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sumario
¿Modas pastorales? 3

Estudios
Los signos de los tiempos
Colaboraciones
frente a las modas en pastoral Una mirada interseccional
Koldo Gutiérrez 5 hacia las situaciones de discriminación
vividas por la mujer migrante
«La verdad que no pasa de moda» (EG 265) Marta Martín Moreno 57
Santiago García Mourelo 17
¿Marketing pastoral? Películas con alma
Jota Llorente 29
Las nadadoras
Rosa Die Alcolea I Esperanza Torrejón 67
Cuaderno joven
32 Libros
Recensiones 71

Hacia una
Iglesia sinodal
73

Año LXI
Nº. 556 MISIÓN
Mayo 2023
Portada: jotallorente • Ver página 34 diseño: j o t a l l o r e n t e
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 Página
3
¿Modas pastorales?

Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar

ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión
de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso (EG 3)

Hace ya veinte años que le escuché a Secundino Movilla hacer una distinción entre la viven-
cia y la experiencia en el ámbito del crecimiento y la maduración de la fe de nuestros adoles-
centes y jóvenes. La vivencia —decía—, para llegar a ser experiencia, necesita de la introyec-
ción de aquello que se ha vivido, de modo que pueda cambiar a la persona por dentro. Solo
así, podrá convertirse en experiencia. Para este proceso, hacen falta personas, adultos en la
fe, que acompañen e iluminen el camino.
Dos décadas más tarde, percibimos que se abren paso en la praxis pastoral con jóvenes, pro-
puestas que favorecen el sentimiento y la emoción a través de momentos de alta intensidad
que remueven y contagian en una atmósfera de gran sensibilidad. ¿Qué queda después de
todo ello? Cabría preguntarnos si esas vivencias, de por sí positivas y atractivas, van también
acompañadas de procesos que ayuden a los jóvenes a madurar la fe y, consecuentemente, a
hacer verdaderamente experiencia cristiana. Esto es, si conllevan itinerarios de cambio y con-
versión personal, seguimiento de Jesús, pasión por Dios y por el Reino, inserción comunitaria,
compromiso por los demás y transformación de la realidad. Tenía razón Secundino Movilla.
No es lo mismo vivencia que experiencia.
Francisco nos ha pedido a toda la Iglesia, embarcarnos en una verdadera conversión pasto-
ral: “Espero que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en
el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están”
(EG 25). No me cabe duda de que la mayor parte de los nuevos movimientos y sensibilidades
pastorales tratan de responder a esta urgencia, sobre todo escuchando a Francisco cuando
nos insiste en que hemos de ser “audaces y creativos en esta tarea de repensar los objetivos,
las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades” (EG 33).
Pero no es menos cierto que no todo vale y que, en ocasiones, es necesaria una mirada crítica
 4 MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023 • PÁGINA TRES

sobre algunas opciones que, a fuerza de repetir eslóganes, parecen haber asimilado el magis-
terio del Papa, haciendo de sus frases más repetidas una bandera que cada quien ondea des-
de su propria sensibilidad a derecha o a izquierda.
Creo que se hace necesaria una reflexión detenida sobre los criterios pastorales que, a lo lar-
go de todo su pontificado, ha propuesto Francisco como caminos de renovación. De mane-
ra especial, en Evangelii gaudium y en Christus vivit, el Papa reflexiona detenidamente sobre el
camino de renovación pastoral que hoy necesita la Iglesia. En efecto, en la exhortación apos-
tólica de 2019, el Pontífice nos propone dos grandes líneas para la renovación de la pastoral
con jóvenes: la búsqueda y el crecimiento (cf. ChV 209-215); esto es, experiencias de encuen-
tro personal con Jesús que transforman y comprometen a la respuesta de la fe en itinerarios
de crecimiento en la Iglesia.
No podemos olvidar, pues, que más allá de modas pastorales, la única Verdad de nuestra
historia es Jesucristo y hacia Él hemos de hacer Camino para encontrar la Vida y compartirla
con los demás, los empobrecidos y las personas en situación de mayor vulnerabilidad. Como
dice el Papa, la conversión pastoral pasa por el nudo de la tormenta humana. Es una buena pie-
dra de toque para la autenticidad de nuestras propuestas:
Jesús quiere que toquemos la miseria humana, que toquemos la carne sufriente de los demás.
Espera que renunciemos a buscar esos cobertizos personales o comunitarios que nos permiten
mantenernos a distancia del nudo de la tormenta humana, para que aceptemos de verdad entrar
en contacto con la existencia concreta de los otros y conozcamos la fuerza de la ternura (EG 270).

Hemos querido dedicar este número de mayo a las modas pastorales y la búsqueda de cri-
terios que nos ayuden a diferenciar el polvo de la paja. Los tres estudios de este monográfico
son particularmente interesantes y concatenados:
• Koldo Gutierrez, bien conocido de nuestros lectores, en su artículo titulado Los signos de
los tiempos frente a las modas en pastoral, nos ayuda a reflexionar sobre los criterios ade-
cuados para transitar con los jóvenes, de las modas pastorales a una pastoral atenta al
tiempo en el que vivimos y su kairos.
• Santi García Mourelo, también asiduo colaborador de nuestra revista, trata de ponerle
nombre a las modas pastorales, desenmascarando críticamente algunas de sus procla-
mas y de sus propuestas. En su artículo “La verdad que no pasa de moda” (EG 265). Sobre
la recepción del magisterio pastoral de Francisco, nos advierte del peligro de convertir en
moda la Verdad que testimoniamos a través de medios y metodologías.
• Finalmente, Jota Llorente firma un estudio interesantísimo titulado ¿Marketing pastoral?
en el que nuestro portadista de cabecera hace una síntesis de las tendencias de marke-
ting de la cultura actual y trata de hacer lo mismo con las opciones pastorales; proponien-
do algunos criterios para discernir el camino y dar preminencia al acompañamiento de los
jóvenes en la experiencia de Dios, más allá de cualquier envoltorio.

Un trío de excepción para abordar un tema tan interesante como actual. Deseamos que esta
reflexión contribuya a seguir buscando caminos nuevos, audaces y creativos, para el anuncio
de la buena noticia de Jesús de Nazaret alcance el corazón de los jóvenes de hoy.

José Miguel Núñez

misionjoven@pjs.es
 Estudios

Los signos de los tiempos

frente a las modas en pastoral
Koldo Gutiérrez, sdb
Director del estudiantado teológico salesiano - Madrid

Síntesis del artículo

El autor reflexiona sobre la necesidad de diferenciar entre una propuesta pastoral que, buscando ser no-
vedosa y tener brillo, se diluye en el ambiente cultural sin ofrecer rasgos de Evangelio; y una pastoral que
atiende los signos de los tiempos y busca escuchar la llamada de Dios en el corazón de la historia, respon-
diendo con coherencia a esta llamada, en el lenguaje de este tiempo. El artículo ofrece algunos criterios
para transitar, con los jóvenes, de las modas pastorales a una pastoral atenta a los signos de los tiempos.
#PALABRAS CLAVE: modas, signos, tiempo presente, Jesucristo, jóvenes, discernimiento.

Abstract
The author reflects on the need to differentiate between a pastoral proposal which, seeking to be novel
and to be brilliant, is diluted in the cultural environment without offering traits of the Gospel; and a pas-
toral which attends to the signs of the times and seeks to listen to the call of God in the heart of history,
responding coherently to this call, in the language of this time. The article offers some criteria for mo-
ving, with young people, from fashions to a pastoral care attentive to the signs of the times.
#KEYWORDS: fashions, signs, present time, Jesus Christ, young people, discernment.

“La misión es una pasión por Jesús pero,

al mismo tiempo, una pasión por su pueblo” (EG 268).

La comunidad cristiana entiende la pasto- la guía del Espíritu, para dar plenitud de vida
ral como un servicio en Jesús a la vida de los y esperanza a todos los jóvenes.
hombres y mujeres de nuestro tiempo. La
En este sentido, la pastoral con jóvenes tran-
pastoral es solo una pero tiene diferentes ros-
sita entre Jesús y los jóvenes. Los educado-
tros porque las acciones de la Iglesia llegan a
res y agentes de pastoral ponen su mirada
personas diferentes y se encarnan en situa-
en Jesús y también en los jóvenes. Al mirar a
ciones diversas. De esta manera, la pastoral
Jesús experimentan en su propio corazón de
juvenil expresa la totalidad de las acciones
educadores la alegría de la fe. Al mirar a los
que la comunidad eclesial lleva a cabo, bajo
jóvenes sintonizan con sus deseos, pregun-
 6 MISIÓN
tas y búsquedas. Las preguntas que traen las
nuevas generaciones son muchas y muy dife-
rentes. Estas preguntas son las que el agente
de pastoral lleva hasta Jesús.
El primer cristianismo creció entre pre-
guntas, dudas y resistencias. Pensemos en
la mañana de Pascua donde podemos ver
las dudas de María Magdalena, del apóstol
Tomás, de los discípulos de Emaús que se esta-
ban alejando de Jesús. En aquella mañana de
Pascua, las huellas de Cristo ya estaban pre-
sentes, pero fue necesario que el encuentro
con el Resucitado aclarara las dudas y resis-
tencias de aquellos discípulos. El encuentro
con el Resucitado pide dar respuesta a una
llamada no exige tener respuestas a todas las
dudas. El gran objetivo de la pastoral consiste
en acompañar hasta el encuentro con Jesús.
El agente de pastoral mira el tiempo presen-
te con los ojos limpios por el colirio de la fe, y
mira a los jóvenes con los ojos inundados por
el rostro de Jesús el Señor. Si esta es nuestra
mirada veremos huellas de la presencia de
Dios, pero, por el contrario, si nuestra mira-
da queda deslumbrada por el tiempo presen-
te, es fácil que busquemos lo último, lo que
se presenta como nuevo, y nos entretenga-
mos en las modas pastorales.
Hace unos años, el papa Francisco decía a
los agentes de pastoral: “como hijos de esta
época, todos nos vemos afectados de algún
modo por la cultura globalizada actual que,
sin dejar de mostrar valores y nuevas posibi-
lidades, también puede limitarnos, condicio-
narnos e incluso enfrentarnos” (EG 77). Parece
claro que cualquier valor puede traer posibili-
dades pero también puede limitarnos. ¿Cuál
es el criterio que permite distinguir una posi-
bilidad de un límite? El criterio está en el pro-
ceso por el cual los valores culturales pueden
ser acogidos, purificados y elevados a la luz
del Evangelio.
• Nº. 556 • Mayo 2023
1 Modas pastorales
y signos de los tiempos
Me gustaría distinguir entre modas pasto-
rales y signos de los tiempos. Aunque parez-
ca sencillo hacerlo creo que no es tarea fácil
porque es muy sencillo engañarse uno a sí
mismo. Nos es más fácil ver peligros en otros
que verlos en uno mismo. Creo que hay que
tener una mirada limpia, y ser muy humildes,
si buscamos hacer examen de conciencia al
mirar nuestra forma de hacer.
¿Qué entiendo por modas pastorales? La
expresión moda pastoral ofrece una ima-
gen que describe aquella propuesta pasto-
ral que, buscando ser novedosas y tener bri-
llo, se diluye en el ambiente cultural sin ofre-
cer rasgos de Evangelio. Por el contrario, una
pastoral que atiende los signos de los tiem-
pos busca escuchar la llamada de Dios en el
corazón de la historia, y responder en cohe-
rencia con esta llamada, usando un lenguaje
comprensible en este tiempo.
La doctrina de los signos de los tiempos
El Concilio Vaticano II supo combinar la escu-
cha del mundo y la contemplación de Dios
atravesando la puerta de la caridad.
En el Concilio se habló de los signos de los
tiempos. Esta doctrina palpita de manera espe-
cial en la Constitución pastoral Gaudium et
Spes (GS), donde los padres conciliares dicen
que la Iglesia tiene la misión de testimoniar
la alegría y la esperanza que brota de la fe en
Jesucristo, viviendo en sintonía con las ale-
grías y tristezas del ser humano, mostrando
la preciosa perla del Evangelio, el tesoro de
Dios escondido en el campo de la historia.
Mirando este tiempo comprobamos que
Dios mismo conduce los hilos invisibles de la
historia. La pastoral es la pregunta por el hoy
de Dios en la historia. Esto lleva a escuchar a
Koldo Gutiérrez, sdb • Los signos de los tiempos frente a las modas en pastoral
la cultura de nuestro tiempo, descubrir la pre-
sencia de Dios en ella, ofrecer la novedad del
mensaje cristiano y mostrar la diferencia evan-
gélica. La Escritura muestra cómo Jesús pasó
haciendo el bien y fue oyente de su pueblo.
De esta misma manera, el discípulo de Jesús
quiere llevar al pueblo una propuesta de bien
y para ello necesita escuchar la voz del pue-
blo. Ponerse a la escucha en importante. “La
escucha constituye un momento relevante del
ministerio de los pastores, y en primer lugar
de los obispos, quienes sin embargo a menu-
do viven abrumados por muchos compromi-
sos y les cuesta encontrar el tiempo adecua-
do para este indispensable servicio” (DF 9).
En el Concilio se decía que Dios se escon-
de en los signos de los tiempos. Para poder
conocer e interpretar los signos de los tiem-
pos necesitamos el don del Espíritu y ver en
Jesucristo nuestro criterio de discernimien-
to por excelencia. “Es propio de todo el pue-
blo de Dios, pero principalmente de los pas-
tores y de los teólogos, auscultar, discernir e
interpretar, con la ayuda del Espíritu Santo, las
múltiples voces de nuestro tiempo y valorar-
las a la luz de la palabra divina, a fin de que la
Verdad revelada pueda ser mejor percibida,
mejor entendida y expresada en forma más
adecuada” (GS 44).
Discernir el tiempo presente
Cuando hablamos de discernimiento tene-
mos que decir que tenemos mucho cami-
no que recorrer. Discernir es buscar las hue-
llas de Dios en la historia y captar los signos
de los tiempos.
El mundo juvenil opera desde la pluralidad.
Entre los jóvenes hay muchas maneras de
vivir y de pensar, hay distintos proyectos de
lo humano. También es bueno reconocer que
nuestro contexto se caracteriza por la liqui-
dez. Quizá haya que decir que nuestros jóve-
nes son líquidos como también lo podemos
ser nosotros. Cuando hablamos de liquidez
7
estamos afirmando que todo está en movi-
miento, que el sujeto es el constructor de sus
propias creencias desde un nuevo estilo per-
sonalizado, relativista, sincrético, pragmático,
experiencial y emotivo.
Además creo que se puede afirmar que la
secularización no está devorando al cristia-
nismo pero lo está haciendo irrelevante. La
Iglesia parece que ocupa un lugar irrelevante
en nuestras sociedades. Para muchos, es irre-
levante cualquier palabra que provenga de la
Iglesia, es irrelevante el papel de los sacerdo-
tes, de los consagrados, y en general el papel
de los cristianos. Esta irrelevancia podría ser
buena si sirviera como un cauce de purifica-
ción que permita a la Iglesia seguir siendo la
entraña donde se gesta la fe, pero no es así
siempre, y la irrelevancia se traduce en insig-
nificancia.
Para ir de la moda pastoral a una pastoral
atenta a los signos de los tiempos es necesa-
rio discernimiento. Para discernir necesita-
mos acoger: tener una actitud de receptivi-
dad, de apertura de mente y de corazón. Lo
que acogemos se presenta bajo la apariencia
de señales pequeñas. Si queremos controlar
todo quedamos extenuados y agotados. La
mejor opción consiste en acoger lo débil que
va llegando. Este es un tiempo para aprender
y practicar el discernimiento. “El reino de Dios
está en y entre vosotros” (Lc 17, 21). Dios está
en mí, en todas las personas, está en la histo-
ria. Y porque Dios está presente y está actuan-
do necesitamos discernimiento para enten-
der qué nos está pidiendo.
Tener a los jóvenes como interlocutores
Los jóvenes son una ayuda inestimable. Cada
vez está más claro que los jóvenes no son solo
nuestros destinatarios sino que son también
nuestros interlocutores. “No se trata de hacer
una opción preferencial por los jóvenes —sería
demasiado poco—, sino elegir el camino de
la sinodalidad, donde los jóvenes junto a los
 8 MISIÓN
demás bautizados, son protagonistas. Nadie
en la Iglesia es solo destinatario, sino que todos
tenemos algo que dar y algo que recibir, par-
tiendo de los jóvenes” (DF 66).
El Sínodo sobre los jóvenes ha hablado
de los jóvenes como un lugar teológico. “El
Sínodo ha tratado de mirar a los jóvenes con
la actitud de Jesús, para discernir en su vida
los signos de la acción del Espíritu. En efec-
to, creemos que también hoy Dios habla a
la Iglesia y al mundo mediante los jóvenes,
su creatividad y su compromiso, así como
sus sufrimientos y sus solicitudes de ayuda.
Con ellos podemos leer más proféticamente
nuestra época y reconocer los signos de los
tiempos; por esto los jóvenes son uno de los
“lugares teológicos” en los que el Señor nos
da a conocer algunas de sus expectativas y
desafíos para construir el mañana” (DF 64).
En la reunión presinodal que convocó a más
de 30 jóvenes del mundo, el papa Francisco
decía: “Si faltáis vosotros nos falta parte del
acceso a Dios”.
Recorrer algunos dinamismos
Para estar en actitud de acoger los signos de
los tiempos es necesario recorrer algunos
dinamismos. Enuncio estos dinamismos de
manera sintética.
• Nº. 556 • Mayo 2023
Es necesario mirar y escuchar a los jóvenes
con el corazón inundado de fe. Para ello es
fundamental limpiar y educar la mirada. De
esta manera podremos tener la capacidad
de descubrir las huellas de Dios en la vida y
en la historia.
La paciencia es buena consejera. De esta
manera evitaremos la aceleración tan carac-
terística en algunas propuestas pastorales.
Creo que cuando los procesos se cargan de
actividades, cuando no hay sosiego, tenemos
el peligro de vivir ansiosamente, y siempre
necesitaremos algo nuevo y más impactante.
Conectar la atención externa con la inten-
ción profunda. Tender hacia fuera es atender
y tender hacia dentro habla de intención. Las
motivaciones profundas deben ser podero-
sas para que la propuesta no sea un fuego de
artificio. Una propuesta pastoral debe partir
de una motivación profunda.
Tener capacidad para recibir lo que nos vie-
ne y ofrecer el regalo del Evangelio. Acoger y
ofrecer es un buen criterio pastoral. Lo que
acogemos es lo mismo que ofrecemos: el
Evangelio de Jesús. Los evangelizadores debe-
mos dejarnos impregnar por la riqueza infini-
ta de la gracia y el amor de Dios. Y este amor
es lo que ofrecemos.
Koldo Gutiérrez, sdb • Los signos de los tiempos frente a las modas en pastoral
2 Un breve recorrido histórico
a la pastoral juvenil
La pastoral juvenil es dinámica y está en
movimiento buscando dar las mejores pro-
puestas a las nuevas generaciones. Al buscar
las respuestas nuevas podemos vernos tenta-
dos de seguir modas pastorales aunque tam-
bién puede seguir la ruta de los signos de los
tiempos. Por eso, en este segundo punto me
gustaría hacer una breve historia de la pastoral
juvenil tal como se ha desarrollado en nues-
tro país después del Concilio Vaticano II. La
Iglesia lleva mucho tiempo buscando evan-
gelizar a los jóvenes y es bueno aprender de
lo vivido. Es un error pensar que cada gene-
ración inventa todo de nuevo. Aprendemos
de lo vivido.
Del Concilio Vaticano II a Christus vivit
La Iglesia siempre se ha preocupado por la for-
mación cristiana de las generaciones jóvenes.
Recordemos el movimiento de las compañías,
o la labor desarrollada a lo largo de la histo-
ria en universidades, seminarios, parroquias
y centros de formación. El Concilio Vaticano II
dio un gran impulso a la reflexión y a la prác-
tica en la pastoral juvenil. La organización de
centros internacionales de estudio para la
catequesis, la teología pastoral y la pastoral
juvenil, tuvieron su inspiración en el Concilio.
Es importante aprender del camino recorri-
do. Sobre este camino me gustaría destacar
algunos hitos significativos. La pastoral juve-
nil ha ido variando su rostro según afronta-
ba nuevos retos.
La alegría del Concilio. La doctrina conciliar
fue recibida en el panorama pastoral español
como una gran novedad. Los nuevos plantea-
mientos teológicos resultaron fecundos: sen-
tido de lo auténtico; necesidad y urgencia de
renovación; mentalidad de diálogo, mentali-
dad eclesial, mentalidad ecuménica, menta-
lidad pastoral.
9
La recepción conciliar y la transición democrá-
tica. En nuestro país, poco a poco nos fuimos
acercando a la transición política que coincidió
con la primera acogida conciliar. En esta épo-
ca hubo un fuerte debate pastoral no exento
de divisiones y de posturas encontradas. Los
documentos Evangelii Nuntiandi (1975) y el
Directorio Catequístico General (1975) nutrie-
ron de importantes argumentos teológicos y
pastorales. En esa época se vio la necesidad
de un marco teórico y global. Se consolida-
ron conceptos como el Proyecto pastoral, la
Comunidad educativo-pastoral, la Propuesta,
el binomio educación y evangelización. Esta
fue la época del primer Proyecto Marco de la
Pastoral con Jóvenes (1992). Otra de las carac-
terísticas de este periodo la encontramos en
la proliferación de muchos planes formativos
para jóvenes. A ello ayudó Catechesi Tradendae
(1979). En este documento se advertía de un
posible peligro si los itinerarios experiencia-
les se descuidaban los contenidos fundamen-
tales del depósito de la fe. El Catecismo de la
Iglesia Católica (1994) buscó fijar estos con-
tenidos esenciales en la catequesis.
La incomodidad pastoral en el cambio de siglo.
Desde la clave religiosa el cambio de siglo se
caracterizó por una pérdida de la memoria y
cultura cristiana, avanzaba el descenso de la
práctica religiosa, el contexto social era más
secularizado, crece la desconfianza y una pér-
dida de credibilidad de la Iglesia, muchos jóve-
nes abandonaron los procesos formativos. En
esa época se consolidaron nuevos movimien-
tos eclesiales, con un fuerte sentido carismá-
tico y de identidad, que proponían una pasto-
ral directa, ágil y devocional. Estos movimien-
tos entendieron la importancia de los nuevos
lenguajes que vienen junto a la revolución
tecnológica y de la comunicación. Esta es la
época en la que adquieren fuerza las Jornadas
Mundiales de la Juventud. Hay que reconocer
el valor de esta iniciativa que ha supo hacer
ver que ser joven y ser cristiano no estaban
reñidos. La propuesta pastoral de la JMJ es
kerigmática, testimonial, alegre. Es una pro-
puesta enmarcada en un contexto litúrgico,
comunitario, oracional y festivo.
 10
El Sínodo sobre los jóvenes y Christus vivit. El
Sínodo sobre los jóvenes y Christus vivit son
el hoy de la pastoral juvenil. La Iglesia es
consciente de que está invitada a acompa-
ñar a todos los jóvenes, sin excluir a ningu-
no, hacia la alegría del Evangelio. Y además
la Iglesia sabe que los jóvenes pueden, con
su presencia y su palabra, ayudar a la Iglesia
a rejuvenecer su rostro. “La Iglesia (decían
los padres del Concilio Vaticano II), durante
cuatro años, ha trabajado para rejuvenecer
su rostro, para responder mejor a los desig-
nios de su Fundador, el gran viviente, Cristo,
eternamente joven”. El objetivo que perse-
guía el Concilio Vaticano II, según estas pala-
bras, no era otro que rejuvenecer el rostro de
la Iglesia. Este era el objetivo del Sínodo sobre
los jóvenes. Christus vivit ha puesto en el cen-
tro la importancia del Kerigma, destacando
la necesidad de una pastoral juvenil sinodal,
misionera, popular y vocacional, caracterizada
por el acompañamiento y el discernimiento.
Una llamada a la comunión
y a la sinodalidad
Quien haya seguido el camino recorrido por
la pastoral juvenil en nuestro país en los últi-
mos años verá que se han hecho esfuerzos
por buscar comunión. “La pastoral juvenil
solo puede ser sinodal, es decir, conforman-
do un caminar juntos que implica una valori-
zación de los carismas que el Espíritu conce-
de según la vocación y el rol de cada uno de
los miembros de la Iglesia, mediante un dina-
mismo de corresponsabilidad...” (ChV 206).
En el año 2009 el Foro de pastoral juvenil, a los
cincuenta años del nacimiento de la Revista
RPJ, hizo ver un deseo de trabajar en comu-
nión. Este ambiente de colaboración se evi-
denció en la JMJ de Madrid en el año 2011, así
como en la creación de la Escuela de Pastoral
con Jóvenes, o en la fundación del grupo
Diálogos de Pastoral que tiene como obje-
tivo ofrecer reflexiones compartidas sobre
pastoral juvenil.
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
Este mismo espíritu está presente en la
Subcomisión de Juventud, Adolescencia
e Infancia de la Conferencia Episcopal. La
Subcomisión, después del Congreso de
Pastoral Juvenil celebrado en Valencia en 2012,
se propuso avanzar en tres grandes temas:
el Primer Anuncio del evangelio (Zaragoza
2014), el acompañamiento en la pastoral juve-
nil (Granada 2017), y los procesos formativos.
Unidos a estos temas, y de manera transver-
sal, se ha trabajado la comunión y la creativi-
dad pastoral.
La Subcomisión ha intentado buscar sinergias
para seguir un proyecto compartido. “En todas
partes emerge una búsqueda sincera de una
mayor coordinación, sinergia e integración
entre los distintos ámbitos pastorales, cuyo
objetivo común es ayudar a todos los jóve-
nes a alcanzar la plenitud de Cristo (Ef 4,13).
Frente a una multiplicación de oficios que crea
fragmentación proyectual y operativa, dificul-
tad para aclarar las diferentes competencias
y esfuerzo para gestionar los diferentes nive-
les relaciones, la idea de una pastoral integra-
da, que hace hincapié en la centralidad de los
destinatarios” (IL 209).
Entre fortalezas y debilidades. Este ambien-
te de colaboración ha ayudado a fortalecer a
muchas delegaciones diocesanas de Pastoral
Juvenil, pero está fortaleza se ha ido produ-
ciendo mientras la realidad pastoral en los
lugares más cercanos al territorio mostraba
signos de debilidad. ¿Dónde encontramos
fortaleza? En la colaboración y el trabajo en
red. ¿Dónde debilidad? Se ha ido debilitando
la pastoral juvenil en la parroquia, los colegios,
las asociaciones juveniles.
El actual panorama de pastoral juvenil
¿Qué fotografía podemos sacar hoy a la pas-
toral juvenil? Quizás no haya una sino muchas
fotografías, porque es posible que no haya
una forma sino muchas formas de entender
la pastoral juvenil. Ninguna de las fotogra-
fías que ofrezco es totalmente nítida. En cada
fotografía podemos ver algún aspecto desta-
Koldo Gutiérrez, sdb • Los signos de los tiempos frente a las modas en pastoral
cado pero en otros constatamos sombras. En
esta lógica, es bueno aprender unos de otros.
Procesos y mediación educativa. Esta manera
de entender la pastoral juvenil está presente
en muchas parroquias, colegios de religio-
sos o religiosas, y asociaciones juveniles. Este
modelo da mucha importancia a los procesos
y a la mediación educativa. Hay que decir que
educar y evangelizar son dos acciones en sí
mismas diferentes pero que están muy rela-
cionadas. La educación nos sitúa en la cultu-
ra y en la necesidad de procesos. La evange-
lización nos sitúa en el anuncio y en testimo-
nio de fe, pertenece al orden de la salvación,
su objetivo no es simplemente la instrucción
religiosa, sino la formación de una persona
que vive de la fe en Jesucristo. Lo que ocurre
es que ambas actúan en la unidad de la per-
sona, ambas se ocupan del hombre y cola-
boran en su crecimiento. Este modelo que
estoy presentando a grandes rasgos necesi-
ta dar mayor fuerza al anuncio del evangelio,
así como al valor de la liturgia.
La lectura creyente en la nueva Acción Católica.
En los últimos años, la Acción Católica ha reno-
vado su organización y su propuesta pasto-
ral, también lo ha hecho en lo referido a los
jóvenes, en todo el arco de edades, y en los
movimientos especializados de juventud. La
lectura creyente de la realidad ocupa el centro
de esta propuesta. Hoy a la conocida meto-
dología del ver, juzgar, actuar, se le pide una
mayor fuerza de la fe y del discernimiento
orante. No cabe duda que estos subrayados
serán de ayuda, como también un claro anun-
cio del evangelio. No olvidemos la importan-
cia que hoy tiene la catequesis kerigmática.
Experiencias de impacto. En los últimos años se
han puesto en marcha experiencias de Primer
anuncio en distintos ámbitos. Estas experien-
cias siguen dos lógicas: provocar un espacio
humano de confianza donde se abran pre-
guntas, y proponer experiencias de impacto
que dinamicen la piedad. Tanto las pregun-
tas como la piedad nos pueden acercar a Dios.
Este modelo propone una pastoral directa.
11
Muchos de los jóvenes quedan impactados.
Este modelo ve en los procesos educativos
un exceso de reglamentación. Consideran
que la pastoral de procesos es una pastoral
de otro tiempo. Y, en esta lógica, proponen
una pastoral de choque, de impacto, de con-
versión directa. En ocasiones, la dificultad vie-
ne después del impacto. No olvidemos que
la vida cristiana está tejida de cotidianidad,
crecimiento, vida comunitaria, compromiso
con la justicia.
El redescubrimiento de la espiritualidad. Una de
las características del momento que nos toca
vivir la encontramos en la espiritualidad. ¿Qué
hacemos con los buscadores? Los buscadores
se acercarán a aquellas personas que ya han
encontrado. La nueva pastoral será vivida por
testigos, es decir, por hombres y mujeres que
ya han encontrado y tienen algo que contar
y compartir. Lo que nosotros podemos ofre-
cer es estímulo, luz y aliento. Esta preocupa-
ción es urgente, especialmente en aquellos
contextos donde las huellas religiosas hayan
perdido fuerza y vigor. Saber comunicarse
con los buscadores es abrir puentes de rela-
ción. Quizás debamos empezar por lo sencillo.
3Propuestas para pasar
de las modas a los signos
de los tiempos
En el último me gustaría proponer algunos
puntos que nos ayuden a ir de las modas pas-
torales a la pastoral atenta a los signos de los
tiempos. Transitar de la moda pastoral a una
pastoral atenta a los signos de los tiempos
lleva a atravesar la puerta del Evangelio, una
puerta que solo abre Jesús.
Es decir para transitar este camino necesita-
mos una conversión. Creo que la fecundidad
de una propuesta pastoral puede comprobar-
se si lleva a una transformación en quien la
hace, es decir, si al evangelizador le hace más
de Jesús y si le acerca más al Señor. Toda pro-
puesta pastoral debe cambiar el propio cora-
 12
zón del evangelizador y evangelizar también
al mismo evangelizador.
En este sentido, acogemos la llamada a la
conversión que lleva proclamando el papa
Francisco desde el comienzo de su pontifica-
do. La conversión toca a la persona en todas
sus dimensiones: una conversión personal,
espiritual y pastoral. La conversión pastoral
lleva a vivir con fe y amor nuestro tiempo.
El futuro es una dimensión constitutiva del
presente. Lo que hoy se siembra está dibu-
jando el futuro.
Más que propuestas a realizar lo que pro-
pongo es fomentar una actitud de conver-
sión. “Los jóvenes piden a la Iglesia un cam-
bio monumental en la actitud, orientación y
en la práctica” (IL 138). “En esta perspectiva,
elegir no significa dar respuestas de una vez
para siempre a los problemas encontrados,
más bien, en primer lugar, significa identifi-
car pasos concretos para crecer en la capa-
cidad de realizar como comunidad eclesial
procesos de discernimiento en función de la
misión” (IL 139).
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
Superar la lejanía a los jóvenes
Lo primero que propongo es superar la leja-
nía a los jóvenes, que podría decirse como no
tener miedo al mundo juvenil y ser proposi-
tivo. “(Esta es una) llamada a adoptar cami-
nos de conversión, sin dar la culpa a otros
de las propias faltas de entusiasmo educati-
vo y por su timidez apostólica. Superar el sín-
drome de Jonás sigue siendo, por muchos
aspectos, una meta. Enviado a anunciar a los
habitantes de Nínive la misericordia de Dios,
el profeta huye porque su corazón no com-
parte la intención que anima el corazón de
Dios. La verdadera cuestión que la historia
de Jonás pone en evidencia es la evangeliza-
ción de los evangelizadores y la calidad cris-
tiana de la comunidad de los creyentes, por-
que sólo una comunidad evangelizada pue-
de evangelizar” (IL 164).
Aprender unos de otros
Me animo a proponer la necesidad de aprender
unos de otros. Creo que esto es lo que pide el
papa Francisco en Christus vivit cuando habla
de una pastoral juvenil sinodal. Aprender unos
Koldo Gutiérrez, sdb • Los signos de los tiempos frente a las modas en pastoral
de otros llevaría a aprender las buenas prácti-
cas. Es decir “aquellas metodologías, aquellos
lenguajes, aquellas motivaciones que han sido
realmente atractivas para acercar a los jóvenes
a Cristo y a la Iglesia. No importa de qué color
sean, si son conservadoras o progresistas, si
son de derecha o de izquierda. Lo importan-
te es que recojamos todo lo que haya dado
buenos resultados y sea eficaz para comuni-
car la alegría del Evangelio” (ChV 205).
Y sigue el santo Padre diciendo que la pas-
toral juvenil sinodal llevar a caminar juntos
“que implica una valorización de los carismas
que el Espíritu concede según la vocación y el
rol de cada uno de los miembros de la Iglesia,
mediante un dinamismo de corresponsabili-
dad […]. Animados por este espíritu, podre-
mos encaminarnos hacia una Iglesia partici-
pativa y corresponsable, capaz de valorizar la
riqueza de la variedad que la compone, que
acoja con gratitud el aporte de los fieles lai-
cos, incluyendo a jóvenes y mujeres, la con-
tribución de la vida consagrada masculina y
femenina, la de los grupos, asociaciones y
movimientos. No hay que excluir a nadie, ni
dejar que nadie se autoexcluya” (ChV 206).
13
La centralidad de Jesucristo
Jesucristo es el fundamento de nuestra vida
personal, de nuestras comunidades, de nues-
tra pastoral. Dejémonos interpelar por Jesús
de manera personal y comunitariamente.
En primer lugar, creo que una renovación
evangelizadora de nuestra pastoral precisa de
unos sacerdotes y unos laicos que tengan un
gran amor al Señor. Todo parte del encuen-
tro y del amor al Señor. Cuida tu vida perso-
nal y tu vida espiritual. Recuerda que no eres
un profesional de la religión eres un creyente
en Jesús, un discípulo misionero del Señor.
Pensemos en nuestras propuestas pas-
torales: desde el nacimiento hasta la muer-
te, desde la formación a la caridad, desde la
liturgia hasta el servicio por los pobres. En
todas nuestras propuestas debemos poner a
Jesucristo en su centro. La esperanza cristia-
na, el futuro de la pastoral, es Jesucristo. Lo
que piden los jóvenes no es tanto una Iglesia
que les instruya sino una Iglesia que les acom-
pañe hasta Jesús.
14 MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023

