintió con la cabeza.

—Además, es el dueño de la empresa. Tiene un montón de


conexiones que necesita para mantenerla.

Ella asintió con la cabeza, sabiéndolo de primera mano.

—Hay algo que podamos hacer para ayudarlo, ¿no te parece?

Tragó saliva y negó con la cabeza.

—No en este momento. No creo, no.

Ella puso su mano en el centro de su pecho.

—¿Vas a mantenerme al tanto?

Sus fosas nasales se abrieron un poco.

—Está bien.

Sonriendo, ella se inclinó para darle un beso. Era extraño,


pero sabía que Owen se enteraría antes que ella si algo estaba
realmente mal. Ella era la niña, ¿no se supone que ese era su
trabajo? No es que ella lo quisiera.
207

Tirando hacia atrás, ella se rió.


Página

—¿Sabes qué?
—¿Qué?

Le pellizcó suavemente su cara.

—Voy a nadar.

Se incorporó mientras ella se puso de pie.

—Me estás tomando el pelo.

—Nope. Sé un muñeco y saca algunas toallas, ¿podrías?

Lo único que oyó fue un gruñido largo de sufrimiento.

208
Página
Capítulo Catorce
Tanto Archer como Gretchen estaban perdidos en sus
propios pensamientos mientras Archer la llevaba a su casa
después de otra fiesta de la industria. Era un silencio cómodo, un
descanso después de horas de charla y networking. Su séptima
fiesta en el último mes. Ella había explotado su negocio después
de que había empezado a tantear el terreno para Heaven Sent y
Archer le dio la bienvenida a la oportunidad de acompañarla, ya
que hizo más contactos de negocios para él. Todo salió muy bien
para los dos. También fue el único tiempo real que pasaban juntos
recientemente. Ambos estuvieron ocupados en sus negocios que
no le dejo mucho tiempo para su vida privada.

Gretchen le entregó la llave de su puerta mientras conducía.

—¿Vas a entrar?

Giró la llave en la cerradura y se la devolvió cuando la puerta


se abrió.

—No debería. —Condujo el Jaguar a dentro. —Tengo cuatro


secuencias para depurar antes de que Ali llegue en la mañana.

Gretchen lo vio arrastrar una mano por el pelo. Ahora que la


fiesta había terminado, parecía agotado. Ni siquiera trató de
ocultarlo ahora que no estaban en público.

—Lo siento. No debería haberte hecho venir esta noche.


209

Él se echó a reír.
Página
—No me hiciste venir. Siempre soy feliz de ser tu
acompañante. —extendió la mano y le tomó la mano. —Sólo me
perdí un par de horas de trabajo que tengo que hacer, eso es todo.

Ella sonrió cuando se detuvo.

—Y por fin me encuentro con el friki que realmente eres.

Se volvió hacia ella, sonriendo.

—Te lo advertí.

—Lo hiciste. —Ella inclinó la barbilla hacia el parabrisas. El


coche de Owen estaba aparcado en frente de ellos, y la luz estaba
encendida en el dormitorio. Dada la hora, probablemente estaba
viendo a Owl Wade Jenkins en su cama. Él se había estado
quedando cada vez más y más a medida que ella estaba ocupada.
Era conveniente para los dos, y eso significaba que ella podía estar
con él. No hizo más que extrañar a Archer. —¿Estás seguro de que
no quieres venir? Sé que él quiere verte.

Miró el coche también, suspiró, pero negó con la cabeza.

—Si entró con los dos, no me iré.

—Y eso es malo, —bromeó, desabrochó su cinturón de


seguridad.

—En este caso, sí.

Libre, podía estar a una pulgada más cerca de Archer de la


consola central. Al alcanzarlo, deslizó con el dorso de sus dedos su
mejilla.

—Te ves agotado.


210

Le tomó la mano y se llevó los nudillos a la boca.


Página
—Es parte del ciclo. Tenemos que tener estas secuencias
muy bien antes de que tus muchachos lleguen al estudio para la
digitalización.

—Todo lo que eso signifique.

Se rió entre dientes.

—Puedo explicarlo.

Ella le apretó la mano.

—Por favor, no lo hagas. Owen puede ser capaz de darle


sentido a tu alta tecnología, balbucean, pero lo único que se oye es
el zumbido de los adultos en una caricatura Peanuts.

Con eso provocó una risa fuerte y parte de la tensión


alrededor de sus ojos y boca se fue. La besó en la parte interior de
su muñeca con ternura, dejando que su lengua acariciara
brevemente su pulso. Ella se inclinó y sus labios fácilmente se
movieron desde la muñeca a la boca. Le respondió, trazando sus
labios con la lengua. Archer casi no respondió y, finalmente, se
apartó. Era suave y hermoso, pero estaba claro que nada más iba a
suceder.

Ella se apartó con un suspiro.

—Está bien. Necesitas trabajar.

Le soltó la mano.

—Dale a Owen un beso de buenas noches de mi parte.

—Lo haré. —Gretchen abrió la puerta y se detuvo después


de que pisara el concreto con su sandalia de diseñador. —
211

Deberíamos reunirnos este fin de semana ya que voy a salir de la


ciudad.
Página
Chasqueó los dedos.

—Tienes razón. ¿Te vas a Londres el lunes?

—Domingo. Durante nueve días.

—Así es. ¿Qué tal el sábado?

Ella sonrió y se echó hacia atrás para poner su boca de


nuevo en el rango.

—Eso suena encantador.

Archer captó la indirecta y la besó de nuevo, y ambos


sonrieron mientras se enderezaba.

Gretchen se bajó del coche y se quedó despidiéndolo


mientras ponía el coche de vuelta hacia la salida y cerraba la
entrada.

Suprimió un bostezo y se dirigió por el camino a la puerta


principal. No hubo señales de vida en la planta baja, lo que
significa que Owen no la escuchó entrar. Eso no era extraño. Se
levantaba temprano, después de todo.

Subió al primer piso y su suposición era correcta. Owen


estaba sobre su vientre al otro lado de la cama, con la cabeza hacia
el pie de cama con una almohada bajo la mayor parte de su mitad
superior, durmiendo a pierna suelta. Se quedó de pie en la puerta,
admirando la elegante línea de su espalda desnuda y la curva de
su culo sobre el corte de los pantalones deportivos grises. Tenía el
pelo oscureciendo su rostro, recordándole que debería sugerirle
un corte. Se ve un poco irregular, y mientras ella encontraba la
vista entrañable, si hablaba en serio acerca de tomar sus propios
212

clientes, él realmente necesitará verse más maduro.


Página
Tomó el mando a distancia de donde yacía en el colchón a su
lado y apagó el cable. En sintonía con el sonido, Owen se despertó
tan pronto como lo apago.

—¿Qué? ¿Eh? ¡Oh! —Se sentó, frotándose los ojos. —Hola.

En lugar de agacharse, esperó a que Owen se levantara,


quien se arrodilló sobre la cama.

—Hola. —Ella cubrió sus brazos sobre sus hombros y lo


besó. —Eso es de parte de Archer.

Echó un vistazo a la puerta detrás de ella.

—¿No vino?

Gretchen lo besó en la mejilla, luego se apartó para dar la


vuelta.

—No. Todavía tenía trabajo que hacer. ¿Bajas el cierre por


mí?

—¿Archer tenía trabajo esta noche? —Él deslizó sus manos


sobre su piel desnuda cuando se puso a "ayudar" a deslizar el
vestido por los hombros.

Gretchen se alejó antes de que pudiera seguir con más


caricias.

—Me dijo que estaba trabajando en algo, pero ya me


conoces. No tenía ni idea de lo que estaba hablando.

Su voz la siguió hasta que entró al vestidor. Entonces él


también.
213

—¿Ni siquiera podía venir y decir hola?


Página

Se quitó el vestido y tomó un gancho para colgar el vestido.


—Como él mismo dijo, si entraba, no iba a dejarnos.

—¿Y eso es malo?

Ella se echó a reír.

Eso fue lo que le dije.

Tomó el vestido de sus manos, para que ella viera el resto de


su ropa.

—No hemos estado juntos por un tiempo, —comentó


cuidadosamente cuando lo colgó cerca de la puerta.

Gretchen se sentó en la mesa de vestidor que estaba junto a


una pared del armario.

—Lo sé. Pero cree que puede estar libre el sábado.

—¿Le dijiste que ibas a salir fuera de la ciudad?

—Lo hice. Por eso va a tratar de estar libre para el sábado.

—Bien. —Owen recogió una pieza de joyería cuando ella lo


puso sobre la superficie. —Esperemos que no se duerma. Aunque,
es probable que lo necesite.

—Sí, así es.

Los ojos de Owen se fijaron en los de ella en el espejo.

—Tú también.

Gretchen arqueó una ceja cuando Owen le dio la espada para


regresar al armario, donde almacenaba sus joyas.
214

—¿Estás diciendo que me veo cansada?


Página

—¿Te ves? No, pero lo estás. Ambos están trabajando mucho.


—Tengo que asegurarme de que no lo hagas.

Owen resopló, abriendo los cajones pequeños para poner


cada elemento en donde le corresponde.

—Como si me escucharas.

Gretchen miró su reflejo mientras se cepillaba el pelo.

—Te escucho.

Y ella obtuvo una mirada incrédula por parte de Owen.

—Vamos.

Se encogió de hombros, pero no discutió. Gretchen frunció el


ceño cuando desapareció, dejando su cepillo para poder
desenganchar las medias de las ligas. Owen regresó con dos
juegos de la típica ropa de dormir en la mano y los levantó.

—¿Cuál quieres el azul o naranja?

Ella se deslizó cuidadosamente sus medias por sus piernas.

—Owen, no tienes que ayudarme a desvestirme.

—Oh, vamos, eso es una de las mejores funciones que tengo.

—Eso no es parte de tu trabajo.

—Debe serlo.

Ella tomó el camisón azul de su mano.

—Niños.
215

Sonriendo, Owen se fue y no volvió. Lo oyó salir de la


habitación.
Página
Regresó después de que se fuera al cuarto de baño para
quitarse el maquillaje y cepillarse los dientes. Owen dejó la taza de
té que estaba sosteniendo en la mesita de noche.

—Realmente eres demasiado bueno para mí.

Owen se arrastró sobre las piernas de Gretchen hacia el otro


lado de la cama.

—Tengo que asegurarme de que me mantendrás cerca.

Gretchen casi derrama el té sobre ella, por golpear con


fuerza el culo a su paso.

—No tienes que esperar a que yo te mantenga cerca.

—¿Eh? —Se quedó a su lado junto a ella, con la cabeza


apoyada en el brazo. —¿Tengo otras cualidades buenas?

Gretchen se quedó inmóvil, atrapada por la calidez de su


mirada. Ahí estaba él, joven, esbelto, con músculos bien
tonificados de piel suave y cremosa. Su pantalón bajo, dejando al
descubierto la parte sobresaliente de su hueso de la cadera y la
ondulación sensual del músculo de su trasero y hueso desde el
vientre, la ingle y el muslo. Se lamió los labios y dejó a un lado la
taza.

—Algunas.

Owen se quedó dónde estaba mientras Gretchen se


arrastraba hacia abajo para sacar la lengua hasta la ranura en la
ingle, hasta que fue acariciado en la cintura del pantalón.
Suspirando, rodó sobre su espalda mientras sus dedos se añadían
a la caricia, facilitando jalar la cintura, apretó la nariz contra su
216

piel fragante fresco mientras empujaba su pantalón más abajo.


Página
Su polla ubicada tranquila y suave entre sus muslos, pero
que comenzaba a animarse ya que le pasó la lengua por la piel
seca y aterciopelada.

Estaba cansada y el sueño la iba invadiendo, pero Owen era


demasiado delicioso para resistirse. Su polla se hinchó hasta que
era demasiado grande para que cupiera en su boca, y los dulces
gemidos que salían de sus labios la estimulaban. Cuando él estaba
lleno y duro, mojó sus dedos y acaricio, detrás de sus bolas.

—Espera...

—No. —Ella apretó la polla con la mano libre mientras su


dedo encontró su entrada. —Vente para mí, bebé.

Gimió, tratando de liberar una de sus rodillas de su pantalón


para doblarlo, y darle mejor acceso. Ella tragó tanto de él como
pudo mientras intentaba con el dedo entrar en el calor de su
cuerpo. Dejó que su imaginación visualizara que sus dedos eran
como una polla, siguiendo ese papel en él. Desde que había
empezado a ver como Archer lo tomaba, estaba obsesionada. Y
ciertamente Owen parecía disfrutar el ser llenado. Ella lo montó,
frotando ese punto que lo volvía loco mientras su polla crecía en
su boca. Owen agarró las sábanas debajo de ellos, gritando cuando
él mismo se conducía hacia abajo sobre los dedos. Tan apretado.
Entró una ráfaga de crema salada, que llenó su boca y se deslizó
por su garganta.

Satisfecha, Gretchen lo soltó y arrastró su cuerpo. Los ojos


entrecerrados parecían más verdes que azules en la luz de la
lámpara cuando le sonrió, levantó las manos para acariciar sus
costados.
217

—Dame un minuto, —Owen murmuró entre besos.


Página

—No hay necesidad. No vale la pena esta noche.


—Pero...

Gretchen se acostó a su lado, usando el hombro de Owen


como almohada cuando apoyo su cabeza.

—Esta noche no, bebé. —Bostezó, acurrucándose cerca de su


calor. Él era mejor que cualquier almohada. —Tal vez en la
mañana.

218
Página
Capítulo Quince
—¿Otro retraso? —Algo de su pánico llegó en un zumbido
cercano.

Los dedos de Archer no dejaron de teclear sobre el teclado,


con los ojos pegados a la pantalla.

—No me pongas a prueba, Owen.

Owen se paró frente a Archer en su escritorio, mirando el


perfil del hombre. Tenía el pelo negro y espeso, ya lo tenía un poco
largo detrás de las orejas y el cuello; eso y el estado irregular de su
corte Vandyke que completaba con su barba el resto de su
mandíbula, esto le dijo a Owen más que cualquier cosa que el
hombre no estaba teniendo un buen día.

O una buena semana. Oh diablos, un buen mes. Cuando el


verdadero trabajo de desarrollo del juego comenzó, Archer se
había retirado a su propio mundo. Sólo hablando con sus hombres
de trabajo, Owen aprendió que era habitual esta locura en Archer.
La situación esta ocasión era peor. El equipo de Archer era
lamentablemente escaso y mal equipado para tal esfuerzo.
Podrían hacerlo, Brad le había asegurado, que esto sería un reto.
Brad lo había dicho con un brillo de emoción en los ojos,
claramente esperando el desafío. Pero no tenía las mismas
responsabilidades que Archer. El jefe no estaba solo como
productor, el hombre enfrentaba al hecho de mantener la
comunicación con el mundo exterior, trabajando el triple como:
219

diseñador y uno de los programadores.


Página
Como lo expresó Brad, este juego era más o menos de Archer
desde el principio. No era una situación ideal.

—Voy a tener que decirle a Gretchen.

Archer golpeó el escritorio con su palma de la mano, lo que


hizo que las tazas saltaran.

—¡No! —Finalmente, se dio la vuelta para enfrentar a Owen.


La tensión se mostraba en las comisuras de la boca y los ojos
cuando visiblemente sofocó su enojo. Tomó una respiración
profunda. —Si le dices y ella entra en pánico podría sacarnos.

