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La siguiente guía de análisis de Cándido o el optimismo los guiará en la lectura

y el análisis de la obra Cándido, la bibliografía que se menciona en la guía


explica claramente el contexto en el que escribe y vive Voltaire, y tienen
artículos sobre los aspectos de la obra que se destacan para el análisis. Tienen
el foro de actividad abierto hasta el próximo martes.

Guía de análisis

Cándido o el optimismo

Autor: Voltaire. Buscar biografía y aspectos más importantes de su


pensamiento que influyen en esta obra.

Aunque el pensamiento de Françoise-Marie Arouet (1694-


1778), Voltaire, se encuentra disperso en sus diversas obras, en
algunos casos presenta contradicciones y puede ser considerado
menos original que el de otros ilustrados, es muy relevante para la
historia intelectual occidental. Voltaire desarrolló gran parte de sus
ideas en el retiro de Ferney, que comenzó en 1760.
Voltaire ganó fama de sus intensas polémicas en relación con la
Iglesia. La religión para nuestro protagonista era sinónimo de
superstición y fanatismo. El asunto de Jean Calas de 1762 le hizo
escribir su famoso Tratado sobre la tolerancia (1763). Calas era un
comerciante protestante de Toulouse que fue condenado a muerte
porque fue acusado de haber asesinado a su hijo que quería
convertirse al catolicismo. Años después fue rehabilitado, así como
su memoria, al demostrarse su inocencia. En la obra realizó una
incisiva y dura crítica contra el clero. Pero aunque Voltaire fustigó a
la Iglesia y su poder no dejó nunca de ser deísta, es decir, defensor
de la religión natural, desde un acusado pragmatismo, ya que
tendría una utilidad social. Las personas que creían en Dios serían
más honradas.
“Soy yo sola la que os une a pesar vuestro por vuestras mutuas necesidades,
incluso en medio de vuestras crueles guerras con tanta ligereza emprendidas,
eterno teatro de los errores, de los azares y de las desgracias. Soy yo sola la
que, en una nación, detiene las consecuencias funestas de la división
interminable entre la nobleza y la magistratura, entre esos dos estamentos y el
clero, incluso entre los burgueses y los campesinos. Ignoran todos los límites
de sus derechos; pero todos escuchan a pesar suyo, a la larga, mi voz que
habla a su corazón.” Tratado sobre la Tolerancia
En materia política, Voltaire fue un admirador del sistema político
británico, como se puede comprobar en sus Cartas Filosóficas o
Cartas inglesas (1743). Sus escritos ayudaron a difundir en Francia
y Europa la imagen de una Inglaterra con libertades. Pero,
curiosamente, Voltaire era defensor de gobiernos fuertes frente a
las pretensiones de los poderes medios franceses, canalizados a
través de las demandas de los parlamentarios. No veía con malos
ojos la existencia de la monarquía absoluta, aunque debía ser
respetuosa con las libertades civiles, algo muy complicado y
contradictorio. Era muy crítico con las arbitrariedades de los
príncipes y abogaba por que aceptasen el consejo de ministros
ilustrados, en una suerte de despotismo ilustrado. Algunas de las
ideas políticas de Voltaire pueden rastrearse en su obra El siglo de
Luis XIV (1751). La época del rey Sol sería una de las etapas
brillantes de la historia de la civilización, una edad de oro impulsada
por un monarca que había sabido rodearse de eficaces
colaboradores.
“¿Sabe usted, por ejemplo, que en el momento en que yo os hablo hay cien mil
locos de nuestra especie que llevan sombrero y que matan a otros cien mil
animales que llevan turbante, o son asesinados por ellos, y que así ocurre en
toda la tierra desde tiempo inmemorial? Estremecióse el Sirio y preguntó cuál
podía ser el motivo de tan horribles querellas entre animales tan ruines. “El
motivo es, dijo el filósofo, unos cuantos trozos de tierra tan grandes como
vuestro talón. Y no se trata de que algunos de esos millones de hombres que
se dejan la vida pretenda obtener para sí ni un pequeño terrón de ella. Lo que
se ventila no es más que saber si esa tierra pertenecerá a un cierto hombre
que se llama Sultán o a otro que, yo no sé por qué, se hace llamar César . Ni el
uno ni el otro han visto ni verán jamás el pequeño rincón de tierra que está en
litigio, y casininguno de esos animales que se matan mutuamente ha visto
nunca al animal por el cual se matan.
– ¡Desgraciados! exclamó el Sirio con indignación, ¿puede concebirse tal
exceso de rabia tan furiosa? Ganas me dan de dar tres pasos, y de aplastar
con otros tantos puntapiés a toda esta ralea de asesinos ridículos. No vale la
pena que os toméis tal molestia, que de sobra se están labrando ya ellos su
propia ruina. Sabed que dentro de diez años no seguirá viviendo ni la
centésima parte de estos miserables; sabed que incluso antes de sacar la
espada, el hambre, la fatiga o la intemperancia habrán acabado con casi todos.
Por otra parte, no es a ellos a los que hay que castigar: es a esos bárbaros
sedentarios que apoltronados en sus despachos ordenan, mientras hacen la
digestión, el exterminio de un millón de hombres y a continuación dan
solemnemente gracias a Dios por ello.” Micromegas, Voltaire
Pensamientos que influyen en su obra

