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PERSONAJES

😈<<{Astrid}>>😈 Becker 21 Años


Pelo castaña ojos mieles
Narro: 14
Follo:

❤️<<{Audrey}>>❤️ Becker 5 años


Pelo castaño ojos cafe

ra
Narro:
Follo:

🖤<<{Axel}>>🖤 Becker 5 años


Pelo castaño ojos mieles
Narro:

er
Si
Follo:

💦<<{Adler}>>💦 Becker 21 años


Nena-bombon
ce

Pelo castaño ojos cafe


Narro:5
Follo:

😍<<{Joss}>>😍 Meyer 21 años amigo poe


ni

Fiera-chiquito
Pelo castaño con rulos ojos mieles
Ja

Narro:1
Follo:2

🍆<<{Niklaus}>>🍆 Koch 21 años enculao


Pelo castaño ojos negros
Narro:3
Follo:1

👅<<{Conrad}>>👅 Klein 22 años


Pelo negro ojos grises
Narro:1
Follo:1

🌡️<<{Markus}>>🌡️ Klein 23 años


Corazón-
Pelo castaño ojos negros
Narro:1
Follo:1

🍌<<{Dominik}>>🍌 Klein 23 años

ra
Niña-
Pelo castaño ojos grises
Narro:2
Follo:1

💋<<{Edel}>>💋 Klein 24 años


Pelo negro ojos negros
er
Si
Narro:2
Follo:1

🫦<<{Frederick}>>🫦 Klein 25 años


ce

Pelo castaño ojos cafe


Narro:2
Follo:1
ni

🌡️<<{Hans}>>🌡️ Klein 25 años


Fea-Baboso
Ja

Pelo castaño ojos cafe


Narro:2
Follo:1

💥<<{Johan}>>💥 Klein 26 años


Castaña-
Pelo castaño ondulado ojos mieles
Narro:2
Follo:1
🥒<<{Isaak}>>🥒 Klein 27 años
Baby-
Pelo rubio ojos verdes claro (bastardin)
Narro:2
Follo:1

🥵<<{Baldric}>>🥵 Klein 28 años


Pelo negro ojos grises
Narro:2
Follo:1

ra
🍼<<{Blaz}>>🍼 Klein 25 años primo
Loca-desquisiado
Pelo castaño ojos verdes

er
Narro:4
Follo:2

Aide Becker mamá. 41


Si
Bertram Weber papá puto hijo de puta. 45 1

Roderick dueño stripper


ce

Alicia Fischer 24

Manfrid papá nueve hermanos 48 1


ni

Walter papá primo 45

EMOJIS QUE SIEMPRE ME SIRVEN


Ja

🔥CAPITULO 🔥. [•••]. ☢️☢️🔇🔇📲📲💬💬📱📱⚠️⚠️🚫🚫


DESCRIPCIÓN
<<{Astrid}>>

No tuve, ni tengo la mejor vida.

Pero haré hasta lo imposible por que ellos sí, aunque tenga que bailar en un estúpido caño
delante de mil ojos lujuriosos.
Adler: Nena, terminó la visita, vamos.

Audrey: Un rato más papi.

Axel: Sí, por favor.

Hasta lo imposible por todos ellos.

CAPITULO 1
<<{Astrid}>>

Profesor: Es todo por hoy clase pueden retirarse.

ra
El timbre suena luego de esas palabras mientras guardo todas mis cosas y las de mis hijos.

Ellos tienen que venir conmigo, mi hermano Adler tiene trabajo por la tarde y no puede

er
mirarlos.

Audrey: ¿Vamos a ver a la abuela?


Si
Mi pequeña hija de cinco años, agradezco tanto que ambos niños hayan salido a mi y nada
al donante de esperma.

Axel: Tengo hambre mami.


ce

Astrid: Vamos por chuches para comerlas con la abuela, ¿Qué dicen?

Ambos niños festejan.

Joss: Hasta mañana mini fieras.


ni

El, es mejor amigo, un peli castaño ruliento de ojos mieles muy sexy, a veces me dan ganas
de matarlo, no literalmente, esperemos.
Ja

Astrid: ¿En que te basas para decir eso?

Joss: Estos mellizos son tu viva copia fiera.

Astrid: No soy una fiera, soy muy tranquila.

Es verdad, no hablo mucho y si no me joden no me conocen.

Joss: Cuando tienes un buen día —se ríe— ¿terminaste tu parte del trabajo?

Asiento con mi cabeza mientras me saco la mochila cerca de la puerta del aula para darle
las hojas, es el último trabajo de la materia de Psicología Forense.
Ambos estamos en cuarto año de criminalística y ciencia forense en la Universidad
Humboldt de Berlín, no es algo que vaya conmigo, pero es algo que me sirve y me dejaban
entrar con los niños.

Le doy las hojas, él las guarda mientras tomo de la mano a mis niños y salimos del salón de
clases, últimos como de costumbre.

Mis hijos se sueltan de mis manos cuando estamos en los pasillos, corren y se chocan con
un pelinegro bastante grande.

Astrid: Niños.

Voy hacia ellos y levantó a Axel que se había caído, como dije, el hombre es muy grande,

ra
pero también tiene unos hermosos ojos negros que lucen muy intimidantes.

Me está mirando intensamente, ¿Estará esperando una disculpa? No la tendrá de mi.

er
Joss: ¿Están bien minis fieras?

Axel: Sí tío.
Si
Audrey: Vamos, quiero ver a la abuela mami.

Pelinegro: ¿Tienes hijos?

Dejo de mirar a mis niños para mirar al pelinegro estúpido, ¿No escucho que me dijo mami?
ce

Astrid: No, secuestro niños por la calle y les enseñó a decirme mami antes de vender sus
órganos.

Pelinegro: Cool, avísame, quizás necesité un riñón.


ni

Astrid: Estúpido.
Ja

Me corro de su camino y lo paso por al lado chocando mi hombro con su brazo, soy seguida
por mi amigo quien está pálido como una hoja.

Pelinegro: ¡Me llamo Edel por cierto!

Astrid: ¡Me vale!

Grito antes de salir casi cerrando los ojos cuando el sol de la tarde me ciega.

Debí traer los lentes.

Voy caminando para ir al hospital donde mi madre está internada, pero un torpe agarre me
frena.
Joss: Fiera, acabas de decirle estúpido al hermano de los directivos de la universidad.

Astrid: Me vale, es mi último año y solo nos quedan tres materias.

Joss: No entiendes, pueden expulsarte.

Astrid: Y yo denunciarlos por expulsar a un alumno injustificadamente luego de que ya pagó


toda la colegiatura.

Joss: Quizás eso te salvé, menos mal que está vez llegaste bien con la cuota.

Hago una mueca, estos años no fueron los mejores económicamente, mi hermano y yo
tenemos muchos trabajos para cumplir con la cuota de la universidad, del hospital y

ra
mantenernos a todos.

Es duro, pero es lo que debo hacer por mis niños.

er
Astrid: Encontré otro trabajo en las noches, cuando Adler tiene libre para cuidar a los niños.

Joss: Es peligroso —me mira mal— se que eres una fiera, pero es peligroso que andes sola
por la calle.
Si
Ruedo los ojos, él sabe que se defensa personal y boxeo, pero aún así se sigue
preocupando.

Esa es la razón por la que el matarlo literalmente aún no ha llegado.


ce

Astrid: No exageres estaré bien.

Es solo un decir, quizás lo esté, quizás no, la vida tiene cosas inciertas.
ni

Joss: Cuídate por favor y mira a ambos lados antes de cruzar la calle no vayas a terminar
como Luke.
Ja

¿Quién coño es él?

Astrid: ¿Quién es…

Joss: Es un personaje de un libro —ni puta idea de que habla— por favor mujer lee un poco
y tócate leyendo las escenas spicy de mis novelas favoritas.

Astrid: Eres un cochino lees porno, ¿No es mejor mirarlo?

Joss: No, es insulso y sin sentido el porno tradicional, en mis libros hay escenas spicy con
sangre, muchos hombres para una sola mujer —mira un poco hacia arriba, parece estar
pensando o imaginando algo— mi imaginación funciona no como la tuya.

La mía funciona, imagino muchos tipos de torturas.


Astrid: Nos vemos mañana niño lector.

Joss: Tenemos la misma edad, mínimo un hombre lector, ¿No?

Astrid: Por cómo saltas, ríes, lloras y festejas con tus libros eres un niño.

Joss: Eso es envidia por qué no conoces lo bueno de esta vida.

No es del todo cierto, mis hijos, mi hermano, mi madre y él son lo bueno de esta vida,
aunque se que el habla de sus preciados libros.

Joss: En serio, deberías leer un poco de lo que leo, te recomendaré algunos.

ra
Astrid: ¿Hay tortura en ellos?

Me mira mal.

er
Joss: Eres una sádica, pero si la hay —sonrie— te pasaré la saga de mafiosos que termine
de leer, te encantará, la protagonista es parecida a tí.
Si
Astrid: Hermosa.

Joss: Sí también, pero hablaba de lo sarcástica, sádica y con mucho humor negro, la única
diferencia es que ella tiene nueve esposos.
ce

Astrid: Puedo tenerlos si así lo quiero, pero como no quiero por ahora.

Joss: Aburrida.

Audrey: Ya tío lector, si hablas de tus libros no puedo ver a mi abuela.


ni

Axel: Nunca te callas.


Ja

Joss: Igual de cacas que su madre.

Niega con su cabeza mientras yo sonrió.

Astrid: Te emocionas mucho con tus libros amigo, bájale algunas rallitas.

Joss: Eso es imposible, créeme que aunque sea lo último que haga yo te haré leer una de
mis novelas favoritas, una vez que entras en este mundo nunca sales.

Astrid: Si como tú digas.

Los niños lo saludan con la mano mientras nos vamos al hospital.


CAPITULO 2
<<{Adler}>>

Llegó al horario de visita del hospital, quizás un poco tarde, al entrar en la habitación de mi
madre me encuentro con mis pequeños y mi melliza hablando muy animados.

Audrey: ¡Papi!

Axel: ¡Papá!

Los mellizos corren hacia mi y se abrazan a mis piernas hasta que me agachó y les doy un
beso en la mejilla a ambos.

ra
Son tan preciosos, me hacen acordar a Astrid y a mí cuando éramos niños y la vida todavía
era de colores.

er
Voy hacia la camilla y le beso la cabeza a mi madre.

Adler: Hola mamá, ¿Cómo estás hoy?


Si
Aide: Estoy bien, ya deben sacarme de aquí.

La misma cantaleta de siempre.

Astrid: Estar conectada a una máquina a la espera de un trasplante de corazón no es una


ce

broma mamá.

Voy hacia mi hermana y le doy un beso como siempre lo hago.

En la boca y feroz hasta que sus labios se hinchan.


ni

Axel: Qué asco papi.


Ja

Adler: Hola nena, te extrañé.

Astrid: Hola bombón.

Nos abrazamos, mi madre sonríe al vernos, no le afecta que estemos juntos como pareja,
nos apoyó y nos dió su amor incondicional.

Aide: Me encanta el amor que se tienen.

Sonrió.

Ella siempre supo que yo amaba a mi hermana, Astrid también lo hacía desde niña, pero a
diferencia de mi ella intentó negarse, luego pasaron cosas, no tan buenas que la hicieron
replantearse su vida y aquí estamos.
Juntos hace cinco años.

Recuerdo que aceptó ser mi novia el día que los niños nacieron, el día más feliz de mi vida.

Audrey: A mí también, yo quiero uno así cuando crezca.

Adler: No, ¿No quedamos en que serías monja?

Astrid: ¡Oye! Y porque, ¿Axel se hará cura?

Axel: Sí mi hermana va yo también.

ra
Adler: Así se habla pequeño, ambos van a un convento.

Sonrió feliz de que mi pequeña se haga monja y no tenga ningún estúpido detrás, Astrid me
mira mal, pero la ignoro, no va a arruinar esta felicidad.

er
Audrey: Yo me casaré con un largo vestido blanco.

Ella si me lo arruina, pero eso se borra cuando me imagino llevándola al altar vestida de
Si
blanco y se me vuelve a arruinar la ilusión al ver un hombre esperando por ella en ese altar.

Astrid: Y lo tendrás, pero cuando seas muy muy muy grande.

Adler: A los sesenta años.


ce

Audrey: ¿Falta mucho para eso?

Aide: Cincuenta y cinco años princesa.


ni

Se ríe mientras lo dice.

¿Está mal esa edad? ¿Debí decir setenta?


Ja

Abrazo con más fuerza a Astrid cuando los pequeños entretienen a mi madre con charlas
del tío Joss y sus libros.

Astrid: Hoy también cuidas a los niños bombón.

Adler: ¿Otra vez? Nena ¿Qué trabajo estás haciendo? Hace meses que estás en lo mismo,
es peligroso que estés de noche sola.

Astrid: Puedo defenderme.

Adler: Pero igual me preocupo —me acerco a su oído para susurrarle, no es algo que los
niños o mi madre deban saber— sabes que hay muchos hombres buscándonos.
Astrid: Estaré bien, lo prometo.

Ni una sola célula de mi cuerpo le cree, pero se que hará todo de sí para volver con los
pequeños si algo le pasa, nunca los dejaría.

Adler: Arma en mano y…

Astrid: Ojos en la espalda, lo sé.

Adler: Cuídate ¿si? No sé que hagas en la noche, tampoco me gusta, pero no voy a
cuestionarte, haces lo que crees necesario.

Astrid: Quiero juntar la plata de esa deuda rápido para poder vivir nuestras vidas en paz.

ra
El muy hijo de puta de nuestro donante de esperma le debe una cuantiosa cantidad de
dinero a la mafia francesa, el donante parece que se lo tragó la tierra y la deuda recayó en
nosotros.

er
Tenemos que pagar o nos matarán y a los pequeños.

Así que trabajamos día y noche en múltiples trabajos para pagar eso, la universidad de
Si
Astrid, el hospital de nuestra madre y para mantener a nuestros pequeños.

Pero aún así no nos alcanza, al paso que vamos terminaremos en tres años y para ese
tiempo la deuda habrá triplicado así que sumemosle otros seis años más.
ce

Nunca terminaremos de pagar, incluso he llegado a considerar que los pequeños seguirán
pagando la deuda cuando nosotros ya no estemos y eso me preocupa.

¿Quién en su sano juicio le da tanta droga a un imbécil que duerme en las calles?
ni

Adler: Nena, terminó la visita, vamos.

Audrey: Un rato más papi.


Ja

Axel: Sí, por favor.

Estos pequeños siempre quieren quedarse con nuestra madre, la adoran y como no si antes
de que quedará internada era quien constantemente los consentía.

Astrid: Cinco minutos y nos vamos, la abuela debe descansar.

Saludamos a mi madre, alzó a Audrey cuando me lo pidió y mi hermana alza a Axel


mientras salimos de la habitación.

Adler: Se veía muy bien.

Astrid: Sí y no me gusta eso.


Adler: ¿Por qué?

Astrid: Ayer parecía que iba a —se señala el cuello como si se lo cortara— y hoy
mágicamente renació, no es bueno, nunca es bueno.

Adler: Nena, lleva un año internada, algo pudo haber mejorado.

Astrid: Amo tu positivismo bombón, pero creeme que lo que vimos hoy no presenta buen
augurio.

Odio cuando dice eso, muchas por no decir todas las veces tiene razón y algo sucede.

ra
Esperemos que está vez se equivoqué.

Llegamos al pequeño apartamento que alquilamos, dos habitaciones, una cocina comedor y
un baño en la peor zona de Berlín es lo que pudimos costear.

er
Pero mis pequeños tienen un techo y comida en sus estómagos así que tampoco puedo
quejarme.
Si
Astrid: Comemos y me voy, bombón, o llegaré tarde.

Adler: ¿Es necesario que vayas de noche nena?

Astrid: Es necesario bombón o no lo estaría haciendo.


ce

Adler: Lo sé, lo sé, pero es que…

Astrid: No te gusta que ande sola en la noche, lo sé bombón, pero es la realidad que nos
tocó.
ni

Maldigo una y mil veces al donante de esperma por hacernos esto, por hacérselo a ella.
Ja

Hacemos juntos la cena como todas las noches, comemos y mientras yo junto la mesa ella
se va luego de darnos un beso a los tres.

Adler: Cuídate por favor.

Astrid: Siempre.

CAPITULO 3
<<{Baldric}>>

Isaak: ¿Para que nos traes a un club de strippers?

Baldric: Reserve un show privado con Destiny, dicen que es la mejor de la ciudad.
Edel: Ya tenemos a la mujer que queremos.

Baldric: Todavía no la tenemos y quería pasar un buen rato con mis hermanos.

¿Es tan complicado ver eso? Todavía no tenemos a la mujer que elegimos y no sé si la
tendremos, nuestro mundo no es fácil y la mujer que sea nuestra estará siempre en peligro.

Markus: ¿Y teníamos que venir todos?

Hans: Compartimos todo ¿Por qué esto sería diferente?

Entramos al club de stripper cuando nos reconocen, Roderick el dueño se nos acerca a

ra
darnos la bienvenida y a guiarnos hacia una sala privada donde Destiny nos bailará
exclusivamente a nosotros nueve.

Baldric: ¿Está todo como lo pedí?

er
Roderick: Sí señor, ella no podrá verlos.

Conrad: ¿Lo sabe?


Si
Hace una mueca, eso está mal, le dije que le avisará a la mujer, no me gustaría estar a
ciegas y no me gusta que la mujer lo esté, por lo menos sin avisó.

Johan: Avísale y si no quiere salir que no lo haga.


ce

Roderick se va apurado, seguramente asustado mientras nosotros nos sentamos en los


sofás que están a oscuras, sólo hay tres luces de colores y todas apuntan al escenario
donde el caño está.
ni

Momentos después de una puerta detrás del escenario sale una mujer que creo es
pelinegra, pero no puedo estar seguro por las luces de colores.
Ja

Su cuerpo es perfecto, nalgas redondas perfectas para azotar, piernas largas y firmes
espectaculares para tenerlas a cada lado de mi cabeza cuando le esté comiendo el coño,
pechos entre medianos y grandes justo a la medida de mi mano.

Lleva puesto un antifaz rojo que me molesta porque no puedo ver su rostro, pero entiendo
que es para preservar su identidad.

Su cuerpo está adornado por un minúsculo conjunto de ropa interior de encaje negro, sus
pies están descalzos y puedo notar lo pequeños que son.

Quisiera masturbarme con ellos.

Dominik: Es bellísima.
Susurra cuando la música comienza a sonar y Destiny comienza a danzar alrededor del
caño perdiéndose en la música como si nadie más que ella estuviera aquí.

Solo ella, la música y el caño que se desliza por entre medio de sus nalgas cuando baja,
sus caderas se mueven sensualmente mientras sus manos se pasean por su cuerpo.

Quisiera estar acompañando sus manos, quisiera que estuviera bailando sobre mí antes de
bajar por mi polla.

Estoy perdido, perdido en ella y sus sensuales movimientos que generan una dureza en mi
entrepierna que con solo una persona había experimentado.

Me siento perdido e hipnotizado por toda ella, me siento celoso del caño cuando envuelve

ra
sus manos en el, extremadamente celoso cuando apoya sus nalgas o sus pechos.

Sediento por querer tocar, lamer y chupar.

er
Quiero saltar sobre el escenario, estrellarla contra la pared y follarla.

Mi palma pica por azotarla cuando se acuesta en el suelo con solo el trasero levantado y mi
polla duele por la excitación que su baile me está generando.
Si
Cuando la música acaba mi polla está dura como piedra y ella se encuentra jadeando con la
espalda apoyada en el caño mirando hacia nosotros con las piernas abiertas mostrándonos
su coño.
ce

La veo ponerse de pie y retirarse por la misma puerta por la que entró tal cual como le he
pedido a Roderick.

A quien veo entrar momentos después por la misma puerta por la que Destiny se fue.
ni

Roderick: ¿Destiny fue de su agrado?

Baldric: Ella no puede bailarle a nadie más.


Ja

Roderick: Ella es la más solicitada.

Entiendo por qué, no se ganó todos elogios por nada.

Hans: Creo que no entendió a mi hermano, ella no le bailará a nadie más que a nosotros.

Roderick: Por un precio justo, podría ser posible.

Isaak: Di un numero.

Roderick: El doble de lo que cuesta el baile por cada uno que tenga que negar.

Markus: Qué sea el triple y mantén la discreción.


Con todo acordado nos vamos del club en nuestra camioneta, la noche es silenciosa y
oscura a falta de las luces de la calle.

Edel: ¡Es Astrid!

Señala a una mujer que va caminando muy tranquila en la oscuridad, no parece tener miedo
de que alguien vaya a hacerle algo.

Conrad: ¿Qué hace sola de madrugada y por esta zona?

Estamos a diez cuadras del club y no es la zona más segura de Berlín.

ra
Edel: Hay que llevarla.

Le indica al chófer que frene a su lado, lo cual hace y rápidamente mi hermano Edel abre la
puerta, pero lo que lo recibe a cambio es el cañón de un arma.

er
Astrid: ¿¡Qué carajo!? ¡estúpido como se te ocurre frenar así al lado de una persona!

Edel: ¿Sacarás el arma o tengo que hablarte con el cañón en mi frente?


Si
Astrid: No hasta que me digas para que frenaste.

Su mano sostiene el arma como toda una profesional, en sus ojos no hay dudas, un paso
en falso y lo mata, no cabe duda.
ce

Frederick: Quiso frenar para llevarte a tu casa, no es seguro que camines sola en la noche.

Asoma su rostro y nos ve a todos con detalle y ojos críticos.


ni

No le gusta lo que ve.

Astrid: ¿Y se te ocurrió frenar al lado de una persona con una camioneta con vidrios
Ja

polarizados y nueve hombres musculosos dentro? Gran idea.

Golpea la frente de mi hermano con el arma antes de bajarla.

Astrid: Nadie podría pensar que ibas a secuestrar gente.

Edel: Sube, te llevaremos a casa.

Le hace un escaneo completo a su cuerpo, asoma su cabeza y hace lo mismo con nosotros
antes de entrar y sentarse a un lado de Hans que la ve como si fuera su peor enemigo.

Estúpido como si no supieramos que babea por ella cada que la ve.

Astrid: ¿Qué me ves?


Hans: Lo fea que eres.

Ella sonríe en grande.

Astrid: No me digas —pasa el pulgar por la comisura de mi hermano— se te caía la baba,


por lo fea que soy seguro.

Me tapo la boca intentando no reírme.

Nos pasó la dirección de su casa aunque ya la sabíamos, pero ella no lo sabe.

Dominik: ¿Qué hace una niña como tú con un arma en medio de la noche?

ra
Astrid: Matar gente, ¿No es obvio?

Edel: Secuestras niños, vendes sus órganos y también matas gente, me asombras.

er
Ella rueda los ojos.

Astrid: Para vender los órganos hay que matarlos imbécil, ya mataba gente.
Si
Frederick: No le hagas caso es medio idiota.

Astrid: ¿Si lo miras con un ojo?


ce

Edel: Pendeja.

Conrad: Ya en serio ¿Qué haces con un arma? Es peligroso.

Astrid: Tengo permiso para portar una por mi seguridad.


ni

Saca el papel y nos lo muestra.


Ja

Isaak: Haces bien.

Edel: ¿Cómo se llaman tus hijos?

¿¡Tiene hijos!?

Miró a Hans parece tan sorprendido como yo.

Astrid: No te importa, bájame aquí.

Edel: Solo quería hablar contigo.

Astrid: No preguntes cosas que no debes y mantente alejado de mí.


Cómo si fuera tan fácil.

Se baja de la camioneta, se coloca la capucha de su sudadera y se mete al barrio en donde


vive.

Hay que sacarla de aquí.

CAPITULO 4
😈<<{Astrid}>>😈
Llegó al departamento luego de trabajar, abro la puerta en total silencio sin querer despertar
a los niños porque ya es de madrugada.

ra
Entró, voy hacia la habitación de los niños, ya están dormidos y como de costumbre, Audrey
se pasó a dormir con Axel, me acerco a ellos y les doy un beso en la cabeza antes de ir a
mi habitación.

er
Adler: Nena, llegaste, te estaba esperando.

Astrid: Bombón, no es necesario que me esperes.


Si
Adler: No importa lo que digas, sabes que lo haré igual.

Lo beso antes de sacarme la ropa y darme una rápida ducha en la cual me doy cuenta que
tengo un intruso cuando siento a alguien pegarse a mi espalda.
ce

Astrid: Estoy cansada, bombón, hoy no.

Adler: Lo entiendo nena, déjame aliviarte a tí, no a mí.


ni

Me da vuelta y se arrodilla frente a mí antes de enterrar su rostro en mi coño.

Astrid: Ah…
Ja

Me tapo la boca para no gemir cuando la lengua de mi hermano hace maravillas con mi
clítoris.

Dos dedos se adentran en mi interior mientras los labios de Adler envuelven mi clítoris.

Ah…Sí…

¡Joder sí!

Apoyó la espalda en la pared y mis manos van a sus cabellos mientras mi pelvis se mueve
contra su lengua intentando conseguir el alivio que busco.
Intentó que mis piernas no se venzan cuando mi coño se contrae alrededor de los dedos de
mi hermano que entran y salen frenéticamente sin parar al mismo tiempo que su lengua me
roba el raciocinio.

Vuelvo a tapar mi boca cuando sé que gritaré.

¡Ah! ¡Joder sí!

Acabó con fuerza en la boca de mi hermano, mi cuerpo se estremece cada vez que su
lengua me limpia.

Adler: ¿Más tranquila?

ra
Astrid: Definitivamente.

Adler: Ven, te llevó.

er
Me alza, enredo mis piernas en sus caderas y mis brazos en su cuello, siento su polla
apretando mis nalgas, pero no dice nada.

Me pone de pie cuando llegamos a la habitación, me seca y me pone unas bragas y una
Si
remera larga, me trata cómo si fuera una niña.

Luego el se seca y se cambia bajo mi atenta mirada.

Astrid: Estás duro bombón.


ce

Adler: Pierde cuidado ya se bajara, vamos a dormir.

Se acuesta detrás de mí y me abraza pegándose completamente a mi cuerpo, siento su


polla entre mis nalgas, pero debo estar muy cansada porque rápidamente me duermo.
ni

[•••]
Ja

Puta madre llegó tarde.

Astrid: Niños, corran por favor.

Audrey: Eso hacemos mami.

Claro, siempre olvide que sus piernas son chiquitas.

Alzó a cada uno en un brazo, pesan bastante, pero no es la gran cosa, necesito llegar
porque este profesor es tremendo sorete y no me dejará entrar una vez que el timbre suene.

Cuando estoy corriendo a mitad del pasillo el timbre suena y la puerta del salón al que debo
entrar se cierra a pocos pasos de mí.
Mierda.

Golpeó, porque si entro este profesor hará un espectáculo frente a todos en el salón.

Profesor: Tarde.

Intenta volver a cerrar, pero pongo mi pie.

Astrid: Ya, déjelo pasar es la última clase antes del examen.

Profesor: Conoce mis reglas, ya suficiente con que acepte a dos niños.

…: Las reglas de la institución dicen que las madres o padres tienen una prórroga de diez

ra
minutos luego de que el timbre suene para ingresar en una clase.

Me giro con los niños aún en brazos para ver a un peli castaño ruliento como Joss, tiene
unos preciosos ojos mieles y tatuajes en lo que puedo ver por fuera del traje que lleva

er
puesto.

Estaba anoche en la camioneta, pero no tengo idea de quién es así que me giré de nuevo
hacia el profesor.
Si
Astrid: ¿Escucho?

Profesor: Ya pasaron diez minutos.


ce

Astrid: Si, mientras discutimos en la puerta, así que muévase y déjeme pasar, por favor.

Me obligó a decir eso último para que no tenga nada más que decir el profesor porque en
serio no estoy de humor para que me joda.
ni

El profesor se mueve a un lado de muy mal humor y yo giré mi cabeza.

Astrid: Gracias señor.


Ja

…: Es un placer Astrid y por favor dime Johan.

¿Edel me llamo Astrid anoche? ¿Cómo lo saben?

A qué estúpida, los hermanos de ellos son los directores o el espécimen frente a mi lo es,
no lo tengo muy en claro.

No desayunar me dejó pendeja hoy.

Asiento con la cabeza mientras entro al salón y me siento al lado de Joss quien miraba
atento toda la escena.

Joss: Es uno de los directores de la universidad.


Astrid: ¿Sí? Bien por él.

Joss: ¡Y te estaba comiendo con los ojos!

Grita emocionado haciendo que todos se giren hacia nosotros incluyendo al odioso profesor.

Astrid: Joder, haz silencio ya me costó entrar aquí.

Hace una mueca y vuelve a hacer silencio, pero la emoción se desprende de su cuerpo por
alguna estúpida y extraña razón.

La clase acaba y con ella mi día en la universidad así que guardé todo para ir al hospital a

ra
visitar a mi madre.

Axel: Quiero ir al baño.

er
Miro las cosas en la mesa y a Audrey.

Astrid: ¿Puedes esperar?


Si
Niega con su cabeza y empiezo a guardar las cosas desesperada, pero se me caen
muchas.

Joss: Yo lo llevo fiera, si quieres.


ce

¿Confío en él lo suficiente para darle a mi niño? Sí.

Asiento con mi cabeza y los veo irse de la mano fuera del salón mientras junto y sigo
guardando las cosas.
ni

CAPITULO 5
😈<<{Astrid}>>😈
Ja

Salgo del salón y frenamos en el pasillo con mi niña, esperamos a Joss y Axel mientras
vemos pasar a la gente.

Audrey corre de un lado a otro y a lo lejos veo venir a Joss sosteniendo a Axel de la mano
mientras salta hacia aquí.

Axel: ¿Y mi hermana?

¿¡Qué!?

Di vueltas en mi lugar y no la encontré por ningún lado.

Astrid: Estaba aquí hace dos segundos.


Me empiezo a desesperar, nunca antes me había pasado esto.

Joss: Cálmate, tomaré en brazos a Axel y buscaremos a la niña, haz lo mismo.

Asiento con mi cabeza mientras empiezo a correr de salón en salón buscando a mi niña.

Carajo como puede pasarme esto.

Me meto al cuarto de limpieza dónde tampoco la encuentro y sigo pasando de salón en


salón, pero nada.

Ella no está, no aparece.

ra
Audrey: ¡Mami!

Me giré hacia la voz de mi niña y la vi en brazos de un rubio, corrí hacia ellos y se la

er
arrebaté de las manos para abrazarla a mi cuerpo.

Astrid: ¿Te escapaste tu?


Si
Audrey: Quería recorrer nunca nos dejas.

Astrid: ¿¡Y se te ocurrió irte sola!? ¡Pudo pasarte algo!

Audrey: Él me encontró y me ayudó a volver contigo.


ce

Mire al rubio, notando ahora que sus ojos son de un hermoso verde agua y que es uno de
los que estaba en la camioneta también.

Astrid: Gracias.
ni

…: No es nada, no me parece bien que un niño esté solo en un lugar donde tanta gente
transita.
Ja

Si ni a mí.

Joss: Joder, la encontraste.

Llega con mi niño en brazos, tiene sudor en la frente y parece agitado por correr.

Joss: ¿Cómo puedes alzar a estás minis fieras? Pesan una tonelada.

Axel: Mentira, bájame.

Lo baja y mi hija me obliga a hacer lo mismo, ambos niños se juntan y empiezan a correr
alrededor nuestro.
…: Parecen tranquilos.

Joss: Sí igual que su madre.

Rueda los ojos antes de mirar al adonis frente a mí y abrir muy grandes sus ojos.

Joss: Director Isaak.

¿Otro director? ¿Cuántos hay?

Astrid: Gracias por encontrar a mi hija, niños vamos tenemos que ir al hospital.

Mis niños toman una de mis manos cada uno.

ra
Isaak: ¿Está enfermo alguno de ustedes?

Axel: Mi abuela.

er
Audrey: Se está muriendo, pero mamá y papá no nos quieren decir.

Mi mejor amigo se tapa la boca riéndose por lo que los niños dicen.
Si
Astrid: No sé está muriendo.

Axel: Tiene cables por todos lados mami.


ce

Joss: Qué la ayudan a vivir mini fieras.

Astrid: Disculpe eso, nos vamos y gracias otra vez.

Me doy la vuelta con mis niños y salgo de la universidad seguida de Joss.


ni

Joss: Nos vemos fiera, nos vemos mini fieras, disfruten de la visita.
Ja

Audrey: No hablo mucho hoy.

Astrid: Tenía una cita.

Axel: ¿Con su novia?

Astrid: Todavía no lo es, ya nos enteraremos chismosillos.

Seguimos caminando hasta que llegamos al hospital, subo las escaleras con los niños en
brazos hasta el piso seis y llegué a la habitación de mi mamá encontrando a un hombre
sentado en la silla al lado de ella tomando su mano.

Frunzo el ceño.
Astrid: ¿Quién es él?

Dejo a mis niños en la esquina de la habitación alejados del hombre, mi hermano entra
también y ve exactamente lo mismo que yo.

Aide: Quiero que conozcan a alguien.

Adler: No.

Astrid: Imposible.

Aide: Por favor, intenten por lo menos —dudamos, pero asentimos con la cabeza— él es mi
novio, Manfrid.

ra
Manfrid: Es un placer por fin conocerlos.

Asiento con mi cabeza.

er
Aide: Nos vamos a casar y enserio me gustaría que me apoyen.

Adler: ¿Casarte?
Si
Aide: Quiero estar casada con el amor de mi vida antes de morirme.

El corazón se me cae a los pies, ella se siente morir, todos lo sentimos igual, pero ella
quiere amar antes de hacerlo y que la apoyemos en eso.
ce

Lo haré.

Astrid: Te apoyamos, pero no lo quiero cerca de mis hijos o mío.


ni

Manfrid: Entiendo.

No parece enojado o triste por lo que dije, parece comprender la situación y me molesta un
Ja

poco la verdad, porque eso significa que mi madre le contó.

Lo que me hace entender que lo ama lo suficiente para hacerlo.

Manfrid: Estoy organizando una cena con mis hijos y mi familia para que los conozcan,
¿Pueden?

Astrid: Ella no puede salir de aquí.

Aide: Él arregló con el doctor y el hospital, me llevaré la máquina por lo que dure la cena.

Adler: Eso no es seguro.

Manfred: También tendrá enfermeras por cualquier emergencia.


La está cuidando, lo sé, también sé que mi mamá no quiere estar aquí, pero me cuesta
mucho aceptar esta situación.

Astrid: ¿Cuándo?

Manfrid: En dos días.

Adler: Tiene que ser un lugar público.

Ni de chiste me iría a la casa de un desconocido con mis hijos.

Manfrid: Será en un restaurante en el centro de la ciudad.

ra
Me sirve así que asiento con mi cabeza.

Audrey: ¿Ya podemos ir con la abuela?

er
Quiero decir que no porque el hombre está aquí, pero no puedo alejarlos del mundo.

Aunque quisiera ponerlos en una cajita donde nadie pueda lastimarlos.


Si
Ellos van con mi madre, ella se los presenta al hombre, se que no les está haciendo nada,
pero no puedo evitar estar impaciente y alerta.

Mi mano no se mueve de la espalda de mi hermano dónde está el arma y la de él hace lo


ce

mismo con la mía en mi espalda.

Adler: Hay que investigarlo.

Astrid: Tú ocúpate, es lo tuyo.


ni

De reojo lo veo asentir con su cabeza mientras ambos seguimos mirando la interacción de
ese señor con mis niños y mi madre.
Ja

Sonríen, todos lo hacen, pero eso aún no me alivia.

Yo también lo hacía.

CAPITULO 6
Dos días después…

😈<<{Astrid}>>😈
Manfrid nos está llevando a mi madre y a nosotros al restaurante en su lujosa camioneta.
¿Quién diría que el hombre es rico?

Eso no lo hace más merecedor de mi confianza la verdad, por eso mismo mis manos están
dentro de los bolsillos de la chaqueta que llevo puesta en dónde tengo mis armas
preparadas como de costumbre.

Al llegar al restaurante y bajarnos le entrega las llaves al valet de la puerta, no estamos ni


de cerca vertidos para un lugar tan lujoso como este, pero me vale verga esto es por mi
mamá no por él o alguien más.

Me quieren quitar la chaqueta como sacan los abrigos de todos y niego con mi cabeza para
que entiendan, no me voy a separar de mis armas.

ra
Entramos hay algunas mesas juntas con varios hombres a los que no les presto más que
una mirada rápida a sus manos y bolsillos.

Nada raro.

er
Audrey: Mami ese es el hombre que me encontró.

Frunzo el ceño y levantó la mirada a dónde mi niña señala, efectivamente es el director


Si
Isaak.

Y los demás de la camioneta aparte de dos hombres más un peli castaño muy bonito y un
viejo que mira mal a mi madre.
ce

¿Qué verga hacen todos aquí?

Manfrid: Hijos, familia, ella es Aide mi prometida y ellos son…

Edel: ¿Astrid?
ni

Astrid: Y Adler.
Ja

Llámalo casualidad divina, pero me toca el lugar al lado del viejo que mira mal a mi madre.

Que siga así y le meteré el arma por el trasero.

La cena comienza con un silencio tenso, la mirada de los nueve hijos de Manfrid no me
abandonan y tampoco me molestó en devolverles una.

…: ¿Nos presentarás a nosotros o lo tenemos que hacer?

Manfrid: Disculpen mis modales —nos dice a mi hermano, a mi madre y a mi— hermano,
estaba concentrado en otra cosa.

…: Ya veo… no entiendo qué le ves de interesante a esa mujer está más cerca de la muerte
que de casarse contigo.
Me vale verga que todos vean lo que haré, así que sacó mi arma del bolsillo y la apoyo a la
sien del viejo.

Astrid: Respetaras a mi madre pedaso de mierda ¿comprendes?, porque ella es muy buena
—saque el seguro del arma ante la mirada sorprendida de todos los presentes— pero yo
no.

Todos se ponen de pie, menos mi hermano, los niños y mi madre, la tensión en el ambiente
se vuelve pesada y el único sonido que se escucha es el de nuestras respiraciones y al de
los seguros de las armas.

Axel: Mami te apuntan.

ra
Saco la otra arma y le apuntó al peli castaño bonito que está detrás del viejo apuntandome.

Su arma se apoya en mi frente y quita el seguro, así que yo quitó el seguro del arma que le

er
apunta.

…: No me da miedo morir.
Si
Astrid: A mi menos.

Sonrió de forma macabra, la muerte no da miedo, vivir sí.

Adler: Yo que tu bajaría el arma.


ce

Manfrid: Cálmense por favor.

Astrid: Si tu madre no le enseño a este pedazo de mierda a respetar a los demás se lo


enseñaré yo, con una bala en el trasero.
ni

Pongo de nuevo el seguro del arma que apuntaba al bonito y le sonrió antes de tirar el arma
hacia atrás para que mi hermano la atrape en el aire.
Ja

Estiré rápidamente mi brazo para envolver el cañón de su arma y apretar la palanca del
desarmador quedándome con el cañón de su arma en mi mano.

Lo pateé para que se cayera al suelo, levanté al viejo de la silla inclinándolo para que su
pecho quede apoyado sobre la mesa y puse mi arma en su trasero mientras le hacía una
llave en su mano para que no pueda levantarse.

Astrid: Pide disculpas.

…: No.

Aprieto el gatillo y se asusta, claramente no va a salir una bala, tire el cargador antes de
ponérselo en el trasero, pero él no lo sabía hasta ahora.
Aide: Hija, basta…

Astrid: Cuando pida disculpas, Adler el cargador.

Me lo da y lo vuelvo a poner en el arma mostrándoselo antes de volver a apoyarla en su


trasero.

Hans: A qué no disparas.

Apuntó a la lámpara sobre su cabeza y disparo haciendo que los vidrios le caigan a él.

Dominik: Espectacular.

ra
Bonito: Ya déjalo, no lo hará, es cagón, pero orgulloso, quizás se mee antes de pedir
disculpas.

er
Astrid: Que se mee, pero lo hará con la bala en su trasero.

Audrey: Ya hazlo y vamos a comer tengo hambre.


Si
Todos miran asombrados a mi hija por lo que dijo, ellos saben lo que su padre y yo somos,
no nos temen.

No ocultaría mi verdadero yo de mis bebés.


ce

Astrid: ¿Quieren que lo haga mis niños?

Axel: Sí mami, tenemos hambre.

Astrid: Bien.
ni

Aprieto más el arma en su trasero y antes de apretar el gatillo…


Ja

…: ¡Bien, bien! ¡Discúlpame no debí decir esas cosas, perdón!

Suelto su mano, le pongo seguro al arma y la apoyó en la mesa en dirección a Manfrid


antes de golpear con fuerza su espalda e inclinarme mirándolo también.

Astrid: Métete con mi madre y te meteré una bala por la uretra.

Se lo digo al viejo, pero él hombre a un lado de mi madre sabe que va para él también.

Guardo mis armas y me vuelvo a sentar como si nada hubiera pasado.

Manfrid: Niña, ya conoces a mi hermano Walter, su hijo Blaz es el que te apunto.

Astrid: ¿Edades?
Blaz: El 45 y yo 25.

Asiento con mi cabeza mientras vuelvo a mirar a Manfrid.

Manfrid: Mi hijo mayor, Baldric, 28 años —pelinegro, ojos igual, musculoso y tatuado, rico—
Isaak, 27 años —El adonis rubio de ojos verde agua— Johan, 25 años—el espécimen peli
castaño ruliento de ojos mieles.