La renovación pastoral pide que todas

nuestras propuestas tengan en su centro
a Jesucristo, hablan del Señor, anuncien a
Jesucristo. El hilo que debemos seguir es Jesús,
nuestras palabras deben nombrar a Jesús, las
acciones es necesario que transparenten a
Jesús. Es cierto que se necesitará pedago-
gía, gradualidad y paciencia. Hay que reno-
var nuestras propuestas desde Jesús.
La vida de los jóvenes queda ilumina por el
misterio de Jesús. “En Jesús todos los jóve-
nes pueden encontrarse a sí mismos, con
sus miedos y sus esperanzas, sus incerti-
dumbres y sus sueños, y pueden confiarse
a Él. Será una fuente de inspiración para ellos
contemplar los encuentros de Jesús con los
jóvenes” (DF 63).

Fortalecer el dinamismo comunitario

Creo que el peligro real de nuestros proyec-
tos pastorales está en convertirnos en dispen-
sadores de productos religiosos. Aquí no se
sigue el dinamismo de la oferta y la demanda.
En una sociedad secular y pluralista la deman-
da religiosa es más dispersa o adquiere nue-
vas preguntas. Lo que tendríamos que ofre-
cer es el testimonio de una comunidad que
acoge la llamada de Señor y se comprome-
te con el Evangelio. Es muy urgente fortale-
cer el dinamismo comunitario. “Nadie puede
pelear la vida aisladamente… Se necesita una
comunidad que nos sostenga, que nos ayu-
de y en la que nos ayudemos unos a otros a
mirar hacia delante” (FT 8).
En el siglo II Ignacio de Antioquía afirmaba
que todos los miembros de una comunidad
son compañeros de viaje, en virtud de la dig-
nidad bautismal y de la amistad con Cristo.
Tenemos por delante el reto de formar comu-
nidades vivas y alegres, gracias a nuestra dig-
nidad bautismal y a la amistad con Cristo. Para
conseguirlo debemos poner en el centro de
nuestra pastoral a Jesús, el Mesías y Señor,
Koldo Gutiérrez, sdb • Los signos de los tiempos frente a las modas en pastoral
quien, con su vida y su persona revela que
Dios es comunión de amor. Queremos cre-
cer en la amistad con Cristo, cada uno según
su vocación, y así formaremos comunidades
vivas y alegres.
En la Iglesia nace nuestra fe, recibimos el
anuncio, celebramos el misterio de Dios, nos
comprometemos con la misión, en definitiva,
creemos dentro de esta Iglesia. Nos apropia-
mos de la fe de la Iglesia. El sujeto último de
la fe es la Iglesia. Si perdemos a la Iglesia per-
demos a Jesús.
Una consecuencia con todo lo que lleva-
mos dicho podría expresarse el dinamis-
mo comunitario como la capacidad de for-
mar vínculos y crear sentido de pertenencia.
Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu
para formar un solo Cuerpo. El bautismo,
como don del Espíritu, nos vincula a Cristo
y a su Iglesia. Nos hace estar unidos a Cristo y
a su Iglesia. Nos hace pertenecer a Cristo y a
su Iglesia. El educador cristiano reconoce
la radicalidad de estos planteamientos y se
pegunta qué puede hacer para formar vín-
culos y sentido de pertenencia en un con-
texto cultural que favorece el individualismo
y la desvinculación. En este tiempo lo nor-
mal es la desvinculación. Nuestra propuesta
es generar vínculos. “La vida subsiste don-
de hay vinculo, comunión, fraternidad; y es
una vida más fuerte que la muerte cuando
se construye sobre relaciones verdaderas y
lazos de fidelidad” (FT 87).
El pequeño rebaño
Quizá en estos momentos tengamos menos
jóvenes en los procesos. Quizá estemos dema-
siado preocupaos por los números. Lo que real-
mente nos tendría que preocupar es la vida,
es decir, nos tendría que preocupar la fuerza,
vigor y pasión con que vivimos. Necesitamos
15
muchachos convencidos en la fe en Jesús
que sepan dar testimonio de su fe cristiana.
La semilla que el sembrador deposita en tie-
rra va germinando aunque no sepamos cómo
ocurre. “El reino de Dios se parece a un hom-
bre que echa semilla en la tierra. Él duerme
de noche y se levanta de mañana; la semilla
germina y va creciendo, sin que él sepa cómo.
La tierra va produciendo fruto sola: prime-
ro los tallos, luego la espiga, después el gra-
no. Cuando el grano está a punto, se mete la
hoz, porque ha llegado la siega” (Mc 4, 26-29).
La parábola de la semilla dice que un hombre
siembra y constata, con sorpresa, que duer-
ma o esté en vela, lo sembrado va adelante.
Esta parábola describe muy bien el tiempo que
vivimos. En este tiempo nos hacemos cons-
cientes de la pequeñez y de la vulnerabilidad
que nos envuelve, pero se nos recuerda que
Dios sigue actuando y, gracias a su acción, la
cosecha será un regalo suyo. Dios regala fru-
tos abundantes, aunque primero necesite-
mos constatar que tenemos tallos débiles; de
esos tallos, sin saber cómo, sin que depen-
da de nosotros, obtenemos espigas esbeltas
y, ya más tarde, el esperado fruto. El tiempo
nazareno se teje con hilos de paciencia. No
sirve de nada adelantarse al Espíritu. Dios lle-
va adelante su obra. Lo que nos corresponde
es secundar sus pasos.
La pedagogía divina se caracteriza entre
otros por los rasgos de la generosidad, la
paciencia y la confianza. La pastoral juvenil
debería caracterizarse por la generosidad, la
paciencia y la confianza. Hoy más que nunca
son necesarios educadores generosos, pacien-
tes y dignos de confianza. María, la muchacha
nazarena, es ejemplo de generosidad, pacien-
cia y confianza.
Koldo Gutiérrez
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Una llamada a
la urgencia de vivir
Novedad

Christian de Cacqueray

VIVIR COMO
UN MORTAL
Con la pandemia de la COVID 19,
nuestra sociedad ha experimentado,
repentinamente, la presencia cotidiana de la
muerte, signo de nuestra fragilidad humana,
y la importancia de los ritos de despedida.

Desde estas páginas se reflexiona sobre la

vida, lejos de la huida o de ignorar nuestra
finitud, se trata de medir toda su densidad,
sin negar la parte de sufrimiento o de
rebeldía que implica.

El autor nos invita a no temer a la muerte,

sino a ver en este tránsito una apertura
hacia la vida. Como una llamada a «la Más información:
urgencia de vivir».
ISBN 978-84-1379-125-8
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 Estudios

«La verdad que no pasa de moda» (EG 265)

Sobre la recepción del magisterio pastoral de Francisco

Santiago García Mourelo, sdb

Universidad Pontificia Comillas

Síntesis del artículo

El autor realiza una lúcida relectura de las diversas sensibilidades pastorales actuales que, no siempre ni
mayormente, han hecho una adecuada recepción de la llamada de Francisco a la conversión pastoral, a
pesar del envoltorio. Trata de ponerles nombre las modas pastorales, desenmascarando críticamente
algunas de sus proclamas y de sus propuestas. Nos advierte del peligro de convertir en moda la Verdad
que testimoniamos a través de medios y metodologías. El artículo ofrece, en fin, algunos criterios para el
discernimiento a la luz de, sobre todo, Evangelii gaudium y Christus vivit.
#PALABRAS CLAVE: Francisco, conversión pastoral, jóvenes, discernimiento, ambigüedad, paradojas, marketing.

Abstract
The author makes a lucid re-reading of the various current pastoral sensibilities which, despite the pac-
kaging, have not always or mostly made an adequate reception of Francis’ call to pastoral conversion.
He tries to name the pastoral fashions, critically unmasking some of their proclamations and proposals.
He warns us of the danger of turning the Truth that we witness to through means and methodologies
into fashion. Finally, the article offers some criteria for discernment in the light of, above all, Evangelii
gaudium and Christus vivit.
#KEYWORDS: Francis, pastoral conversion, youth, discernment, ambiguity, paradoxes, marketing.

A Santiago Madrigal Terrazas, SJ.

Maestro y compañero, que, en su enfermedad,
sigue dando testimonio de su amor a la Iglesia y a la teología.

La convulsión por la elección de Jorge Mario
Bergoglio como papa, hace ya 10 años, fue
sentida por todos los miembros de la Iglesia.
No pocas voces se alzaron en su alabanza o
crítica, o haciendo resonar un sonoro silencio
expectante ante este nuevo pontífice veni-
do de los márgenes de una Iglesia, para algu-
nos, eurocéntrica. Su perfil como obispo en
la Iglesia de Buenos Aires, su pertenencia y
recorrido en la Compañía de Jesús y el nom-
bre elegido, Francisco, rememorando al pove-
rello de Asís, que escuchó a Dios decirle: «ve y
reforma a mi Iglesia», ya apuntaban maneras,
como coloquialmente se suele decir.
 18
Sus primeros gestos, palabras y documen-
tos, confirmaban un pontificado que ha sido
denominado como una segunda recepción
del Concilio Vaticano II1, removiendo con-
ciencias —de los de dentro y de los de fue-
ra—, introduciendo «turbulencias semánti-
cas» (A. Gesché) con su peculiar vocabulario,
ejerciendo un liderazgo testimonial por enci-
ma de precisiones dogmáticas, suscitando la
conversión y la salida misionera de la Iglesia,
luchando contra estereotipos, inmovilismos
o semi-herejías —neognosticismo, neopela-
gianismo, etc.—, legislando en favor de una
conversión pastoral encarnada en el espíri-
tu y en las estructuras, en la cabeza y en los
miembros, de una Iglesia siempre por refor-
mar, como expresión de la fidelidad a sus raí-
ces y a su Señor, y a la escucha de los tiem-
pos en los que ha de evangelizar.
«La hora de Francisco» o el «efecto Fran­
cisco», como han llamado a este tiempo ecle-
sial, se ha hecho sentir, también, fuera de los
márgenes de la Iglesia. Y es que, a su pecu-
liar impronta, se suma el liderazgo que todo
pontífice ejerce, amplificado por los medios
de comunicación que se hacen eco de cuan-
1
Cf. cf. E. Galavotti, «Jorge Mario Bergoglio e il Concilio
Vaticano II: Fonte e metodo», en F. Mandreoli (a cura
di), La teologia di papa Francesco. Fonti, metodo, oriz-
zonte e conseguenze, EDB, Bologna 2019, 61-87.
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
to dice este papa, quizá con excesiva pro-
lijidad. Jefes de estado, lideres religiosos o
movimientos ideológicos, acogen como pro-
pias sus proclamas, excepto cuando estas les
puedan contravenir. Cuestiones como la fami-
lia, la ecología, la economía o la política, en las
que todos nos encontramos, se han converti-
do en banderas de partidarios y detractores2.
1 Controvertida recepción
de un magisterio
Dubia y rechazos
Sin entrar en detalles, los medios de comuni-
cación se han hecho eco de voces alzadas en
contra, o que han suscitado dudas —dubia—,
de algunas decisiones u orientaciones pasto-
rales de Francisco. Cuestiones como las rela-
ciones prematrimoniales, la posible admisión
de los divorciados a la comunión eucarísti-
ca, la homosexualidad y otras orientaciones
sexuales y/o de género, la crítica al neolibe-
ralismo, su postura ante las crisis migratorias,
la política de transparencia y «tolerancia cero»
ante escándalos económicos o abusos sexua-
les, han generado un rechazo público y noto-
rio, nunca visto antes —y no por ausencia de
2 Cf. S. Madrigal, De pirámides y poliedros. Señas de identidad
del pontificado de Francisco, Sal Terrae, Santander 2020.
Santiago García Mourelo, sdb • «La verdad que no pasa de moda» (EG 265)
motivos— en laicos, cardenales, sacerdotes u
obispos; bien porque se consideran extrava-
gantes y excesivas sus orientaciones, o bien
porque se quedan cortas y en meras palabras.
Tildado de modernista por unos, o de retró-
grado populista por otros, hay quien consi-
dera que este papa ya está amortizado, que-
dando a la espera de su renuncia y moviendo
la trastienda clerical para preparar un suce-
sor que convierta a Francisco en una anéc-
dota del papado.
La papolatría, siempre posible
Si el mayor peligro para la fe es la idolatría,
la papolatría podría considerarse como su
concreción eclesial. Algo ya visto con Juan
Pablo II, que le quería todo el mundo, o con
Benedicto XVI que, pese a su timidez, lideró
las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ)
de Alemania, Sidney y Madrid, con Francisco
se ha confirmado una veneración, quizá exce-
siva, a quien ocupa la sede de Pedro. Este ries-
go eclesial, de cierto culto a la personalidad
corporativa, encarnada ahora en Francisco, ha
generado una recepción, en ocasiones acríti-
ca y superficial, de todo cuanto pudiera decir.
Así, en lemas, slogans, programaciones, carte-
les, campañas, redes sociales, etc., se toman
expresiones bergoglianas de impacto como
expresión de estar alineados con la cabeza
visible de la Iglesia.
19
«Sub angelo lucis» (Ej. 332)
En ambos casos mencionados, se manifies-
ta un estado avanzado y, previsiblemente, no
reversible, de ideologización eclesial, expre-
sión de una fe a la que se le ha inoculado el
virus de cualquier corriente de pensamiento,
ya sea tradicionalista, progresista, conserva-
dora, populista, etc., que hace ver la realidad
de un determinado color, o desde unas cate-
gorías y esquemas de comprensión ajenos al
Evangelio, por el simple motivo de ser parcia-
les, excluyentes y carentes de misericordia.
Junto a ellos, también se da el caso de quie-
nes, de manera similar a una de las reglas de
discernimiento de la segunda semana de los
Ejercicios ignacianos, bajo las expresiones pro-
gramáticas —casi oraculares— de Francisco,
siguen actuando como siempre, al margen de
la «conversión pastoral» reclamada. Las for-
mas, las expresiones, el talante están reves-
tidos de las palabras de moda del actual pon-
tificado y, tratando de hacer prevalecer sus
opciones previas, las hacen pasar como nove-
dosas y transformadas, como la mejor reali-
zación de las aspiraciones y horizontes de las
propuestas de Francisco.
Pocos hay —o quizá menos—, que hayan
asumido el fondo de cuanto se propone.
Esto, no por falta de voluntad o de capaci-
dad —creo—, sino porque el movimiento
 20
que entraña la conversión pastoral y misio-
nera a la que somos animados, no ha tenido
el tiempo suficiente de haber sido asimilada,
tanto por las personas, como en las estruc-
turas, pasando por las acciones concretas.
Son sólo diez años de pontificado, y eso no
es nada en la vida de las Iglesias diocesanas,
congregaciones y movimientos, que han de
comprender a fondo las palabras y las expre-
siones de Francisco, relacionarlas con cuanto
realizan y con cómo están organizadas, formar
y motivar a sus miembros, discernir, proyec-
tar y poner en práctica las orientaciones que,
siempre están llamadas a concretarse, huyen-
do de todo genericismo y uniformidad (cf. EG
184). Para bien o para mal, las estructuras de
la Iglesia son lentas, pero más aún las menta-
lidades y el corazón de cada uno. Sería muy
ingenuo pensar que las palabras cambian las
realidades por el simple hecho de utilizarlas
y, junto a ello, es más, rozaría la imprudencia
pensar que las coordenadas que imperan en
nuestras sociedades, con todo lo que impli-
can —superficialidad, inmediatez, pragma-
tismo, etc.—, no ejercen su influjo sobre la
Iglesia en todo cuanto es y realiza.
2 Signos de nuestro tiempo
en la pastoral juvenil
Así, me atrevo a indicar, con temor y tem-
blor, algunos signos de nuestro tiempo que
inciden directamente en nuestra realidad pas-
toral, en detrimento de las orientaciones de
Francisco y de sus núcleos esenciales, corrien-
do el peligro de convertir cuanto se haga en
una moda. A buen seguro que no serán los
únicos y, por supuesto, que no todos tendrán
el carácter que voy a indicar; si así lo hago es
con la intención de hacer pensar y de animar,
siempre, a ir más allá.
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
El síndrome de Diógenes (pastoral)
El contexto religioso pluralista y postsecu-
lar, la impronta laicista, así como la urgencia
misionera proclamada por Francisco, han urgi-
do a las comunidades a buscar modos para
evangelizar a las generaciones más jóvenes.
Situados en la cultura digital, que tiene en la
acumulación de información a una de sus con-
secuencias —llamada dataísmo por el pensa-
dor B.-Ch. Han3 —, se ha caído en el acopio de
recursos, metodologías y propuestas pasto-
rales, siempre que a algunos les funcionen;
entendiendo por funcionar, a la amplia res-
puesta por parte de los jóvenes, aunque sea
de manera puntual y esporádica.
Como si fuese una variación del «síndro-
me de Diógenes» que, en edades avanzadas,
lleva a la acumulación de cuanto se encuen-
tra por la calle, aun sin necesidad alguna, no
pocas propuestas pastorales, obviando qui-
zá su especificidad carismática, el recorrido
como iglesia local o las realidades de los des-
tinatarios, recogen lo que a otros les funcio-
na sin mayor capacidad crítica, simplemente
vencidos por su aparente éxito; resultando
una exótica mezcolanza, carente de riqueza
porque, al final, todo se nivela y todos hacen
lo mismo.
Esta situación creo que puede acoger, en
cierta medida, dos críticas que Miguel de
Unamuno hacía de su tiempo —en este sen-
tido, no distante del nuestro—. La primera de
ellas era la tentación de buscar «remedios de
ocasión», según comentaba el encuentro de don
Quijote y Sancho con unos cabreros. En dicho
encuentro, lo previsible era hablar de cuestio-
nes cabreriles, pero «Don Quijote sabía bien que
no hay más que una sola cuestión, para todos
la misma, y que lo que redima de su pobre-
za al pobre, redimirá, a la vez, de su riqueza
3 B.-Ch. Han, En el enjambre, Herder, Barcelona 2014, 87.
Santiago García Mourelo, sdb • «La verdad que no pasa de moda» (EG 265)
al rico, ¡Mal hayan los remedios de ocasión!»4.
Así, el hidalgo caballero elevó su discurso más
allá de las preocupaciones inmediatas de sus
oyentes que, quizá no entendieran nada, pero
rompieron a cantar, mientras Sancho «callaba
y comía bellotas». «Qué pensara Sancho —se
pregunta Unamuno— de la arenga de su amo
no lo sé, pero sí sé qué pensarán de ella nues-
tros Sanchos de hoy. Los cuales buscan ante
todo eso que llaman soluciones concretas»5.
Los «remedios de ocasión» y las «soluciones
concretas», son sólo eso. Nada más que valen
para usar y tirar. Por eso, cabe preguntarse por
la profundidad que somos capaces de dar a la
reforma pastoral propuesta por Francisco si
nuestras respuestas son «de ocasión».
La segunda de las observaciones, omni-
presente en la obra del bilbaíno, recae bajo
el símbolo de la Esfinge6. Con ella quería sig-
nificar a quienes rehuían mirar cara a cara a la
gran cuestión que es el hombre, a la cuestión
metafísica, en la que le va el ser, «sin atrever-
se a mirar a los ojos humanos a la Esfinge»7.
Preferían andar distraídos y entretenidos, ana-
lizando y descomponiendo cada una de sus
partes, imbuidos en un positivismo estéril.
«Por miedo de mirar la mirada de la Esfinge
se [volvían] a contarle las cerdas del rabo»8,
como si así resolviesen el enigma de la vida
extrayendo la «esfingina»9 de algunas de las
partes de su cuerpo; aquella esencia que solo
4 M. de Unamuno, Vida de don Quijote y Sancho, Rena­
cimiento, Madrid 1914, 97.
5 Ibid., 99. La anterior cita es, también, de esta referencia.
6 M. de Unamuno, «La Esfinge. Drama en tres actos», en
Id., Obras completas, Vol. XII, Afrodisio Aguado, Madrid
1958, 213-312.
7 M. de Unamuno, «Don Marcelino y la Esfinge», en Id., Obras
completas, Vol. V, Afrodisio Aguado, Madrid 1952, 403.
8 M. de Unamuno, «Renovación. Respuesta a un pésame
(1)», en Id., Obras completas, Vol. X, Afrodisio Aguado,
Madrid 1958, 1004.
9 M. de Unamuno, «Eruditos, ¡A la Esfinge!», en Id., Obras
completas, Vol. V, Afrodisio Aguado, Madrid 1952, 806.
21
se consigue mirando a los ojos a nuestro enig-
ma, sin ningún otro atajo o rodeo.
De manera semejante, podemos andar
entretenidos con prácticas pastorales de aquí
y de allá, que, en el fondo, no hacen más que
eso, entretener y alejar de las preguntas fun-
damentales, pretendiendo que estas propues-
tas sean las que conduzcan, por sí mismas,
a la madurez de la fe, a la consistencia de la
comunidad y al testimonio mantenido en el
tiempo, pese a ser puntuales y atomizadas.
El diletantismo y esteticismo (pastoral)
A esta tendencia, se suma la búsqueda social
compulsiva de momentos de gran conmoción
emocional, de experiencias fuertes —íntimas
o colectivas—, puesto que ellas son las que
mayor fruición reportan10; y, como el gusto y
lo afectivo se ha convertido en criterio de ver-
dad, en el ámbito pastoral se recurre exclusiva-
mente a ellos obviando toda mediación racio-
nal y toda decisión sostenida en la vida coti-
diana. Así, no faltan —y ¡ay si faltasen!— en la
mayoría de propuestas pastorales, macroen-
cuentros o conciertos de jóvenes, a la mane-
ra de revivals de las JMJ’s, o momentos inti-
mistas de adoración al Santísimo, adereza-
dos con canciones pseudoreligiosas de moda
—por no decir ñoñas—, o testimonios en los
que lo de menos es lo que se dice o quien lo
dice, sino cómo se dice, y que en ello no fal-
te la carga sentimental de las lágrimas, el dis-
curso entrecortado o su abrupto final acom-
pañado de aplausos y abrazos.
Cuando se contemplan estas cosas, parece
que se está ante la puesta en escena de la pri-
mera parte de La Acción, de Maurice Blondel,
como si se tratara de su guion11. En ella, el
filósofo de Aix-en-Provence, describía dos
10 Cf. M. Epis, Teologia Fondamentale, Queriniana, 2ª
Edizione, Brescia 2016, 33.
11 M. Blondel, La Acción (1893). Ensayo de una crítica de la
vida y de una ciencia de la práctica, BAC, Madrid 1996.
 22
actitudes que pretendían negar el problema
de la acción; es decir, la cuestión de si la vida
tiene un sentido y el hombre un destino. Si
se niegan ambas cuestiones, cualquier cosa
que hagamos dará igual. Así, Blondel hablará
del diletante y del esteta —que recuerdan a
los análisis del primer estadio del ser huma-
no, según describía Kierkegaard en algunas
de sus obras12 —. El diletante, como su ori-
gen italiano sugiere, es quien busca el delei-
te, el gusto por el gusto, «estar en una agi-
tación continua con los más interesantes y
pasajeros entusiasmos»13. El esteta vendría a
representar el momento práctico del diletan-
te, como aquel que niega toda verdad objeti-
va, convirtiendo su postura en el único dog-
ma. Así rechazando todo carácter definitivo
y moviéndose en la apariencia de los fenó-
menos, pone de manifiesto su «panteísmo
subjetivo»14. La paradoja de ambas preten-
siones, que buscan no querer querer, preten-
diendo negar el problema de la acción, es que,
en el fondo, no dejan de querer, extraviando
su voluntad del destino que no deja de mani-
festar su mismo anhelo.
De forma análoga, cabría preguntarse si, en
ocasiones, no se cae en cierto diletantismo y
estetismo pastoral, proponiendo continua-
mente experiencias que buscan el reiterado
y puntual deleite de las emociones; transmi-
tiendo la idea de que en eso consiste la vida
cristiana; obviando el proceso, la crisis o la
cruz, y reduciendo su comprensión a deter-
minadas prácticas devocionales o aquellas
propias de la juventud, pero ajenas a la vida
adulta; por último, deslizando inconsciente-
mente la idea de que la verdad es aquello que
siento, y lo que siento es lo único verdadero.
12 Cf. S. Kierkegaard, In vino veritas, Alianza, Madrid 2009;
Id., Diario de un seductor, Alianza, Madrid 2014.
13 M. Blondel, La Acción. o. c., 28.
14 Ibid., 37.
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
El plan Marshall (pastoral)
Como bien sabemos, el Plan Marshall fue la pro-
puesta de los Estados Unidos para la recons-
trucción de Europa después de la II Guerra
Mundial. En España hubo quien soñó la sal-
vación económica estadounidense, pero las
condiciones políticas no eran las mismas que
las del continente. La dictadura tan solo con-
siguió una ayuda de ochocientos millones de
dólares, de los que quinientos eran donati-
vos, a cambio de diversas bases militares en
la península. Esa esperanza fallida fue carica-
turizada en la película de Luis García Berlanga,
¡Bienvenido, Mister Marshall!, en la que se repre-
sentada a los americanos pasando de largo
por el ficticio pueblo, Villar del Río.
Con esta metáfora quiero indicar, en primer
lugar, cierta hipnotización pastoral de todo
cuanto lleva nombre anglosajón. No entro
en las propuestas concretas, que se mues-
tran fecundas, pero sí en la atracción de las
palabras en inglés que nombran planteamien-
tos, en la mayoría de las ocasiones y con sus
matices, de toda la vida, como si se tratara
de una novedad. Así, Life Teen, Edge, Alpha,
Journeying Together —que tarde o temprano
llegará a España—, Godly Play, Parish Cells of
evangelisation, etc., ejercen su atracción ora-
cular a quienes las proponen y a quienes las
reciben, llegando a inspirar propuestas pro-
pias y, como digo, de toda la vida, bajo nom-
bre anglosajones. Ante ello cabe preguntar-
se si la renovación y conversión pastoral pro-
puesta por Francisco consiste en eso, o es tan
sólo un barniz, un envoltorio que ilusiona. Si
es más que un envoltorio, lo cierto es que ilu-
siona y, por eso, también cabría preguntar-
se por los motivos de nuestro entusiasmo.
Por otra parte, pero relacionado con esta
cuestión, están los retiros, también provenien-
tes de contexto norteamericano, que garan-
tizan una conversión tumbativa a todas las
edades, como los llamados Bartimeo, Effetá
Santiago García Mourelo, sdb • «La verdad que no pasa de moda» (EG 265) 23
o Emaús. No hemos de ser ingenuos al ver
que el origen de estas propuestas es pente-
costal; cuestión que tiene más alcance de lo
que parece, pese haber sido “bautizadas” en
el catolicismo con la incorporación del sacra-
mento de la reconciliación —en no pocas
ocasiones tendenciosamente inducido y con
un marcado carácter sacral de sacerdote—,
o con adoraciones perpetuas al Santísimo,
como signo reiterado de diferencia y espe-
cificidad católica, tanto en esos momentos,
como en la publicidad de las redes sociales
—cuestión que, a mi entender, requiere de
una reflexión urgente—. Estas propuestas,
más o menos estructuradas —de algunas se
desconoce el liderazgo y son replicaciones
de jóvenes entusiasmados que expanden la
experiencia—, van siendo acogidas y asumi-
das por parroquias y diócesis, como expresión
de una pastoral kerigmática, de primer anun-
cio, solicitada por Francisco (cf. EG 163-165,
ChV 211-214). La cuestión es si es integrada
con la otra línea indicada por él: la mistago-
gía (cf. EG 166), en la que se inserta la prácti-
ca del acompañamiento (cf. EG 169-173, ChV
242-247), la centralidad de la Palabra (cf. EG
174-175) o la dimensión comunitaria, no solo
entre iguales, sino intergeneracional (cf. ChV
187-201, 215), como expresión de un pro-
ceso de maduración y profundización inser-
to en la comunidad local15. Quizá, así, el Plan
Marshall pastoral, no pase de largo, como en
la película de Berlanga.

