Esta carta que os presentamos es muy especial para los miembros de
la comunidad educativa del colegio La Inmaculada-Marillac, porque pretende presentaros unas becas que nos gustaría se mantuvieran y, a la vez, de las que nos sentimos profundamente orgullosos.
No se nos ocurre una mejor manera de hacerlo que con la carta de
agradecimiento que transmitimos a Isabel, la madre de Antonio, a final de curso: “Querida Isabel:
La educación es el poder que tiene la sociedad para crear
un mundo mejor, porque en la inteligencia del ser humano reside la posibilidad de mejorar y, en el carisma vicenciano, la necesidad de una justicia social.
Antonio amaba su trabajo y se esforzaba por no dejar a
ningún alumno atrás. Ese amor se respiraba por los pasillos, en su forma de tratar a los niños, en su método impecable y en el debate para mejorar siempre el colegio. Aún hoy, aunque su cuerpo no nos acompaña en las aulas ni en las reuniones, sigue haciendo que aquellos alumnos con dificultades o en riesgo de exclusión social puedan conseguir superar el curso.
Las becas Antonio Ruiz nacieron inspiradas en el maestro
que amó a sus alumnos hasta el final. En su primer año, han sido doce los alumnos becados con una inversión de 2886 €.
Queremos agradeceros a toda su familia, la cercanía y el
apoyo que nos habéis brindado con esta iniciativa que trata de continuar con aquello en lo que cada mañana se esforzaba Antonio: hacer vida el Evangelio. Estamos convencidos de que hay una sonrisa de orgullo por su colegio y su familia en el cielo.
Un afectuoso abrazo.”
Antonio, maestro, compañero y amigo, dejó de acompañarnos con su
cuerpo el 4 de noviembre del curso pasado. Y, a través de las muestras de cariño de las familias, alumnos y demás miembros de la comunidad educativa, germinó la idea de crear las becas Antonio Ruiz. Nuestra intención es afianzar ese legado que Antonio nos dejó.
Para ello, los tutores y profesores dialogan con las coordinadoras de
etapa, orientadora, trabajadora social y directora sobre los criterios y las circunstancias socioeconómicas de los alumnos y transmiten su decisión al equipo de Voluntariado y Acción Social para comenzar a gestionar la ayuda. Los alumnos becados reciben clases particulares con antiguos alumnos dos horas a la semana durante todo el curso.
Si quieres contribuir para ayudarnos a mantener las becas, puedes
hacer un donativo, puntual o periódico, a la cuenta del fondo solidario, especificando en el concepto “Becas Antonio Ruiz”:
ES38 0075 0111 9306 0136 5471
Forma parte de nosotros un pedazo de cada una de las personas que
nos acompañan y nos dejan huella, con las que compartimos rutina, misión y fe. Convencidos de que Antonio continúa a nuestro lado, queremos acabar, de nuevo, con unas palabras similares transmitidas a su madre:
Muchas gracias por apoyar esta iniciativa que trata de continuar
aquello en lo que cada mañana se esforzaba nuestro maestro, compañero y amigo: Hacer vida el Evangelio. Un afectuoso saludo.
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