Astrid: ¿Esos son mellizos verdad?

Hans: Qué observadora.

ra
Rueda los ojos.

Astrid: La baba, limpiate.

er
Señaló la comisura de mis labios con una sonrisa y sus hermanos se ríen, no me olvide de ti
corazón.

Manfrid: Hans y Frederick, 25 años —ambos pelicastaños de ojos café, musculosos y con
Si
muchos tatuajes, pero el primero parece más enojado por alguna razón— Edel tiene 24
años —es el pelinegro que me choque en la universidad— Dominik y Markus de 23 años
—ambos pelicastaños, pero el segundo tiene ojos negros y el primero mas tatuajes— y
finalmente Conrad es el menor con 22 años —es un pelinegro de ojos grises muy
atrapantes.
ce

Todos tienen tatuajes, algunos más que otros, todos son musculosos y extremadamente
ricos.

Muy buena genética he de admitir.


ni

Astrid: No perdió el tiempo, lo felicito, tiene unos hijos… muy…


Ja

Hans: Sexys.

Edel: Hermosos.

Astrid: Egocéntricos.

Manfrid: Intenté bajarles el ego mientras crecían, pero cada vez se hacía más grande.

Astrid: Me imagino, él es Adler y ellos son nuestros hijos, los cuales no les importan sus
nombres.

Isaak: ¿El padre no es el hombre de la universidad?

Adler: Nuestros hijos.


CAPITULO 7
💥<<{Johan}>>💥
La mujer a la que llevamos persiguiendo durante un tiempo, la mujer a la que queremos
hacer nuestra es ahora nuestra hermanastra.

¿Qué hacemos con esto ahora? ¿Se sigue como vamos o se frena?

Adler: Nuestros hijos.

Axel: No es tan complicado.

ra
Audrey: Ella es mami —señala a la hermosa castaña que roba mi atención en cualquier
lugar que la vea— él es papi —señala al hermano de la castaña.

Walter: ¿¡No es tu hermano!?

er
No nos digas Sherlock, que si no nos cuentas no nos enteramos.

Astrid: Lo es, ¿Tienes una opinión al respecto que te guste comentar?


Si
Apoya su arma otra vez en la mesa.

Creo que no puedo cansarme de verla con ella, se ve excitante y mala.


ce

Aunque no creo que mate ni una mosca, pero su aura es oscura y silenciosa.

Manfrid: Es la presentación más acalorada que he tenido.

Astrid: No creo eso.


ni

Señala a mi hermano Isaak.


Ja

Aide: ¡Astrid!

Astrid: ¿Qué? —pregunta inocente— no dije nada, nada que no sea verdad, ¿Te ofendes?

Isaak: No, la verdad no, se que soy fruto de una infidelidad y no me afecta mucho que
digamos.

Astrid: ¿Vez? Yo no hice nada, yo pensé que era adoptado, ese ya es otro tema, fíjate ya
cago a una dos no hace la diferencia.

Aide: ¡Basta ya!

Adler: Astrid déjala ser.


Ella rueda los ojos, claramente hay algo que no le gusta de mi papá, pero a él no parece
afectarle, eso es raro.

Tiene un problema cuando la gente trae algo en contra de él y siempre quiere saber qué es.

A menos que ya sepa que es…

Blaz: Oye loca.

Astrid: Dime cuerdo.

No sé me hace más gracia lo que le dice o que ella se haya hecho cargo de loca cuando
claramente no sabe que le habla a ella porque no lo está mirando.

ra
Frunzo el ceño cuando ella aleja su mano cuando mi tío va a agarrar la sal, pero no lo
estaba viendo, fue como un reflejo.

er
Blaz: ¿Que es mejor meter la bala por el trasero o por la boca?

La mejor charla para cuando estás comiendo.


Si
Astrid: Por el trasero obviamente, le dolerá más, en cambio en la boca depende en qué
dirección apuntes muere rápido.

Blaz: Si le cortas la garganta muere rápido también.


ce

Astrid: Si cortas las arterias principales lo hacen más rápido.

Blaz: Tienes razón.

La apunta con el cuchillo mientras se mete un bocado de la comida en la boca.


ni

Blaz: ¿Se mudaran con mi tío cuando su madre lo haga?


Ja

Adler: No.

Manfrid: ¿Por qué?

Astrid: Ya le dije, no lo quiero cerca de mis hijos o de mí.

Me parece fascinante la forma tan directa con la que dice las cosas.

Walter: ¿Vas a dejar que está chiquilla insolente te hablé de esa manera?

Intenta agarrar el hombro de la castaña, pero ella se hace hacia atrás para que no la llegué
ni a rozar.

Astrid: No me toqué.
Aide: No lo haga, no le gusta.

Walter: A mi ninguna chiquilla me va a decir que hacer.

Vuelve a intentar agarrarla, pero el hermano de la castaña se levanta con rapidez y le clava
en la mano el tenedor con el que estaba comiendo.

Adler: No la toqué, ¿No escucho?

Mi tío agarra su mano con fuerza mientras aprieta la mandíbula intentando no gritar, aunque
se nota que quiere hacerlo.

ra
Blaz: No jodas, paso hasta el otro lado.

Toca los dientes del tenedor que quedaron del otro lado de la mano de su padre.

er
Axel: Deberías curarte tocó el nervio.

¿Cómo mierda saben eso esos niños? Tienen como tres años.
Si
Johan: ¿Cuántos años tienen?

Audrey: Se paga por información.

Extiende la mano en mi dirección y Adler sonríe orgulloso cuando dejo un billete de 100
ce

euros en su mano.

Me estafo, pero no importa.

Audrey: Cinco.
ni

Conrad: No jodas, esas cositas tienen cinco y saben dónde está el nervio de la mano.
Ja

Axel: Sé dónde están los nervios de todo el cuerpo.

Audrey: Son peores que el tío Joss.

Le susurra a su hermano quien asiente.

¿Quién es Joss y porque somos peores?

Aide: Mis nietos son niños superdotados, tienen una beca completa en el mejor instituto de
Berlín y se adelantaron dos años.

Axel: Exageras abuela.

Blaz: Y no tienen el ego tan alto como estos brutos.


Astrid: Me robaste la palabra de la boca.

Ambos se ríen y me molesta, ¿porque se llevan bien?

Quiero que me miré a mí, me hable a mí y se ría conmigo, no con él.

Baldric: ¿Qué hay de su padre?

Le pregunta a la prometida de nuestro padre señalando a la castaña y a su hermano.

Aide: Los tuve por vientre de alquiler.

ra
Es una mujer bonita a pesar de todo lo que tiene conectado y el peso que debe haber
perdido, no creo que haya alquilado un vientre.

Markus: ¿No tienen padre?

er
Adler: Ya dijo que no.

La castaña ni siquiera nos prestó atención siguió hablando con mi primo como si nadie más
Si
existiera en esta habitación, cuando la conversación del padre termina Adler se suma a
ellos hablando animadamente de algo que no tengo idea que es.

Frederick: ¿Por qué solo habla con él?


ce

Conrad: Quizá por que no le hablamos idiota.

Isaak: ¿Cuándo se casarán?

Manfrid: Sobre eso queríamos hablar, pero esperábamos que pasará el mal momento.
ni

¿Cuál? Ah, el de mi tío, ya se fue a curarse la mano, no se si le podrán arreglar el nervio,


ojalá no así deja de andar con sus manos curiosas.
Ja

Aide: Ya nos casamos.

La castaña se pone de pie.

Astrid: ¿Qué dices?

Aide: Ya nos casamos hija.

Astrid: Eso no es justo.

Edel: No lo es.

Astrid: No me dejaste estar para decir que me opongo, sabes que siempre fue mi sueño.
Su hermano se ríe mientras se tapa la boca.

Manfrid: También el de mi sobrino.

Carajo.

Otra razón para que ella lo mire con una sonrisa.

Gracias papá.

Astrid: ¿No sería lo más divertido del mundo?

ra
Blaz: Tal cual, tendríamos que entrar en la boda de algún desconocido y hacerlo.

Adler: Yo seré el chófer, alguien tiene que sacarlos de ahí cuando los novios los corran.

er
Astrid: Uy, será divertidísimo, incluso gritaré que estoy esperando un hijo del novio.

Blaz: Deberías comprar uno de esos vientres falsos de embarazadas.


Si
Ambos se ríen y yo aprieto los cubiertos con fuerza en mi mano.

Estoy jodidamente celoso, más que del hermano.

¿Por qué el hermano la tiene y yo no? ¿Por qué a mi primo le sonríe y a mi no?
ce

Hoy me sonrió en la universidad y fue como si el mundo se frenará a mi alrededor, quiero


volver a sentir eso.

Johan: ¿Se mudará con nosotros a la casa?


ni

Astrid: No.
Ja

Baldric: Eso no lo decides tú.

Astrid: Oh, de hecho si lo hago, yo decido cuando sale del hospital y mientras tenga eso
conectado a su cuerpo no lo hará.

Con justa razón, aunque podríamos ponerle médicos y enfermeras no es la gran cosa, pero
se entiende que quiere cuidarla.

Manfrid: Los médicos y enfermeros que contraté estarán preparados en tres días.

Aide: Sí, me mudaré con mi esposo.

Astrid: No, no lo harás, no te dejaré con él.


Sus manos aprietan el borde de la mesa con tanta fuerza que creo que se romperá la mano,
mi primo se pone de pie al ver eso e intenta acercarse a ella.

Lo mataré.

Blaz: Cálmate loca.

Astrid: No me toques.

Él saca sus manos rápidamente.

Sobrevivió un día más.

ra
Manfrid: La trataré bien.

Adler: Nena, bájale.

er
Aprieta la mandíbula y se vuelve a sentar mirando a mi padre.

Su mirada es una que nunca antes le había visto, es una mirada fría e intimidante, una
mirada aterradora que dejaría tieso hasta al más sádico.
Si
Astrid: Hazle algo y me conocerás.

Aide: Vengan conmigo.


ce

Astrid: Sabes que eso no pasará.

Johan: Háganlo, hay espacio para todos.

¿Si la tengo bajo mi techo puedo desaparecer al hermano y tenerla cautiva hasta que le
ni

agarre estocolmo?

Sí podría, pero no lo haré por qué con lo que ví está noche es probable que me mate antes
Ja

de llegar a ese punto o de que siquiera roce al hermano.

Conrad: Dale, somos divertidos.

Edel: Y tenemos muchas golosinas.

Axel: No nos compran con eso.

Audrey: No somos estúpidos.

No, ya lo sabemos, son niños genios que disfrutan de estafar por información.

Frederick: Tenemos las mejores computadoras para que jueguen.


Hans: O estafen a la gente.

Audrey: Aprenden rápido.

Axel: Pero igual manda mi mamá.

Claro que sí serán genios, pero todavía tienen cinco años.

Manfrid: ¿Cómo sabrás si la trato bien si no te mudas con nosotros?

Adler: Golpe bajo.

Axel: Papi, ¿Se les puede decir que igual se entera?

ra
Adler: No pequeño, pero ya se los dijiste de todas formas.

Axel: Son tontos quizás no se acuerden después.

er
Astrid: Bien, pero quiero a todos ellos lejos de mis hijos o se mueren.

CAPITULO 8
Si
Al otro día…

💋<<{Edel}>>💋
ce

Isaak: No, no es bueno.

Yo veo buenísima la idea de que Astrid viva con nosotros, puedo hacer que se quede
conmigo sin tener que matar a su hermano.
ni

Johan: Yo digo que sí, así la podemos hacer nuestra más rápido.

Baldric: Eso no sucederá.


Ja

Frunzo el ceño mirando a mi hermano mayor al igual que algunos de mis otros hermanos.

Markus: ¿Qué es lo que no sucederá?

Isaak: Ella no será nuestra, ahora es nuestra hermanastra.

Hans: No me vengas con esa mierda, se folla al hermano no le generará problema estar con
nosotros que no compartimos sangre.

Aunque me moleste la mención de follarse a su hermano, es verdad, ella está con él aún
compartiendo sangre, ¿Porque no estaría con nosotros?
Yo no la voy a dejar por lo que ellos me digan, la seguiré persiguiendo hasta que sea mía y
cuando la tenga, me reiré en sus rostros.

Baldric: Busquemos a la stripper, ella puede ser nuestra.

Admito que es hermosa, sensual y me paro la polla, pero quiero a Astrid.

Edel: No, yo quiero a Astrid.

Dominik: Y yo.

Hans: Yo igual.

ra
Frederick: A mi ni me miren, opinó como ellos.

Baldric: ¡Carajo todos la queremos a ella, pero papá se nos adelantó y ahora no podemos
tenerla!

er
Isaak: Dirían muchas cosas de ella por salir con sus hermanastros.

Johan: ¿Escuchan las pelotudeces que dicen? ¡Sale con su mellizo maldita sea! ¡Abran sus
Si
putos ojos!

Conrad: No dirán algo muy diferente a lo que dicen si la ven con Adler, que sale con sus
hermanos.
ce

Markus: ¡Oh no!, me gusta mi hermana que problema —se tapa el rostro como si tuviera
vergüenza antes de reírse como un loco— no sean estúpidos, matamos gente y se asustan
por salir con su hermanastra.

Isaak: Papá no querrá eso.


ni

Edel: Me vale verga lo que él quiera, a mi no me preguntó si se podía casar, yo no le


preguntaré si puedo estar con la mujer que llevó soñando meses.
Ja

Baldric: La mujer parece hacerlo feliz.

Markus: Y nos alegramos por él, pero ellos no evitarán que estemos con Astrid.

Isaak: ¿No vieron la forma en que trata a papá? No lo quiere y se lo dice abiertamente,
¿Cuánto crees que tarde él en querer matarla como al resto?

Johan: Pues tendrá que pasar sobre mi primero.

Dominik: Y nosotros.

Asentimos con la cabeza.


Baldric: Bien —se pasa las manos por el rostro frustrado— pero tenemos que decirle a
Roderick que saque el acuerdo que hicimos.

Isaak: Podemos verla una última vez.

Entrecierra los ojos mirándolo.

Edel: ¿Esperas que viéndola abandonemos la idea de Astrid?

Isaak: Sí, ella es nuestra hermanastra, nuestra relación con ella puede afectar la de papá
con Aide.

No me creo lo que dice, ¿Qué me importa a mí la relación de mi papá? Me importa la mía o

ra
la falta de ella.

Baldric: Hagamos un trato, si se les para viendo a Destiny dejamos en paz a Astrid, sino la
hacemos nuestra.

er
No le tengo miedo a esa apuesta, la razón por la que se me paró la polla viendo el baile es
por la emoción del momento, ¿Verdad? Por ser la primera vez que la veía, ¿No?
Si
Edel: Trato.

Hans: Aceptamos.

Mi hermano mayor hace la llamada mientras salimos de la oficina y vemos gente correr de
ce

un lado a otro.

Conrad: ¿Por qué papá se esmera tanto en ella cuando lo trata mal?

Frederick: Sabe algo, lo sé o ella ya estaría muerta.


ni

Dominik: ¿Ella sabe algo de él o él de ella?


Ja

Frederick: Eso es lo que todavía no sé.

Johan: ¿Y por qué no le estamos preguntando?

Edel: Está arreglando los médicos y todo para su esposa.

Markus: Si, pero eso no quita la curiosidad de mi futura esposa.

Hans: No la tienen como novia y ya es tu futura esposa.

Markus: Claro, estoy seguro de que será mía.

Edel: Papá.
Entramos a su oficina sin permiso claramente, estamos bastante ansiosos como para
golpear la puerta y no me importa mucho tampoco la verdad.

No sé ni para que tiene una oficina todavía debería estar disfrutando de su vida ahora que
puede.

Manfrid: Hablen rápido tengo cosas que hacer.

Conrad: ¿Conseguiste todos los médicos y enfermeros?

Manfrid: Por supuesto, que ya no sea el boss no quiere decir que no siga teniendo
contactos.

ra
Mi padre nos dió la mafia alemana hace algunos años, pero sigue metiéndose en todos los
asuntos igual.

Frederick: ¿Qué tiene Astrid en tu contra?

er
Manfrid: Eso no les importa —levanta su vista del teléfono para mirarnos— manténganse
alejados de ella y de los niños.
Si
Hans: ¿O qué?

Manfrid: Los mataré.

Conrad: ¿Le harías eso a tus hijos por alguien que no conoces?
ce

Manfrid: La conozco más que ustedes y sí, lo haría porque ella ahora es mi hija, así que se
acercan y se mueren.

Markus: Pues ve eligiendo el arma con el que me vas a matar porque no arruinaras mis
ni

planes.

Dominik: Mínimo búscanos un buen cajón, ¿No?


Ja

Edel: Será nuestra.

Johan: Te guste o no.

Manfrid: No, ella no lo será, ella no es la estúpida cazafortunas de Alicia.

Edel: Sabemos que no es como ella, por eso será nuestra.

Salimos de su oficina dejándolo gritando solo sobre las formas tan terribles en la que nos
matará y muchas cosas más.
No entiendo por qué la protege tanto después de todo lo que le dijo ayer, pero no me
importa, no debe estar preocupado por nosotros, solo queremos que sea nuestra, adorarla y
cuidarla.

Claro que no sabíamos que tenía dos niños, pero eso no cambia nada las ganas de querer
hacerla mía.

CAPITULO 9
🍼<<{Blaz}>>🍼
Estoy viendo cómo mis primos se preparan para irse, ya es de madrugada y no tenían
trabajo que hacer así que…

ra
Blaz: ¿A dónde vas?

Baldric: No te importa.

er
Blaz: Voy con ustedes.

Conrad: No puedes.
Si
Salen sin dedicarme otra mirada o palabra, decido que los seguiré así qué agarro las llaves
de la camioneta y salgo detrás de ellos con las luces apagadas y a una distancia prudente.

Los veo estacionar en club de strippers y sonrió entendiendo a que vinieron.


ce

¿Por qué no podía venir?

Bajo de la camioneta y los sigo dándoles dinero a los guardias y a todo el que se me crucé,
entró en una especie de sala que está a oscuras, salvó por las luces que alumbran el caño
ni

del escenario.

Veo a mis primos sentarse en sofás a una gran distancia del caño en la zona oscura donde
Ja

no se ven.

Una mujer pelinegra sale por una puerta detrás del caño, lleva puesto un antifaz rojo y una
lencería diminuta que deja ver cada centímetro de su sensual y atractivo cuerpo.

La música comienza y con ella la mujer empieza a treparse al caño haciéndolo parecer la
cosa más sencilla del mundo.

La facilidad y sensualidad con la que se mueve hace que mi polla brinque en mis
pantalones.

Sus movimientos me hipnotizan y me encuentro moviendo mi mirada hacia cada lado al que
va, recorriendo su cuerpo, memorizando cada curva y detalle.
La forma en la que mis primos palmean su entrepierna por sobre la ropa es el indicativo
suficiente para saber que están igual que yo.

Idiotizados por la exótica mujer que se encuentra de espaldas, sentada en el suelo con las
piernas abiertas de par en par y bajando su torso al suelo dándonos la mejor vista que he
tenido en mi vida.

El baile acaba y ella se pone de pie mirando hacia la oscuridad, hacia mí

¿Me vio?

Se da la vuelta y empieza a salir por la puerta, pero Isaak corre detrás de ella y el resto de

ra
mis primos le siguen.

Claramente yo también.

er
Caminamos por unos pasillos viendo muchas mujeres pasar en pocas ropas, me alejé un
poco cuando frenan, todos viendo y escuchando a la mujer hablar por teléfono.

📱Mujer: Ya te dije que no, me vale mierda lo que quieras acércate a ellos y te mataré.
Si
Reconozco esa voz, reconozco esas palabras, reconozco a esa mujer.

Es la loca.

📱Mujer: Escúchame bien pedazo de mierda, me vale verga lo que esa escoria te deba yo
ce

te estoy pagando así que si te noto otra vez cerca de mi familia te romperé cada parte del
cuerpo ¿Comprendes?

📱Mujer: ¿¡Cómo verga esperas que junte un millón en dos días pedazo de estúpido
ni

inadaptado!? Ni siquiera es lo que el imbécil te debe.

¿A quién le debe tanto dinero?


Ja

📱Mujer: ¿Qué no te importa cómo? —suelta una risa siniestra, de esas que haría mearse
hasta al hombre más fuerte, esa que me estremece por la dureza— Te encontraré hijo de
puta.

Corta y se va sin prestar atención a qué mis primos están a unos pasos de ella detrás de
una pared.

Edel: Astrid…

Baldric: Carajo.

Markus: Después de todo, siempre me iba a quedar con ella.


Sonríe mirando a sus hermanos.

Me voy antes de que me vean y me subo a la camioneta antes de arrancar para volver a la
mansión de mi tío, llegó y corro hacia la sala a sentarme para momentos después ver entrar
a mis primos en estado de shock.

Blaz: ¿Ya volvieron?

Pregunta estúpida porque los tengo enfrente.

Conrad: No.

Qué mal humor se cargan.

ra
Blaz: ¿Tomamos unos tragos? —asienten con su cabeza y me levanto para buscar los
vasos y el whisky cuando los veo sentarse en los sofás— ¿No están felices de que sus
nuevos hermanos vengan a vivir aquí?

er
Yo sí, esa loca me cayó muy bien, es graciosa, linda, rara, con humor negro, odia al mundo
y ¡Es stripper!
Si
¿Hay alguien mejor que ella? Imposible.

Edel: No son nuestros hermanos, son los hijos de nuestra madrastra.

Blaz: Lo que los hace sus hermanastros.


ce

Baldric: Y tu prima.

No lo había pensado, pero tenía razón.


ni

Blaz: Es cierto, a mí no me molesta, pero parece que a ustedes sí.

Johan: A mí no.
Ja

Isaak: Deberíamos ir a dormir.

Blaz: Tienes razón, mañana comienzan la mudanza y voy a ayudar a mi nueva prima.

Definitivamente lo haré.

Edel: No te acerques a ella es mía.

Sonrío, sabía que le gustaba a ese estúpido por la forma que la miraba en la cena.

Blaz: ¿Por qué no? Ella me cae bien, yo le caigo bien, quizás podamos ser amigos… o más.

Solo lo digo para encabronarlos.


Solo estaré aquí un tiempo hasta que cobre algo que me deben y volveré a Francia,
mientras tanto puedo hacerme amigo de mi nueva prima ¿No?

Solo amigo…

CAPITULO 10
Cuatro días después…

😈<<{Astrid}>>😈
Adler: Nena tienen que dormir un rato.

ra
Astrid: No puedo.

Sigo batiendo los huevos para hacerle omelette a los niños, hecho la mezcla en la sartén

er
caliente mientras corto el queso en trozos para echarle dentro junto con el tómate.

Adler: Tienes que dormir, ya te olvidaste la albahaca de Audrey.


Si
Miro la mesada, tiene razón me la olvidé.

Cierro los ojos apoyando mis manos en la mesada, mi hermano me da vuelta y me levanta
para sentarme sobre la mesada para después meterse entre mis piernas y abrazarse a mi
torso.
ce

Adler: Ve a dormir yo los cuidare.

Astrid: No puedo bombón, simplemente no puedo.


ni

Mi cabeza no me permite dormir, tengo que estar despierta y alerta todo el día, esa es la
forma en la que vivo desde hace dos días que nos mudamos con mi madre.
Ja

Y aunque no se nos hayan acercado, mi cuerpo sigue esperando una amenaza, mi cuerpo
sigue esperando algo…

Blaz: Loca, se te quema tu comida.

Entra a la cocina y saca la sartén de la hornalla con el huevo quemado.

Genial lo que me faltaba.

Adler: ¿Tú sabes dónde está la albahaca? la olvidamos.

Asiente con su cabeza antes de ir hacia la despensa y volver con varias hojas de albahaca
en la mano.
Astrid: Gracias.

Mi hermano las toma y las lava antes de cortarlas y volver a hacer el omelette para los
niños.

Sale de la cocina con los platos para darle a los niños, dejándome sobre la mesada mirando
la pared frente a mí.

Blaz: ¿Estás bien?

Astrid: ¿Te importa?

Blaz: Por supuesto ahora eres mi prima, la familia se cuida.

ra
Astrid: La familia que se elige se cuida, no toda tu sangre es buena.

Blaz: Opino lo mismo.

er
Astrid: Pero sigues con tu padre aunque noto que no lo quieres mucho.

Se sienta en la mesada frente a mi.


Si
Blaz: No sé puede querer a un padre que no está presente más que para exigir más y más
cosas que por derecho son tuyas.

Asiento con la cabeza.


ce

Astrid: Tendrías que matarlo.

Blaz: Quizás lo haga en algún momento, pero no será en un futuro cercano.


ni

Astrid: Invítame si lo vas a matar, puedo ayudarte.

Sería muy divertido.


Ja

Blaz: ¿Quieren tomar unos tragos luego de que los niños se duerman? Tú, Adler y yo.

No veo conveniente emborracharme y dejar descuidados a los niños.

Adler: Sería divertido y así podrías descansar un rato nena.

Blaz: ¿A qué le temes?

Sus ojos parecen mirar profundamente en mi alma, no sé cómo explicarlo, pero con solo
mirarlo a los ojos siento que él conoce todos mis secretos y pecados, todos mis miedos y
fortalezas.

Todo de mi.
Astrid: ¿A qué me temes tú?

Blaz: A la vida.

Somos más parecidos de lo que quiero admitir.

Se baja de la mesada, a paso lento y medido se acerca a mí hasta que está a mi lado y
señala el lugar junto a mi, asiento con la cabeza antes de verlo saltar para sentarse a mi
lado.

Blaz: ¿Así de cerca?

ra
Astrid: No me das miedo.

Blaz: Pero tampoco confianza ¿Verdad?

er
Mi hermano se vuelve a poner entre mis piernas y lleva sus manos hasta mis nalgas
apretandolas.

Astrid: No, no tienes mi confianza.


Si
Blaz: ¿La tengo para emborracharnos o tampoco?

Astrid: No, pero confío en mi hermano y si él dice que sí, entonces sí.

💦<<{Adler}>>💦
ce

Los niños ya están muy dormidos, la cámara de su habitación ya está instalada en mi


celular y todo está en orden cuando nos sentamos en la cama de la habitación junto a Blaz.
ni

No me cae mal, no parece mal hombre, pero tampoco me voy a fiar y si algo sucediera
prefería tenerlo en esta habitación para matarlo sin interrupciones.
Ja

Blaz: ¿Whisky, cerveza o Apfelwein?

Astrid: La pregunta ofende.

Señala el Apfelwein y Blaz le sirve en un vaso con hielo, tomó la cerveza y los tres nos
ponemos a beber hablando de boludeces.

Blaz: Oye, tus hijos son bonitos, salieron a ti, aunque él es muy parecido también.

Astrid: Son muy lindos.

Ella sonríe estúpidamente, después de estar tomando por una hora puedo decir que estos
dos están borrachos o ella no sonreía así.
Y él no arrastraría las palabras.

Mientras tanto yo sigo con la misma cerveza en mi mano, caliente por el tiempo que pasó,
media hora después sigo viendo a estos dos adultos comportarse como niños y hacerse
cosquillas mientras pelean por quien las siente más.

Esto le hacía falta a mi hermana, relajarse un rato.

Ahora parece que dejaron de ser niños y volvieron a ser adultos que cuentan sus
experiencias sexuales como si fueran lo mejor del mundo.

Ella le dice las veces que me la mamo y como mientras que él le dice la cantidad de
traseros que se follo, una gran conversación, súper interesante.

ra
Noten mi sarcasmo.

Blaz: ¿Han hecho un trío alguna vez?

er
Mi hermana se ríe con fuerza.

Astrid: No ¿Tu si?


Si
CAPITULO 11
💦<<{Adler}>>💦
ce

Se pierde en su cabeza contando como él y su amigo follaron a una mujer, lo delicioso que
se sentía estar enterrado en su trasero mientras su amigo estaba en su coño y el extremo
placer que sentía la mujer mientras ambos se lo hacían.
ni

¿Por que acepte está noche de tragos?

Astrid: ¿En serio? ¡Quiero hacerlo! ¿Podemos?


Ja

Me mira a mi mientras Blaz se ríe, no sé si de nosotros o de algo que seguramente con el


alcohol le causa gracia.

Adler: ¿Tú quieres hacer un trío?

Asiente efusivamente con su cabeza mientras sonríe con sus ojos brillosos.

Astrid: Nunca lo hemos hecho y el dice que está bueno, ¿Lo intentamos?

Adler: No creo que sea una buena idea…

Astrid: Por favor, por favor.


Me hace un puchero al que no puedo resistirme, hacía mucho tiempo que no lo veía y se
que es por el alcohol.

No tengo problemas con hacer el trío, tengo problemas con el alcohol que tiene encima, ¿Y
si mañana se enoja por qué la dejé hacer eso?

Adler: Bien, pero déjame grabarte primero para tener evidencias para mañana cuando me
quieras matar.

Agarré mi teléfono y empecé a grabarla.

Adler: Cuéntame nena ¿qué es lo que quieres hacer?

ra
Astrid: Un trío.

Adler: ¿Con quién?

er
Astrid: Contigo y con el desquiciado.

Blaz: Loca tengo nombre.


Si
Astrid: Yo igual desquiciado.

Los grabé unos momentos más discutiendo hasta que él se tiró a besarla y corte el video
para poder ver a detalle lo suelta que está.
ce

Astrid: Ah… Mmm…

La boca de Blaz baja por su cuello y pasa su lengua por ahí, ella sabe delicioso siempre.

Astrid: ¿No me besas?


ni

Blaz: Claro que lo hará o no sería un trío.


Ja

Verdad, pero estaba embobado viendo el rostro de mi hermana mientras disfrutaba de los
besos en su cuello.

Me acerco a ella y la beso con amor mientras peleamos una batalla con nuestras lenguas
para saber quién tiene el control, mis manos van a su remera haciendo que pierda la
concentración del beso y mi lengua gane la batalla.

Le saque la remera cuando me separé y rompí el brasier al medio haciendo que sus pechos
salten gloriosamente.

Blaz: Enormes.

Adler: Y ricos, prueba.


Se mete en la boca un pecho y yo hago lo mismo con el otro.

Mmm, deliciosos.

Astrid: Ah…

Blaz: Joder tus pechos son hermosos y deliciosos.

Sigue chupando igual que yo mientras tironeamos de sus pezones.

Me separó de ellos mientras veo como Blaz le saca el short y las bragas.

Blaz: Carajo…

ra
Su vista no se despega del coño de mi hermana mientras termino de sacarme la ropa y me
acuesto montándola sobre mí.

er
Adler: Baja nena, comete mi polla.

Lo hace, baja dolorosamente lento sobre mi polla, llevo mis manos a sus caderas y las
aprieto con fuerza mientras mi cabeza se va hacia atrás soltando un gemido ahogado.
Si
Mierda… tan estrecho…

Blaz: Inclinate loca —ella se acuesta en mi pecho y levantando un poco mi cabeza puedo
verlo agarrando sus caderas y entrando en ella lentamente— ¿Te… gustan los azotes?
ce

Mi polla se siente muy presionada en su interior y es tan dolorosamente placentero que


estoy siseando.

Astrid: Si…
ni

La empezamos a embestir al mismo tiempo mientras mis manos aprietan sus nalgas y las
abren haciendo que un eco se produzca cuando la pelvis de Blaz choca.
Ja

Adler: Oh… nena… joder… hay que hacer esto más seguido…

Mi polla se siente extasiada con la nueva presión de su interior, es tan placentero, caliente y
estrecho sentir como la polla de Blaz entra junto a la mía.

Blaz: Ah… sí… joder sí…

Saco las manos de sus nalgas cuando veo la intención de azotarla, la seguimos
embistiendo una y otra vez mientras los azotes empiezan a llegar con fuerza en sus nalgas
mientras su otra mano aprieta con fuerza su cadera para ayudarse a embestirla con fuerza.

Astrid: ¡Ah! ¡Más!


Joder sí.

Su coño se contrae de placer con cada azote, tal y como lo pidió, Blaz la sigue azotando,
una y otra vez, disfruto del eco que hace su palma contra la nalga y de los gemidos altos
que se escapan de su boca cada vez.

Embestimos con rapidez entrando y saliendo al mismo tiempo, la habitación está sumida en
los obscenos sonidos que producen nuestras pelvis, las palmas de Blaz y nuestros
gemidos.

El calor igual es intenso haciéndonos transpirar al estar tan pegados los tres.

Adler: Joder, nena...

ra
Su interior comienza a contraerse y la empezamos a embestir de forma descontrolada,
como si no hubiera un mañana

er
Mierda...

Joder, si… sí…


Si
Astrid: ¡Ah!

Los tres acabamos al mismo tiempo, yo vaciandome en su interior en largos y potentes


chorros de semen.
ce

Blaz: Joder, esto es tan bueno… tan jodidamente bueno…

Salimos de su interior, la limpiamos y nos ponemos nuestros bóxers.

Blaz: ¿Me puedo quedar a dormir con ustedes? Mi cama es fría.


ni

Astrid: Apaga la luz y ven, mañana tengo clases.


Ja

Ambos la besamos en la boca antes de acostarnos a cada lado de ella y abrazarla de la


forma más rara que encuentras, terminamos siendo un enredo de brazos y piernas.

Pero unos muy calientes y satisfechos.

Adler: ¿No nos querrás matar al despertar?

Astrid: Posiblemente.

Blaz: ¿Por qué? ¿No te gustó?

Astrid: Me encantó y ese es justamente el problema.

Adler: Te amo, sabes.


Astrid: Y yo a tí mi bombón, buenas noches, buenas noches desquiciado.

Blaz: Buenas noches hermosa loca.

CAPITULO 12
😈<<{Astrid}>>😈
Me despierto sin poder moverme por los cuerpos que me aprisionan, abro los ojos viendo la
mano de Blaz en mi vientre y sintiendo su enorme erección matutina entre mis nalgas, la de
Adler está clavándose en mi pelvis mientras una de sus manos está entre mis pechos
desnudos y la otra en mi espalda.

ra
Recuerdo absolutamente todo lo que hice o dije anoche y aunque quiera negar que no me
gusta no puedo, me encantó.

er
Ahora sintiendo su mano en mi cuerpo no me genera repulsión, no siento absolutamente
nada más que calor.

Me levanté extrañamente de muy buen humor, así que…


Si
¿Qué tal una pequeña broma?

Logró escaparme de entre sus cuerpos, terminó más sudada que mientras estaba ahí, pero
no me importa, voy hacia mis cosas y saco los cuchillos de utilería que uso para enseñarle a
ce

los niños a pelear con ellos sin que se lastimen.

Miré a ambos hombres abrazados entre ellos y antes de empezar mi pequeña broma les
saque una foto, eso no les gustará, pero se ven tan tiernos abrazados juntos y desnudos.
ni

Bueno… que empiece el show.

Astrid: ¡Los mataré! —se sientan exaltados cuando saltó a los pies de la cama quedándome
Ja

parada— ¿¡Cómo mierda se les ocurre!?

Tapó el mango del cuchillo con mi mano para que mi hermano no se de cuenta de cuál es.

Adler: Nena tu quisiste.

Blaz: Y te gustó.

Astrid: ¡No, no me gusto! —mentira— ¡Los mataré!

Salto sobre Blaz aprisionando sus piernas con las mías mientras lo miro con una sádica
sonrisa en mi rostro.

Blaz: ¡No loca no! ¡Tu quisiste!


Astrid: ¡Yo no quise!

Levanto mi mano con el cuchillo, pero Adler intenta detenerme así que le doy un cabezazo
tan fuerte que cae de la cama.

Blaz: ¡No!

Levanto mi mano con el cuchillo y lo apuñaló, haciendo que el puñal se meta dentro del
mango y me río, me río tan fuerte viendo el rostro asustado de Blaz.

Astrid: Joder casi te cagas.

ra
Blaz: ¡Estás loca mujer! ¡Pensé que me matarías por darte la mejor follada!

Se ríe conmigo, me abraza y se gira tirándome a la cama mientras me hace cosquillas.

er
Astrid: ¡Para! ¡Ya!

No puedo evitar seguir riéndome de las cosquillas que me hace a pesar de que quiero
matarlo por ello.
Si
Adler: En los pies, para que aprenda a no asustarnos.

Astrid: ¡No! ¡No!


ce

Pataleo, pero ambos se ponen de acuerdo agarrando cada uno un pie y me hacen
cosquillas con sus dedos.

Astrid: ¡No! ¡No! ¡Paren!


ni

Adler: Quiero unas disculpas.

Astrid: Sobre mi cadáver, ¡Ah! ¡No! ¡Basta!


Ja

Blaz: Las disculpas loca.

Astrid: ¡Perdón! ¡Perdón no los asustare más!

Frenan y suspiro aliviada antes de patear a ambos y hacer que caigan de espaldas al suelo.

Blaz: Pendeja, todavía no traigo ropa y el suelo está frío.

Astrid: Cagate eso te pasa por hacerme cosquillas.

Adler: ¿Te levantaste de buen humor?

Astrid: Si, ¿Se nota?


Me mira como diciendo ¿En serio?

¿Qué? ¿En qué se nota? Siempre soy un amor de persona, no se que tanto habla.

Astrid: Desayunemos que tengo clases y Joss me espera.

Nos cambiamos y salimos de la habitación hablando y riendo, entró a la habitación de los


niños encontrandolos ya en la computadora.

Astrid: No deben usar eso tan temprano.

Audrey: A la mañana la gente está más estúpida por la falta de sueño.

ra
Axel: Estafas más fácil.

Adler: ¿Qué tanto hacen con ese dinero?

er
Se miran entre ellos, ¿Qué traman estos dos?

Axel: Queremos una empresa de seguridad.


Si
Blaz: Ganarían mucho con eso.

Audrey: No me digas.
ce

Blaz: Ay, son igual a tí, que ternuras.

Intentó no reírme, juro que lo hago, pero no puedo, mis niños odian que les digan que son
una ternura.
ni

Lo son, pero no hay que decírselos.

Axel: Papi ¿ya me enseñas a hackear cuentas de bancos?


Ja

Adler: ¿Cuando les dije que les enseñaría?

Audrey: Cuando mami termine sus clases.

Adler: ¿Y cuántas clases le quedan?

Axel: Un mes más.

Astrid: Exacto, ahora… a desayunar mis bebés.

Axel: ¿Ya se nos permite acercarnos a él?

Señala a Blaz.
Astrid: Solo un poquito.

Blaz: Soy buena persona, lo prometo.

Astrid: Las promesas me valen verga, me importan las acciones.

Audrey: ¿Veremos al tío Joss?

Blaz: ¿Quién es?

Adler: El mejor amigo de mi hermana.

ra
Astrid: Es la mejor persona del mundo y si, lo veremos nos está esperando.

Audrey: ¡Genial! Quiero saber si ya tiene novia.

er
Astrid: No le pregunten, no tiene novia lo harán sentir mal.

Axel: Deberías serlo tu mami, el te quiere mucho.


Si
Astrid: Deben dejar de decir esas cosas, a desayunar si llegan tarde no los llevo conmigo.

Audrey: ¿Mami cuánto falta del castigo?

Astrid: Dos semanas.


ce

Blaz: ¿Castigo?

Adler: El instituto está cerrado por investigación, faltaron fondos.


ni

Mira acusadoramente a los niños

Audrey: No debieron decirnos que somos menos por ser pobres.


Ja

Axel: Se positiva mami, no somos pobres.

Astrid: Ustedes, su dinero lo guardan y lo usan cuando sean mayores.

Audrey: Si mami.

Salen pasando por entremedio de nosotros.

¿Se supone que todos los niños de cinco años son así?

Blaz: ¿Están seguros de su edad?

Adler: A veces lo dudo, pero los vi nacer.


Blaz: Debió ser un puto asco.

Adler: En realidad si.

Pendejos, se van y me dejan sola en la puerta de la habitación mientras hablan de cómo


salieron mis hijos por mi coño.

CAPITULO 13
🍼<<{Blaz}>>🍼
Llegó junto a Adler a la universidad, justo en el horario en que las clases de Astrid terminan.

ra
Vemos salir a varias personas y bajamos del carro con la bolsa que traje para ella, entramos
a la universidad y vagamos por los pasillos un buen rato.

er
Blaz: ¿Cómo puede ser que no sepas el salón en el que está tu hermana?

Adler: Nunca vine, no estoy libre en este horario porque estoy trabajando, pero me escape
para ayudarte.
Si
La veo salir con la niña en brazos, a su lado sale un hombre sosteniendo al niño.

Blaz: ¡Astrid!
ce

Deja de mirar al hombre y mira en mi dirección la sonrisa que tenía no se fue de su rostro,
en realidad se agrandó al ver a Adler aquí.

Los niños se bajan y corren hacía su padre para abrazarlo mientras ella y el hombre se
acercan hablando.
ni

Astrid: ¿Qué hacen aquí?


Ja

Blaz: Traje una sorpresa, pero primero deberías presentarme a tu amigo.

Audrey: Es el tío Joss.

Axel: Si mami se hace su novia dejará de ser el tío Joss.

La loca se tapa el rostro con una mano ante las palabras de su hijo.

Astrid: Blaz, él es Joss, Joss, él es Blaz.

Joss: Un placer.

Blaz: Igualmente.
Astrid: ¿Cuál es la sorpresa?

Blaz: Está.

Le doy la bolsa y ella la abre rápidamente, cuando ve el contenido levanta sus ojos otra vez
a los míos, sonriendo hermosamente.