3 Ambigüedad semántica
y paradojas pastorales
¿Es esta la pastoral juvenil que quiere
Francisco? No lo sabemos. Lo cierto es que
su impulso está movilizando a todos y eso
siempre es bien recibido. Quizá un elemen-

15 Cf. P. Coda, «La Chiesa è il Vangelo». Alle sorgenti della

teologia di papa Francesco, Libreria Editrice Vaticana,
Città del Vaticano 2017, 79.
 24
to que pueda enriquecer y hacer converger
esta diversidad pastoral, no exenta —como
todas— de crítica y corrección, sea el movi-
miento sinodal que, lejos y antes de ser direc-
tamente asumido en estos ámbitos —so pena
de convertirlo en una moda—, llama a la par-
ticipación y a la corresponsabilidad, a la valo-
ración de todas las aportaciones, al discerni-
miento y a la elección coherente y orgánica,
más allá de prácticas concretas y metodolo-
gías específicas. Porque lo cierto es que las
palabras de Francisco son ambivalentes y,
tras ellas, puede caber todo, incluso aquello
que las traicione.
Iglesia en salida y autorreferencialidad
Una de las dimensiones esenciales de la
Iglesia, su carácter misionero, ha sido refor-
mulado bajo el lema de la «Iglesia en salida»
(cf. EG 20-24), incitando a toda la comunidad
eclesial a ponerse en «estado permanente
de misión» (EG 2516). Cuestión que no siem-
pre se ha entendido bien, por mucho que se
haya recordado que el anuncio no es proseli-
tismo (cf. EG 1417, ChV 211, 235). Este, según
el Diccionario de la Real Academia Española,
es el «empeño o afán con que una persona o
una institución tratan de convencer y ganar
seguidores o partidarios para una causa o una
doctrina». Hemos de reconocer que no pocas
veces esto está de fondo, de manera bienin-
tencionada, pero se hace necesario purificar
su posible autoengaño. La clave está en que
la misión no ha de consistir tanto en convo-
car a actividades, cayendo en la tan criticada
autorreferencialidad (cf. EG 8) y generando
un perfil de laicos de sacristía, sino en indi-
car, por la misma forma de vida y allí don-
de la gente se encuentra —y no sacando a la
gente de donde se encuentra—, a la auténtica
referencia de la vida cristiana, que no somos
nosotros, ni nuestro estilo de vida, sino Dios
16
Citando el Documento de Aparecida, 551.
17 Citando a Benedicto XVI.
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
trino. Otra cosa es que, cuando las personas
quieran iniciar un camino de asimilación de
la fe, se las ofrezca un itinerario kerigmáti-
co y mistagógico con acciones dentro y fue-
ra de la comunidad, pero no pensemos que
hacemos una pastoral kerigmática por utili-
zar ciertas metodologías de tinte proselitista
y autorreferencial, porque lo kerigmático es
un momento segundo, que siempre perma-
nece y «que siempre hay que volver a escu-
char de diversas maneras» (EG 164).
La búsqueda, como la denomina Francisco
(ChV 210), corresponde a los jóvenes y, aun-
que en ella se enumeran todo tipo de expe-
riencias, eventos y posibilidades, «en esta
búsqueda se debe privilegiar el idioma de
la proximidad, el lenguaje del amor desin-
teresado, relacional y existencial que toca el
corazón, llega a la vida, despierta esperanza
y deseos. Es necesario acercarse a los jóvenes
con la gramática del amor, no con el proseli-
tismo» (ChV 211).
Pastores con olor a oveja y clericalismo
A penas quince días después de su elección
como papa, Francisco sacudió con otra de
sus expresiones en la Misa Crismal del Jueves
Santo, pidiendo a los sacerdotes: «sed pas-
tores con “olor a oveja”, que eso se note»18;
expresión que extendió a todos los evange-
lizadores en Evangelii gaudium (EG 24). Con
ello quería ilustrar la salida misionera de la
Iglesia, en la figura y vocación del sacerdo-
te, animando a quienes vivían encerrados en
la gestión religiosa, como funcionarios de lo
sagrado, a estar en medio del Pueblo de Dios.
Era una concreción más de la pastoral de los
vínculos y la proximidad que venía repitiendo
desde sus tiempos como obispo del Buenos
18 Francisco, Homilía en la Misa Crismal, Roma, 28 de mar-
zo de 2013. Disponible en: <https://www.vatican.va/
content/francesco/es/homilies/2013/documents/
papa-francesco_20130328_messa-crismale.html>.
Santiago García Mourelo, sdb • «La verdad que no pasa de moda» (EG 265)
Aires19. Con todo, creo que el acento, tan difí-
cil de discernir, sutilmente visible en gestos y
actitudes, no consiste tanto en dónde y con
quién se está, sino en cómo se está.
Para su clarificación, creo que conviene
ponerlo en relación con la omnipresente
denuncia al clericalismo, profesado por clé-
rigos y laicos (cf. EG 102, ChV 98). Porque un
sacerdote puede estar en medio del rebaño,
según un estilo diametralmente opuesto al
del Buen Pastor. Puede estar, independiente-
mente de sus vestimentas, como un director
de orquesta al que todos deben hacer caso, o
como una estrella que brilla y no alumbra más
que a su propio ego ensombrecido de comple-
jos, o como embudo por el que todo y todos
han de pasar, o como un gestor de actividades
sacrales pero ajenas al más genuino espíritu
religioso, o como el manager de una empre-
sa que dinamiza sus equipos en función de
la eficacia, la efectividad y la productividad o,
como escribía Claude Bruaire sobre los sacer-
dotes cuando les falta el Espíritu, como «rei-
vindicadores de la distribución u organizado-
res del “tiempo libre”»20, etc. En todos estos
casos, estará en medio del rebaño, su olor
será «de oveja», pero su estilo distará mucho
de aquella petición de Jesús a sus apóstoles:
«No será así entre vosotros: el que quiera ser
grande entre vosotros, que sea vuestro servi-
dor —diákonos—, y el que quiera ser primero
entre vosotros, que sea vuestro esclavo —doú-
los—» (Mt 20, 26-27). Diákonos, el que sirve a
los comensales y está atento a sus necesida-
des. Doúlos, el que no se pertenece a sí mis-
mo y, menos aún, nadie le pertenece. Poco
más se pude decir para eliminar toda posible
ambigüedad sobre el «olor a oveja».
19 Cf. J. M. Bergoglio / Francisco, Queridos catequistas.
Cartas, homilías, discursos, PPC, Madrid 2013, 25-27.
20 C. Bruaire, El ser y el espíritu, Caparros, Madrid 1999, 38.
25
Hagan lío y balconeos
La expresión «hagan lío» es una constante cada
vez que Francisco habla a los jóvenes. Desde
la JMJ de Río, en 2013, se ha ido repitiendo
en otros tantos encuentros, hasta convertirla
en contenido de exhortaciones y encíclicas21.
Tal es su incidencia que ha suscitado, iniciati-
vas, lideradas en su mayoría por jóvenes, en
las Redes Sociales, libros, proyectos audiovi-
suales en formato de serie, grupos musicales,
merchandising, etc., soñando «con que la luz
de la Iglesia pueda llegar a todos», como dice
el video de una de las iniciativas menciona-
das. Y ahí está la cuestión. Sin duda que todos
estos empujes misioneros son loables, dignos
de admiración por su entrega, dedicación y
calidad, pero, cuando uno se asoma a ellas,
lo que resplandece es un perfil determinado
de jóvenes, con cierto status socioeconómi-
co, mostrando las bondades de una Iglesia
que brilla. No sé si hace falta recordar que, la
Constitución dogmática del Concilio Vaticano
II sobre la Iglesia, Lumen Gentium, hacía refe-
rencia a Cristo con esta expresión y no a su
Iglesia, como recordaron Ratzinger22, Juan
Pablo II23 o Francisco24, al traer a la memoria
21 Cf. Francisco, Encuentro con los jóvenes argentinos en
la catedral de san Sebastián, con ocasión de las XXVIII
Jornada de la Juventud, Río de Janeiro, 25 de julio de
2013; Id., Encuentro con el mundo de la enseñanza en la
Pontificia Universidad Católica de Ecuador, Quito, con
motivo del viaje apostólico a Ecuador, Bolivia y Paraguay,
el 7 de julio de 2015; Id., Encuentro con los jóvenes en
Costanera de Asunción, Paraguay, con motivo del viaje
apostólico a Ecuador, Bolivia y Paraguay, el 12 de julio
de 2015; Id., Encuentro con los voluntarios de la JMJ en
el estadio Rommel Fernández, con ocasión de las XXXIV
Jornada de la Juventud, Panamá, 27 de enero de 2019;
Id., Mensaje para la XXXV Jornada Mundial de la Juventud,
el 5 de abril de 2020; ChV 143; Fratelli Tutti, 217.
22 Cf. H. U. von Balthasar-J. Ratzinger, ¿Por qué soy cris-
tiano? ¿Por qué permanezco en la Iglesia?, Sígueme, 2ª
edición, Salamanca 2013, 79-83.
23 Cf. Juan Pablo II, Nouvo millennio Ineunte, 54.
24 Cf. Francisco, Discurso en el encuentro con el comité de
coordinación del CELAM en el Centro Estudios de Sumaré,
Río de Janeiro, con ocasión de la XXVIII Jornada Mundial
de la Juventud, el 28 de julio de 2013.
 26
el misteirum lunae de la Iglesia. Ella, como la
luna, con sus imperfecciones y oscuridades,
ofrece el reflejo de quien es la Luz, Cristo, y
es a él a quien hay que remitir, que no deja-
mos de ser «sembradores de caducidad»25.
Paradójicamente, da la impresión de que
este lío no deja de ser un «balconeo», utilizan-
do otra expresión de Francisco (ChV 174), pues
está alejado de las explicaciones que acom-
pañan al «lío» solicitado. Ellas, sucintamen-
te, invitan a salir, pero no de cualquier mane-
ra y no hacia cualquier lugar o con cualquier
objetivo. Hablan de salir de la comodidad, de
la mundanidad, del clericalismo, con gestos
constructivos; de ir hacia los excluidos, que
son los mismos jóvenes y los ancianos, para
que, acompañados por la sabiduría de estos,
muestren el misterio de la Cruz y encarnen
el «gran protocolo» de Mt 25, que Francisco
desarrolla en Gaudete et exultate (GE 85-109):
«cada vez que lo hicisteis con uno de estos,
mis hermanos más pequeños, conmigo lo
hicisteis» (Mt 25, 40).
25 R. Andrés, Caminos de intemperie, Galaxia Gutenberg,
Barcelona 2022, 94.
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
4 Lucidez, por favor
Por estos motivos, creo que es necesario un
pausado ejercicio de lucidez que sitúe, puri-
fique y consolide la efervescencia misionera
en la que estamos embarcados, so pena de
convertir en moda la Verdad que testimonia-
mos a través de medios y metodologías que,
de ningún modo, pueden aspirar a sustituir
el encuentro personal capaz de suscitar la fe.
En este sentido, quizá convendría reflexio-
nar sobre el criterio que Francisco ofreció en
Evangelii gaudium: «La misión no es un nego-
cio ni un proyecto empresarial, no es tampo-
co una organización humanitaria, no es un
espectáculo para contar cuánta gente asis-
tió gracias a nuestra propaganda» (EG 279).
La gestión empresarial de la comunidad
En este contexto que hemos indicado unas
líneas antes, hay empresas norteamericanas,
como Parish Catalyst, que ofrecen sus servi-
cios de auditoría para renovar las parroquias a
través de análisis, planificaciones estratégicas,
Santiago García Mourelo, sdb • «La verdad que no pasa de moda» (EG 265)
comunidades virtuales de aprendizaje, etc.26
En cierta medida es una aplicación de algu-
nas técnicas empresariales para la gestión de
equipos y la proyección comercial. Esta meto-
dología ha sido recientemente adoptada en
el Primer Congreso de Buenas Prácticas en
Parroquias (Valencia, 24-25 febrero de 2023)
ofreciendo, a partir de análisis cuantitativos
y cualitativos, una serie de orientaciones27.
Todos los medios, al menos inicialmente, son
buenos, siempre y cuando no se conviertan
en fines o los perviertan. Porque, lejos de toda
ingenuidad, bien sabemos que la vida de una
comunidad y su misión no se rigen median-
te la norma ISO 9001 o el modelo EFQM, y
que la acción del Espíritu y su fecundidad no
sigue unos protocolos o procedimientos pre-
establecidos, porque tiene la costumbre de
soplar donde quiere, como recordaba Jesús
a Nicodemo (Jn 3, 1-21). Por suerte, sabemos
que lo nuestro no va por ahí.
La vida cristiana como producto de marketing
En convergencia con esta cuestión, la visibi-
lización de actividades, propuestas o expe-
riencias pastorales ha adoptado todo tipo
de estrategias publicitarias que, algunas con
mucha calidad e inversión —todo hay que
decirlo—, hacen atractivo y apetecible lo anun-
ciado. Todos los medios, al menos inicial-
mente, son buenos, siempre y cuando no se
conviertan en fines o los perviertan. Porque,
lejos de toda ingenuidad, bien sabemos que
Aquel a quien anunciamos, no es un producto
que, como todo producto, pase de moda; ni
es un producto que cubra unas necesidades
concretas; menos aún, que debamos provo-
car dichas necesidades para ofrecer nuestro
26 Cf. W. E. Simon Jr., Grandes parroquias católicas. Cuatro
prácticas pastorales que las revitalizan, BAC, Madrid 2018.
27 Disponible a través de la web de Alfa y Omega, en esta
dirección: https://cutt.ly/w8CihPF
27
producto como remedio. Si no, correríamos
el riesgo de la instrumentalización —tanto
del producto como de los destinatarios—, en
función del beneficio, que es lo que buscan
todas las estrategias de marketing, entrando
en el juego de un mercado comercial, lleno
de ofertas, bajo la ley de la oferta y la deman-
da, y el «dogmatismo de la actualidad»28. Por
suerte, sabemos que lo nuestro no va por ahí.
La búsqueda de la aceptación
del testimonio
Por último, independientemente de sensibili-
dades y propuestas, y como punto culminan-
te de las dos consideraciones previas, está la
búsqueda de cierta aceptación del testimo-
nio ofrecido. Bien sea a partir de una línea
más social, u otra más intraeclesial, se busca
la mostrar la utilidad y la conveniencia de la
vida cristiana y de la institución eclesial para
ser aceptadas o creibles. Así, por ejemplo,
se hacen memorias de actividades mostran-
do la utilidad pública de cuanto hacemos, o
para rendir cuentas de nuestra aportación a
la sociedad y a la cultura. Todos los medios,
al menos inicialmente, son buenos, siempre
y cuando no se conviertan en fines o los per-
viertan. Porque, lejos de toda ingenuidad,
bien sabemos que la búsqueda de aceptación
puede llevar a folklorizar cualquier manifes-
tación religiosa de carácter social o devocio-
nal29; aspecto que llevaría de la mano a su uti-
lización con fines turísticos, ideológicas o polí-
ticos, más propios de la razón instrumental
que de la razón estrictamente teológica que
nos mueve y sostiene. Por suerte, sabemos
que lo nuestro no va por ahí.
Santiago García Mourelo, sdb
28 Mª Esquirol, La resistencia íntima. Ensayo de una filosofía
de la proximidad, Acantilado, Barcelona 2015, 113-125.
29 Cf. Ch. Theobald, Urgenze Pastorali. Per una pedagogia
della riforma, EDB, Bologna 2019, 183.
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 Estudios

¿Marketing pastoral?
Jota Llorente
Director General de la Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas

Síntesis del artículo

El autor hace una síntesis de las tendencias de marketing de la cultura actual y trata de hacer lo mismo
con las opciones pastorales, que reflejan también esa sensibilidad cultural. Si bien la experiencia es clave
para transmitir y acoger el mensaje, considera que la Experiencia de Dios necesita de algo más de la mera
emoción del “sentir religioso”. Propone algunos criterios para discernir el camino de modo que demos
preminencia al acompañamiento de los jóvenes en la experiencia de Dios, única, personal e intransferible.
#PALABRAS CLAVE: marketing, experiencia, sentimiento, Dios, personalización de la fe, comunidad, compromiso.

Abstract
The author summarises the marketing trends of today’s culture and tries to do the same for pastoral
choices, which also reflect this cultural sensitivity. While experience is key to transmitting and receiving
the message, he considers that the Experience of God needs more than the mere emotion of “religious
feeling”. He proposes some criteria for discerning the way forward so that we give priority to accompan-
ying young people in the experience of God, which is unique, personal and non-transferable.
#KEYWORDS: marketing, experience, feeling, God, personalisation of faith, community, commitment.

Suena una música tranquila. Un simple pia- tan a diferentes lugares y que concluye con
no y un violín acompañan al viento que se oye una frase “¿te gusta conducir?”.
de fondo. Una mano sale por la ventanilla de
Seguramente recordareis este anuncio, no
un coche y juega con las montañas, las nubes,
hace falta que os diga la marca del coche, por-
el mar o el desierto. Solo se ve eso, una mano
que con la frase “¿te gusta conducir?” vuestro
que juega, que disfruta con cada uno de los
subconsciente ya os ha conectado con ella.
espacios que transita. No sabemos quién es,
Es un anuncio que tiene más de 20 años, se
no le hemos visto la cara. Tampoco sabemos
hizo en el año 2000, y es de esos spots que
qué coche conduce, lo máximo que hemos
marca una época. Porque lo importante del
visto es un retrovisor y poco el volante. No
anuncio es que ya no se vende un coche, no
hay palabras, solo esa música suave y el soni-
se enrolla con las características técnicas ni
do del viento. 30 segundos que nos transpor-
si lleva el último avance en seguridad o con-
 30
fort. No, el anuncio lo que está vendiendo es
una experiencia. Si te gusta conducir, si quie-
res disfrutar de la conducción, de la tranquili-
dad que da pasear por aquí o por allí... enton-
ces este es tu coche.
Muchos dirán que lo que hace el anuncio es
vender humo, porque no pueden comprobar
la calidad del producto. Tal vez tengan razón,
pero desde este anuncio otros han seguido
su estela y son muchos los lemas publicitarios
que nos invitan a “vivir la experiencia”, “sentir
la experiencia”, “una experiencia que nunca
olvidarás”... pero que después dejan al con-
sumidor vacío, buscando otra nueva, como
ese agua que no calma la sed.
Sirva esta breve introducción para situarnos,
porque puede que en pastoral nos esté pasan-
do lo mismo, que llevados por las modas y los
cambios culturales se prime más el vivir expe-
riencias puntuales que el vivir la Experiencia
con mayúscula que supone seguir al resu-
citado. No se trata de hacer crítica ni tirar
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
por tierra estos nuevos modos de hacer o
modas pastorales, sino de reflexionar en una
Pastoral Juvenil que aúne la experiencias con
la Experiencia en la clave que Francisco seña-
la en Christus vivit:
«Sólo quisiera destacar brevemente que la pasto-
ral juvenil implica dos grandes líneas de acción.
Una es la búsqueda, la convocatoria, el llamado
que atraiga a nuevos jóvenes a la experiencia
del Señor. La otra es el crecimiento, el desarro-
llo de un camino de maduración de los que ya
han hecho esa experiencia». (ChV 209)
1 ¡Vive la experiencia!
La llegada del mundo digital y de las redes
sociales han hecho que el consumo audiovi-
sual se transforme. La publicidad ya no tiene
cabida en la radio y televisión tradicional y se
ha instaurado en los entornos digitales. Pero
no solo cambia el espacio en el que se desa-
rrolla, cambia también el estilo, existe un cam-
bio de tendencia hacia un enfoque basado en
Jota Llorente • ¿Marketing pastoral?
la experiencia del usuario. La publicidad tra-
dicional se centraba en la transmisión de un
mensaje publicitario para la venta de un pro-
ducto concreto, pero ahora se valora más la
experiencia que el usuario tiene con la mar-
ca y su producto. Lo importante no es si ten-
go estas zapatillas o aquella sudadera, lo que
vende es cómo me siento cuando visto esa
marca determinada y lo expreso. Esta tenden-
cia incluye la interacción con la marca en dife-
rentes plataformas y canales, la personaliza-
ción y la inclusión del usuario en la narrativa
publicitaria. La idea es crear una conexión emo-
cional y memorable con el público objetivo.
Las redes sociales han tenido un impacto
significativo en este cambio. Con ellas han
cambiado la forma en que las personas con-
sumen y comparten información, incluida la
publicidad. Lo novedoso llama la atención
y todo pasa más rápido de moda. Hay una
relación directa entre la obsolescencia de los
aparatos digitales y lo que vivimos en el día,
todo tiene que ser nuevo. Además, las redes
sociales permiten a las marcas crear campa-
ñas publicitarias y experiencias únicas para
el usuario, pues permite una mayor interac-
ción y personalización con el público objetivo.
Algunos ejemplos de cómo la publicidad
se centra en la experiencia del usuario son:
1. Campañas de realidad aumentada: Las
marcas pueden crear experiencias interac-
tivas a través de la realidad aumentada, por
ejemplo, permitiendo ver cómo quedaría
un producto en su casa antes de comprarlo.
2. Historias en Instagram: Las marcas pue-
den crear publicidades en formato de his-
toria en Instagram, permitiendo a los usua-
rios interactuar con ellas de una manera
más natural y personal.
3. Publicidad personalizada: Las marcas pue-
den personalizar su publicidad en base al
Big Data y el comportamiento de los usua-
rios en internet.
31
4. Campañas de influencers: Los influencers
son una poderosa herramienta que las mar-
cas utilizan en sus estrategias publicitarias,
pues les ayudan a llegar a su público obje-
tivo. Además, son una forma excelente de
ampliar su alcance sin gastar millones en
campañas globales.
5. Eventos en línea: Las marcas pueden orga-
nizar eventos en línea para interactuar con
su audiencia, proporcionar una experien-
cia enriquecedora y fomentar la conexión
emocional con su marca.
6. Estrategias de contenido: Las empresas
buscan estrategias más allá de la venta de
un producto con elementos que aporten
valor a su audiencia y creen una conexión
emocional con su marca.
7. Experiencias multicanal: Las empresas
utilizan una combinación de canales y pla-
taformas para llegar a su público. De esta
manera buscan crear una experiencia más
integral y coherente para el usuario.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo
este cambio en la publicidad está transfor-
mando el marketing para las empresas. Algo
que se extrapola a toda la sociedad ya que se
trata de un cambio de tendencia que se rela-
ciona directamente con la cultura popular y
el consumo. Dos ejemplos nos ayudarán a
entender este cambio:
• El mundo de la música es otro de los aspec-
tos culturales que ha cambiado. Las disco-
gráficas han perdido parte de su poder y
los grupos musicales ya no viven de la ven-
ta de sus discos, sino de los conciertos. En
la actualidad los grupos ofrecen peque-
ñas píldoras a sus seguidores que se tra-
ducen en videoclips que se pueden ver en
YouTube o canciones nuevas que se escu-
chan en Spotify. Las radio-fórmulas y las
promociones en televisión han desapareci-
do, hoy existe una conexión entre el artis-
ta y sus seguidores en los entornos digita-
 32
les. El culmen de todo esto se traduce final-
mente en las experiencias que los jóvenes
viven en verano en los conciertos multitu-
dinarios en grandes estadios y en los festi-
vales donde se congregan cientos de miles
de jóvenes para “vivir la experiencia” inten-
siva del “poder” de la música. El disco físi-
co —o el CD— apenas existe, la música se
comparte en el universo digital y se disfru-
ta en los festivales.
• Otro de los factores es la posibilidad de
vivir micro experiencias. Esto lo podemos
observar por ejemplo en entornos cultura-
les como Star Wars, Harry Potter o super-
héroes —aunque se puede ver en muchos
más entornos como el fútbol, el mundo de
las series, dibujos animados,...— El mundo
cultural que rodea a estos fenómenos es
múltiple gracias a merchandising —cami-
setas, papelería, posters...—, libros, even-
tos, exposiciones inmersivas… y se prolon-
ga en el tiempo y pasa de una generación
a otra… El multiformato —película, serie,
libro, comic, animación…— y las comuni-
dades digitales creadas por los fans en los
distintos entornos —YouTube, Wikis, redes
sociales…— ayudan a vivir en constante
conexión y sentirse parte de algo gracias a
estas micro experiencias.
El objetivo principal de todo esto es crear
una conexión emocional con la audiencia.
Esto puede hacerse a través de la publicidad,
la cultura, los deportes y los programas de
televisión. Los influencers y las marcas uti-
lizan esta estrategia y son capaces de crear
conexiones emocionales con sus seguidores
aparentando ser genuinos, honestos y sim-
páticos. Algunas de las estrategias que se uti-
lizan para crear una conexión emocional posi-
tiva con su público son:
1. Narrativas e historias: Compartir historias
y experiencias relacionadas con la marca
o el producto —en doble sentido ya que
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
gracias a las redes sociales todos somos
emisores y receptores— ayuda a crear una
conexión emocional.
2. Experiencias inmersivas: como eventos,
exhibiciones o realidad virtual, permiten a
los usuarios experimentar de primera mano
y conectarse emocionalmente con ella.
3. Valores compartidos: Alineación con los
valores y las creencias de su público pue-
de ayudar a crear una conexión emocio-
nal más fuerte.
4. Conectarse con las emociones: La alegría,
el miedo o la empatía ayudan a crear una
conexión emocional duradera.
5. Campañas con un propósito: Las cam-
pañas publicitarias que tienen un propó-
sito social o ambiental pueden conectar
emocionalmente con los consumidores
que comparten esos valores y creencias,
como está sucediendo en estos momen-
tos con el compromiso medioambiental,
por poner un ejemplo.
Después de la pandemia
Como comentaba al principio del texto, estas
estrategias vienen desarrollándose y evolu-
cionando desde el comienzo del actual siglo.
La llegada de la pandemia y el confinamien-
to al que nos vimos obligados provocó que
algunos de estos elementos se intensificaran
al vivir principalmente en el mundo digital.
La empresa Accenture1 publica todos los
años un estudio que se centra en la tendencia
de los consumidores y cómo evolucionan sus
comportamientos de compra. En el estudio
del año del año de la pandemia publicado en
20212, se puede ver cómo los consumidores
1 Accenture Limited es una empresa multinacional de
consultoría estratégica, servicios tecnológicos y exter-
nalización.
2 https://www.accenture.com/content/dam/accenture/
final/a-com-migration/pdf/pdf-142/accenture-fjord-
trends-2021-full-report.pdf
Sigue en la página 49…
 DIRECCIÓN
Javier Jaldo Gómez
Paco Jaldo Gómez

