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ORACIÓN PARA PEDIR PROSPERIDAD INTEGRAL

Padre amado. Sé que tú deseas lo mejor para mí: “Oro para que te
vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como
prosperas espiritualmente” (3 Juan 1:2).

Hoy quiero llenarme de ti y creer en todas tus promesas, que sea


bendecido y que su bendición sea para otros, me apropio de tu
promesa que dice:

“Con tus descendientes voy a formar una gran nación: voy a


bendecirte para otros. Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré
a los que te maldigan; por medio de ti bendeciré a todas las familias
del mundo” ( Gén. 12:2-3).

Prospera mi alma, limpia mi mente, para cambiar mi manera de


vivir:

“No vivan ya según los criterios del tiempo presente, al contrario,


cambien su manera de pensar para que así cambien su manera de
vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es
bueno, lo que es grato, lo que es perfecto” ( Rom. 12:2).

Hoy reconozco que todo es tuyo:

“Tuyos son, Señor, la grandeza, el poder, la gloria, el dominio y la


majestad. ¡Porque todo lo que hay en el cielo y en la tierra es tuyo!
(1 Crón. 29:11).

Reconozco que no he sido un administrador fiel, las deudas pesan


sobre mí y tornan difícil mi vida. Desata con tu poder la bendición
que he retenido, permíteme alcanzar la gracia de ser liberado de
estas fuerzas malignas que amargan mi caminar diario, te permito
romper la maldición de ruina, 71 dándote lo que te pertenece: “Yo,
el Señor, no cambio. Por eso ustedes, descendientes de Jacob, no
han sido exterminados. Desde la época de sus antepasados se han
apartado de mis preceptos y no los han guardado. Vuélvanse a mí,
y yo me volveré a ustedes —dice el Señor Todopoderoso —. Pero
ustedes replican: “¿En qué sentido tenemos que volvernos?”¿Acaso
roba el hombre a Dios? ¡Ustedes me están robando! Y todavía
preguntan: “¿En qué te robamos?” En los diezmos y en las ofrendas.
Ustedes —la nación entera— están bajo gran maldición, pues es a
mí a quien están robando. Traigan íntegro el diezmo para los fondos
del templo, y así habrá alimento en mi casa.

Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no


abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición
hasta que sobreabunde” ( Mal. 3:6-10).

Regálame la gracia de mantener un buen trabajo y que progrese


siempre, prospérame en el trabajo o negocio; pido por los que se
han quedado sin trabajo ( preséntenle las personas que están
sufriendo por que fracasaron en su negocio o se quedaron sin
empleo, ore un momento).

Padre Dios, sé que me amas a pesar de mis pecados, a pesar de


mis limitaciones y debilidades y tú mismo me lo dices en tu palabra:
“Es el hijo que más quiero. Aun cuando lo reprendo, no dejo de
acordarme de él, mi corazón se conmueve y siento por él gran
compasión: Yo el Señor, lo afirmo” ( Jer. 31:20).

Hoy comprendo que soy una persona especial para ti, tú te has
fijado en mí:

“Pero, ahora Israel, pueblo de Jacob, el Señor que te creó te dice:


“No temas, que yo te he liberado, yo te llamé por tú nombre, tú
eres mío” ( Is. 43:1).

Reconozco que soy pecador, te pido perdón; creo en tu promesa


que dice:

“Yo les perdonaré sus maldades y no me acordaré más de sus


pecados” ( Hebr. 8:12).
Hoy quiero romper con todo vínculo de información en fuentes
ocultas:

“No practiquen la adivinación ni los sortilegios” ( Lev. 19:26). Con


la poderosa Sangre de Jesús rompo el poder del mal sobre mis
bienes; acaba Señor con cualquier maldición, brujería, hechizos.

En el nombre de Jesús, deshago todos los votos satánicos, pactos,


ataduras impuestos por otros o por mí mismo. Rompo los efectos
de todos los vínculos que hayan habido por clarividentes,
astrólogos, médium, adivinos. Renuncio a cualquier participación
con: ( nombrarlo).

Renuncio a todas las formas en que Satanás me puede tener


atrapado. Rompo todos los patrones de hambre, desempleo,
derrota, me opongo a todo espíritu maligno que pretenda perturbar
mi espíritu, mi mente, mis emociones, mi economía familiar, mi
progreso familiar. Renuncio a todo fracaso, corto la transmisión de
sufrimientos causados por mis propios errores de mi vida pasada.
Que al terminar este año pueda desconectarme de todas las
cadenas que se oponen a mi progreso espiritual y material, renuncio
a toda negatividad que impide emprender nuevos planes y
proyectos.

Pongo fin a toda falta de confianza en ti y me apropio de tu palabra


que dice: “Bendito el hombre que confía en Dios” ( Jer. 17:7).

En el nombre de Jesús ato, ligo, encadeno, amordazo, azoto a


cualquier espíritu que more o influya en mí o fuera de mí, en mi
familia, en este lugar ( rocíe agua bendita y si es posible unja con
aceite los distintos lugares que considere deban ser liberados o
protegidos.)

Con la Sangre preciosa de Jesús recupero cualquier territorio en las


distintas áreas de mi vida que hayan sido afectadas por cualquier
espíritu maligno oponiéndose a mis bendiciones. Anulo cualquier
maldición que haya llegado a mi vida, a mi casa o negocio por
cualquier causa, quiero caminar bajo tu bendición ( pida todas las
bendiciones que anhele para este año).

Creo en esta promesa:

“Todas las bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán por haber


obedecido al Señor tu Dios” ( Deut. 28:2).

Invade mi interior de paz, gozo, esperanza sobre cualquier


preocupación que no me permita avanzar, me apropio de tu
promesa: “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de
ustedes“ (1 Pedro 5:7).

Quiero cambiar mi vida, llenarme de fortaleza, serenidad cuando se


me presenta cualquier adversidad. Lléname de tu amor y de
perdón, quiero ser bendición para todos los que me rodean.

“No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien,
bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una
bendición” (1 Pedro 3:9).

Pido por mi familia para que tú la bendigas en este nuevo año, creo
en tu promesa que dice:

“Haré de ti una nación grande, y te bendeciré; haré famoso tu


nombre, y serás una bendición” ( Gén. 12:2).

Alzo mis brazos y extiendo mis manos para recibir tus bendiciones:
“Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de
manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo
necesario, y toda buena obra abunde en ustedes” (2 Cor. 9:8).
Recibo la alegría, recibo la salud, recibo el perdón para con todas
las personas que me han herido con actitudes, hechos y palabras.
( diga los nombres).

Recibo bienestar para mi familia, recibo paz para mi corazón, recibo


la libertad financiera ( siga en oración recibiendo todo lo que
aspire). Prometo dejar las peleas, el vicio del cigarrillo, prometo
dejar el temor, la infidelidad, el mal trato hacia mis seres queridos,
el sexo desenfrenado ( enumere todo lo que decida abandonar para
bien suyo y de su familia).

Invito a mi casa a la Santísima Virgen acompañada de San Miguel


Arcángel, San Rafael para que proteja todos mis planes y proyectos.
“El hombre propone y Dios dispone” ( Prov. 16:1).

Sello con la Sangre preciosa del Señor cada mes: “Reconócelo en


todos tus caminos, y él allanará tus sendas.” ( Prov. 3:6). Amén.

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