Astrid: No…

Blaz: Sí…

Astrid: ¿¡Vamos a interrumpir una boda!?

ra
Salta como si fuera una niña y me abraza sorprendiendome

Edel: ¿Qué pasa aquí?

er
Ella me suelta aun con una sonrisa en el rostro y su amigo se acerca a ver la bolsa.

Joss: No jodas fiera, tengo que ver eso.


Si
Astrid: Por supuesto que sí chiquito, tú serás el amante de la novia y él será el prometido.

Me señala.

Edel: ¿Quién es él?


ce

Señala al amigo de la loca y yo sonrío, está en verdad celoso de que él la abrace y ella no
se queje, parece más celoso que el propio novio de la loca, es chistoso.

Adler: Joss Meyer.


ni

Axel: El novio de mami.


Ja

Me tapo la boca para que no noten que me estoy cagando de risa, es gracioso ver como mi
primo quiere algo y no lo tiene.

Audrey: Él también, los vi salir juntos de la habitación de mis papis.

Ay, mierda.

Creo que estoy viendo mi muerte aproximarse.

Me señala con su diminuto dedito mientras mi primo me está mirando como si ya me viera
con gusanos saliendo de mi boca.

Adler: ¿Ustedes no saben pedir permiso para adoptar papás?


Astrid: Manejenme a su antojo niños.

Se ríe de ellos, no le veo mucha gracia a toda esta situación ahora, los niños parece que lo
dicen enserio y mi primo está literalmente avisando al resto de mis primos para matarme.

¿Cómo salgo de esto?

Blaz: ¿Me ayudas? creo que me mataran.

Señalo con mi cabeza a mi primo que está texteando furioso.

Adler: ¿Nos vamos? La boda empieza en veinte minutos.

ra
Audrey: ¿Puedo ser la hija del novio?

Me río, ¿De donde saco a estos niños? me encantan.

er
Blaz: ¿Puedo tener uno como esos?

Le digo a Adler mientras señalo a sus hijos.


Si
Adler: Primero yo.

Frunzo el ceño mirándolo.

¿Como que primero él? ¿Esos no son sus hijos?, La respuesta es obvia, lo son, pero no
ce

biológicamente al parecer.

La verdad se presenta frente a mis ojos tan clara como el agua, la desconfianza, los toques,
la falta de miedo a morir, la distancia que pone entre todos con ella y sus hijos, todo en ella
refleja su vivencia, ¿Cómo no lo vi? ¿Cómo pude ser tan estupido de no notar eso? ¿Como
ni

estos imbeciles no lo ven?

Siento mucho respeto y admiración por ella.


Ja

Blaz: ¿Vamos loca?

Astrid: Vamos desquiciado.

Me sonríe mientras pasa un brazo por mi cintura y yo paso una por sus hombros.

Puede que me muera en la noche, pero al menos la ayudaré a cumplir su sueño.

Edel: ¡Te esperamos en la oficina, primo!

Blaz: ¡Allí estaré!

Definitivamente.
No me da miedo morir, vivo con la muerte respirandome en la nuca cada dia de mi vida, mi
mundo no es considerado el más seguro, incluso para mi, el boss de la mafia francesa, se
que en algún momento una bala llegara a mi y no me molesta, viví mi vida, conocí lugares y
personas, maté gente, torture, ¿Qué más me falta?

Una familia.

Pero yo considero a mis primos y mi tío como tal, así que no es algo que me mortifique,
aunque ahora viendo a Adler con ambos niños de la mano un nuevo sentimiento se instala
en mi pecho tan intenso que duele.

Anhelo.

ra
Ese sentimiento hace que empiece a cuestionar mi vida, no tengo a nadie, estoy solo como
siempre.

er
Mis primos se tienen entre ellos, mi tío ahora tiene a su esposa y sino a sus hijos, mi padre,
bueno a él no le importa la gente a su alrededor, pero ¿y yo? ¿Qué tengo?

Una diminuta mano agarrando la mía me saca de mis pensamientos, miro hacia abajo
Si
notando que es Audrey y luego miro a su madre que está viendo la acción.

Miedo, a eso le tiene miedo, a no poder cuidarlos como merecen y que algo les pase, que
les pase lo mismo que a ella.
ce

Carajo la entiendo.

Jodidamente lo hago, ella no está loca, ella está bien, muy bien de hecho, solo tiene una
coraza hecha para que nadie la lastime ni a ella, ni a nadie importante en su entorno.
ni

Vuelvo la mirada a la niña cuando me aprieta la mano.

Audrey: No estás solo.


Ja

Blaz: Por supuesto que no, ahora tengo sobrinos a los que consentir.

Axel: No somos tus sobrinos.

Audrey: Eres novio de mi mami.

Carajo, estos niños van a hacer que me maten más rápido.

CAPITULO 14
🥒<<{Isaak}>>🥒
Juez: Si hay alguien que se oponga a está unión que hable ahora o calle para siempre.
El silencio abunda hasta que se escuchan las puertas abrirse violentamente.

…: Yo me opongo.

Johan: No jodas.

Conocemos esa voz y confirmamos quien es cuando nos damos vuelta.

Astrid está de pie frente a las puertas con la niña de la mano y un enorme vientre.

Astrid: Él es mi marido.

ra
Puta madre.

Las puertas de la iglesia vuelven a abrirse y cierro los ojos resignado al ver a Blaz llegar
agitado.

er
Blaz: ¿Llegué? —respira agitado apoyando las manos en sus rodillas con una actitud
cansada como si hubiera corrido hasta aquí— Yo… me opongo, ella es mi prometida.
Si
Los murmullos y jadeos se escuchan en toda la iglesia, los novios se matan entre ellos
ambos considerando verdaderas las versiones que Blaz y Astrid dijeron.

Novio: Yo no estoy casado.


ce

Audrey: Papi…

La niña llora hacia el novio y me gustaría decir que está mal lo que hacen, pero me asombra
demasiado la niña y su actuación.
ni

Novia: ¿¡Tienes mujer e hija!?

Novio: ¿¡Tienes amante!?


Ja

Blaz: Amante eres tú, yo soy el prometido desde hace dos años.

Astrid: Amor, ¿Cómo puedes hacernos esto? Estoy esperando a tu bebé, el niño que tanto
me pediste.

Novia: ¿¡A ella también le pediste un niño!?

Astrid: Soy su esposa, ¿A quien se lo pediría?

Los invitados chismean diciendo que se notaba desde hace mucho tiempo que se
engañaban entre ellos, mañana cuando se enteren que es mentira dirán que se notaba que
era mentira ellos nunca harían eso.
Hipócritas.

Baldric: Ese hijo de puta justo está boda eligió.

No fue la mejor elección, en esta boda no solo están los donadores de fondos para la
universidad, hay parte de la mafia.

Audrey: ¿Papi no volverá a casa, mami?

Astrid: No lo hará porque nos abandonó.

La niña llora mientras ella se dirige a la puerta para salir, los novios se están gritando entre
ellos insultandose frente a todos los invitados que se quedaron para chusmear.

ra
Blaz: No puedo creer que me hayas hecho esto después de años de relación.

Se va también sonriendonos cuando pasa por la última fila en la que estamos nosotros.

er
Los tres salen de la iglesia y nosotros los seguimos mientras el quilombo continúa adentro.

Baldric: ¿¡Qué hicieron!? ¿¡Cómo se les ocurre!?


Si
Joss: ¡Carajo! Fiera ¿Por qué los directores están aquí?

¿Y este niñato qué? ¿Por qué está siempre con ella?


ce

Astrid: ¿Ellos? No sé, yo no elegí la boda lo hizo el desquiciado.

Blaz: Loca era la única boda de la que me sabía el horario ¿Que más da de quién era o
quién estaba?
ni

La abraza por los hombros y todo mi cuerpo vibra de enojo, ¿Por qué la toca? ¿Por qué lo
deja?
Ja

Adler: ¿Vamos o estamos esperando a los novios?

Johan: ¿Participaste en esto?

Adler: Por supuesto, es el sueño de mi nena, la ayudaría a como dé lugar.

El padre de la novia sale furioso y se acerca a nosotros cuando nos ve hablando con Astrid
y Blaz, ella pone a la niña en su espalda cuando lo ve venir y mueve al niñato para que se
quede a su lado.

Me molesta que lo proteja, ¿Por qué? ¿Por qué a él? ¿Por qué a mi primo lo deja tocarla?

Padre: ¿Los conocen?


Mierda, no es bueno, mataré a mi primo por elegir la boda de una princesa de la mafia de
Polonia.

No es la hija del líder, pero la mujer sigue siendo importante en esa mafia, por lo menos
para ese matrimonio.

Blaz: Suegro.

Él, Adler y Astrid se ríen con fuerza.

Astrid se levanta la remera hasta el pecho y se saca el vientre ignorando al padre de la


novia y a nosotros mientras se sigue riendo.

ra
Baldric: Podemos hablar de esto.

Padre: ¡Aquí no se hablará más nada!

er
Saca un arma y la apunta a Astrid quien lo mira aburrida.

Astrid: Bebé sube al carro con tu hermano.


Si
Audrey: Sí mami.

Padre: ¡No!

El padre de la novia amaga a apuntarle a la niña cuando se da la vuelta y antes de que


ce

podamos hacer algo, Astrid en un movimiento rápido le saca el arma de la mano, saca el
seguro y se la apoya en la frente al hombre.

Astrid: ¿Te gusta que te apunten? A mí no me molesta, pero la apúntaste a ella, gran
equivocación.
ni

Joss: Fiera…
Ja

Astrid: ¿Quién coño eres?

No es estúpida, no todo el mundo porta un arma y por razones obvias las personas que nos
rodean siempre llevan algunas y ella las ve.

A este paso o se entera quiénes somos o se lo tendremos que decir.

Padre: ¿Quién eres tú?

Dos hombres salen y le apuntan a ella que tiene el arma en la frente del hombre.

Nosotros sacamos nuestras armas y apuntamos a los hombres al igual que Adler y Blaz.

Padre: ¿¡Qué creen que hacen!?


Nos dice, pero no nos importa, están apuntando a mi mujer.

Astrid: Mucho gustó, soy Hécate.

El silencio se vuelve sepulcral ante esa mención.

Hécate y Hemlock son los sicarios más conocidos de Alemania, por no mencionar que son
bastante conocidos en los alrededores también, sus muertes siempre son sangrientas y
silenciosas, influyen miedo incluso en los líderes de mafias.

Nunca nadie les había visto el rostro, hasta hoy, tengo a ambos frente a mí y no puedo estar
más asombrado.

ra
Padre: ¿He…cate?

Astrid: ¿Sabes lo que le pasa a las personas que ven mi rostro?

er
Se acerca a su oído, el arma hacia la sien del hombre mientras pone su mirada en mí que
estoy a espaldas a él apuntándole a un hombre.
Si
Astrid: La oscuridad se los lleva.

Padre: No… por… por favor…

El hombre tiembla en su lugar mientras un charco se forma en sus pies.


ce

Joss: Fiera, los niños están aquí.

Astrid: Tienes razón, chiquito.


ni

Mete la mano en el bolsillo de la campera de Adler y saca un silenciador que coloca ante la
mirada de todos, luego se coloca un guante de látex, nadie hace nada ni siquiera los
hombres que la siguen apuntando.
Ja

Adler hace lo mismo con su arma sacando el silenciador del otro bolsillo, no les importa que
los veamos, lo hacen y ya.

¿Por qué llevan esas cosas?

Ella le sonríe al hombre que sigue temblando, lo da vuelta para que mire hacia nosotros,
levanta el arma obligándolo al padre de la novia a tomarla y poner su dedo en el gatillo,
apunta al hombre que le estoy apuntando yo y dispara, su hermano hace exactamente lo
mismo con el hombre al que Baldric apuntaba y ambos caen al suelo con un agujero en el
entrecejo.

Joss: Los… mataron…


Astrid: Espabila chiquito métete al carro.

Vuelve a disparar hacia el suelo a unos metros donde hay tierra y luego se pone de costado
en el hombre aún sosteniendo su mano en el arma, pone el cañón en la sien del hombre
que empieza a llorar como loco.

Astrid: Saludame a Luci.

Aprieta otra vez el gatillo con el dedo del hombre y deja que el cuerpo caiga en la dirección
que la salida de la bala lo manda.

Camina hacia el disparo que dió en la tierra y toma la bala antes de pasar su pie sobre la
tierra para tapar el agujero.

ra
Astrid: Adler las cámaras, vamos.

CAPITULO 15

er
😈<<{Astrid}>>😈
Llegamos a la casa en silencio, uno tenso y que me genera incomodidad.
Si
¿Lo asusté? ¿Ya no me hablará? ¿Me tendrá miedo?

Bajamos del carro, Joss lo hace con movimientos automáticos como si se encontrará en
una especie de trance.
ce

Audrey: Lo rompiste mami.

Adler: Está asimilando lo que vio pequeños, no está roto.


ni

Axel: ¿Y él?

Señala a Blaz que camina mirando el suelo otro que está en shock.
Ja

¿Nunca vio matar a nadie tampoco? No creo, esconde algo, todos ellos lo hacen, la
cantidad de hombres con armas que hay a su alrededor no es normal.

Estoy casi segura de que todos ellos incluyendo a Manfrid son parte importante de alguna
mafia.

Entramos y sonrio al encontrar a mi madre en el sofá, no tanto porque está con Manfrid,
pero me alegro de que sea feliz un poco por lo menos.

Y en cuanto a él, estaremos bien mientras no se acerque a mí o a mis hijos.

No sé si es buena o mala persona, pero no me arriesgaré.


Manfrid: Hola.

Aide: Pequeño Joss.

Joss: No soy pequeño señora Aide —va hacia ella y la abraza— me alegro de verla se ve
tan hermosa como siempre.

Manfrid: Cuidado niño es mía.

Me río, ¿Está celoso de Joss?

Aide: ¿De que te ríes hija?

ra
Astrid: Me causa gracia que un hombre maduro tenga celos de mi chiquito.

Me giro cuando escucho la puerta abrirse y veo a mis ahora hermanastros entrar un poco
alterados.

er
¿Pasaron a recoger a los otros?

Manfrid: No tengo celos de este niño, pero es mía.


Si
Axel: No te preocupes abuelo, Joss es novio de mi mamá.

Abro los ojos grande mientras mi corazón se detiene y mi respiración se vuelve irregular
ante las palabras de mi hijo.
ce

Abuelo.

No, no, no.


ni

Él no es mi papá.

El suelo gira bajo mis pies mientras siento temblar a mis manos, mis pulmones no colaboran
Ja

tomando aire y me arden al igual que mis ojos.

¡No!

¡No deben verme así!

No soy débil.

No soy débil.

Soy fuerte, soy fuerte, soy fuerte.

Soy…
Mis ojos chocan con los de Manfrid antes de que mis rodillas se doblen haciendo que caiga.

Lo veo acercarse corriendo a mí antes de tocar el suelo, escuchó gritos a mi alrededor, pero
mi mirada no puede despegarse de la de Manfrid mientras lo veo sostener mi cabeza
hablándome.

No sé lo que dice, no sé lo que pasa, pero mis párpados pesan al mismo tiempo que mis
pulmones arden.

Mis ojos se despegan de los de Manfrid a la fuerza, ahora hay unos ojos mieles muy
conocidos, muy lindos frente a mí.

Joss, me está hablando, pero no escucho lo que dice, todo a mi alrededor son ecos vacíos

ra
mientras mis pulmones intentan con desesperación tomar aire.

Siento algo líquido pasar por mis mejillas dejando un recorrido de agua, mi vista se nubla
mientras un fuerte ardor en mi pecho hace que mi cabeza pierda el racionamiento.

er
De pronto me siento jalada por Joss y siento su boca en la mía.

¡Me está besando!


Si
Cierro los ojos disfrutando de su sabor mientras su beso se vuelve más intenso, más rico,
más nuestro.

Se separa de mí y abro mi boca tomando aire con fuerza cuando mis pulmones me lo
ce

permiten.

Joss: Joder, me asustaste.

Astrid: Me… besaste.


ni

Joss: Funcionó fiera estás respirando.


Ja

Siento una opresión en el pecho ante sus palabras, no llego a comprender por qué me
duele que solo me haya besado para distraerme de mi ataque.

Evitó esos sentimientos junto con la mirada de Joss y me centro en la persona que aún
sostiene mi cuerpo.

Manfrid: Perdón, no quería tocarte, pero no podía dejar que tu cabeza se golpeará.

No sé con exactitud qué le pasa a mi cabeza o a mi cuerpo, pero lo abrazó con fuerza
tomándolo por sorpresa a él y a todos.

Astrid: Gracias.
Manfrid: No soy, ni seré tu padre, pero puedo ser el abuelo de tus hijos, la familia se elige
pequeña guerrera.

La familia se elige es verdad, no toda la sangre es buena.

Blaz: Ya sueltala viejo no es tuya.

Nos separamos de nuestro abrazo y giro mi rostro viendo a todos mirándome asustados.

Astrid: ¿A quien mate para que me miren así?

Me miran mal, ¿No es gracioso después de que si haya matado a alguien?

ra
Aide: No escapar de todo con bromas mi niña, la gente tiene sentimientos y tú también
aunque los evites.

Tonterías, yo no los evitó, solo… los pospongo por un tiempo indeterminado.

er
Astrid: Yo no hago eso.

Adler: Lo haces.
Si
Miro al que ahora parece ser mi mejor aliado y mano amiga.

Astrid: ¿Verdad que no? Diles.


ce

Manfrid: Ella no hace tal cosa dejen de decir mentiras.

Les sonrío.

Joss: ¿Entonces podemos hablar?


ni

Astrid: ¿Mañana?
Ja

Manfrid: Así no hay quien te defienda pequeña guerrera.

Me susurra.

Ruedo los ojos y me siento en el suelo saliendo de los brazos de Manfrid que aún me
tenían.

Astrid: Bien, hablemos.

¿Qué puede salir mal?

Joss: A solas.

Astrid: ¿Por qué no aquí?


Joss: No creo que te guste que escuchen lo que diré.

Repito, ¿Qué puede salir mal? Es solo Joss, mi chiquito, nada puede salir mal con él.

CAPITULO 16
😍<<{Joss}>>😍
Entramos en una inmensa habitación, ella cierra con seguro, por su rostro puedo entender
que espera que le diga que no la quiero volver a ver o algo por el estilo.

Es todo lo contrario.

ra
¡Es igual a la protagonista de mi libro preferido!

¿Se supone que es normal emocionarse porque mata gente? No creo, pero me emociono.

er
¡Estoy viviendo en un libro!

¿Alguien me estará escribiendo?


Si
Astrid: ¿Qué pasa? ¿Te doy miedo? ¿Quieres dejar de verme? ¿Hay algo que…

No la dejó continuar hablando, no quería decirle nada, quería saber cómo tomaba mi beso
si no estuviera atacada y si no hubiera tanta gente viéndola.
ce

Dejo que domine el beso esta vez mientras la guío hacia la cama haciéndola caminar hacia
atrás, cuando sus piernas chocaron con la cama agarró su nuca y sin romper el beso la
hago acostarse quedando yo sobre ella entre sus piernas.
ni

Astrid: Me besaste otra vez, pensé… pensé que solo lo hiciste por mi ataque.

Joss: No, tú me encantas fiera, siempre quise besarte, pero no quería que te sintieras mal
Ja

por mi toqué.

Astrid: ¿Tú lo sabes?

Me asombra que no se haya dado cuenta que estoy siempre observándola, siempre lo
supe, pero no es mi secreto, no es algo que me haya pasado a mí y no es algo que ella me
haya contado.

Joss: Se todo sobre ti fiera, se que odias hablar con la gente, que no te gusta que te toquen,
pero te gusta tocar.

<<Se que el sol te hace mal los ojos por eso llevas lentes a la universidad, se que odias tu
carrera, pero la estudias por qué era en la única que aceptaban a los niños.>>
<<Se que usas auriculares cuando sales a la calle porque eso evita que la gente te
pregunte cosas aunque te consideren grosera por ello.>>

Astrid: No lo estoy haciendo últimamente.

Me río, me cree estúpido.

Joss: Por qué no sales, a mi no me engañas, también sé que miras constantemente la


puerta por qué estás impaciente por poner tus ojos en los niños.

Astrid: No lo hago a propósito.

Joss: Lo sé, es algo con lo que llevas viviendo cinco años, debes dejar vivir a esos niños

ra
fiera.

Astrid: Lo hago.

er
Joss: No tan pegados a tus brazos fiera, ¿Volverás a sentarte en el parque alrededor del
instituto para tenerlos vigilados cuando vuelvan?

Astrid: ¿Y si les pasa algo y no estoy allí para ayudarlos?


Si
Joss: Nada va a pasarles, debes empezar a delegar tareas para poder descansar un poco
fiera, estás mentalmente alerta y agotada.

Astrid: ¿Esto querías decirme?


ce

Joss: No, en realidad quería besarte, pero ahora quiero pedirte que seas mi novia.

Astrid: ¿Es por lo que los niños dijeron? No debes hacerles caso, siempre han dicho que
debía ser tu novia, no e…
ni

Joss: Cállate fiera, ya te dije que me gustas, deja de evitar lo que sientes y contesta con el
corazón, ¿Quieres ser mi novia si o no?
Ja

Mi mirá intensamente a los ojos antes de bajar la mirada a mis labios e inconsciente me
relamo, mi boca quiere, anhela unirse con la suya, pero si lo hago seguirá evitando sentir.

Es más fácil no tener sentimientos que arriesgarse a tener sentimientos tristes.

Astrid: Quiero, sí quiero.

Al fin.

Bajo mi boca a la suya y vuelvo a besarla, pero esta vez yo dominó el beso, moviendo mi
lengua en su boca y dejando leves mordidas mientras doy pequeños tirones a los cabellos
de su nuca.
Astrid: Mmm…

Me separo notando sus labios hinchados por el beso así que le doy un casto beso más
antes de dejar varios por su cuello y clavícula.

Astrid: Chiquito…

Joss: ¿Por qué me dices chiquito?

Astrid: Por qué cuando hablas de tus libros eres como un niño chiquito hablando de sus
juguetes.

Pegó mi boca en su oído.

ra
Joss: Es en lo único que puedes considerarme chiquito fiera.

Embisto su coño aún con la ropa puesta.

er
Astrid: Ah…

Mira mi entrepierna y nota el bulto de mi polla erecta y la acomodo para que la punta no se
Si
presione, se marca perfectamente todo el contorno haciendo que abra grande los ojos.

Astrid: Esa cosa no es normal.

Joss: Como la dueña.


ce

Astrid: ¿No eres normal?

Después soy yo el estúpido.


ni

Joss: ¿Me consideras mujer? —ruedo mis ojos— Fiera, tu eres la dueña.

Astrid: Aguarda ¿Estas diciendo que no soy normal? —sonríe— tienes toda la razón no lo
Ja

soy.

La pendeja agarra mi polla por sobre la ropa y la aprieta antes de darme un corto beso.

Respira, respira.

Astrid: Vamos chiquito, nos estarán esperando, en especial los niños.

Joss: ¿Habrán juntado apuestas por lo que iba a decirte?

Astrid: Axel lo dudo, pero Audrey, esa niña adora estafar a la gente.

Joss: Esto no es una estafa.


Astrid: Lo es si ella y su hermano intentaron hacer que ellos piensen que estabas muy
asustado como para decirme que no querías verme nunca más.

Sigo sin entender cómo hace para saber todo lo que harán esos niños, nunca se que
esperar con ellos.

Salimos de la habitación luego de que haya vuelto a acomodar mi polla, pero esta vez para
que no se note, llegamos a la sala donde todos estaban esperandonos, algunos no tienen
buen rostro al mirarme.

Blaz: ¿Por qué no se está yendo llorando?

Ladeó mi cabeza mirándolo.

ra
Joss: ¿Por qué haría eso?

Edel: ¿No estabas tan asustado de Astrid qué le dirías que no la quieres cerca nunca más?

er
Joss: ¿Quién dijo eso?

Conrad: Los niños.


Si
La fiera sonríe a mi lado al igual que Adler lo hace sentado al lado de ellos.

Joss: a ver si entiendo, dos niños de cinco años los convencieron de que le tenía miedo a la
fiera y que le diría que no la quiero nunca más cerca, ¿Es así?
ce

Dominik: Sí.

Tengo que recordarme pedir el contexto de por qué mierda están los directores y sus
hermanos aquí.
ni

Joss: ¿Y si fuera el caso por qué la llevaría a solas? Si tengo miedo no lo haría porque
consideraría que vaya a matarme.
Ja

Astrid: A veces si me dan ganas.

Oh, sí, lo sé se nota en su mirada cuando la canso hablando de mis libros.

Baldrich: ¿Entonces qué pasó?

Joss: Nada —fruncí el ceño sin entender por qué les importaba a ellos— ahora es mi novia.

Frederick: Nos estafaste niña, dijiste que él lloraría del miedo.

Audrey: En mi mente llora de miedo.

Axel: Me debes papá.


Astrid: ¿También te estafaron?

Adler: No, nosotros apostamos hace unos días a que terminarías siendo su novia, pero
aposté que tardarías mucho más en ver tu interior.

Joss: Wow, ¿¡Cómo pudieron apostar sobre mi caquitas!?

Corro hacia ellos cuando intentas escapar, pisó el sofá y salto el respaldo para ir hacia atrás
y seguir corriendolos hasta que los atrapó y los tiró en el sofá haciéndoles cosquillas.

CAPITULO 17

ra
Astrid, 15 años…

💀🤬<<{Bertram}>>🤬💀

er
Entró en mi casa después de una larga noche en el bar, todo está oscuro así que me voy a
la habitación.

En el pasillo escuchó otra vez los insufribles y fuertes sollozos de mi hija, abro primero la
Si
puerta de mi habitación viendo que mi mujer duerme, abro la de mi hijo que está igual y
luego me meto a la de mi hija.

Se encuentra tapada con las sábanas hasta la cabeza, llorando.


ce

¡Estoy cansado de esto!

Cierro la puerta y le pongo llave antes de acercarme a mi hija y sacarle la sábana de


encima.
ni

Astrid: Papá…

Bertram: ¡No te cansas de llorar por ese niñato, yo te voy a enseñar lo que es un hombre de
Ja

verdad!

Me tiró sobre ella presionandola con mi cuerpo, pongo la almohada sobre su cabeza
apretando con fuerza mientras saco mi polla de mi pantalón.

Bertram: Esto es lo que un verdadero hombre hace.

Corro su braga a un costado y me meto profundamente en su estrelcho y virginal coño.

Aprieto con más fuerza la almohada cuando patalea y grita.

La penetró con fuerza una y otra vez disfrutando de su coño como un buen hombre haría.

Bertram: Oh… eso es… aprende… esto es lo que un buen hombre hace…
Entró y salgo de ella mientras me inclino a morder su cuello.

Bertram: Ah… sí…

Dios, esto es tan bueno.

Salgo de ella con mi polla cubierta en sangre, no me importa con ella disfruto más.

Sacó la almohada de su rostro viendo lágrimas, meto en su boca unas medias que había a
un lado de la cama, la doy vuelta y levantó su trasero para que quede en pompa mientras
mientras agarró sus manos en la espalda antes de volver a meterme en su coño.

ra
Dios... sí…

Con mi otra mano aprieto sus nalgas mientras la sigo penetrando una y otra vez con fuerza.

er
Bertram: Oh… sí… sí…

Suelto sus manos que caen a sus lados y agarró con fuerza su cabello jalando la hacia mi
para que su torso se levante, con mi otra mano agarró su cadera y la penetro con mucha
Si
fuerza y rapidez sintiendo mi orgasmo aproximarse.

Bertram: Ah… exprime sí…

Mi blanquecino y caliente semen termina en su interior y su torso cae cuando suelto su


ce

cabello, sacudiéndose en sollozos fuertes y silenciosos.

Bertram: Eso te enseñará a estar en silencio y dejar de llorar por niñatos.

Vuelvo a penetrarla queriendo más, mucho más, su cuerpo dejó de luchar contra mí y mi
ni

semen hace mucho más fácil la tarea de entrar y salir de su coño.

Agarró sus caderas con fuerza empujando una y otra vez mi polla en su interior, tan
Ja

profundamente que me siento en el cielo.

Debí hacer esto hace mucho tiempo.

Bertram: Esto… es tu culpa… te pusiste muy linda últimamente…

Embisto sin parar cerrando mis ojos ante el placer de follarla.

Joder… ¿Por qué su madre no tiene un coño tan delicioso?

Bertram: Ah… dios santo… que puta delicia eres…

El coño de mi hija es mejor que el de su madre y que el de las mujeres con las que engañó
a su madre.
Adler: Astrid, ¿Estás dormida?

Golpea la puerta y yo sigo embistiendo porque mi pesada carga está a punto de salir.

Adler: Astrid…

Embisto una última vez volviendo a vaciarme en su interior, escucho el picaporte girándose
sin poder abrirse por la llave.

Astrid: ¡Adler, nube!

Se saca la media de la boca y grita desgarrandose las cuerdas vocales, tapó su cabeza con

ra
la almohada otra vez escuchando la puerta ser golpeada con fuerza.

Una patada, dos, tres, llegan a la puerta antes de que se abra y por ella entre mi hijo
viéndome aún dentro de su hermana mientras tapaba su cabeza con la almohada.

er
Me saca con fuerza de encima de Astrid y me tira al suelo golpeándome una y otra vez sin
parar.
Si
Ya no puedo abrir un ojo y el sabor metálico inunda mi boca, pero él sigue golpeándome.

Aide: ¿¡Qué es esto!? ¡Mi niña!

Los golpes siguen llegando a mi rostro sin parar, cada vez con más fuerza, tanta que mi
ce

cabeza rebota en el suelo con cada golpe.

Aide: ¡Adler para! ¡Vamos al hospital!

Astrid: ¡No! ¡No! ¡No quiero! ¡No quiero que me toquen!


ni

Mi hijo salió de encima de mí cuando todavía estoy un poco consciente, siento el dolor en
todo mi rostro y no puedo levantarme porque la cabeza me pesa y da vueltas.
Ja

Adler: Ven conmigo nena, ven, no te pasará nunca más nada, te lo prometo.

❓<<{Desconocido}>>❓
Actualidad en alguna parte del mundo…

Miro la foto que llegó a mi teléfono del investigador que mande por mi Regina (reina).

Lo llamo cuando lo que veo no me gusta.

📱Yo: ¿¡Qué diablos significa esto!?


📱Investigador: La señorita tiene dos hijos con su hermano señor, eso es lo que muestra la
foto.

Cuelgo y tiró mi teléfono contra la pared rompiéndolo.

¡Ella es mía! ¡Mía y de nadie más!

Volví por ti Regina (reina), volví a reclamar lo que me pertenece.

CAPITULO 18
Actualidad…

ra
💦<<{Adler}>>💦
Sabía que eso sucedería, llevó asimilando eso un buen tiempo por eso mismo no me

er
genera nada negativo, por eso mismo acepté hacer el trío con Blaz.

He de admitir que es una de las maravillas del mundo.


Si
Estoy tranquilo con todo esto, ahora estoy viendo como mi nena observa atentamente cada
cosquilla que le hace Joss a los niños mientras tiene las manos en la espalda donde
apostaría que está retorciendo sus dedos.

No es algo que se quite fácilmente.


ce

Edel: ¿Tú novio? No, ¿Cómo? ¿Qué?

Blaz: ¿No te molesta eso?


ni

Adler: No, siempre lo supe, mi nena está hecha para que varios hombres la consientan.

En el fondo, todavía es una niña.


Ja

Blaz: ¿Puedo ser tu novio también?

Isaak: Primero te mueres.

Edel: Si él lo hace yo también.

Manfrid: Haber, haber, aquí no hay condicionantes, serán lo que ella permita que sean.

Me alegra saber que empieza a aceptar al esposo de nuestra madre, ella merece ser feliz al
igual que Astrid, en verdad me alegra, en especial porque ella aunque no lo diga, necesita
una figura paterna en la que pueda confiar.
Y ya di vuelta todo el expediente de este hombre, no tiene nada malo, aunque si raro,
todavía no descubro de dónde sacó toda su enorme fortuna.

Astrid: Eso, lo que él dijo.

Johan: Si no nos dejas hablarte o acercarnos a ti ¿como se supone que podemos hacer
algo para que aceptes que seamos tus novios?

Markus: Déjanos acercarnos sólo un poco.

Conrad: Y háblanos porque personalmente me gusta que lo hagan.

Joss: Oh, pero a ella no, ¿Has intentado hablar con ella cuando está con auriculares?

ra
Dominik: Yo sí.

Miro a mi hermana acusadoramente.

er
Adler: Dijiste que no lo habías vuelto a hacer nena, no está bien ignorar a todos.

Dominik: ¿Cómo? ¿Ignorar?


Si
Aide: A ella no le gusta que le hablen o se le acerquen así que se pone los auriculares para
que no lo hagan, si le hablas te escucha porque siempre están en silencio, pero finge no
escucharte para que sigan de largo.
ce

Frederick: Yo soy silencioso, no hablo, no me acerco mucho si no quieres, pero déjame


estar cerca de ti donde pueda olerte.

Sí me dan un poco de pena la verdad, ellos en realidad intentaron acercarse a ella, pero la
asustaron haciendo movimientos muy bruscos.
ni

Entiendo que no saben lo que pasó, pero acorralarla para darle un beso en la mejilla y
susurrarle al oído no la iba a dejar abrirse a ellos.
Ja

Blaz: Yo hablo, pero nos entendemos loca.

Manfrid: ¿De que se entienden ustedes?

Axel: Son novios, Audrey los vio salir juntos de la habitación.

La mirada de mi nena mata a su hijo, nunca lo haría, pero eso no evita que lo mire mal.

Blaz: Tuvimos una noche de borrachera.

Aide: ¿Hiciste eso? —los brillantes ojos de mi madre penetran con fuerza los de mi
hermana quién termina asintiendo con su cabeza— Nunca… es…
Joss: ¡Hay que festejarlo fiera tu primera borrachera!

Adler: ¿El "hay que festejarlo" significa una segunda borrachera? Porque en ese caso,
pongan a otro como padre responsable no saben las cosas que hablan estos dos necesito
esos tragos.

No estaré otra vez cuidando niños aunque haya terminado muy bien esa noche.

Baldric: ¿Fue tu primera borrachera?

Astrid: Sí.

Blaz: Loca, ¿podemos hablar solo tú y yo?

ra
Hans: No.

Edel: Ni en tus sueños.

er
Astrid: ¿Con qué derecho deciden ustedes?

Isaak: Eres nuestra.


Si
Ella suelta una risa fuerte mientras pasea su mirada entre todos los hermanos y los señala
como esperando que desmientan lo que dijo.

Astrid: No jodan —se ríe todavía más fuerte— yo soy mía, luego de mis hijos y recién
ce

después de ellos dos.

Johan: Te equivocas, eres nuestra, te darás cuenta una vez que dejes de ignorarnos.

Astrid: No me hagan reír, vamos desquiciado hablemos.


ni

Se va junto a Blaz hacia la cocina, desde aquí podemos verla sentarse en la mesada y a él
colocarse entre sus piernas con sus manos en sus caderas mientras ella le sonríe.
Ja

Me gusta eso, me gusta que sonría.

Edel y Hans se ponen de pie dispuestos a ir hacia allí.

Adler: Quietos ahí o les pongo una bala en la cabeza.

Hans: No nos asustas.

Adler: Deberían de asustarse, no saben de lo que soy capaz por ver esa sonrisa en el rostro
de Astrid.

Edel: Es nuestra.
Adler: No, no lo es.

Joss: ¿Puedo decirles algo sin que me echen de la universidad?

Johan: Habla.

Joss: No la presionen, no le gusta sentirse así, huye cuando algo la acorrala y dejen de
seguirla a todos lados, ni crean que no nota que la siguen por los pasillos de la universidad.

Adler: Estúpidos, por eso no les habla, la ponen en estado de alerta.

Manfrid: ¿Tan imbéciles me salieron?

ra
Aide: Niños, no quiero ofenderlos, pero dejen de seguir a mi hija, si ella entra en modo
alerta su cuerpo empieza a degradarse poco a poco por la falta de sueño y comida.

Adler: ¿hace cuánto lo hacen?

er
Markus: Un buen tiempo.

Adler: Hijos de puta, por su culpa no duerme, pensé que era por él.
Si
Señaló a su padre.

Conrad: ¿Y porque por él? ¿qué le hizo?


ce

Adler: Nada.

Manfrid: Pero tiene una razón para ser así y a ustedes no les importa.

Todos llevamos nuestra mirada hacia la cocina cuando la risa de Astrid se escucha tan
ni

fuerte y feliz.

Música para mis oídos.


Ja

Edel: ¿No eres el novio ahora? ¿no harás nada viendo eso?

Joss: No, yo quiero una pareja como la de mis libros, poliamorosa con una buena cantidad
de hombres para mi mujer.

Frederick: Eres raro.

Audrey: Es novio de mi mamá eso no es para personas normales.

Adler: Pequeña, no digas eso, tu mamá es un poco…

Joss: Agresiva.
Axel: Loca.

Aide: Gruñona.

Edel: Asesina.

Adler: ¿Algo más? Así no hay como darle el regalo a la niña.

Audrey: Ser anormal no es malo papi, tu lo eres.

Adler: Pequeña pendeja.

Audrey: ¿Ahora te enojas? Mami no lo hace.

ra
Adler: Porque ella ya admitió ser anormal yo sigo asimilandolo.

Aide: Hijo, llevas 21 años asimilando eso.

er
Adler: Tengo 21 mamá.

Aide: Exacto.
Si
Adler: Vaya madre la que nos tocó a mi hermana y a mí.

Niego con mi cabeza mientras todos incluso los niños se ríen de mí.
ce

CAPITULO 19
😈<<{Astrid}>>😈
Me siento en la mesada abriendo mis piernas para que Blaz se ubique entre medio.
ni

Astrid: Dime desquiciado, ¿Para qué soy buena?


Ja

Blaz: Para follar, para matar, pero no fue por eso que te llame.

Me río con fuerza, es un pendejo.

Astrid: ¿Qué me quieres decir?

Blaz: Sé mi novia.

Astrid: Desquiciado e…

Blaz: No digas nada aún, escúchame primero —asiento con la cabeza— antes de conocerte
a ti y a tus hijos nunca me habría importado morir, pero loca, viéndote a ti de la mano de los
niños, viendo a Adler de la misma forma, viendo como se apoyan unos a otros, quiero eso,
nunca lo había querido, estaba tranquilo con mi vida hasta que llegaste…
<<Cuando llegaste entendí que solo estaba conformandome con lo que tenía, no buscaba
mi felicidad porque temía nunca poder encontrarla, pero siento que pueden ser ustedes, así
que sé mi novia por favor.>>

Astrid: ¿Terminaste? —asiente con su cabeza y yo me río tomándolo desprevenido—


desquiciado, iba a decir que sí.

Blaz: ¿Y me dejaste soltar todo ese vómito verbal? Eres mala.

No puedo dejar de reírme con este hombre.

Astrid: Fueron muy lindas tus palabras, casi tanto como tú.

ra
Se asombra por lo que digo, ¿Nunca le dijeron lindo? Gente ciega.

Blaz: ¿Me piropeaste?

er
Astrid: No… sólo te dije la verdad, eres lindo.

Blaz: ¡Me piropeaste!


Si
Parpadeo varias veces intentando comprender por qué se emociona tanto con que le haya
dicho lindo, es lo que es.

Astrid: No comprendo, ¿Por qué te emociona que te diga lindo?


ce

Blaz: Pareces un puto cubo de hielo, me asombra que sepas decir algo lindo.

Astrid: ¡Oye! Tengo mis motivos para ser así y sí, sé decir cosas lindas, cómo que tu rostro
me parece lindo, tus ojos verdes me fascinan por qué tienen un brillo especial, tu torso me
ni

enloquece y tu polla me hace perder el raciocinio.

Blaz: Loca… empezaste tan bien, pero lo pervertida te ganó.


Ja

Nos reímos juntos a fuertes carcajadas, disfruto de esta atmósfera tranquila, buena y feliz
que nos está rodeando.

De pronto me mira totalmente serio, el brillo de sus ojos se apaga mientras se oscurecen.

Blaz: ¿Quién fue?

Ladeó mi cabeza mirándolo interrogante, no se de que me habla, ¿Quién fue que?

Astrid: ¿He?

Blaz: ¿Quién fue la persona que te lastimó?


Frunzo el ceño y miró la pared a mi derecha, ¿De qué forma? Hay muchas formas de
lastimar a una persona.

Su mano toma mi mentón y me hace devolver mis ojos a los suyos, siento la intensidad de
su mirada penetrar las barreras en mi interior como si estuvieran hechas de arena y no de
un fuerte concreto.

Astrid: El donador de esperma de mi madre, mi papá.

Su mano tiembla en mi mentón mientras traga saliva audiblemente.

Blaz: ¿Él es el padre…

ra
Astrid: No —gruño enojada— el papá es Adler.

Blaz: ¿Biológicamente? —bajo la mirada a sus labios intentando distraerlo cuando no quiero
mentirle— no lo es.

er
Me abraza con fuerza y yo le devuelvo el abrazo sintiendo mucha calma en sus brazos.

Blaz: Pasaste por mucho mi loca, me aseguraré de que nada más te pase.
Si
Se separa de mí y pone ambas manos en mis mejillas dejando leves caricias con sus
pulgares.