•• SECCIONES ••
EN PORTADA. Jota Llorente
RAZONES. Mario Martín
TEMA. Fernando Alés
CANCIÓN. Rubén Ponce
PREGUNTÁNDOTE. Juan Carlos Aonso
EUCARISTÍA. Javier Alcedo
RECURSOS. Javier Jaldo
EPD. Elena Marín
BIBLIA. Miguel Ángel M. Nuño
SAMEK. Miguel Ángel M. Nuño
RETWITTEANDO. Irene Guillén
INSTAGRAM. Agustín de la Torre
EDUQUEMOS. Jesús M. Gallardo
DINÁMICAS. Paula Gómez
ORACIÓN. Montserrat Rescalvo
Santiago Osácar (Ilustrador)

Animador: Puedes encontrar todos

los recursos de los números anteriores
para que lleguen a todos en:

www.pastoraljuvenil.es/cuaderno-joven/

Nº. 374 Mándanos tus materiales:

MJ Nº. 556 | Mayo 2023 misionjoven@pjs.es
 EN PORTADA
En una época en la que todo es rápido, en la que
la información aparece y desaparece vertigino-
samente y en la que todo se queda obsoleto en
poco tiempo, las modas pasan cada vez a mayor
velocidad. La Pastoral, como producto de una
época, también puede caer en las tentaciones
del mundo en el que vive y dejarse llevar por las
apariencias y los reclamos culturales de su entor-
no. No es momento ahora de analizar esto, ya lo
hacen los artículos de este número, pero sí seña-
lar que una de las características más importan-
tes de la Pastoral Juvenil es su capacidad para
adaptarse a los tiempos y utilizar las herramien-
tas más modernas para llegar a los jóvenes.
Los quebraderos de cabeza de los equipos y agen-
tes de pastoral juvenil son infinitos. Tienen la pesa-
da carga de hacer atractivas sus propuestas para
llegar al mayor número de jóvenes, pero muchas
veces naufragan en un mar lleno de otras pro-
puestas más brillantes y mundanas.
Hace tiempo escuché que los cristianos tenían
la mejor campaña publicitaria de la historia; un
icono reconocible, la cruz; un personaje empáti-
co y cercano, Jesús; y un mensaje atractivo, el del
2/34
¿Modas pastorales?
amor. Algunos cegados por lo brillante y lo cuqui
tal vez se olviden de lo esencial. Se proponen así
actividades y eventos con propuestas alejadas
de la vida de comunidad, la liturgia o el compro-
miso por los pobres. Es como un supermercado
gigante donde puedes coger lo que quieras, vis-
tiéndolo de luz y color, pero sin proyección de
futuro. Así trato de representarlo en la imagen
de portada: con esos colores inusuales y ese carri-
to en el que hay muchas cosas pero falta la cruz,
la máxima expresión del amor: «Por otra parte,
cualquier plan de pastoral juvenil debe incorpo-
rar claramente medios y recursos variados para
ayudar a los jóvenes a crecer en la fraternidad, a
vivir como hermanos, a ayudarse mutuamente,
a crear comunidad, a servir a los demás, a estar
cerca de los pobres. Si el amor fraterno es el “man-
damiento nuevo” (Jn 13,34), si es “la plenitud de
la Ley” (Rm 13,10), si es lo que mejor manifiesta
nuestro amor a Dios, entonces debe ocupar un
lugar relevante en todo plan de formación y cre-
cimiento de los jóvenes.» (ChV 215) ¿De qué va
lleno tu carrito de supermercado?
Para la parte trasera continuamos nuestro recorri-
do por el mensaje de Francisco en la Jornada
Mundial de los Pobres de 2022, esta vez nos habla
de la acogida de comunidades y familias y de cómo
el impulso inicial se puede haber perdido, igual
que le pasó a la comunidad de Corinto, así habla
Pablo a esta comunidad animando a recuperar el
entusiasmo inicial: «llévenla ahora a término, para
que los hechos respondan, según las posibilidades
de cada uno, a la decisión de la voluntad» (2 Co 8,11).
«Las familias han abierto de par en par sus casas
para hacer espacio a otras familias, y las comu-
nidades han recibido con generosidad tantas
mujeres y niños para ofrecerles la debida digni-
dad. Sin embargo, mientras más dura el conflic-
to, más se agravan sus consecuencias. A los pue-
blos que acogen les resulta cada vez más difícil
dar continuidad a la ayuda; /…/ Este es el momen-
to de no ceder y de renovar la motivación inicial.
Lo que hemos comenzado necesita ser llevado
a cumplimiento con la misma responsabilidad».
@jotallorente
www.jotallorente.com
www.facebook.com/llorentejota

«Por muchas razones». Capítulo 4
Continuamos con el ordinario escenario de Jota,
en el que todos nosotros podríamos sentirnos carac-
terizados y representados, podríamos hablar de
nuestro hábitat usual: la escuela. En ella, Jota no
puede continuar su rutina sin ponerse los cascos
de walkman. Necesita seguir escuchando otra razón
más. Pero de nuevo, escondido, en el inicio de unas
escaleras donde la luz no es lo que más prime, y
ahí va: “Eres mucho más de lo que piensas”:
1. Somos cuerpo: una máquina creada a la per-
fección. Aquello que los demás ven de nosotros
en un simple vistazo.
2. Somos mente: repleta de razonamiento, senti-
mientos, voluntad, memoria, ideas…
3. Poseemos alma: inmortal, fuerte, inalterable,
pero muy frágil al mismo tiempo. A la orden del
Padre hemos comenzado a vivir.
Nosotros mismos somos la unión de estas tres
cosas. Somos ese todo a la vez. Ese “tres en uno”.
Pero el enemigo, el maligno, que no lo podemos
olvidar nos ha querido convencer de que “tener
MEDITAMOS JUNTOS Y PONEMOS EN PRÁCTICA:
• ¿Qué es lo que más valoras de ti mismo: tu cuerpo, tu mente, tu alma?
Y para la sociedad, ¿qué prima más?
• ¿Qué entendemos por alma?
• ¿Quién es ese “enemigo”? ¿Crees que quiere engañarnos? ¿Con qué?
• ¿Crees que la religión es “cosa de viejas” y que prohíbe el placer y con-
dena al diferente?
• ¿Qué estímulos buscas para tener
esa “vida” que no encuentras?
¿Cómo te dejan después de que
pase ese efecto? ¿Felicidad plena o
a corto plazo?
• ¿Qué experiencias, situaciones, per-
sonas o cosas te llegan al alma?
R A ZO N E S
alma es lo peor que nos ha podido suceder”. Nos
ha querido meter en la cabeza que la religión es
una cosa de viejas que condena el placer y está
llena de prohibiciones, por eso nos quiere hacer
entender que no tenemos alma. Y lo difícil para
nosotros es vivir sin alma. Vivir sin sentir ese tri-
nomio entre cuerpo-mente-alma.
Si falla uno de esos tres ámbitos estamos conde-
nados a vivir con vacíos y lagunas, a vivir sin vida.
¿Paradójico no crees? Ello provoca nuestra nece-
sidad de estímulos externos que nos crean fal-
sas plenitudes licuadas a golpe de segundo: ami-
gos, alcohol, drogas, likes, sexo… Pero si ponemos,
sentimos y nos preocupásemos por nuestra alma
el trinomio funciona en nosotros en plenitud.
Y ello es porque la realidad vivida en plenitud
“nos llega al alma” tal y como le dice Dogo, el ami-
go de Jota, al encontrar a este en la escalera a
través de una conversación usual como podría
haber sido cualquier otra. ¿No será que Dios apa-
rece en lo corriente y ordinario de la vida de Jota
al estar intentando buscarlo este cada vez más?
¿Habrá llegado a su alma?
Mario Martín, sdb
Accede al cuarto capítulo
“Por muchas razones”:
3/35
 TEMA
De la Exhortación Apostólica
“Christus vivit”
95. En los últimos tiempos se nos ha reclama-
do con fuerza que escuchemos el grito de las
víctimas de los distintos tipos de abuso que han
llevado a cabo algunos obispos, sacerdotes, reli-
giosos y laicos. Estos pecados provocan en sus
víctimas «sufrimientos que pueden llegar a durar
toda la vida y a los que ningún arrepentimien-
to puede poner remedio… (continuar leyendo)
Sexualidad en positivo
Por ello, proponemos, en primer lugar, una sesión
de formación y reflexión —a modo de taller— con
ayuda de algún experto. La idea es repensar y
actualizar cómo acompañamos a los jóvenes des-
de esta dimensión tan esencial. Se puede traba-
jar con el objetivo final de elaborar un decálogo
de opciones y actitudes que contribuyan, de un
lado, a generar en nuestra comunidad un entor-
no seguro para ellos. Y, de otra parte, a posibili-
tar vivencias sanas y humanizadoras en aquellos
que están descubriendo su sexualidad.

96. Es verdad que «la plaga de los abusos sexua- En esta clave formativa, sugerimos un segundo
les a menores es por desgracia un fenómeno momento en el que algunos matrimonios o
históricamente difuso en todas las culturas y miembros de la comunidad, con distintas eda-
sociedades», especialmente en el seno de las des y trayectorias, pudieran ofrecer su testimo-
propias familias y en diversas instituciones… nio: cómo han ido entendiendo y viviendo “en
(continuar leyendo) cristiano” su sexualidad, opciones de pareja, su
comprensión de la familia, etc. Un espacio en el
que, a modo de mesa redonda, se invite a com-
Comentario: partir intuiciones y experiencias concretas.
No es sospechoso el Papa Francisco de “quitar
Una oración final, en el que agradecer el don de
hierro” o de mirar para otro lado cuando se abor-
la vida, el amor dado y recibido, así como nues-
da el doloroso tema de los abusos sexuales en la
tra propia corporalidad, puede ser un excelente
Iglesia. Él lo denomina literalmente “algo mons-
broche final para estas sesiones.
truoso” y es consciente de un doble daño causa-
do a los más jóvenes. En primer lugar, porque las
Fernando Alés
víctimas de estos casos son precisamente meno-
res a los que se les causa un sufrimiento a todas
luces injusto. Pero, además, porque la repercu-
sión social, mediática y ética de la pederastia es
un lastre insoportable para la misión liberadora
de anuncio y construcción del evangelio por
parte de la Iglesia. No puede servir de coarta-
da que haya abusos también en otros ámbi-
tos e instituciones: la comunidad cristiana
no puede traicionar de esta manera a aque-
llos a los que es enviada.

Dinámica grupal:
en formación continua
Tenemos en la Iglesia un déficit histórico: la capa-
cidad para integrar lo afectivo-sexual de mane-
ra positiva y más explícita en nuestro lenguaje
religioso, en nuestras expresiones celebrativas y
en nuestra praxis catequética. El sexo es algo pro-
blemático cuando se convierte en un tabú o
cuando no encuentra cauces y referencias cla-
ras y constructivas.

4/36
 CANCIÓN
Supersubmarina – «De las dudas infinitas»
Artista: Supersubmarina
Álbum: Santacruz
Fecha de lanzamiento: 2012
Género: Indie

Final
“Pequeña de las dudas infinitas,
aquí estaré esperando mientras viva.
No dejes que todo esto quede en nada
porque ahora estés asustada.”

Escucha la canción
escaneando el código

Para pensar y rezar…

Supersubmarina es uno de esos grupos que ha marcado a más de una generación. Un grupo inde-
pendiente que en pleno auge ve truncada su carrera musical por un fatal accidente de tráfico del cual
sobrevivieron todos los miembros de la banda pero con grandes daños personales. Nos dejaron la pro-
mesa de su vuelta que, de momento, se sigue posponiendo… De momento, nos queda disfrutarlos y
seguir sacándole punta a algunos de sus temas más conocidos como este “De las dudas infinitas”:

• “Vengo a decirte lo mismo que tantas veces te
he dicho, eso que poco me cuesta y que tú nun-
ca has oído”: Cuando algo es importante, no
nos cansamos de repetirlo para que vaya calan-
do en las personas que nos rodean o en aque-
llas que queremos… ¿Cuáles son tus cosas impor-
tantes, aquellas que siempre te repites?
“Vengo a decirte que el tiempo que ya llevamos
•
perdido, es sólo un tiempo pequeño en el cielo
del olvido”: Podemos pensar que el tiempo que
no pasamos con una persona, es un tiempo irre-
cuperable y que esto marca siempre un destino
asegurado. Sin embargo, la lógica del amor nos
dice que, cuando se ama de verdad, todo tiem-
po es recuperable. ¿Sientes que estás perdien-
do el tiempo con alguien, con alguna situación?
“Que como te echo de menos, no hay en el mun-
•
do un castigo”: Hay pérdidas que nos duelen en
el alma. A veces, pueden ser porque tomamos
distancia con alguien sin darnos cuenta o inten-
cionadamente, otras veces porque no hay más
remedio… ¿A quiénes echas de menos? ¿Hay
posibilidad de retomar esa relación?
• “Para que sientas que tienes siempre a tu lado
un amigo”: Somos insistentes en repetir algu-
nos mensajes, como comentábamos antes. Eso
puede ser interpretado como “demasiada inten-
sidad” por nuestra parte o ser un poco tozudos,
pero también puede ser una forma de amar, de
no cansarte de decir que estás ahí aunque, a
veces, no se quiera tu compañía. ¿Has vivido
esta situación? ¿De quién no te cansas aunque
no seas bien recibido?
• “Pequeña de las dudas infinitas, aquí estaré
esperando mientras viva”: Esa presencia de
alguien que sabes que siempre estará ahí es
una presencia que puede ser salvadora para
muchos y muchas. ¿Has pensado que esta tam-
bién es la forma de estar de Dios? Te invito a que
vuelvas a escuchar la canción como si fuera Dios
quien te la dedica. ¿Qué te sale expresar? ¿Crees
que Dios te está acompañando y queriendo en
este momento?
Rubén Ponce

5/37
¿ ¿ PREGUNTÁNDOTE
Hay preguntas que nacen de la curiosidad y otras
que brotan de la existencia. Conviene distinguirlas
para ofrecer una respuesta adecuada. Os pongo
un ejemplo: ¿hay más estrellas en el universo que
granos de arena en la playa?, frente a: ¿me quiere?
Para la primera, disponemos de una serie de ope-
raciones lógicas que, usadas de modo adecua-
do, pueden satisfacer la curiosidad de quien pre-
gunta. Para la segunda, no basta con un razona-
miento. Tanto la respuesta afirmativa como la
negativa pueden dejar al sujeto en el mismo esta-
do, si no ha captado, con toda su existencia, la
autenticidad de dicha respuesta. En otras pala-
bras, no basta saber que te quiere, es necesario
verlo, sentirlo, percibirlo.
Otras veces, no es tan fácil identificar si una pre-
gunta viene de la curiosidad o de la existencia.
Os pongo un ejemplo: si Dios es bueno, ¿por qué
hay mal en el mundo?
Estamos ante uno de los grandes misterios de la
vida. Un estudiante de filosofía puede plantear-
se la pregunta como un enigma a resolver en su
cabeza; una madre que acaba de perder a su hijo
pone en la pregunta todo su corazón, todo su
cuerpo, toda su vida.
No hemos encontrado respuesta racional a dicha
pregunta, pero quizá el mayor drama sea que,
aunque la encontráramos (o nos pareciera encon-
trarla, como ha sucedido en ocasiones en la his-
toria de la humanidad) aquella madre no encon-
Van Gogh (1887) Naturaleza muerta con novelas francesas y vaso con rosa
6/38
Preguntas al Crucificado
traría consuelo. Porque su pregunta emerge de
las profundidades de la existencia y allí las pala-
bras pierden su poder.
Quizá por eso Dios no ha querido que encontre-
mos una solución racional a este dilema, y quizá
por eso, también, Jesús no pronunció palabras
al respecto. Aunque eso no significa que no res-
pondiera. Para los dos tipos de preguntas, hay
dos tipos de respuestas: la respuesta curiosa y la
respuesta existencial. La primera se puede expre-
sar en palabras, dejarla escrita y estudiarla; la
segunda requiere poner tanto corazón, cuerpo
y vida como ha puesto quien pregunta. Ante la
pregunta: ¿por qué hay mal si Dios es bueno?,
Jesús responde con toda su existencia, luchan-
do contra el mal, asumiendo sus consecuencias
hasta morir en la cruz y rompiendo los lazos de
la muerte y el pecado. De este modo, nos ha mos-
trado que Dios aborrece el mal y lucha contra él,
lo conoce y comparte nuestro dolor y, sin resol-
ver la cuestión de forma enunciativa, nos permi-
te ver, sentir y percibir su amor, su respuesta vital.
La pregunta, por supuesto, es María a los pies de
la cruz. La respuesta: su hijo, el Hijo de Dios, col-
gado del madero.
•  Qué preguntas existenciales se plantean en tu
¿
vida?
•  Cómo puedes profundizar en la respuesta ofre-
¿
cida por Jesús? ¿Cómo integrarla en tu historia?
Juan Carlos Aonso
 EUCARISTÍA
El primer sagrario: María, mujer eucarística
La pregunta ineludible sobre la presencia de
María, la madre de Jesús, en la última cena sigue
dando quebraderos de cabeza a los historiado-
res cristianos que carecen de base suficiente para
poder apoyar tan preciosa afirmación. No obs-
tante, la maternidad de la virgen hace de María
mujer “eucarística” con toda su vida 1.

Los padres de la Iglesia han enfatizado la relación

entre el cuerpo de Cristo presente en la eucaris-
tía y el concebido en el seno de la virgen, a veces
de tal manera que resulta hasta hiperbólico al
lector actual. San Efrén, en un precioso himno
donde se dirige de forma retórica al cenáculo
dice: En ti fue estrujado en el cáliz de la salud el
racimo nacido de María.

Esta misma imagen es la que nos quiere mos-

trar el himno eucarístico del s.XIV tan populari-
zado gracias al motete de Mozart (Ave verum
Corpus, Natum de maria virgine). ¡Mira a la hos-
tia consagrada como el mismo cuerpo nacido
de María! Por eso, no es de extrañar que el papa
Benedicto XVI llame a la Virgen como sagrario
vivo del Dios encarnado o califique la visita de
María a Isabel como primera «procesión euca-
rística» de la historia, o que San Juan Pablo II en
su encíclica Ecclesia de Eucharistia llame a María como lo hizo ella. Llamar a María mujer eucarís-
primer tabernáculo de la historia. tica, no parte solo de la convicción de que María
Estas no son más que un sinfín de imágenes que tuvo que estar en la fracción del pan de la prime-
expresan la convicción católica de la presencia ra comunidad cristiana (Hch 1,14; 2,42), sino de
real de Cristo en la Eucaristía y de la relación pro- una lectura en profundidad de toda su vida en
funda que María tuvo con su hijo antes y después relación con la de su Hijo, desde la encarnación
de la propia institución del sacramento. En su y la muerte en cruz, hasta la experiencia postpas-
encíclica, San Juan Pablo II nos muestra que: cual junto a la primera comunidad cristiana.

María concibió en la anunciación al Hijo divi-
no, incluso en la realidad física de su cuerpo
y su sangre, anticipando en sí lo que en cier-
ta medida se realiza sacramentalmente en
todo creyente que recibe, en las especies del
pan y del vino, el cuerpo y la sangre del Señor.
En este sentido, si María es tipo de la Iglesia
(Lumen Gentium 63), es decir, modelo para los
creyentes, entonces nosotros también estamos
llamados a experimentar a Jesús en nuestra vida
María nos enseña el camino de conformación
con Cristo al que estamos llamados los cristianos
y nos señala que la comunión con el cuerpo y la
sangre de Cristo tiene consecuencias. Ella man-
tuvo una relación íntima con su Hijo porque des-
de el principio se abrió a la gracia de Dios (Lc 1,26-
31), se dispuso al servicio incondicional (Lc 1,34-
45), se mostró a la escucha y meditación de la
Palabra de Dios (Lc 2,17-19; 11,27-29), y se presen-
tó siempre disponible a las necesidades de los
demás (Jn 2,21-38).