—No lo sé. —Owen inclinó una taza de café hacia él para ver
el resto del contenido frío. ¿Cuántas tazas bebió hoy? Ella
probablemente querrá ayudar.

—No. —Archer le arrebató la taza y la puso fuera de su


alcance. —No es su problema. No es un problema. No quiero que
se involucre. —Se pasó una mano por el pelo revuelto y se levantó
para sentarse recto. —Está bien. Todo está bien.

Owen entrecerró los ojos.

—Simplemente diciéndolo no va a hacer que suceda.

El lado izquierdo de la boca de Archer se alzó en una media


sonrisa burlona por un breve segundo antes de que la suprimiera.
Sus ojos se clavaron en Owen brillantes con intención.

—Ella tiene suficientes quebraderos de cabeza. ¿Qué va a


hacer al respecto cuando esté en Londres?

Owen bajó la mirada, jugando con la correa de la mochila


220

que había colgado del hombro. La única razón por la que no le


había dicho a Gretchen todavía era porque Archer lo había
Página

convencido de no hacerlo.
—Está ocupada. No sirve de nada decirle. Estaremos en el
estudio pronto.

Pero "pronto" se había convertido en terriblemente flexible,


y las cosas eran ahora dos semanas de retraso para que Heaven
Sent hiciera su parte en la creación de las secuencias del juego.
Owen había escuchado fragmentos de la conversación de Brad con
los otros chicos, dando a entender que había algún tipo de presión
indebida que amenazaba a la empresa. No quisieron entrar en
detalles cuando trató de saber más.

Archer dejó escapar un suspiro y se levantó de su silla.

—Lo siento, bebé. Sé que quieres decirle, pero en realidad es


lo mejor. Decirle sólo causará problemas.

Owen no estaba seguro. Los chicos de la banda habían sido


muy comprensivos, pero no sabía cuánto tiempo iba a durar.
Tenían horarios ocupados, después de todo.

El impulso de echarse hacia atrás del contacto de Archer era


tan fuerte como el impulso de fundirse con él. La indecisión lo
mantuvo quieto, con los dedos rozando la superficie cerca del
escritorio de Archer, mientras que el hombre lo rodeaba y se
colocaba detrás de él. La mochila de Owen se deslizó de su
hombro, y luego el calor Archer se apretó contra él. La necesidad
de fundirse con él se hizo cargo, y Owen dejó caer la mochila a la
alfombra y se estiró para agarrar el antebrazo que lo abrazaba
sobre su pecho.

—Todo está bien, —Archer murmuró al oído, sosteniéndolo


cerca. —Sé que se ve mal, pero esta es la manera en la que mi
negocio funciona. Es el precio que debo pagar para no trabajar
221

para una de las empresas editoriales.


Página

Owen suspiró. Archer se lo había explicado en una noche.


Brad se lo había explicado en otra ocasión. Había hecho su
propia investigación. Como trabajaba una organización
independiente de desarrolladores para terceros, había mucho más
en juego para ellos, pero los beneficios monetarios y la
independencia creativa eran también mucho mayor.

—Está bien. Pero, ¿qué se supone que voy a decirles de la


demora?

Los brazos de Archer dieron un apretón involuntario. Su


frente chocó la parte posterior del cráneo de Owen.

—Sólo diles una vez más. Estaremos en el estudio dentro de


una semana a partir del martes.

—Dijiste que sería antes.

—Maldita sea. —Los brazos de Archer cayeron a los lados, y


su calidez retrocedió. —Lo sé. Pero sucederá esta vez.

Owen se mordió el interior del labio en vez de insistir en eso.


Se volvió hacia a Archer que miraba ciegamente por la ventana
oscura.

—Una vez más, tengo que decirle a Gretchen.

—Owen...

—No, Archer. Ella va a alterarse de por si cuando se entere


que sabía sobre esto. —Se volvió hacia el otro hombre, deseando
ser fuerte. —Los muchachos han sido buenos en esto, pero Brent y
Hell están retrasando un viaje debido a esto, y el horario de Luc
está empezando a ser inmanejable. Si no le digo, ellos lo harán. —
negó con la cabeza, pero sentía la necesidad de añadir: —Ya estás
222

en incumplimiento de contrato.
Página
Las fosas nasales de Archer se dilataron, sus ojos se
estrecharon un poco antes de que se pusiera bajo control.

—Está bien. Si el martes no voy, le puedes decir a G lo que


quieras. —Owen odiaba el tono plano, frío en la voz de Archer.

—O podrías decirle.

Archer habló con los dientes apretados.

—No lo hagas. No presiones.

Owen quería discutir, pero aún con su tiempo limitado con


Archer le había enseñado que no era rival para la voluntad de
Archer.

—Bien.

—Bien.

Archer caminó rodeando el escritorio, dejándose caer


pesadamente en su silla. El monitor atrajo su mirada como un
imán, y sus dedos llegaron a las teclas como si perteneciera allí.
Antes de haberlo visto, Owen no habría creído que Archer era un
nerd de la computación, pero cuando estaba en su puesto de
trabajo, era dolorosamente obvio.

Owen se inclinó para recoger su mochila.

—¿Quieres compañía esta noche?

Archer sorprendido apartó su atención de la pantalla, trató


de cubrirlo sacudiendo la cabeza.

—No puedo.
223

Lo había sospechado. Con mochila al hombro, se volvió


Página

desde la puerta.
—Está bien. Te hablaré mañana.

Estaba en la puerta cuando Archer lo alcanzó. Una gran


mano se cerró sobre su brazo y lo atrajo hacia él. Tropezó con
entusiasmo sobre el beso de Archer, serpenteando sus brazos
alrededor del cuello de Archer para alimentar su boca. Unas
manos fuertes se deslizaron sobre su espalda, uno llegó hasta
ahuecar un lado de su culo. Owen había venido a propósito a esta
hora para asegurarse de que estuvieran solos en la oficina y el
equipo de Archer se hubiera ido a casa.

—¿Estás seguro? —Dijo Owen dentro de la boca de Archer,


sosteniéndolo cuando el hombre más grande hizo un débil intento
de dar marcha atrás.

Los labios de Archer lo rozaron mientras hablaba.

—No puedo ir a casa todavía.

Ahuecó la mandíbula de Archer, sintiendo la barba.

—Jódeme aquí.

Archer se estremeció, su agarre convulsionó en el culo de


Owen.

—Por favor, —Owen rogó antes de que Archer pudiera


negarse. —Ha pasado tanto tiempo.

—Tendría que ser rápido.

Empujó sus caderas contra las de Archer, por lo que el otro


hombre fue consciente de su erección.

—Jódeme así.
224

—Está bien. —Como respuesta su erección presionó hacia él.


Página

—Espera. Maldita sea. No hay lubricante.


Owen metió la mano en el bolsillo y saco uno de los paquetes
individuales que había comprado en la tienda de conveniencia de
camino a la oficina de Archer. Nunca había sido un boy scout, pero
sí creía en "estar preparados".

Archer gruñó cuando se lo mostró.

—Tú, pequeño... —Sin molestarse en terminar un


comentario innecesario, Archer otra vez agarró el brazo de Owen
y lo empujó hacia el escritorio.

—Bájate los pantalones.

La puerta se cerró con llave detrás de él mientras corría


hacia el escritorio.

—¿Qué pasa con la ventana?

Archer ya tenía el cordón de las persianas en las manos.

—Lo tengo. Pantalones.

Sonriendo, Owen se apresuró a obedecer. Tiró su mochila en


el sofá y buscó sus vaqueros. Una mirada le mostró que Archer
estaba trabajando con los suyos. Con impaciencia, Owen bajó los
pantalones vaqueros y levantó la bolsita de plástico de lubricante
a la boca.

Lo alcanzó para abrirla y, a continuación Archer se lo


arrancó de los dedos.

—Inclínate hacia delante.

Agarrándose de la esquina del escritorio, miró por encima


del hombro cuando Archer vertió el líquido claro en su palma,
225

luego lo untó en su pene. El paquete fue expulsado a un lado


cuando la mano seca Archer golpeó su culo desnudo de Owen.
Página
Por lo menos parecía que Archer estaba ansioso también.
Owen miró hacia delante de nuevo cuando los dedos mojados y los
secos separaron las mejillas de su culo para que dos dedos
húmedos se pudieran deslizar en su agujero ansioso. Su
necesitado gemido llenó el aire.

—Sí, —Archer gimió cuando Owen se echó para atrás a su


mano. Dos dedos se movían en tijera, buscando y encontrando ese
lugar que encendía cada una de las terminaciones nerviosas de
Owen a fuego. —Dios, eres sexi.

Owen gimió. Incapaz de resistir por más tiempo, liberó una


de sus manos para que pudiera llegar envolver en un puño su
propia polla. Él no iba a apresurarse si esta podría ser su única
oportunidad con Archer durante días, pero necesitaba un poco de
atención.

Entonces la cabeza de la polla de Archer empujó su ano. Le


apretó la cabeza de su propia polla y empujó de nuevo en Archer,
necesitado por sentir la polla gruesa llenándolo.

—Bebé. —El bebé apenas se escuchó a través del suspiro de


alivio de Archer. Owen quería creer que Archer lo había
extrañado, que Archer lo necesitaba demasiado. Se permitió
creerlo el como Archer se ajustaba en él.

Los dedos de Archer se clavaron en sus caderas, y comenzó a


empujar. Sin preámbulo, sin juegos previos, sólo una jodida pura.
Esto solo provocó que Owen se excitara aún más de lo que había
imaginado. En muy poco tiempo, tuvo que dejar su propia polla
para no venirse. Los dedos de Archer se clavaron en la parte
posterior de su cuello, empujándolo hacia abajo hasta que su
pecho estuviera casi rosando el escritorio. Owen se sostuvo en un
226

agarre de muerte, su mejilla pegado a los papeles esparcidos por


el escritorio.
Página
Como Archer había advertido, esto sería rápido. Los dos
estaban concentrados para durar más tiempo.

El movimiento de Archer vaciló, sus dedos clavándose en la


espalda de Owen cuando dijo una maldición. Owen se estremeció
con Archer cuando se vino, deleitándose del sonido y el tacto de su
amante, memorizando cada momento para volverlo a revivir
después.

—Mierda. —Archer se sacudió, su peso presionando a Owen


en el escritorio.

Owen se quedó muy quieto, escuchando a Archer


recuperarse. Entonces Archer gruñó y se retiró. Antes de que
Owen pudiera protestar, se dio la vuelta otra vez y Archer se puso
de rodillas. Owen sólo podía jadear ya que el calor de la boca de
Archer se cerró alrededor de su polla. Al igual que el sexo, no hubo
caricias, simplemente una alucinante mamada. Owen agarró el
cráneo de Archer, sus dedos peinando la seda negra y espesa por
un solo momento de infarto antes de venirse.

Archer se levantó despacio, dejando besos sobre el torso de


Owen a través de su camisa. Hizo una pausa para una exploración
más a fondo en la base del cuello de Owen antes de trabajar su
camino hasta la boca de Owen.

Te quiero. Las palabras surgieron en la parte posterior de la


garganta de Owen, tratando de forzar su salida. Él chupó la lengua
de Archer, en un intento desesperado por no decirlas. No estaba
del todo seguro de cómo las palabras serían recibidas, y estaba
muerto de miedo al rechazo. No quería ser dejado de lado como
un pobre enfermo de amor. Así que se tragó sus palabras junto
con el gusto de Archer y se reprendió a sí mismo por querer más.
227

Archer se echó hacia atrás, sosteniendo la mandíbula de


Página

Owen y mordiendo su labio por última vez.


—Lo siento.

Owen agarró sus muñecas para atraerlo hacia él.

—Lo sé. Tienes trabajo que hacer.

—Sí.

Owen forzó una sonrisa traviesa, tentando el abdomen


desnudo bajo su camisa de Archer.

—¿Por lo menos estás quizá un poco más relajado?

Archer se rió, retrocediendo.

—Sí.

No hablaron mientras se vestían. Owen hizo un breve viaje a


la puerta del baño al lado de la oficina de Archer. En el momento
en que regresó, Archer estaba sentado detrás de su escritorio de
nuevo.

Suprimió un suspiro, Owen puso una sonrisa y se fue detrás


de la recepción por un breve beso de despedida.

—Te hablaré mañana.

Archer asintió, escribiendo furiosamente.

—Por supuesto.

Con mochila al hombro, Owen se fue. No debía tomarlo como


algo personal. Archer estaba ocupado. Archer tenía una presión
enorme, una responsabilidad aplastante sobre él. Owen debía
dejarlo solo. Pero...
228

Llegó a su coche y manejó alejándose.


Página
Muy tarde en la noche había poco tráfico, por lo que no hizo
nada para distraerlo de sus pensamientos. La idea de que amaba a
Archer no era nueva en su cabeza. Había llegado a esa conclusión
la pasada semana. No pudo precisar cuándo o qué había hecho
para que lo reconociera, pero estaba ahí. Tal vez era cuando
estaba viendo a Archer luchando y sintiendo la presión en su
propio corazón, o el deseo de ayudar al hombre incluso sabiendo
que no podía.

Owen se fue camino a la casa de Gretchen. Se sentía más


como en casa que en cualquier lugar en estos días, incluso aunque
Gretchen estuviera fuera de la ciudad. Aparcó el coche y caminó
por el sendero hasta la puerta principal. Habría venido a la
mañana siguiente de todos modos. Era el encargado de recoger el
correo y regar las plantas y demás, mientras ella no estuviera.

¿Qué importaba si llegaba en la noche?

Subió, quitándose sus zapatillas de deporte, y luego cayó en


la cama. Se estiró y agarró una almohada para enterrar su cara en
una, desesperado por su olor. Porque aquí estaba el otro
problema. Por mucho que amara a Archer, todavía estaba
enamorado de Gretchen. La extrañaba terriblemente, y no sólo
porque ella estaba fuera del país. Esperaba por sus llamadas todos
los días, incluso cuando eran estrictamente de negocios. Se sentía
mejor después de escuchar su voz tranquila, incluso en medio de
un torbellino de actividad. Le rompía el corazón el guardar este
secreto de ella, pero Archer probablemente tenía razón.

Ella pensaría en Heaven Sent primero. Ellos eran su


principal objetivo. Siempre. Owen estaba seguro de que incluso
hubiera puesto su vida personal por encima de sus necesidades. Y
todavía no sabía si ella lo necesitaba, de verdad.
229

Gimiendo, mantuvo su rostro hundido en la almohada,


Página

preocupado hasta que se quedó dormido.


Capítulo Dieciséis
Con un suspiro, Gretchen se instaló en el asiento trasero del
coche que la llevaría a la ciudad. El asiento se sacudió ligeramente
cuando el conductor cerró la cajuela con su equipaje. Pronto
estaría en casa. A ella le gustaba jugar, pero este viaje fue
agotador. Mucho más de lo que debería haber sido. El estar fuera
de escena más de seis meses la desestabilizó más de lo que
pensaba. Los chicos ni siquiera estaban con ella y sin embargo, no
dejo de hablar con la gente que quería ponerlos en su agenda.
Gretchen se permitió una sonrisa de satisfacción. Sus chicos aún
eran ardientes, incluso después de casi un año sin compromisos.
Cuando el conductor se metió en el asiento delantero y
arrancó el coche, sacó su teléfono y lo encendió. Debería estar
descansando, por lo menos hasta que llegara a su casa, pero si
Tyne Carson llamaba, quería estar enterada. El planificador de
eventos Brit era el típico engreído, pero en Europa hizo que
conociera a las personas que necesitaba conocer, y le mencionó
una serie de planes que se escuchaban muy bien.
Dos correos de voz. Revisó las llamadas pérdidas, vio de
quien eran, y en efecto, una era del Sr. Tyne pero la otra era de
Brent. Sin molestarse en escuchar el mensaje, ella lo llamó.