Astrid: Tu y todos ellos tienen un secreto también, no creas que no lo noté.


ce

Blaz: ¿Me das tres días para encontrar la mejor forma posible de decirte todo?

Astrid: ¿Me afectará o a mis hijos?


ni

Blaz: Es posible, no voy a mentirte loca, es posible que estar conmigo o con algunos de
ellos sea peligroso.
Ja

Astrid: ¿Más que ser hécate?

Blaz: Carajo había olvidado eso, que puto shock, pero volviendo a lo otro, a hécate no le
conocen el rostro a ti si sales conmigo te lo conocerán y eso sería lo que los ponga en
peligro.

Eso parece poner una barrera entre nosotros para él porque se aleja un poco.

Astrid: Para aceptar eso tienes que prometerme algo.

Blaz: Lo que sea.

Astrid: Qué protegeras a mis hijos, incluso a costa de mi vida o la de cualquiera.


Blaz: ¿Cómo me puedes pedir eso?

Astrid: Sí a ellos les pasa algo mi mundo entero se moriría, me quieres viva, protegelos
primero a ellos, yo me sé cuidar.

Blaz: ¿Y como se que darás todo de ti si algo pasa?

Astrid: Por qué yo nunca abandonaría a las personas que me importan.

Blaz: ¿Sellamos el trato con una follada?

La sonrisa descarada que me da me hace reír, este pendejo.

ra
Astrid: Hasta la pregunta ofende.

Blaz: Volvamos allí loca, siento varias balas a punto de impactar con mi cabeza.

er
Miro hacia la sala y todos absolutamente todos nos están mirando.

Astrid: Tan errado no estás, ¿Me llevas?


Si
Le pido con una sonrisa inocente y él me toma de las nalgas cuando envuelvo mis piernas
en sus caderas, me baja de la mesada y camina conmigo hasta pararnos frente a todos.

Edel: ¿Es necesario que estén de esa forma?


ce

Aide: Se ven lindos juntos niños.

Blaz: ¿Verdad que sí?

Hans: Yo quiero.
ni

Baldric: Todos queremos.


Ja

Johan: ¿Podemos invitarte a salir?

Astrid: ¿Dejarán de perseguirme?

Conrad: ¿Si nos notaste?

Astrid: No son tan silenciosos y chiquitos que digamos.

Toda asienten, les creo por alguna estúpida razón.

Astrid: Bien, me gustan los helados.

Frederick: ¿Una cita?


Asiento con mi cabeza y ellos sonríen.

Astrid: ¿Me acompañas?

Le conviene decir que si o todo el avance que tuvimos se irá a la verga.

Manfrid: Hasta el fin del mundo si lo necesitas.

Astrid: Créeme el que lo necesita más eres tú.

CAPITULO 20
🫣<<{Manfrid}>>🫣

ra
La invitación de la pequeña guerrera me asombró y asustó al mismo tiempo.

Me asombra que me quiera con ella a solas y me asusta, porque una de las opciones es

er
que me quiera matar.

Ahora está parada de pie frente al sofá de la sala en el que estoy sentado mientras bebo un
trago con mi hijo Hans.
Si
Se cruza de brazos mientras me mira impaciente y mira constantemente el reloj en su
muñeca, reloj que le dio su madre, pero lo que no sabe es que yo se lo di.

Tiene un rastreador, después de que Aide me contará todo lo que la pequeña guerrera vivió
ce

no pude evitar sentir que de alguna forma debía cuidarla, aunque no me quiera cerca
siempre tengo gente cuidándola por las sombras.

No me necesita, al parecer asustó a mis hombres lo suficiente como para tener que
cambiarlos cada una semana.
ni

Manfrid: ¿Elegiste bien la medida del pozo?


Ja

Intentó bromear para cortar un poco la tensión que siente su cuerpo.

Astrid: Hasta crees que necesitarás pozo, ¡Ja!

Hans: ¿Qué harás con el cuerpo si no lo metes en un pozo?

Astrid: Cerdos o ácido, te doy a elegir antes de matarte, aunque también puedo prenderle
fuego, pero lleva mucho tiempo.

Manfrid: ¿Si me matarás?

Ella bufa y rueda los ojos.


Astrid: ¿Te pediría permiso para eso? Ambos sabemos que tus hombres te cuentan lo que
hago, no me veas cara de estúpida porque de eso no tengo un pelo.

Me pongo de pie, no le pediré disculpas por tener hombres cuidándola y tampoco lo negaré,
no es necesario si ya los vio.

Manfrid: ¿En que nos vamos?

Astrid: En tu carro.

Asiento con mi cabeza.

Manfrid: Déjame buscar las llaves.

ra
Astrid: No es necesario, le corté los cables.

Hago una mueca, esta niña me matará.

er
Hans: ¿Puedo ir?

Estoy a punto de decirle que no, pero la voz de la pequeña guerrera me frena.
Si
Astrid: Qué suerte que tengo dos barriles de ácido —le sonríe a mi hijo haciendo que a él le
brillen intensamente los ojos— vamos baboso.

Salimos de la casa y nos montamos en el carro, claramente la pequeña guerrera va de


ce

piloto, arranca a toda velocidad dando giros y arando las llantas haciendo que
inconscientemente me agarre del asiento debajo de mí.

Llegamos hacia una enorme casa y estacionamos frente a ella, la pequeña guerrera suelta
los cables para que el carro se apagué mientras miro la casa.
ni

Dos pisos, todas las luces apagadas salvo una que deduzco es la cocina al ver a un hombre
con un delantal por la ventana.
Ja

Hans: ¿Qué es este lugar?

Astrid: Ancel Braun, 36 años, soltero y sin hijos, padre anciano con Alzheimer internado.

Me pasa toda la información del hombre.

Manfrid: ¿Qué quieres con él?

Astrid: Compartimos una persona especial, él tiene lo que mi madre necesita, depende de ti
si se lo sacamos o no.

Miró al hombre que lleva el corazón que mi mujer necesita…


Para eso me pidió que la acompañe, me está dando la opción de salvar a su madre, quiere
saber si la salvó o la dejó morir por salvar a una persona que no tiene ninguna importancia
para mí.

Manfrid: La respuesta es obvia pequeña guerrera.

Él hombre ya está muerto.

Astrid: Y sin embargo quiero escucharla, primero debes saber que ese hombre es una
persona muy buena, dona gran parte de su sueldo, ayuda a las personas de las calles, pasa
sus fines de semana ayudando en albergues, es bueno, pero es él único con el corazón que
mi madre necesita.

ra
Manfrid: Ya está muerto.

Astrid: Es bueno escuchar eso, toma.

er
Me da un par de guantes y otro a Hans, un arma, ¿Una carta?, y un carnet de donante de
órganos.

Astrid: No lo golpees, no lo ahorques, solo coloca el arma en su boca y aprieta el gatillo con
Si
su dedo y mañana mi madre estará lista para el trasplante.

Asiento con la cabeza mientras me pongo los guantes, se mira en el espejito acomodando
su cabello antes de mirarme.
ce

Astrid: ¿Listo?

Manfrid: ¿Y tú a qué bajarás?

Astrid: A mí me abrirá la puerta, por qué te menti, no es buena persona, en realidad es una
ni

horrorosa persona que paga prostitutas y las golpea, pero quería saber qué harías si fuera
buena persona.
Ja

<<No te ofendas, pero si elegías salvarlo no le sirves a mi madre, para ella no quiero un
héroe sino un villano que mate por su bien.>>

Claramente no sabe los cadáveres que cargo en mis hombros, pero no es una charla para
este día.

Salgo del carro al igual que mi hijo cuando ella se baja, ahora entiendo por qué lleva ese
vestido y esas botas altas.

Los largos guantes deben ser para las huellas y que pasen desapercibidos por el hombre.

Astrid: Las cámaras llevan sin funcionar dos días, pero tenemos un margen de veinte
minutos antes de que la prostituta que contrató llegue.
Vamos hacia la puerta y nos hace una seña para que nos pongamos al costado para que
cuando abran la puerta no nos vean.

Hans: Esto no me gusta, ¿porque tiene que verla así?

Ella da varias respiraciones antes de colocar una seductora sonrisa y golpear, la puerta se
abre momentos después dejando ver un hombre bastante grande de cabello negro.

Ancel: Llegas temprano.

Astrid: Hoy me siento muy necesitada y decidí regalarte media hora más.

Dice con voz melosa antes de proceder a morderse el labio inferior y jugar con su cabello

ra
seductoramente mientras sus ojos no se despegan de los de él.

La mirada del hombre pasea por el cuerpo de Astrid con ojos lascivos haciéndome apretar
la mandíbula.

er
Hans: Lo mataré.

Ancel: ¿Qué fue eso?


Si
Nos cubro a los dos para que no nos vea cuando pasea su mirada por todos lados.

Astrid: Ay, no sé, pero me dió miedo ¿No me dejaras entrar?


ce

Mira con expresión temerosa hacia todos lados, pasa su vista de nosotros como si no
estuviéramos aquí.

CAPITULO 21
🫣<<{Manfrid}>>🫣
ni

El hombre agarra su nalga y pone su rostro en el cuello de ella, no pierdo de vista la mueca
Ja

de asco que hace, menos las arcadas, pero se obliga a sonreír cuando el hombre se separa
de su cuello y entran.

Hans: Quiero su mano.

Manfrid: No arruinaras el plan de Astrid.

Hans: ¡Su plan hizo que ese hombre le tocará el trasero!

Me grita entre susurró mientras salimos del costado y vemos que la puerta quedó abierta,
entramos escuchando música sensual en la sala y nos dirigimos hacia allí.

Encontramos al hombre sentado en el sofa sus brazos estirados en el respaldo y sus


piernas abiertas disfrutando de pasar su mirada por las piernas de la pequeña guerrera.
Ancel: Sacate la ropa y montame.

No lo hace, claramente.

Ancel: He dicho que te saques la ropa y me montes la polla puta.

El hombre se pone de pie enojado y levanta su mano dispuesto a golpearla.

Manfrid: Oh no, no hagas eso o no podré tener tu corazón.

Ancel: ¿¡Quiénes son ustedes!?

ra
Astrid: Mi madre no querrá que le lleve un corazón de alguien que haya matado, pero no
hará preguntas si el corazón llega a ella legalmente y técnicamente yo no lo mataré
tampoco.

er
Se mueve de enfrente del hombre y antes de que él pueda agarrarla o empezar a los
grupos, agarró su mano y tapó su boca.

Astrid: Sientenlo en el sofá.


Si
Lo hacemos, lo sentamos a la fuerza entre mi hijo y yo mientras ella nos mira.

Hago que Hans tape su boca y sostenga su mano izquierda mientras agarró el arma y se la
pongo en la mano derecha llevando el cañón hacia la boca, hago a mi hijo que saque la
ce

mano y cuando abre la boca para gritar meto el arma.

Astrid: Es zurdo, cambia la mano y no apuntes a su cerebro, necesitamos que lo pongan en


soporte vital.
ni

Hago lo que me dice sin sacar el arma de la boca del hombre pongo el dedo índice de la
mano izquierda en el gatillo y lo miro.
Ja

Astrid: Cuenten hasta tres, cuando dispares saquen rápido sus manos para que el cuerpo
caiga solo en la posición correcta.

Asiento con la cabeza y miró a mi hijo.

Manfrid: Uno… dos… ¡Tres!

Aprieto el gatillo al mismo tiempo que mi hijo saca sus manos y cuando siento la bala salir
del arma saco mis manos.

El brazo del hombre cae con el arma en la mano.

Astrid: Bien.
Pone la carta en la mesa antes de tocar los bolsillos del muerto y sacar la billetera, pone el
carnet de donante y vuelve a ponerla donde estaba.

Está hecho tal y como ella lo pidió.

🌡️<<{Hans}>>🌡️
Astrid mira el cuerpo del hombre sin emociones mientras tiene el teléfono en su oreja.

📱Astrid: ¿¡hola!? ¿Policía? ¡Acabó de escuchar un disparo, la dirección es Steinfurter Str.


34, 16244 Schorfheide, por favor vengan rápido! No, no, yo soy la vecina, mjm Margareth.

Habla un poco más antes de cortar y hacer una seña para que nos vayamos cuando

ra
escuchamos la sirena de la ambulancia y la policía a lo lejos.

Enciende el carro cuando subimos y da una vuelta manzana, para cuando volvemos a llegar
a la casa sacan al hombre en una camilla con tubos en su boca mientras lo conectan a algo,

er
la policía acordona la casa como zona de investigación y arranca otra vez a toda velocidad
hacia la casa.

Maneja a toda velocidad mientras saca una de sus manos y la pone con su celular en la
Si
oreja.

¡Esta loca nos matará!

Mi padre la mira con miedo mientras ella espera que la atiendan, hace un perfecto giro
ce

haciéndome apretar la mandíbula del cagazo.

📱Astrid: Está todo como se indicó, ajá, libera todo para mañana mismo, me vale mierda lo
que quieras, mañana me lo declaras muerto y más tardar en la tarde quiero el trasplante,
¿Necesitas otra foto de tu mujer? Se ve tan linda mientras duerme, que me dan ganas de
ni

dejarla dormir por siempre, quizás esta vez no me contenga —sonríe— eso creí.

Corta y me tira el teléfono antes de poner un cambio y subir la velocidad.


Ja

Astrid: Entra al chat de Bombón y mándale que está todo hecho.

Entró a los mensajes viendo los chats de los últimos días, "Chiquito", "Bombón", "Mamá",
"Roderick" mandó lo que me dijo, pero entró a un chat que me llamó mucho la atención.

"Muerto"

…: Tienes esta semana para conseguir el dinero o le haremos una linda visita a esta niña.

Hay adjunta una foto de Audrey en la salida de universidad de la mano de Astrid.

📲Roderick: Mañana tiene un privado.


Astrid: ¿Quién es?

Pregunta cuando el celular suena en mis manos por la llegada de ese mensaje.

Hans: Rode…

Astrid: No lo mires.

Hans: ¿Por qué?

Astrid: Primero, por qué es mi privacidad, segundo, por qué es lo que yo digo, tercero, por
qué hay nudes dentro de ese chat.

ra
Hans: Si me dices eso lo abro con más ganas.

Astrid: Nudes del titular del chat no míos, pervertido.

er
Hans: Qué asco.

Manfrid: ¿Por qué dejas que te manden eso?


Si
Astrid: Tiene una polla que se vende bien en internet.

Manfrid: ¿Estás vendiendo nudes sin permiso?

Astrid: Yo no pedí las nudes y cómo siguió enviándomelas después de que claramente le
ce

dije que no me interesa y que es un asco, las empecé a vender, ganó bastante con eso.

Hans: ¿Osea que te acosan sexualmente por teléfono y tú respondes vendiendo las fotos
con las que te acosan?
ni

Astrid: Sí.

Hans: Buena jugada.


Ja

Astrid: Todavía no se enteró, pero cuando lo haga apuesto a que dejara de enviar nudes a
gente que le dice que no las quiere.

Tengo que recordarme decirle a los chicos que Roderick le manda fotos de su polla a
nuestra mujer y que le sigue aceptando privados con otras personas.

CAPITULO 22
😈<<{Astrid}>>😈
Cuando llegó a la casa me voy directamente a mi habitación olvidando mi teléfono en
manos de Hans quien se fue furioso con sus hermanos.
No tengo idea qué le pasó, quizás mañana cuando le pida mi teléfono le pregunté.

Hago memoria para recordar si había algo en mi teléfono por lo que tenga que ir a buscarlo
ahora mismo, no creo, los mensajes de los privados de Roderick los borré solo quedan los
asquerosos nudes.

El chat del muerto lo borré también, creo, solo tengo los chats de mi bombón, mi chiquito y
mi madre, así que no, puedo ir a buscarlo mañana.

Entró a mi habitación encontrando a tres borrachos en mi cama hablando y cantando muy


animados.

Joss: ¡fiera! ¡Estamos festejando tu primera borrachera!

ra
Entro y cierro la puerta detrás de mi espalda con una sonrisa en el rostro.

Astrid: ¿Festejan algo mío sin mi?

er
Adler: Sí, porque somos los mejores novios y estamos felices de nuestra mujer.

Se termina riendo de lo que dijo y sin entender los otros dos también lo hacen y así se da el
Si
descaro de decirme niña cuando estoy borracha.

Salgo de la habitación y entro a la de mis hijos viéndolos dormir plácidamente, salgo


cerrando con cuidado y me vuelvo a mi habitación, los tres individuos se siguen riendo en la
cama contándose chistes que no deben entender en su estado de embriaguez, pero que les
ce

causa gracia igual.

Cierro con seguro la puerta y camino hacia ellos.

Astrid: ¿De qué se ríen?


ni

Joss: De tí.
Ja

Astrid: ¿De mi?

Les pregunto entre risas viendo sus rostros risueños mientras me saco la ropa.

Blaz: Le estábamos contando cuando me despertaste con el cuchillo, ¿¡Puedes creer que
me quería matar después de darle un muy buen orgasmo!?

Adler: Gritó como una nena cuando Astrid lo apuñaló, pero el corte nunca llegó porque son
cuchillos de utilería.

Se ríen haciendo que las lágrimas caigan de sus ojos.

Joss: ¿Y apostó por qué yo lloraría? —se ríe mientras señala a Blaz— llorón.
Astrid: ¿Nada más se acuerdan de ese día?

Adler: Sí… Blaz es muy experimentado sexualmente…

Se queda recordando cosas mientras mira el techo.

Si serán imbéciles.

Astrid: Mirenme idiotas.

Los tres me miran y sus bocas se abren haciendo que su mandíbula casi llegué al suelo.

Blaz: Eso también lo recuerdo.

ra
Astrid: Se nota.

Digo entre risas mientras señaló su entrepierna donde se marca su enorme polla.

er
Blaz se acuesta en la cama luego de sacarse la ropa.

Blaz: Montame loca, envuelve mi polla con tu glorioso coño.


Si
No digo nada y sonrió mientras me monto sobre él y bajó lentamente por su polla viendo
cómo cierra con fuerza sus ojos antes de agarrar mis caderas.

Blaz: Ah… loca… Eres tan estrecha…


ce

Joss: Me meteré aquí fiera, quiero ver tus nalgas de un intenso color rojo.

Se mete en mi trasero lentamente, quisiera inclinarme hacia adelante, pero la polla de mi


hermano apuntando hacia mi rostro no lo permite, así que abro mi boca dejándolo entrar
ni

con fuerza.

Adler: Ah… nena…


Ja

Empiezan a embistirme con rapidez, coordinación y fuerza, siento a los tres salir de mi
interior y volver a entrar haciendo que pierda la cordura y gima con fuerza en la polla de mi
hermano.

Joss aprieta mis nalgas antes de que su tacto desaparezca y vuelva en forma de azote
fuerte que me hace gritar del placer que me produce el ardor.

Mi interior vibra cuando la electricidad me recorre por completo al sentir un intenso placer
que solo aumenta con la falta de aire en mis pulmones, los tirones en mis pezones y el
ardor de mis nalgas.

Joss: Oh… fiera si…


Adler: Joder nena…

Me siguen embistiendo tan jodidamente rico y fuerte que mis ojos se viran cuando mi
interior comienza a contraerse y ellos inician un vaivén furioso y descontrolado

Blaz: Joder… sí…

Me siguen embistiendo una y otra vez mientras tironean mis pezones y me azotan, un calor
intenso se instala en mi vientre tan intenso que grito antes de sentir un chorro salir de mi.

Joder…

Me embisten, azotan y tironean mis pezones hasta que con una última estocada siento el

ra
semen caliente de los generando una sensación extremadamente satisfactoria en mi interior
y un sabor salado tan rico que chupo con hambre.

Adler: Ah…

er
Joss: Joder fiera… tus nalgas quedaron tan hermosas, ¿Puedo sacarles una foto con mi
polla dentro?
Si
Asiento con la cabeza cuando mi hermano sale de mi boca y me acuesto sobre el pecho de
Blaz quien me abraza.

Blaz: Loca… nos sacaste la borrachera, ahora vamos a tener que seguir.
ce

Adler: Pasa la foto a nuestros teléfonos también.

Tengo los ojos cerrados, pero siento a los chicos moverse para sacar una buena toma de
mis nalgas y sonrio antes de recordar algo.
ni

Joss: Ya las pase tarado.

Astrid: Por favor dime qué al mío no.


Ja

Joss: Claro que sí fuera, para que tengas mi polla siempre a la vista.

Carajo.

¿¡Cómo les digo que yo no tengo mi teléfono!?

CAPITULO 23
🫦<<{Frederick}>>🫦
Mi hermano entra a la oficina dónde nos llamó a todos, furioso, echando humo por las
orejas, tira papeles que estaban sobre el escritorio mientras que camina de una esquina a la
otra tirando más cosas a su paso.
¿Qué le hizo Astrid?

Baldric: ¿Seguirás destruyendo todo o nos dirás qué pasa?

Conrad: ¿Algo le pasó a Astrid?

Hans: Aparte de que le tocaron el trasero y posaron una asquerosa lengua en su cuello, no,
nada le pasó.

Frederick: Creo que escuché mal, ¿Dijiste que le tocaron que y que posaron una lengua
dónde?

ra
Hans: Tocaron su trasero y pusieron una lengua en su cuello.

Gruñe mientras sigue tirando cosas.

er
Isaak: ¿Alguno de sus novios, no?

Hans: ¿¡estaría de esta forma si fuera alguno de ellos!? ¡no imbécil! Fue otro hombre.
Si
No podemos hacer nada si son sus novios, es inútil esperar que ellos no la toques, aparte
nuestro padre nos hizo aceptarlos o dejarla.

Claramente no la íbamos a dejar así que no tuvimos más opción que aceptarlos.
ce

Edel: ¿Quién? Vamos a matarlo.

Se pone de pie y agarra un arma.

Hans: ¿¡crees que no quiero!? No podemos imbécil, fue la prueba de nuestro padre, el
ni

hombre tiene el corazón para la madre de Astrid, si lo mataba no habría otro corazón, así
que ahora está internado en soporte vital esperando que mi mujer y mi padre lleven a Aide
mañana y le practiquen el trasplante.
Ja

Baldric: Entiendo… es decir que morirá, ¿Por qué tanto enojo entonces?

Hans: Roderick…

Frunzo el ceño ante la mención del dueño del club de strippers.

Johan: ¿Qué con él?

Conrad: ¿No cumplió el acuerdo verdad?

Todos nos levantamos a la espera de la respuesta de nuestro hermano.

Hans: ¿Nosotros pedimos un privado mañana?


Baldric: No.

Gruñe.

Dominik: ¿Cómo sabes que tiene un privado mañana?

Hans: Ne dió su teléfono para mandarle a Adler, le llegó un mensaje de Roderick avisándole
que mañana tenía un privado, cuando le dije me prohibió abrir el chat.

Markus: ¿Qué más? Tú cuerpo dice que hay más.

Sí la forma en que aprieta sus puños mientras mira la pared es un claro indicativo.

ra
Hans: Él la acosa sexualmente por teléfono mandándole muchas nudes.

Frederick: ¿Qué? ¡Está muerto!

er
Pongo el arma en mi espalda antes de agarrar el abrigo que tenía sobre el respaldo del sofá
en el que estaba sentado.
Si
Baldric: Necesito ver qué tanta tortura consigue, ¿Tienes pruebas?

Hans: Se olvidó de sacarme el celular.

Freno con la mano en el picaporte y miro sobre mi hombro, el teléfono de Astrid está en la
ce

mano de mi hermano.

Johan: Muéstranos.

Todos nos acercamos a ver el teléfono, abre la aplicación de mensajes ignorando la


ni

mayoría de los chats y abre el que dice Roderick.

Ignoramos los mensajes que ella le envía diciendo que deje de enviarle fotos o las venderá
Ja

y pasamos a las imágenes que el le envía.

Él de perfil frente a un espejo completamente desnudo, su polla erecta y su mano


envolviendola.

Un primer plano desde arriba donde muestra su polla mientras se masturba.

Otro primer plano desde abajo donde se ve también masturbándose, se ven sus huevos y
de fondo su rostro en placer.

Isaak: Está muy muerto.

Él teléfono vuelve a sonar y fruncimos el ceño al ver un mensaje de "chiquito".


Edel: ¿No está con ellos?

Conrad: ¿Se fue?

Hans: Quizás mandó un mensaje para que le devuelva el teléfono.

Abre el mensaje y no nos caímos de culo por qué ninguno quería dejar de ver el teléfono.

Una foto de ella, completamente desnuda con sus nalgas rojas, la polla de quién supongo
es Joss está en su trasero y de fondo la veo a ella y a mi primo.

Mi polla comienza a doler por la presión que ejerce contra el pantalón y la frotó por encima
de la ropa para que deje de doler.

ra
Edel: No jodas.

Johan: No debimos ver eso.

er
Conrad: Pero mierda que me gusto verla.

Mete su mano dentro de su pantalón mientras le roba el celular de la mano a Hans y se va a


Si
sentar al sofá antes de sacar su polla y empezar a masturbarse.

¿Está bien que hagamos esto?

Definitivamente no, pero eso no evita que algunos vayan y se sienten a su lado haciendo
ce

exactamente lo mismo mientras que el resto estamos cerca, de pie, con nuestros ojos en la
foto.

Sus nalgas perfectamente rojas por azotea son el incentivo necesario para que todos,
incluyéndome, saquemos nuestras pollas y empecemos a masturbarnos.
ni

Astrid: Oye Hans…


Ja

Nuestras manos no frenan aún viéndola de pie en la puerta, todo lo contrario, aumentan la
velocidad al ver que solo lleva una remera y sus pezones se marcan con fuerza contra la
tela.

Hans: ¿Perdón? No pude… evitarlo…

Cierra la puerta cuando sale del estupor, mi mano moviéndose frenéticamente hacia arriba y
abajo por mi polla cuando el movimiento de sus piernas deja ver el inicio de sus nalgas.

Frederick: Mmm… tus… nalgas se ven… jodidamente ricas… de rojo…

Muevo más rápido mi mano cuando ella nos sonríe mientras sube lentamente su remera
dejándonos ver su braga negra, se da la vuelta, sus nalgas aún de un color rojo me matan.
Se mueve sensualmente paseando sus manos por su cuerpo, se inclina un poco hacia
adelante y aumentó la velocidad de mi mano cuando sus manos abren sus nalgas y mueve
su braga mostrándonos su trasero y parte de su coño jugoso.

Johan: No jodas, Castaña…

Se da la vuelta y se sienta en el sofá individual que queda frente a nosotros, abre sus
piernas y sube su remera mostrándonos su entrepierna.

Mueve la braga mostrándonos completamente su coño, tan perfecto y rosado, tan


penetrable.

Sus dedos juegan con su clítoris mientras nos mira masturbandonos, se muerde el labio

ra
inferior para no gemir, pero el sonrojo sube por su pecho mientras su respiración se acelera
por el placer.

Mismo placer que yo siento mientras me masturbo viéndola e imaginando que es su mano.

er
Isaak: Más rápido baby.

Lo hace, sus dedos se mueven con más rapidez mientras de su otra mano mete dos dedos
Si
a su coño gimiendo.

Momentos después nosotros acabamos ante la imagen y ella lo hace tan potente que un
chorro sale disparado de su coño casi llegando hasta los pies de Conrad y los demás.
ce

Saca los dedos de su interior cuando los espasmos del orgasmo acabaron y se acerca a
Conrad, le saca el teléfono de su mano y le sonríe.

Astrid: Gran espectáculo.


ni

Le ofrece los dedos que estaban en su coño cubiertos de sus jugos y mi hermano saca su
lengua limpiandolos.
Ja

Cuando el termina pasa esos mismos dedos sobre el estómago de Hans con semen y
mientras lo mira intensamente a los ojos se los lleva a los ojos haciendo que ahogue un
ronco gemido por la perfecta imagen.

Astrid: Muy rico baboso, pero si querías la imagen deberías haberla pedido, no se revisan
los celulares ajenos.

Hans: Yo… pensé… que me mandaste para que te dé el celular por eso abrí el chat.

Astrid: Quizás te haga llegar la foto, nos vemos hermosos, me avisan por el helado.

Se va de la oficina dejándonos otra vez duros.

Baldric: Ésto no se bajará con mi mano.


Ni de chiste lo hará.

CAPITULO 24
Al otro día…

😈<<{Astrid}>>😈
Soy la primera en levantarme en toda la casa y la primera en irme, organice todo para que
hoy mismo le hagan el trasplante a mi madre, me saldrá caro, pero no me importa.

ra
Mi teléfono suena avisando de una llamada, que atiendo sin verificar quien es.

📱Roderick: Destiny, hoy tienes dos privados, son personas muy importantes y que te
dejarán mucho dinero.

er
Astrid: ¿Dos? ¿Porque dos?

📱Roderick: Por qué los pidieron, ¿Quieres que cancele uno?


Si
No puedo, no ahora que necesito el dinero más que nunca.

Astrid: ¿Qué tanto dinero me dejarán?

📱Roderick: No lo sé Destiny son mafiosos, tienen mucho dinero.


ce

Astrid: ¿Mafiosos? ¿Y hasta ahora se te ocurre decirme?

Estacionó a un costado de la carretera en el carro de Manfrid que me lleve sin permiso.


ni

📱Roderick: No te preocupes Destiny, a los del primer privado ya los conoces, el otro lo
pidió el líder de la mafia italiana, dió mucho dinero por verte bailar, ¿Debo recordarte de que
Ja

si me haces cancelar uno de esos privados tu me deberás a mi?

Astrid: ¿Debo recordarte que mató gente?

Debería estar agradecido de que no lo haya hecho hasta ahora por las nudes y solo fue por
qué necesito el dinero que los privados me generan.

📱Roderick: Nos vemos en la noche preciosa.


Me corta el muy hijo de la gran puta.

Llegó al hospital con el dinero que había ahorrado para la deuda, dispuesta a pagar la
operación.
Mujer: Disculpe señorita, la operación ya se encuentra paga.

Frunzo el ceño, ¿Manfrid La pago?

Astrid: ¿Quién la pagó?

Mujer: Disculpe, no podemos dar esa información.

Astrid: Está bien, gracias.

Salgo de ahí, ya son las nueve de la mañana, mi madre ingresa a las diez, ya le avisé a
Manfrid por mensaje en la mañana que no la dejé comer ni nada, para que ya la metan en la
operación.

ra
Operación de la que ella no sabe aún, por qué no le avisamos.

Llegó a la casa, me bajo del carro y entro, todos están desayunando, o la gran mayoría,

er
algunos están en sus teléfonos.

Astrid: Buenos días familia.


Si
Aide: ¿Buen humor? Que extraño.

Chasqueo mi lengua y sonrío.

Joss: ¿Dónde estabas fiera?


ce

Blaz: Despertamos muy temprano y ya no estabas.

Adler: ¿Otra vez no dormiste?


ni

Podría decirse que sí, aunque no creo que le guste saber que solo lo hice media otra y
sentada en la silla.
Ja

Astrid: No tuve tiempo, Mamá me llamaron está mañana —me mira atenta— volvemos al
hospital.

Aide: No quiero.

Astrid: ¿No quieres un nuevo corazón?

Abre los ojos grandes haciéndome reír.

Aide: ¿Hay trasplante?

Astrid: Sí.

Aide: ¿Quién es la persona?


Astrid: Un asombroso hombre que se sentía muy solo y al parecer intentó suicidarse, según
me dijeron en el hospital.

Aide: ¿No lo mataste tú, verdad?

Sonrío todavía más grande.

Astrid: Te juro por mis hijos que yo no fuí.

No es mentira, así qué no me molesta jurar por mis hijos.

Aide: Muy bien.

ra
Mi madre se va supongo a preparar sus cosas para estar internada.

Manfrid: Me usaste pequeña guerrera.

er
Hago un gesto con la mano restándole importancia.

Astrid: Conseguimos un corazón y pude jurar para que pueda operarse tranquilo, nos
Si
usamos en todo caso, porque tú conseguiste más tiempo con mi mamá gracias a mí.

Joss: ¿Fuiste tú?

Astrid: No, yo no fui.


ce

Joss: No me mientas.

Astrid: No miento, no fui yo, fueron él y él.


ni

Señaló a Manfrid y a Hans.

Joss: Pásame el reporte y yo diré quien fue el creador de toda la escena —me mira serio
Ja

cuando dice eso, pero no se aguanta y se ríe mientras yo lo hago con él— pareces asesino
en serie.

Astrid: ¿Leíste un libro de eso verdad?

Joss: Por supuesto, pero en el que leí la mujer se… —mira a los niños— los comía y los
mataba antes de terminar.

Astrid: No era muy lindo, quizás el próximo.

Isaak: No sueñes.

Edel: No, eso no pasará.


Adler: No Nena, no pasará porqué eres nuestra.

Baldric: Tiene razón, nuestra.

Me río con tanta fuerza ante lo último haciendo que ellos me miren enojados.

Astrid: Me dan gracia la verdad, Oye Manfrid fui a pagar, ¿Tú pagaste antes que yo?

Manfrid: No, pagaría cuando llegara con tú madre.

Carajo.

Ya pagaron y creo saber quién fué, la misma persona que me lleva siguiendo un tiempo.

ra
Estúpida no me di cuenta que no eran solo estos hombres lo que me seguían, había más,
uno que es mi puta sombra.

er
Adler: ¿Qué pasa?

¿Quiero preocuparlo con esto? No.


Si
Astrid: Nada, prepárense si van a ir al hospital.

Axel: ¿Y nosotros mami?

Dominik: Podemos ir a tomar un helado mientras esperamos, la operación tarda mucho


ce

tiempo y así podrías distraerte.

Johan: En la sala de espera no nos dejarán estar a todos.

Adler: En eso tienen razón nena, aparte así podrías distraerte.


ni

¿Por qué siento que todos ellos se están complotando?


Ja

Aide: ¿Vamos?

Asiento con mi cabeza y la guío al auto de Manfrid, el cual claramente manejo yo, mi madre
Manfrid y Conrad van detrás, Baldric de copiloto, los demás van en una camioneta con los
niños.

Adler no deja que conduzca yo cuando van los niños dentro del carro.

Llegamos al hospital, mi madre se despide de todos como si no volviera a vernos nunca


más.

Eso es imposible, no hice todo esto para que se muera en el quirófano.

Aide: Ve con ellos mi niña, nos veremos cuando salga.


Astrid: Te esperaré aquí.

Aide: Ve, lleva a los niños por el helado que les ofrecieron, yo no me voy a mover del
quirófano y Manfrid estará aquí conmigo.

Astrid: Pero…

Aide: Pero nada, soy tu madre y te digo que vayas por ese helado ahora, no te quiero ver
aquí cuando entre al quirófano.

Astrid: Después te preguntas a quien saque el mal humor.

ra
Ruedo los ojos y bufo enojada.

¿cómo puede pedirme que me vaya cuando entra en la cirugía más importante de su vida?

er
Audrey: Mami.

Astrid: Dime mi niña.


Si
Audrey: Yo si quiero el helado.

Yo también, pero no quiero irme.

CAPITULO 25
ce

😈<<{Astrid}>>😈
Joss: Fiera, hay una heladería a media cuadra de aquí, no te irás muy lejos y los niños no
ni

estarán tanto tiempo dando vueltas por la sala de espera.

Axel: Sí mami, papá Joss tiene razón, si nos dejas aquí mucho tiempo saltaré por todos
Ja

lados.

Entrecierro los ojos mirándolo, todos ellos están complotando en esto.

Astrid: ¿Papá Joss?

Axel: Sí.

Gruñó, estos niños hacen lo que quieren al parecer y yo lo permito, ¿Por qué?

Astrid: Vamos antes de que me den ganas de tirar a todos por las escaleras.

Audrey: No puedes hacernos eso, nos amas demaciado.


Astrid: ¿Se estan juntado con los hijos de Manfrid sin mi permiso? Se les está pegando el
egocentrismo.

Salimos del hospital todos juntos, los niños van de mis manos y entramos en una gigante
heladería de dos plantas.

Audrey: ¡Quiero de fresa!

Axel: Yo de cookies.

Conrad: Eso tendrán.

Johan: ¿Tú castaña? ¿Qué quieres?

ra
Miro el menú se gustos un buen rato hasta que veo el que quiero.

Astrid: Chicle.

er
Isaak: Ire a pedirlos, siéntense.

Audrey: ¿Podemos ir contigo papá?


Si
Me tapo el rostro, un día me moriré con las ocurrencias de mis hijos.

Adler: ¿Más adopciones?


ce

Axel: ¿Podemos?

Adler: Pueden tener lo que quieran, pero deberían preguntarle a su mamá.

Audrey: ¿Podemos ir con papá Isaak a comprar helado?


ni

Astrid: Ustedes y yo hablaremos en casa, si pueden ir con Isaak a comprar helados.


Ja

Me siento mirándolos ignorando las sonrisas engreídas de todos, veo a Isaak levantar a los
niños en ambos brazos para que puedan ver cómo les preparan sus helados y la empleada
les sonríe tiernamente a mis hijos.

…: Hola chicos —todos llevamos la vista hacia la persona que hablo, una rubio de ojos
verdes y exhuberantes pechos está de pie a mi lado mirando a los hombres de la mesa—
los ví aquí y quise saludarlos, quizás… podríamos organizar para salir otro día.

Ignoró a la mujer y veo a mis hijos venir aún sobre los brazos de Isaak quien les sonríe
mientras la empleada viene atrás con una bandeja llena de helados.

Audrey: Mami, la señorita me puso dos bocas de helado.

Axel: Y me dijo que soy lindo.


Astrid: Por qué lo eres mi niño.

Adler: Claro que si, salieron a mí.

Ay joder, se están juntando mucho, mucho con estos hombres.

…: Hola Isaak, te ves muy guapo.

Eso al parecer a los niños no les gusto por qué miran a la mujer con mala cara.

Audrey: ¿Quién es ella papi?

ra
Astrid: Niños…

🍼<<{Blaz}>>🍼

er
Observó intensamente a la rubia que no despega su vista de los niños e Isaak.

Esta mujer no me gusta, genera problemas y mi loca no los necesita.


Si
Alicia: ¿Tienes hijos? —entrecierra los ojos mirándolo se lo que piensa— ¿Cuántos años
tienen?

Astrid: No te importa.
ce

Recién ahora la rubia mira a mi mujer, parece querer matarla con la mirada por la forma en
que le hablo, sin embargo eso a mi loca no le molesta y la mira de peor forma.

Baldric: ¿Qué quieres Alicia?


ni

Saca sus ojos de mi mujer, pero ella no deja de observarla, estudiando a detalle cada
movimiento.
Ja

Audrey: ¿Quién es papá? ¿por qué te dice guapo?

La verdad, me encantan estos niños, le sacan dequicio a la madre buscándole pareja y


ponen en la mira a mi primo por como lo llamo Alicia.

Astrid arquea una ceja mirando a Isaak mientras se cruza de brazos, espera la misma
respuesta que la niña.

¿Qué pasaría si digo quien es?

Blaz: Es la ex, de ellos.

Mi mujer sonríe.
Astrid: No me digas.

Se ríe del rostro de mi primo, ellos esperaban celos, mínimo un poco, pero mi mujer es
hermosa y natural no tiene por qué sentirse menos que esa mujer.

Alicia: ¿Cuántos años tienen los hijos de Isaak?

Axel: Cinco.

El rostro de la mujer cambia a uno enojado mientras mi mujer y Joss agarran helados y
hablan en susurros.

Alicia: ¡Me cagaste!

ra
Señala a los niños y yo me acerco más a Astrid para unirme a los cuchicheos.

Joss: ¿Cuando crees que se de cuenta que no son hijos de él?

er
Blaz: Si los niños le siguen diciendo papá, nunca.

Los tres nos reímos mientras seguimos comiendo helado viendo la escena que la mujer le
Si
hace a mi primo.

Edel: Puedes dejar de gritar e irte no seas hipócrita.

Alicia: ¡Ustedes me cagaron con esta y la dejaron embarazada!


ce

Conrad: Primero, no hables así de mi mujer, segundo, nosotros no somos tú.

Nosotros tres hacemos un eco de "uh" luego de escuchar eso que hace enfurecer a la rubia
y se gira para mirarnos.
ni

Astrid: ¿Por qué me mira como si quisiera matarme?


Ja

Blaz: Por qué piensa que eres el cuerno.

Hablamos en susurros sin dejar de mirar a la mujer que nos mira mal, claramente nos está
escuchando, pero no nos importa.

Astrid: Un sexy cuerno.

Le guiña un ojo y sonríe antes de meter más helado en su boca.

Joss: Fiera, según mis libros deberías estarle sonriendo a la mujer y besando a los chicos
para demostrar que son tuyos, cumpleme eso.

Lo mira con intensos ojos brillantes.


Astrid: Ustedes si se complotaron.

Niega con su cabeza y se pone de pie frente a la mujer, mi loca le saca unos buenos
centímetros de altura a pesar de que la rubia lleva inmensos tacones.

Astrid: Deja de gritarles a mis hombres frente a mis hijos, supéralo son tus ex —le sonríe y
Joss parece emocionado viendo todo mientras sonríe con la cuchara en la boca— se
quedaron con la mejor de las dos, claramente.

Mis primos parecen asombrados por las palabras, pero también extasiados por qué están
consiguiendo lo que querían, a ellos.

Mi loca camina hasta Isaak, lo agarra de la nuca y lo besa bajo la atenta mirada de todos,

ra
veo el rostro conmosionado de mi primo cuando se separa y hace lo mismo con todos,
incluyendo la a Adler, Joss y a mí.