En la Ilustración, claro está, había diferentes ramas e ideas. En la diversidad de


las ideas, siempre sustentadas por la razón, estaba la riqueza intelectual de
este movimiento. Los debates, pues, estaban a la orden del día. ¿Acaso hay
algo más interesante que grandes pensadores replicándose los unos a los
otros? Tras esta sencilla concatenación de hechos surgieron obras
como ‘Cándido o el optimismo’, una obra o cuento filosófica escrita
por Voltaire en el año 1759.
El francés, autor de obras como el Diccionario filosófico (1764), jamás
reconoció la autoría de Cándido. Es más, el cuento aparece firmado
por Monsieur le docteur Ralph, es decir, con un seudónimo de un seudónimo
(pues el nombre real de Voltaire era François Marie Arouet). Y es que quizás
el contenido de ‘Cándido’ podía no ser del agrado de todos.
Cuenta la historia del joven Cándido, joven pupilo de Pangloss, quien se
encarga de enseñar al protagonista que el optimismo guía el funcionar de la
vida, pues todos vivimos en el más maravilloso mundo posible. Claro que,
aprendido esto, Cándido descubrirá a través de una serie de vivencias que ni el
optimismo guía el mundo, ni este es precisamente maravilloso.
De esta forma Voltaire satirizaba la filosofía leibniziana a través de su pluma y
haciendo gala del pesimismo moderado que marcó la última etapa de su
pensamiento. La Filosofía llega de esta forma a La Milana Bonita, con Voltaire
como el escritor invitado en el próximo programa. Intentaremos ponernos a la
altura que merece, tarea nada sencilla. No obstante, hay algo que une al
ilustrado y La Milana. Él quería luchar contra la ignorancia, contra la infamia,
con su filosofía. Nosotros lo queremos hacer con Literatura. Quizás
hubiésemos sido grandes amigos.

Contexto de producción de la obra:

Leer el texto La ilustración, de Goncal Moyas (Leido y resumido en pdf),


para comprender el contexto en el que se encuentra Europa y particularmente
Francia durante este período. Es importante que entiendan las ideas ilustradas,
no solo para comprender a Voltaire, sino también el cambio epistemológico que
sufre Europa después de la revolución francesa y que se refleja en la literatura
del siglo XIX.

Influencia de la filosofía de Locke, Leibniz y Pope. Leer artículo "Voltaire y el


caos de las ideas claras." (Leído y resumido en pdf)

Impacto en el pensamiento europeo y particularmente en Voltaire del terremoto


de Lisboa. Presencia en la obra. Artículo "Voltaire terremoto Lisvoa".
Género: Novela filosófica. Sátira de libro de viajes. Buscar la definición de
ambas y justificar porqué Cándido pertenece a ambos.

La Novela o ficción filosófica se refiere a las obras de ficción en donde una


parte significativa del trabajo está dedicado a la discusión de cuestiones que
suelen abordarse utilizando la filosofía discursiva. Este tipo de obras puede
incluir temas como la función y el papel de la sociedad, el propósito de la vida,
la ética o la moral, el papel del arte en la vida humana y el papel de la
experiencia o la razón en el desarrollo del conocimiento. Asimismo, a este
género pertenecen las llamadas «novelas de ideas», que incluyen una
proporción significativa de géneros como la ciencia ficción, la ficción utópica y
distópica y el Bildungsroman. El modus operandi suele utilizar primeramente
una historia normal para entonces comenzar simplemente a explicar las partes
difíciles u oscuras de la vida humana.