Javier Alcedo Ruiz

1
Encíclica Ecclesia de Eucharistia, 53. https://culturayfe.enrota.com/

7/39
 RECURSOS
Está llegando el verano, y en este recurso te voy a proponer una receta para un verano feliz. En esta
presentación os hablaré sobre los 7 ingredientes necesarios para tener un verano saludable y feliz.
INGREDIENTES
1. Tiempo al aire libre: Sal con tus amigos para
disfrutar de la naturaleza o realiza activida-
des al aire libre.
2. Reza: Organiza momentos de oración, en los
que puedas dar gracias a Dios por todo lo que
vives.
3. Actividad física: Practica alguna actividad
física para mantener tu cuerpo sano y tu
mente enfocada.
4. Aprendizaje: Enfócate en a­pren­­der cosas
nuevas durante el verano, es mucho tiempo
y es quizás ahora cuando puedes aprender
esas cosas que en el año no puedes.
Instrucciones:
1. Toma un tiempo todos los días para disfrutar
de los ingredientes. Puedes salir al aire libre, rela-
jarte, practicar actividades físicas, aprender algo
nuevo, divertirte y sonreír.
2. Disfruta de los momentos de estar con Dios.
Toma un tiempo para ti para reflexionar y medi-
tar. Esto te ayudará a conectar contigo mismo
y a disfrutar de la calma y la paz.
3. Practica actividades físicas para mantenerte
saludable. Puedes hacer ejercicios en casa, salir
a correr, andar en bicicleta. Esto te ayudará a
mantener tu cuerpo y mente en forma.
8/40
Una receta para el verano
5. Diversión: No olvides divertirte. Lo dice San
Pablo: Estad Siem­pre alegres, os lo repito
estad siempre alegres, pero no lo olvides es
una alegría interior y que es muy contagiosa.
6. Una sonrisa: Sonríe todos los días. La sonri-
sa es uno de los me­jores regalos que puedes
ofre­cer a los demás.
7. Pensamientos positivos: Re­pi­te pensamien-
tos positivos y mantente enfocado en las
cosas buenas.
4. Comparte tus pasatiempos con tus amigos y
familiares. Invita a tus amigos a salir al aire libre
o a practicar alguna actividad juntos. Esto te
permitirá compartir tus intereses y conocer nue-
vas personas.
5. Sonríe todos los días y mantén una actitud posi-
tiva. Esto te ayudará a ver la vida desde una pers-
pectiva más optimista y a estar rodeado de bue-
nas energías.
6. Disfruta al máximo del verano y anímate a vivir
nuevas experiencias. Explora nuevas ciudades,
prueba nuevos platos, conoce personas nuevas
y vive al máximo cada día.
7. Toma un tiempo todos los días para tener
momentos de encuentro con Dios. Puedes leer
la Biblia, orar, cantar alabanzas o incluso salir al
aire libre para admirar la creación. Esto te ayu-
dará a conectar con Dios y a mantener tu espí-
ritu enfocado en Él. Además, estos momentos
te permitirán meditar y reflexionar sobre tu vida
y sobre las bendiciones que Dios te ha dado.
Javier Jaldo

Juego por el clima
Objetivos:
Contribuir a crear consciencia colectiva sobre
•
los efectos de la emergencia climática en nues-
tra sociedad y alternativas a nuestro estilo de
vida.
• Educar a través del juego, el entretenimiento y
la diversión para generar aprendizajes más sig-
nificativos.
• Motivar a la juventud para ser agentes activos
en nuestra sociedad.
ODS1 relacionado:
La actividad está relacionada con el ODS 13 que,
entre otras cosas, plantea la necesidad de mejo-
rar la educación y la sensibilización para reducir
los efectos del cambio climático.
Tiempo: 45 minutos
Edad recomendada: A partir de 12 años
Cómo realizarla:
Ecoambient es un juego de mesa, parecido al
juego de La oca, para descubrir, conocer y expli-
car de forma divertida el medio ambiente, y cómo
las acciones que hacemos en nuestra vida cuo-
tidiana influyen tanto positiva como negativa-
mente en él. El juego ayudará a reflexionar sobre
la emergencia climática y nuestro estilo de vida
para contribuir a cuidar el medioambiente.
Se puede descargar el juego en este
enlace en versión print & play:
https://boscoglobal.org/ecoambient/
El objetivo del juego es llegar al final del tablero
lanzando un dado y avanzando el número de
casillas que te toquen. Algunas casillas son espe-
1
Objetivo de Desarrollo Sostenible
E PD
ciales y contienen preguntas sobre energías, reci-
claje, mar plásticos y contaminación. Cuando se
cae en alguna de estas casillas hay que coger
una tarjeta y responder la pregunta. Si se acier-
ta se vuelve a tirar, si no, continúa el siguiente
participante. También hay casillas comodín, que
son puentes que aceleran el avance: bosques que-
mados, animales en peligro y la muerte. Cada
una de ellas tiene una afectación en la tirada.
Todos los detalles del juego se encuentran en el
documento de instrucciones.
Este juego ha sido creado por un grupo de jóve-
nes a partir de las conclusiones extraídas des-
pués de varias sesiones enfocadas a analizar y
reflexionar sobre las causas y consecuencias del
cambio climático. Los procesos de gamificación
pueden ayudarnos en nuestras innovaciones edu-
cativas, pero sobre todo puede hacerlas sosteni-
bles. Practicar, probar y experimentar deben ser-
virnos para aprender cuál es la mejor forma de
combinar los elementos para producir experien-
cias motivadoras y llenas de contenido.
Preguntas para la reflexión final:
• ¿Qué respuesta o pregunta te ha sorprendido
más?
• ¿Qué acción puedes recomendar a un amigo/a
o familiar para contribuir a reducir la emergen-
cia climática?
• ¿A qué te comprometes tú para cambiar el
medioambiente?
Materiales e ideas:
Fichas para cada una de las personas partici-
•
pantes
• Un dado
Cuando la pongas en marcha la actividad,
cuéntanos como te ha ido escribiéndonos
en redes sociales @boscoglobalong
con #juegosporelclima o por email
en educacion@boscoglobal.org
Elena Marín. Fundación Bosco Global
9/41
 BIBLIA
Cartas desde la cárcel (I): Filemón y Colosenses
¿Mortadelo y…? A todos nos viene inmediatamen-
te a la cabeza el nombre de uno de los dos espías
más famosos de la historia del comic en España:
Filemón. De hecho, más allá del personaje de
Ibáñez es difícil encontrar alguien que se llame
así: según el INE, a febrero de 2023 solo había 131
varones con ese nombre en toda España.
Una extrañeza similar se produce en el Nuevo
Testamento. De sus veintisiete libros solo hay uno
que conocemos como carta a Filemón. Es la más
breve de todo el epistolario de Pablo: 335 pala-
bras, que caben en menos de una cara (piensa
que una página de Word en Times New Roman
12 equivale a unas quinientas palabras).
Detalle de figuras celestiales. El juicio final, de Pietro
Cavallini (Santa Cecilia in Trastevere, Roma, siglo XIII).
10/42
Esa brevedad no es obstáculo para que la carta
a Filemón sea una verdadera joyita literaria… ¡y
de humanidad! Ya se sabe: «Lo bueno, si breve,
dos veces bueno». Además es un escrito autén-
tico de Pablo, escrito desde la cárcel a Filemón,
un cristiano de Colosas, hombre de buena posi-
ción. En un tiempo en que la esclavitud forma-
ba parte de la vida cotidiana, Pablo, con una retó-
rica bellísima, requiere del amigo una sola cosa:
que, sin negar el derecho que lo asiste y a pesar
del castigo merecido, trate a Onésimo como un
hermano, pues es un bautizado en Cristo.
«[Trátalo] no como esclavo, sino como algo mejor
que un esclavo, como un hermano querido, que
si lo es mucho para mí, cuánto más para ti, huma-
namente y en el Señor» (v. 16). En efecto, el fuga-
do Onésimo, por esos avatares de la vida, había
terminado en Roma. En la cárcel había escucha-
do la predicación de Pablo y pidió el bautismo.
Con razón Pablo lo califica como «mi hijo» (v. 10).
Junto con este billetito a Filemón, es posible que
al mismo tiempo zarpara desde Roma hacia
Colosas otra carta de Pablo: la carta a los Colo­
senses. Es un escrito cuya verdadera autoría aún
es discutida entre los estudiosos. En verdad, el esti-
lo (e incluso el contenido) es tan distinto con res-
pecto a las cartas auténticas de Pablo que las sos-
pechas cuentan con un serio fundamento. Vamos
a pensar, sin embargo, que fuera realmente escri-
ta por el apóstol o, al menos, por un amanuense
que siguió su dictado. En cualquier caso, en el tras-
fondo de la carta se lee una preocupación: Pablo
sabe que, fruto de un peligroso sincretismo, entre
las Iglesias de Asia Menor se «están colando» ideas
que no casan bien con el evangelio. Se trata de
extraños pensamientos sobre los ángeles y otras
potencias celestiales, del deseo de algunos de
retornar al judaísmo y a sus normas, o incluso a
oscuras prácticas locales. Y a Pablo, claro está, no
le tiembla el pulso: «Ya que habéis aceptado a
Cristo Jesús, el Señor, proceded unidos a él, arrai-
gados y edificados en él, afianzados en la fe que
os enseñaron, y rebosando agradecimiento.
Cuidado con que nadie os envuelva con teorías y
con vanas seducciones» (Col 2,6-8a). Adver­tencias
que parecen escritas para nuestros días, en una
época en que todo vale y se ven unas mezcolan-
zas espirituales de alucine…
Miguel Ángel M. Nuño
 SÁMEK
Como la letra sámek del alefato hebreo marca el punto y aparte en los manuscritos, esta sección
quiere ser un punto y aparte que te ofrezca alguna novedad o curiosidad sobre el mundo de la Biblia

Biblia y catequesis
En el imaginario colectivo la palabra «cateque- en misioneros, retornan al seno de la comunidad
sis» remite de manera casi automática a la pri- y dan testimonio ante sus hermanos de lo que
mera comunión y a sus años de preparación. han vivido.
Difícilmente se piensa en adultos que participan
Fíjate en las palabras destacadas en cursiva.
en un grupo de catequesis. Y, sin embargo, este
Expresan la centralidad de la Palabra en el pro-
es el modelo al que la Iglesia se refiere cada vez
ceso catequético: escuchar, explicar, compren-
que reflexiona sobre la acción catequética: «La
der, anunciar, dar testimonio. Son muchos los
catequesis de adultos, al ir dirigida a personas
comentarios que, desde todos los ángulos, se han
capaces de una adhesión plenamente respon-
realizado sobre el conocido pasaje lucano.
sable, debe ser considerada como la forma
Traemos aquí uno de ellos, que entiende
principal de catequesis, a la que todas
la pastoral juvenil en clave evangeli-
las demás, siempre ciertamente
zadora, como no puede ser de
necesarias, de alguna mane-
otra manera. El «Libro del
ra se ordenan» (Directorio
animador» del Itinerario
para la catequesis, n. 77).
de educación en la fe
Es muy posible que entre
(IEF) afirmaba en 2014:
adultos sea fácil desarro-
«Queremos caminar jun-
llar escuelas bíblicas, se­sio­
to a los niños, adolescen-
nes de lectio divina o cual-
tes y jóvenes en su proce-
quier otra expresión que
so de fe. En el evangelio
ponga en el centro la
de san Lucas encontra-
palabra de Dios. Cosa dis-
mos el relato de Emaús,
tinta es hacerlo con niños,
como modelo de encuen-
adolescentes y jóvenes.
tro del cristiano con Jesús
Sea cual sea la edad y la circuns- resucitado. Esta narración ilumi-
tancia, hay una escena evangélica na nuestra metodología de interven-
que, por más leída que sea, nunca pier- ción […]: ilustra el camino de la fe y descri-
de su frescura como modelo. Me refiero, obvia- be sus posibles etapas y sus momentos cru-
mente, al encuentro del Resucitado con los dos ciales. Y en nuestro caso, nos muestra cómo
de Emaús (Lc 24,13-35). Recordemos telegráfica- debemos realizar nuestra misión de educadores
mente: y evangelizadores en la tarea de la educación en
la fe» (pp. 134-135). Y para ello, el IEF proponía cua-
Jesús resucitado se hace el encontradizo con dos
tro momentos para cada encuentro de cateque-
discípulos que, decepcionados, recorren el cami-
sis o reunión de grupo: Tomar la palabra (expe-
no de vuelta hacia su aldea: todas sus esperan-
riencia), Acoger la Palabra (iluminación), Celebrar
zas se han esfumado con el golpe más terrible,
la Palabra (celebración y compromiso), Cosechar
la muerte de Jesús en cruz.
la Palabra (síntesis, evaluación y revisión). Es un
Tras escucharlos con atención, el Resucitado les modelo: ni el mejor ni el definitivo. Ahora bien,
explica y les ayuda a comprender que la historia se toma tan en serio la centralidad de la palabra
de aquel Hombre lleva a cumplimiento y pleni- de Dios en el proceso de educación en la fe que
tud todo lo anunciado en el Antiguo Testamento. la coloca explícitamente como eje de toda la
metodología. ¡Así debería de suceder siempre!
El encuentro con el Resucitado se consuma al
sentarse a la mesa y partir el pan. Es entonces, y
solo entonces, cuando lo reconocen. Convertidos Miguel Ángel M. Nuño

11/43
 RETWITTEANDO
Un vistazo hacia nosotros mismos
Siempre hemos escuchado que es más fácil ver
la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio y
realmente invertimos mucho tiempo en ver todos
aquellos defectos en los que nos rodean, siem-
pre con una lupa y libreta en mano para analizar
al mínimo detalle cualquiera de sus movimien-
tos, palabras o gestos. Pero, ¿Qué pasa si es a
nosotros a los que nos observan buscando siem-
pre una falta? ¿No sería más fácil que cada uno
nos ocupásemos de ser cada día un poco mejo-
res? ¿Qué tal si cambiamos la crítica destructiva
por la constructiva?
Tendemos a echar siempre balones fuera, sien-
do los demás los que tienen la culpa de todo lo
que nos ocurre sin hacernos responsables de que
puede que seamos nosotros mismos los que con
nuestra actitud nos hacemos la trampa, convir-
tiéndonos así en la persona tóxica que evitamos.
Quejándome, siempre corrigiendo a los demás…
actitudes que van consumiendo, haciendo que
siempre estemos agotados, sin energía alguna
para nada. Esta toxicidad puede venir por dos
motivos, el primero que puede que hayamos vivi-
do situaciones que no han hecho ser así y somos
conscientes de ello, por lo que intentaremos
enmendar esta actitud, el segundo motivo pue-
de ser por adaptarnos al entorno que nos rodea
y sentirnos integrados en algún grupo.
12/44
Una persona tóxica es aquella que tiene com-
portamiento y acciones que afectan de manera
negativa a los que le rodean, el problema es que
muchas veces no somos conscientes de que lo
somos, metidos en un bucle de negatividad capaz
de arrasar con todo a su paso, incluso a nosotros
mismos. Para poder llegar a identificar estas acti-
tudes es necesario pararse y hacer una autorre-
flexión, además de escuchar a los que nos rodean,
ayudándonos a hacer un análisis de la realidad.
Nuestras alarmas deben saltar cuando vuelvo
negativo todo lo de mi alrededor, lo mío es siem-
pre peor, soy la víctima, soy crítico conmigo y con
los demás, soy sarcástico por naturaleza, mani-
pulo a los demás y nos aprovechamos de ellos,
no asumo responsabilidades, intento arreglar
todo, incluso aquello para lo que ni se me ha pedi-
do ayuda, soy una persona celosa o envidiosa…
Ante estos “síntomas” podemos comenzar a
poner algún que otro remedio, el primero sin
duda será ser conscientes de nuestra toxicidad
y comenzar a fomentar la empatía, el saber pedir
perdón, proponernos cambiar, pedir ayuda a
quien consideremos oportuno..
Nadie es tóxico por naturaleza, las experiencias,
aquellos que nos rodean y las situaciones que
nos han tocado vivir hay veces que no son bene-
ficiosas ni para nosotros ni para los que tenemos
cerca.
¡Feliz el hombre que no sigue el consejo de los
malvados, ni se detiene en el camino de los peca-
dores, ni se sienta en la reunión de los impíos,
sino que se complace en la ley del Señor y la medi-
ta de día y de noche! Él es como un árbol plan-
tado al borde de las aguas, que produce fruto a
su debido tiempo, y cuyas hojas nunca se mar-
chitan: todo lo que haga le saldrá bien. No suce-
de así con los malvados: ellos son como paja que
se lleva el viento. Por eso, no triunfarán los mal-
vados en el juicio, ni los pecadores en la asam-
blea de los justos; porque el Señor cuida el cami-
no de los justos, pero el camino de los malvados
termina mal. (Sal 1)
Irene Guillén Mancina
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Agustín de la Torre

13/45
 EDUQUEMOS
Tutoría mes de mayo: Llegar a ser uno mismo
Ser uno mismo es una parte importante de la
identidad personal y del bienestar emocional. Sin
embargo, en la adolescencia, es fácil perderse en
las expectativas de los demás: la presión de la
sociedad, la influencia de tus amigos, la necesi-
dad de pertenecer a un grupo y las expectativas
de tus padres pueden hacer que te sientas se
sientan inseguro sobre quién eres y qué quieres
en la vida. Mayo es un mes muy interesante por-
que normalmente en junio debemos decidir qué
optativas, o qué opciones de estudios tomamos.
Así que es bueno reflexionar sobre quiénes somos,
porque el hacer brota del ser.
Uno de los mayores obstáculos para ser uno mis-
mo, es la falta de confianza en ti. A menudo, nos
preocupamos por cómo los demás nos ven, y eso
nos lleva a actuar de una manera que no es autén-
tica. Además, las redes sociales pueden intensi-
ficar la presión para mantener una imagen per-
fecta y presentar una vida que en realidad no
existe. También, en nuestro día a día todos nos
enfrentamos al rechazo y la exclusión social si no
nos ajustamos a las normas sociales y culturales
establecidas.
14/46
¿Qué podemos hacer para ayudar
a nuestros alumnos a llegar a ser
ellos mismos?
Proponemos algunas actividades sencillas para
realizar en el aula en tutoría, dependiendo del
grado de conocimiento de los alumnos pode-
mos llevar a cabo la más adecuada:
Ejercicios de reflexión personal: se puede pedir
•
que piensen en lo que les hace únicos, en sus
fortalezas y debilidades, en lo que les gusta y en
lo que no les gusta. Esto puede ayudarles a com-
prender y aceptar su verdadera identidad. Es
hacer una especie de “DAFO” personal y luego
orientarles para vencer esas amenazas y debi-
lidades con sus fortalezas y oportunidades.
• Discusión en grupo: se puede fomentar un deba-
te en el aula sobre las presiones que enfrentan
los adolescentes para ajustarse a las normas
sociales y culturales y las consecuencias de no
ser uno mismo. Esta actividad puede ayudar a
los adolescentes a comprender que la autenti-
cidad es valiosa y que el rechazo no siempre es
algo malo.
• Juegos de rol: se pueden llevar a cabo juegos
de roles para que los adolescentes practiquen
la comunicación asertiva y defiendan sus opi-
niones y deseos. Esto puede ayudarles a sentir-
se más seguros al expresar quiénes son y lo que
quieren.
• Redacción de diarios: se puede alentar a los ado-
lescentes a escribir diarios personales para
reflexionar sobre su identidad y su proceso de
autodescubrimiento. Esto puede ser una acti-
vidad terapéutica y una forma de fomentar la
introspección.
• Exposiciones de arte: se puede invitar a los ado-
lescentes a crear obras de arte que reflejen su
verdadera identidad. Esto puede ser una forma
de expresión creativa y una forma de fomentar
la autoexpresión.
Jesús Manuel Gallardo

El paso del balón
OBJETIVO
Presentar a cada miembro de un grupo y a la vez
conocer sus actitudes, intereses y valores.
MATERIAL
Un balón (una pelota de fútbol o voley).
DESARROLLO
• Formar un circulo con todo los participantes (si
el grupo es demasiado grande, se puede divi-
dir en grupos pequeños).
• El animador explicará la dinámica: “Se tocará
una canción durante el cual el balón pasará de
mano en mano (de participante a participan-
te) hasta que la canción se detenga. El que ten-
ga el balón se presentará diciendo: Su nombre
completo, edad, profesión o lo que esta estu-
diando, hobbies, proyectos, qué es lo más apre-
cia en la vida y motivo de su ingreso al grupo
(las preguntas pueden variar, según los objeti-
vos que se desea alcanzar).
DINÁMICA
• Cada vez que el participante termine su presen-
tación, la canción volverá a sonar y otra vez el
balón se pasará de mano en mano hasta que
la canción se detenga y se presente el que ten-
ga el balón”.
• De esta manera se presentarán los integrantes
del grupo (el animador considerará el tiempo
que crea conveniente para la dinámica).
EVALUACIÓN
• ¿Cuál fue tu reacción al pasar el balón por tus
manos?
• ¿Tuviste alguna dificultad para presentarte?
¿Pudiste conocer con esta dinámica a alguien?
•
• ¿Cómo crees que respondió el grupo a ésta par-
ticipación?
TEMAS POSIBLES
Sentido de la Confirmación, Bienvenida, In­te­
gración, Amistad, el Comienzo de una nueva
Aventura, etc.
Paula Gómez
15/47
ORACIÓN
Escuchar
Antes de empezar se puede poner una
música de fondo.

Ambiento el lugar donde voy a estar con

un icono de Jesús sobre algunas telas y
unas velas alrededor que pueden presi-
dir la oración.

Tan sólo con escuchar ya te encuentro,

Tan sólo con escuchar ya me encuentras.

¡Qué sencillo y fácil!

Tan sólo escucho…
¿Por qué siendo así, escuchar es tan difícil?

¡Te siento aquí, a mi lado

y en mi interior te oigo!
Me ves y me susurras tus Palabras
que me alientan en mi vida.

Apaga en mi Señor
todas las voces extrañas que
no me dejan oír tu palabra
libérame de mí misma,
de mis sueños y deseos egoístas,
de mis miedos y ansiedades
para saborear lo que me dices al oído.

Ayúdame a quitar de mí
todo lo que no sea de Ti.
Que la plenitud de tu palabra,
vaya apagando la pobreza
de mis palabras,
vaya silenciando los sonidos
y voces extrañas
donde pueda vivir por siempre
tu Encuentro
y escucharte en mi corazón.
¡AMÉN!

Montserrat Rescalvo
Santiago Osácar (Ilustrador)