El último en resivir el beso es Baldric quien se aprovecha de eso y la hace sentarse en sus

er
piernas mientras la agarra de las caderas.

Astrid: ¿Entendiste?
Si
Mira a la mujer.

Alicia: Ellos volverán a mí, me aman todavía un cuerno no me va a sacar a mis hombres.

Johan: No te amamos.
ce

Frederick: Ni de cerca.

Alicia: Fuiste la amante y siempre lo seras.


ni

Audrey: Mi mami está planeando su boda, ambas tendremos vestidos blancos.

Dice con emoción y una sonrisa.


Ja

Markus: Te invitariamos, pero ya enviamos todas las invitaciones.

Eso parece alterar a la rubia quien pasa su peso de un pie al otro.

Alicia: ¿¡sabes que mata gente!?

Grita en susurros.

Mi loca se tapa la boca fingiendo conmosion y la rubia estúpida sonríe.

Astrid: ¿Ma…tan gente?


Alicia: Son asesinos, las personas con las que quieres casarte, los padres de tus hijos
matan gente.

Ruedo los ojos, será estúpida y eso que el rubio es tinte.

Astrid: Justo como me gustan, gracias no sabía eso.

La rubia gruñe frustrada por qué nada de lo que diga le salga bien, así que sonríe
seductoramente y se acerca Isaak, intenta tocarle el pecho, pero la mano de Audrey golpea
la de Alicia.

Audrey: No toque a mi papá, a mi mamá no le gusta que lo hagan.

ra
Alicia: ¡Ah! Dios, ¡Tienes los hijos más insufribles que haya visto!

Isaak: No puede hablas así de mis hijos.

er
Los niños le sacan la lengua antes de que ella se empiece a ir.

Axel: ¡Chau señora!


Si
La saluda con una sonrisa.

CAPITULO 26
👅<<{Conrad}>>👅
ce

Astrid intenta levantarse del regazo de mi hermano, pero este la detiene mientras todos
sonreímos, incluidos mi primo, Adler y Joss.

Los niños están más concentrados en los helados que en que su madre intenta ponerse de
ni

pie.

Astrid: Ya.. déjame levantar.


Ja

Markus: Eso no se podrá corazón, tú nos besaste.

Dominik: Ahora te tienes que hacer responsable de nosotros niña.

Se ríe.

Astrid: ¿Responsable de que? Ni que les hubiera robado la virginidad.

Se sigue riendo, pero ninguno de nosotros lo hace.

Edel: Cariño, tú nos besaste, así que te harás responsable de tus actos, no puedes ir por
ahí besando a cualquier persona.
Conrad: Sí te hace sentir más culpable para que aceptes ser nuestra novia, debo aclarar
que tú robaste mi primer beso.

Me mira con los ojos muy abiertos.

Frederick: Tomaste la virginidad de la boca de mi hermano y cómo con él viene todo el


paquete, debes ser nuestra novia.

Qué puta exageración son las cosas que dijo, pero si eso la hace aceptar no me importa.

Isaak: Y ellos ya nos dicen papá, acepta Baby, ¿Por qué le das tantas vueltas?

Astrid: Bueno porque… porque…

ra
Adler: Nena, di la verdad todos notamos que te gustan, deja de ser tan tonta y acepta lo que
sientes una vez en tu vida.

er
Astrid: ¿Y se supone que tú naciste conmigo?

Adler: Error, nací unos minutos antes, por lo que soy mayor y debes hacerme caso.
Si
Axel: Escuchaste a papá Audrey, me debes hacer caso soy mayor.

Audrey: Solo por unos minutos, no te pases.

Ella señala a la niña mirando a su hermano como diciendo "ves".


ce

Adler: Pequeña ayuda a Papá, ¿O no que hay que hacer caso a los hermanos mayores? Di
que sí para que mamá acepte sus sentimientos.

Audrey: ¿Qué ganó a cambio?


ni

Le doy el puto mundo si lo desea.


Ja

Conrad: ¿Cuánto quieres?

Audrey: Nos entendemos rápido —habla con su hermano en susurros antes de que ambos
asientan con su cabeza— la cifra más alta de seis dígitos.

Johan: Hecho.

Audrey: Mami debes hacer caso a tu hermano mayor así como yo le voy a hacer caso a
Axel.

Astrid: ¿Si Axel te pide que regales tu dinero lo harás?

La puso en jaque y creo que nos arruinó.


Audrey: Sí.

Axel: Pero no soy tan tonto mami, no me educaste así.

Ella gruñe.

Astrid: Chiquito, esto es tu culpa hazte responsable.

Él se ríe un poco disfrutando de toda la situación.

Joss: Y yo que culpa tengo de que estos se pongan posesivos con solo un beso, agradece
que no te tuvieron completa o encadenada estarías.

ra
No es mala idea.

Astrid: ¿Que hacen las protagonistas de tus libros cuando le toca un cavernícola posesivo
como estos?

er
Joss: Pues se queda con él, siempre son los mejores y te dan duro.

Me cae muy bien este sujeto.


Si
Ella lo mira entrecerrando los ojos.

Astrid: ¿Y los buenitos como tú?


ce

Joss: Fiera, yo soy muy posesivo, pero quiero una relación como la de mis libros, una mujer
y muchos hombres.

Astrid: ¿¡Tres hombres no se te hacen suficientes!?


ni

Joss: No fiera, trece, ese es el número correcto para mí, mi número de la suerte.

Astrid: ¡Chiquito!
Ja

Dominik: Oye no jodas, todos hacemos doce, que se te haga suficiente.

Blaz: Pues tres también pueden ser suficientes, ¿Verdad loca?

¿Está mal matar a la familia?

Astrid: Creo que debemos volver al hospital.

Baldric: Nadie sé moverá de aquí hasta que nos des una respuesta, ¿Serás nuestra novia?

Astrid: No.

Hans: Bien, hasta que nos des una respuesta positiva entonces.
Astrid: Carajo, ¿Es momento para todo esto?

Adler: Nena, tu mente y tu cuerpo están en constante actividad, ¿Si no es ahora que estás
quieta cuando lo será?

Astrid: Les diré que sí —ya me encuentro sonriendo— pero… —me cago en la puta madre
siempre hay un pero— sí admiten que se complotaron para hacer todo esto.

Markus: Incluso tú mamá nos ayudó.

Edel: Los niños no tuvieron nada que ver, pero hicieron mejor trabajo que estos.

ra
Señala a Adler y Blaz.

Isaak: Joss si ayudó bastante.

er
Joss: Soy el mejor.

Astrid: ¿La mujer era parte del plan?


Si
¿Cómo se le explica que no?

Baldric: Ella fue nuestra ex, la dejamos hace tres años cuando nos enteramos que nos
había estado robando y nos había sido infiel.
ce

Johan: Estuvimos con ella cuatro años.

Conrad: Yo no, yo solo uno.

Astrid: ¿Por qué eras menor?


ni

Conrad: No, si ese fuera el caso Edel, Dominik y Markus tendrían menos años con ella
también, pero no, solo yo me sume el último año porque… no sé, no me había llamado la
Ja

atención.

Me encojo de hombros restándole importancia.

Astrid: Parecía dispuesta a volver con ustedes, ¿No quieren intentarlo de nuevo?

¿Dice todo eso para que dejemos de insistir con ella? No funcionará.

Baldric: No, queremos estar contigo.

Isaak: Nos encantas.

Astrid: Bien… bueno… sí, me gustaría ser su novia entonces —todos sonreímos— pero
dónde esa mujer vuelve a aparecer se muere, me cayó muy mal.
Adler: ¿Alguien te cae bien?

Astrid: Ustedes siguen vivos ¿No?

Blaz: Es por nuestra tercera pierna.

Joss: A ellos no se las vio todavía.

Ella se pone de pie con una sonrisa en el rostro.

Astrid: Y hasta crees que los aceptaría sin ver el paquete completo, no seas iluso chiquito,
están muy cerca de la tuya.

ra
Sale de la heladería.

¿Acaba de decir que nos aceptó por nuestra polla? Golosa.

er
Me encanta.
Si
CAPITULO 27
🍌<<{Dominik}>>🍌
La operación salió bien, Aide se encuentra internada, mi padre está cuidándola y nosotros
ce

ya estamos en la casa comiendo entre risas y bromas.

Astrid mira su reloj a cada rato mientras le da de comer a los pequeños.

Blaz: ¿Qué pasa loca?


ni

Ella lo mira con una sonrisa compradora.


Ja

Astrid: Nada, debo salir.

Adler: ¿Trabajas?

Asiente con su cabeza.

Astrid: Tardaré más tiempo esta noche, tengo que cubrir otro turno.

Joss: Te dije que es peligroso que andes sola en la noche.

Ella rueda los ojos mientras sigue dándole de comer a los pequeños, no es que no sepan
comer solos, pero a ella le gusta hacerlo por lo que estuve observando.

Adler: Ya déjalo nena, no vayas.


Astrid: Voy a ir.

Blaz: No lo hagas.

No creo que ninguno de ellos sepa lo que en realidad hace en la noche.

Ella ignora lo que le dicen, besa la cabeza de ambos niños antes de darnos a todos un beso
e ir caminando hacia la puerta.

Adler: Nena —ella lo mira por encima del hombro— Arma en mano.

Ella sonríe.

ra
Astrid: Ojos en la espalda, me voy los amo —parece darse cuenta de lo que dijo y nos mira
avergonzada— yo quise decir que nos vemos después…

er
Sale apurada por la puerta sin dejar que le contestemos.

Audrey: Cagona.
Si
Todos nos reímos de lo que dijo la pequeña.

Isaak: ¿Ustedes saben de lo que trabaja?

Adler: Como moza me dijo.


ce

Joss: No… ella trabaja de bartender.

Axel: Es pésima mintiendo.


ni

Nos dimos cuenta.

Conrad: Pequeños ¿Pueden ir a jugar un rato para que podamos hablar?


Ja

Audrey: Claro papi.

Estos pequeños me siguen asombrando.

Los niños se van a su habitación ante los atentos ojos de todos.

Blaz: Es stripper.

Joss: ¿Qué?

Baldric: ¿Cómo sabes?

Blaz: Aquella vez que no me dejaron acompañarlos, los seguí.


Lo miramos mal, estúpido.

Adler: ¿Stripper? —el shock no lo deja procesar toda la información— ¿De las mujeres que
bailan semidesnudas frente a muchas personas que las tocan?

Johan: No, ella hace privados, no baila frente a todo el mundo.

Adler: Stripper… mi nena es stripper.

Edel: ¿A quien le deben?

Él hace una mueca antes de mirarnos.

ra
Adler: Nosotros no, el donante de esperma si.

Blaz: ¿¡Me están diciendo que los amenazan por culpa de ese hijo de puta!?

er
¿Por qué lo odia tanto? ¿No era anónimo? ¿O es un abandonico? No sería el primer padre
en hacer eso.
Si
Adler: Sí, nos buscaron hace unos meses por qué le debe una exorbitante cantidad de
dinero a la mafia francesa.

Johan: No jodas.
ce

Blaz: ¿Está trabajando de stripper para pagar una deuda en la mafia francesa?

Está muerto.

Joss: Tiene más trabajos.


ni

Baldric: ¿¡Eres imbécil!?


Ja

Hans: ¿¡Tú la amenazaste con la niña!?

Adler: ¿De que hablan?

Blaz: ¡No! ¡Yo no soy el que hace esos trabajos y lo saben!

Conrad: ¡Es tu papá imbécil! ¡Tú papá es el que mandó a sacarle fotos a la niña!

Adler: ¿Trabajas para la mafia francesa?

Blaz: Yo soy el boss.

Adler tira a Blaz al suelo y lo golpea una y otra vez antes de apretar con ambas manos su
cuello.
Joss: ¡Adler! Astrid no querría que lo mates.

Adler: ¡Eso no importa porque está ocupada dejando que desconocidos la miren,
retrocediendo el tiempo que le costó sanarse por culpa de este imbécil!

Markus: Él no es quien cobra las deudas.

Nada de lo que le digamos le importa, así que sigue apretando el cuello de mi primo y él no
intenta defenderse, nosotros tampoco ayudarlo.

Joss: Adler él no es el culpable.

ra
Lo deja y se pone de pie mientras mi primo tose descontrolado.

Adler: Hay que buscarla.

er
Frederick: Nosotros le pagamos al dueño del lugar para que no le acepte privados a nadie,
ayer nos enteramos que lo seguía haciendo.

Adler: ¿Los dos turnos son dos privados?


Si
Baldrich: Uno somos nosotros.

Adler: ¿él otro?


ce

Negamos, no tenemos idea.

Joss: Ustedes vayan por ella, cuidare a los niños, ella no querría que los dejemos solos con
desconocidos.
ni

Adler: Me mataría.

Hans: Son tus hijos también, puedes decidir.


Ja

Blaz: No los dejará solos con desconocidos, nunca —habla con voz rasposa mientras se
pone de pie— No sabía nada Adler.

Adler: Yo… lo sé… perdón es que…

Blaz: Lo sé, no hay problema.

Conrad: ¿Vamos? Él privado empieza en media hora.

Asentimos con la cabeza y nos montamos en varias camionetas antes de arrancar hacia el
club de strippers.

Markus: Hay algo más que no sabes.


Adler: ¿Qué?

Markus: El dueño la acosa y ella vende las fotos de su polla.

Adler: ¿de él eran esas fotos? Me dijo que era de un compañero de trabajo bastante
pesado.

Dominik: Te mintió.

Adler: A ella no le gusta mentir, pero entiendo por qué lo hace está vez.

Llegamos al club, nos bajamos del carro y entramos, Roderick llega hacia nosotros con la

ra
sonrisa más come mierda del mundo.

Roderick: Su sala está preparada señores.

er
Baldric: ¿Quieres sumarte a nosotros?

Isaak: No nos molestaría, hemos visto lo que te gusta esa stripper.


Si
Roderick: Me encanta, pero es escurridiza y nunca me permite verla.

CAPITULO 28
🌡️<<{Markus}>>🌡️
ce

Cortaré su polla por mandársela a mi mujer.

Baldric: Entonces únete a nosotros.


ni

Frederick: Baila espectacular.

Roderick: Lo sé, la he visto algunas veces a escondidas, está bien, acepto su invitación de
Ja

unirme a ustedes si no les molesta.

Sí, nos molesta.

Johan: Que nos pueda ver esta vez.

Roderick asiente con su cabeza antes de ir a arreglar las cosas, luego se nos une y todos
juntos nos vamos hacia la sala, me siento a un lado de Roderick para que no se me vaya a
escapar.

Momentos después como siempre que venimos, la pueda de atrás del caño se abre y por
ella entra Destiny, cierra la puerta sin vernos aún y camina frente al caño.

Mira hacia nosotros y se paraliza antes de darse la vuelta e intentar escapar.


Roderick: Destiny, sabes lo que pasa si cancelas los privados.

Estamos todos sentados plácidamente como si no supiéramos que es ella, pero ella igual
sigue intentando escapar por la puerta.

Roderick: ¡Destiny!

No lo escucha y él se pone de pie para empezar a ir hacia ella.

Adler: No la toques —le gritó cuando ya estaba detrás de la espalda de ella— nena deja de
escapar y ven conmigo, creo que me debes algunas explicaciones.

ra
Astrid: Bombón…

Roderick: ¿Los conoces?

er
Asiente con la cabeza y él se pone pálido.

Adler: No lo volveré a repetir nena, ven aquí.


Si
Roderick: ¿Quiénes son?

Le pregunta a nuestra mujer, seguramente está implorando que diga conocidos.

Astrid: Son mis novios.


ce

Se saca el antifaz y la peluca antes de caminar hacia Adler con la mirada en el suelo.

Adler la hace montarse sobre él y la besa haciendo que gima por la intensidad.
ni

Astrid: Yo… perdón, pero… necesitamos ese dinero.

Se separa de él y se pone de pie.


Ja

Astrid: Tengo que seguir haciendo esto y entiendo si les molesta, pero no me van a detener.

Saco la tarjeta dorada de mi bolsillo y extiendo la mano dandosela.

Markus: Toma.

Astrid: ¿Qué es eso?

Markus: Tiene todos mis millones, es tuya.

Niega con su cabeza.

Blaz: No tiene que pagar esa deuda loca.


Astrid: Debo, debo o lastimaran a mis hijos.

Blaz: No lastimaré a mis hijos, es imposible.

Adler: Él es el boss de la mafia francesa nena.

Ella trastabilla dando dos pasos hacia atrás, el hombre en la puerta intenta escapar, pero
eso es imposible.

Baldric: No hay escapatoria Roderick, rompiste nuestro acuerdo, ofreciste a nuestra mujer a
otras personas y por su fuera poco, su teléfono está lleno de fotos de tu polla.

ra
Isaak: Vendrás con nosotros.

Adler: Nena, lo siento, pero te mereces un castigó.

er
La carga sobre su hombro, ella golpea su espalda y patalea mientras grita con fuerza, Blaz
la tapa con su saco mientras mi hermano Edel agarra a Roderick y salimos de la sala.

Todos se dan vuelta a mirarnos por los gritos de nuestra mujer y Adler la azota haciendo
Si
que está se quede callada y nos mire con sus mejillas un poco sonrojadas.

Dominik: Esa es mi niña.

Sonríe conforme con el sonrojo en el rostro de nuestra mujer.


ce

Nos subimos al carro, Adler la monta en su regazo haciendo que el saco caiga.

Astrid: Chicos yo…


ni

Adler: No nena, nada va a apaciguar mi enojo.

Astrid: Pero…
Ja

Markus: No corazón, la excusa que quieras decir no calmara a nadie, ni siquiera a Joss.

Astrid: ¿Dónde está? no lo vi.

Adler: Lo dejamos al cuidado de los niños, estamos enojados no suicidas.

Dominik: Mi niña, no estés enojada con mi primo, él no sabía nada, no es quien cobra las
deudas.

Adler: Y ya lo golpeé.

Ella le pega un manotazo en la cabeza y él la azota otra vez.


Astrid: Ah…

Mi polla está dura como una roca desde que salió de la puerta detrás del caño, pero su
gemido la hace brincar con fuerza.

Llegamos a la casa y Adler la bajó montada en él, con sus piernas envueltas en sus
caderas.

Baldric: Miran a nuestra mujer y considérense diez metros bajo tierra.

Veo a uno mirar atento el trasero de mi mujer así que sacó el arma de mi espalda y le
disparo sobresaltado a todos.

ra
Markus: Intenten volver a verla y un disparo no me será suficiente.

Entramos en la casa, Joss viene hacia nosotros con los brazos cruzados y una mala
mirada.

er
Joss: Mal hecho fiera, muy mal.

Edel: Llevaré a esta porquería al calabozo.


Si
Se lleva a Roderick hacia los calabozos mientras Adler se lleva a Astrid hacia la habitación.

Astrid: ¿Mis niños?


ce

Joss: Duermen.

Astrid: ¿Estás enojado conmigo?

Joss: Sí.
ni

Astrid: ¿Puedo hacer algo para que dejes de estarlo?


Ja

Se da cuenta que todos entramos en la habitación y abre grande los ojos.

Joss: Oh, por supuesto que harás algo para sacarme el enojo fiera.

CAPITULO 29
💦<<{Adler}>>💦
La dejo sentada sobre la cama y me alejo, nos mira nerviosa, ansiosa, también la noto un
poco excitada por la forma en que frotaba sus muslos entre sí mientras nos miraba.

Astrid: No hice nada.

Joss: Hiciste mucho fiera.


Adler: Principalmente nos mentiste.

Astrid: Era necesario.

No, no lo era, ella no tendría que haber estado en ese lugar desnuda frente a desconocidos.

Nos mira a todos y por la forma en que cruza sus brazos y nos mira desafiante sé con
certeza que se le ocurrió una forma de salir de esta situación.

Sobre mi cadáver lo hará.

Astrid: ¿Y ustedes cómo sabías que bailaba ahí?

ra
Arquea una ceja mirándonos.

Hans: Fuimos a buscar un buen trasero para ver.

er
Frunce el ceño y se pone de pie enojada.

Astrid: ¿Así?
Si
Hans: Lo encontramos por cierto, es tan malditamente bueno que fuimos a verlo más de
una vez.

Astrid: ¿Y qué hacen conmigo entonces?


ce

Sus manos están hechas puño a sus lados mientras acerca su rostro al de Hans.

Hans: ¿Estás celosa?


ni

Astrid: No.

Hans: ¿Segura? Porque todavía no te conté la forma tan excitante con la que pasaba el
Ja

caño por entre medio de sus nalgas, imaginé muchas veces que sería mi polla.

Astrid: ¡Vete con esa mujer entonces!

Hans: Bien.

Se da media vuelta y empieza a caminar hacia la puerta, todo el cuerpo de mi mujer se


encoge en su lugar un momento mientras mira el suelo con el ceño fruncido.

Hans: ¿Segura que no estás celosa?

Ella lleva su mirada hacia él, que está en la puerta con una sonrisa.

Astrid: ¡No!
Hans: Sí, lo estás.

Astrid: ¡No lo estoy!

Hans: No me grites y ¡Sí, si lo estás!

Se acerca hasta ella con una sonrisa engreída en el rostro.

¿Se lo sacará? ¿lo admitirá?

Hans: Admite que lo estás y me quedo contigo.

ra
Los demás se encuentran riéndose silenciosamente, claramente está celosa.

Astrid: ¡Bien! ¡Estoy jodidamente celosa! ¿¡feliz!? ¡Estoy muy celosa de haberlos
encontrado ahí! ¿¡A quien iban a ver!?

er
Hans: Estoy extasiado por escuchar eso, fea.

No dejó que le contestara nada porque agarró sus mejillas y la besó con tanto amor que
Si
hizo que su cuerpo se derritiera en sus brazos.

Eso necesitaba mi mujer para bajarle un poco a su cabeza, muchas personas que la amen,
que le hagan entender que es digna de amar y ser amada.
ce

Hans: Siempre fuiste tú, fea, siempre tú.

Astrid: Baboso, tengo muchas ganas de matarte por lo que acabas de hacer.

Le sonríe.
ni

Joss: Me alegra que admitas algo de todo lo que tienes en ese hoyo negro que llamamos
corazón, pero no te libras del castigo con esta escena.
Ja

Lo mira inocentemente.

Astrid: ¿No?

Joss: No, te quiero en cuatro sobre la cama, ahora y quítate esa lencería que te dieron en
ese asqueroso lugar, nada de ese lugar tiene que estar contaminando tu precioso cuerpo.

Excitada y motivada por esas palabras se saca la lencería quedando completamente


desnuda y le da una mirada a Joss antes de ponerse en cuatro sobre la cama.

Johan: Recibirás cada una de nuestras pollas castaña y no podrás correrte.

Eso la hace arrodillarse exaltada y mirarlo.


Astrid: Pero…

Baldric: Te azotaremos, follaremos y acabaremos, pero tú no podrás correrte hasta que te


dejemos.

Astrid: Es mucho.

Adler: Mucho es ver a tu mujer bailando en un tubo frente a desconocidos.

Joss: En cuatro fiera, es momento de tu castigó.

Lo hace, el primero en acercarse a su espalda es Markus quien pasa su lengua por la

ra
columna de ella haciendo que su piel se erice ante nuestros ojos.

Joss le pasa un plug anal con lubricante para que se lo coloqué mientras Dominik se coloca
frente al rostro de ella totalmente desnudo, abre inmensamente sus ojos viendo la polla

er
frente a ella.

Dominik: ¿Te gusta lo que ves?


Si
Un gemido escapa de la boca de mi mujer cuando Markus termina de meter el plug en su
trasero, él ubica su polla en su coño y se mete lentamente en ella al mismo tiempo que su
hermano se mete de una estocada en su boca.

Markus: Ah… joder… ya me puedo morir feliz…


ce

La agarra de sus caderas mientras ambos la embiste con fuerza, ella cierra sus ojos ante el
placer que le están dando, la cabeza de los dos se fue hacia atrás mientras seguían
embistiendola.
ni

Los azotes llegan con fuerza a sus nalgas dejándolas de un intenso y hermoso color rojo,
cuando Markus siente que está por acabar sale de su coño y se masturba mientras saca el
plug de su trasero.
Ja

Momentos después entra lentamente en el y sigue follandola hasta que él acaba ahí y su
hermano en su garganta, ella parece enojada cuando ellos salen sin darle su orgasmo, pero
no dice nada cuando Joss y Blaz ocupan las posiciones de Markus y Dominik.

La follan del mismo, Joss parece querer dejar el relieve de sus dedos en sus nalgas por la
forma tan fuerte en que la azota, pero eso solo hace que mi mujer grité con fuerza en la
polla de Blaz.

La follan duramente durante bastante tiempo hasta que su coño empieza a contraerse y
Joss sale mientras que Blas sigue penetrando con fuerza su garganta.
Se masturba un rato en lugar de meterse en su trasero, cuando siente que acabará se
vuelve a meter en su coño y acaba en lo más profundo de ella sosteniendo con fuerza su
cadera mientras Blaz acaba en su garganta haciéndole tragar su semen.

CAPITULO 30
🍼<<{Blaz}>>🍼
Hans ocupa el lugar de Joss cuando sale y Frederick el mío, al igual que yo el la folla con
fuerza cortándole por varios segundos el aire haciendo que lágrimas caigan de los ojos de
ella.

Hans sigue azotando sus nalgas mientras la folla con rapidez, media hora después parece

ra
estarse conteniendo para no acabar por el sudor que cae de su frente, arremeten al mismo
tiempo contra ella disfrutando de su jugoso coño.

Cuando sienten que acaba Hans sale de ella y se ubica al lado de su hermano, se mete en

er
su boca y juntos se la follan hasta que acaban y ella traga todo con dificultad por la
cantidad.

Cuando ellos salen ella gruñe y llora de frustración, pero eso no nos detiene Del se mete en
Si
su coño mientras Johan en su boca.

La embisten y azotan mientras aprietan su cadera y tironean de su cabello, su coño está tan
lleno de jugos que genera un sonido tan obsceno cuando la polla de mi primo entrando en
su coño, que al igual que los choques de su pelvis contra sus nalgas y sus azotes inundan
ce

la habitación.

Sale de su coño momentos después y mientras Johan acaba en el fondo de su garganta,


Eden con alguna embestidas acaba en el fondo de su trasero.
ni

Conrad se metió en su boca cuando mi primo salió mientras que Isaak en su coño,
ignoramos las lágrimas y los sollozos que soltó por la frustración que está consumiendo su
mente.
Ja

Arremeten con fuerza contra su garganta y su coño, entrando y saliendo al mismo tiempo
mientras los azotes continúan.

Las lágrimas siguen cayendo de sus ojos mientras que la polla de mi primo ahoga los gritos
por los azotes.

Hay que ponerle crema después de esto o mañana no se podrá sentar.

Una, dos, diez embestidas más e Isaak sale de su coño masturbándose para ponerse al
lado de su hermano quien sale acompañando sus movimientos.

Se masturban frente al rostro frustrado de Astrid quien no deja de decir que quiere acabar.
Conrad: Abre tu boquita y saca tu lengua preciosa.

Lo hace a pesar de las ganas que tiene de tirarseles encima y prácticamente violarlos.

Ambos apoyan sus polla en la lengua y mueven sus manos soltando largos y espesos hilos
de semen ahí.

Adler se metió en su coño antes de que se diera cuenta y comenzó a embestirla con tanta
dureza que el eco es fuerte, los ojos de ella se cierran cuando Baldric se mete en su
garganta y se la folla sin reparos.

Mi primo sostiene su cabeza por su cabello mientras se entierra profundamente en su


garganta, Adler se olvidó de los azotes y parece querer romperle el coño con las feroces

ra
embestidas que le da, haciendo que la cama se mueva de su lugar con cada una.

Gimen descontroladamente mientras embisten una y otra vez sin parar, Baldric acaba en su
garganta mientras que Adler sigue dándole duro con los ojos cerrados.

er
Dejando marcados sus dedos en las caderas de ella, mi primo sale de su boca y de la cama
para poder ver la gloriosa imagen.
Si
Adler está rompiendo a su hermana de una forma brutal y que parece encantarle.

Astrid: ¡AH! ¡ADLER!

Un potente chorro sale por alrededor de la polla de Adler antes de que las manos de ella se
ce

venzan y caiga de rostro a la cama.

El sigue sosteniendo sus caderas y follandola unas cuantas rápidas y duras estocadas más
hasta que acaba en su interior gimiendo por lo alto.
ni

Joss: Amigo, no quiero preocuparte, pero está desmayada.

No se preocupa por eso, en su lugar sonríe mientras sale de su interior y la levanta en sus
Ja

brazos pasando uno por debajo de sus rodillas y otro debajo de su espalda.

Adler: La bañaré, cambien las sábanas así podemos dormir y que uno revise a los niños.

Voy a ver a los niños cuando él entra en el baño abro la puerta encontrándolos durmiendo
muy tranquilamente.

Me acerco a sus camas y acarició sus cabezas asombrándome cuando una sensación de
plenitud me embarga.

Joss: Son una familia maravillosa.

Blaz: Me encantan todos ellos.


El niño se molesta un poco por mis caricias y abre un poco sus ojos viéndonos.

Axel: ¿Pasa algo papás?

Papás.

Nunca esperé escuchar esa palabra en mi vida.

Joss: No pequeño descansa.

Besamos las cabezas de ambos niños antes de salir de su habitación con una sonrisa en el
rostro.

ra
Entramos de nuevo en la habitación en la que estábamos, encontrando a Astrid en el medio
de la cama durmiendo, ya bañada y tapada, seguramente sin ropa debajo de la sábana.

Pero eso no es lo más asombroso de todo esto, sino los diez hombres que están sentados a

er
su alrededor viéndola como el ser más maravilloso y especial que haya pisado esta tierra.

Lo es.
Si
Edel este a su lado pasando repetidamente su dedo por la preciosa nariz de ella mientras
que Adler acaricia su cabello.

Blaz: ¿Piensan estar así toda la noche?


ce

Adler: Sí, tiene el sueño ligero y no quiero que se despierte, aunque lleva algunos días sin
dormir bien, después de desmayarse no creo que se despierte, ¿No?

Joss: No lo hará, pero igual no entramos todos ahí.


ni

Tiene razón, por más que sea la cama más grande, hay que traer una que sea incluso tres
veces su tamaño para que todos entremos.
Ja

Baldric: Mañana mandaré a poner una capa en la que quepamos todos.

Adler: Hazlo en otra habitación, déjale está a ella, hay momentos en los que no soporta el
contacto de nadie y se va sola, se agobia.

Joss: Hace lo mismo en la universidad, se sienta sola en lo último con los auriculares.

Johan: ¿Qué le pasó? ¿Por qué su comportamiento tiene una razón, no?

Blaz: La tiene, pero será algo que ella les cuente, no nosotros.

Conrad: ¿Por qué tú sí sabes?


Blaz: Sí hubieran prestado atención a cada cosa que hizo se hubieran darían cuenta, pero
estaban ciegos intentando todo por conseguirla que no notaron las señales obvias que les
daba cada vez que se alejaba de sus tactos.

Adler: Dejémosla dormir, me quedaré despierto porque se querrá escapar como a las cinco.

Isaak: ¿A dónde?

Joss: Primero querrá ir al hospital a asegurarse de que su madre esté bien y tu padre no le
haya hecho nada.

Baldric: El no le haría nada, la ama.

ra
Blaz: Lo sabe, en el fondo.

Muy en el fondo confía en él.

er
Johan: ¿Después que hará?

Adler: Matar gente, toma todos los trabajos que pueda hasta las ocho que regresa a hacerle
el desayuno a los niños.
Si
Markus: ¿Cómo es que no sabíamos que ustedes eran Hécate y Hemlock?

Adler: Nos aseguramos de matar a cada persona que haya visto nuestro rostro, sin testigos
no hay reconocimiento y no hay peligro para los niños.
ce

Blaz: Hay algo que me genera dudas, si son tan buenos sicarios y tienen mucho trabajo,
¿Dónde está todo el dinero que ganan?

Adler: Bueno, antes de que la deuda con tu mafia nos consumiera todo, teníamos lo
ni

suficiente para mantenernos y pagar el hospital de nuestra madre sin tener que tener otros
trabajos.
Ja

<<Pero cuando llegaron tus hombres nos sacaron todo, nos mudamos por qué ya no nos
alcanzaba para el alquiler, el hospital y los tratamientos aumentaron.>>

<<Los niños crecen, necesitan ropa y alimento, la universidad de Astrid muchas veces no
llegábamos a pagarla a tiempo, no podíamos con todo así que tomamos muchos más
trabajos para alcanzar.>>

Blaz: Eso lo entiendo, lo que no comprendo es porque necesitaban tanto dinero si su


donante de esperma solo debía 200k.

Frunce el ceño.

Adler: Blaz, a nosotros nos pidieron tres millones, nos quedaba solo un millón de la deuda
por pagar y teníamos plazo hasta fin de mes.
Blaz: ¿Qué dices?

Baldric: ¿Qué?

Se encoge de hombros.

Adler: En realidad nosotros nunca supimos con certeza el número exacto que el donante
debía, sólo llegaron a la casa diciendo que debíamos pagar tres millones o los niños
sufrirían las consecuencias.

Blaz: Debo irme.

ra
Baldric: Iré contigo.

Salimos de la habitación.

er
Baldric: Tu padre los estaba estafando y ellos se dejaron.

Blaz: Esos dos harían cualquier cosa por eliminar el peligro que acecha a los niños, no me
extraña.
Si
CAPITULO 31
Dos meses después…

😈<<{Astrid}>>😈
ce

Joss: Terminamos fiera.

Me besó delante de todo el salón y el profesor asombrandolos, nunca nos habían visto
ni

juntos más que como mejores amigos.

Este último tiempo me he sentido tan feliz y amada que me cuesta mucho no pensar que es
Ja

todo un sueño y que en algún momento despertaré.

¿Estaré en coma? ¿Mi mamá y mi hermano me habrían llevado al hospital esa fatídica
noche que intente quitarme la vida y estaré en coma? Tengo que creer que no, si eso hace
que esto continúe, porque si eso fuera verdad y me despertara en otra realidad no podría
vivir.

Joss: Al fin terminamos esta carrera.

Audrey: ¿Por qué la estudiabas si no te gustaba papá?

Joss: Es simple mini fiera, por tu mami, no la dejaría sola ni siquiera en el fin del mundo.

Sonrío, todos ellos me han demostrado el amor que me tienen.


Bueno, mi madre también consiguió a un buen hombre que la ama mucho, Manfrid se fue
ganando bastante mi confianza, ya no lo evito y no me siento mal cuando mis hijos lo llaman
abuelo.

Así como tampoco lo hago cuando les dicen papás a los chicos, ellos no los corrigen y
aunque haya intentado hacerlo no me hacen caso.

Axel: Mami ¿Nos compras dulces?

Astrid: Claro, vamos a la tienda frente a la universidad.

Joss: Vayan ustedes hablaré unas cosas con los chicos en la dirección e iré.

ra
Asiento con la cabeza y salgo de la mano con los niños, entramos en la tienda y ellos corren
a agarrar gomitas mientras los veo con una sonrisa.

er
Hombre: Son muy lindos.

Mi sonrisa se borra mirando al hombre que nunca había visto, su cuello y manos cubiertos
por tatuajes, su intensa mirada sobre nosotros me llama la atención.
Si
¿Y la agradable señora dónde está?

De reojo veo más hombres entrar haciendo que me empiece a desesperar.


ce

Astrid: Niños, ya está, vamos.

Los niños corren hacia mí con tres paquetes de gomitas cada uno y un refresco, dejo un
billete alto sin esperar el cambio y agarro a mis hijos para salir de la tienda.
ni

Llegando a la puerta dos hombres se ponen frente a ella con sonrisas que no me gustan,
me agachó hacia mis hijos y les doy mi teléfono.
Ja

Me pongo de pie viendo que los hombres no me dejarán sacarlos, dos hombres más se
ponen en mi espalda y sonrío.

Para nadie es bueno hacer esto frente a mis hijos.

Astrid: Niños, saben la palabra, saben que hacer para cruzar, corran dentro y busquen a sus
padres.

Audrey: Sí mami.

Hombre: Los niños no saldrán.

Astrid: Yo no te pedí permiso para sacar a mis hijos.


A regañadientes suelto a mis hijos y agarro la nuca de ambos hombres frente a mi
estrellandolas contra las puertas de vidrio destrozandolas al igual que sus cabezas.

Le gritó a mis hijos que corran por encima de los vidrios y lo hacen con cuidado mientras los
hombres a mi espalda intentan correr hacia ellos, pero mis brazos se interponen al mismo
tiempo que veo entrar a cinco hombres más que al parecer estaban escondidos en el
depósito.

Tomando impulso e inclinandome hacia adelante hago al hombre que se sostenía de mi


espalda pasar sobre mi y caer de espalda al suelo antes de agarrar uno de los vidrios de las
puertas rotas y clavárselo en la garganta haciendo que la sangre me salpique el rostro.

Agarró uno bastante grande y en punta, me doy vuelta con una sonrisa viendo a los ocho

ra
hombres que tienen navajas en sus manos.

Astrid: Cometieron un grave error.

er
Dos van sobre mí, pero salto sobre uno y me trepó en él para enredar mis piernas en su
cuello al mismo tiempo que clavo el vidrio en la mandíbula del otro cortando bastante mi
mano en el proceso.
Si
Saco el vidrio y agarro la cabeza del que estoy encima cuando veo a tres venir a sacarme y
le quiebro el cuello haciendo que ambos caigamos al suelo.

Me cortó con algunos vidrios la espalda, pero la adrenalina de ver a tres tirarse sobre mí en
el suelo no me permite frenar así que pateó a dos y dejo que solo uno caiga sobre mí.
ce

Cuando cayó me doy rápidamente la vuelta dejándolo de espaldas en el suelo y tomo su


cabello con fuerza estrellando varias veces su cabeza contra el suelo mientras siento una
navaja clavándose en mi hombro.
ni

El dolor y el ardor no me pasan desapercibidos, pero sigo estrellando la cabeza con fuerza
hasta que la sangre sale y un agarre en mi cuello me frena.
Ja

Miro al hombre frente a mi que me levanta del cuello del cuerpo de su compañero, a su
espalda, a una calle de distancia veo a mis hijos observando todo.

No pueden ver esto, les dije que corrieran dentro.

Con toda la fuerza que puedo reunir vuelvo a mirar al hombre antes de patear sus bolas, me
suelta cayendo de rodillas e ignorando el dolor saco la navaja que tenía clavada en mi
hombro antes de enterrarla hasta el mango en su cabeza.

Me distraigo dos simples segundos mirando a mis hijos, dos, pero fueron suficientes para
sentir un fuerte golpe en mi nuca que hace a mis niños gritar un "mami" tan alto que las
personas a su alrededor los miran.
Caigo frente a los ojos atentos de mis hijos antes de ver cómo ambos corren dentro de la
universidad y la oscuridad me atrapa.

CAPITULO 32
🥵<<{Baldric}>>🥵
Audrey: ¡Papá!

Mis hermanos, mi primo, Adler, Joss y yo fruncimos el ceño ante el grito de la niña y salimos
de la oficina viendo cómo mi secretaria no dejaba entrar a los niños.

Adler frunce el ceño al ver a mi secretaria moviendo a los niños, vino aquí para felicitar a su

ra
hermana cuando saliera, como todos.

Johan: ¿¡Qué crees que haces!?

er
Agarra a los niños.

Audrey: ¡Papá, papá!


Si
Se la escucha bastante alterada y agitada al igual que su hermano.

Axel: Nube, mamá nube.

Adler: ¡No! —insulta por lo bajo— ¿dónde?


ce

Joss: Fueron a la tienda de enfrente.

Todos corremos hacia allí aunque no entiendo lo que los niños quisieron decir, la gente está
amontonada en la puerta de la tienda y empujamos a la mayoría abriendo paso hasta que
ni

llegamos.

Todo está destruido, hay hombres muertos, vidrios y sangre por todos lados.
Ja

Entramos ignorando la sangre y cuerpos, recorremos toda la tienda buscando rastros de


nuestra mujer, pero no hay nada.

Blaz: Dime qué nube significa que está matando gente y no en peligro.

Dudo mucho de eso, pero no lo digo, yo también quiero que sea así.

Adler: No, significa que está en peligro y ahora no está, se la llevaron.

Audrey: Quiero a mi mamá.


Los niños lloran cuando salimos de la tienda, ignoramos a las personas que se nos quedan
mirando y nos subimos a las camionetas para ir a la casa y empezar a buscar a nuestra
mujer.

😈<<{Astrid}>>😈
Carajo se me parte la cabeza.

¿Dónde estoy?

Me siento sobre lo que creo es una muy suave cama, tocó mi cabeza aún con los ojos
cerrados y me doy cuenta que tengo una venda.

ra
Abro mis ojos notando que estoy en una hermosa y gran habitación, me pongo de pie
siseando del dolor de mi espalda y hombro, miro hacia todos lados buscando algo con lo
que defenderme.

er
Desenchufo el velador sobre la mesa de luz y cortó el cable antes de agarrarlo entre mis
dos manos dejándolo tirante.

Sirve, pero no es lo que quiero.


Si
Voy hacia un baño, agarro una toalla y rompo el enorme espejo, tomo un cacho mediano y
decido que con eso saldré.

Recién ahora es que me doy cuenta que no tengo mi ropa, tengo una enorme camisa de
ce

hombre.