—Hey, Gretch —respondió después de varios tonos.


—Hey, justo acabo de bajar del avión y vi que habías
llamado. ¿Qué pasa?
—Nada que sea tan urgente. Puede esperar hasta mañana si
230

acabas de llegar.
—No seas tonto. Estoy a media hora de camino a casa. ¿Qué
Página

pasa?
Suspiró.
—Básicamente, lo que necesito saber si estos retrasos con el
juego van a seguir ocurriendo. —Ella frunció el ceño —¿Qué?
—El diablillo nos quiere incluir en su grupo con un acuerdo
a corto plazo en Bruselas el cual nos encantaría tener, pero si esto
sigue así sería como un retroceso… Necesito saber si tenemos que
cancelar.
—¡Aguarda! ¿Qué retrasos?

Hubo una pausa.


—Los retrasos con el estudio.
—¿Cuáles retrasos?
—¿No lo sabes?
—¿Saber qué? ¿No deberían estar haciendo eso ustedes
ahora?
—Uh, Si. Salvo que no hemos llegado hasta ese punto.

—¿Perdón?

—Wow. No lo sabías.
—¡Por supuesto que no! ¿Qué pasó? ¿Por qué es la demora?
—Ni idea. ¿No has hablado con tu novio?
—¿Con cuál de ellos? ¿Por qué no me dices lo que sabes?
—No sé mucho. Recibimos tres llamadas en las últimas dos
semanas posponiendo la fecha en que se supone que deberíamos
estar en el estudio.
—¿Todos ustedes o sólo tú y Hell?
231

—Todos nosotros.
Página
—¿Y nadie me llamo para avisarme?
—Hey, Owen llamó. Pensé que al hacerlo estarías enterada.
— El frio recorrió las venas de Gretch.
—¿Owen?
Brent silbó suavemente.
—Oh, hombre, ¿por qué tengo la sensación de que esto no es
nada bueno?
—Porque no lo es. —Gretch respiró profundamente para
intentar tranquilizarse. —Está bien, dime lo que sabes y lo que
necesitas, y comenzaremos desde ahí.

Qué conveniente. El coche de Owen estaba en su camino de


entrada. No era de extrañar. Él sabía cuando regresaba, sabía que
prefería tomar un coche de alquiler desde el aeropuerto en lugar
de pedirle a alguien que fuera a recogerla. Probablemente hizo la
cena temprano también y estaba esperando por ella. Ese pequeña
Ama de casa perfecto. A pesar de que me oculta secretos.
La ira hizo que sus movimientos fueran agitados mientras
salía del coche de alquiler rebuscó en su bolso para buscar su
billetera. Principalmente sentía ira por el engaño, pero también
estaba muy enojada de que una nube oscura ensombrecía su
regreso a casa. Esperaba tener una agradable cena con Owen.
Había querido llamar a Archer desde el coche para invitarlo a
reunirse con ellos. Ya que los había extrañado. A ambos. Los
232

últimos dos meses había estado ocupada con el trabajo, pero había
Página

hecho un examen de conciencia durante este último viaje.


Había querido volver a conectar, para saber cuán profundo
era el agujero del conejo entre los tres. Porque, para ella era una
vida, le dolía pensar en estar sin ninguno de ellos. Owen era un
pedazo de su corazón ahora, y Archer, maldita sea, se había
metido bajo la piel. Había decidió que tal vez Archer estaba en lo
correcto, que tal vez era parte del asunto del trío.
Eso fue, por supuesto, antes de que ella se enterara que le
habían estado mintiendo.
Mientras le daba una propina al conductor, la puerta
principal se abrió. Vestido con pantalones vaqueros y una camisa
blanca de manga larga, Owen se veía bien lo suficiente para ser
comido. Su sonrisa brillante le dijo que estaba feliz de verla y su
paso impaciente lo llevó rápidamente a su lado. Después de dar la
propina, ella levantó los brazos para rodear sus delgados hombros
y aceptó su beso. Sin hacer caso del conductor que esperaba
ayudarla con sus maletas, agarró el pelo de Owen y probó su boca
como si fuera la última vez que lo saborearía.

Podría ser.
—Wow, —Owen murmuró cuando finalmente le permitió
respirar. Ojos aguamarina oscurecidos como el océano azul en las
sombras, brillante. —Yo también te extrañe.
Gretchen tragó saliva y asintió con la cabeza, dando un paso
atrás de él. No podía confiar en sí misma para hablar. Todavía no.
No con una audiencia.
Los hombres recogieron sus tres maletas, y ella cargó con su
equipaje de mano. El conductor los dejó con un gracias en el
vestíbulo. El olor a curry llenaba el aire. Como había sospechado,
Owen había proporcionado la cena.
233

¿Por qué mentiría? No sabía que le pasaba. No sabía nada,


excepto lo que Brent había dicho y él admitió que no sabía mucho.
Página
Así que ha habido retrasos. ¿Cuánto tiene que ver esto con la
carga de trabajo que Archer había asumido últimamente? Tenía
que saber todos los hechos antes de decidir cualquier cosa
apresurada.
—Te tengo un poco de curry de camarones tailandeses de
ese lugar que tanto te gusta.
—El olor es divino. Voy a subir a cambiarme.
Se detuvo a unos pasos arriba, al ver que él la miraba.

Él inclinó la cabeza hacia un lado.


—¿Está todo bien?
Gretchen asintió con la cabeza, pero dudaba de que su
expresión fuera tranquilizadora.
—Bajaré en seguida.
Consideró tomar una ducha, pero decidió no hacerlo. No
estaba en ella para permitir algo así por más tiempo de lo
necesario. Así que, se puso una camiseta y un pantalón deportivo,
se dirigió a la planta baja. Él tenía la comida servida en el
mostrador de la cocina, ya que ahí era donde a menudo comían.
Dios, se había acostumbrado tanto a tenerlo cerca. Owen se sentó
en el otro extremo de la barra en un taburete alto cerca de ella. Un
vaso con agua de sabor ya posicionado frente de su plato.
—¿Cómo estuvo tu vuelo? —Su voz era precavida. Owen
sabía que algo andaba mal.
—Bien, Largo. Gracias a Dios por la primera clase.
—No es broma.
Gretchen dio unos cuantos bocados, pero el curry estaba
234

sabroso y ella lo amaba como sentir la pasta en su boca.


Página

—¿Has hablado con Archer?


— Sí. Lo vi anoche.
—Yo no pude hablar con él mucho mientras estuve fuera.
¿Las cosas van bien?
—Uh, Si.
—¿Y los chicos? ¿Ya hicieron su parte del juego?
Pausa. Owen se sentó, tenedor en la mano, mirando su
comida.
Ella mantuvo su voz tranquila.
—¿Owen?
—Um... No.
Gretchen dejó el tenedor en el plato, para que no lo fuera
apuñalar con el.
—¿No? ¿No se suponía que ellos ya habrían terminado hasta
ahora?
—Sí. Pero…

—¿Pero?
Jugó con las púas del tenedor sobre los fideos en el plato,
inquieto en su asiento.
—Ha habido algunos retrasos.
—Retrasos.

—Uh, Si.
—¿Qué tipo de retrasos?
—Archer estaba teniendo problemas con el espacio que él
235

había alquilado.
Página

—¿Qué tipo de problemas?


Otra pausa.

—Owen.
Dejó el tenedor en la mesa, su mirada vagaba hacia su plato,
pero no logró llegar a ella.
—Está todo resuelto ahora. Ellos irán al estudio dentro de
una semana, eso es seguro.

Ella colocó sus manos sobre la superficie de la encimera.


—Se suponía que tenían que haber terminado ya.
—Así es.
—Owen. ¡Mírame!
Con dificultad, finalmente levantó los ojos culpables hacia
ella. Eso lo decía todo.
Ella frunció el ceño, la ira quemaba.
—¿Por qué no me lo habías dicho?

Él se removió.
—Archer dijo que lo tenía que resolver.
—Obviamente, no lo hizo.

—No pensé que tomaría todo ese tiempo.


—Eso no viene al caso. Era tu trabajo avisarme.
—Si lo hubiera hecho, lo habrías demandado.
Su boca se abrió.

—¿Qué?
236

Las palabras se derramaron de labios ansiosos de Owen.


Página
—Si te hubiera dicho que las cosas se retrasaron, habrías
revocado el contrato, y Archer realmente necesita este...— Se dio
una palmada en la boca, los ojos de par en par.

—¿Qué es lo que no me estás diciendo?


—Nada.
—Owen.

—¡Nada!
Ella frunció el ceño, el calor se levantó para acumularse en
sus tímpanos.
—Owen, yo confiaba en ti para mantenerme al tanto de esto.
Su mirada bajó a su mano.

—Lo sé. Pero está bien, yo...


—No. Ella clavó el dedo en el mostrador, para señalar su
punto. —El cambio en el horario de los chicos, deberías haberme
llamado.

—Estabas tan ocupada, y Archer dijo...


—No. Sabes muy bien que esos chicos son mi vida y tengo
que saber cuándo ocurre algo, cualquier cosa, que les afecte
negativamente.
—Lo sé bien—. La mueca leve que pasó sobre su rostro
incremento su rabia.
—¡Maldita sea! ¿Qué te hizo pensar que yo haría algo
drástico sólo por un problema?
Él frunció el ceño a su tenedor.
237

—¡Contésteme!
Página

—Archer me dijo que no te dijera.


Sus palabras perforaron su corazón.
—Que Archer te dijo que no deberías hacer nada con eso. Yo
puedo creer que me escondieras esto de mí.
—No es nada del otro mundo.
—Es un gran problema. Necesito saber que puedo confiar en
ti.
—Puedes confiar en mí. —Se estaba reclinando un poco en
su taburete. —Nunca haría nada que...— Se detuvo y dejó que
pensara en lo que no podía decir la verdad. Owen negó con la
cabeza. —Dijo que iba a estar bien.

—¿Así que elegiste aliarte con él?


—No se trataba de tomar partido.
—¡Fue absolutamente tomar partido!— Gretchen se empujó
fuera de su taburete, incómodamente consciente de que lo que
acababa de decir sonaba terriblemente infantil. —Owen optaste
por mantener secretos de mí. Secretos que podrían perjudicar mi
negocio. Nuestro negocio. ¿Cómo se supone que voy a
recomendarte para promoverte cuando no puedes manejar algo
como esto?
—Estaba manejándolo. Eso era lo que estaba haciendo. —
Salió a tientas de su taburete para poder seguirla a la sala de estar.
—Estabas ocupada, que apenas tenías tiempo para comer o
dormir, así que decidí no decirte sobre esto y manejarlo.

En la chimenea, ella se volvió hacia él.


—Hiciste un trabajo pésimo de él.
Sus ojos se abrieron, y casi se podía oír el estallido de la
238

burbuja que estalla. Gretchen había ido demasiado lejos, pero


maldita sea, se merecía una reprimenda.
Página
—¿Me estás despidiendo?

—¿Debería?
Había visto el blanco en todo el azul-verde en sus ojos,
demasiada tensión en su ágil cuerpo. Sus dedos se cerraron en
puños, y luego poco a poco lo aflojó.
—No lo quiero—, dijo antes de que pudiera responder, —
pero hay que saber que esto cambia las cosas.

—¿Sólo en el trabajo?
—No. —Tenía que ser honesta, ¿no? —Estoy más allá que
lastimada de que ambos pensarán que yo actuaría sin
consideración a sus problemas. Sé que Archer ha estado bajo
presión. Me hubiera funcionado...
—No, no lo harías. Ambos sabemos que Heaven Sent es tu
máxima prioridad. Todo lo demás, todo, pasa a segundo plano.
Ella no podía negarlo. Ese hecho había disuelto la mayor
parte de las relaciones personales que ella había desarrollado en
su vida, y ambos lo sabían.

—Creo que sabemos dónde estamos.


Owen se volvió.
—Supongo que sí.
Gretchen escuchó lo que Owen estaba haciendo arriba y
supo que él estaba empacando sus cosas. Se quedó ahí, con ganas
de ir tras él, queriendo decir... ¿qué? ¿Que ella lo perdonaba? No lo
hizo. ¿Qué todo estaba bien? No lo estaba. Incluso si los problemas
detrás de esto fueran menores, Owen había guardado silencio y
eso dolía.
239
Página
Minutos más tarde, apareció en el vestíbulo, con su mochila
en el hombro. Hizo una pausa bajo el arco que conducía a la sala
de estar.

—¿Debo ir a trabajar por la mañana?


Ella tragó saliva.
—Tomate el resto de la semana libre. Los dos necesitamos
un poco de tiempo para tranquilizarnos.

—¿Estoy despedido?
—No. Pero tendremos que tener una charla seria.
Él asintió. Con la columna vertebral rígida, se volvió hacia la
puerta principal. Sacó las llaves del bolsillo mientras abría la
puerta. Haciendo una pausa, jugueteó con las llaves, a
continuación, las coloco en la mesa auxiliar.
Ella cerró los ojos cuando se fue, sabiendo que había dejado
su llave.

240
Página
Capítulo Diecisiete
Owen se quedó en la sala principal de su apartamento, casi
no lo reconocía. Había pasado tan poco tiempo ahí en los últimos
dos meses que casi no la sentía como en casa. Las revistas sobre la
mesa delante del sofá eran viejas, todavía había un vaso vacío
sobre la mesa en la cocina que había estado ahí por semanas. Sólo
había estado ahí para recoger la ropa y, una o dos veces, para
dormir. Todo su tiempo había estado en el trabajo, o con Gretchen,
o con Archer.

Supuso que tenía que acostumbrarme al apartamento nuevo.

Sin molestarse en encender la luz desde que tenía la que


provenía de la farola de la calle, cruzó la habitación principal hacia
el dormitorio. Esa área se veía un poco más alegre desde que
había llevado su ropa, pero aún había llevado la mayor parte de su
ropa con la de Gretchen a la lavandería. Con el tiempo tendría que
ir a recoger el resto de sus cosas. Se dejó caer en la cama, boca
abajo en la almohada. Eso, si alguna vez regresaba.

Ella estaba enojada. Nunca la había visto enfadada, ni


siquiera cuando se había vestido ocasional por una llama de un
trabajador o cuando los obreros habían arruinado el sofá. Ella
siempre era sensata.

Excepto cuando la traicionan.

Él gimió, enroscándose en sí mismo. Había sabido que


ocultarle los retrasos era un error. ¿Por qué había escuchado a
241

Archer?
Página

Porque querías ayudar a Archer en todo lo que pudieras.


Otro gemido rasgó de él. ¡Amar a dos personas solo
apestaba! Especialmente cuando los dos eran tan tercos como
Archer y Gretchen. Era increíble que no hubieran argumentado
mucho antes de esto.

Ellos aún no han discutido. Se sentó, su mano yendo al


teléfono guardado en el bolsillo. Archer no lo sabía.

Marcó. No estaba seguro de que quería hablar con Archer,


pero tenía que advertirle de Gretchen que podría estar en pie de
guerra. Ella podría estar en el teléfono con Johnnie en este
momento, lo que sugería que Heaven Sent se retirara del juego.
¿Qué debería hacer Archer?