16/48
Jota Llorente • ¿Marketing pastoral?
están dispuestos a pagar más por productos
y servicios de marcas con las que tienen una
conexión emocional, y que la experiencia de
compra es un factor clave para fomentar esa
conexión. Los resultados del estudio sugie-
ren a las empresas que deben esforzarse por
crear experiencias emocionales significativas
para sus clientes, que van más allá de la simple
transacción comercial. Esto incluye una expe-
riencia de compra personalizada y memora-
ble. El estudio también destaca la importan-
cia de las tecnologías emergentes, como la
inteligencia artificial y la realidad virtual, en
la creación de experiencias emocionantes y
significativas para los clientes.
Destaco a continuación cuatro elementos3
del estudio que me parecen especialmente
relevantes y que vienen a corroborar todo lo
que estamos diciendo. Estos elementos nos
ayudan a tener una fotografía completa de
las estrategias en la publicidad que después
se extrapolan a la cultura y a las maneras de
comportarse de los jóvenes:
◗ Pasión por la interacción
Cada vez pasamos más tiempo delante de pan-
tallas, ya sea para interactuar con el mundo o
simplemente con familiares o amigos. No es
de extrañar, dado que estamos rodeados de
herramientas digitales que se han vuelto más
uniformes con el paso del tiempo. Cuando se
trata de experiencias en pantalla, las organi-
zaciones deben tener en cuenta el diseño,
el contenido, la audiencia y la interacción de
esos factores para aportar un toque de emo-
ción y alegría a las interacciones.
Accenture anima a las empresas a transfor-
mar las interacciones de algo aburrido y pre-
decible en algo desafiante e inspirador, ¡algo
emocionante! Las marcas que se liberen de
las normas obsoletas y las limitaciones de las
3 puedes acercarte a estos elementos en el resumen eje-
cutivo disponible en castellano: https://www.accentu-
re.com/co-es/insights/interactive/fjord-trends
…Viene de la página 32
49
plantillas de diseño —y lo hagan respetando
el medio ambiente— se diferenciarán y serán
las más demandadas.
◗ El reto de la empatía
A la gente le importa cada vez más lo que
defienden las marcas y la forma en que
expresan sus valores. El mundo está cam-
biando. Vivimos una época de grandes des-
igualdades. El estudio anima a las empresas
a crear, desarrollar y ejecutar su experiencia
en armonía con su narrativa. En este contex-
to, la empatía se ha convertido en una pala-
bra de moda, pero también es una tenden-
cia que analiza cómo las empresas priorizan
los temas que más les importan, desarrollan
comportamientos en torno a esos temas y
definen su forma de hablar de ellos.
◗ Rituales redescubiertos
Esta tendencia analiza la oportunidad que tie-
nen las empresas de ayudar a las personas a
buscar un sentido en nuevos rituales que les
aporten alegría y confort. Me llama la aten-
ción que lo denominen rituales y no costum-
bres o hábitos. El estudio anima a los creati-
vos a comprender el vacío que deja un ritual
perdido y diseñar algo que pueda ocupar su
lugar. Tras este primer análisis, los rituales
más asociados a las marcas tienden a perte-
necer a una de las cuatro categorías posibles:
• Ritual como portal: un punto de tránsi-
to entre distintas versiones de nosotros
mismos.
• Ritual como sentimiento de pertenencia:
los que están relacionados con conexiones
comunitarias y sociales.
• Ritual como confort: los que nos hacen
sentir bien.
• Ritual como anclaje: momentos que nos
dan algo a lo que aferrarnos y marcan el
paso del tiempo.
 50
Modas pastorales
Tras este primer análisis, es hora de ver qué
ocurre con las tendencias actuales de la pas-
toral. La pastoral juvenil tiene un punto de
conexión con la cultura en la que está inser-
ta. Esto es necesario para conectar con el
“público” juvenil al que se dirige, de lo con-
trario sonaría a cosa del pasado, pero al mis-
mo tiempo existe un gran peligro de quedar
atrapado en ella y perder parte de su esencia.
La Iglesia puede aprovechar esta tendencia
para crear experiencias emocionales signifi-
cativas y conectadas para los jóvenes, que les
permitan sentir una profunda conexión con
su fe, pero no basta.
Vamos a analizar qué elementos están pre-
sentes en la pastoral juvenil actual y si ayu-
da a que la Iglesia se sienta cercana y autén-
tica, lo que hará más probable que la gente
los comparta y se comprometa.
A medida que disminuye el número de jóve-
nes en nuestras iglesias y parroquias, aumen-
tan los actos y actividades especiales que res-
ponden a las necesidades emocionales de los
jóvenes. Las más populares son las Jornadas
Mundiales de la Juventud y otros encuen-
tros multitudinarios de jóvenes, peregrina-
ciones masivas, conciertos y eventos musi-
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
cales, Pascuas Juveniles, los campamentos
de verano, así como de los retiros espiritua-
les intensos y emotivos, las oraciones de los
viernes con el obispo que se hacen en algunas
diócesis o extensas adoraciones al Santísimo
en las que se mezcla música, oración con una
escenificación muy cuidada. Hay que destacar
también la conexión de muchos jóvenes con
la cultura cristiana popular y cómo se sienten
parte de ella a través de procesiones, cofra-
días y hermandades.
Estos eventos ayudan a los jóvenes a conec-
tar lo que son con lo que creen a través de
una experiencia vital importante para ellos.
De hecho son muy importantes en sus vidas
porque conectan lo emocional con el senti-
miento de pertenencia al grupo en una socie-
dad que invita a vivir los religioso en el ámbi-
to privado. Si analizamos cada uno de ellos
con las claves que hemos visto en los puntos
anteriores veríamos una gran conexión, pero
habrá que preguntarse sobre el efecto gaseosa
de los mismos: ¿no quedarán muchas veces
en experiencias que después no vinculan con
la vida? La conexión emocional puede ser un
primer paso en el camino hacia el cambio y el
compromiso, pero en sí misma no garantiza un
cambio de vida o un compromiso duradero.
Jota Llorente • ¿Marketing pastoral?
La conexión emocional es solo una parte del
proceso, la gran pregunta es: ¿cómo asegu-
rarse de que esa conexión emocional impul-
sa a la acción, no sólo la sensación de formar
parte de algo más grande?
Es una realidad que la gestión y organiza-
ción de estos eventos requieren de mucho
tiempo y energía, que diócesis y congrega-
ciones dedican muchos esfuerzos en su pre-
paración y organización. Es algo positivo y de
alabar, pues somos capaces de articular ele-
mentos de la cultura con estrategia pastoral,
pero ¿qué pasa con el día después? ¿dón-
de están estos jóvenes los domingos por la
mañana? ¿cómo vincular después a estos
jóvenes en la realidad concreta comunitaria
de sus barrios y parroquias? Es posible que
los jóvenes estén tan concentrados en su pro-
pia experiencia individual que no se sientan
motivados a participar en la comunidad más
amplia. Es un hecho la dificultad que se tie-
ne de proporcionar una experiencia signifi-
cativa para los jóvenes con el deseo de invo-
lucrarse en el trabajo y la misión de la iglesia.
2 ¿Experiencia de Dios
o «experiencias»?
«Por más que vivas y experimentes no llegarás
al fondo de la juventud, no conocerás la ver-
dadera plenitud de ser joven, si no encuentras
cada día al gran amigo, si no vives en amistad
con Jesús». (Chv 150)
Hasta ahora hemos hablado de vivir expe-
riencias, pero la vida cristiana lo fundamental
es vivir la experiencia del encuentro con Jesús.
La experiencia con mayúsculas que no pue-
de separarse del encuentro con el otro y del
compromiso con la realidad. La Experiencia
de Dios es distinta de las experiencias vividas
que solo conectan con lo emocional. Quizás
aquí se encuentren claves para responder a
las preguntas que nos hacíamos al final del
punto anterior.
51
Si nos adentramos en el mundo de la filosofía
o la teología podemos ver que la Experiencia
de Dios es algo que nos trasciende y que a la
vez nos vincula con lo que somos, los otros
o la cultura:
• Para Panikkar la experiencia de Dios es algo
que puede ser experimentado de muchas
maneras diferentes, dependiendo de la cul-
tura, el lenguaje y la tradición religiosa en la
que se encuentra el individuo. Sin embar-
go, todas estas experiencias tienen un ele-
mento común: la sensación de estar en pre-
sencia de algo que es más grande que uno
mismo, algo que trasciende la individuali-
dad y conecta a la persona con el universo
y con los demás4.
• Martin Buber argumenta que la experien-
cia de Dios no se puede encontrar en la
contemplación o la reflexión teórica, sino
que se encuentra en la relación personal —
en el diálogo con nosotros— con los otros
—con el otro— entre el ser humano y Dios5.
• Para Otto, la experiencia de Dios es algo que
trasciende la razón y la comprensión huma-
na, y que se siente más que se entiende. La
experiencia de Dios es una experiencia que
tiene un impacto profundo en la vida del
ser humano, transformando su perspecti-
va del mundo y su sentido de identidad6.
Un acercamiento a la vida religiosa, espe-
cialmente la femenina, nos da otra perspec-
tiva. Teresa de Jesús, Teresa de Lisieux o
Teresa de Calcuta —bonito trío de Teresas—
por poner algunos ejemplos, coinciden en
que la experiencia de Dios no se encuentra en
grandes hazañas espirituales o en la búsque-
4 Cf. Panikkar, R. Iconos del misterio: La experiencia de Dios.
Península Atalaya, Barcelona 1988.
5 Cf. Buber, M., Eclipse de Dios. Estudios sobre las relacio-
nes entre religión y filosofía. Sígueme, Salamanca, 2003.
6 Cf. Otto, R. Lo santo: Lo racional y lo irracional en la idea
de Dios. Alianza, Madrid, 2016.
 52
da de experiencias extraordinarias, sino que
se encuentra en las cosas simples y cotidia-
nas de la vida. Para ellas la presencia de Dios
se encuentra en todas partes, y que es posi-
ble experimentar su amor y su gracia en las
tareas más humildes y sencillas. Esto se con-
creta después en la oración como un diálo-
go íntimo con Dios, en el que el ser humano
se acerca a él con humildad y confianza, y se
entrega a su voluntad.
En este mini recorrido quiero hacer una
mención especial para Madeleine Delbrêl —a
la que tengo una especial simpatía— por su
manera de vivir su vida entregada desde el
trabajo social y contarla a través de la poe-
sía. Para Delbrêl, la experiencia de Dios es
una experiencia que se vive en la vida diaria,
en el encuentro con los demás y en la acción
transformadora en el mundo. Ella sostiene que
Dios se encuentra en la realidad del mundo y
en las relaciones humanas, y que es posible
experimentar su presencia y su amor en la
vida cotidiana. Ella describe la vida espiritual
como un camino de transformación personal
y social, en el que se busca vivir el Evangelio
en el mundo y transformar la realidad a tra-
vés del amor y la acción7 .
Soy muy consciente del escueto recorrido
hecho, pero sirva para poner de manifiesto
cómo la Experiencia de Dios necesita de algo
más de la mera emoción del “sentir religioso”,
implica la apertura al Otro como experiencia
vital y no sólo desde la razón; la apertura al
otro-otros desde el compromiso; la partici-
pación activa y viva en comunidad. La expe-
riencia de Dios se presenta como una expe-
riencia profunda que transforma a la persona
y su forma de relacionarse con el mundo, y
que puede ser alcanzada a través de diversas
prácticas espirituales y de una actitud abierta
y entregada a Dios.
7 Cf. López Villanueva, M.. Madeleine Delbrêl. Una mística
de la proximidad. Sal Terrae, Santander, 2019.
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
«Si alcanzas a valorar con el corazón la belle-
za de este anuncio y te dejas encontrar por
el Señor; si te dejas amar y salvar por Él; si
entras en amistad con Él y empiezas a con-
versar con Cristo vivo sobre las cosas con-
cretas de tu vida, esa será la gran experien-
cia, esa será la experiencia fundamental que
sostendrá tu vida cristiana. Esa es también
la experiencia que podrás comunicar a otros
jóvenes. Porque «no se comienza a ser cris-
tiano por una decisión ética o una gran idea,
sino por el encuentro con un acontecimiento,
con una Persona, que da un nuevo horizon-
te a la vida y, con ello, una orientación deci-
siva».(ChV 129)
3
Entonces…
¿«Vivir la experiencia»
está de moda?
Voy a volver al principio de este texto e
intentar analizar si realmente vamos por el
buen camino.
Hasta ahora hemos hecho un pequeño
análisis de las tendencias del marketing en
el mundo actual, las tendencias en el minis-
terio pastoral y la diferencia entre las expe-
riencias vividas y lo que ya sabemos de vivir
la Experiencia de Dios. Ahora es el momento
de ver si realmente vamos por el buen cami-
no o no. Ya nos hemos planteado varias pre-
guntas a lo largo del texto. No es mi inten-
ción responderlas todas —los otros dos artí-
culos de este número de MISIÓN lo
harán mejor que yo—, quiero cerrar el texto
analizando si el camino es el correcto o no, si
lo que estamos viviendo ayudará realmente
a los jóvenes del futuro a sentirse parte de la
Iglesia y a vivir la relación personal con Jesús
como un proceso vital.
«Hay hermosura, más allá de la apariencia o de
la estética de moda, en cada hombre y en cada
mujer que viven con amor su vocación perso-
nal, en el servicio desinteresado por la comu-
Jota Llorente • ¿Marketing pastoral?
nidad, por la patria, en el trabajo generoso por
la felicidad de la familia, comprometidos en el
arduo trabajo anónimo y gratuito de restaurar
la amistad social. Descubrir, mostrar y resal-
tar esta belleza, que se parece a la de Cristo en
la cruz, es poner los cimientos de la verdadera
solidaridad social y de la cultura del encuen-
tro.» (ChV 183)
El sentido de pertenencia
Si nos acercamos a los primeros números del
capítulo V de Christus vivit (150-157) vemos
como el Papa Francisco pide a la Iglesia estar
más presente en la vida de los jóvenes y ofre-
cerles una experiencia de fe significativa y
relevante.
Francisco destaca la necesidad de una Iglesia
que salga al encuentro de los jóvenes, que los
escuche y los acompañe en su camino de fe.
Se necesitan comunidades vivas y acogedo-
ras que se preocupen por el bienestar de los
jóvenes y les ofrezcan un ambiente de amor y
respeto. Esto llevará a los jóvenes a ser evan-
gelizadores activos y creativos, que lleven la
luz de Cristo a todos los rincones del mundo.
El Papa también habla de la importancia de la
formación de los jóvenes en la fe, que debe
ser una formación sólida y bien fundamenta-
da, que les permita conocer y amar a Jesús y
su mensaje. La formación debe ser una tarea
de toda la comunidad cristiana, que ofrece así
53
a los jóvenes un ambiente de crecimiento y
maduración en la fe.
Para que todo esto sea posible es impres-
cindible la vinculación de los jóvenes en las
comunidades de referencia y a la apertura de
las comunidades de referencia a los jóvenes.
Lo hemos visto en las tendencias publicita-
rias, la vinculación con la marca es fundamen-
tal, pero ojo no se trata de hacer dos comu-
nidades —una de jóvenes y otra de “viejos”,
dicho con todo el cariño del mundo— sino
de ambas se vinculen y caminen juntas. El
Papa Francisco destaca la necesidad de que
la Iglesia escuche atentamente a los jóvenes
y sus necesidades, preocupaciones y aspira-
ciones. Los jóvenes son agentes activos de
cambio y transformación en la Iglesia y en el
mundo, y su voz y perspectiva son esencia-
les para la renovación y revitalización de la
comunidad cristiana.
«La juventud, fase del desarrollo de la persona-
lidad, está marcada por sueños que van toman-
do cuerpo, por relaciones que adquieren cada
vez más consistencia y equilibrio, por intentos y
experimentaciones, por elecciones que constru-
yen gradualmente un proyecto de vida.
En este período de la vida, los jóvenes están lla-
mados a proyectarse hacia adelante sin cortar
con sus raíces, a construir autonomía, pero no
en solitario».(137)
 54
La narración como factor clave
La Experiencia de Dios es un proceso vital,
es una historia personal. No es la suma de
momentos, por muy significativos que sean.
Tampoco es la consecución de hitos o logros
que rellenar en una cartilla. Ni mucho menos
es vivir una vida perfecta, sin errores. No, es la
suma de todos ellos integrados desde la humil-
dad de saberse querido, acogido y sanado.
«Nosotros somos salvados por Jesús, porque nos
ama y no puede con su genio. Podemos hacerle
las mil y una, pero nos ama, y nos salva. Porque
sólo lo que se ama puede ser salvado.
Solamente lo que se abraza puede ser transfor-
mado. El amor del Señor es más grande que todas
nuestras contradicciones, que todas nuestras
fragilidades y que todas nuestras pequeñeces.
Pero es precisamente a través de nuestras con-
tradicciones, fragilidades y pequeñeces como Él
quiere escribir esta historia de amor». (ChV 120)
En la medida en que sepamos contar
—narrar— estas historias y ser capaces de
escuchar las de los demás —preciosas son
esas experiencias en las que abuelos y jóve-
nes comparten sus vidas y experiencias vita-
les sabiéndose queridos por Dios— estare-
mos en la clave que el mundo digital y las
redes sociales favorecen. De nada sirve vivir
una experiencia fabulosa de fin de semana en
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
un retiro, por poner un ejemplo, si no somos
capaces después de ver la transformación en
nuestro día a día, hacerlo historia —a ejem-
plo del pueblo de Israel que se siente acom-
pañado por Dios en su debilidad— y contar-
lo. Un joven cristiano lo es siempre, en su
grupo de fe, por supuesto, pero también en
la universidad, en las redes sociales, con sus
amigos,... y eso solo se consigue si hay una
narrativa sólida fruto de una historia que se
vive en el día a día.
«La vida que Jesús nos regala es una historia
de amor, una historia de vida que quiere mez-
clarse con la nuestra y echar raíces en la tie-
rra de cada uno. Esa vida no es una salvación
colgada “en la nube” esperando ser descarga-
da, ni una “aplicación” nueva a descubrir o un
ejercicio mental fruto de técnicas de autosu-
peración. Tampoco la vida que Dios nos ofre-
ce es un “tutorial” con el que aprender la últi-
ma novedad. La salvación que Dios nos regala
es una invitación a formar parte de una his-
toria de amor que se entreteje con nuestras
historias; que vive y quiere nacer entre noso-
tros para que demos fruto allí donde estemos,
como estemos y con quien estemos. Allí vie-
ne el Señor a plantar y a plantarse».(ChV 252)
El camino digital
Es innegable que si hay algo que le cuesta a
la Iglesia es el camino digital. Incluso en los
Jota Llorente • ¿Marketing pastoral?
eventos dirigidos a los jóvenes la presenciali-
dad es la constante, algo normal por otra par-
te. La clave está en cómo continuar y comuni-
car todo lo que se vive en esos encuentros en
el entorno digital. Es necesario un cambio de
visión absoluto por parte de los agentes pas-
torales ya que, muchas veces, ven los entor-
nos digitales como mera herramienta para la
comunicación: poner un cartel, subir fotos del
evento,... Sin embargo para los jóvenes estos
entornos no son herramientas, son relación,
es decir espacios en los que se amplía su vida
real. «El ambiente digital caracteriza el mundo
contemporáneo. Amplias franjas de la humani-
dad están inmersas en él de manera ordinaria
y continua. Ya no se trata solamente de “usar”
instrumentos de comunicación, sino de vivir en
una cultura ampliamente digitalizada, que afec-
ta de modo muy profundo la noción de tiem-
po y de espacio, la percepción de uno mismo,
de los demás y del mundo, el modo de comu-
nicar, de aprender, de informarse, de entrar en
relación con los demás» (Chv86). La presencia
digital debe ser de los jóvenes que muestran
su vida en estos entornos digitales, si lo digi-
tal y lo que se vive en el ambiente pastoral
no está unido es innegable que la propuesta
pastoral no ha llegado al corazón del joven.
En Christus vivit Francisco señala la impor-
tancia de la creatividad y la innovación en la
55
comunicación entre los jóvenes y la Iglesia.
Tenemos que estar abiertos a nuevas formas
de comunicación y a nuevas formas de llegar
a los jóvenes, utilizando los medios y recursos
disponibles para ofrecer un mensaje fresco y
auténtico que resuene. No es tanto el hacer
cosas puntuales como el vivir los procesos
de modo continuado tanto en los espacios
reales como en los digitales. Francisco des-
taca la importancia de la escucha y la comu-
nicación auténtica y transparente en la rela-
ción entre los jóvenes y la Iglesia, así como la
necesidad de que los jóvenes sean comuni-
cadores activos y creativos en la transmisión
del mensaje de Jesús y la construcción de un
mundo más justo y solidario. Si la interacción
es una de las claves de la cultura actual, deje-
mos que los jóvenes sean realmente los pro-
tagonistas de esta comunicación, necesitarán
acompañamiento y guía, sin duda, pero la voz
debe ser la suya: «Te recuerdo la buena noticia
que nos regaló la mañana de la Resurrección:
que en todas las situaciones oscuras o doloro-
sas que mencionamos hay salida. Por ejemplo,
es verdad que el mundo digital puede ponerte
ante el riesgo del ensimismamiento, del aisla-
miento o del placer vacío. Pero no olvides que
hay jóvenes que también en estos ámbitos son
creativos y a veces geniales. Es lo que hacía el
joven venerable Carlos Acutis.» (ChV 104) La
pastoral juvenil debe tener en cuenta la diver-
 56
sidad cultural y las realidades sociales de los
jóvenes, y adaptarse a ellas de manera efec-
tiva, si no la distancia de los jóvenes en unos
años será casi insalvable.
Los valores compartidos
Otro de los elementos señalados en la claves
del marketing y que van en línea con una pro-
puesta amplia de la Pastoral Juvenil es la vincu-
lación de la marca con los valores de los jóve-
nes. Poco que añadir a este respecto que no
diga el número 170 Christus vivit: «El Sínodo
reconoció que «aunque de forma diferente res-
pecto a las generaciones pasadas, el compro-
miso social es un rasgo específico de los jóve-
nes de hoy. Al lado de algunos indiferentes, hay
muchos otros dispuestos a comprometerse en
iniciativas de voluntariado, ciudadanía activa
y solidaridad social, que hay que acompañar y
alentar para que emerjan los talentos, las com-
petencias y la creatividad de los jóvenes y para
incentivar que asuman responsabilidades. El
compromiso social y el contacto directo con los
pobres siguen siendo una ocasión fundamen-
tal para descubrir o profundizar la fe y discer-
nir la propia vocación [...]. Se señaló también
la disponibilidad al compromiso en el campo
político para la construcción del bien común».
Es tanto el camino que queda por recorrer
aún en este sentido «Quiero alentarte a este
compromiso, porque sé que tu corazón, cora-
zón joven, quiere construir un mundo mejor. Sigo
las noticias del mundo y veo que tantos jóve-
nes, en muchas partes del mundo, han salido
por las calles para expresar el deseo de una civi-
lización más justa y fraterna. Los jóvenes en la
calle. Son jóvenes que quieren ser protagonistas
del cambio. Por favor, no dejen que otros sean
los protagonistas del cambio» (ChV 174). Si en
el compromiso por los vulnerables o la casa
común, a pesar de las múltiples indicaciones
del magisterio de Francisco, las cosas van len-
tas y cuesta para muchos grupos y comuni-
dades, qué no será de otros elementos en los
que la Iglesia aún se muestra distante.
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
¿Entonces?
Vivimos en un mundo en constante cambio
y los avances cada vez son más rápidos. En los
últimos años hemos visto cómo han cambia-
do cosas también en la Pastoral. A lo largo del
texto he tratado de demostrar que estos cam-
bios vienen producidos porque no podemos
separarnos del mundo en el que vivimos. No
hemos de conformarnos solamente con las
prácticas que muevan a lo emotivo, la sensi-
blería, a tocar el corazón pero no sean trans-
formadoras. Hay elementos que no pueden
quedar a un lado como son la vida de comu-
nidad y el compromiso social, y a su vez hay
elementos de la cultura y las tendencias actua-
les que no tocamos, bien porque nos da mie-
do, bien porque no estamos preparados, y
sin embargo están alineadas con los valores
de la Iglesia, la tradición y los consejos que
Francisco da en Christus vivit.
«El primer anuncio puede despertar una hon-
da experiencia de fe en medio de un “retiro
de impacto”, en una conversación en un bar,
en un recreo de la facultad, o por cualquiera
de los insondables caminos de Dios. Pero lo
más importante es que cada joven se atreva
a sembrar el primer anuncio en esa tierra fér-
til que es el corazón de otro joven».(ChV 210)
Vivir “experiencias” puntuales no es lo mis-
mo que vivir la “Experiencia de Dios” que
requiere camino, proceso y compromiso,
incluso momentos de oscuridad, no todo es
“happy”. Las acciones concretas para el primer
anuncio, están bien, son válidas, pero no sufi-
cientes y únicas… el camino es otro; acom-
pañar en la experiencia de Dios, única, perso-
nal e intransferible. No tengo un manual de
recetas para ello, espero al menos haber des-
colocado alguna cabeza que otra para seguir
mirando juntos al futuro.
JotaLlorente
 Colaboraciones
Una mirada interseccional
hacia las situaciones de discriminación
vividas por la mujer migrante
Marta Martín Moreno
Técnica de proyectos - Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas
Introducción
La Coordinadora Estatal de Plataformas
Sociales Salesianas (CEPSS) es una red for-
mada por entidades sociales salesianas de
España —con presencia en 16 comunidades
autónomas— desde las que se promueve la
inclusión integral de niños, niñas, adolescen-
tes, jóvenes y familias en situación de riesgo
y otros colectivos vulnerables como personas
migrantes. La CEPSS un referente significati-
vo de la acción y políticas sociales y educati-
vas de nuestro país, donde somos reconoci-
dos como la voz social común de los salesia-
nos y las salesianas de España.
La CEPSS lleva más de treinta años acompa-
ñando a personas en situación de vulnerabili-
dad a través de diferentes proyectos sociales
y educativos, pero sin duda alguna el acen-
to fundamental está puesto en la realidad
de las mujeres, en la infancia y en las perso-
nas migrantes. De esta manera, a la vulnera-
bilidad de la migración, añadimos la doble
vulnerabilidad de mujer o de niño o niña, lo
que multiplica las consecuencias y la reduc-
ción de oportunidades. Sin duda son muchas
las repercusiones y los objetivos alcanzados
con las personas participantes de los diferen-
tes proyectos sociales que se realizan; pero si
realmente queremos una verdadera transfor-
mación social, es importante incidir también
sobre la sociedad en su conjunto, ya que esta
es el principal elemento integrador donde las
personas llevan a cabo sus proyectos vitales.
El observatorio de migraciones de CEPSS
y el proceso de investigación asociado al mis-
mo, nace desde la reflexión en 2021, en el
seno de la propia Coordinadora donde se puso
 58
sobre la mesa la necesidad de emprender una
labor de observación, investigación y sistema-
tización de las labores de acompañamiento a
personas fundamentalmente migrantes, rea-
lizadas por las entidades sociales salesianas.
La metodología salesiana trabaja desde
un proceso individualizado con las personas
migrantes, lo cual nos permite acercarnos a
un conocimiento integral de las personas,
de las situaciones que enfrenta —contexto
sociocultural y político— así como del impac-
to que tienen sobre ellas el avance de los dis-
cursos de odio y sus efectos: situaciones de
discriminación y vulneración de derechos.
A su vez, este conocimiento previo, unido a
los resultados de la labor de observación, nos
permitirá conectar con ciertas claves a la hora
de desarrollar e implementar labores de pre-
vención y sensibilización.
Este observatorio, y las conclusiones que
aquí se muestra, se plantea con la vocación
de enlazar con las diferentes líneas de actua-
ción de las entidades sociales salesianas, para
acercarnos a jóvenes extutelados y mujeres
migrantes, con el objetivo de investigar el
impacto y las estrategias de confrontación
a los discursos de odio y situaciones de dis-
criminación que han vivido y viven desde su
llegada a España, de cara a proyector y cons-
truir una imagen o visión alternativa y positiva.
Por último, desde el Observatorio de Mi­gra­
ciones de CEPSS nos propusimos trabajar des-
de una mirada proyectiva, que pusiera en
valor las historias de vida y las experiencias
de jóvenes y mujeres migrantes, más allá de
la mirada carencial y de limitaciones que habi-
tualmente acompañan a estos grupos de per-
sonas en el imaginario colectivo. Dignificando
su sentido de vida y su proceso migratorio.
Estos son los resultados, que junto con mi
compañero Sergio Blanco, se han extraído
de las diferentes técnicas de investigación
cualitativa puestas en marcha.
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
Desarrollo
A través del análisis discursivo se ha podido
observar que existe una correlación entre el
espacio público y las situaciones discriminato-
rias (verbalizadas) por las mujeres migrantes.
De acuerdo a sus testimonios, tanto los actos
discriminatorios y racistas recibidos directamen-
te en primera personas (vivenciales) como lo
narrado a partir de discursos de terceras per-
sonas (amigos/as, familiares, vecinos/as), es
posible detectar una tendencia o patrón en
la que el espacio público es uno de los luga-
res principales donde se dan estas situaciones.
Dentro de los espacios públicos institucio-
nales también encontramos colegios, donde
algunas mujeres migrantes manifiestan situa-
ciones de discriminación hacia o contra sus
hijos e hijas. Se ha podido observar que en el
caso de mujeres migrantes, los discursos de
odio se proyectan sobre los hijos y las hijas, los
mal llamados “segunda generación”. En estos
discursos destaca la construcción de estereo-
tipos en base a rasgos fenotípicos diferentes,
utilizando términos normalizados en el ima-
ginario colectivo de la sociedad de acogida.
MUJER1: “en el colegio le decían que la humilla-
ban, y sacaban el tema cuando eso, ella vino en
2010, pero la crisis ya había empezado en 2008.
Que el problema de la crisis eran los inmigran-
tes, porque claro venían aquí a quitar el trabajo
a los, a los, a los españoles, y no sé qué, y a mi
hija la miraban mal, todo el mundo la miraba
mal en el colegio, nadie la hablaba […]”
MUJER2: “[…] ella estaba con unos compañe-
ritos, eh, con unos chicos españoles, y estaba
ella, y había otro chico latino, latino, y el vigi-
lante le dijo “panchita” a mi hija […]
A diferencia del discurso de jóvenes extute-
lados quienes narraban situaciones discrimi-
natorias en espacios públicos señalando sobre
todo el transporte público, en el caso de las
mujeres migrantes, estos actos discriminato-
Marta Martín Moreno • Una mirada interseccional hacia las situaciones de discriminación...
rios y discursos de odio se orientan, principal-
mente, en el ámbito del trabajo doméstico. Es
importante señalar aquí la feminización de sec-
tores del mercado de trabajo vinculados a tra-
bajar para otras familias o personas y desem-
peñando tareas como limpiar casas, cocinar,
lavar y planchar ropa, o al cuidado de perso-
nas mayores o personas enfermas. Podemos
hablar de una prolongación del rol de cuida-
dora asignado culturalmente a la mujer. Cabría
pensar que en este caso no versan muchas dife-
rencias en cuanto a las mujeres de la sociedad
de acogida, pero encontramos una principal:
ejercen la prolongación de rol de cuidadora1
sobre otras familias, teniendo a la suya a cien-
tos de miles de kilómetros con duelo migra-
torio y sentimiento de soledad.
De esta manera, a través del discurso de
mujeres migrantes, se ha detectado que el
ámbito del trabajo doméstico es el principal
escenario donde reciben/viven situaciones
discriminatorias, que vistas a la luz de la pers-
pectiva interseccional, combinan elementos
xenófobos, machistas, situaciones de explo-
tación laboral e incluso sexual, por el hecho
de ser mujeres migrantes o por la situación
económica y administrativa que las convierte
en vulnerables socialmente hablando.
1 Se muestra esta, pero podrían darse muchas más (inter-
seccionalidad).
59
MUJER1: “[…] me ofrecieron un trabajo en un
bar […] Y el hombre del bar, yo no tenía donde
vivir, me ofreció una habitación, y que me que-
dara ahí en la habitación de que, y luego quería
tener sexo también, y yo tenía que tener sexo
con él, por no perder el trabajo… sabes, hacer-
le de comer, tenerle la comida, me levantaba
a las 5 de la mañana y me acostaba, eh, me
dejaba libre de, de 3 a 5. Y de 3 a 5 yo conseguí
un trabajo cosiendo zapatos en una máquina
y cosía zapatos para poder ganar más dinero
para mandar a mi casa, a mis hijos […]
Otra mujer apunta en su relato a situacio-
nes de discriminación vinculadas a situacio-
nes de trata de personas con fines de explo-
tación sexual y laboral2:
MUJER2: “[…] era interna, era cuidando a una
persona mayor, eh, pero allá llegan muchas chi-
cas inmigrantes y es con mentiras ¿no?, la seño-
ra le dice a uno que ella es la hermana, mentira
es que ella es la compañera, y el señor trata de
tocarlo, lo trata a uno muy mal, el señor no tiene
movilidad de la cintura para abajo pero es que
él se le acerca, él trata de tocarle a uno y pues
si uno se deja, o lo humilla uno, o lo menospre-
cia, nos, eh […]
2 Cabe destacar y señalar de nuevo la importancia de no
tomar estos relatos desde el sensacionalismo.
 60
La principal diferencia detectada en cuanto
a espacios y discursos de odio o situaciones
de discriminaciones entre jóvenes y mujeres
migrantes radica precisamente en el tipo de
trabajo que estas desempeñan. Al tratarse de
trabajos desarrollados en espacios privados
e íntimos, como los hogares, en el discurso
de las mujeres migrantes se puede apreciar
cómo las personas empleadoras3 se auto ins-
tituyen en una mezcla de autoridad laboral
y personal hacia las empleadas domésticas,
proyectando sobre ellas situaciones variadas
de discriminación y otro tipo de vulneración
de derechos:
MUJER3: “[…] empecé trabajando primero cui-
dando la señora adulta, y bueno hasta ahí bien,
después, me tuvieron mucho tiempo sólo con tra-
bajo mal pago, trabajo, trabajo de, de domingo
a domingo, no había nunca un descanso, cuan-
do yo les hice énfasis porque las hijas eran las
que estaban pendientes, eh, entonces, yo les
hice énfasis y les dije mira es que yo necesito
un poco de descanso porque me siento de ver-
dad, agotada […], y nunca hubo un descanso
y yo con ellos dure siempre casi como un año
o así y nunca me dieron un descanso, antes se
colocaron pues como furiosos no les gusto eso”
Tanto personas empleadoras como sus
familiares directos parecen tener una visión
patrimonialista hacia las mujeres migrantes
trabajadoras domésticas, como sujetos infe-
riores, naturalizando el poder de disponer de
su tiempo de vida a través de jornadas labo-
rales inhumanas y pasando por alto las con-
diciones de trabajo previamente acordadas
entre ambas partes4. Esto puede interpretarse
3 La mayoría de las personas empleadoras encontradas
en las historias de mujeres son familiares o personas
cercanas al trabajo a desarrollar, sobre todo cuidado
de personas mayores y/o enfermas.
4 En este punto también hay que señalar que estas con-
diciones no se parecen en nada a las acordadas, siem-
pre de palabra; los/as empleadores/as aprovechan el
desconocimiento de las mujeres migrantes, para enga-
ñarlas en este sentido.
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
como una expresión etnocentrista, que tiene
su nacimiento u origen en esquemas colonia-
les de dominación y de organización del tra-
bajo, donde no cabría pensar en que las per-
sonas migrantes puedan reclamar los dere-
chos laborales
Al igual que en el caso de jóvenes extute-
lados, la herramienta utilizada por emplea-
dores o empleadoras para sostener las situa-
ciones de discriminación y explotación labo-
ral, es el miedo:
MUJER5: […] es que queremos que se vaya,
entonces le dije sí, pues para que yo me vaya
ustedes tienen que por lo menos de, arreglar-
nos porque ya llevo mucho tiempo con ustedes
y tendrían que pagarme. Bueno, finalmente ese
día, yo tengo toda la grabación y todo, ese día,
la que era de la policía se acercó, me pegó, me
amenazó y me dijo, si usted no se va de acá, yo
le llamo a mis […] amigos que son de la poli-
cía, y te sacamos del país como la mierda”.
La explotación laboral referida por las muje-
res migrantes, continua en el caso del discur-
so de esta mujer, que narra que a una compa-
ñera migrante y trabajadora doméstica inclu-
so le negaban una alimentación digna:
MUJER6: [..] Eh, como te dijera, solamente le
daban para comer arroz con huevo, arroz con
atún, y ellas sí que comían carne, comían pes-
cado, comían pollo, y la señora no podía, sino
comer arroz con atún o bocatas […]”.
De acuerdo a lo analizado y observado en
los diferentes discursos se ha podido apre-
ciar que existe una correlación entre la explo-
tación laboral y la situación migratoria de las
mujeres migrantes: en la medida en que no
encuentran regularizada su situación adminis-
trativa, presentan una mayor desprotección
frente al Sistema que las agrava las condicio-
nes de vulnerabilidad, sufriendo así diferen-
tes tipos de abusos por parte de las perso-
nas empleadoras, quienes aprovechan esta
situación para someter más fácilmente a las
Marta Martín Moreno • Una mirada interseccional hacia las situaciones de discriminación...
personas, como por ejemplo, trabajando fue-
ra de los límites legales y con condiciones de
trabajo abusivas.
Haciendo referencia a los espacios públi-
cos como espacios simbólicos colectivos,
también podemos destacar que existe una
visión estigmatizada de las mujeres migran-
tes que se proyecta sobre estereotipos que
definen a la mujer migrante en una situación
subalterna, que asocian un perfil fenotípico
al trabajo sexual
MUJER4: “Si, bueno, cerca de la, de donde vivi-
mos, está un señor que yo, particularmente no
le he prestado atención, […] yo no me había
dado cuenta, y varias veces pasamos por allí,
ay, jajaja, y el señor tiene la voz ronca. Y, vie-
ne y dice «tú, putilla, tú, que no eres de este
país, y te viniste, tú y tú generación, todos
son unas putillas»”.
Esta visión también parece plasmarse en
el imaginario colectivo cuando en ocasiones,
según el discurso de mujeres migrantes, exis-
te una identificación de las personas migran-
tes a un país determinado con cierta inten-
ción despectiva o peyorativa:
61
MUJER5: “[…] si lo he escuchado de algunas
amigas que han ido a trabajar, y que le han
cerrado las puertas, una por ser de color serio,
otra porque, por ser latina, porque siempre nos
dicen las venezolanas, con todo, como si fuéra-
mos un continente. Entonces este, yo también
creo que este no debería de pasar”.
Impacto
Sobre el impacto y efectos que han teni-
do y tienen los discursos de odio sobre las
mujeres migrantes, a diferencia de los jóve-
nes extutelados, se puede apreciar que sobre
todo son de carácter emocional. Los discur-
sos nos hablan de sentimientos de miedo,
impotencia, rabia, malestar emocional, tris-
teza, temor, trauma, rencor, ira, ansiedad
o a daño. Es decir, refieren consecuencias
negativas a nivel emocional, con implicacio-
nes directas sobre aspectos de la vida de las
mujeres, como su relación con otros actores
sociales del país de acogida, su construcción
social e individual, el acceso a servicios públi-
cos o la búsqueda de apoyo en organizacio-
nes o entidades sociales.
 62
MUJER3: “[…] yo sentí miedo porque igual ellas
me dijeron de bueno yo tampoco me arriesgo
tanto, finalmente a veces uno cuando no está
asesorado en estas cosas, uno si siente mie-
do, sí […]”
MUJER5: “[…] Pues a mí me dijo que me iba a
matar… y ya le había aguantado mucho enton-
ces ya, llamé a la policía porque ese día ya no
aguanté más, mis piernas hicieron agua […]
me dio ataque de ansiedad, uno porque tuve
que salir así de la noche a la mañana a la calle
porque no tenía una habitación, yo trabajaba
de noche […]”
Como conclusión en este sentido podemos
apuntar que existe una suerte de caparazón
emocional, autogestionado por las propias
mujeres, que generan una resiliencia ante
determinados hechos, con el fin de minimi-
zar el impacto que generan estos actos de
discriminación o discursos de odio.
La perspectiva interseccional nos permi-
te poner sobre la mesa las diferentes varia-
bles que afectan al impacto de los discursos
de odio en mujeres migrantes. Además de
los ya mencionados, hemos observado que,
al igual que en el anterior ejercicio de inves-
tigación, resulta interesante como en el pro-
pio discurso de las mujeres aparece la res-
ponsabilidad emocional entendida como
la proyección de expectativas positivas y cali-
dad de vida digna sobre los hijos y las hijas,
pasando por alto las necesidades y expecta-
tivas de vida propias. Para ampliar informa-
ción sobre esto, recomendamos la lectura de
“Tantas vidas en una vida: investigación cuali-
tativa de la mujer migrante a partir de su pro-
pia voz y mirada”5.
5 Martín Moreno, M. TANTAS VIDAS EN UNA VIDA. Inves­
tigación cualitativa de la mujer migrante a partir de
su voz y su mirada. CEPSS, Madrid, 2021 https://pso-
cialessalesianas.org/wp-content/uploads/2021/12/
Tantasvidasenunavida_web.pdf
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
El peligro de todo esto radica en la asun-
ción de estereotipos por parte de la misma
población discriminada, que no es más, des-
de nuestro punto de vista, que una naturali-
zación y proyección de estigmas del imagi-
nario colectivo:
MUJER1: “[…] pues yo pienso porque hay mucha
gente que no viene a trabajar, […] que viene no
más a pedir ayudas, y no trabaja, luego se aco-
moda y no quiere trabajar, porque yo escucho
mucho a los españoles que dicen es que fula-
no se conoce todas las ayudas, habidas y por
haber, es que le dan todas las ayudas […] yo he
recibido, eh, alimentos en Cáritas, he tenido que
alguna vez pedir alimentos en Cáritas, ahora
pues ya no, pero alguna vez tuve que, porque
la situación estaba muy mala, estábamos muy
mal y tenía que pedir, pero, bueno, afortuna-
damente ahora no, eso también está bien, que
aquí Cáritas ayuda mucho a la gente sabes…
en muchas cosas, entonces, yo por ejemplo, no
he podido, no he tenido una necesidad de, de,
mucho de estas cosas de las ONG, ni esto por-
que yo siempre me he buscado la vida, me he
buscado un trabajo como sea, me he buscado,
no me he parado nunca de decir voy a esperar
si aquí me ayuda, yo siempre me he puesto y he
dicho y ahora qué hago, y ahora qué hago, y si
me tengo que ir para otro lado me he ido […]”
Estrategias de confrontación
Desde el Observatorio de Migraciones se ha
entendido por estrategia de confrontación al
conjunto de estrategias cognitivas y conduc-
tuales que una persona pone en marcha para
gestionar demandas internas o externas que
se perciben como excesivas (o dañinas) para
los recursos de la propia persona. Se puede
considerar como una respuesta adaptativa, de
cada persona, para reducir el estrés derivado
de una situación entendida o comprendida
como difícil de afrontar, como por ejemplo
un discurso de odio o una situación discrimi-
natoria. Además, las estrategias de confronta-
Marta Martín Moreno • Una mirada interseccional hacia las situaciones de discriminación...
ción nos hablan sobre la relación de jóvenes
y mujeres migrantes con la sociedad de aco-
gida y cómo perciben estas y las situaciones
discriminatorias que en ella se dan.
En este sentido, el desarrollo de las estra-
tegias de confrontación centradas en el pro-
blema nos habla de un reconocimiento de los
discursos de odio y de una generación de nue-
vas narrativas o discursos alternativos. Sobre
esto, se han detectado ciertos términos y pala-
bras relevantes que apelan a la dignidad de la
persona y al sentido mismo de humanidad.
Esto queda vinculado a la generación de dis-
cursos en clave de Nuevas Narrativas sobre la
migración, porque construyen directamente
en primera persona una proyección positiva
y empoderada de las personas migrantes en
los imaginarios sociales. Algunos ejemplos
rescatados pueden ser:
“yo no me callo de estas cosas, yo le contesto” / “no
estamos en la época de la esclavitud” / “también
soy un ser humano como ustedes” / “yo soy un
ser humano y como tal tengo derecho a enfer-
marme” / “no somos máquinas” / “se supone
que en el colegio hay igualdad”
De acuerdo a lo observado, en el caso del
discurso de las mujeres migrantes sobre la
elección de una estrategia de confrontación
hacia los discursos de odio, esta no parece
corresponder a lo visto en el caso de jóvenes
extutelados. En tal sentido, esta mujer con
20 años en España, y con situación adminis-
trativa regular, muestra una estrategia basa-
da en la evitación:
MUJER1: “[…], me tratan como, como, como
nah es que tú me dicen muchas veces tu no eres
de aquí, entonces yo le digo si es que se nota dice
si por lo negra, jaja. Muchas veces me dicen así,
entonces bueno, pero yo a esas cosas ya estoy
acostumbrada, ya paso de eso […]”
Por otro lado, aquellas que menos tiempo
llevan en España parecen mostrar estrategias
63
de confrontación basadas principalmente en
el problema:
MUJER3: “[…] yo le dije ay no mamita eso no se
hace, no ve que estoy limpiando, y entonces la
mama, me dijo es que usted está para que lim-
pie acá esto, le dije no, le dije con todo el respeto
que usted se merece, yo estoy aquí para limpiar
sí y a mí me pagan por esto, esto es un trabajo,
le dije no estamos en la época de la esclavitud,
le dije no confunda, no confunda… lo que está
haciendo su hija está mal, mirarme a mí con un
bicho raro, le dije lo siento por ustedes, dije yo
también soy un ser humano como ustedes […]”
MUJER4: “[…] si eso vuelve a suceder me lo tie-
nes que decir porque yo tengo que ir a hablar en
el colegio, porque se supone que en el colegio
hay igualdad, y más ustedes que son niños. […]”
Se observa, por tanto, que las mujeres
migrantes manifiestan desarrollar estrate-
gias de afrontamiento, basadas en el proble-
ma. Por ello, se entiende que pueden existir
otras variables que influyan en la selección
de una estrategia u otra como por ejemplo, la
propia edad de las mujeres, ya que se sitúan
en edades adultas, la responsabilidad emo-
cional de sacar adelante a la familia, los roles
asignados a la propia mujer, etc. Ello conlle-
va trayectorias de vida con historias de auto-
superación personal que generan una auto-
confianza para responder de una determi-
nada forma ante los discursos de odio y las
situaciones discriminatorias.
Proyección en positivo
Más allá de los factores que generan situa-
ciones de vulnerabilidad, desde el observa-
torio hemos tratado de generar espacio para
examinar la proyección en positivo de sus tra-
yectorias de vida, de su relación con la socie-
dad de acogida, su participación en ella, así
como la construcción como sujetos sociales
fuera de sus países de origen.
 64
Es importante poner en valor sus expe-
riencias, trayectorias y expectativas de vida,
saliendo del bucle de victimización de las per-
sonas migrantes ante los discursos de odio y
los actos de discriminación. A través de este
proceso, es posible por un lado el reconoci-
miento de las personas, y por otro lado, visibi-
lizar el trabajo de empoderamiento por medio
de sus capacidades y fortalezas.
Una de las fortalezas observadas en el dis-
curso de las mujeres migrantes son las redes
de familiares directos con los que viajen o
que procuran traer posteriormente, princi-
palmente hijos e hijas. Si bien es cierto que
cabe señalar que esto puede actuar como un
factor de preocupación y/o ansiedad, cuan-
do la familia aún se encuentra en país de ori-
gen y son las mujeres migrantes quienes des-
de la distancia han de mantener a la familia
(social, emocional y económicamente hablan-
do). Esta presión se reduce cuando la familia
llega al país de acogida, generando fortaleza
en la propia mujer por haber conseguido el
objetivo, así como cohesión familiar y apoyo
mutuo entre todos los miembros de la familia.
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
Aquí cabe señalar lo mencionado anterior-
mente sobre la responsabilidad emocional
de las mujeres migrantes, pues el hecho de
afrontar la maternidad en un contexto migra-
torio hace que aflore una fuerza interior has-
ta el momento desconocida para alguna de
las mujeres. Algunos testimonios apuntan a
todo lo anterior:
MUJER6: “[…] llegué junto con mi hija que en
esa época tenía 12 años, ya hoy en día tiene 14
[…] por ejemplo cuando yo llegué mi madre y
mi hermana me regalaron el pasaje, obviamen-
te ellas no tenían el dinero para pagar la esta-
día de nosotras, pues el dinero que yo traía se
me lo comió el colegio.”
MUJER6: “Salir adelante yo sola, yo pensé que
no lo iba a lograr y pues la verdad, a pesar de
que me están ayudando, a […] obviamente, pero
me estoy revocando y estoy saliendo por mí. Y
pensando en mi hija. Y… me está costando ser
madre, pero lo estoy, lo estoy logrando jaja. O
sea, yo sé que llevo poquito tiempo, pero, es…
es difícil, pensé que no iba a lograr jaja poder
ser madre, porque me habían dicho que no
iba a poder, y… aquí estoy jaja. […] A pesar de
todo estamos bien, estamos bien, o sea, lo que
falta es el trabajo, pero luchando ahí vamos.”
Otra fortaleza observada en el discurso de
las mujeres migrantes nos remite a su pro-
pia formación académica y cualificación, ya
sea adquirida en país de origen, o adquirida
una vez en España. Al igual que en la forta-
leza mencionada anteriormente, si bien esta
debería actuar como facilitador, en muchas
ocasiones se convierte en un reto para con-
validar dichos títulos académicos y dificul-
tad (para ejercer de lo que realmente están
preparadas. Todo ello, lleva a las mujeres
migrantes al riesgo de frustración por no
poder dedicarse a lo que realmente les gus-
taría. Es importante señalar, que en muchas
ocasiones, la falta de información juega un
papel importante.
Marta Martín Moreno • Una mirada interseccional hacia las situaciones de discriminación...
MUJER6: “[…] Pues yo tengo unas horas de lim-
pieza, pero necesito, ya tengo el tiempo, porque
ya casi cumplo cuatro años que te comenté, y
esperando el precontrato estoy. A ver si alguien
me lo puede dar, pero está complicado. Pero
bueno, yo sé que se puede […]”
Similar a lo observado en investigacio-
nes anteriores, en el discurso de las mujeres
migrantes se puede apreciar como identifican
el propio proceso migratorio —tanto antes
de llegar a España, como la toma de decisión
de venir— como el desarrollo de fortalezas y
aptitudes encaminadas al empoderamiento
individual. Ser conscientes y vivir situaciones
adversas, fuera de los contextos habituales
para ellas, retroalimenta estas capacidades,
su presencia en el país de acogida y la mane-
ra de hacer frente a todas ellas:
MUJER6: “[…] yo soy una persona que siempre
le ve el lado bueno de las cosas, porque yo digo
si uno está con el negativismo, mira si tu levan-
tas pensando mal, te va mal todo el día, pero
si tu te levantas listo tenemos problemas tene-
mos necesidades, pero si tu te levantas con una
mente positiva y a trabajar honradamente en
lo que te salga, es que no podemos exigir, por-
que tristemente no podemos hacerlo, porque
no es nuestro país […]”
MUJER3: “A tener más seguridad conmigo mis-
ma. A creer más en mí, en lo que yo soy como
persona, sí, sí, sí, de pronto era como ay que
no, no voy a, no puedo, no, ya más fortaleza,
soy más guerrera digo yo y digo no hombre yo
también puedo […].”
En línea con lo mencionado anteriormen-
te, las mujeres migrantes a través de su dis-
curso dan cuenta de las historias de vida de
superación personal y familiar que a su vez
se encuentran vinculadas a las fortalezas que
ya tenían y que se han sumado —e incremen-
tado— a las que han ido desarrollando en su
proceso migratorio.
65
La construcción de una narrativa migratoria
alternativa y superadora de los discursos de
odio debe ir orientada al discurso que expre-
san las propias mujeres migrantes, quienes
dan cuenta de experiencias de gran poten-
cia vital y cargadas de valores positivos como
su compromiso familiar, basado en su lucha
y sacrificio cotidiano por mejorar su situa-
ción y poder brindarles mejores oportunida-
des (que las que ellas han tenido) de futuro a
hijas e hijos, superando ausencias paternas,
y otras adversidades, como los contextos de
violencia en los países de origen.
MUJER5: “Sí, tengo mucha fuerza, pero tam-
bién no creas he caído, he llorado, he patalea-
do, me jalado los pelos, digo porque me pasa
esto... pero nada, ahí, estoy aprendiendo, esto
es un camino para aprender, y seguir luchando”.
MUJER1: “Llevo bastante tiempo, he venido aquí
hace 20 años. He venido pues porque vivía muy
mal, tenía muchos hijos a mi cargo, y mi mari-
do había muerto, y yo estaba sola, y yo traba-
jaba mucho, y no podía mantener mis hijos allí.
Y veía que allí no tenía ninguna oportunidad,
vivía en un barrio muy malo, donde como deci-
mos nosotros, nacen muchos y se crían pocos.
Los que no van a la cárcel van al cementerio, y
entonces pues yo tomé la decisión de venirme,
los he dejado solos allí, bueno, solos, uno en un
sitio, otro en otro sitio. Les han pasado cosas fuer-
tes, muy fuertes, pero, bueno, ahora ya están
todos mayores, están todos aquí, todos tienen
su trabajo, han estudiado aquí. Y bueno, la ver-
dad, la vida, pues bueno, ahora es mejor […]”
A través del análisis de los discursos y testi-
monios de mujeres migrantes podemos apre-
ciar una fuerte visión positiva en cuanto a
expectativas y proyección a futuro se refiere.
Sus relatos apelan a la motivación por avan-
zar en sus vidas, manifestando la voluntad de
continuar el camino para lograr sus sueños
—que no es algo tan lejano como una calidad
de vida óptima— y superar los retos y obstácu-
los que encuentran en el día a día. Ello podría
 66
ser otro elemento clave para la construcción
de las nuevas narrativas migratorias, superan-
do los imaginarios sociales que se levantan
sobre una visión negativa dominante, vincu-
lada a la migración. Las mujeres expresan pala-
bras como “fuerza”, “ganas de hacer más”, “se
puede”, “nunca perder la esperanza”, “ser posi-
tivo”, “luchadora”, “trabajadora”, “entusiasta”.
Así pues, tomando los testimonios de las
mujeres se puede plantear una especie de
ejercicio dialéctico en contraposición con algu-
nos elementos del habitual discurso migrato-
rio, en aras de superar los discursos de odio
y plantear una nueva narrativa migratoria:
Pesimismo social/optimismo
Bloqueo-barreras/caminar hacia horizontes
Conflicto/construcción de futuro
MUJER2: “Yo tengo una compañera aquí en, una,
también es administradora, y ella me dice […]
es que usted lo ve tan fácil, usted ve las cosas,
usted ve las cosas que todo tiene solución, o
sea, ella me dice, es que usted lo ve tan fácil y
yo le digo, no, las cosas no son fáciles, lo que
pasa es que uno debe buscar eh, buscar ayu-
da y no dejar caer, y nunca perder la esperan-
za. Entonces, y siempre tiene uno que ser posi-
tivo, y tratar de uno, de ayudar […]”
MUJER4: “Bueno, […] una mujer venezolana,
luchadora, por su familia por su hogar, este tra-
bajadora, entusiasta y positiva.”
MUJER1: “Sí, yo todavía bueno, tengo mucha
fuerza, y ganas de hacer más cosas, sabes, de
hacer más cosas […]”
Conclusiones
El trabajo realizado durante este año ha
puesto una vez más sobre la mesa la necesi-
dad de generar procesos de sistematización
de las actuaciones desarrolladas en las entida-
des sociales salesianas encaminadas a poner
en positivo las habilidades y capacidades de
personas migrantes.
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
Especialmente atención merece también la
mirada de género e interseccional en estos tra-
bajos, desde la cual podemos hablar de discri-
minación interseccional como un tipo de dis-
criminación específica, en la que concurren a
la vez diferentes tipos de discriminación; no
se trata de “sumar” las discriminaciones, sino
de comprender cómo la intersección e inclu-
so la imbricación de estas discriminaciones, es
algo específico que necesita un abordaje par-
ticular que reconozca estos diversos factores.
La perspectiva interseccional emerge como
una apuesta teórico-metodológica para com-
prender las relaciones sociales de poder y los
contextos en que se producen las desigualda-
des sociales. Hace posible un análisis ‘comple-
jo’ de la realidad vivida por los sujetos, mujeres
y varones, mediante el abordaje de las diferen-
tes provisionalidades y clasificaciones socia-
les, históricamente situadas. El sujeto objeto
de análisis privilegiado ha sido el oprimido, el
excluido, aquel sobre el cual recaen las lógi-
cas de dominación y desigualdad, el ‘otro’. Así
púes, la interseccionalidad ha sido utilizada para
abordar las relaciones de poder y las experien-
cias vitales de colectivos subalternos o margi-
nalizados. Por ello, también se erige como una
herramienta para teorizar el privilegio y cómo
los grupos dominantes organizan estrategias
de poder —conscientes o no— para preservar
su posición de supremacía.
Marta Martín Moreno
ACCESO AL CONTENIDO COMPLETO
En la página web de la CPESS podrás
encontrar diversos materiales que se
1 han generado a través del Observatorio,
así como herramientas vinculadas al
trabajo con mujer migrante:
1. h
 ttps://dejamequetecuente.info/
observatorio/
2
2. https://psocialessalesianas.org/
recursos/
 Películas con alma