Ignoró eso y abro la puerta mirando hacia ambos lados del pasillo, no hay nadie, camino
hasta donde el pasillo dobla y veo a un hombre, me pongo en su espalda y rápidamente
paso el espejo por su cuello haciendo que la sangre salga disparada a borbotones
ni

manchando las paredes y el suelo.

Paso sobre la sangre sin importarme dejar rastro de mis pies a dónde vaya, me encontrarán
Ja

de todas formas.

Paso varios pasillos más matando a otros cinco hombres de la misma forma, la camisa que
era blanca ahora está roja por limpiarme las manos, mis pies también están rojos y mis
huellas están por casi toda esta casa.

No me importa.

Llegó a lo que parece un ¿Salon? Diría que es una sala, pero no, el lugar es inmenso, tanto
como para tener algo de cien hombres de pie ahí.

Hay uno gritando cosas en un idioma que desconozco, vislumbro a dos de los hombres de
la tienda con la cabeza agachas ante los imponentes gritos del pelinegro frente a ellos.
Veo exactamente el hombre que estaba detrás del mostrador sonriendo hacia mis hijos y
lanzo el cacho de espejo en su dirección que entra exactamente dónde quería.

En su cuello.

Todas las miradas y las armas se giran en mi dirección cuando el cuerpo del imbécil cae en
un charco de sangre.

El hombre que gritaba mi mira y yo a él, su cabello negro al igual que sus ojos son muy
reconocidos para mí.

Niklaus: Regina…

ra
Maldito desgraciado.

Su susurro ronco hizo que la piel se me erice y una corriente eléctrica me recorre por
completo ante la oscuridad en su voz.

er
Paso de su susurro cuando veo a todos los hombres que me apuntaban bajar el arma y de
uno en uno arrodillarse y bajar la cabeza en mi dirección.
Si
Dicen algo que no entiendo al unísono y me dejan de piedra cuando la frente de cada uno
de ellos se apoya en el suelo.

Niklaus: La mia regina è a casa. (mi reina está en casa.)


ce

No entiendo una sola palabra de lo que dice, pero no puedo evitar el escalofrío que me
recorre cuando su intensa mirada se posa sobre mí y una sonrisa que haría correr hasta al
más hijo de puta surcó sus labios mientras hace una reverencia.

Me calienta, pero lo mataré de todas formas.


ni

Astrid: Hijo de puta, estás muerto.


Ja

Una risa ronca brota de él haciendo que mi cuerpo vibre, me encanta y lo odio como no lo
hacía en mucho tiempo.

Corro hacia él pasando entre medio de los hombres que siguen con su frente en el suelo y
salto sobre él tirándolo al suelo conmigo encima mientras sigue riéndose.

Aprieto con fuerza su cuello y su mirada se posa en mis ojos.

Niklaus: Regina, tutto ciò che fai è rendere duro il mio pene. (Regina, todo lo que haces es
poner mi pene duro.)

Se ríe de lo que dice y apretó con más fuerza.

Niklaus: Mi sei mancato. (Te extrañé.)


Astrid: ¡Habla en mi maldito idioma que ambos sabemos que sabes hacerlo!

Lo suelto enojada por todas las sensaciones que siente mi cuerpo ante su ronca e
imponente voz, ante el leve tacto que yo misma genere en él cuando me monte sobre su
cuerpo a ahorcarlo.

Enojada de lo mucho y lo poco que quiero matarlo.

CAPITULO 33
🍆<<{Niklaus}>>🍆

ra
Estoy duro y furioso cuando ella se levanta de mi cuerpo.

Furioso de que los inútiles de mis hombres hayan tocado a mi reina, furioso de que
separaran a mi mujer de sus hijos, furioso de que tenga hijos y no sean míos.

er
Pero me río, es lo único que hago al ver cuánto se enoja cuando le hablo en italiano, tendrá
que aprenderlo porque es mi reina y vivirá aquí en Italia conmigo.
Si
Astrid: ¿Dónde estoy?

Niklaus: En Italia Mía Regina.

Astrid: Al parecer no te olvidaste de mi idioma, vaya, yo creía que por eso no te habías
ce

despedido.

Chasquea su lengua y se da la vuelta para empezar a caminar, veo el comienzo de sus


bragas desde aquí abajo y ahora me doy cuenta que pasó casi desnuda entre todos estos
hombres.
ni

Niklaus: Saliste desnuda.


Ja

Gruñó en su dirección.

Astrid: Si quisiera salir desnuda lo haría, no eres nadie para decirme algo, ya no.

Se aleja de mí y la veo desabrochar los botones de mi camisa hasta que la deja caer frente
a la cabeza de uno de mis hombres.

Sí levanta la mirada hacia mi mujer lo mataré de formas que ni el mismo lucifer entenderían.

Niklaus: Te verán, mia regina y correrà mucha sangre por ello.

Astrid: No se si lo notaste o no por estar ocupado mirando mis pechos, imbécil, pero sangre
ya corrió y seguirá corriendo por asustar a mis hijos, no te acerques a mí o el siguiente al
que le cortaré la garganta serás tú y sería una pena matar al portador de tan excitante voz.
Se va desnuda meneando sus nalgas, dejándome en el suelo mirándola irse, una sonrisa
adorna mi rostro mientras me río y gritó a mis hombres para que se vayan.

[•••]

Entró enojado a la habitación en que mia regina se encuentra está cambiada con ropa mía
que seguramente encontró en los cajones, la prefiero desnuda, aunque mi ropa le queda de
maravilla.

Niklaus: Tienes que comer.

Astrid: No lo haré.

ra
Sigue dando vueltas y mirando la ventana como si estuviera midiendo cuando tiene que
correr para irse de aquí.

er
No lo hará, no mientras viva, nunca más la dejaré.

Niklaus: ¿Estás triste por no ver a tu hermanito?


Si
Me burló de ella.

Se que está con su hermano desde hace años, se que los niños son de él y me enfurece no
haber sido yo su primera vez.
ce

Astrid: No, él vendrá por mí, siempre lo hace, no será diferente está vez.

Me enoja, me quema, me dan ganas de matar a todo el mundo ante sus palabras, está muy
segura que él vendrá por ella.
ni

Por qué lo ama y eso me molesta, ¿Por qué lo ama?

Niklaus: Y se morirá, ya tomó mucho de ti sin permiso, no lo dejaré otra vez.


Ja

Ella se ríe mientras su mirada enfurecida se cruza con la mía, se acerca a mí porque ella no
me teme cómo todo el mundo.

Astrid: ¿Crees llegar tan lejos como para siquiera tocarle un cabello? No te equivoques,
estaré herida, pero nunca, jamás, permitiré que nadie, incluso tú, toque a las personas que
amo.

Niklaus: ¡Yo era una de esas personas!

Grito enojado cuando sus palabras calan profundo en mi y me hacen sentir un inmenso
dolor.

Astrid: ¡Y me dejaste!
Niklaus: ¿¡Por eso te fuiste con tu hermano!? ¿¡Por eso le diste a él los que debieron ser
mis hijos!?

Astrid: ¡Te hubieras quedado!

Niklaus: ¡No podía! ¡Pero no por eso deje de amarte, espere por tí! ¡POR QUE YO SI TE
AMABA DE VERDAD!

Astrid: ¡Yo también, imbécil!

Me molesta que me mienta.

ra
Niklaus: ¡No! ¡Porque si lo hubieras hecho me hubieras esperado para tener hijos conmigo!

Astrid: No tuve una jodida opción y tú tampoco me dijiste nada cuando te fuiste.

er
Niklaus: Tuviste opción y decidiste tenerlos con tu hermano.

Astrid: ¡No, no tuve porque me violaron, no pude decidir si esperar o no!


Si
Su confesión me hace dar dos pasos hacia atrás, aturdido por lo que me dijo, pero no me da
tiempo a pensar mucho en sus palabras porque los golpes en la puerta interrumpen.

Hombre: ¡Señor hay hombres armados afuera reclamando por la reina!


ce

Mia regina frunce el ceño al no entender lo que mis hombres gritan.

Niklaus: Vinieron por tí.

Astrid: Te lo dije.
ni

Niklaus: No te dejaré está vez, Regina, sobre mi cadáver te llevarán.


Ja

Astrid: No te dejaré lastimar a las personas que amo.

Me duele el pecho, pero no puedo decir nada, los ama.

Niklaus: ¿Dejaste de amarme?

No me responde, sus ojos no se despegan de los míos, tan hermosos como los recuerdo,
pero tan fríos que me duele el alma.

Niklaus: Cuál sea tu respuesta la entenderé, pero no te dejaré irte sin luchar por tí.

Astrid: No los lastimes —la miro por encima de mi hombro cuando estoy en la puerta— por
favor.
Salgo de allí con el corazón roto y enojado, ella tiene que ser mía, no la dejaré ir tan fácil.

CAPITULO 34
💋<<{Edel}>>💋
Estamos fuera de la mansión del boss de la Cosa Nostra, nuestros hombres están
preparados para entrar al igual que nosotros, los hombres de Blaz y nuestro padre.

Todavía no lo hacemos porque no sabemos qué pasará con Astrid si llegamos a entrar, no
sabemos si la ponemos en peligro empezando a disparar, no sabemos si está herida, no
sabemos nada desde que se la llevaron el día anterior.

ra
De la mansión salen muchos hombres apuntándonos, último sale un pelinegro sin armas, el
boss claramente.

er
Adler: Me tienes que estar jodiendo.

Baja su arma y la tira al suelo antes de correr hacia él y pegarle fuerte en la mandíbula
haciéndolo escupir bastante sangre, vuelve su rostro a Adler con una sonrisa en el rostro y
Si
él vuelve a pegarle una y otra vez sin que nadie se meta.

Boss: Te está viendo cuñado, no deberías.

Adler: Cuñado y una mierda, golpea pedazo de mierda.


ce

Boss: No puedo, me pidió por favor que no los lastime.

Eso hace que el puño de Adler quede a medio camino, pero mi hermano Hans se apresura
hacia él y lo patea tirándolo al suelo antes de subirse sobre él y empezar a golpearlo una y
ni

otra vez sin parar.

La puerta de la mansión se abre y por ella sale Astrid, tiene una venda en su cabeza y
Ja

mano, trae ropa grande de hombre y está descalza.

Mira atentamente lo que está haciendo Hans mientras baja las escaleras, los hombres del
boss Italiano agachan la cabeza cuando mi mujer pasa y miran el suelo.

Adler: ¡Hans basta!

Astrid: No lo lastimes, por favor.

Sigue golpeándolo sin escuchar nada.

Astrid: Por favor, baboso…


Mi hermano frena sus golpes, la mirada del boss Italiano se posa sobre mi mujer cuando se
levanta sacudiendo su ropa y escupiendo sangre.

Pone sus manos en su nariz y la acomoda en su lugar ya que mi hermano se la había


torcido.

Boss: No los toque, mia regina.

Adler: ¿Qué le hiciste imbécil?

Se pone a revisarla, abrazala y besarla bajo la atenta mirada del boss.

Baldric: ¿Estás bien amor?

ra
La mirada de ella no se despega del boss mientras nos contesta y todos nos acercamos a
revisarla.

er
Astrid: ¿Mis hijos están bien?

Manfrid: Asustados, pero en perfecto estado.


Si
Boss: Lo siento Regina, no quería asustarlos o lastimarte, solo quería a mi mujer conmigo.

Blaz: Ella es nuestra mujer.

Adler: En realidad… fue de él primero.


ce

Eso nos deja a todos en estado de shock, no esperábamos que dijera eso.

Boss: Me alegra saber que lo tienes presente cuñado.


ni

Adler: Ya no lo es, no estés tan contento.

Astrid: Oye corazón, yo nunca deje de hacerlo.


Ja

Manfrid: Pequeña guerrera necesito una explicación a toda la situación.

Adler: Él es Niklaus Koch, era el novio de Astrid cuando estaba en el instituto, hasta que
desapareció de la faz de la tierra…

Él nos explica todo mientras sigo viendo a mi mujer cruzar miradas con el boss, ambos
expresando tantos sentimientos que me abruma.

Manfrid: ¿Y viste como mejor opción para recuperarla secuestrarla delante de los niños?

Niklaus: En realidad los niños debían venir con ella, pero mis hombres fueron tan
ineficientes que se les escaparon y lastimaron a mi mujer.
Astrid: Quiero ir con mis hijos, ¿No los trajeron a Italia no?

Isaak: De hecho si baby, no quisimos dejarlos solos en Alemania, así que los trajimos, están
con tu madre y Joss.

Niklaus: ¿Quién es Joss?

Gruñe en dirección a mi mujer quien le arquea una ceja.

Astrid: Uno de mis novios.

Niklaus: ¿¡No te alcanzaba con el imbécil de tu hermano!?

ra
Johan: No, es demasiada mujer para un solo hombre.

Dominik: Y no le grites a mi mujer.

er
Niklaus: ¡Es mi mujer!

Astrid: Carajo no estoy para esto, estoy cansada y quiero ver a mis hijos, ¿Me pueden
llevar?
Si
Niklaus: Qué los traigan porque de aquí no te mueves.

Ella rueda los ojos.


ce

Adler: ¿Dormiste? ¿Comiste?

Astrid: Bueno el inútil que tiene un espejo en el cuello me golpeó la cabeza y desperté hace
algunas horas.
ni

Adler: ¿¡Permitiré que la golpearan!?

Niklaus: ¡Claro que no imbécil por eso todos se murieron!


Ja

Edel: ¿Vamos con nuestros hijos Astrid?

Niklaus: Ella es mi mujer y ellos son mis hijos.

Baldric: No, ella es nuestra mujer, ellos son nuestros hijos y si tú quieres hacer parte, ellos
deben aceptarte.

Frederick: No te quiero cerca de mi mujer hasta que mis hijos te adopten.

Adler: Ojalá no lo hagan.

Astrid: No, yo no estoy para escuchar estás cosas, vamos pa, comamos algo.
Se da la vuelta y empieza a subir los escalones sin darse cuenta de lo que acaba de decir,
sin darse cuenta que dejó fríos a Blaz, Adler y mi papá.

Blaz: ¿Pa?

Se frena en medio de la escalera mirando hacia adelante.

Astrid: Yo… mmm.

No sabe qué decir, no comprendo por qué ellos sienten tanto shock.

Manfrid: Vamos pequeña guerrera, comamos algo —sube las escaleras hasta ponerse a su
lado y ella lo mira con el rostro enrojecido— puedes decirme así siempre que lo quieras,

ra
ahora vamos.

Pasa un brazo por los hombros de ella y ambos se pierden dentro de la caday.

er
Niklaus: Ese no es el papá que yo conocí.

¿él conoció al papá de ellos? ¿por qué nosotros no?


Si
Adler: No lo menciones.

Blaz: Nunca.

Ambos se pierden por dónde se fue Astrid.


ce

Sí, vayan y sientanse como en su casa mientras nosotros nos quedamos con el ex de
nuestra mujer, estúpidos.
ni

CAPITULO 35
💥<<{Johan}>>💥
Ja

Fuimos a buscar a nuestros hijos, a Aide y a Joss, los niños parecen impacientes por ver a
su madre y salen corriendo de la camioneta cuando estacionamos otra vez en la mansión
del boss Italiano.

La puerta se abre ante nuestra presencia y dos hombres con armas nos apuntan y a los
niños.

Los hombres se desploman frente a nosotros dejando sorprendidos a los niños cuando ven
sangre salir de sus cabezas.

Axel: ¿Fue mami?

Niklaus: No niños, fui yo.


Se hace presente frente a los niños cuando entramos y se agacha para sacar una navaja de
la nuca de cada uno de los cuerpos en el suelo.

Audrey: ¿Quién eres?

Niklaus: El novio de su mamá.

Joss: Ya sabía yo que el número trece sería el correcto.

El boss Italiano frunce el ceño.

Niklaus: ¿Trece?

ra
Johan: Ella es nuestra mujer, somos doce, ¿No sabes contar?

Niklaus: Pasen a la cocina antes de que empiece a matarlos.

er
Audrey: No puedes lastimar a mis papás.

Sonreímos egocéntricamente mirándolo.


Si
¡Ja!

Niklaus: Yo puedo ser su papá.


ce

Axel: ¿Qué nos vas a dar a cambio de que te dejemos ser uno de nuestros papás?

¿Encerio?

Johan: Ustedes no tienen límite estafadores.


ni

Audrey: A tí te aceptamos gratis, ¿Quieres pagarnos ahora?


Ja

Joss: Deja a los minis fiera en paz.

Bufo y me cruzó de brazos.

Niklaus: ¿Cuánto para que hagan que solo yo sea su papá?

Audrey: No se puede.

Axel: Mamá los ama.

Johan: ¿Escuchaste? La castaña nos ama.

Él gruñe y mira otra vez a los niños.


Niklaus: Bien, ¿Cuánto por ser uno de sus padres?

Audrey: El número más alto de siete cifras en dinero.

Axel: También queremos los seis paquetes de gomitas y los refrescos que perdimos.

Niklaus: ¿Cuántos años tienen? Ustedes no son normales.

Joss: ¿Su madre sí?

Johan: ¿Y el padre? Adler no es muy normal que digamos.

El boss me mira con el ceño fruncido, no entiendo por qué.

ra
Joss: Dale a los niños lo que piden y déjalos que vayan con su madre o seguirá sin comer.

Niklaus: ¿Por eso no ha probado un bocado?

er
Johan: Cuando está ansiosa no come y no duerme, no creo que lo que planeaste haya sido
lo mejor que pudiste hacer por ella.
Si
Niklaus: No sabía.

Johan: No la hubieras abandonado.

Niklaus: Estaba en Alemania ocultándome de los enemigos de mi padre que querían


ce

matarme, cuando todo pasó tuve que volver y entrenar desde entonces para hacerme el
boss.

Joss: Debiste decirle.


ni

Niklaus: No me fue permitido, me cargaron en una camioneta durante la madrugada y me


trajeron aquí.
Ja

Axel: Sí vas a estar con nuestra mamá tendrás que mudarte.

Audrey: Nos gusta nuestra escuela y nuestra casa.

Johan: ¿No es el mismo instituto en el que robaron los fondos?

Niklaus: ¿Tienen muchos años y son enanos? ¿O como puede ser que estás cositas roben
y estafen?

Joss: Tienen cinco, pero su coeficiente intelectual es mucho más alto que el de su edad.

Axel: Bien, ¿Aceptas o no? Tenemos hambre.

Niklaus: Bien, acepto el trató.


Audrey: Haces bien papá, no habría otra forma de que nuestra mamá te acepte sino.

Ambos niños se van esquivando los cuerpos.

Niklaus: ¿Encerio no había otra forma?

Johan: Por ellos nos aceptó a nosotros.

Joss: Bien, pero ya somos trece no voy a dejar que otra persona se le acerque.

Se va por dónde los niños lo hicieron dejándome a solas con el boss dándonos una guerra
de miradas intensas.

ra
Johan: Llévame dónde mi mujer no quiero verte a tí.

[•••]

er
Dos semanas después…

Ya estamos en Berlín hace mucho, mi mujer aceptó a Niklaus hace unos días, después de
Si
que los niños le insistieron mucho en que querían que fuera su papá también.

Después de que estuvo más de una semana dándole la ley del hielo por haber asustado a
sus hijos.
ce

La verdad, me sentí muy bien viendo cómo ignoraba cada palabra que le dirigía, incluso
llegué a pensar que se iría otra vez a Italia, pero justo mi mujer se dignó a hablarle y
aceptarlo.

Creo que sabía que estaba dolido y por eso cedió.


ni

Niklaus: Regina, carajo préstame atención.


Ja

Astrid: Eso hago corazón.

Niklaus: No Regina, estás mirando mi boca sin escuchar lo que te estoy enseñando.

Me río por lo bajo, se distrae mucho cuando él intenta enseñarle italiano.

Astrid: No es mi culpa, tu boca se mueve y yo creo que me está llamando para que la besé.

Johan: Castaña, así nunca sabrás si te dice buenas cosas cuando te habla en italiano.

Ella frunce el ceño y mira al italiano.

Astrid: ¿Tú me insultas en italiano?


Niklaus: Nunca haría eso Regina, si te voy a insultar prefiero que me entiendas para poder
pelear con ganas.

Johan: Pendejo.

Me río y yo pensando que le diría que nunca la insultaria.

Astrid: ¿Podemos seguir después? Tengo que buscar a los niños en el instituto.

Johan: Sigue ahí castaña, iré con Conrad.

Me pongo de pie y mi hermano también, todos estábamos observando a nuestra mujer


aprender a hablar italiano, incluso su madre y mi padre.

ra
Parece ser bastante entretenida la forma en que se distrae.

Conrad: Intenta no volver a llevártelo a la habitación y estudia.

er
Manfrid: Bueno, está es la parte fea de querer ver a la pequeña guerrera estudiar.

Ella se ríe.
Si
Astrid: Juro que yo no fui la que se lo llevó a la habitación, pa, él me llevó, encima suyo.

Todos se ríen de la mueca que hace mi padre.


ce

Astrid: ¿por qué se ríen? Si hubiéramos contratado al profesor que encontré no pasarían
estas cosas.

Niklaus: Ni locos dejamos a otro hombre cerca tuyo.


ni

Astrid: Pudo ser una mujer.

Blaz: Tampoco, cualquier ser humano podría quedarse cautivado contigo y ya llegamos al
Ja

límite.

Joss: Si fiera, hay que quedarse en trece para tener suerte.

Rueda los ojos.

Astrid: Vayan por los niños, prometo no volver a distraerme.

No creo que lo logré, pero confío en que lo intentará.

CAPITULO 36
🥒<<{Isaak}>>🥒
Escuchamos la puerta de la sala abrirse mientras vemos a nuestra mujer al fin prestar
atención a lo que Niklaus le explica.

Axel: ¡Mami mira!

Mi mujer se gira hacia los niños con una sonrisa en el rostro que muere cuando ve a la
persona detrás de ellos.

Adler se levanta apurado y se tira sobre el hombre mientras le dice a Johan que saque a los
niños de aquí, golpea al hombre una y otra vez.

El hombre se defiende varias veces, pero nada detiene a Adler de golpearlo.

ra
Aide: ¡Hija!

Veo a mi mujer tirada en el suelo contra la pared, sus manos tiembral mientras intenta tomar
aire, su rostro se empieza a colocar azul haciendo que todos nos acerquemos.

er
Blaz: ¡Loca! ¡loca respira por favor!

Lágrimas caen de sus ojos cuando caigo de rodillas a su lado.


Si
Adler: ¡Eres un hijo de puta! ¿¡cómo te atreves a aparecerte frente a ella!?

Hombre: ¡Esos niños son mis hijos!


ce

Los ojos de mi baby se oscurecen luego de esas palabras y sus pulmones vuelven a tomar
aire exageradamente.

Niklaus: ¿Fue tu papá?


ni

No lo mira no le contesta solo se preocupa por tomar aire mientras no deja de mirar a su
hermano golpear al hombre.
Ja

Blaz: ¿Ese es el donante de esperma?

Niklaus: ¡Contestame Regina!

Nos empuja a todos mientras se pone de pie y va con las piernas temblorosas hacia su
hermano, frena el puño que estaba a punto de golpear al hombre y de un empujón fuerte
saca a su hermano de encima del hombre antes de sacar una navaja de su espalda y
clavarla muchas veces en la entrepierna del hombre.

Hombre: ¡AH!

Sigue apuñalando su entrepierna unas veces más hasta que se levanta y agarra un
almohadón del sofá.
Con una sonrisa en el rostro se monta sobre el pecho del hombre y cubre su rostro con el
almohadón.

Niklaus: Fue él…

Markus: ¿El que?

Niklaus: Él la violó.

Sus palabras hacen que el corazón se me caiga al suelo mientras veo como aprieta el
almohadón con más fuerza contra el rostro de ese hombre.

Astrid: Esos niños son mis hijos, no tuyos, nunca tuyos —apreta con más fuerza— ¿Qué

ra
pasa papá? No te gusta ser tú el que está debajo del almohadón está vez.

El hombre patalea y grita debajo del almohadón haciéndola sonreír.

er
Astrid: Sí, grita, grita como yo lo hice, patalea como yo lo hice, sufre como yo lo hice, no
debiste acercarte a mis niños.

Adler: Nena, nena no puedes matarlo así.


Si
Blaz: Loca, sal de ahí por favor, necesitas poner tu cabeza en orden antes de matarlo.

Ella los mira a ambos y luego al almohadón.


ce

Baldric: Matalo amor.

Frederick: Merece sufrir más que eso.

Niklaus: Torturemoslo Regina.


ni

Vuelve a mirar el almohadón antes de ponerse de pie tambaleante y caer sentada a varios
pasos de distancia con sus manos temblando.
Ja

Astrid: Adler…

Adler: Ven conmigo nena, no dejaré que nada te pase nunca más.

Ella no se mueve en cambio lleva sus rodillas a su pecho y las abraza antes de esconder su
rostro en ellas llorando.

Astrid: Adler… nube.

El la abraza con fuerza mientras ella no levanta la cabeza de sus rodillas.

Adler: No Nena, nube no, nosotros estamos aquí nada te pasará.


Astrid: Nube, nube, nube.

Niklaus: Regina.

Se arrodilla a su lado mientras todos nos acercamos.

Sigue murmurando "nube" varias veces mientras escuchamos los sollozos, cada palabra
nube que sale de la boca de mi mujer resquebraja mi corazón haciendo que un fuerte dolor
se instale en mi pecho.

Manfrid: Pequeña guerrera nada va a pasarte.

Ella levanta su rostro para mirar a mi padre, tiene los ojos rojos mientras las lágrimas caen

ra
sin parar por sus mejillas.

Se agacha al lado de ella junto a todos nosotros.

er
Manfrid: Nada va a pasarte, nada.

Limpia sus lágrimas.


Si
Astrid: ¿Lo prometes?

Manfrid: Lo prometo pequeña guerrera, ¿No le crees a tu pa?

Hombre: Yo soy su papá, ella, él y esos niños son mis hijos.


ce

Astrid: ¡Son mis hijos!

Intenta saltarle encima otra vez, pero mi padre se interpone y la agarra por completo
abrazandola mientras todos nosotros estamos sujetando alguna parte de su cuerpo.
ni

Audrey: Mami ¿Qué pasa?


Ja

Hombre: Salió hermosa a tí Astrid.

Dice con dificultad y una asquerosa sonrisa desde el suelo del que no puede levantarse.

Astrid: ¡No la mires!

Se zamarrea del agarre de mi padre haciendo que ambos caigan al suelo, pero él sigue sin
soltarla.

Astrid: ¡No te acerques a mis hijos!

Sigue moviéndose sin parar y golpeando a mi padre para intentar que la suelte, Markus y
Niklaus la sujetan desde atrás para que deje de pegar a todo lo que se le atraviese, pero no
funciona porque los tira a ambos al suelo.
Adler: ¡Sedala se lastimara! ¡Mamá!

Su madre revisa si cartera con desesperación antes de sacar una jeringa.

Aide: No puedo hacerlo hijo, se mueve mucho.

Tomo la jeringa de su mano mientras Joss se lleva otra vez a los niños, me acerco a mi
mujer y se la clavó en el cuello inyectando todo el líquido.

Astrid: Nube… Adler… los niños… no —mueve su boca sin soltar palabras mientras
parpadea lentamente— no dejes… toque…

ra
Ella cae inconsciente sobre el cuerpo de mi padre quien suspira cansado por el esfuerzo
que tubo que hacer para frenarla.

Isaak: ¿¡Porque tienen esto!?

er
Señalo la jeringa.

Adler: Tuvimos que sedarla muchas veces antes.


Si
Baldric: Pongan a este en el mismo calabozo que Roderick, los mataremos juntos.

Hombre: ¡No! ¡No pueden matarme tengo hijos chiquitos!


ce

Dominik: Mejor lo matamos ahora.

Adler: Ellos no son tus hijos, son míos.

El hombre se ríe con fuerza.


ni

Hombre: Se la fecha en la que me enterré en ella, nunca podría olvidar ese delicioso coño,
sé con certeza que esos niños son míos.
Ja

Adler: Eres un hijo de puta asqueroso.

Hombre: ¿Qué te hace diferente de mí? Te la follas.

Eso hace que Adler se quede tieso.

No puede estar considerando las palabras de este intento de persona.

Niklaus: Es diferente a tí.

Baldric: El la ama, la cuida, la ayuda, hace todo lo que tú no hiciste.

Isaak: Incluyendo pedir el puto consentimiento antes de follarla.


Pateó su cabeza noqueandolo.

Adler: Mamá ¿Soy igual a él?

Aide: No hijo, tú eres una de las mejores cosas que pudo pasarle a tu hermana.

Hans: Ella te ama.

Niklaus: Lo hacía desde antes de estar conmigo, pero tenía miedo de decírtelo.

Mira a su hermana inconsciente entre los brazos de mi padre.

ra
Adler: ¿Los niños lo escucharon?

Hans: Esperemos que no.

er
Aide: Hay que acostarla, no despertara hasta el otro día.

CAPITULO 37
😈<<{Astrid}>>😈
Si
Este puto aturdimiento lo odio.

Siempre que me inyectan esa cosa me despierto igual, aturdida sin saber qué día es o
ce

donde estoy.

Abro los ojos y miró a mi alrededor, estoy sola en mi habitación, escuchó ruidos afuera de
los que estoy casi segura que los generan los chicos.
ni

Me levanto sosteniéndome de la mesa de luz cuando el suelo me parece un poco lejano,


sacudo mi cabeza en un estúpido intento de acomodar mis ideas.
Ja

Salgo de la habitación siguiendo los gritos que se escuchan saliendo de la oficina dónde
había encontrado a los chicos masturbándose con mi foto, cada paso que doy para
acercarme a la puerta los gritos se hacen más claros y en el fondo me arrepiento de
escuchar esto.

Adler: No, no le diremos.

Joss: Merece saber que matar a ese hombre dejará un niño en la calle.

Johan: Le buscamos un hogar, pero ella va a matar a esa escoria.

Adler: ¡Ni siquiera es hijo de él! Debe tener más familia.

Niklaus: Si la tuviera no dejarían a un niño en las manos de esa porquería.


Baldric: Tiene solo cuatro años Adler, entiendo que tú también sufriste y sufres con lo que él
enfermo te dijo, pero el niño no tiene la culpa, así como tampoco la tienen Audrey y Axel.

Astrid: Quiero al niño.

Entró llamando la atención de todos, menos de Adler que no me mira solo baja la mirada
mientras se sienta en el sofá.

Isaak: ¿Cómo que lo quieres?

Voy hacia mi hermano y me arrodilló frente a él intentando que me miré, pero no lo hace,
levanta la cabeza y mira la pared a un costado.

ra
Agarró su rostro y lo acercó al mío para que su nariz roce la mía, eso logra que sus ojos se
queden fijos en los míos, pero puedo ver asco en ellos, asco de él.

er
Adler: ¿Te puedes alejar por favor?

Eso hace que mi pecho duela con fuerza.


Si
Astrid: No puedo.

Adler: Hazlo por favor.

Astrid: ¿Ya no me amas?


ce

Saco mis manos de su rostro sin dejar de verlo y las pongo en mi regazo cuando me siento
sobre mis pies.

Adler: No quiero ser como él, yo no puedo amarte.


ni

Markus: No digas estupideces.


Ja

Todo, ese hombre quiere destruir todo por lo que soy feliz.

Astrid: ¿Amarte me hace igual a él entonces?

Ladeó la cabeza mirándolo con mis ojos llorosos.

¿Me va a dejar? ¿Nos va a dejar a los niños y a mí?

Adler: ¿Qué? ¡No! No, tú nunca serás igual a él.

Astrid: Sí que tú me ames te hace igual a él entonces yo soy igual también, porque te he
amado desde que tengo doce años.
Intentó que entienda mi punto, por qué si él se siente un asco de persona como ese sujeto
por estar conmigo, entonces yo soy igual, porque aunque lo que tenemos está mal, yo lo
amo y no lo dejaré escapar aunque tenga que encadenarlo a mi.

Astrid: ¿Quieres dejarme a mí y a los niños?

Frunce el ceño mientras me mira, veo las emociones y el entendimiento pasar por sus ojos.

Adler: Estafadora —me levanta del suelo abrazándome— nunca vuelvas a compararte con
él y nunca vuelvas a decir que te dejaré o a mis hijos, ustedes son míos.

Astrid: Eres demasiado hermoso y bueno para compararte con esa persona bombón, no te
rebajes y por cierto… nunca iba a dejarte ir estaba planeando encadenarte a mi cuerpo.

ra
Niklaus: Después el loco soy yo.

Hans: Tú querías hacer lo mismo con ella.

er
Joss: ¿Por qué piensas que se llevan tan bien? Están igual de retorcidos mentalmente.

Blaz: Sí no hablo no me notan.


Si
Astrid: Claro que sí desquiciado, ocultas toda esa locura en la capa graciosa y adorable.

Todos se ríen y él me mira mal.


ce

Blaz: No soy adorable.

Conrad: Eres un bebé.

Blaz: No, ella es un bebé que toma leche.


ni

Astrid: Es rica desquiciado, pruébala.


Ja

Blaz: Claro, si sale de tu coño.

Baldric: ¿Cómo terminamos en esta conversación?

Isaak: Ni puta idea, pero no me extraña nada con estos dos.

Joss: Interrumpieron una boda, no se espera que no digan pavadas.

Astrid: No es una pavada chiquito, la leche es rica, no te escuché quejarte cuando bebí la
tuya.

Blaz: Yo tampoco, fue otro tipo de sonido el que hizo ¿Lo recuerdas loca?

Asiento con la cabeza y sonrío.


Astrid: Fue algo como… Ah… sí… fiera… así…

El rostro de mi chiquito se pone un poco colorado, pero me sonríe de lado.

Joss: ¿Recuerdas los sonidos que haces cuando te azotó?

Sonrío inocentemente antes de negar con mi cabeza y todos se ríen.

Frederick: ¿Pueden concentrarse en lo importante? ¿o me la puedo follar ahora?

Astrid: No se podrá, estoy en mis días.

ra
Frederick: A mí no me molesta, pero si a ti si todavía tienes boca.

Astrid: A mí no me molesta tampoco.

er
Adler: Se que no, pero hay algo importante que hablar, deja tu calentura quizás para dentro
de un rato.

Astrid: Bien, llévenme a buscar al niño, será mío.


Si
Edel: ¿Estás segura de eso?

No necesito pensar mucho.


ce

Astrid: Lo estoy, no dejaré a un niño en la calle y no dejaré a esa porquería viva, el niño no
tiene culpa del cuidador que le tocó al igual que mis hijos no tuvieron la culpa de como
fueron concebidos.

Adler: ¿Segura nena?


ni

Asiento con mi cabeza.


Ja

Niklaus: Bien, vamos por nuestro hijo.

Lo miro con los ojos abiertos al igual que la boca.

Edel: ¿Qué? ¿Pensaste que te dejaríamos sola en eso?

Astrid: Pensé que aceptaron que los niños les digan papá por qué los cansaron.

Blaz: No digas estupideces loca, esos niños y el que vamos a traer son nuestros hijos,
siempre lo serán.

Baldric: Son nuestros herederos.

Niklaus: Los herederos de las mafias más poderosas del mundo.


Astrid: Lo dices como si fuera un logro.

Markus: Lo es, tendrán poder y todo lo que puedan querer y nadie podrá lastimarlos.

Viéndolo así..

Astrid: Entonces si es un logro, vamos.

CAPITULO 38
💦<<{Adler}>>💦

ra
Llegamos al instituto en el que el niño se encuentra según la información que conseguí, los
chicos se encargaron de falsificar unos papeles para sacarlo de aquí sin que el niño se
asuste o se arme un show.

er
Todavía no puedo creer que quería dejar a este niño sólo, las palabras del hijo de puta me
consumieron la mente y no vi a un ser vulnerable y totalmente inocente.

Bajamos del carro, me pongo a un lado de Astrid aunque todos nos acerquemos, no
Si
queremos dejarla sola, puede hacerse la fuerte, pero yo la escuché llorar de felicidad
cuando los niños salieron a nosotros y no al enfermo.

Los iba a amar de todas formas, pero no se había recuperado de la imagen del enfermo, así
que eso le generó de cierto modo alivio.
ce

Mujer: Hola, ¿A quien retira?

Astrid: Hola, vinimos por… —mira detrás de la mujer al niño que está solo mientras nadie lo
ve— él.
ni

Lo señala y la mujer se gira.


Ja

Mujer: ¿Volker? ¿Tiene autorización? Su padre siempre lo retira.

Astrid: Él señor no es su padre, es un familiar que nos hacía el favor de retirarlo porque
trabajamos.

Niklaus: Es mi hijo.

Se acerca, bueno, de cierto modo le creería más rápido que es de él o de Conrad, sus
cabellos son pelinegros como el del niño, pero los ojos de Volker son de un hermoso gris
oscuro.

Astrid: Aquí tiene los papeles.


Le da los papeles que claramente son falsos, pero no para ella, la mujer sonríe devolviendo
los papeles y asintiendo con la cabeza mientras llama al niño quien viene a paso lento.

Cuando llega frente a nosotros nos mira atento.

Mujer: Aquí tienen a su hijo, me alegra poder conocerlos al fin, el señor muchas veces se
olvidaba de buscarlo y teníamos que llamar a la vecina.

Fruncimos el ceño.

Astrid: No tenía idea, disculpe, trabajamos hasta muy tarde y para cuando llegamos a la
casa Volker ya se encuentra ahí.

ra
Mujer: Claro, voy a pedir que por favor lo retiren a horario a partir de ahora.

Niklaus: No habrá problemas con eso.

er
Él le sonríe a la mujer dejándola tranquila, pero mi hermana lo mira como si quisiera
arrancar cada diente de su boca.

Nos vamos hacia las camionetas, el niño no dijo una sola palabra a pesar de que sabe que
Si
no somos sus padres, camina confiado con unos completos desconocidos.

Mal hecho.

Nos subimos a las camionetas y ponemos al niño en la sillita de Axel, mañana le


ce

compraremos una.

Volker: ¿Quienes son?

Astrid: ¿Siempre te vas con desconocidos?


ni

Asiente con su pequeña cabeza mientras todos nos sentamos y la camioneta arranca.
Ja

Markus: Eso está mal.

Volker: ¿Y por qué me llevan si está mal?

Niklaus: Por qué somos malos.

Será imbécil.

Astrid: Lo que quiso decir Volker, es que somos malas personas, pero no lo seremos
contigo.

Volker: ¿Me dan comida?

Hans: ¿Tienes hambre?


Blaz: No, pide comida por hobbie, no das más de idiota.

Niega con su cabeza mientras se ríe.

Astrid: ¿Qué te gusta comer?

Volker: ¿comida?

Ladea su cabeza mirándola y ella se ríe.

Astrid: Eres gracioso.

ra
Volker: Y lindo, eso dice mi maestra.

Astrid: Tiene razón, eres lindo.

er
Volker: Ya se.

Blaz: Hasta parece hijo de ustedes.


Si
Baldric: Por lo lindo supongo.

Astrid: Por el ego.

Se ríe.
ce

Volker: Tu también eres linda.

Ella le sonríe mientras lo mira.


ni

Astrid: Tengo trece novios debo ser linda.

Adler: Eres hermosa.


Ja

Volker: ¿Dónde me llevan?

Astrid: A casa, con tus hermanos.

Volker: ¿Tengo hermanos?

Ella asiente con su cabeza.

Volker: ¿Nenes?

Blaz: Una nena y un nene.

Volker: ¿Es linda como ella?


Señala a mi mujer.

Adler: Lo es.

Volker: ¿Por qué te pareces a ella?

Sus inocentes ojos grises se clavaron en los míos mientras me sonríe.

Tiene una mirada cautivadora.

Adler: Por qué es mi melliza.

ra
Astrid: Tu eres mi mellizo.

Frunzo el ceño y niego con la cabeza.

er
Adler: Tu eres mi melliza, yo nací primero.

Astrid: Pero yo soy mejor así que tú eres mi mellizo.


Si
Blaz: Cálmense niños.

Unísono: ¡Cállate!

Nos miramos con mi hermana y las carcajadas salen solas de nuestra boca.
ce

Volker: ¿El señor Bertram?

Astrid: Tuvo un trágico accidente y no podrá volver por tí.


ni

Baldric: Pero no te preocupes, nosotros cuidaremos de tí.

Volker: la señora anni tiene mi juguete.


Ja

Adler: ¿Anni?

Volker: La señora que vive junto a nuestra casa, ella me busca y me lleva a su casa.

Blaz: Podemos comprarte más juguetes.

Volker: ¿Y a mis hermanos?

Astrid: Ellos tienen muchos, te los prestarán hasta que compremos los tuyos.

Volker: ¿Tienen autos?

Niklaus: Los tienen.


Astrid: Llegamos.

Bajamos de la camioneta, ayudó al niño a bajar y entramos en la casa, todo está en silencio
porque en la sala están mirando una película.

Astrid: Mamá.

Aide: Hija —su mirada se posa en el niño y vuelve a ver a mi hermana— ¿Quién es el
adorable niño?

Axel: ¿Quién?

ra
Salta sobre mi mamá para poder ver a Volker y lo mismo hace Audrey.

Adler: Con cuidado pueden lastimar a la abuela.

er
Audrey: Perdón abuela.

Volker: ¿Ellos son mis hermanos?


Si
Mira a mi mujer quien asiente con su cabeza.