—Archer Thanos. Deja un mensaje.

Owen frunció el ceño. Archer probablemente tenía su


teléfono apagado. Lo hacía a veces cuando estaba codificación.

—Archer, es Owen. Quiero que me llames. G sabe acerca de


los retrasos del estudio. ¡L-Lo siento! No sé cómo se enteró. Así
que, no se lo conté... Patético —De todos modos, ella está enojada,
así que... No sé. Llámame.

Apagó el teléfono y lo lanzó a un lado del colchón de gran


tamaño. ¿Podría Archer regresarme la llamada? Probablemente no
por mucho tiempo. Él sabía que Gretchen volvería ese mismo día,
pero ya habrían hablado. Él estaba trabajando hasta tarde, una vez
más. La semana pasada había sido especialmente mala. Owen
apenas había oído hablar de él desde ese momento en su oficina la
noche del jueves. Owen tenía la sensación de que había más cosas
de las que sólo la carga de trabajo era considerable, pero Archer
no le estaba diciendo nada.
242

Owen miró su techo. Él y Gretchen debería haber terminado


de cenar.
Página
Debían estar acurrucados viendo la televisión mientras ella
tomaba una siesta. O mejor aún, hacer el amor lento y dulcemente
para volver a familiarizarse con el cuerpo del otro.

La sola idea lo hizo enrollarse en una bola. ¡Idiota!

Se quedó quieto por mucho tiempo y se quedó dormido. Se


despertó, y el reloj de la cabecera le mostró que era casi
medianoche. Miró el teléfono. No había mensajes. Archer no sabía
o estaba demasiado enojado con Owen para devolverle la llamada.
Abatido, Owen se levantó de la cama el tiempo suficiente para
salir de la ropa y lavarse los dientes. Entonces se arrastró de
nuevo entre las sábanas, el sueño otra vez dispuesto para que no
tuviera que pensar en lo mal que había jodido las cosas.

243
Página
Capítulo Dieciocho
—¿Qué has hecho?

Gretchen alzó la mirada desde donde estaba sentada en la


silla del escritorio de Owen, para ver a Ellen en la puerta, volvió a
su búsqueda.

—¿Qué?

La puerta se cerró, y los tacones de Ellen golpeaban


suavemente sobre la alfombra.

—¿Por qué me están diciendo que Owen no va a volver?

Renuncia a la búsqueda de los cajones del escritorio,


Gretchen volvió hacia el teclado y el monitor. La página de inicio
de sesión quedó congelada en la pantalla.

—¡Maldición! ¿Cuál es su contraseña?

—¿Gretchen?

No podía creerlo. Conectándose como ella misma. La mayor


parte de su negocio en línea lo resolvía en su computadora
portátil o en su iPhone, pero ya que estaba en su oficina después
de todo, era lógico que tuviera acceso a la computadora de su
asistente, ¿no?

Ellen suspiró.

—¿Qué es lo estás haciendo?


244

—Tratar de llegar a mi calendario.


Página

—¿Qué le pasa a tu iPhone?


—Nada. Quería verlo todo.

—¿Qué le pasa a tu laptop?

Hizo clic para abrir un navegador.

—Quiero ver el e-mail de Owen.

—Te das cuenta de que no tienes por qué estar en su


máquina para ver su e-mail, ¿verdad?

Hizo una pausa, mirando como navegaba.

—No.

—No. Pero no necesitas su contraseña. O necesitas a Jim


para que la cambie por ti. —Jim estaba en la oficina a tiempo
parcial el tipo de alta tecnología. —¿Por qué necesitas su
contraseña? ¿Por qué no está aquí?

Gretchen se quedó mirando la página de inicio de sesión del


navegador e-mail. Muy bien, ella no había considerado
completamente esto. Nunca había intentado entrar al e-mail de
alguien antes, y el de ella lo había creado para funcionar sólo con
la única necesidad ocasional de poner su contraseña.

—Mierda.

—¿Qué sucede?

Ella se apartó del escritorio, de pie.

—Tuvimos un desacuerdo.

—Uno grande, supongo.

Ellen estaba sobre sus talones mientras ella regresaba a su


245

propio escritorio.
Página
—¿Dónde puedo encontrar el número de teléfono de Jim? —
Cuando no obtuvo respuesta, ella miró hacia la otra mujer. — ¿Y
bien?

Ellen se mantuvo firme, cruzando los brazos sobre el pecho.

—Dime lo que está pasando, y yo podré ayudarte.

—Tú trabajas para mí.

—¿Tu punto?

Gretchen gruñó, mirando a la lista de sus propios correos


electrónicos. Muchos nuevos. ¿Llegó esta cantidad en un día?
¿Cuánto exactamente Owen había estado filtrado por ella? ¿Y Ellen
antes que él? De repente, se sintió muy ineficaz.

—¡No tengo tiempo para esto! Tengo docenas de cosas que


hacer hoy, y no tengo un asistente para ayudarme.

—Dime lo que quiero saber, y yo podría considerar la


reubicación de mi antiguo trabajo por un día o así.

Atrapada. Emitiendo un grito pequeño, Gretchen se inclinó


hacia delante para cubrir los ojos con las palmas de las manos.

—Tuvimos una pelea.

—¿Es una pelea ahora?

—Él me mintió.

—¿De qué?

Irritada, Gretchen abrió uno de sus muchos e-mails y lo


escaneo.
246

—Acerca del maldito juego de Archer. — ¿Incluso conozco a


esta persona? —Hubo repetidos retrasos en la programación y ni
Página

Owen y Archer me hablaron del asunto.


—¿Fueron ellos quienes lo estaban retrasando?

—No lo sé, ¿verdad? Me acabo de enterar de esto. He estado


fuera del país. Pero recibí una llamada de Brent ayer, y estaba
preocupado.

—Preocupado. ¿No enojado?

—¡Oh, por favor! Brent no se enoja si no es algo que afecte


directamente su música.

—¿Alguno de los otros chicos están enojados?

—No he hablado con ellos.

—¿Qué?

—Estaba un poco distraída la noche anterior.

—¿Con que?

Agarró al borde de su escritorio en lugar de tirar su


computadora portátil en la habitación.

—¡Él me mintió! No me lo dijo porque Archer sólo se lo


pidió. Puso en peligro a los chicos, y no voy a permitir eso.

—¡Oh, por favor! No suena como si estuvieran en peligro ni


nada parecido. Archer, tal vez, pero no Owen. ¿Y cuál es el
problema de todos modos? Suena como un simple incumplimiento
de contrato para mí. Los chicos pueden seguir alegremente su
vida.

La ira de Gretchen se dirigió a Ellen.

—Debería habérmelo dicho.


247

—¿Qué habrías hecho al respecto? Has estado ocupada


durante las últimas semanas. Tal vez pensó que podría manejarlo.
Página
—Obviamente no lo hizo.

—Eso no viene al caso. Tal vez estaba tratando de resolver lo


que él pensaba que era una cosa de menor importancia.

—No es su problema.

Ellen levantó un dedo, arqueando las cejas de modo que


parecía una maestra de escuela.

—No estoy de acuerdo, querida. Es su problema. Lo que solía


ser el mío cuando tenía su trabajo.

—Tú sabías lo que estabas haciendo.

—¿Y Owen no?

Gretchen se mordió la lengua, ahora mirando a la punta de la


pluma que estaba en la esquina de su escritorio.

—¿Así que es eso? No crees que Owen pueda hacerlo,


¿verdad?

—Owen no está listo.

—¿Cómo diablos sabes si no dejas que lo intente?

—Lo acabo de hacer. Y me oculto esto.

—No... No lo hiciste. No pensabas en eso. Le dejaste esto a él.


Sólo estás enojada cuando las cosas van mal y no puedes
manejarlas.

Gretchen odiaba y amaba a Ellen que la conocía tan bien.

—¿Y el juego? ¿Está en problemas?


248
Página
—No lo sé. —La otra mitad de la noche había estado
preocupada por Archer. Ella había tomado el teléfono para
llamarle una docena de veces y se detuvo a sí misma cada ocasión,
convencida de que estaba demasiado enojada. Pero en sus
momentos más tranquilos, había tenido que preocuparse sobre él.
¿Cuáles fueron los retrasos en todo esto? Lo que había estado
diciendo Owen de que Archer necesitaba el juego de Heaven Sent.
¿Tenía algo que ver con su negocio? —Voy a hablar con él y los
chicos hoy por la mañana, pero cuando llegué tenía setenta e-
mails. ¡Setenta!

—Eso es bastante normal.

—¿Lo es?

Ellen se rió.

—Después de que borres la basura serán menos los que


tendrás que responder, como unas veinte. Lo ves, él ha estado
filtrando cosas para ti. ¿Lo vas a acusar de mentirte ahí?

Gretchen la fulminó con la mirada.

—¡Eso es diferente!

—¿Así? —A mí me parece que estaba haciendo su trabajo.


¿Estarías igual de enojada si no fueran novios?

—Esto no tiene nada que ver con él.

—¿No lo es? ¿No estás muy enojada porque él y Archer


mantuvieron un secreto? ¿Un poco celosa?

Gretchen se echó hacia atrás en su silla.

—Jódete.
249

—Ah, nos hemos rebajado a la blasfemia. Eso significa que


Página

debí de haber tocado una fibra sensible.


Ella miró las uñas cuidadas de una mano.

—Los dos están mejor juntos de todos modos.

—¡WOW! ¿De dónde vino eso?

Ella suspiró.

—Este trío es algo muy confuso. Archer y yo estamos


demasiado ocupado y centrados en sí mismos para mantenernos
al día con esto, y no es justo para Owen. Además, los he visto
juntos. Encajan perfectamente.

—¿Qué hay de ti?

Ella se encogió de hombros.

—¿Qué hay de mí? Tengo que disfrutar a los dos de ellos por
un tiempo.

—¿Estás segura de que es así como se sienten? ¿Has hablado


con ellos?

Ella soltó un bufido.

—Hablar con ellos es un trabajo de tiempo completo.

—Eso es lo que haces en las relaciones.

—Exactamente. No tengo tiempo para una relación.

—Cobarde.

—Tal vez.

—Bueno, vas a tener que hablar con Owen con el tiempo.

—Le di la semana libre.


250

—Maldita sea, realmente eres una perra fría.


Página
Lanzando otro suspiro, se inclinó hacia delante en su
ordenador.

—Probablemente. Ahora déjame en paz para que pueda


entender lo que tengo que hacer hoy.

Ella no habló con Owen ni con Archer por el resto de la


semana. Llamó a Archer el jueves, pero sólo consiguió su correo
de voz. Intentó llamar a su oficina directamente pero no funcionó
tampoco, porque el joven que contestó el teléfono dijo que no
estaba en casa y su teléfono celular era una mejor opción para
contactarlo. Así que, Archer la estaba evitando. Ella dejó un
mensaje mordaz en su buzón de voz el viernes advirtiéndole que
era mejor que la llamara para confirmar la hora de estudio antes
del mediodía del lunes o podría ejercer sus opciones a través de
incumplimiento de contrato y decirles a los chicos que el juego se
cancelaba. Le dolía dejar el mensaje. Había dejado muchos en su
tiempo como directora de Heaven Sent, pero nunca lo había
tomado personalmente.

Fue un fin de semana solitario sin sus amantes. Se dio cuenta


de lo mucho que había llegado a depender de la presencia de
Owen y esperar el tiempo libre de Archer. Echaba de menos la risa
masculina que era distinta a la de los chicos de Heaven Sent, y eso
la molestaba enormemente. Se molestó todavía más cuando se
convenció de que ellos estuvieran juntos. ¿Por qué no habrían de
estarlo? Eran cómplices, ¿no? Owen se sentía lo suficientemente
251

cerca de Archer para mantener sus secretos, de sus secretos que


afectan directamente su vida. Probablemente estaban juntos
Página

planeando qué decirle el lunes.


Se preguntó que tan práctico sería. ¿Ella alguna vez
escucharía la versión de Archer de todo esto? No era como si
estuviera completamente fuera de cuestión que Archer la sacara
de su vida por completo. Así de simple. Obviamente, Archer no la
amaba como ella lo hacía.

Y ella lo amaba. No había otra explicación. Aunque siempre


lo había evitado, pero al estar sin ellos la convenció de que amaba
a ambos. Esto no le lastimaría tanto si no los amara.

El fin de semana se ocupó de maníacos entrenamientos


seguido por atracones de helado y pasó horas pegada al televisor
tratando de convertir su cerebro en papilla, así que no tenía que
pensar. Ella se ocuparía de todo el lunes.

Llegó el lunes y eso fue mucho peor y Johnnie la llamó por


teléfono.

—Hey nena. ¿Qué pasa?

Gretchen miró los papeles legales apilados ordenadamente


sobre la mesa delante de ella.

—Hola, cariño. ¿Cómo estás?

—Bien. Tyler dice hola.

—Dile hola.

—Lo haré. ¿Qué pasa?

—Todo es sobre el juego.

—Oh, hey, me alegra que lo plantearas. ¿Todavía está


programado para mañana o hay otro retraso?
252

Ella tocó el borde del contrato.


Página
—No hay otro retraso. Uno grande. —El tono vacío en su voz
reflejaba el agujero en su corazón. Habían ocurrido demasiadas
cosas. Sus emociones se habían cerrado. —Todo el proyecto tiene
que ser puesto en espera. Si no desechado.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Acabo de recibir la visita del señor Smythe en Artes


Interactivas. Su empresa acaba de comprar el juego de Thanos. —
Ella siguió hablando, pegado a la empresa en cuestión. —Ellos
quieren cumplir con el contrato a largo plazo, esto significa que la
compra hará que estemos en espera indefinidamente. Tendremos
que reunirnos con los otros muchachos para decidir qué hacer, y
este nuevo acuerdo tendrá que ser firmado. Voy a tener que
enviarte esto. Nosotros en realidad tenemos la opción para
comprar el guion si queremos, pero IA le gustaría seguir adelante
con el proyecto una vez que todo esté en orden. —Apenas tomó
aliento. —Por supuesto, eso tendrá que esperar, ya que Brent y
Hell están fuera del país, y esto será a finales de noviembre o
diciembre, antes de que algo esté hecho, por lo que según el
horario de Luc, estará ocupado debido a la boda. Así que no sería
capaz de tomar una decisión, incluso hasta el año que viene. Le
dije eso, y lo entendió. Ellos quieren trabajar con nosotros. —El
silencio era ruidoso cuando se quedó sin palabras. —Entonces…

—Así que. ¿Estás bien?

—¿Yo? Estoy bien. ¿Por qué?

—Sólo me has dicho que uno de tus novios ha perdido su


compañía. ¿Supongo que lo perdió, y no fue una venta que había
estado planeando?

Gretchen tragó saliva, determinó que la quemadura en sus


253

ojos no eran lágrimas.


Página

—No lo sé.
—¿Qué te dijo al respecto?

—No podría decirte. No he hablado con él desde que regresé


de Londres.

—¿Qué? ¿Qué ha pasado?

—No pasó nada, y no quiero hablar de eso.

—Mierda, no pasó nada. ¿Estás bien?

Ella cerró los ojos. Debería haber llamado Brent o Darién


primero. Luc, ella lo sabía, habría reaccionado exactamente igual
que Johnnie. ¿A quién quería engañar? Cualquiera de ellos hubiera
escuchado su voz entrecortada.