Las Nadadoras
El desafío de
la solidaridad
Rosa Die Alcolea
Periodista

Esperanza Torrejón
Educadora Social

FICHA TÉCNICA

Año: 2022
Duración: 134 min.
País: Reino Unido
Dirección: Sally El Hosaini

Las nadadoras (The Swimmmers 2022) estre-
nada en nuestro país en noviembre del pasa-
do año y que puede verse en la actualidad
Netflix, es una película que narra una histo-
ria basada en hechos reales. Las hermanas
Sara y Yusra Mardini (20 y 17 años, respecti-
vamente) se ven obligadas a huir como refu-
giadas de su Siria natal, devastada por la gue-
rra. Juntas deciden hacer a nado parte de su
increíble viaje y llegar a las costas de Grecia
para vivir desde ahí una nueva vida en Europa
para tener la oportunidad de participar en los
Juegos Olímpicos de Río de 2016.
Tras una serie de vicisitudes y de superar
no pocas trabas, finalmente Yusra, la menor,
logró competir en Río de Janeiro, como par-
te del primer Equipo Olímpico de Refugiados
de los Juegos, ganando una de sus elimina-
torias en mariposa. En 2017, fue nombrada
la Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR
más joven de la historia, con 19 años.
Una mirada sobre la juventud
Con un ritmo que, apuesta en muchas
secuencias por la inclusión de secuencias
 68
musicales, el film tiene en muchos momen-
tos un tono aparentemente desenfadado y
juvenil, pero ese punto de partida es, efecti-
vamente, un contrapunto para proyectar una
profunda mirada juvenil. Mención especial
sin duda tiene la banda sonora, que sella
muy bien ese espíritu de lucha, de búsque-
da, de resistencia y de liberación que viven
las jóvenes, una actitud que casa a la per-
fección con “Unstoppable” (“Imparable”)
de Sia. Asimismo, los enérgicos beats de
“Titanium” (David Guetta feat. Sia) colorea
muy bien las escenas de evasión y diver-
sión de las jóvenes, bailando con su primo,
su fiel acompañante.
Sin embargo, esta propuesta musical den-
tro del estilo fresco y dinámico del film, vie-
ne a conectar y a reforzar, la fuerza vital y la
visión que tienen, por su edad, los persona-
jes protagonistas. La dureza de su peripecia
vital, la separación de su familia, las condicio-
nes de vida de los refugiados y los momen-
tos de crisis, en los que están a punto de tirar
la toalla, confieren finalmente a la película un
tono de drama. Recibimos, no obstante, un
mensaje sin duda esperanzador y positivo,
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
que no endulza la visión de su autora. Dirige
el largometraje Sally El Hosaini, directora de
cine y guionista galesa-egipcia. Su primer lar-
gometraje, My Brother the Devil ganó premios
internacionales, como los Evening Standard
Film Awards de 2013, el Festival de Cine de
Sundance de 2012, el Festival Internacional
de Cine de Berlín de 2012 y los BFI London
Film Festival Awards de 2012, entre otros.
Sally El Hosaini, con muy buen pulso y
potenciando el contraste de escenas, hace
que la cinta se siga con gran interés desde
de principio a fin. El Hosaini busca impli-
car al espectador en la travesía a la que
se enfrentan los refugiados, cuando en el
mejor de los casos, sobreviven. La realizado-
ra, lo hace usando los elementos emotivos
propios de una historia familiar bella y rea-
lista, subrayando los muy marcados lazos
de afectos e inseguridades que unen a las
hijas con sus padres. Especialmente con el
progenitor, quien ejerce de entrenador per-
sonal en la primera parte del film y que tiene
una cierta obsesión por ver hecho realidad su
sueño en una de sus hijas.
El accidentado fin
de la inocencia
En “Las nadadoras” nos encontramos ante
una historia, como hemos comentado al prin-
cipio, basada en hechos reales increíblemen-
te sobrecogedora a la cual, la directora, pro-
porciona una marcada vocación de subrayar
valores que pueden sustentar los objetivos
vitales en los jóvenes. Aquello que puede
impulsar y servir de aliento a los seres huma-
nos, algo que lleva a superarse a sí mismos,
a pesar de las dificultades, incluso cuando se
llega a rozar situaciones que suponen serias
amenazas físicas y psicológicas.
La realidad, como en esta película, puede
ser un muy variado espejo y a veces, en el
mundo en el que vivimos, que devuelve refle-
Rosa Die Alcolea y Esperanza Torrejón • Las Nadadoras
jos opuestos entre unos y otros, unas situa-
ciones muy diferenciadas entre los diferen-
tes jóvenes de entre un país y otro e incluso
dentro de cada uno de ellos. A veces, como es
el caso que nos ocupa, unos superan brusca-
mente su adolescencia víctimas de una situa-
ción de conflicto en su país, y se ven aboca-
dos a tener que madurar prácticamente de la
noche a la mañana. Son muchas los adoles-
centes en muchos lugares de nuestro plane-
ta, que se ven obligadas a tener que hacer
cosas prematuramente. Son muchos, tal vez
demasiados, los jóvenes que su momento
vital y emocional, aún no se corresponde a
su edad. Como contraste de esta realidad,
son igualmente muchos aquellos jóvenes
de hoy en día, que lo tiene prácticamen-
te todo en una sociedad de la opulencia:
seguridad, dinero, privilegios…La parado-
ja, singular e hiriente paradoja a veces, es
que muchos de ellos, a pesar de esos pri-
vilegios, se sienten insatisfechos.
Crear vínculos en la dificultad
En esta película debemos destacar igualmen-
te una subtrama, un telón de fondo, que con-
trasta en todo momento con la historia perso-
nal de las dos hermanas y que, tal vez, ayuda
a proporcionarle la dimensión social, actual y
eterna, a la vez, que posee. Nos referimos a la
descripción de los lazos de solidaridad, her-
mandad y unión que se crean en el grupo de
refugiados durante la travesía de nuestras
nadadoras. Resulta muy hermoso acompa-
ñarlos y ser testigos de su relación tan espe-
cial. Asistimos al pequeño gran milagro de
comprobar cómo logran cooperar para tratar
de que todos queden a salvo y nadie se que-
de atrás. Una vez más se manifiesta y que-
da patente la generosidad que despierta la
adversidad en los seres humanos, en este
caso una guerra como la que sirve de deto-
nante en esta historia.
69
Una guerra, como la de Siria, como todas
las guerras, como la que, desgraciadamente
sigue azotando en Europa a Ucrania, iguala con
una terrible e implacable ley a los ancianos, a
los niños que la padecen. Esta terrible reali-
dad se pone de manifiesto en Las Nadadoras,
lógicamente también a la hora de reivindicar
el papel de la mujer, de la mujer siria en este
caso. Mujeres, hombres, ancianos y niños, víc-
timas de esa otra cara oculta de los conflictos
bélicos. Las acciones y las operaciones de las
mafias de esos desalmados, a pie de camio-
nes, de pateras, o tal vez en lejanos centros
financieros, que se benefician despiadada-
mente de las guerras. Es la otra cara lamen-
table del egoísmo sin límites también en las
situaciones de guerra. Aquellos cuyos cora-
zones parece no conmoverse y negocian sin
escrúpulos con las posibilidades de benefi-
cio y negocio, también en las guerras, como
todas las guerras. Esta película, con un trata-
miento para algunos un tanto estereotipado
de las víctimas de esta circunstancia, es un
buen muestrario sociológico.
El viaje de la emoción
No se trata de negar los hechos, ni de callar-
los u ocultarlos… En la cinta se recoge en
diferentes momentos de su itinerario exter-
no e interno, cómo dos hermanas, cada una
con su propia y original manera de ser, reac-
cionan de forma diversa ante la misma situa-
ción. Seguramente aquí, en este particular via-
je, se contiene uno de los grandes valores fíl-
micos de Las nadadoras, una película que se
convierte así misma en un hermoso y ejem-
plar retrato de gestión emocional de estas
jóvenes. Resulta muy gratificante compro-
bar lo positivo que resulta saber comunicar-
se, empatizar con el otro, acogerlo y acep-
tarlo. Perdonar cuando hay que hacerlo, así
como pedir perdón, aunque cueste.
 70
“Encuentra tu calle, sigue tu meta”. Las her-
manas Mardini, interpretadas por las herma-
nas Issa en la vida real, no viven la experiencia
y la ética de la deportividad solo en la piscina.
El deporte, de alguna manera, es el pretexto,
la metáfora, el leit motiv de toda la película: las
jóvenes son capaces de aplicar las enseñan-
zas deportivas de su padre frente a las adver-
sidades. Pero la genialidad de esta cineas-
ta consiste en tejer e hilar con una concep-
ción narrativa y del ritmo muy notable, una
historia que va mucho más allá. La creativi-
dad y originalidad de su propuesta, le lle-
va a componer, finalmente, una historia de
resiliencia realmente completa: el don de
transformar los valores aprendidos desde
niña en un chaleco salvavidas para afron-
tar las olas de la vida.
La misión personal
El film nos sumerge, a través de su argumen-
to y su trama central, en escenas de gran bri-
llantez, como los ánimos del entrenador ale-
mán o las ya señaladas relaciones con otras
inmigrantes víctimas de los miserables mafio-
sos. En todo momento en el film —que como
MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023
indicamos se sigue con un gran interés— hay
momentos visualmente muy potentes, espe-
cialmente el de un bombardeo, y —cómo no—
el de la travesía en el océano. El ritmo de la
narración es un punto a favor de la pelícu-
la, la directora capta la atención del especta-
dor con el problema social de Siria, y logra un
magnífico suspense desde que nuestras heroí-
nas se despiden de su familia en la estación.
Y desde este conseguido armazón formal,
la película nos propone una reflexión llena del
alma que destacamos desde esta sección cine-
matográfica: La búsqueda de la misión per-
sonal, en el personaje de Sara que resulta sin
duda singular y hermosa. Ella se está buscan-
do así misma hasta que descubre que lo que
en realidad quiere hacer no es nadar, sino tra-
bajar por las causas ajenas. En Sara, su tem-
peramento, su seguridad, arrojo y determina-
ción le llegan a forjan un carácter para luchar
y defender los derechos de los más desfa-
vorecidos. Sara sí encuentra su verdadero
lugar en la vida. Yusra, sin embargo, lo tiene
claro. Desde muy niña, no ha perdido nun-
ca su empeño de conseguir su sueño, al que
persigue denodadamente hasta conseguirlo:
Participar en los Juegos Olímpicos.
En Las nadadoras asistimos a un relato,
ejemplar por el realismo que contiene, en
el que también se nos invita al descubri-
miento de la verdadera vocación, un tema
fundamental para reivindicar con ener-
gía y solidez en el ámbito educativo. Esta
película plantea en el viaje, físico y espiri-
tual de sus personajes tener metas, sentir
que todos debemos descubrir en la vida
un objetivo que perseguir. Tener un pro-
pósito, en lo profesional, en lo personal,
nos descubre una dirección, te marca un
camino a seguir que sostendrá, en defini-
tiva, nuestros valores.
Rosa Die Alcolea
Esperanza Torrejón
 Recensiones