Axel: ¿Hermano?

Volker: Hola soy Volker.


ce

Saluda con su mano y una sonrisa en el rostro.

Ambos niños se acercan y lo miran fijamente.


ni

Volker: Son como ellos —nos señala— pero ella es más linda.

Señala a mi pequeña.
Ja

Axel: Lo es.

Astrid: Soy su mamá, cacas.

Joss: Niños ¿Por qué no le muestras a Volker sus juguetes?

Audrey: ¿Te gustan las armas?

Volker: Me gustan los autos.

Audrey: Bien, vamos.

Los tres niños se pierden.


Manfrid: ¿Planeas darme muchos nietos pequeña guerrera?

Baldric: Claro que sí, la casa debe estar llena.

Adler: Tiene que tenés uno por cada uno de nosotros.

Mi hermana se ríe nerviosamente mientras se rasca la nuca.

Blaz: A qué ahora no te gusta tener tantos novios verdad.

Se ríe de ella.

ra
Aide: Ánimo mi niña, quizás tengas dos de una tirada como yo, tienes varios mellizos.

Astrid: Tu agradece que este ya está viejo o estarías embarazada.

er
Manfrid: Oye pequeña guerrera no digas eso, soy joven todavía sino pregúntale de las
cosas que hacemos en la noche.

Todos hacemos muecas de asco, pero mi hermana se ríe.


Si
Astrid: Lo sé, los he escuchado, bien hecho por cierto si grita así es porque haces bien tu
trabajo.

Adler: ¡Astrid! Es nuestra mamá.


ce

Baldric: Y nuestro papá.

Astrid: Y follan, déjense de ser tan estúpidos, si no la follara bien no se hubiera casado.
ni

Manfrid: Tuve nueve hijos, hago bien mi trabajo.

Astrid: O el otro, pero que voy a saber yo.


Ja

Manfrid: Pendeja.

Se levanta y la persigue cuando mi hermana sale corriendo mientras se ríe.

Astrid: ¡Mamá le contaste del otro que te visita en las mañanas!

Sigue corriendo y riendo.

Manfrid: Ven aquí pendeja.

Astrid: Atrapame si puedes vejestorio.


La imagen más hermosa que he visto en mucho tiempo, ella necesita a alguien así en su
vida.

CAPITULO 39
🍆<<{Niklaus}>>🍆
Astrid: Coman despacio niños.

Estamos todos cenando luego de que todos nos presentaremos con Volker como sus
padres, su madre, su familia.

Volker: Tengo hambre.

ra
Edel: ¿Tanta hambre?

Asiente con su cabeza mientras sigue tragando enormes bocados y tomando agua para

er
poder tragarlos con rapidez.

Astrid: ¿Qué comías?


Si
Se toma todo el vaso de agua para poder tragar lo que tenía en su boca y la mira.

Volker: Cuando el señor Bertram quería me daba pizza.

Adler: ¿Como que cuando él quería? ¿Y los otros días que comías?
ce

Mia Regina sabe la respuesta sin que el niño la diga, los nudillos de la mano se le han
colocado blancos de tanto apretar los cubiertos mientras hace todo de sí para seguir
mirando al niño con una sonrisa en el rostro.
ni

Aide: ¿Necesitas que busque otra inyección?

Se pone de pie dispuesta a ir por esa inyección, no me gusta, no me gusta verla de ese
Ja

modo, nos explicaron que ella fue la que pidió que le dieran eso cuando vieran que estaba
ida, pero sigue sin gustarme que ella no tenga poder sobre su cuerpo.

Astrid: Te sientas ahí y comes, no la necesito, no haré nada frente a mis hijos.

Ella asiente con su cabeza.

Volker: ¿Estás bien?

Astrid: Perfectamente, ahora responde por favor, ¿Qué comías cuando no comían pizza?

Lo tranquiliza sonriéndole mejor y baja sus manos de la mesa.


Volker: Nada, comía cuando el señor Bertram decía que me portaba bien, la señora Anni me
daba galletas cuando me buscaba.

Conrad: Aquí puedes comer lo que quieras, siempre.

Volker: ¡¿Encerio?! ¿Puedo probar el pastel?

Astrid: ¿De que lo quieres? iré a comprar uno.

Audrey: Yo quiero de chocolate.

Volker: Yo también.

ra
Axel: Y yo.

Ella asiente con la cabeza mientras se pone de pie.

er
Astrid: Pa, me llevo tu carro.

Manfred: ¿Desde cuándo avisas?


Si
Astrid: Desde que me importas.

Se pone de pie y se va, les digo a los chicos que la acompañaré y salgo corriendo detrás de
ella, me montó de copiloto antes de que arranque y me pongo el cinturón.
ce

Esta es muy loca para manejar, eso descubrí desde que la recupere.

Niklaus: ¿Podrías no intentar matarnos?

Le digo cuando pega un giro rápido donde casi nos chocan dos carros del costado.
ni

Astrid: Marica.
Ja

Estaciona un rato después en una pastelería, me bajo junto a ella, casi besando el suelo
bajo mis pies por la emoción de que esté quieto y no borroso como lo veía desde el carro.

Ella nota eso y bufa antes de entrar a la pastelería, la sigo por detrás viendo varios pasteles
de muchos sabores, se me hace agua la boca cuando veo uno de red velvet y me paro
frente al mostrador donde está para verlo mejor.

Empleado: Hola, ¿En qué puedo ayudarla?

Me giro para ver a mi mujer hablando con el empleado, saludandolo mientras él le sonríe y
le mira el escote.

Empleada: Hola, ¿Puedo ofrecer algo?


La mujer frente a mí me sonríe, pero estoy ocupado viendo como el hombre detrás del
mostrador mira de más los pechos de mi mujer, me acerco a su lado, enojado por la
atención que está recibiendo de este hombre.

Astrid: Un pastel de chocolate, uno de red velvet y uno de cookies.

Hombre: Por supuesto enseguida se los preparo.

Le guiña un ojo mientras la mujer detrás del mostrador se acerca jugando con su cabello y
con el labio inferior entre sus dientes de forma seductora.

Me vale verga.

ra
Mi mujer es más linda, más sexy, más cálida y seguramente más estrecha.

Astrid: Si aprecias tu vida te irás de mi vista.

er
Suelto una risa ronca, por la excitación que me generan los celos de mi mujer, me la tengo
que follar.

Empleada: Lo… lo siento no sabia… que venia con usted.


Si
Niklaus: É la mia regina. (es mi reina)

Astrid: Sarai un uomo morto se non la smetti di parlare così, tu parli solo italiano alla tua
regina, hai capito? (Serás hombre muerto si no dejas de hablar así, solo le hablas italiano a
ce

tu reina, ¿entiendes?)

La miro asombrado por la forma tan perfecta en la que hablo y me doy cuenta de una cosa.

Me mintió, toda la semana estuvo diciéndome que no entiende lo que le digo y si, sabe
ni

hablarlo, entiende cada puta palabra de lo que dije y eso solo hace que me excite mas al
darme cuenta de que uso esa excusa para escucharme hablar en italiano.
Ja

Empleado: Aquí tiene.

Le tiende los pasteles y le toca la mano cuando los va a agarrar.

Niklaus: Mía.

Gruño en su dirección dejándolo pálido por el tono de voz que use, no me gusta que toquen
a mi mujer, es mía.

Astrid: Dai. (vamos.)

Mi polla está dura mientras la veo irse, le doy una última mirada al hombre y me voy con
ella, si hubiera sabido toda esta semana que hablaba italiano no hubiera salido de la cama
de tanto que la follaria.
Es excitante ver como me habla en mi idioma y la forma tan sensual en la que su boca se
mueve, mi polla está dura presionando contra mis pantalones cuando entro al carro, pero
esta vez de piloto, no dejare que está loca nos mate.

Deja los pasteles en el asiento trasero y se sube de copiloto con una enorme sonrisa en el
rostro, arranco el carro rumbo a la casa, a una velocidad tranquila, no hay por que apurarse.

Astrid: Concentrati sulla strada mentre mi nutro del tuo cazzo. (Concéntrate en el camino
mientras me alimento de tu polla.)

Su mano desabrocha mis pantalones y saca mi polla haciendo que toque mi vientre por la
dureza que tengo, la acaricia varias veces haciéndome apretar la mandíbula para poder

ra
concentrarme en el camino, el presemen sale de la punta y ella lo limpia con su lengua.

CAPITULO 40
🍆<<{Niklaus}>>🍆

er
Mis ojos se cerraron, el volante se me fue y escuché la bocina de los carros antes de volver
a tomar el control del carro y estacionarlo a un lado de la carretera sin importarme los
Si
demás carros, sin importarme siquiera que no se pueda estacionar aquí, solo me importa
que la boca de mi mujer está envolviendo mi polla tan placenteramente que no puedo
pensar.

Agarró su cabeza y con fuerza sobrehumana la subo y la bajó por mi polla, su mano
ce

masturba lao que su boca no llega a recibir mientras mis ojos vuelven a cerrarse de placer.

Niklaus: Voglio riempirti la gola, mia regina… (Quiero llenar tu garganta, mi reina…)

Sigo subiendo y bajando su cabeza por mi polla hasta que siento mis bolas tensarse con
ni

fuerza, dejo mi polla en el fondo de su garganta y muevo mis caderas embistiendo hasta
que acabó tan potente que se ahogó con toda mi carga.
Ja

Saca mi polla de su boca y luego saca su pantalón y braga antes de montarse en mi regazo
rozando su coño en mi polla aún erecta.

Astrid: Sei così grande, mi allunghi così bene. (eres tan grande, me estiras tan bien.)

Gime mientras baja por mi polla comiéndose cada uno de mis 27 centímetros, sí aguanta a
Joss puede conmigo, no hay mucha diferencia entre todos nosotros, somos grandes, pero él
lo es más, por uno o dos centímetros de diferencia conmigo.

Niklaus: Sí… Regina… háblame en Italiano que me vuelves loco…

Empieza a brincar sobre mi polla tan deliciosamente rápido que la electricidad recorre mi
cuerpo por completo, mis manos aprietan sus caderas mientras la ayudo a brincar.
Mi respiración se vuelve superficial cuando el placer es tanto que cualquier pensamiento
coherente abandona mi cuerpo.

Astrid: Ah... il tuo cazzo mi riempie così bene… (ah... tú polla me llena tan bien…)

La freno, saco mi polla de su interior y la doy vuelta para que me dé la espalda y su torso se
pegue al volante antes de volver a meterme profundamente en ella.

Muevo mis caderas con fuerza acompaña mis movimientos con brincos haciéndome ver las
putas estrellas con el placer que me inunda el cuerpo.

Niklaus: Mía Regina…

ra
Mis dedos están marcando la tersa piel de sus caderas con fuertes apretones que generan
más excitación en mí y me hacen embestirla con mucha más fuerza viendo cómo su cuerpo
salta con cada empujón que le doy a su interior.

er
La bocina se aprieta con cada empujón que doy haciendo que los carros alrededor se den
cuenta claramente de lo que estamos haciendo, no me interesa, que sepan lo bien que follo
a mi mujer.
Si
Astrid: ¡Niklaus!

Su coño empieza a apretarse a mi alrededor y la hago brincar con mucha más fuerza, mi
cabeza cae hacia atrás, mis ojos se cierran y un gemido se queda atorado en mi garganta
cuando ella se corre tan fuerte que me moja todo y yo la lleno tanto con mi caliente y
ce

abundante semen que siento que todo gira a mi alrededor aunque tenga los ojos cerrados.

Niklaus: Ti amo, mia Regina…

Cae sobre mi pecho respirando agitadamente, su pecho sube y baja con fuerza mientras
ni

intentamos tomar aire y los espasmos recorren su cuerpo hasta llegar a mi polla y hacerla
estremecer.
Ja

La abrazó con fuerza e ignoró al hombre que está junto a nuestra empañada ventanilla, no
puede ver a mi mujer.

Aunque más tarde lo mataré por escucharla.

Hombre: ¿Puedo tenerla yo también?

Agarró mi arma y bajo apenas unos centímetros la ventanilla para que el cañón pase.

Hans: ¿Cómo tú puedes tener a mi mujer y yo no?

Mi mujer se ríe haciendo que su coño se contraiga alrededor de mi polla y está se


endurezca más de lo que ya estaba.
Niklaus: Pendejo no puedes ponerte al lado del carro esperando que sepa que eres tú.

Astrid: ¿Sigues en tu carro o subirás baboso?

Hans: Uno de los hombres se lo llevó, ahora me montaras a mí.

Se sube de copiloto y ella se monta en su polla mientras yo conduzco hasta la casa con mi
polla erecta.

Gracias a todo lo bueno en esta vida llegamos vivos a la casa, satisfechos, a medias porque
mi polla me duele de escuchar cómo se montó a Hans a mi lado y a la vista de todos los
carros que pasaban por nuestro lado.

ra
Claramente no veían más que su espalda cubierta por la chaqueta de Hans subir y bajar
rápidamente.

Pero yo veía todo, de reojo y cuando estaba en el semáforo, veía su coño tragarse la polla

er
de Hans como si hubiera nacido especialmente para ello.

Nos acomodamos un poco la ropa y todo antes de bajar del carro, cada uno de nosotros
agarró un pastel y entramos a la casa escuchando a los niños correr y divertirse con Manfrid
Si
y Aide.

Astrid: ¡Traje pastel!

Joss: Quizás quiera acompañarte a comprar otro


ce

Niklaus: No querrás después de ver cómo el empleado miraba sus pechos.

Blaz: ¿Cómo se llamaba la pastelería?


ni

Le decimos el nombre mientras dejamos los pasteles en la mesa, él y Johan se ponen al


teléfono, claramente mandando a matar al hombre, lo hubiera hecho, pero mi polla estaba
demasiado dura por escucharla hablar italiano.
Ja

Eso me recuerda.

Niklaus: Mia regina, mi ami? (Mi reina, ¿me amas?)

Todos me miran mal, ellos no saben aún que ella entiende todo y deben estar pensando que
la estoy tomando de broma.

Astrid: Vi amo tutti come non potrei mai amare nessun altro. (Los amo a todos como nunca
podría amar a alguien más.)

Los rostros de todos quedan estupefactos ante su contestación, sus bocas están abiertas al
igual que sus ojos, podría creer que les está dando algo, pero no me importa.
Me ama, eso es importante.

Adler: Verga —se acomoda la polla al igual que todos mientras los niños están entretenidos
con los pasteles— Yo también te amo nena.

Hans: Yo también, fea, aunque te había escuchado en el carro hablar italiano.

Manfrid: ¡Pequeña! ¿¡Qué hiciste en mi carro!?

Ella suelta una risita.

Astrid: Ho scopato i miei ragazzi. (Me cogí a mis chicos.) —dice en italiano para que los
niños no entiendan supongo— prometo que lo limpiaré.

ra
Hans: Ya lo mandé a limpiar, no andes de llorón ahora papá.

Aide: Astrid, hija, quizás yo no quiera saber todas las cosas que haces.

er
Astrid: Yo tampoco las tuyas y las escuche, aguántate —minsuegransenruborisa y mi mujer
se ríe— ya mamá, es algo normal, comamos pastel traje para todos.
Si
Ella se pierde en la cocina junto a Joss a buscar los platos y cubiertos para comer el pastel,
no quiere que una de las empleadas lo haga, no le gusta que toquen su comida o las de los
niños.

Baldric: ¿Crees que nos estamos tardando en darle el anillo? Por qué lo siento así.
ce

Markus: Definitivamente nos estamos tardando.

Isaak: Después de seguirla un año entero supongo que sí, nos estamos tardando.
ni

Adler: A mi no me cuenten, se lo pedí cuando los niños cumplieron un año, pero quiso
esperar.
Ja

Niklaus: ¿Y él anillo?

Adler: Guardado, no quería que el cobrador de la mafia lo viera.

Blaz: Debería llevarlo puesto, así nadie se acercaría a ella.

Conrad: Con un anillo se acercan con más ganas, hay algo atrayente en lo prohibido.

Dominik: Pues se matará a cualquiera que siquiera respire cerca.

Aide: No le gustan los anillos ostentosos, niños.

Sonrío agradecido.
Niklaus: Gracias por esa información.

Baldric: Mandemos a hacer uno que nos represente a los trece.

Adler: Eso déjalo para el de matrimonio, el que le di de compromiso lo tengo guardado,


pidámosle otra vez con ese, tiene un significado especial para ella.

Aide: Era de una buena señora que conoció en el hospital, esa señora no tenía familia, pero
Astrid iba todos los días a verla, el anillo fue con el que el esposo le pidió matrimonio.

Adler: Un día fui a acompañarla y me lo dió.

Niklaus: sí eras muy obvio con tus sentimientos por ella.

ra
Adler: ¿Qué esperabas? Todo mi cuerpo le pertenecía y lo sigue haciendo.

CAPITULO 41

er
🍌<<{Dominik}>>🍌
Ayude a mi mujer a acostar a nuestros hijos, Volker estaba feliz de tener una cama cómoda
Si
porque dónde él dormía le hacía doler atrás, según sus palabras.

Mi niña se tranquilizó un poco cuando entendió que la palabra atrás era la espalda, ahora
los tres yacen dormidos en sus camas luego de que mi niña les cantara una canción de
cuna.
ce

Tiene una voz hermosa, que no conocía.

Astrid: Lo quiero ver.


ni

Dominik: Harás más que verlo mi niña.

Astrid: Oh eso es seguro.


Ja

La llevo hacia el calabozo en el cual ya están todos golpeando a los dos hombres
amarrados a las sillas.

Principalmente al enfermo violador.

Ambos hombres tienen sangre saliendo de sus narices y bocas, mi niña sonríe viendo el
estado de estos hombres.

Astrid: Me da tanto gusto verte aquí Roderick, tu polla me será necesaria hoy.

Baldric: ¿De que hablas?

Ella lo ignora y se acerca a Roderick poniéndose frente a él.


Astrid: ¿Qué serías capaz de hacer por conservar tu patética vida?

Roderick: Lo que sea.

Su voz es rasposa al hablar, desde que lo trajimos hemos estado cortándole el oxígeno
varias veces al día con una cuerda en su cuello así que es posible que le dañaramos las
cuerdas vocales.

Astrid: Violalo y no te haré nada, yo te dejaré vivo.

No me asombra tanto como pensé que lo haría, si me imaginaba que querría hacerle lo
mismo que le hizo a ella, pero que pida que lo haga Roderick no lo esperaba.

ra
Adler: Nena, ¿Estás segura de eso?

Astrid: Muy segura.

er
Edel: ¿Y de querer verlo?

Astrid: Definitivamente quiero ver las lágrimas de sus ojos.


Si
Bertram: Por favor…

Astrid: No recuerdo mucho, pero definitivamente eso pedía debajo de la almohada que tenía
en mi rostro.
ce

Niklaus vuelve a ponerle la bolsa en la cabeza al enfermo violador cuando mi niña deja de
mirarlo o hablarle y presta su atención en Roderick ignorando como el otro se mueve en su
silla por la falta de oxígeno.
ni

Astrid: ¿Qué decidiste?

Roderick: No se me parará.
Ja

Astrid: Yo puedo ayudarte con eso.

Sonríe mirándolo.

Frederick: No le vas a bailar al imbécil.

Ella casquea su lengua.

Astrid: Pensaba en un Viagra no en desnudarme frente a él.

Joss: Genial, porque no te podrías sentar por un mes por la cantidad de azotes que te daría
si la palabra baile salía de tu preciosa boca.
Astrid: Entonces quizás lo haga.

Se ríe, pero no me causa mucho.

Niklaus: No lo harás, primero debería estar muerto para dejarte bailarle a alguien que no
seamos nosotros.

Markus: No hay chance.

Astrid: Bueno, ustedes estarán aquí, ¿No?, Pero no se preocupen no estoy de ánimos para
bailar, con la pastilla bastará, ¿Lo haces o empiezo a torturarte?

Roderick se pone pálido y su labio inferior tiembla.

ra
Roderick: ¿Tú? ¿Ellos no?

Astrid: Oh, no, no, no, me apetece mucho torturar el día de hoy.

er
Se pasa la lengua por el labio inferior.

Roderick: ¡No, tú no! ¡Por favor tú no!


Si
No puedo evitar reírme por el miedo que le tiene a mi niña.

Adler: ¿Puedo ayudarte nena? Me gustaría especialmente torturarlo a el contigo.


ce

Los ojos de Roderick parece que van a salirse de su lugar de tanto que los abrió, niega
freneticamente con la cabeza mientras pide por favor que no, que ellos no.

Niklaus: Carajo, ¿Qué tanto hacen ustedes que le dan tanto miedo?
ni

Adler: Nada del otro mundo, los colgamos y cortamos sus tobillos para ver cómo se
desangran poco a poco mientras nos sentamos frente a ellos a comer, observamos a detalle
como la vida se apaga lentamente de sus ojos.
Ja

Blaz: Tengo que ver eso.

Astrid: Es muy tardado, el perfecto sufrimiento para ti mi buen amigo, ¿Qué dices? ¿Te
cortamos los tobillos?

Roderick: ¡No por favor, por favor! ¡Lo haré, lo haré!

Astrid: Era lo que quería escuchar —saca algo de su bolsillo y se lo mete en la boca a la
fuerza— Me pasan una botella de agua.

Conrad agarra una y se la da, ella pone el pico en la boca de Roderick y la aprieta
haciéndolo ahogar, pero no frena hasta que traga todo.
Astrid: Busquemos sillas para ver el espectáculo.

Adler: Atare al enfermo a la mesa.

Dominik: Fíjate que tiene esposas en la parte superior, usalas.

Esa mesa fue modificada para torturas, tiene esposas en cada esquina para acostar a la
víctima y esposarla para que no se mueva cuando empecemos a cortarla.

Joss, Blaz, Isaak y mi niña fueron por sillas mientras que Adler, Blas, Baldric y Niklaus
esposan al enfermo violador a la mesa.

El resto de nosotros estamos viendo cómo el sudor empieza a caer de la frente de Roderick,

ra
su pantalón ensangrentado y rasgado parece una tienda de campaña.

Su rostro refleja el dolor que le debe causar esa terrible erección, pero nada de eso importa
cuando mi niña llega y empieza a soltarlo de su agarré.

er
Todos estamos sentados en las sillas, viendo cómo Roderick se pone de pie.

Astrid: Te acercas a mi y te cortó la polla con una guillotina.


Si
La esquiva a ella que viene a sentarse con nosotros y camina hacia el enfermo atado con
los pantalones bajos.

Astrid: Tiene feo trasero.


ce

Niklaus: Quizás al otro le gustan los azotes, así por lo menos tiene algo de gracia esto.

Blaz: Faltaria uno que se meta en su boca.


ni

Astrid: No, quiero escucharlo gritar, como ahora.

Bertram: ¡AH!
Ja

Roderick se metió de una sola estocada en su trasero, la sangre baña su polla, pero eso no
parece importarle porque sigue embistiendola sin parar mientras cierra los ojos.

La mesa se mece por la fuerza de sus embestidas y el eco de su pelvis chocando con las
asquerosas nalgas del enfermo llena el calabozo haciendo que mi niña sonría.

Astrid: Tengo que ver algo.

Se pone de pie emocionada y camina hacia la mesa quedando frente al rostro del enfermo,
algo ve en el que la hace dar saltitos mientras sonríe.

Astrid: ¡Está llorando!


Da saltitos como Audrey cuando le dimos el postre o cuando logra estafarnos, que por cierto
es siempre.

Roderick: Oh… Destiny…

Blaz: Cabo su tumba.

Todos asentimos con la cabeza, pero el hombre parece no estar consciente de lo que dijo o
de que acabamos de declararlo muerto porque sigue follando al enfermo, sigue sacándole
gritos y lágrimas al igual que sangre.

Y no frena, por lo que mi reloj indica son cuatro horas, mi mujer bosteza viendo cómo
Roderick acaba por quinta vez y sigue follandose el asqueroso trasero del enfermo.

ra
Astrid: Me aburrí.

Roderick está todo sudado, sus piernas tiemblan, pero no puede dejar de embestir por el

er
dolor de su polla y lo único que al parecer lo alivia es embestir, una y otra vez sin parar.

Adler: ¿Los torturamos ya?


Si
CAPITULO 42
🥒<<{Isaak}>>🥒
My baby sigue bostezando mientras asiente con la cabeza en respuesta a la pregunta de su
ce

hermano, todos nos ponemos de pie cuando escuchamos acabar por sexta vez al hijo de
puta que pronto morirá.

Roderick: Destiny…
ni

Entiendo que quiera imaginarse que está follando un mejor trasero que el de ese enfermo,
pero cabo su propia tumba al imaginar el de nuestra mujer.
Ja

Cae al suelo rendido cuando las piernas no le dan más, su polla erecta apunta directamente
a Astrid cuando ella se pone detrás del trasero del enfermo para ver bien.

Parece aproposito, hijo de su puta madre justo a ella tiene que apuntar.

Ella ignora eso y se inclina a una prudente distancia del trasero, Roderick abre los ojos y ve
un primer plano del trasero de mi mujer antes de que su mano viaje a su polla para
masajearase con esa imagen.

Sobre mi cadáver hará eso.

Saco el arma de mi espalda y le disparo tres veces a la raíz de su polla haciendo que se
corte y caiga.
Sin esa extremidad está mejor.

Mi baby se gira a ver lo que hice y lleva su mirada hacia la mia con una radiante sonrisa.

Isaak: Se lo busco.

Astrid: No dije nada, no era mi prisionero, era el de ustedes.

Roderick: ¡Prometiste no hacerme nada!

Astrid: Y yo no te hice nada, ¿O me viste dispararte?

Todos sonreímos, a ella salió la nena.

ra
Bertram: Son tan asquerosos como yo.

Le gruñe con voz ronca por los gritos cuando lo pone de pie, entre ella y su hermano lo

er
cuelgan del gancho que cae del techo.

Adler: No lo somos.
Si
Astrid: Somos peores, para vencer a la bestia debes volverte una y para desgracia tuya,
cuando hago algo me comprometo a ser la mejor.

Mi baby empieza a sacarle los dientes con la pinza que agarro mientras su hermano
sostiene su cabeza y lo obliga a abrir la boca, los gritos llenan el silencio.
ce

Los de él y los de Roderick a quien mis hermanos están torturando junto a los demás, pero
yo no, estoy concentrado en la facilidad con la que mi baby tortura.

La delicadeza con la que se mueve alrededor del cuerpo que está torturando, la excitación
ni

que cubre su rostro con cada cosa que le hace.

Es fascinante ver cómo disfruta de torturar, ver lo silenciosa que es al hacerlo.


Ja

Ella, porque él llora y súplica, estoy seguro de que ella quiere que el haga eso, porque la
reputación de estos hermanos los preceden, ellos son silenciosos, no se escuchan, no se
ven, no se los reconoce como otra cosa más que la penumbra que te atrapa para nunca
más salir de ahí.

El suplicio de las almas en pena, la última bala de los líderes de mafias, las últimas palabras
de la muerte para muchas personas.

Ellos son terror para la mayoría, son como los cuentos que los padres le cuentan a sus hijos
para asustarlos, ellos son la parca.

Termina de sacarle las muelas entre risas y chistes con su hermano, nunca había visto a
una persona torturar mientras se ríe como si estuviera haciendo un pastel.
Corta su lengua mientras la sangre brota de su boca y sonríe mostrandomela como los
niños muestran los premios que sacan en las máquinas de peluches.

Adler y mi baby agarran grandes cuchillas y aunque me parece lo más asqueroso del
mundo observó a detalle cómo ambos empiezan a sacar enormes trozos de carne de
ambas piernas dejándolo en los huesos.

Mis hermanos y los demás no pudieron aguantar mucho y Roderick ya está muerto después
de que le extirparan varias partes más del cuerpo, todos estamos mirando la escena frente
a nosotros con fascinación absoluta.

Las manos de Hécate y Hemlock están cubiertas de sangre mientras empiezan a hacer lo

ra
mismo que hicieron en sus piernas, pero con sus brazos.

Está colgado su la cadena, el peso de su cuerpo quebró ambas muñecas cuando al sacar la
carne de sus piernas también cortaron los nervios.

er
Pelan los huesos de sus brazos y podemos ver cómo el hueso del codo empieza a ceder y
cae al suelo, sus manos quedan colgadas de la cadena mientras que cayó con sus
antebrazos.
Si
Mi baby sonríe antes de poner un pie a cada lado del tordo del enfermo, se inclina hacia
adelante, clava la cuchilla en su pecho y va bajando haciendo un corte superficial sobre su
carne, pero que lo hace sangrar mucho.
ce

Adler está de pie a un lado de la cabeza del enfermo y también sonríe antes de mirar a su
hermana quien le asiente con la cabeza.

Unísono: Nos vemos del otro lado.


ni

Adler clava la cuchilla en la frente del enfermo matándolo instantáneamente.

Niklaus: Ya entendí el miedo, pero ¿Está mal que a mí me excite?


Ja

Blaz: Pues somos dos.

Baldric: A mi parecer somos trece.

Dice y todos miramos la polla erecta de Adler cuando ambos hermanos se acercan a
nosotros con sonrisas en el rostro.

Hans: Joder, dime qué follan siempre que terminan de matar.

Adler: ¿De qué otra forma me bajaría esto?

Señala su polla.
Johan: Joder, gracias a lo más sagrado por eso.

Astrid: El que se tarda se queda del último.

Sale corriendo dejando sangre a su paso.

Adler: A cazar.

Corre detrás de ella y todos hacemos lo mismo.

Una grandiosa noche.

CAPITULO 43

ra
Un mes después…

🌡️<<{Hans}>>🌡️

er
Estoy terriblemente cagado.

¿Es normal estarlo en esta situación?


Si
Axel: Te sudan las manos papá.

Me suelta la mano y se limpia en sus pantalones, inconscientemente hago lo mismo


intentando sacar la transpiración.
ce

Hans: Perdón pequeño.

Entramos todos al restaurante, la fea entra adelante de todos con mi padre y su madre
como si fueran los reyes del mundo.
ni

No es nada en contra de las dos personas que van con ella, pero mi mujer sí es una reina.
Ja

Volker: Te huele.

Hace una mueca de asco mientras toma aire en mi dirección.

Hans: ¡Audrey! Deja de enseñarle eso.

Audrey: No mentimos papá, hueles a miedo.

Axel: Y caca, ¿No te hiciste?

Niklaus: No se pasen mocositos.

Adler: Pequeños, es normal tener miedo.


Audrey: Tu no tienes.

Johan: Eso es por qué está sería la segunda vez, no cuenta.

Ignoramos los múltiples comentarios de los niños para entrar al restaurante y sentarnos.

Por mi inexistente salud mental es mejor que no presté atención a la burla de los niños
porque estoy a punto de un colapso.

Otra vez intentan sacarle el saco a mi mujer y otra vez se niega, claramente ya habíamos
avisado que ni siquiera se lo ofrezcan, pero al parecer no entienden a las buenas.

Todos en el restaurante la miran de mala forma por la ropa que lleva puesto, incluso los

ra
meseros, pero no podría importar menos.

Ella está hermosa con su jean, sus botas, la blusa y el saco.

er
Aunque desnuda todavía es más hermosa, pero reservamos esa imagen para nosotros.

Astrid: ¿Qué quieren comer, niños?


Si
Pregunta cuando ya estamos todos sentados y la niña tiene la carta en la mano mientras le
dice a Volker todas las cosas que hay.

Los tres niños fruncen el ceño leyendo todo.


ce

Manfrid: ¿Qué les pasa?

Axel: Toda esta comida es fea, ¿Dónde está la pizza o la hamburguesa?

Volker: ¿Y las papas?


ni

Audrey: ¿De postre solo hay helado?


Ja

Baldric: Pequeños…

Astrid: En casa hay todo eso, coman algo del menú.

Adler: Vamos pequeños colaboren.

Los tres nos miran con sonrisas en el rostro, mi padre y mi suegra se ríen por lo bajo.

Audrey: Mami ¿Podemos ir a otro lado?

Axel: Dónde haya pizza.

Volker: Por favor.


Los tres le hacen ojitos y pucheros a nuestra mujer convenciendola, miro a los demás, todos
están igual que yo, ¿Qué hacemos? Lo están haciendo a propósito, saben lo cagados que
estamos y les encanta burlarse.

Niklaus: Pediremos que les hagan pizza.

Isaak: Si mis hijos quieren pizza, la tendrán.

Volker: Y pastel de chocolate.

Adler: Deja de juntarte con tus hermanos.

Que mal suena eso.

ra
Edel: Te corrompieron.

Audrey: No, no, no, le enseñamos lo que es mejor, como papá y mamá hicieron con

er
nosotros.

Todos miramos a Adler, claramente no a nuestra mujer o nos cortaría el cuello con un
cuchillo de plástico.
Si
Adler: ¿Qué? Por lo menos no se dejan de nadie.

Markus: Ni de sus padres, no jodas.


ce

Joss: Niños, pueden estafar y extorsionar, pero no a sus padres.

Astrid: No se caga a la familia mis niños, se los cuida y ayuda.

Audrey: A la familia que elegimos dijiste.


ni

Conrad: ¿No somos su familia?


Ja

Blaz: Me hieren.

Axel: Llorón.

Audrey: Son nuestra familia, pero nos gusta molestarlos.

Los tres nos sonríen.

Esto no está saliendo como lo planeado y al paso que vamos tendremos que hablar antes
de la cena.

Mesera: Buenas noches, ¿Ya saben lo que van a pedir?

Todos pasamos los pedidos y cuando es el turno de los niños habla mi hermano por ellos.
Baldric: Tres hamburguesas, una pizza, refrescos y de postre pastel de chocolate.

Mesero: Este restaurante no hace esas cosas, deberían ir a uno de esos puestos de la
calle.

Mira despectivamente la vestimenta de mi mujer y mira mal a mis hijos.

¿Cómo puede siquiera atreverse?

Astrid la mira con seriedad, sus ojos pasando a tonalidades negras mientras el aura a su
alrededor se vuelve oscura y peligrosa.

ra
Astrid: ¿Por qué deberíamos? Entramos aquí, así que haz lo que mis hijos te pidieron y
limítate a mirarme a mí, no a ellos.

Mesera: Llamaré al gerente para que pueda explicarle señorita que en este restaurante no

er
se hace todo lo que los clientes piden.

Axel: Está bien mamá, comeremos pasta.


Si
Astrid: Ustedes comen lo que quieran, pero justo ahora, me apetece pizza y hamburguesa.

La mesera se va bufando e insultando en voz baja a lo que mi mujer sonríe.

Manfrid: Esto va a ser divertido pequeña guerrera.


ce

Aide: ¡No la apoyes! Mi niña no hagas esto hoy, por favor.

Astrid: ¿Yo? Pero si ella miró mal a mis hijos, yo no hice nada se lo busco sola.
ni

Manfrid: Tiene razón, ¿Cómo puede mirar mal a los dueños del restaurante?

Dominik: ¿Le diste el restaurante a los niños?


Ja

Manfrid: Esos niños son unos genios, sigue a mi nombre, pero si es de ellos, lo manejan
mejor que ustedes.

Frederick: Papá son niños.

Axel: Qué saben de contabilidad y de estafar personas.

Audrey: Es bastante sencillo la verdad, solo debes…

Está algo de cinco minutos explicando cómo manejan este restaurante, las ganancias que
dejan, cuánto le pagan a los empleados y muchas cosas que la verdad me dejan
asombrado.
¡Solo tienen cinco malditos años!

Creo que a mis cinco años todavía comía crayones.

Audrey: ¿Ven? Fácil.

Joss: No les entendí ni mierda, pero los felicito niños.

Niklaus: Tengo algunos clubs, ¿Los quieren manejar? Vamos 60/40.

Axel: El sesenta para nosotros.

Niklaus: Entonces que sean 50/50.

ra
Audrey: Nos das el cincuenta y una parte de las acciones de la empresa que tienes
escondida y tienes un trato.

er
Axel: Solo lo manejaremos por ocho años, el restante lo hará Volker, pero le darás otra parte
de tus empresas.

Niklaus: ¿Si saben que son mis hijos, no? Todo lo mío es de ustedes.
Si
Audrey: Pero para que eso pase tienes que estar muerto, o jubilarte, viejo no eres y mi
mamá no nos aceptó el trato para matarte.

Adler: ¿Lo quisieron matar?


ce

Axel: No, solo dejarlo incapaz para manejar sus negocios.

Joss: Ya es mentalmente inestable, no debería poder manejar ni un auto.


ni

Todos nos reímos, incluida mi mujer que suelta la carcajada más hermosa y fuerte que
podría haber escuchado alguna vez.
Ja

Audrey: ¿Aceptas el trato?

Niklaus: Con la mirada que me están dando pareciera que estoy haciendo un pacto con el
diablo.

Astrid: Por qué lo estás haciendo, niños dejen a sus padres en paz.

Audrey: Qué mala mami, estábamos a punto de quedarnos con su empresa.

Niklaus: Si me la pedían sin estafas se la hubiera dado, mocosos.

Nos sacan la lengua y ese gesto al fin me parece infantil.

Hans: ¿Qué tanto tarda el gerente? Tengo hambre.


Los niños se tapan la nariz mirándome con una sonrisa y abro la boca ofendido.

¿Ahora sí se comportan como niños?

CAPITULO 44
🫦<<{Frederick}>>🫦
Gerente: Buenas noches.

El hombre a un lado de la mesa me quita de mis pensamientos, mi mujer y mi padre junto

ra
con todos nosotros, escaneamos al hombre meticulosamente.

Parece el típico hombre rico que menosprecia a los demás por su puesto de trabajo y eso
solo puedo verlo por la mirada que le regaló a mi mujer, también se nota como claramente

er
tiene algo con la mesera.

Y ahí está obvio el por que siente que puede faltarle el respeto a cualquier persona, por qué
se folla al gerente y se cree superior.
Si
Astrid: Buenas serán las suyas, las mías empezaron mal.

Gerente: ¿Podría explicar por qué?


ce

Astrid: Primero está mujer mira mal a mis hijos, seré buena e ignorare que me miró como si
fuera lo más bajo en esta tierra, después se ofendió y bufo cómo niña cuando le pedimos
que hiciera pizza y hamburguesa.

Gerente: Esté restaurante no hace esas cosas, nosotros servimos comidas gourmet.
ni

Astrid: Pues haz una pizza gourmet, me vale mierda, pero quiero aquí las tres
hamburguesas, la pizza, el pastel y los refrescos.
Ja

Gerente: No hacemos ese tipo de comidas.

Mesera: Ella no entiende.

Todos en el restaurante se nos quedaron mirando en silencio, están escuchando


exactamente todo lo que dicen.

Astrid: Entiendo, entiendo que son unos imbéciles que no saben hacer una simple pizza.

Mesera: Ya le dije, vaya a los puestos de la calle a comer esa basura.

Gerente: No se puede cambiar el menú porque usted lo pide.


Mi mujer se ríe cínicamente.

Astrid: ¿Cómo? ¿Me estás diciendo que no puedes cambiar el menú por lo que la hija del
dueño quiere?

Cuando mi padre se inclina hacia la mesa para que puedan verlo el gerente se pone tan
pálido como una hoja.

Manfrid: ¿Pasa algo? Me pareció escuchar que no querían cocinar lo que mis nietos
quieren.

Audrey: Eso dijeron abuelo.

ra
Volker: No me quieren hacer pastel de chocolate.

Sonrío de lado viendo como los niños se hacen las víctimas e incluso la niña pone lágrimas
en sus ojos.

er
Astrid: Hicieron llorar a mis niños, ¿Qué excusa tienen para no cocinar lo que pedimos?

Mesera: No está en el menú…


Si
Su tono pasó de ser confiado a estar lleno de miedo.

Manfrid: ¿Y cuál es el problema? Agregalo al menú.


ce

Gerente: Lo haremos.

Axel: Tu no, quiero a Francois.

Mi hijo lo miró atentamente, pero el gerente no se movió.


ni

Axel: Quiero a Francois.


Ja

Astrid: Me pareció escuchar que ni niño habló.

Mesera: Francois está limpiando los baños.

Frunzo el ceño, ¿Por qué llama al de la limpieza?

Axel: Quiero a Francois.

Manfrid: Me traen ahora mismo al muchacho que mi nieto busca.

La mesera sale corriendo a buscar al dichoso Francois mientras mi mujer mira al gerente.

Astrid: ¿Cuánto mides? ¿1,82? ¿1,85?


Axel: 1,80.

Mi hijo mira hacia arriba a la cabeza del gerente y ni mujer asiente.

Astrid: Tienes razón, pero de un metro alcanzará.

Audrey: De 50 centímetros también.

Odia con todas sus fuerzas que ignoren a su hermano.

La mesera llega con la cabeza agacha y el hombre llega detrás de ella mientras se saca los
guantes amarillos de las manos.

ra
Francois: Buenas noches, ¿Me necesitaban?

La sonrisa que nos regala es sincera mostrando la hilera de dientes mientras sus ojos
brillan.

er
Axel: El cambiará el menú.

Gerente: Eso solo puede hacerlo el dueño o el gerente pequeño.


Si
Audrey: Se llama Axel, no le diga pequeño.

Astrid: Mi hijo sabe quiénes pueden cambiar el menú, parece que tú no estás entendiendo
lo que quiso decirte.
ce

Axel: Francois es el gerente.

Mesera: Solo es el de limpieza.


ni

Adler: Y tiene un máster en administración de empresas, hasta donde sé es mejor que


ustedes dos.
Ja

Baldric: ¿Qué haces limpiando baños con ese título?