—Estaré bien. ¿No podemos...?

—¿Necesitas hablar? Puedo estar ahí en media hora.

—No. Necesito no hablar de esto.

—Gretch.

—Johnnie.

La pausa de Johnnie lo decía todo. Quería presionarla. Ella


pensó que podría, y determinó que le iba a colgar si insistía, pero
sus siguientes palabras demostraron que la conocía bien.

—¿Quieres que llame a los otros?

—Sí. — Su voz se quebró y se aclaró la garganta. Sí, por favor


Voy a enviar por fax el nuevo acuerdo y mis notas iniciales para
que sepan lo que está pasando.

—Está bien. Estoy aquí si me necesitas.


254

Un pequeño sollozo escapó antes de que pudiera detenerlo.


Página

—Lo sé. Estaré bien.


—Te amo.

—Te amo también.

Apagó el teléfono y lo dejó caer sobre su escritorio. Las


lágrimas que había tratado de detener durante la llamada
telefónica con Johnnie rompieron su control deslizándose por sus
mejillas. ¿Cómo era posible que pudiera tener vida personal con
Heaven Sent si no podía manejar sus relaciones románticas? La
única respuesta que ella tenía era sexo, lo que la hacía feliz, una
vez más, ella nunca había dormido con Johnnie.

Cubrió su rostro con las manos, dejó que las lágrimas


salieran pero trató de mantener los sollozos quedos. Tuvo que
tranquilizarse. Todavía estaba en la oficina.

El Sr. Perry Smythe había llegado a las once menos un cuarto


en punto y fue llevado para que hablaran de inmediato. Él le había
dicho lo que pasó con el juego de Thanos, fue breve y claro. Habían
comprado la empresa Archer. Gretchen ni siquiera había tenido
una idea que fuera algo tan drástico. Problemas, tal vez, pero no
muchos problemas. El Sr. Smythe se disculpó por lo repentino al
ponerse en contacto con ella, pero lo había hecho porque tenían
programado grabar en el estudio el día siguiente. Ese momento
fue, por supuesto, cancelado. No había entrado en detalles del
acuerdo con Archer, por supuesto, pero Gretchen tenía la horrible
sensación de que Archer estaba jodido. Smythe hizo demasiadas
referencias al trabajo de mala calidad, incompletas de su
predecesor. De no cumplir con los plazos y preparativos que
debían de haber producido. Era evidente que no tenía idea de que
ella había estado involucrada con dicho predecesor.

Había demasiadas cosas que no sabía. Demasiadas cosas que


ella había dejado pasar en las últimas semanas, si Archer había
255

logrado ocultar algo tan grave de ella.


Página
Tuvo que haber pasado incluso antes de que se fuera a
Londres, ¿no? Cosas como esto no sólo sucedían. ¿Owen estaría
enterado? ¿De todo esto? ¿Cuánto lo mantuvo Archer oculto de él
también?

Respiró hondo para tranquilizarse, tomó su teléfono y tecleó


la marcación rápida del número de Archer. Él era el que tenía
todas las respuestas, por lo que era con él con quien tenía que
hablar. Había dejado que las cosas se pudrieran demasiado tiempo
y que no era opción. No respondió. Ella dejó un mensaje.

—Es G. —tartamudeó sobre el uso de nombre de una sola


letra. Era simplemente natural cuando hablaba con Archer. —
Acabo de recibir la visita de Perry Smythe, así que sé lo que ha
pasado. Llámame. Yo... quiero saber si estás bien y si necesitas
algo. — Colgó antes de que pudiera decir algo más. Parecía
inadecuado.

Sin soltar el teléfono, marcó el número celular de Owen.

—Lo sentimos al número que está tratando de alcanzar se ha


desconectado o ya no está en servicio. Si cree que ha llegado a este
mensaje por error, por favor cuelgue y vuelva a marcar. — el
mensaje fue dicho dos veces antes de que ella se recuperara de la
sorpresa y cerró el teléfono. ¿Desconectado? Cómo podría ser que
el móvil estuviera desconectado. Su empresa pagó esa factura.

Ella buscó en la guía telefónica el número de casa, pero no


estaba ahí. Por supuesto, no estaba ahí. Ella siempre lo contactaba
en su celular. Tenía que consultar los registros de recursos
humanos en su computadora portátil, y lo encontró. Ella lo marcó
y obtuvo un mensaje similar sin número de reenvío. Terror frío se
filtraba en sus venas. ¿Dónde estaba? Hacía sólo una semana desde
que había hablado con él.
256
Página
Todavía con el ceño fruncido, tomó su teléfono del escritorio
y empezó a marcar. Entonces se detuvo, colgó y se puso de pie
para ir a buscar a la persona que necesitaba.

En el escritorio de Jane que era un conjunto en una gran sala


conectado por el pasillo de Gretchen.

Ella se detuvo al final del pasillo y cuando vio que Jane no


estaba sola. Otros dos empleados estaban ocupados en sus
monitores.

No podía creerlo. Jane estaba cerca de Owen, más cerca que


Ellen.

—¿Jane?

La joven levantó la mirada, abriendo los ojos al ver a


Gretchen.

—¿Sí?

—¿Podrías venir a mi oficina por un momento?— Gretchen


volvió cuando la joven comenzó a ponerse de pie. De vuelta en su
oficina, Gretchen se abstuvo de sentarse en su silla, pero le indicó
a Jane que tomara asiento. —Por favor, siéntate.

Jane lo hizo.

—¿Has oído hablar de Owen?

Jane se removió, con los ojos en el escritorio de Gretchen y


no a ella.

—Mmm, Sí.

—¿Podría decirme cómo contactarlo? Tanto su celular y


257

teléfono de su casa han sido desconectados.

—Uh, Si.
Página
—Jane... —Ella suspiró. Era evidente que Jane sabía algo y no
quería decirle. ¿Owen le habría dicho que no hablara? —Estoy
segura de que sabes lo que ha pasado entre nosotros, y no cabe
duda de que te ha dicho que tuvimos una discusión la semana
pasada. Me gustaría mucho hablar con él sobre eso, pero eso es
casi imposible si no puedo ponerme en contacto con él.

Ella vio el ceño fugaz que pasó por el rostro de Jane antes de
que ella lo quitara. Cerró los dedos sobre las rodillas que dejaron
al descubierto más allá del borde de la falda y apoyó los brazos
rectos.

—Owen se fue.

—Se fue.

—Sí.

— ¿Adonde?

—Regreso a Atlanta.

A casa. Estimado señor, le dolió más de lo que había


pensado. Gretchen apretó el respaldo de la otra silla en segundo
lugar, en la necesidad de algún apoyo.

—¿Cuándo volverá?

Jane negó con la cabeza, casi se desasía su peinado de pelo


negro y lacio de los dos barrettes que la sostenían de la cara.

—Él no va a volver. Se fue.

—¿Qué?

—Me dio las llaves y me pidió que entre mi novio y yo nos


258

encargáramos de sus muebles por él.

Gretchen soltó su apoyo para apoyarse en la esquina de su


Página

escritorio.
—Pero él nunca... nosotros... ¿Por qué?— El último estaba
fuera de su boca antes de que pensara en eso. El pánico llenó la
cara de Jane. Gretchen negó con la cabeza. —No. No respondas a
eso. —Levantó una mano para protegerse de sus ojos, no
queriendo que la más joven viera las lágrimas que ardían.
Parpadeó para evitarlas, luego se enderezó. —¿Tienes alguna
forma de ponerte en contacto con él?

Esta vez Jane no tuvo tanto éxito en suavizando su ceño


fruncido.

—Sí.

—¿Te ha dicho que no me lo dijeras?

—Bueno... no.

—¿Pero?

Jane se mordió el labio inferior.

—¿Puedo hablar abiertamente?

—Lo apreciaría.

—¿Se trata sólo de su trabajo o es personal?

—¿Importa?

—Sí.

Gretchen optó por basarse en una razón lúcida que fuera lo


suficientemente bueno para Jane. Fue una de las razones por las
que ella había sido contratada.

—Es personal.
259

—Owen está devastado. Traté de convencerlo de que se


quedara, para que esperara, pero estaba convencido de que su
Página

vida aquí estaba terminada.


Gretchen se quedó cerca de una planta que colgaba del techo
en la esquina de su oficina.

—Por si sirve de algo, yo no lo despedí. Sólo quería un poco


de tiempo... —Se detuvo. Ella no debía estar dando esta
explicación. De repente, no podía explicarse. Tendría que haber
hablado con él. Cobarde por su parte por no haberlo hecho.

—Él dijo eso, pero estaba seguro de que tenías la intención


de despedirlo. Luego, cuando Archer no quería hablar con él...

—¿Qué?

Jane hizo una pausa, levantando las cejas.

—No lo sabías.

—Pensé que Owen iría directamente a Archer.

—Lo intentó. Nunca pudo contactarlo. Después de unos días


de no tener noticias de ninguno de los dos, entró en pánico.

¿Archer no había hablado con Owen tampoco? ¿Owen había


estado solo? Castigándose a sí mismo por ser un tonto, ella respiró
hondo y se enfrentó a Jane.

—Voy a encontrar Archer y averiguar que pasó, hemos


hecho un lío. Una vez que lo haga, ¿puedo pedirte que le envíes un
mensaje a Owen? Me gustaría mucho hablar con él y, al menos,
pedirle perdón.

Jane estudió su cara durante un largo rato antes de pararse.

—Él se queda con sus padres, por lo que Ellen


probablemente podría conseguirte el número. Pero si quieres,
puedo enviarte por correo electrónico su número. Está en mi
260

teléfono.
Página

Gretchen asintió.
—Gracias. Puedes... —Ella hizo un gesto hacia la puerta
cuando su voz se quebró. —Gracias.

Por suerte, Jane se fue sin tratar de consolarla. Gretchen


podía ser una mujer, pero no le gustaba ser mimada. Había hecho
su parte de mimos en su vida, sobre todo para sus hijos, pero ella
no le gustaba estar en el extremo receptor.

Se quedó sola por un momento, mirando al vacío. ¿Qué


quería? Le dolía el núcleo que Owen había sufrido a causa de su
cobardía. Si ella iba a terminar las cosas, debería haberlo hecho
inmediatamente. Si no lo iba a hacer, tendría que haber abierto las
líneas de comunicación para que pudieran superar esto. Pero ella
no lo había hecho. Se había escondido, y detestaba que hubiera
sido parte de la causa del pánico de Owen. Sabía que era muy
emocional, mucho más que ella o Archer. Como Elena le había
dicho que reaccionó de manera exagerada a lo que había
sospechado entre Archer y Owen. Pero ¿por qué? Ella era parte de
lo que había entre Archer y Owen, ¿no? ¿O que era? Nunca había
sentido que fuera completamente el caso, ya que nunca lo habían
aclarado. Ella se había distraído y aplazado una serie de veces con
la excusa de que era demasiado pronto. Bueno, obviamente no era
demasiado pronto. Sus corazones estaban involucrados, al menos
la de ella y el de Owen. Los sentimientos de Archer seguían siendo
un misterio.

Así que ahí era donde tenía que empezar.

Decidida, cerró su laptop y lo metió en su portafolio. El


trabajo podría esperar. Era el momento de enderezar su vida
amorosa.
261
Página
Capítulo Diecinueve
Sin otra opción, Gretchen comenzó en el apartamento de
Archer. Jane no había dicho si Owen había intentado ir ahí cuando
no pudo contactar con Archer, y Gretchen no podía saber si Owen
trató. Tal vez no. Ya vería. Owen no iba directo al grano como ella.
De todos modos, necesitaba un lugar para comenzar su búsqueda
y el apartamento era lo mejor que podía imaginar.

Ella suspiró, tirando de su pelo mientras conducía. En


momentos como este, deseó pensar y actuar un poco más como
una chica. Siempre había sido así, nunca fue aficionada a los
injustos juegos mentales que algunas mujeres les hacían a sus
hombres. Su madre había sido una experta en el tema de la
manipulación, jugando con cuatro hombres durante la infancia de
Gretchen hasta su muerte, sola y amargada. La hermana de
Gretchen siguió el mismo camino, a pesar de que logró
mantenerse con el mismo hombre durante casi diez años.
Gretchen había decidido a muy temprana edad que le gustaban los
hombres, pero no los necesita y no necesitaba controlarlos. No así.
Había vivido así hasta hace poco. Pero podía ver que
efectivamente había logrado tener a Owen en este tipo de juego.

¿Qué había cambiado? ¿Por qué estos dos? No podía ser solo
por sexo. ¿Fue el hecho de que Archer se ajustara a la vida con una
perspectiva muy similar a la de ella? ¿Era esto lo que Owen vio en
ella y por qué siempre estaba ahí cuando lo necesitaba? Uno de
ellos era el adversario digno que la desafiaba, y el otro le
provocaba todas esas cualidades femeninas que nunca había
262

tenido la necesidad de sentir sin ser una mimada. Tal vez ella
realmente necesitaba a esos dos hombres.
Página
Con cualquiera de ellos solo acabaría loca, pero con el
equilibrio de los tres, ¿podrían hacer que funcionara? ¿Qué
pasaría con ellos? Se había dado cuenta de que Archer mimaba a
Owen en una forma en que probablemente nunca lo haría con ella.
¿Podría Owen soportar tener dos dominante en su vida?

Finalmente llegó al edificio de Archer y aparcó. Sólo había


estado aquí una vez, y brevemente, pero una vez fue suficiente. Se
alegró de que trajera pantalones ese día, se acercó a la puerta
principal del edificio y estaba a punto de llamar al número de
Archer cuando una familia de cuatro miembros salían de las
puertas dobles. Gretchen sonrió amablemente al muchacho de
escuela primaria que mantuvo la puerta abierta para ella y
consideró una buena señal mientras subía las escaleras. Y tuvo
más suerte al encontrar la puerta de Archer abierta, en la puerta
se encontraba un cuadro en el marco de la puerta. Pero la
sensación de buena suerte fue ahuyentada cuando se acercó lo
suficiente para ver más allá de la puerta, había cajas. ¿Estaba
haciendo las maletas? ¿Estaba a punto de perderlo también, sin
previo aviso como había pasado con Owen?

Sin tocar, abrió la puerta y entró. El comedor estaba lleno de


cajas alineadas contra las paredes y cubriendo la mayor parte de
las superficies disponibles. Al menos tres rollos de cinta de
embalaje eran visibles. Ni siquiera la cálida brisa de verano
entraba por la puerta del balcón abierta podría calentar lo que
parecía, para ella, como un habitación vacía.

Las voces masculinas desde el pasillo se hicieron más fuerte


a medida que se acercaban. Ella vio a Archer y al otro hombre
antes de que se fijara en ella. Ambos estaban vestidos con
polvorientas camisetas y pantalones vaqueros, y sudorosos por el
esfuerzo.
263
Página
—... toma esas cajas y te seguiré...— Archer se congeló al
verla, sus brazos ocupados con dos sillas de respaldo recto que
reconoció que eran del dormitorio.

El otro hombre choco en la espalda de Archer con la mesita


de noche que llevaba.

—Oye, qué... Oh.

Ella sólo tenía ojos para Archer, mirando aquellos ojos de


color marrón oscuro ampliarse, entonces se estrecharon.

— ¿Qué estás haciendo aquí?

—Vine a hablar—. Hizo un gesto a sus brazos. — ¿Estás


ocupado?