Subrayado joven

wLuigi Amendolagine, La palabra a los jóvenes. Los

sueños de los jóvenes para una Iglesia sinodal,
Editorial CCS, Madrid 2023, 192 págs.
Hoy en la Iglesia se habla mucho de sinodalidad. No
siempre es fácil precisar el alcance de esta palabra que
tiene su fuente en la eclesiología de comunión. Es cier-
to que los teólogos están ayudando a entender mejor
el sentido y el alcance de la sinodalidad. Pero también
necesitamos ver de manera práctica alguna experien-
cia donde descubramos el estilo sinodal realizado en la
práctica. La sinodalidad solo se aprende practicándola.
El libro de Luigi Amendolaigine ofrece una buena práctica sinodal: la Reunión presinodal de
los jóvenes en marzo de 2018. La constitución apostólica Episcopalis Communio dice: “Según el
tema y las circunstancias, la Secretaría General del Sínodo puede promover la convocatoria de
una Reunión presinodal con la participación de algunos fieles designados por ella, para que ellos
también, en la diversidad de sus condiciones, ofrezcan a la Asamblea del Sínodo su aportación”
(Francisco, Constitución apostólica Episcopalis Communio sobre el Sínodo de los Obispos, 15
de septiembre de 2018, art.8). Como puede comprobarse antes se realizó la Reunión presino-
dal y después el santo Padre vieno sus resultados recomienda estas reuniones.
El libro presenta un estudio analítico de aquella Reunión presinodal. Con esta finalidad des-
cribe el método de trabajo, los puntos en discusión, las propuestas más significativas, el espí-
ritu que se vivió, la incorporación de dichas propuestas en el Instrumentum Laboris del Sínodo
sobre los jóvenes.
El libro es un estudio analítico, también una crónica de todo el proceso sinodal del Sínodo
sobre los jóvenes, un estudio sobre la evolución y precisión de los conceptos, la crónica de un
proceso de discernimiento secuenciado en la escucha, la interpretación y la propuesta.
En este momento estamos inmersos en un nuevo Sínodo, esta vez la reflexión se centra en la
propia sinodalidad. Algunos ven dudas en este proceso. El libro de Amendola puede ser de gran
ayuda para disipar dudas y ver el potencial de la sinodalidad llevada a la práctica. Creo que esun libro
de recomendable lectura, especialmente lo es para quienes trabajan pastoralmente con jóvenes.
Koldo Gutiérrez
 72 MISIÓN • Nº. 556 • Mayo 2023

Testimonio

wPaloma San Román, Y llovieron ángeles, Editorial Fonte,

Madrid 2022. 100 págs.
La autora, Paloma San Román profesora de arte, con-
trajo el virus en los primeros meses de la pandemia del
COVID-19. Experimentó de primera mano los desafíos y
sufrimientos asociados con la enfermedad. Paloma ofre-
ce una mirada personal, conmovedora sobre el impac-
to de la pandemia en su vida. Plasma su experiencia en
una narrativa cercana que conjuga con dibujos y poemas,
recursos con los cuales expande las formas de expresión,
y muestra lo que no puede comunicar la prosa.
En la primera parte nos adentra en la incertidumbre
angustiante del contagio y sus implicaciones. No había
respuestas precisas sobre el curso de la enfermedad. El
confinamiento solo permitía ver el mundo desde la ven-
tana o a través de las pantallas, calles silenciosas y vacías, la muerte estaba al acecho, personas
conocidas, vecinos, familiares se habían contagiado, algunos graves, otros… habían fallecido.
Paloma habla del momento en que “se derrumbó mi mundo”, el miedo la embarga, pero no
se entrega, cultiva el silencio interior, el encuentro con lo trascendente. Reflexiona, es paten-
te el dolor que causa el COVID, es cierto el dolor que genera tener familiares y amigos cercanos
con COVID, reflexiona, el dolor es inevitable pero el sufrimiento si lo es. Cultiva la mirada com-
pasiva hacia sí misma y hacia los otros, y en especial la Fe en Dios, en lo trascendente.
Progresivamente el ambiente toma otro cariz, desde la ventana se ve la lluvia, dentro de la
casa llueve. Con una gran apertura ve la lluvia, no es agua son personas, llegan con luz y tienden
un abrazo fraternal de amor, compañía, solidaridad ante las cuales Paloma, escribe palabras de
gratitud en un libro que es muestra de bondad, aceptación, resiliencia y crecimiento personal.

José Argenis Rodríguez P.

PASTORALJUVENIL.ES/
 He tenido siempre necesidad de todos
DON JUAN BOREL
La necesidad de compartir
Ni don Bosco tenía necesidad de mí ni yo de él. El
deseo de compartir nuevos horizontes pastorales
fue lo que nos hizo compartir fraternidad y misión.
Nací en Turín. Recibí la fe cristiana y una esmera­
da educación en el seno de mi familia. Fui orde­
nado sacerdote a los 23 años. Aquí comenzó mi
ascenso social. A los treinta años ya era capellán
de la Casa Real. A mis profundos estudios se unía
la facilidad de palabra. Compaginaba una sólida
exposición doctrinal con un sinfín de anécdotas
que jalonaban y hacían amenas mis predicaciones.
Tiempos de cambio
Pero albergaba una honda preocupación. Apa­
rentemente todo estaba en calma: la Restauración
de las monarquías había puesto entre paréntesis
los efectos de la convulsa Revolución Francesa
y guerras napoleónicas. No obstante, miles de
campesinos abandonaban las zonas rurales
cegados por el brillo fatuo de las fábricas. Las
masas obreras se hacinaban en suburbios insa­
lubres. Las gentes llegadas del campo malvivían
desprovistas de instrucción, sanidad y arraigo
religioso y cultural. Se imponía una nueva for­
ma de ser sacerdote.
Consciente de mi misión, pedí ser relevado del
cargo de capellán real. Me hastiaba predicar a
personajes mediocres agazapados en la burbu­
ja de sus privilegios.
Transformación personal
Comencé por ayudar a don José Cottolengo; el
sacerdote que había levantado un hospital para
aliviar los sufrimientos físicos y espirituales
de los pobres. Acepté ser capellán de una ins­
Nota
El sacerdote Juan Borel (1801-1873) fue el mayor colaborador de don Bosco. El santo de los jóvenes
le cita más de veinte veces en las Memorias del Oratorio. Las Memorias Biográficas le dedican casi
un centenar de referencias y relatos.
2 I 74
titución de la marquesa de Barolo que ofrecía
nuevas oportunidades a chicas laceradas por
la prostitución.
Y por fin, don Bosco
Me cautivaron sus intuiciones, su idea preventi­
va y la forma de concretar sus sueños en proyec­
tos concretos. Me admiró la confianza que tenía
en las posibilidades de cada joven y la graduali­
dad de sus propuestas humanas y cristianas…
Y todo ello condimentado con la alegría, el sen­
tido positivo de la vida y un entrañable espíri­
tu de familia forjado por mamá Margarita. Era
padre, guía y maestro de los jóvenes.
Compartimos el nacimiento del Oratorio. Fortalecí
sus puntos débiles. Le defendí de los ataques de
algunos párrocos. Peregriné con él en los duros
años del Oratorio itinerante. Le presenté a perso­
nalidades para que apoyaran su obra. Utilicé mi
influencia ante el gobierno para resolver proble­
mas. Puse mi forma amena de predicar al servi­
cio de sus muchachos. Ordené la maltrecha eco­
nomía del Oratorio. Le sustituí cuando enfer­
mó agotado por la frenética actividad. Firmé el
primer contrato de alquiler de la casa Pinardi.
Caminé junto a él, siempre en un discreto segun­
do plano.
José Joaquín Gómez Palacios, sdb
Director de la Casa Salesiana de Burriana
MISIÓN
 El Papa Francisco y el proceso sinodal

CONVERTIRSE ES SER PUEBLO.

Y SER PUEBLO ES LA RESPUESTA
Parece ser que si nos cegamos absolutamente en Confiemos plenamente en la Verdad suscitada
una visión “sinodalista” de tipo extrema, única e por el Espíritu como conjunto en Uno. Como
ideal, Francisco debiera mirar solo al continente un todo donde el Espíritu Santo tiene la última
asiático. Asia “es el continente menos individua­ palabra, sobre todo frente a las oportunas ideo­
lista del mundo”, dice y proclama el Cardenal J. logías, pues, recuerda Francisco que “cuando
C. Hollerich, arzobispo de Luxemburgo. la ideología entra en los procesos de la Iglesia,
De esta forma, él mismo presenta a Francisco el Espíritu Santo se va a casa, porque la ideo­
como director de la gran sinfonía sinodal que logía vence al Espíritu”.
hace “trabajar juntos” a instrumentos tan dife­ La ideología impone en cierto modo frente al
rentes, con sonidos tan diferentes que haciendo Espíritu Santo que convierte. Y, el cristiano está
cada uno lo que debiere en el tiempo en corres­ en la dinámica de la conversión. ¡Ay si no recor-
pondido y tras largos ensayos, caídas, emocio­ damos que estamos en este proceso de conversión!,
nes y casi pérdidas de entusiasmo, consiguen recuerda el Santo Padre, porque si no entramos
realizar juntos una hermosa melodía. Ahora en este proceso de conversión no podremos dar
bien, todos ellos afinados en Cristo. un paso adelante en nuestra llamada también a
Son muchos los retractores de este proceso la santidad y la conversión a la santidad implica
sinodal que quieren salir del camino marca­ todos los aspectos de la vida eclesial y humana.
do, deseado y soñado, ya no solo por el propio Convertirse es ser Pueblo. Y ser Pueblo es la
Francisco, sino por la Iglesia Universal. ¿Por respuesta al pecado estructural del mundo. Un
qué no seguir a quien es el Camino? (Jn 14, 6). mal en el mundo vencido por el encuentro, la
“Ecumenismo sinodal”, no hay otra, exhorta escucha y el cuidado. De lo contrario toda res­
Francisco: “Ecumenismo sinodal”. puesta al mal cae en biografía, anécdota y sen­
En palabras del Cardenal Grech, observa que este timentalismo.
camino sinodal es un “camino penitencial”. Es Mario Martín Moreno, sdb
la joya perdida de la corona que la Iglesia con­
servó en el primer milenio y que poco a poco ha
ido descuidando. El Papa Francisco no desea la
creación de una nueva dimensión en la Iglesia,
sino que ya existe. Y, aunque empolvada y olvi­
dada por algunos, esta debe rehacerse de nue­
vo. Francisco no hace otra cosa, sino “redescu­
brir la belleza de la Iglesia como Pueblo de
Dios”. Y esto no es nuevo, es el mismo dis­
curso del Concilio vaticano II.
La Iglesia con la que sueña el Papa con los ojos
puestos en el Señor, es esa Iglesia “sinodal, intré­
pida y misionera”. Una iglesia que cuenta con
la totalidad del Pueblo de Dios, no puede ser
solo una Iglesia que quiera ser “construida y
hecha por élites”.

3 I 75
 Pastoral juvenil sinodal
DISCERNIMIENTO Y SINODALIDAD
El discernimiento ha estado siempre presen­
te en la tradición espiritual de la Iglesia. Hoy
vuelve a hablarse mucho sobre la importancia
del discernimiento. El magisterio pastoral del
papa Francisco tiene en el discernimiento uno
de sus pilares fundamentales.
¿Tiene algo que ver el discernimiento con la
sinodalidad? Creo que se puede afirmar que la
sinodalidad y el discernimiento van de la mano.
Si la Iglesia quiere afrontar el reto del caminar
juntos es necesario potenciar el discernimien­
to. Pero también se puede decir que si vivimos
en actitud de discernimiento nos será más fácil
la escucha, la participación y la corresponsabi­
lidad en nuestras comunidades.
4 I 76
El discernimiento es una actitud creyente
Muchas personas se preguntan qué es lo carac­
terístico del discernimiento cristiano. Es bueno
dejar claro que el discernimiento más que una
metodología es una manera de estar en la vida
iluminados por la luz de la fe. El papa Francisco
decía al comienzo de su ministerio como pontí­
fice: “El discernimiento es un instrumento para
conocer mejor al Señor y seguirlo más de cer­
ca… Se realiza siempre en presencia del Señor…
escuchando lo que ocurre, el sentir de la gen­
te, sobre todo de los pobres” (Francisco, en la
Cilvitá Católica 2013).
Fundamentos del discernimiento
Me gustaría decir alguna palabra sobre los pila­
res y fundamentos del discernimiento. Tomamos
unas palabras del propio papa Francisco, cuan­
do, una vez concluido el Sínodo sobre los jóve­
nes, decía en el Ángelus: “El discernimiento es
el método y a la vez el objetivo que nos propo­
nemos: se funda en la convicción de que Dios
está actuando en la historia del mundo, en los
acontecimientos de la vida, en las personas que
encuentro y que me hablan” (Francisco, Ángelus
28 de noviembre).
En su sencillez estas palabras del santo Padre
me parecen luminosas. Dios está actuando en la
historia y en las personas. También está presen­
te y actuando en mí mismo. Y, porque Dios no
está ocioso, sino que está actuando, la misión
de la Iglesia “es hacer posible que cada hombre
y cada mujer encuentre al Señor que ya obra en
sus vidas y en sus corazones” (DF 105). Desde
esta perspectiva tendríamos que decir que la pas­
toral tiene como objetivo fundamental ayudar
a que cada persona se encuentre con Dios que
ya está actuando en la historia, en su vida y su
corazón. En este sentido podríamos decir que
el discernimiento es el corazón de la pastoral.
Koldo Gutiérrez, sdb
Director del Estudiantado
Teológico Salesiano - Madrid
MISIÓN

MAESTRA
Cuando cayó en mis manos la Encíclica de san
Juan XXIII Mater et Magistra, relativa a la cues­
tión social, me llamaron la atención las motiva­
ciones que llevaron al Papa a redactar la carta:
“de acuerdo con los cambios de la época, subraye-
mos y aclaremos con mayor detalle, por una par-
te, las enseñanzas de nuestros predecesores, y por
otra, expongamos con claridad el pensamiento de
la Iglesia sobre los nuevos y más importantes pro-
blemas del momento”.
Se puede decir, en un sentido llano, que un
maestro es una persona que ha analizado, estu­
diado y comprendido un determinado asunto
y que ello le capacita para explicárselo o ense­
ñárselo a los demás.
Considero que nuestra Iglesia debería asumir la
motivación de San Juan XXIII para encarar los
problemas de las personas de nuestro tiempo,
las nuevas realidades que se dan, y hacer reali­
dad lo que significa ser maestro.
En los últimos años he visto mensajes de la
Iglesia y de sus representantes que pueden resul­
tar contradictorios y a muchos jóvenes nos gene­
ran confusión.
Al poco de ser elegido papa Francisco fue pre­
guntado por los periodistas acerca del lobby gay
en la Iglesia. Su repuesta dio la vuelta al mun­
do: “Si una persona es gay, busca al Señor y tie-
ne buena voluntad, ¿Quién soy yo para juzgarla?”
Años después, en el Responsum de la Congregación
para la Doctrina de la Fe a un dubiu sobre las
bendiciones de las uniones de personas del mis­
mo sexo, se dijo, a pesar de reconocer elementos
positivos en las parejas estables, que la Iglesia
no puede bendecir el pecado.
Cuando leí la Exhortación Apostólica Amoris lae-
titia me pareció entender que se abría la puerta
a que, atendiendo a las circunstancias del caso
concreto, los divorciados vueltos a casar pudie­
ran recibir el sacramento de la comunión. Sin
embargo, a la vista de este documento, cuatro
Cardenales de la Iglesia plantearon dudas al
La voz de los jóvenes
Papa Francisco basándose en las enseñanzas
de san Juan Pablo II, que aparentemente cie­
rran la puerta a que los católicos divorciados
puedan comulgar.
En el año 2007 leí en la prensa que Benedicto
XVI había permitido la celebración de la misa
en la forma extraordinaria del rito latino (misa
tradicional o misa en latín) y unos años después,
el Papa Francisco ha restringido su celebración
por medio de dos motu proprio.
A mi modo de ver, estos son algunos de los
ejemplos más llamativos de cómo la Iglesia y
sus representantes envían mensajes a los cató­
licos y también al mundo, que parecen contra­
dictorios. Estamos en la era de los medios de
comunicación, donde cualquier opinión, cual­
quier documento, se puede hacer viral. Es por
ello por lo que la Iglesia tiene que trabajar más
que nunca los elementos que definen al maes­
tro (analizar, estudiar y comprender) para poder
exponer con claridad qué respuestas se dan.
Además, creo que es imprescindible simplificar
los instrumentos a través de los cuales se dan
las respuestas. A lo largo de este texto he uti­
lizado términos que, estoy convencido, pocos
jóvenes conocen: Encíclica, responsum, dubia,
exhortación apostólica, motu proprio.
Como persona joven pido a la Iglesia que se
tome muy en serio los problemas y realidades
de las personas de nuestro tiempo y facilite las
respuestas de una forma clara.
Itzar García Jiménez
5 I 77
 Red de pastoral juvenil
SINODALIDAD EN SALIDA
HACIA EL MUNDO DIGITAL
Cuando vemos a un joven (y a muchos adultos)
pegado a la pantalla y viendo “sus cosas”, pode­
mos detectar fácilmente que las redes socia­
les tienen un peligro: relacionarme siempre y
solamente con los que son de mi estilo, de mis
gustos, de mis aficiones, de mi manera de ver
la vida. En lugar de unir y tender puentes, las
redes pueden separar y generar submundos
paralelos que no interactúan entre sí, culturas
aisladas que no dialogan.
CHV 90 “La inmersión en el mundo virtual ha
propiciado una especie de “migración digital”, es
decir, un distanciamiento de la familia, de los valo-
res culturales y religiosos, que lleva a muchas per-
sonas a un mundo de soledad y de autoinvención,
hasta experimentar así una falta de raíces aun-
que permanezcan físicamente en el mismo lugar.
La vida nueva y desbordante de los jóvenes, que
empuja y busca autoafirmar la propia personali-
dad, se enfrenta hoy a un desafío nuevo: interactuar
con un mundo real y virtual en el que se adentran
solos como en un continente global desconocido”.
No queremos demonizar el mundo digital, que
ya es un lugar común donde vivimos y busca­
mos más vida. Nuestra propuesta en pastoral
juvenil tiene que ser integradora del espacio digi­
tal en el que ya todos estamos muchas horas a
lo largo del día. Las redes sociales han de ser
el ambiente en el que los jóvenes encuentren
a otros jóvenes y compartan sus experiencias
de vida y descubrimientos en diálogo sinodal.
6 I 78
Las redes son suyas. Han de serlo también las
redes institucionales de aquellas actividades y
movimientos donde su protagonismo sea real,
como joven que llama a otros jóvenes. ¿Somos
consecuentes con el reto de la sinodalidad con
jóvenes, como para poner en sus manos nues­
tra presencia de Iglesia en el ámbito digital?
Los contenidos que los jóvenes buscan en redes
sociales expresan a gritos las preocupaciones que
anidan en su corazón, y no es casualidad que los
podcasts más buscados y consumidos sean pro­
puestas de jóvenes y jóvenes-adultos que hablan
sobre el sentido de la vida, y que expresan comen­
tando una actividad, un posicionamiento, una
opción de vida. Siempre claro, desde una auten­
ticidad que ellos mismos saben diferenciar bien.
La invitación aquí será la propuesta de hacer oír
su voz sin postureo, como mano tendida y felici­
dad compartida con quien la pueda aprovechar.
La propuesta pastoral puede ser promover un
equipo que sostenga perfiles evangelizadores o, al
menos, generadores de reflexión y sentido, equi­
pos creativos que pongan su vivencia compartida
en los actuales formatos. El trabajo de verter su
experiencia en podcast, vídeos, música o escritos
generará un subidón de identidad en quienes lo
hagan, más la sensación de que sus opciones son
más serias de lo que ellos/as mismos/as pensaban.
Quizá también debamos darles a estas propues­
tas de evangelización digital el carácter minis­
terial que se merecen, dada la tremenda impor­
tancia y repercusión que pueden llegar a tener, y
la gran responsabilidad que albergan como pro­
puesta de primer anuncio a otros adolescentes
y jóvenes. La formación en evangelización digi­
tal, tanto en sus técnicas y lenguajes, como en
los contenidos más kerygmáticos a transmitir,
pueden ser indispensables para un crecimien­
to de este compromiso.
Juan Carlos de la Riva
Director de Red de Pastoral Juvenil - Escolapios
juancarlosdelariva@escolapiosemaus.org
MISIÓN
 Discernir el tiempo presente
NADA QUE HACER
¿Qué hay que hacer —nos preguntamos una y
otra vez— para ganarse a los jóvenes? Fue la pre­
gunta que alimentaba nuestras reflexiones allá
por el sínodo de los jóvenes, y vuelve a aparecer
de cuando en cuando a la luz del nuevo sínodo.
Organizamos foros y mesas redondas, escribi­
mos libros y acudimos a los sociólogos contem­
poráneos pidiendo una palabra que nos ilumine.
La pregunta recuerda un poco a la del joven
rico: «Maestro bueno, ¿qué hay que hacer para
ganar la vida eterna?» (Mc 10,17), solo que aquel
optó por ir a consultar a Jesús. Y su respuesta
podría valer también para nosotros.
Otra escena evangélica muy socorrida en estos
casos es el camino de Emaús (Lc 24,13-35):
paradigma del acompañamiento. Acercarse a los
jóvenes, ponerse a su lado, adaptarse a su rit­
mo, con paciencia, con cariño… Pero en aque­
lla escena no nos parecemos tanto a Jesús como
a los discípulos que vuelven a su casa habien­
do escuchado que unas mujeres han dicho no
sé qué de una tumba vacía.
Propongo dos iconos más. Uno viene narrado
en Jn 21: los discípulos que han pasado la noche
“pescando”, entre comillas porque no pillaron
más que un resfriado. Jesús les pregunta con
cierta sorna si tienen pescado, y les invita a echar
las redes de nuevo, pero ahora bajo sus indica­
ciones. Entonces sí que funciona.
Y el último icono es María, la Virgen. La mujer
que, ante todo, se dedicó a alabar al Señor, que
«ha hecho obras grandes en mí» (Lc 1,49). Es
María quien mejor nos recuerda que Dios mis­
mo quiere hacerse presente en el mundo, pero
no podemos traerle cuando y como queramos,
no podemos hacer nada para que aparezca.
Nada más que acogerle en nuestra vida y alabar­
le cantando sus maravillas, escucharle y seguir­
le por los caminos.
Para que nadie caiga en la tentación del desáni­
mo, aprovechemos este mes de mayo fijando
los ojos en María y confiándole a ella los jóve­
nes que llenan nuestro corazón. Ellos también
se preguntan qué hay que hacer para ganarse
a la Iglesia. Algunos todavía no han descubier­
to que, con esa misma pregunta, ya son Iglesia.
Será, de nuevo, María quien se acerque a Jesús
y le diga que no tenemos vino. Entonces, unos
y otros, pasaremos de querer ganar a dejarnos
ganar por Cristo. Y, viendo llenas las tinajas, la
fiesta se llenará de jóvenes.
Juan Carlos Aonso Diego, sdb
7 I 79
 Canciones para una Iglesia sinodal
«VEN A CASA»: WELLGATE Y NFTW
(NOT FROM THIS WORLD) NOS REGALAN
ESTE HIMNO DE JAVIER PORTELA
“Ven a Casa”, es el himno del Año de la Sino­
dalidad de la Diócesis de Getafe. Una canción
que pone el foco en todos los laicos que forman
parte de la Iglesia, cada uno llamado a vivir su
fe y su esperanza en su realidad cotidiana. Este
tema es una invitación a saberse amado y siem­
pre bienvenido, a regresar a tu casa, la Iglesia. En
este trabajo colaboran los raperos de NFTW
con Wellgate, estos últimos, todo un descubri­
miento para quién os escribe. WELLGATE Music
es una comunidad de músicos católicos que tie­
nen el deseo y la misión de dar alabanza y glo­
ria a Dios. Se sienten profundamente llamados
a favorecer que otros puedan vivir una relación
íntima y profunda con Dios a través del rega­
lo de la música. Guiados por el Espíritu Santo,
su deseo es unir, inspirar y fomentar la Iglesia
universal, tocando el corazón de los jóvenes de
hoy para que puedan descubrir el itinerario de
una fe verdadera y profunda. Juntos expresan
y comparten con los demás su experiencia de
Dios y quienes somos en Cristo. La Santidad es
su misión, y la música su instrumento.
Se trata de una canción que quiere expresar la
gran aventura que es ser cristiano en el mundo, e
invitar a todos a unirse a la alegría del Evangelio,
compartiendo sin complejos la experiencia del
encuentro con Jesús. ‘Ven a casa’ es el resulta­
do de varios meses de trabajo de estos grupos,
Wellgate Music y NFTW, en lo que supone su
primera colaboración artística. A pesar de la
FICHA TÉCNICA:
Interpretada por: Wellgate Music, feat. NFTW
Compuesta: Javier Portela
Grabación de Vídeo: Alex Pozuelo, Ivan W. Jaques
Edición de Vídeo: Alex Pozuelo
Imagen de Portada: Ivan W. Jaques
DISFRUTA «Ven a casa»
https://youtu.be/5GicFCqIDbo
8 I 80
diferencia de sus estilos musicales, han sabido
entenderse a la perfección. Wellgate Music es
un grupo de jóvenes provenientes de distintos
municipios de la Diócesis de Getafe que, desde
2019, se dedican a la evangelización a través de
la música de estilo cristiano contemporáneo y
forman parte de una comunidad de vida y de
fe mucho más amplia.
Por su parte, NFTW es un grupo de jóvenes
raperos católicos, también pertenecientes a la
Diócesis. Su primer disco fue producido por el
sello Santafé Producciones en 2018. El produc­
tor de NFTW es JeriAndCo (Jericó Chimeno),
natural de Móstoles y considerado como uno de
los principales ‘beatmakers’ de la escena del rap
católico en España. Junto a él, integran el gru­
po el getafense Súe (Josué Villalón) y los rape­
ros Fresh Sánchez (Sergio Sánchez) y Stelion
(Pablo Lozano), de Toledo y Valencia, respec­
tivamente.
Nico Montero
Cantautor
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MISIÓN
 Celebrando diez años del
pontificado de Francisco

Novedad

A través de sus escritos, el papa

Francisco expresa sus grandes
preocupaciones y también sus
deseos y sus sueños; sobre
todo, el de una Iglesia misionera,
abierta al Espíritu, entregada a la
evangelización.
Eugenio Alburquerque se hace eco
de este legado desde la perspectiva
de la intervención programática del Más información:
pontífice, la exhortación La alegría
del Evangelio, con el deseo de que esta alegría llene el
ISBN 978-84-1379-169-2
corazón y la vida de quienes se encuentran con Jesús. P.V.P. 25,00 €

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