Francois: Necesito el dinero para pagar los préstamos estudiantiles y nadie me toma para
alguna empresa por mi edad.

Axel: Lo quiero a él.

El hombre mira al niño con una sonrisa.

Astrid: Vaya encontró otro como él, bien, ya oyeron a mi hijo, ustedes dos quedan
despedidos, Francois por favor, queremos pizzas, hamburguesas, pastel de chocolate y
refresco.

Mesera: ¡No! ¡por favor, por favor, no me despida necesito el dinero!


Audrey: Puedes tomar el puesto que dejó Francois, ya no necesitamos mesera.

Todos sonreímos orgullosos de estos niños, la está mandando a limpiar los baños.

Mesera: Pero…

Volker: Yo entendí a mi hermana, ¿Por qué ella no?

Blaz: Porque ella quiere ser más, hijo.

Volker: Por eso limpiará los baños.

ra
Manfrid: ¿Tengo que llamar a seguridad para que se retiren de mi establecimiento?

Mesera: Tomaré el puesto de Francois.

er
Astrid: Genial, no intentes tirarte al chico.

Adler: Es gay.
Si
Francois: uhm, mmm, gracias por eso.

Se ruboriza ante la mirada de todos cuando la mesera y el ex gerente se van, este último es
sacado por seguridad.
ce

Astrid: Fueron los niños.

Francois: Pues gracias niños, les traeré la comida que pidieron.

Isaak: Hay que darle un aumento a su sueldo.


ni

Los niños y mi padre se ríen de lo que mi hermano dijo luego de que Francois se fuera.
Ja

Edel: ¿Qué causa tanto?

Manfrid: Ya lo hicieron, no hacía falta que lo dijeras.

Frederick: A veces se nos olvida que tenemos hijos superdotados.

Adler: Salieron al padre.

Sonríe orgulloso el estúpido.

Aide: Tu comías crayones a esa edad.

Todos nos reímos mientras él se cruza de brazos enojado.


El resto de la cena transcurre tranquila mientras nos hacemos burlas los unos a los otros,
no puedo evitar sentir lindo en mi interior.

Algo que no había sentido, tranquilidad, amor, conexión.

El postre llega y junto a él nuestro momento, los trece no ponemos de pie y la levantamos
para que quede entremedio de todos nosotros y uno a uno nos vamos hincando en una
rodilla.

Ella queda en medio del círculo que formamos entre nosotros, da la vuelta para mirarnos a
todos sobre nuestra rodilla.

Adler: Nena, queremos hacerte una pregunta.

ra
Blaz: Nos encantaría que la respuesta sea un si loca.

Frederick: Si quieres.

er
Miro mal al pendejo de mi primo.

Unísono: ¿Quieres ser nuestra esposa?


Si
Los ojos se le llenan de lágrimas y da vueltas mirando el rostro de todos.

Astrid: No… —el corazón se aprieta en mi pecho— jodas, por supuesto que sí.
ce

Joder casi me muero.

CAPITULO 45
Dos semanas después…
ni

👅<<{Conrad}>>👅
Ja

Me encuentro metido en la enorme remera de Astrid, pasando mi lengua por sus magníficos
pechos mientras ella duerme con mi hermano Baldric.

Astrid: Mmm…

Sus manos aprietan mi cabeza contra su pecho guiandolo a sus pezones y no lo pienso dos
veces antes de chupar cuál bebé.

Astrid: Mmm…

Chupo con fuerza mientras tironeo del pezón con mis labios y frunzo el ceño ante el extraño
sabor que capta mi boca.
Me separo de su pecho para verlo y no noto nada, pero mi boca vuelve a chupar el pezón,
siento un líquido raro salir de su pecho.

Es denso y pegajoso.

Me separo de su pecho, salgo de la remera sin separarme de ella y la miró con la


respiración un poco agitada.

Conrad: ¿Es normal que te salga líquido del pecho?

Baldric: ¿Qué?

Señaló con mi cabeza su pecho y él no duda en inclinarse y chupar de su pezón tal como yo

ra
lo hice.

Conrad: ¿Salió?

er
Asiente con su cabeza mientras sigue chupando con hambre.

Astrid: Salgan.
Si
Lo hacemos después de darle algunas chupadas más a sus pechos.

Ella se sienta en la cama con el ceño fruncido mientras se acomoda la remera, el brasier no
podrá porque lo rompí.
ce

La puerta se abre a nuestra espalda mientras nuestra mujer sigue con el ceño fruncido, no
saca la mirada de la pared, no mueve un músculo, solo está ahí mirando a la nada como si
estuviera pensando mil cosas a la vez.

Blaz: ¿Qué pasa?


ni

Adler: ¿Qué hicieron?


Ja

Niklaus: ¿Regina estás bien?

El ceño fruncido no se quita al igual que la mirada de la pared, parece que está en ese
estado por tanto tiempo mientras nosotros la miramos que los demás vinieron.

Y se quedaron igual que nosotros, sin entender una mierda de lo que le está pasando.

Conrad: ¿Qué te pasa? ¿Es por lo que salió de tu pecho? Vamos al médico.

Adler: ¿Qué le salió del pecho?

Baldric: Un líquido denso, pegajoso y rico.

Adler: ¡No jodas!


Sonríe antes de tirarse sobre su hermana a besarle todo el rostro.

Niklaus: ¿Ustedes son idiotas?

Blaz: ¿No saben qué fue lo que le salió? ¿Enserio?

Joss: Imbéciles, ¿Qué líquido sale de su pecho?

Simple.

Conrad: Leche para amamantar.

ra
Baldric: Pero eso es imposible porque no está embarazada y los niños ya tienen cinco años
y… y…

Hans: Está embarazada.

er
Todos nos tiramos sobre ella a besarla mientras que sigue estática, en shock.

Adler: ¿No querías?


Si
Johan: Castaña no es como si nos cuidaramos.

Astrid: Yo… tengo el chip… yo… no creí qué…


ce

Niklaus: ¿Quieres tener más hijos?

Espero que diga que si, nada me emocionaría más que otro bebé de ella.

Astrid: ¿Qué? —eso parece sacarla del shock porque se mueve frenéticamente hasta que
ni

todos nos separamos— por supuesto que quiero a este bebé, solo no lo esperaba.

Joss: A Volker tampoco, fiera y es nuestro hijo, nos hace terriblemente felices por cierto, al
Ja

igual que lo que llevas en el vientre.

Astrid: No es seguro, puede ser otra cosa.

Adler: Nena, tus caderas y pechos están más grandes.

Edel: Y te vives quejando de que engordaste.

Tiene levemente abultado el vientre, pareciera que subió dos o tres kilos, pero no tiene
vientre de embarazada.

Tampoco ha sentido náuseas o antojos.

¿Será que nos equivocamos y solo está comiendo muchas porquerías?


[•••]

Una hora después…

Nuestra mujer mueve sus pies nerviosa hacia adelante y atrás mientras esperamos al
médico con los resultados de los análisis de sangre y orina que le mandó a hacer.

Todos estamos a la expectativa, pero bastantes emocionados por la posibilidad de un bebé.

El médico entra con papeles en la mano, nuestra mujer levanta su mirada para conectarla
con la de él quien le sonríe.

ra
No le rompo todo el rostro en este momento porque necesito saber si seremos padres otra
vez o no.

Médico: Los resultados ya salieron —por supuesto que sí pagamos mucho para que los

er
resultados salieran en quince minutos— felicitaciones estás embarazada.

La boca de mi mujer se abre mientras que todos nosotros sonreímos, Joss festeja un poco
pareciendo un niño cuando salta en su lugar mientras dice ¡Si!
Si
Médico: Te haré una ecografía trasvaginal para poder ver bien al feto y saber de cuánto
estás.

Astrid asiente con la cabeza mientras el médico se acerca, le indica que se acueste y
ce

levante las piernas hasta unos soportes que tiene la camilla, lo cual hace, aprieto los puños
al verlo levantar la horrible bata que le hizo poner e inclinar su cabeza hasta el coño de mi
mujer.

Niklaus: ¿Es necesario que te acerques a mis pertenencias?


ni

Gruñe hacia el doctor el cual lo ignora mientras sigue.


Ja

Médico: Será incómodo respira por favor.

Le habla con el rostro en su coño y mi mujer se sonroja, lo mataré, me acerco a ver qué
hace y noto que mete un tubo en su interior antes de retirar la cabeza.

Abre grande los ojos al notar que estoy a su lado exudando peligro por los poros.

¿Se supone que tiene que hablarle en el coño?

Miro la pantalla la cual señala con su tembloroso dedo mientras su otra mano mueve el tubo
en el interior de mi mujer.

Astrid está tomando la mano de Isaak mientras Blaz acaricia su cabello.


Médico: Uhm, es… —carraspea, sigue moviendo el tubo haciendo sisear a mi mujer— oh…
tienen cuatro meses de embarazo.

Astrid: Imposible ¿Dónde está mi vientre entonces?

Médico: Depende del cuerpo, también de si hace ejercicio, usted es alta también por lo que
tienen más espacio para ubicarse.

Adler: ¿Está bien el bebé?

Médico: No entendieron, no es un bebé, ellos tienen cuatro meses de gestación, son tres,
dos son gemelos y hay un mellizo en otra bolsa.

ra
Niklaus: Cazzo. (Mierda.)

El cuerpo inconsciente del italiano cae al suelo junto al de mi hermano Johan.

er
Adler: Son unos blanditos.

Baldric: ¿Se puede saber que son?


Si
Dominik: Aparte de bebés.

Markus: Y humanos, creo.

Médico: De hecho sí, los tres se están dejando ver, te molestará un poco —mueve el tubo
ce

otra vez— los gemelos son… —frunce el ceño— ambos varoncitos, el mellizo es… —hace
un mohín con sus labios antes de hablar— niña.
ni

CAPITULO 46
Dos meses después…
Ja

😍<<{Joss}>>😍
Es media noche ya, los niños duermen mientras sus abuelos los cuidan, nosotros ahora nos
encontramos en el bosque por petición de mi fiera.

Mañana es nuestra boda y la verdad no entiendo qué hacemos aquí, pero ninguno se negó
a seguirla.

Johan: ¿Castaña nos matarás?

¿Ni siquiera nos quiere dejar vivos por un día como esposos?

Astrid: ¿Y traerlos hasta el bosque para que? si puedo hacerlo mientras duermen.
Tiene un punto.

Si me guío por todos los libros que he leído probablemente mataremos a alguien aquí, o
haremos un sacrificio.

Que puedo decir, leo muchas cosas raras, moralmente inaceptables, personalmente
espectaculares.

Los rayos alumbran nuestro rostro cuando nos encaminamos por entremedio del bosque
oscuro, los truenos erizan mi piel por la intensidad.

No puede ser más tétrica toda esta situación.

ra
Llegamos a la zona en la que mi mujer quería mientras una leve lluvia cae sobre nosotros
empapandonos, se da la vuelta con una sonrisa mientras la ropa se pega a su cuerpo, su
vientre se marca asombrosamente.

er
Baldric: Te enfermaras.

Astrid: Cálmate estaré bien.


Si
Adler: ¿Qué hacemos aquí?

Sigue mirándonos con una sonrisa mientras se comienza a sacar la ropa, queda
completamente desnuda en el frío y oscuro bosque, nuestra mirada se pasea por su cuerpo,
ce

vemos las gotas caer de sus dedos y de las puntas de sus pezones llamándonos a
chuparlos.

Mi polla crece y duele mientras más chico se siente el pantalón.


ni

Niklaus: ¿Qué haces?

Su voz es ronca debido a la excitación que todos sentimos al ver el cuerpo de nuestra mujer
Ja

húmedo entre toda esta oscuridad y desamparo.

Astrid: Quiero jugar.

Ronronea en nuestra dirección.

Edel: Podemos jugar dentro de casa.

Astrid: Quiero jugar un juego nuevo, ustedes esperarán aquí mientras yo me esconderse en
alguna parte del bosque.

Frederick: ¿Qué ganamos por encontrarte?

Astrid: Follarme aquí mismo.


Blaz: ¿Cual es la trampa?

Astrid: Solo el primero que me encuentre me tendrá, los demás se quedarán sin sexo por un
mes.

Mi polla se estremece solo de pensar en no estar en su interior por un mes.

Markus: ¿Cuales son las reglas?

Astrid: Esperaran cinco minutos antes de salir, no se valen los rastreadores, no sean
tramposos porque si me entero estarán dos meses sin sexo y me buscarán sin ropa.

ra
Sonríe.

Isaak: Baby, llueve vas a enfermarte es peligroso para los bebés.

er
Astrid: Sí se quieren casar conmigo mañana jugarán, no hay forma en este mundo de que
me case con hombres que no quieran jugar conmigo.

Adler: Lo haremos, pero ya corre.


Si
Sonríe antes de salir corriendo y perderse en la oscuridad del bosque.

Hans: La lluvia borrará las huellas.


ce

Dominik: ¿Haremos equipos?

Johan: ¿De tres?

Joss: Si serán imbéciles, todos queremos follarla, si hacemos grupos solo tres la tendrán
ni

por un mes entero, busquemos la juntos.

Adler: Apoyo a Joss.


Ja

Niklaus: El niño tiene razón.

Joss: Ven y fíjate debajo de los pantalones si soy un niño.

Niklaus: Oh, el niño adquirió coraje.

Pendejo.

Joss: Estúpido, ojalá no la encuentres.

Me saco la ropa y empiezo a caminar cuando creo que ya han pasado más de cinco
minutos.
Niklaus: ¿A dónde vas? vamos todos juntos, no dices que el trece es el número de la
suerte.

Todos se sacan la ropa y me siguen.

Claro ya no soy un niño.

Caminamos siguiendo las huellas que logran verse aún, se detienen después de diez
minutos caminando, estamos entremedio de varios árboles, apenas y si podemos vernos y
eso porque Hans se dio cuenta y trajo una linterna cuando nuestra mujer nos dijo que
íbamos al bosque.

La oscuridad consume gran parte de nuestro cuerpo, la única luz que tenemos aparte de la

ra
linterna que apunta a nuestro alrededor es la luna que nos permite ver gran parte de los
árboles.

Isaak: Las huellas acaban aquí.

er
Adler: No nos dejaría así debajo de la lluvia, alumbra algún árbol quizás haya roto alguna
rama para que la encontremos.
Si
Y así lo hace, todos pasamos la mirada por donde la linterna alumbra cada árbol, poniendo
nuestras manos encima de nuestros ojos para que las pesada gotas nos permitan ver bien.

Aunque la visibilidad sea casi nula por la fuerte lluvia.


ce

Otro rayo cae alumbrando el cielo y aclarandonos un poco la vista.

Niklaus: Vuelve la linterna al árbol anterior creo que vi algo.

Le hace caso, tiene razón, hay una rama quebrada, es apenas perceptible por la ubicación y
ni

lo diminuta que es, pero se nota claramente que no podría haberse quebrado sola.

Vamos en esa dirección siguiendo las diminutas ramas rocas, hasta que otra vez estamos
Ja

atrapados en un círculo de árboles sin pistas.

Joss: No hay huella, no hay ramas, eso significa…

Astrid: ¿Qué significa chiquito? Iluminame.

Su voz sonó como en un eco lejano aunque sabemos que está cerca.

Johan: Alumbra idiota está cerca.

Escuchamos pasos corriendo y una risa, corremos detrás del sonido, guiándonos por
nuestro oído.

Frenamos otra vez, me apoyo en el árbol intentando recuperar aliento.


Astrid: Chiquito, sus pollas me están dando hambre.

El susurro en mi oído me estremece a más no poder, sujeto su mano antes de que pueda
salir corriendo y agarró su cintura acercándola a mi cuerpo, apoyando mi polla en su bajo
vientre.

Joss: Nuestra.

Se ríe y si no supiera que es mi mujer correría, porque estar desnudo en el bosque, con la
lluvia cayendo sobre mí y una loca riéndose no es lo que mi sueño erótico describiría como
fabuloso, pero mis libros si, ellos dirían que es lo mejor del mundo, lo más caliente y
perverso.

ra
CAPITULO 47
🍼<<{Blaz}>>🍼

er
Niklaus: Te encontramos Regina, ahora nos aceptaras a todos.

Joss: Pero eso es justo lo que quieres ¿Verdad? Siento tus jugos caer sobre mi polla.
Si
La tiene levantada con sus piernas enredadas en sus caderas, pero no esta dentro de su
coño, no aún.

Sonríe y se mueve para rozar la polla de Joss quien sisea mientras aprieta con fuerza sus
ce

nalgas.

Baldric: Es exactamente lo que quiere y se lo daremos.

Astrid: ¡Ah!
ni

Joss se enterró en su coño de una feroz estocada que lo hace apoyar su espalda en el árbol
para que sus piernas no lo venzan y caigan ambos.
Ja

Joss: Joder… fiera tu coño está muy caliente…

Voy hacia ellos masajeandome la polla y empiezo a meterme lentamente en su trasero,


siseandony gruñendo hasta que ya estoy completamente dentro.

Su estrechez aprieta tanto mi polla que el dolor y el placer se mezclan en mi interior y


generan algo único, como siempre que estoy con ella.

Se siente tan bien, tan rico, tan nuestro.

Sus gemidos son altos cuando empezamos a embestirla al mismo tiempo, le mierdo el
cuello intentando dejar marcas de mis dientes mientras Joss le chupancon avidez los
pechos chupando el rico líquido que sale de ellos.
Adler: Déjanos un poco egoísta.

Ignoramos eso, mientras seguimos embistiendola y gimiendo algo por el jodido placer que
sentimos, la lluvia no alivia ni siquiera un poco el calor de la situacion, creo que la empeora
cuando vemos las gotas caer de sus labios y pasar por sus pechos.

Entramos y salimos al mismo tiempo, de forma rápidas y dura, ella gime gustosa por todo lo
que le estamos haciendo y se arquea apoyando su cabeza en su hombro dándole más
acceso a sus pechos a Joss.

Astrid: ¡Ah! Joder…

ra
Su interior empieza a contraerse alrededor de nuestras pollas, cierro los ojos ante el
exquisito placer que eso genera en mí mientras mi orgasmo se avecina, embestimos más
rápido y duro gimiendo y estremeciéndola hasta que se corre con un grito.

er
Astrid: ¡AH!

Nosotros acabamos luego de ella llenando su interior de forma desmesurada.


Si
Un rato después salgo de su interior, Joss se la pasa a Hans quien no la deja recuperarse
antes de apoyar la espalda de ella en su pecho y enterrarse en su trasero embistiendola con
rapidez.

Frederick y Johan se ponen uno frente al otro juntando sus pollas sin importarles que estén
ce

tocándose entre ellas, Hans se acerca a ellos ubicándose en el medio con ella aún encima,
la levanto un poco haciendo que la mitad de su polla salga de su trasero y la baja
lentamente, cuando ambos ubicaron sus pollas en su coño.

Johan: Joder castaña…


ni

Astrid: Muevanse por favor…


Ja

La embesten con fuerza varias veces los cuatro gimen, le dan tan duro que dudo que
mañana pueda caminar hacia el altar.

Ella gime con fuerza con cada estocada coordinada que los tres le das, Frederick y Johan
se inclinaron a chupar sus pechos con un hambre mortal mientras que Hans le chupa el
cuello dejando varias marcas.

Espero que el vestido tenga algo para tapar las marcas o los matará mañana.

La follan sin parar, la lluvia a cesado un poco y ahora se convirtió en llovizna, el frío
aumento, pero eso no hace bajar a nuestras pollas, la imagen de ellos follándola rudo es tan
perfecta que no me pierdo un solo detalle.
Menos ahora que sus ojos se van hacia el fondo de su cabeza mientras grita y su cabeza
cae en el hombro de Hans cuando el chorro sale disparado de su coño entre medio de las
pollas de mis primos.

Hans se ha quedado quieto lo que me hace entender que acabó mientras que los otros dos
dan una última estocada y se aprietan bien contra ella.

Frederick y Johan salen un rato después, Niklaus no pierde tiempo y se entierra en su coño
haciéndola gritar, agarra sus piernas y las envuelve en su cadera para que mi primo Hans
pueda salir de su trasero y Edel es quien ocupa su lugar.

Ambos la embisten con fuerza mientras cierran sus ojos y la cabeza se les fue hacia atrás
ante el placer.

ra
Edel le aprieta las caderas con fuerza mientras Niklaus le abre las nalgas y el eco de la
pelvis chocar se escucha por encima de la llovizna, un rato después Edel sale de su trasero
mientras Niklaus frena con la mandíbula apretada.

er
Nuestra mujer emite un quejido de frustración por qué le sacaron el orgasmo, pero Edel
entra lentamente en su coño y siguen follandola hasta que ambos acaban en su interior y
ella lo hace igual con otro poderoso chorro.
Si
CAPITULO 48
🍆<<{Niklaus}>>🍆
ce

Siento cuando Edel sale del interior de mia regina, Adler se acerca y se la paso,
rápidamente se entierra en su coño.

Astrid: A unos pasos de aquí hay una cabaña, no podemos estar mucho más aquí afuera.
ni

Adler asiente mientras camina y la hace brincar sobre su polla una y otra vez, ella no deja
de gemir cada vez que su hermano la levanta sacando la polla de su coño y la baja para
enterrarse otra vez completamente en ella.
Ja

Llegamos a una cabaña, nos gime que subamos la escalera y así se hace mientras la
vemos brincar sobre la polla de su hermano, su rostro está inundado de placer tan hermoso
como siempre que la follamos.

Cuando llegamos a la habitación choca su espalda contra una pared y segue follándola sin
ningún tipo de control.

Esta follandola salvajemente, como si no quisiera que mañana camine hacia nosotros, una
de sus manos sube a su cuello y la ahorca apretándola contra la pared, sus embestidas ya
son feroces y descontroladas.

Ella lo ahora del mismo modo que el lo hace y Adler cierra su ojos mientras sus embestidas
se vuelven todavía más feroces, ambos gritan antes de correrse.
Baldric la agarra y ella envuelve sus piernas en sus caderas mientras él se acuesta de
espaldas a la cama, Isaak se pone en la espalda de ella y se mete en su trasero mientras
que Baldric se entierra profundamente en su coño.

Su respiración es acelerada, se muerde el labio inferior para no gritar, aunque sabe que nos
fascina.

Conrad se mete en su boca agarrando su cabello en una coleta y empiezan a embestirla


duro, Baldric aprieta con fuerza sus caderas mientras que Isaak le da azotes y Conrad la
deja sin respirar dejando su polla en el fondo de su garganta.

Coordinaron sus movimientos para que cuando uno entre el otro salga, la embisten fuerte,

ra
sus nalgas tienen un color rojo intenso y seguramente tengan el relieve de las manos de
Isaak.

Los tres están gimiendo por el placer que el interior de mia regina les brinda y los entiendo,

er
joder es tan caliente, estrelló y placentero, que podrías correrte con solo la vista de su
rosado coño.

Empiezan a embestirla descontroladamente cuando están por acabar y un rato después


Si
todos lo hacen, a mia regina se le giran los ojos hacia atrás por el placer mientras que se
desarma en un arrasador orgasmo.

Hermosa.
ce

Markus se acuesta a un lado de Baldric y Astrid se monta en el bajando rápidamente por su


polla haciendolo gemir, brinca por un buen rato sobre la polla de él mientras le aprieta la
cadera hasta que Dominik se acerca a su espalda y se mete con una profunda estocada en
su trasero,ninguno de los dos pierde el tiempo, empiezan a follarla con fuerza mientras ella
gritan del placer.
ni

Markus clava sus talones en la cama para embestirla con tanta fuerza que grita mientras le
chupa los pechos gimiendo cuando bebe el líquido que sale de ellos, Dominik le aprieta la
Ja

cadera con una mano mientras con la otra azota duramente su nalga.

El eco de las estocadas y de los azotes inunda la habitación, me masturbo con la imagen
del rostro tan inundado de placer de mi mujer.

Mierda, es tan perfecta, me encanta ver su rostro contraído del placer y el sudor bañandola.

Subo y bajo mi mano por mi polla, acoplando la a las estocadas que ellos le dan, cierro los
ojos mientras escucho sus hermosos gemidos, imagino que me está montando, como hará
después, mañana y por el resto de nuestras vidas.

Abro los ojos para ver cómo la penetran más duro cuando se están por correr, así que
aumento los movimientos de mi mano hasta que los tres acaban con sonoros gemidos de
placer que quizás escucharon en todo el bosque y yo los acompaño momentos después
soltando varios chorros de semen al suelo.

Joder ella es tan perfecta.

Adler: Hay que bañarla en agua caliente para que mañana no ande resfriada.

Joss: Fiera ¿No pudiste buscar un juego dentro de la casa?

Astrid: No te escuché quejarte cuando me follaste como un poseso apoyado en el árbol.

Hans: ¿Quién podría decir algo cuando tiene tu coño envolviendo su polla? Es literalmente
imposible.

ra
Frederick: Ven te bañare así dormimos que mañana es nuestra boda y te quiero fresca
como una lechuga.

er
Ella frunce el ceño y hace puchero.

Astrid: ¿Porqué como una lechuga? ¿Y si quiero ser un tomate o un pollo?


Si
Frederick: Se lo que quieras, pero ven así te baño.

Ella extiende sus brazos y el la toma, la imagen me parece tan infantil y tierna, es como
cuando Audrey nos pide que le hagamos upa.
ce

Ella es una niña en su interior, no lo muestra mucho, pero se que lo es, he visto muchas
actitudes aniñadas en ella desde que la recupere.

Me acerco a la puerta del baño y la veo sonreír mientras Frederick le sopla las burbujas que
tiene en la mano hacia el rostro.
ni

Viéndola así me siento el hombre más afortunado de tenerla, no se qué hubiera sido de mí
si aquel día ella se negaba a estar conmigo.
Ja

CAPITULO 49

💥<<{Johan}>>💥
En unos minutos comienza nuestra boda, estamos los trece en el altar a la espera de
nuestra mujer.

Veo a los invitados terminar de sentarse y hablar con sus acompañantes, todos los líderes
de las mafias están aquí, tenían que ver a la reina de la mafia Alemana, Francesa y de la
cosa nostra.

Será una boda a lo grande, como nuestra mujer se merece.


Mi mirada se cruza con la de Artem Sokolov, el Pakhan de la Bratva y gran aliado, a su lado
se encuentra su hijo Kirill de siete años atento a todo lo que sucede a su alrededor, al lado
del niño su madre quien está mirandl a la niñera con dos niñas en los brazos, le doy un
asentimiento de cabeza al Pakhan y llevo mi mirada a mis hijos.

Mis dos hombrecitos tienen unos trajes idénticos a los nuestros, total black como nuestra
mujer lo pidió, la preciosa niña lleva un largo vestido beige que le queda hermoso.

Los tres están lindos.

La marcha nupcial comienza anunciando la entrada de mi mujer llevo mi vista hacia la


puerta cuando se abre revelando a mi castaña del brazo de mi padre.

ra
Lleva un vestido blanco, al cuerpo que acentúa su bello vientre de embarazada, tiene una
cola corta que se arrastra con cada paso que da.

er
Ignoro las miradas que todos los hombres le dan cuando la sonrisa que me muestra hace
que mi mundo entero tiembre, ella nos ama a nosotros, no importa quien la mire, le
coquetee o lo que sea, nos ama a nosotros así como nosotros a ella.
Si
Cuando llegan hacia nosotros su hermano le tiene la mano al ser el que está en medio.

Manfrid: Me importa una mierda si son mis hijos, mi sobrino, hijastro o lo que sean,
lastimenla y tendrán que esconderse en el pozo más profundo para que no los encuentre.
ce

Mi padre y Astrid formaron un vínculo muy bonito desde que empezó a llamarlo Pa, la
protege como si su vida dependiera de ella y lo entiendo, porque nosotros nos sentimos
igual.

Juez: Estoy aquí en nombre del amor que estas personas se profesan, para unirlos en
ni

matrimonio por toda la eternidad…

Ignoro todo el discurso que dice, puedo apostar a que todos lo hacemos.
Ja

Juez: Señores Baldric, Isaak, Johan, Hans, Frederick, Edel, Markus, Dominik, Conrad y Blaz
Klein, Adler Becker, Joss Meyer y Niklaus Koch ¿reciben ustedes a esta mujer para ser su
esposa, vivir juntos en matrimonio, amarla, honrarla, consolarla y cuidarla, en la salud y en
la enfermedad, guardándose fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?

Unísono: Sí, aceptamos.

Por supuesto que sí, estaba esperando con ansias esta parte de la ceremonia.

Juez: Señorita Astrid Becker, ¿recibe usted a estos hombres para ser sus maridos, vivir
juntos en matrimonio, amarlos, honrarlos, consolarlos y cuidarlos, en la salud y en la
enfermedad, guardándose fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?
Astrid: Sí, acepto.

Sonreímos al escucharla, es lo mejor que pudo pasarnos.

Juez: Si hay alguien aquí presente que se oponga a esta unión que hable ahora o calle para
siempre.

...: Yo me opongo.

Este tiene que ser el karma de mi mujer.

Ella y Blaz se miran mientras todos nos giramos a ver a la persona culpable de interrumpir
uno de los mejores momentos de mi vida.

ra
...: Ellos son míos perra.

Blaz: Tenemos que dejar de interrumpir bodas.

er
Astrid: Pensé que era la única que considero esto como el karma, aunque, que karma tan
feo.
Si
Baldric: Joder Alicia vete, hace años que no estamos juntos.

Juez: ¿Cancelamos la ceremonia?

Astrid: Hágalo y se muere de camino a la puerta.


ce

Mi mujer baja los escalones del altar con la elegancia de una reina, no se rebajará por esta
estúpida.

Astrid: Te doy dos segundos para que corran antes de que me den ganas de matarte.
ni

No creo que la deje vivir tampoco, pero que me importa a mí.


Ja

Alicia: ¿Tú sabes acaso quién soy?

Mi mujer sonríe escalofriantemente, varias de los invitados que estaban a los lados de ella
dos se ponen blancos como una hoja, los entiendo, si da miedo, aunque también me pone
cachondo.

Astrid: Sé quién eres Alicia, sé todo sobre ti, ¿Sabes tú quién soy yo?

Alicia: Una perra que quiere quedarse con mis hombres encajandoles unos bastardos.

Mi mujer chasquea los dedos en el aire mientras su sonrisa se mantiene en su rostro, seis
hombres armados rodean a Alicia apuntándole a su cabeza.

Hombre: ¿Qué hacemos con ella señora?


Varios invitados se ponen de pie y sacan sus armas sin apuntarle a nadie en especial, si
llegan a apuntar a mi mujer pueden considerarse muertos.

Adler baja y se pone junto a su hermana, los hombres murmuran un "señor" mientras siguen
apuntando a Alicia.

Blaz: Se me paró la polla.

Niklaus: Y a mi.

Susurran entre ellos los muy imbéciles, ni sutiles pueden ser.

ra
Astrid: Muchachos, ¿Quién soy?

Hombres: Nuestra líder.

er
Parece un canto ensayado por la sincronización que esos hombres tienen al decir las
palabras.

Adler: ¿Cómo se llama?


Si
Hombres: Hécate, mi señor.

Escuchó los jadeos de muchos de los invitados, por no decir todos, algunos se han puesto
más blancos que una hoja, incluso dudo de que sigan vivos.
ce

Como dije, ellos influyen miedo por todo el mundo.

Astrid: Cuéntenme, ¿Quién es su señor?


ni

Hombres: Hemlock.

Astrid: Dime Alicia, ¿Ya sabes quién soy? —se acerca y le sopla el rostro pálido mientras
Ja

tiembla de miedo— a que recuerdas mi nombre, muñeca, ¿No me mandaste a matar a tu


difunto esposo?

Alicia: No… no sé de qué… hablas…

Adler: Nena, volvamos, luego seguimos con ella.

Ella asiente con la cabeza mientras acerca su rostro al cuello de Alicia y aspira su olor.

Astrid: Hueles a muerto muñeca, como tu esposo —se aleja— Llevensela, ya saben dónde.

Los hombres la agarran y entre gritos se la llevan, mi mujer vuelve a poner una hermosa
sonrisa en el rostro antes de girarse a mirarnos, agarra el brazo de su hermano y juntos
caminan de regreso al altar.
Astrid: No teman, esto continúa, siga juez, nadie se opone a esta unión.

Suben al altar y todo vuelve a como estaba antes de la intromisión, aunque hay un aire
tenso a nuestro alrededor, no podría importarme menos, estoy casándome con el amor de
mi vida.

Juez: Señores repitan después de mí, por favor.

<< Yo, su nombre, te recibo a ti Astrid Becker para ser mi esposa, para tenerte y protegerte
de aquí en adelante, para bien o para mal, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la
enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe.>>

ra
Repetimos exactamente como nos dijo.

Juez: Ahora repita usted señorita.

er
<< Yo, su nombre, los recibo a ustedes, diga sus nombres, para ser mis esposos, para
tenerlos y protegerlos de aquí en adelante, para bien o para mal, en la riqueza y en la
pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarlos y cuidarlos hasta que la muerte nos
separe.>>
Si
Ella lo hace, sin trabarse por la cantidad de nombres que tuvo que decir y termina con una
radiante sonrisa.

Juez: Pueden intercambiar anillos, y firmar aquí, por favor, los testigos ya lo hicieron —nos
ce

acercamos de a uno a firmar— en virtud de la autoridad que me confieren las leyes, los
declaro Maridos y Mujer, pueden besar a la novia.

Y así lo hacemos, no puedo estar más ansioso y feliz de pasar el resto de mi vida con la
mujer que amo, la mujer de mis sueños y fantasías.
ni

Fin…
Ja

EPILOGO
Más de dos meses después…

💦<<{Adler}>>💦
Estamos alrededor de nuestra mujer en la camilla de la sala de partos, los trillizos están a
punto de nacer, me siento otra vez en el parto de los mellizos, siento el mismo miedo que
aquella vez, solo que con varios años de diferencia.

Intento mantener los dedos de mi mano en su lugar, pero por la forma en que mi hermana
aprieta con fuerza es poco probable.
La entiendo, vi salir a los mellizos, vi de primer plano el dolor que siente una mujer que da a
luz, carajo no entiendo cómo pueden.

Sin embargo, ella me dijo que me daría trece hijos, uno para que cada uno de nosotros
pueda llevar al trabajo el día de llevar a tu hijo al trabajo.

Estúpidamente no pensé en que ninguno de nuestros trabajos es apto para llevar niños,
pero seguro podemos enseñarles la parte menos sangrienta de este.

Doctora: Inhala y Exhala, puja cuando sientas la necesidad.

Lo hace, calma su respiración lo más que puede mientras aprieta mi mano cuando el dolor

ra
la está superando.

Baldric: Tu puedes amor.

er
Astrid: Por supuesto que puedo imbécil.

Carajo, se enojo.
Si
El sudor cae de su frente y la respiración se le vuelve acelerada.

Doctora: Ahora, debés pujar.

Lo hace gritando del dolor e inclinándose hacia adelante, ignoro que me haya quebrado los
ce

cinco dedos de una sola pujada cuando escucho el llanto de un bebé.

No jodas, puta madre.

Me siento igual que con los mellizos, siento que me voy a desmayar.
ni

Un enfermero toma al bebé cuando la doctora corta el cordón, la respiración de mi mujer no


deja de estar acelerada, siento como aprieta para no pujar, quiere esperar que la doctora le
Ja

diga.

Doctora: Puja.

Lo hace una vez más con todas sus fuerzas, lágrimas caen de sus ojos cuando su espalda
vuelve a pegarse a la camilla.

Doctora: Tienes que pujar Astrid, veo la cabeza del bebé.

Tomando una fuerte respiración lo hace otra vez inclinándose hacia adelante y se escucha
otro llanto de bebé.

Doctora: Bien Astrid, solo falta uno, ya casi terminamos.


Niklaus: Vamos mía regina, eres fuerte tu puedes con todo.

Tuvimos que comprar la clínica antes de entrar al parto, porque no nos dejaban a todos
estar con ella y ella no quería decidir por solo dos de nosotros.

Doctora: Astrid, el último bebé quiere salir, puja una vez más, dame todo lo que tengas.

Lo hizo tan fuerte que su rostro terminó rojo y sus cuerdas vocales dañadas por el grito
fuerte que salió desde lo profundo de la garganta.

El llanto de nuestro último hijo se escucha por toda la sala de parto mientras que mi mujer
suelta un suspiro cansado.

ra
Doctora: Eso es, felicidades.

La doctora y los enfermeros nos muestran a nuestros hermosos bebés antes de llevarlos a
hacer un chequeo, la doctora se queda para terminar con mi mujer quien no me suelta la

er
mano, pero al menos ya está tomando color.

Astrid: Duele, pero quiero más hijos.


Si
Sonríe.

Niklaus: Trece como prometiste.

Astrid: Trece porque es el número de la suerte.


ce

Joss: Te amamos fiera, gracias por alegrar nuestras vidas.

[•••]
ni

Un año después…

Entramos al galpón donde Alicia ha sido torturada durante más de un año, mi mujer no
Ja

perdonó que haya interrumpido nuestra boda y menos que haya llamado bastardo a
nuestros hijos.

Hijos los cuales ya tienen un año y son hermosos como sus hermanos, resultó que no eran
trillizos en realidad, mi mujer tuvo un embarazo múltiple, pero de diferentes padres.

La doctora nos explico muchas cosas, que no recuerdo, solo sabemos que la niña es
biológicamente de Joss y los gemelos míos.

Eso en realidad no importaba, amamos a nuestros hijos sin importan la sangre de quien
lleven, siempre serán nuestros hijos y no podemos estar más felices con todos ellos.

Astrid: Muñeca, días sin verte.


Alicia vuelve a llorar como siempre que la visitamos, ya se ha hecho pis, caca, incluso ha
vomitado cuando nos ve y nunca cambia, siempre llora y cada vez tiene más miedo en su
mirada.

Hace bien.

Astrid: Ay, deja de llorar, vine a acabar con tu tormento.

Claramente no de forma fácil y rápida, así que agarra una navaja mientras saca la lengua
del interior de su boca y la corta.

Sus ojos brillan al ver la sangre salir de su boca y sonríe antes de pararse a espaldas de
ella y empezar a arrancarle el cuero cabelludo con la misma navaja.

ra
Lo hace lento y de cachos para que duela más, no tengo mucho que hacer más que
disfrutar de la vista, así que agarró una silla y me siento frente a Alicia.

er
Cuando termina con el cuero cabelludo, corta al ras sus orejas, la sangre ya ha cubierto
gran parte de su cuello entre la que sale de la boca y las orejas.

La espalda también tiene sangre que sale de su cuero cabelludo.


Si
Adler: ¿Le sacarás la carne?

Astrid: No, quiero colgarla.


ce

Agarra una pequeña cierra y empieza a cortarle las manos, lágrimas salen de los ojos de
Alicia limpiando un camino de la sangre, pero incluso de esa forma, es demasiada la sangre
que tiene en su cuerpo y es más la que hay en el suelo luego de que mi mujer le corté
ambas manos.
ni

Calienta una cuchilla antes de apoyarla en donde hizo la amputación, el cuerpo de Alicia se
sacude cuento empieza a intentar patalear, pero mi mujer solo se ríe mientras sigue
cauterizando la zona donde saco la mano.
Ja

Para que no se muera todavía.

Astrid: Ahora sí, bombón la levantas no puedo hacer fuerza.

Frunzo el ceño, pero no discuto, la levantó y ella pone la cuerda alrededor del cuello de
Alicia antes de agacharse y cortar ambos tobillos.

Astrid: Sí tus pies ceden caerás y morirás con la cuerda de tu cuello muñeca, aguanta lo
más que puedan no seas pésimo show.

Agarra una silla y la coloca junto a la mía antes de sentarse, voy hacia allí viendo como
tambalea Alicia cuando la suelto, me siento mirando a la mujer desangrarse con lentitud.
Adler: ¿Por qué no puedes hacer fuerza? ¿Te lastimaste?

La miró esperando una respuesta, esperando en realidad que me diga que no está
lastimada.

Astrid: Estoy embarazada.

Una sonrisa se planta en mi rostro tan feliz y emocionado.

Adler: ¿Enserio?

Astrid: Bombón, yo no miento.

ra
Adler: cuándo te hiciste Stripper mentiste.

Astrid: No, yo te dije que iría a trabajar, te dije que no te gustaría, solo omití y si puede que
después haya dicho un pequeña mentirita piadosa, pero fue para no hacerte sentir mal.

er
Adler: querías ahorrarte el castigo.

Astrid: Deja de decir bobadas, me encantan los castigos.


Si
Es verdad.

La monto en mi regazo y la abrazo con fuerza mientras vemos como Alicia empieza a
tambalearse por la sangre que a perdido.
ce

Adler: ¿Muere por la cuerda o por la sangre?

Astrid: Por la cuerda.


ni

Me río.

Pero tiene razón y se comprueba cuando la mujer tambalea y sus rodillas ceden, la cuerda
Ja

aprieta su cuello y no puede ponerse en pie porque no tiene la fuerza suficiente para ello, su
cuerpo se sacude frenéticamente mientras nosotros sonreímos viendo eso.

Momentos después el cuerpo está inmóvil colgando de la cuerda alrededor del cuello.

Adler: Vamos a contarle a los demás.

Astrid: Llorarán como niños.

Adler: Lo harán, pero por qué nos hacer terriblemente felices nena.
Extra

Ja
ni
ce
Si
er
ra

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