—Sí.

Ella asintió con la cabeza, miró el extremo del sofá que no


estaba ocupado por alguna caja abierta de libros.

—Voy a esperar.

Su gruñido le llegó cuando se estaba sentando.

—¿Tenemos que hacer esto ahora?

—Eso es, hablaremos.

Archer tomó una respiración profunda.

—Bien. Brad, hemos terminado por hoy. Agarra las cajas, y te


llamaré esta noche.

—Está bien. Tengo que trabajar mañana, pero estoy libre el


domingo.
264

—Está bien. Gracias.


Página
Ella esperó a que se despidiera de su amigo. Por último, se
sentó en la silla de kitty en la esquina del sofá.

—Está bien. ¿Qué pasa?

Ella sacudió la cabeza, entornando la mirada.

—Eres un idiota.

Bufó.

—Ese es un buen comienzo.

—¿De repente decides mudarte?

Él entrelazó los dedos sin apretar entre sus rodillas, los


codos apoyados en los muslos.

—Tengo qué. No sería capaz de pagarlo.

—¿Las cosas están tan mal?

—Todavía no. El pago de la venta de la compañía ayudó,


pero... —Se encogió de hombros.

Ella lo miró, notó que no la miraba, que sus hombros estaban


tensos y que podía romperse por la tensión. No creía que pudiera
leerlo todavía, pero se encontró con que estaba equivocada. Él
estaba asustado y avergonzado. Y esto hizo que su ira bajara un
poco.

—¿Por qué no me lo dijiste?

—No era tu problema.

—Te podía haber ayudado.

Frunció el ceño y sacudió la cabeza.


265

—No quería tu ayuda.


Página
—Archer…

—Mira, ¿qué quieres? ¿Una disculpa? —La miró. —Bien. Lo


lamento. Lamento haberte metido en un contrato que no podía
cumplir. Lo siento, no te dije que mi empresa estaba a punto de
ser comprada y ese juego era mi única oportunidad de salir de
esto. No sabía que ellos se enterarían de que Heaven Sent
realmente firmó para hacerlo. Mal juicio de mi parte. — Y eso fue
probablemente lo que más le enojaba. —Siento habértelo
ocultado, y lo siento si le pedí a Owen hacer lo mismo. Ahí tienes.
¿Estás contenta?

—No.

Él gimió entre dientes, alzando las manos.

—Entonces no sé qué más decirte.

—Me gustaría que me dieras un poco de crédito. Me gustaría


que hubieras recordado lo que somos, o al menos lo que éramos
en esta relación y darte un comino de lo que estaba pasando.

Su atención regresó a la alfombra mientras se mecía hacia


adelante, con los pies rebotando en sus los dedos de los pies.

—Me preocupo por ti, Archer.

—No deberías.

—¿Perdón?

Negó con la cabeza.

—Todo lo que teníamos era el sexo, ¿verdad?

—¿Eso fue todo lo que era?


266

—¿No? Lo dijimos desde el principio. Ninguno de los dos


estaba buscando algo a largo plazo.
Página
—Eso cambió cuando trajimos a Owen adentro.

Si ella no lo hubiera estado observando cuando dijo eso, se


habría perdido la mueca de dolor. Pero estaba ahí, junto con un
abrir y cerrar de ojos culpables.

—Eso fue un error.

—¿Lo era?

—No quise lastimarlo. Pensé que sería divertido.

—Lo fue.

—Sí.

—Creció.

Archer cerró los ojos y sacudió la cabeza.

—Eso es estúpido. Cosas así no suceden tan rápido.

—¿Es éste el hombre brutalmente honesto que he llegado a


conocer y amar? —Ambos se congelaron. Gretchen no había
querido decirlo. Realmente ni lo pensó. Pero lo dijo, y no se
retractaría. Así que se inclinó hacia delante. —No me has
permitido esconder mis sentimientos, ni una vez. No dejaré que te
escondas de esto.

Archer apartó la cara.

—Nos enamoramos en algún momento a lo largo del camino.


Los tres.

—Eso es imposible

—¿Lo es?
267

—Me cuesta creer que puedas enamorarte de una persona, y


Página

mucho menos de dos.


—Pero lo que pasó. ¿No es? Archer, mírame. —Por supuesto
que Archer no podría, el hombre era obstinado, así que ella tuvo
que acercarse a él, lo suficientemente como para tomar su
antebrazo. —Archer. Nunca creí en el amor tampoco, pero lo hice
créeme, me enamoré de ti.

Archer suspiró y negó con la cabeza.

—Me enamoré de Owen también, y ya sabes que apenas


quería eso—. Ella se echó a reír por la picadura de sus palabras. —
Creo que Owen se enamoró de nosotros. ¿Qué hay de ti?

—Ambos están mejor juntos, sin mí.

—Me permito disentir. No creo que nuestra relación fuera a


funcionar sin ti.

Archer se puso de pie, alejándose de su alcance, mientras


caminaba hacia la ventana.

—Mira, me fui dejándolos a los dos solos a propósito para


que puedan seguir adelante y estar enojados conmigo. Sólo tienes
que irte y ser felices juntos.

—¿Qué?

—Están bien los dos juntos. No se merecen... —Él gruñó y


sacudió la cabeza. —Están mejor los dos juntos.

—Owen no está de acuerdo con esto. —Ella miró a su


espalda. —Owen se fue.

Eso hizo que Archer volteara a mitad de camino hacia ella.

—¿Qué?
268

—Owen. Se fue.

Ahora él la enfrentó completamente, dejando caer el acto


Página

sensiblero para un ceño preocupado.


—¿Se fue? ¿Dónde?

—No lo he visto en toda la semana tampoco. No desde que


discutimos.

Archer subió las cejas.

—¿Qué? Pensé...

Ella asintió.

—¿Pensaste que estaba conmigo? —Los estaba dejando


solos también. Una risa amarga escapó de su garganta. —¿Qué
estúpidos fuimos? Los dos dejamos a Owen al otro, y aquí
estamos, él se fue. Nosotros lo lastimamos. Mucho.

Archer estaba de vuelta en la silla, manteniendo entre ellos.

—¿Dónde está él?

—Atlanta

—¿Con sus padres?

—Sí.

—¡Maldición! ¿Por qué?

—No estoy del todo segura. No he hablado con él.

—¿Por qué no?

Ella frunció el ceño ante su tono.

—Lo intenté. Desconectó sus teléfonos.

Algo de Archer que ella había llegado a apreciar resurgió


mientras la miraba, su confianza se mostró en la línea de su
269

mandíbula.
Página

—¿Lo quieres de vuelta?


—¿Tú?

La mandíbula se tensó un poco al apretar los dientes.

—¿Quisiste decir lo que dijiste antes?

—Cada palabra.

Rodeó la silla y se sentó de nuevo, esta vez frente a ella.


Cuando se inclinó sobre sus rodillas esta vez, lo puso justo delante
de ella.

—Nunca he estado enamorado antes.

—Yo tampoco.

Una pequeña sonrisa se mostró un lado de su boca.

—Pero eres mujer, es mejor que lo estés.

Ella se echó a reír, y lo alcanzó para entrelazar sus dedos con


los suyos.

—Estoy bastante segura de que me echaron de la academia


de niñas una vez.

Archer le dio un apretón sus dedos, luego la sonrisa murió


para ser toda seriedad.

—Lo siento no he podido encontrar una manera de decirlo.


Quería hacerlo, pero cada vez que... —Él sacudió la cabeza. —No
quería saber qué harías si supieras que era un fracaso.

Su admisión llenó su corazón con el calor. Con eso lo


entendió. Ella habría reaccionado de la misma manera. Si sólo lo
hubiera visto con claridad.
270
Página
—Oh, cariño, no eres un fracaso. Hay cientos de razones por
las que podrías haber perdido esa empresa. Créeme, lo sé. Si no
fuera por Heaven Sent, yo no sé lo que habría hecho. —Gretchen
frunció el ceño. —Yo estaba enojada, -no, estoy enojada porque
eligió poner en peligro mi negocio con sus retrasos.

Él asintió.

—Lo sé.

—Y estoy furiosa por que le pediste a Owen que no me lo


dijera también. Era su trabajo decirme.

—Lo sé.

Ella no permitió que retirara su mano.

—Pero lo que más me dolió es que ustedes dos tuvieran


secretos sin mi incluida. Me rompió el corazón al pensar que no
confiaban en mí lo suficiente.

—No fue eso. Todo sucedió muy rápido, y yo estaba tan


absorto en todo lo que yo... —Él suspiró, doblando la otra mano
sobre la de ella. —Tengo explicaciones, pero no excusas. Sólo
puedo decir que no estaba preparado al sentir miedo cuando
pensé que me dejarías porque pensabas que yo era un fracasado.

Ella dio una palmada en la rodilla.

—Tonto.

Él sonrió con tristeza.

—Ese soy yo.

—Está bien. —Gretchen cerró la palma de la mano libre


271

sobre sus nudillos. —Tenemos que averiguar qué hacer con Owen,
pero primero tengo que escuchar las palabras.
Página

— ¿Qué palabras?
—No te hagas el tonto conmigo, señor. He puesto mi corazón
para ti. Merezco oír las palabras.

Ojos profundos de chocolate se fijaron en los de ella.

—¿No es demasiado pronto para decir “Te amo”?

Ella puso los ojos en blanco.

—Dios, eres tan romántico.

Ella gritó cuando utilizó su control sobre la mano para tirar


de ella en su regazo. Se recostó en la silla, sosteniéndola contra su
pecho.

—No quiero mentirte. Nunca he estado enamorado. Pero te


diré que la semana pasada ha sido un infierno. He querido
llamarte y a Owen todo el tiempo, pero no quería volcar mis
problemas contigo. Siempre he sido capaz de hacerme cargo de
todo, y esta vez... —apretó los labios contra su frente. —El mejor
momento de mi vida fue este verano con ustedes. Quiero estar con
ustedes todo el tiempo, y nunca he sentido más allá de una
conexión instantánea con cualquier otra persona. Excepto Owen.
— Inclinó la cabeza para darle un beso breve. —Si eso es amor,
entonces, sí, Te amo.

Ella subió sus brazos alrededor de su cuello, fascinada por su


confesión. Era mucho más de lo que había esperado encontrar.

—Con mucho gusto tomaré eso, si es amor o no.

Su sonrisa era un poco triste.

—¿Incluso si estoy desempleado?

—Por favor. No tengo ninguna duda de que tengo algo en la


272

manga. —El brillo en los ojos de Archer le dijo que ella tenía
razón. —Además, si necesitas un trabajo, es probable que pueda
Página

encontrar algo para ti.


—Mmmm, trabajar para ti. —Deslizó su mano alrededor de
la curva de su culo, apretando. — ¿Puedo conseguir al jefe?

—Tal vez podríamos hacer que sea tu deber primordial.

Riéndose, selló sus labios con un beso. Ella sucumbió


felizmente, perdiéndose en el calor polvoriento y varonil de él.

Pero luego ella se retiró.

—Pero todavía tenemos un problema.

Archer se detuvo con los labios sobre su pulso.

—Owen.

—Owen.

Suspirando, Archer se sentó de nuevo, ajustándola más


cómodamente en sus piernas.

—Nosotros lo lastimamos.

Ella se recostó sobre su pecho, apoyando la mejilla en su


hombro.

—Realmente.

Él entrelazó los dedos de una mano con la suya.

—¿Crees que todavía nos quiera?

—Eso espero. Sería una pena arruinar el momento tan


delicado que acabamos de tener.

Él se rió y besó la parte superior de su cabeza.

—Oh, señora, me gusta la forma en la que su mente funciona.


273
Página
—No, simplemente me amas. —Estaba bastante segura de si
seguía con él, con el tiempo partiría sólo las palabras sin la fase de
clasificación.

Su mejilla se mantuvo apoyada en su frente.

—¿Estás segura de que podemos hacer que funcione?


¿Nosotros tres?

Qué extraño oírlo pedir consuelo. Había sido el que tenía


todas las respuestas. Fue algo bueno saber que no siempre era tan
seguro de sí mismo. Era grato darse cuenta de que no se abría de
esta manera a muchas personas.

—Sí, creo que podemos hacer que funcione. Somos un buen


balance, nosotros tres.

—Esperemos que Owen lo crea también.

274
Página
Capítulo Veinte
Hacía calor. Deep South, mojado, la húmeda y calorosa
Atlanta. Owen suspiró, tirando de su camiseta sin mangas para
refrescar un poco su piel húmeda debajo de ella. Una banda
sujetaba el pelo fuera de los ojos y absorbió la mayor parte del
sudor que habría caído detrás de sus gafas de sol y los ojos. Una
nube de tormenta se cernía en la distancia. Sólo podía esperar a
llegar a casa antes de que lloviera. ¿Por qué había pensado que era
una buena idea ir a la tienda por los cigarrillos que quería su
madre? Su lógica anterior se le escapaba.

No, no del todo. Había querido una oportunidad para salir de


la casa, aunque sólo fuera un rato. Su madre tenía buenas
intenciones, pero seguía molestando acerca de por qué se había
regresando a casa tan rápido. No podía entender cómo podía
haber dejado un buen trabajo cuando que no fue despedido, ni
tampoco le gustaba que le diera razones incompletas de eso. Pero
no pudo decirle que había escapado de la tortura de estar cerca de
sus dos amantes, o más bien, siendo ignorado por las dos personas
que amaba. No es que a ella le importara, sobre todo. Ella no sólo
acepto el hecho de que él era gay, ella era una de esas personas
que se lamentaba de que él no pudiera —decidirse— y se
conformara con los hombres en lugar de ir de hombres a mujeres
y viceversa. Si se enterara de que había tenido uno de cada tipo al
mismo tiempo, no sería capaz de contener la inquisición que lo
seguiría. No, él se saltaría eso, gracias. Había soportado su
curiosidad hasta que consiguió un trabajo y pudo mudarse. Tal vez
su primo en Tampa pudiera conseguirle un trabajo en el hotel
275

donde trabajaba.
Página
Finalmente, llegó a su calle y vio un coche desconocido en la
entrada. No le prestó mayor atención. Su madre era una de la
horda de rapaces mujeres que dirigían su pequeña parte de la
ciudad, y ellas siempre iban. Lo que hizo que las cosas fueran más
difíciles, desde que había conocido a la mayoría de estas mujeres
durante gran parte de su vida y querían saber lo que estaba mal
también. Cuando ella las llamó este fin de semana, Ellen le había
advertido que venir a casa no era la respuesta. Tal vez tenía razón.
Podía admitir que había escapado, pero era mejor hacerlo más
temprano que tarde, ¿verdad? Abrió la puerta que conectaba el
corto camino hasta la puerta principal, disfrutando de la sombra
del magnolio enorme que dominaba el patio. Archer no había
respondido a sus llamadas, y Gretchen había dejado claro que no
quería hablar con él. ¿Por qué tendría de quedarme? Aunque,
suponía que tendría que hablar con Gretchen después y dejar
oficialmente su puesto de trabajo. Si ella no lo había despedido
por su ausencia. Eso fue poco profesional por su parte. Demostró
que era sólo un estúpido después de todo, ¿eh?

A pesar de la preocupación de todo eso, subió los escalones


del porche, abrió la puerta. Al oír la voz de su madre en la cocina,
la principal sala de recepción, se dirigió hacia ahí.

—Mamá, tengo tus...

