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Mito – La manzana de la discordia

Hace muchos, muchísimos años, varios Siglos, para ser más precisos, la Nereida
Tetis decidió casarse con Peleo, uno de los mortales más nobles. Todos los dioses
asistieron a boda. Todos menos Eris, la diosa de la discordia que no fue invitada.
También concurrió Paris, un pastor troyano.

Eris, herida por no haber recibido


invitación, mandó al banquete una
reluciente manzana y un sobre en el que
indicaba que la misma era “Para la doncella
más bella de la fiesta”.

Como era de suponer, todas las diosas se


disputaban la manzana. Hera, Atenea y Afrodita, eran las candidatas más firmes.
Para evitar discusiones al respecto, Zeus ordenó que fuese París el encargado de
tomar la decisión.

En un principio, Paris propuso hacer un reparto y dar a cada diosa un trozo de


manzana, pero Zeus le ordenó que la más bella fuera solo una.

Paris, se entrevistó con cada una. Todas quisieron seducirlo y sobornarlo, y la


única que lo consiguió fue Afrodita, la diosa del amor. Le prometió el amor de la
mujer más bella sobre la faz de la tierra, Helena, hija de Zeus y esposa del rey
Menelao.

Paris le dió la manzana y ella preparó el encuentro entre París y Helena quien
al instante se enamoró de París. Ambos marcharon a Troya y se casaron.

Pero Atenea y Hera descontentas con la decisión, visitaron a Eris y con su


ayuda, prepararon una guerra de todos los griegos contra Troya. Hay quienes
dicen que la guerra fue por una mujer, pero en verdad… la guerra fue a
consecuencia de una manzana y varias mujeres.

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