Se quedó inmóvil, con la caja de Lucky Strike en el aire. Ahí,


en la prístina mesa de desayuno de pino, que parecía muy grande
y oscuro comparado con la decoración de color amarillo y blanco,
estaba sentado Archer, a Owen le dio un vuelco el corazón en la
garganta, la presión arterial bajó repentinamente surgiendo hacia
su polla. Archer estaba vestido simplemente de tejido divino.
Elegante y potente en una camisa de manga corta blanca
abotonada y pantalones vaqueros, gafas de sol todavía
276

encaramado en lo alto de la cabeza, parecía bastante relajado y


como si estuviera en casa con el vaso de té helado en frente de él.
Página
Este sonrió cuando vio a Owen. Owen tragó saliva, mirando
una gota de sudor hacer su camino por el cuello de Archer,
persiguiendo el escote abierto en el chapoteo de pelo negro que
era apenas visible. Archer levantó una mano, un reflejo de su
Rolex mientras saludaba.

—Hola, Owen.

—Pequeño. — La voz de su madre rompió el hechizo que lo


mantenía congelado. Hizo una mueca al nombre cariñoso de su
madre para él. Ella se apresuró hacia adelante, dándole un vaso de
té helado que estaba destinado probablemente para ella. —Tienes
visitantes—. Ella lo agarró del brazo y lo condujo a una silla en la
mesa, justo al otro lado de la parte más estrecha de Archer. Era
una mujer menuda, pero la fuerza de su agarré aseguró de que ella
fuera obedecida. —Tú siéntate aquí y sé sociable.

Owen estaba sentado ante el plural de la palabra visitantes


para que tuviera sentido. Parpadeó ante Archer y luego se volvió
hacia la cocina. Ahí estaba ella, luciendo ridículamente fresca por
el calor. Su pelo rojo-naranja estaba recogido lejos de la cara por
un pasador, pero que dejaba libres un montón de rizos para
abrazar su cuello húmedo. Sin maquillaje, lo que pudo decir, su
rostro era joven y vibrante, y sus ojos brillaron al verlo. La prenda
que vestía Gretchen le quedaba como un guante cubriendo sus
bien formadas curvas, con modestas sandalias de tacón
completaban su look. Con tonos naranjas y grises pero dejaba al
descubierto su vientre plano. Ella levantó su propio té helado.

—Hola, Owen.

Ambos estaban aquí. ¿Por qué vinieron? ¿Ellos estaban aquí?

Su madre le golpeó la cabeza desde atrás.


277

—Habla, hijo. Tus amigos no vinieron hasta aquí para ser


Página

ignorados.
Difícilmente podría ignorarlos. A cualquiera de ellos. Ellos
resaltaban en la cocina de su madre como panteras en un cuarto
de juegos para niños. Pero, ¿Qué podría decir? Vio como Gretchen
se acercaba a él, lamiendo el té helado derramado en el pulgar.

—Está bien, Edith, —dijo ella, sonriendo alegremente


mientras se sentaba en la silla entre él y Archer. —Estoy segura de
que está un poco sorprendido de vernos aquí.

Ahora los dos estaban mirándolo. Su madre se apresuró a


regresar a la cocina y se traqueteo alrededor para conseguir otro
vaso. Vio atrás de Archer por la ventana que se nublaba
anunciando la llegada de la tormenta.

Archer sonrió, levantando su vaso hacia los labios.

—¿Sorprendido?

—Sí. ¿Qué... qué están haciendo aquí?

—Hemos venido para llevarle con nosotros, —respondió


Gretchen brillantemente, jugando con un brazalete de oro
alrededor de su muñeca izquierda.

La miró parpadeando. Esta frase podía tener un significado


diferente. No estaba seguro a que se refería. Pero el calor en su
mirada le dio una pista grande. El beso que ella le lanzó fue
escondido por su madre, como Gretchen estaba sentada a
espaldas de la cocina.

—¿En serio?

Gretchen hizo un puchero y le habló un poco más fuerte para


su audiencia.

—Fue terrible que te fueras sin avisarnos.


278

Él abrió los ojos a su sonrisa traviesa. Ella estaba tratando de


Página

meterlo en problemas.
Y funcionó. Su madre resopló mientras le servía más de su
interminable oferta de té.

—Lo que hice fue decirle que cometió un error. Pregunto,


¿quién se va solo de esa manera?

Owen fulminó con la mirada a Gretchen, el eco de las


palabras de su madre, diciéndole que ella había estado hablando
con su madre mientras no estaba. ¿Cuánto tiempo había estado
fuera, de todos modos? Claro, había tomado su tiempo, pero no
había sido más que una hora.

—No lo puedo entender, Edith,— dijo Gretchen, sin apartar


los ojos de Owen. Su sonrisa se suavizó un poco cuando se inclinó
hacia delante para doblar los antebrazos sobre la mesa. —Pero
estoy seguro de que el malentendido fue culpa nuestra, de Archer
y mía. Es por eso que hemos venido hasta aquí para pedir
disculpas.

¿Pedirme disculpas? Él ladeó la cabeza y la boca abierta.

—Bueno, me alegra que ustedes vinieran. —Su madre


suspiró fuertemente mientras se sentaba al otro lado. —Ha estado
abatido desde que llegó.

—¡Má!

—¿Qué? Es cierto.

Puso los ojos en blanco, ocultando su rostro entre sus


manos. Estaba pasando por tanto, y que su madre estuviera
echándolo de cabeza, era mucho peor.

—Ma, ¿podrías dejarnos solos un rato?

—¿Por qué?
279

—Me gustaría hablar con mis amigos tranquilamente. ¿Te


Página

importa?
Ella lo hizo. Sabía que lo haría. Sabía que él sabía. Pero
también era su madre y cuidaba sus mejores intereses en el
corazón.

—Está bien. Por qué no van todos al patio. Betty estará aquí
en cualquier momento, y sabes que tan entrometida es.

Owen soltó un bufido, lo cual hizo a su madre sonreír. Él le


dio un beso en la mejilla antes de llevar a sus amigos al patio
trasero. Se dirigió a la pequeña construcción que su padre había
hecho para él y sus hermanos eones atrás. Ésta ya parecía vieja,
pero todo funcionaba todavía. Probamente tendrían tiempo para
hablar antes de que lloviera.

Archer se rió, apoyándose contra el borde de la madera.

—Oh, hombre, me encanta tu mamá.

Owen suspiró, sentándose en uno de los columpios.

—Ella es una gran tormenta para tratar de manejar.

Gretchen se sentó en el columpio al lado de él, colocándolo


en medio de ellos dos.

—Creo que ella es una mujer encantadora.

—Está siendo amable. —miró a los ojos antes de que


pudiera decir algo más. —Porque estás siendo bueno.

Su sonrisa se suavizó de nuevo.

—Uno siempre debe ser agradable a la propia anfitriona.

Owen asintió.

—¿Porque estás aquí?


280

—Para disculparse, como he dicho.


Página
—¿Por qué tienes que pedir disculpas? Soy el que mintió.
Soy el que salió corriendo. Soy... —Oh, eso le recordó. Giró la
cabeza para mirar a Archer. —Mierda, he leído sobre lo que pasó
con IA. Lo siento mucho.

Archer hizo un gesto con la mano.

—Eso se acabó. Voy a reconstruir en otro lugar.

—Pero eso fue tu compañía. Habías trabajado muy duro para


mantenerlo independiente.

Él asintió.

—Lo acabo de hacer. Pero al final, no importa tanto. —Se


puso en cuclillas en la arena al lado de Owen, levantando de nuevo
las gafas de sol que se había puesto, así que Owen podría ver sus
ojos. —Te pedí que hicieras algo que no debería haberte pedido y
no compartí contigo el otro secreto. Lo lamento.

Owen negó con la cabeza.

—No. Comprendí. Estabas preocupado. Tenías muchas cosas


en mente, y tú...

Riendo suavemente, Archer extendió la mano para apretar la


rodilla.

—Cállate. Estaba equivocado. Estoy pidiendo disculpas.

—Bien.

—También lo siento. —Se volvió hacia Gretchen, verla


apoyándose pesadamente contra la cadena del columpio que tenía
más cerca. —Exageré, y te dejé fuera. No puedo decirte cuánto lo
lamento.
281

—No. No debí haber mantenido secretos. Como has dicho,


Página

era mi trabajo mantenerte informada.


—He aprendido esta semana que parte de tu trabajo consiste
en evitar que estas cosas lleguen a mí. — Ella gimió. —Nunca me
di cuenta de que tengo tanto correo basura en el e-mail.

—Le pregunté a Jane para ver si podía ayudarme.

—Bueno, no creo que Jane quisiera estar demasiado cerca de


mí. Ella estaba bastante molesta por que te había lastimado.

—¿Dijo eso?

—No con esas palabras. No puedo decir que la culpo. Fui


cruel e injusta. Perdóname.

—No tienes que…

Archer le apretó la rodilla de nuevo.

—Owen, cállate y deja que pida perdón.

Él frunció el ceño.

—No lo entiendo. ¿Por qué están aquí? Ninguno de los dos


hizo nada mal…

—Basta. —Archer frunció el ceño. —Nos equivocamos


bastante, y te lastimamos lo suficiente para que salieras huyendo,
atravesando todo el país para escapar de nosotros. Yo diría que
eso es mucho por lo cual pedir disculpas.

—Ambos te colocamos en medio de las cosas, y eso era muy


injusto por parte de nosotros. — Gretchen se acercó a apretar su
hombro. —Lamento que salieras lastimado y porque tuviste que
alejarte de nosotros.

Owen bajó la cabeza, mirando sus rodillas desnudas que


282

salen de sus pantalones cortos. El toque de Archer chisporroteaba


como una quemadura de sol.
Página
—Sé que exageré, pero pensé que ambos estarían mejor sin
mí en el medio.

Cuando ambos se echaron a reír, sintió malestar en el


estómago.

La mano de Gretchen apretó su hombro.

—Oh, cariño, pensamos las mismas cosas.

—¿Huh?

—Dejé de hablarles para que ustedes dos pudieran estar


juntos—, le dijo Archer.

—Yo hice lo mismo—, coincidió Gretchen.

—¿Qué? Pero ¿por qué?

—Porque los tres estábamos muy asustado o no queríamos


admitir lo que ahora es dolorosamente obvio—, dijo Gretchen. Ella
le apretó el hombro de nuevo, que lo impulso a mirarla. —Te amo.

Se quedó boquiabierto. Archer se movió, a continuación, las


grandes manos se acercaron para mover la cabeza y las rodillas
firmemente plantadas en la arena.

—Te amo también.

Owen parpadeó, la mandíbula caída libre.

—Pero…

Archer sonrió.

—Amas a Gretchen.

—Y a Archer—, agregó Gretchen. —Lo que está bien, ya que


283

hemos decidido que estamos enamorados el uno del otro también.


Página
Owen volvió la cabeza para ver que Gretchen estaba
sonriendo, pero totalmente seria.

—¿En serio?

Archer dejó que sus manos se deslizan hacia los hombros de


Owen.

—Sí. Lo hacemos muy bien todos juntos, y estamos bastante


jodidos cuando estamos separados.

Owen trató de tragar el nudo en su garganta, manos


apretadas en las cadenas de su columpio.

Gretchen se levantó y se acercó más, cerrando su mano


sobre uno de sus puños.

—Archer y yo hemos pensado que te queremos de vuelva.


Con nosotros.

—¿Ustedes... me quieren?

Archer suspiró, sentándose sobre sus talones.

—Dios, bebé, si yo no estuviera absolutamente seguro de


que tu madre está mirando, te besaría para tratar de convencerte.

Owen sonrió.

—Mamá sabe que soy bi.

El rostro de Archer se iluminó.

—¿Sí?

—Sí.
284
Página
El hombre se paró en toda su altura, apretando con sus
manos cada lado de la cara de Owen para atraerlo hacia él en un
beso que hizo que Owen se quedara sin aliento, abrió los labios
bajo el asalto de Archer. Él había estado convenció de que nunca
sentiría este asalto de nuevo. Para tenerlo aquí robó todo tipo de
razonamiento de su parte.

—Vuelve a casa con nosotros—, susurró Archer contra sus


labios.

Owen no podía encontrar la manera de abrir los ojos,


todavía aturdido por el beso de Archer.

—¿Casa?

—Me estoy mudando con G. Ven a vivir con nosotros.

Y con esto el abrió los ojos. Su visión se llenó del rico oscuro
de la mirada de Archer.

—¿Qué?

—Mi Turno.

Sonriendo, Archer dio un paso atrás.

Gretchen entró en su lugar. Ella tomó la cara de Owen como


Archer lo había hecho, instándolo a ponerse de pie. Una vez que
estuvo ahí, ella deslizó sus brazos alrededor de sus hombros para
tirar de él al ras de sus curvas suaves.

—Ven a casa con nosotros, cariño. Quédate con nosotros. Te


lo prometo, vamos a trabajar en la parte de la comunicación.

Sus brazos se deslizaron alrededor de su cintura. Otro toque


que había pensado que nunca experimentaría de nuevo.
285

—¿Es real esto?


Página

Ella lo besó suavemente.


—Muy real. Te necesito. Te necesitamos. No trabajamos sin
ti.

La mano de Archer rozó su espalda, los cálidos labios


acariciaron justo encima de la oreja.

—Eso es seguro.

Sintió a Gretchen que le daba una patada en la espinilla de


Archer y no podía dejar de reír.

—¿Es esto real?

La nube de tormenta rugía, recordándole al mundo real,


convenciéndolo de que esto realmente estaba sucediendo.

Gretchen miró, preocupada, y luego volvió su atención hacia


él.

—Es real, si permites que sea real. ¿Qué dices, cariño?

O bien la nube retumbó de nuevo o era el latido de su


corazón galopante que había oído.

—Oh, Sí. —El estiró un brazo para que pudiera alcanzar a


Archer. Encontró la mano del hombre y tiró de su íntimo calor. —
Dios, sí.
286
Página
Epílogo
—No estoy seguro de que vaya a perdonarte por esto—, se
quejó Reese, mirando ceñudo a la gente que llenaba la sala de
estar de Gretchen.

Ella se echó a reír alegremente, ajustando el tabardo 2 azul


del vestuario de sus tres mosqueteros para que ella no tirara el
champán sobre él. Mmmm, champagne. Esto fue el tequila
mañanero que había estado bebiendo durante las últimas horas.

—Por supuesto que sí, cariño. Todo se hizo con amor, ya lo


sabes.

Se quedaron cerca del arco entre vestíbulo y la sala de estar,


disfrutando de una buena vista para ver los variados disfraces de
Halloween, la inauguración de la casa, y la fiesta de despedida de
soltero. Bueno, al menos ella lo estaba disfrutando. Reese,
obviamente, no había bebido lo suficiente.

Él rodo los ojos fuertemente maquillados y echó hacia atrás


los rizos de su peluca.

—No debí de estar acuerdo con esto, si hubiera sabido que


ibas a convertir la fiesta de Halloween en una despedida de
soltero. —Anillos de oro y un diente de oro falso brillaban
mientras levantaba su copa y bebía un sorbo. Ella era de la opinión
de que era el perfecto Jack Sparrow y su mueca actual solo lo
complementaba.

Todavía riendo, ella bebió el último sorbo de champán.


287
Página

2
El tabardo es un ropón blasonado que usaban antiguamente los heraldos y reyes de armas , y que usan
todavía los empleados de ciertas corporaciones, como los maceros de las Cortes y los de algunos
ayuntamientos.
—Lo cual es exactamente el por qué no te lo dije. —
Gretchen deslizó un brazo alrededor de él, sólo para manejarlo no
para empujarlo suavemente con la espada que colgaba de su
cadera. —¿Te molestaría saber lo que quería hacer primero en la
ducha?

Su ceño le dijo que sí.

Encantada, ella lo besó en la mejilla.

—Oh, es inofensivo. Sólo he arreglado un pequeño juego.

—¿Qué?

Otro beso en la mejilla, y luego lo soltó.

—Sólo espera.

—Oh, Dios mío. Gretchen, ¿Qué has hecho...?

—Hola—. Luc llegó desde las escaleras justo a tiempo para


abrazar a su amante. Gret no hubiera creído que pudiera
conseguir un disfraz de Will Turner, pero se las arregló muy bien.
Su cabello castaño estaba recogido, y a pesar de su aversión al
pelo facial, se había dejado crecer el bigote delgado como un lápiz
y uno de chivo. Gretchen jugó con la idea de pedirles que se los
dejaran, porque lucían fantásticos. Juntos, la pareja sería objeto de
muchas fantasías que había tenido desde la primera vez que vio
una película de Piratas. Reese traía armas que lo rodeaban desde
atrás, Luc acarició la mejilla del otro hombre.

—¿Sigues enojado?

La mirada de Reese subió hasta su futuro esposo.

—No estoy enojado.


288

Sonriendo, Luc le robó un beso.


Página

—Por supuesto que no, mi amor.


Gretchen depositó su copa vacía sobre una mesa auxiliar,
luego dio un paso hacia la multitud.

—Oh, bueno, sigan así, y yo iniciaré el juego.

—¡Gretchen!

Riendo alegremente, ella siguió caminando, perdiéndose


entre sus invitados. Ella no celebraba fiestas a menudo, pero esto
era diferente. Estaba rodeada de buenos amigos y no sólo
conocidos de negocios. Estaba encantada que todo el mundo
estuviera en la ciudad.

—¡Tyler!

El rubio apuesto saltó ante el sonido bastante fuerte de su


voz. Se apartó de su conversación con Edie, la esposa del último
productor de Heaven Sent.

—Tyler—, dijo Gretchen, deslizando su brazo por el suyo


mientras templaba su voz. ¿Tal vez estaba un poco achispada? —
Tienes que conseguir ayuda. No, Edie, puedes ayudar también.

Tyler sonrió.

—¿Qué puedo hacer por ti?

Gretchen parpadeó hacia su cara atractiva. Más atractivo de


lo normal con el maquillaje. Él realmente debería haber sido un
modelo. Gret frunció el ceño.

—¿Cómo lo convenciste de ponerse esto?

Sus ojos se abrieron de par en par, y él negó con la cabeza un


poco.
289

—¿Eh? ¿Pensé que dijiste que necesitabas ayuda?


Página
—Sí, pero primero quiero saber—ella dio un paso atrás,
sosteniendo su mano para que pudiera mirarlo de arriba abajo —
¿cómo podré convencer a Johnnie para que se vista así?

Se sonrojó, pero eso sólo lo hacía más atractivo. Nunca


hubiera pensado que vería el día en que Tyler usara una falda. No
es sólo una falda, una falda corta a cuadros como parte de un traje
de colegiala, con calcetines hasta la rodilla y Mary Janes.
Mostrando muslos bien entonados con el pelo tan ligero que ni
siquiera podía verlo. Llevaba una camisa de botones blanca sobre
un sujetador ligeramente acolchado, pero había dejado la
chaqueta de escuela en algún momento por la tarde. Él incluso
tenía su pelo rubio bastante largo trenzado en dos y atadas con
grandes lazos rojos justo por encima de las orejas.

Frunciendo el ceño, el bajó la mirada.

—Perdí una apuesta.

Ella intercambió una sonrisa con Edie.

—Tú, de toda la gente, deberías saber muy bien que no


debes apostar con Johnnie.

Ofendido, él dejó caer su mano.

—Sí, lo que sea.

Edie echó un vistazo al otro lado de la habitación.

—¿Cómo es que no llevabas un vestido de noche como él?

Johnnie estaba vestido con un elegante disfraz de noche


verde esmeralda. Había pasado toda la tarde con el maquillaje y
las joyas brillantes que caían de las orejas, el cuello, las muñecas y
los dedos.
290

Incluso con tacones altos, con los que caminaba mejor que
Página

muchas mujeres.
Si no fuera por la amplitud de su pecho y la ausencia de
senos, él fácilmente podría pasar por una mujer. Él, por supuesto,
se estaba exhibiendo con el traje, constantemente lanzando su
pelo castaño suelto en una buena imitación de principios de Cher.

Tyler suspiró.

—El traje era parte de la apuesta.

—¿Cuál fue la apuesta?

—No importa. —El rojo extra de su sonrojo le aseguró que


era muy íntimo. Ella consideró seriamente cruzar la habitación
para preguntarle al mismo Johnnie.

—De todos modos…—Tyler extendió la mano para retirar el


flequillo a un lado—¿no quieres que te ayude con algo?

Ella frunció el ceño, con la mente en blanco. Una mirada


detrás de ella vio a Reese y Luc, que le recordó.

—¡Oh! Sí. Necesito un juego.

—¿Un qué?

—Un juego. ¿Sí, sabes? Algo para avergonzar a Reese.

Tyler se echó a reír.

—Te estás tomando esta cosa del juego un poco lejos, ¿no es
así?

—Ciertamente no. ¿Qué clase de amigos seríamos si no lo


humilláramos un poco antes de que se case?

Tyler negó con la cabeza.


291

—Estoy tan contento de que nos casáramos antes de que me


lo hicieras.
Página
Ella lo miró.

—No es demasiado tarde, ya sabes. En el aniversario que


viene.

Grandes ojos azules se hicieron aún más grandes, y su boca


se abrió. Edie se echó a reír.

—Sí.— Gretchen se frotó las palmas de las manos. —Creo


que podemos planear algo conveniente.

—Gretchen, no te atreverías...

—Oh, vamos, Tyler, cariño. ¡Oh! ¡Ya sé! Necesito un poco de


papel higiénico! —Resuelto, ella giró sobre sus talones.
Desafortunadamente, ella había estado bebiendo un poco más de
lo habitual, y ella no estaba muy acostumbrada a los tacones
ridículamente altos en sus botas hasta la rodilla de gamuza azul.
Calculó mal y perdió el equilibrio y echó los brazos hacia fuera,
esperando que la caída en la alfombra no fuera tan mala.

—¡WOW! —Unos brazos fuertes la atraparon. Colgada ella


miró para encontrar a otro mosquetero que había atrapado su
sombrero antes de caer al suelo.

Felizmente, ella terminó con sus brazos alrededor del cuello


de Archer y dejó que la cargara.

—Hola.

Él se rió entre dientes, volviendo a colocar su sombrero en la


parte superior de su cabeza.

—Hola. ¿Te diviertes?

—Oh, muy divertido, sí. ¿Y tú?


292

—Es evidente que no tanto como tú.


Página
Ella hizo una mueca, consciente de que estaba
sobreactuando, pero lo suficientemente borracha como para no
dar una mierda.

—Eso no es suficiente. Tienes que ser feliz.

Él la besó brevemente.

—Oh, no sé. Pero creo que hablar con Johnnie para que entre
en el negocio conmigo. Eso me haría feliz.

Gret se quedó inmóvil, con la boca abierta. Por un lado,


estaba encantada de que Archer tuviera un verdadero proyecto.
Por el otro...

—Johnnie no sabe nada sobre juegos que no sea jugar con


ellos. — Ella miró por encima de su hombro, pero Tyler se había
aprovechado de su distracción para salir de ahí. Él estaba ahora
susurrando frenéticamente con Reese.

—Ah, pero está ansioso por aprender.

Abandonando las burlas de sus amigos, ella trató de dar a su


amante una mirada severa.

—Archer, no puedo permitir que tomes ventaja...

Riendo, selló su protesta con otro beso. Trató de apartarse,


pero fue inútil. No sólo era más fuerte, pero siempre hacía que lo
anhelara más. Sólo una vez que tenían que tomar aliento la soltó.

—No te preocupes por esta noche. Te prometo que te dará


todos los detalles cuando estés sobria.

Frunció el ceño.
293

—No estoy tan borracha.

Él no le creyó.
Página
—Está bien. Te prometo que te contaré mañana.

—Bien. — Ella se apartó de él y meticulosamente ajustó su


tabardo de nuevo.

La alfombra se tambaleó un poco. Bueno, tal vez ella estaba


más borracha de lo que pensaba.

—¿Dónde está Owen?

—En la cocina, creo. Lo vi hablando con Hell.

Asistiendo con la cabeza, se acercó a la cocina, brevemente


hablando con algunos de sus otros invitados en el camino. No era
una fiesta especialmente grande, tal vez sesenta personas, en su
gran punto. Pero ahora era la una de la mañana, por lo que
probablemente no eran más que treinta los que se habían
quedado.

Oyó a Darien festejar por la chimenea, una imagen inusual en


su brillante disfraz color naranja de un preso. Esposas falsas
colgaban de sus muñecas y un collar con una cadena adjunto en su
cuello. Incluso traía una bola y una cadena atada a su pierna. Ella
sonrió al recordar su atuendo, arrastró sus dedos detrás de los
hombros de Chris cuando pasó por detrás de él. Se volvió para ver
quién era, el representante de la ley con su gorra de policía
protegiéndole los ojos y gafas. Saludándolo con la mano sin parar,
se preguntó si él sacaría las cadenas reales para esta noche con
Darien. Tenía sospechas concretas sobre los dos.

Owen vestido como el tercer mosquetero, estaba de hecho


en la cocina con Hell. El pequeño tecladista estaba vestido como
un gato. Orejas negras en una cinta en la cabeza atrapaba el
cabello color lavanda, traía bigotes en su maquillaje en el rostro, y
294

un completo traje negro con una cola. Decorado con botones,


desde el muslo hasta sus botas negras pudieran no ser tan felinas,
Página

pero hacían juego con el cinto alrededor de su cintura delgada.


Gretchen se preguntó por qué Brent con su traje de lobo no
estaba todavía a su lado, babeando.

—¿Qué están tramando?— ella los acusó, acercándose por


detrás de Hell.

Ojos de Owen brillaron de emoción.

—Hell tiene una banda que necesita un representante—.


Una vez más, ella parpadeo sorprendida.

—Son locales— Hell la abrazó probablemente leyendo su


expresión — y no estoy seguro de que incluso vayan a permanecer
juntos, pero nos hemos asegurado de tener un espacio en el
estudio. Por lo menos van a necesitar a alguien para que se
encargue de algunos conciertos locales.

—Oh.— Obviamente, Owen pensó que él era el hombre para


el trabajo. ¿O no? Es cierto que había discutido dejarlo trabajar
por su cuenta, ¿pero estaba mal que Gretchen lo quisiera a largo
plazo? Sí. —Bien. Vamos a obtener su información, y vamos a ver
cómo va.

Owen la atrapó por un abrazo, su sombrero de mosquetero


golpeando el de ella.

—Ya sé lo que piensas. —Él se rió en su oído.

Ella frunció el ceño hacia su sombrero en el suelo,


preguntándose si podría hacer que lo recogiera para ella.

—¿Lo sabes?

La besó en la mejilla.

—Sí. —Entonces él la besó en la boca. —Te voy a convencer.


295

Olvidando el sombrero, ella se rió mientras la seguía


Página

besando.
—Sí, sí. Hablaremos de eso más tarde. —Ella le dio una
mirada suave a Hell. —Gracias.

Sonriendo, él asintió con la cabeza.

—El placer es mío. —Bueno, al menos él se inclinó para


recoger su sombrero para ponerlo en el mostrador.

Antes de que pudiera pensar en un regreso o para alcanzar


la pieza que falta en su traje, Owen la empujó hacia atrás.

—¡Hey!— Ella se tambaleó, para una caída, entonces esos


mismos brazos fuertes de antes la atraparon. Así de sencillo, ella
estaba en su lugar favorito, intercalada entre sus dos hombres que
amaba.

—Creo que está borracha—, asumió Owen, mirando por


encima de su cabeza.

—Creo que tienes razón—, asintió Archer.

—Creo que eso significa que tendremos el camino libre con


ella más tarde.

Ella bufó, tanteando el pequeño impertinente culo de Owen


debajo de su tabardo.

—¿No era eso lo que iba a suceder de todos modos?

Owen se echó a reír, un sonido libre, encantador. Un sonido


que había oído muchas veces en el último mes o más o menos y
esperaba escucharlo por el resto de su vida.

—Te amo—, le dijo a ella justo antes de besarla. Entonces se


acercó de puntillas más allá de ella. —Te amo también.
296

—Te amo también—, murmuró Archer. Finalmente él dijo


las palabras que la hicieron temblar. —A ambos.
Página
Ella sonrió, agarrando el cinturón de Owen cuando se
acurrucó de nuevo en el abrazo de Archer. Ellos eran de ella, ella
era suya. ¿Cómo podía haber pensado que esto no iba a funcionar?

Ella frunció el ceño ante las pocas personas que aún


quedaban en la cocina.

—Ahora, ¿cómo hacemos para que toda esta gente se vaya


de nuestra casa?

Fin

297
Página
Sobre el Autor
Desde que estaba en la preparatoria, Jet Mykles ya escribía
historias que involucraban a sus amigos y estrellas de sus grupos pop
de ese tiempo. En esos días, ella no dejaba de escribir sobre sexo,
aunque sus conocimientos sobre el tema han mejorado ampliamente.

Es una ardiente fan de la fantasía y las sagas de ciencia ficción. Jet


prefiere vivir en su mundo imaginario donde los dragones son reales,
los elfos son comunes, los vampiros son solo personas con una dieta
especial y los licántropos viven en la puerta de al lado. En su propia
mente ella es la heroína que siempre obtiene lo mejor de todo el
mundo y siempre atrae a hombres musculosos. Ella comparte esta
fantasía con imágenes creadas con su otra obsesión: el arte gráfico en
tercera dimensión. En esa área como en la escritura ella es autodidacta
y totalmente emocionada, ahora con regularidad usa su arte para
ilustrar sus historias y así mostrar su arte con más detalle.

Solo recientemente, a través de la maravilla de la era digitas es


que Jet, que se autoproclama una ermitaña, ha sido capaz realmente de
compartir su trabajo con otros. Es a través de una serie de imágenes
eróticas que subió a la website Renderotica que la fabulosa Angela
Knight la animó a que ella terminara su historia y la presentara en
Loose Id.

En la vida real, Jet vive en el sur de California con su novio desde


hace nueve años, su hija, su padre y nueve gatos. Ella tiene un título en
actuación pero debido a su pánico en las audiciones, se ha mantenido
fuera de las luces. Así que se giró hacia su computadora y actualmente
trabaja para una compañía de software porque incluso en la vida real,
no puede evitar querer crear algo de la nada.
298
Página

http://www.jetmykles.com/
Coordinación del proyecto
Cinty

Traducción
Joseline/Tina/Viky
Corrección/Revisión
Visionepica

Edición, Diseño y formato


Visionepica

Limpieza de Portada
Clau
¡Y no olvides comprar a los autores, sin ellos no
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podríamos disfrutar de todas estas historias!


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