Sátira de libro de viajes

Voltaire satiriza con el libro de viajes queriendo problematizar con un


género muy popular en su época, habiéndose difundido por toda Europa, para
ese entonces, las Crónicas de Indias, es decir, las bitácoras que escribieron los
adelantados españoles y portugueses (entre otros) al adentrarse en el
recientemente descubierto continente americano. La estadía de Cándido en
Buenos Aires, Paraguay y Perú es similar a las crónicas publicadas por Hernán
Cortés, Ruy Díaz de Guzmán o Álvar Núñez Cabeza de Vaca, donde el viajero
atraviesa una enorme extensión de territorio, descubriendo lugares inhóspitos,
entrando en contacto con distintos habitantes aborígenes, y sufriendo diversos
trabajos y penurias. Son estas crónicas las que instalaron la famosa leyenda de
El Dorado, sitio donde Cándido es hospedado y que no es otro lugar que el Alto
Perú, espacio de enormes riquezas en oro, plata y demás materiales de un
precio invaluable para los europeos.
Para mediados del siglo XVIII, época de publicación de Cándido o El
Optimismo, las crónicas de indias ya se habían popularizado en toda Europa y
la población ya estaba familiarizada con las grandes proezas realizadas por
aquellos viajeros conquistadores. Desde la obra de Voltaire, se ironiza sobre
esa visión idílica que se tenía de los adelantados y de las glorias conseguidas
por el “viejo mundo”. En la obra, las visiones del aborigen en la realmente
optimista, pero de la cual los protagonistas se alejan o destruyen a su paso.
Todo lo negativo está asociado a la cultura europea y la fatalidad a la que lleva
una sociedad corrupta desde sus bases. En ese sentido, los europeos
mostrados en la obra son representados a modo de piratas o seres
inescrupulosos. La visión que tiene Cándido de su travesía por el nuevo mundo
ironiza precisamente sobre la cultura europea, utilizando Sudamérica como
espacio de enunciación.
(También lo podríamos relacionar con La Odisea de Homero, siempre
salvando las distancias y considerando que no es un “libro de viaje”
propiamente dicho, sino una epopeya)

Cándido pertenece a la novela filosófica porque Acaso sin darse cuenta, en


sus cuentos filosóficos Voltaire dio con la forma literaria ideal para conseguir su
mayor aspiración intelectual: convertirse en la conciencia ilustrada de Europa.
A través de estos relatos cortos que él mismo consideraba menores –Zadig, La
historia del buen brahmín, El ingenuo y, sobre todo, Cándido-, con sus
componentes de novela popular y su indisimulada propaganda
moral, Voltaire conseguía varios objetivos a un tiempo. Por un lado, podía
burlarse de una forma inteligente pero desenfadada de las teorías filosóficas a
las que se oponía; además, ejemplificaba a través de la ficción, creando un
nuevo género de fábula moral con protagonistas humanos, sus propios puntos
de vista sobre la sociedad de la época y las principales ideas sobre las que se
reflexionaba en los ambientes cultos europeos; por último, gracias al uso de la
prosa y a la brevedad, gracia, rapidez y concisión con que dotó al género, pudo
acercar su pensamiento a un número de lectores mucho mayor que con
cualquier otra de sus obras.
Téngase en cuenta que, pese a que tanto sus tragedias como sus escritos
filosóficos consiguieron un público amplio, su difusión estaba circunscrita a un
sector muy concreto de la sociedad, la clase alta –nobleza, burguesía o clero-
de la Europa más ilustrada. Sus cuentos filosóficos, por el contrario, tuvieron un
alcance mucho mayor al ser obras accesibles no solo para esos mismos
lectores, atraídos por la relevancia de las ideas que se trataban y el tono irónico
del autor, sino también para un público mucho más numeroso de reciente y
limitada alfabetización, la clase media que poco después irrumpiría en la
Historia con la Revolución Francesa. Estos últimos se podían sentir
especialmente atraídos por las peripecias argumentales y por las alusiones a
aspectos bien conocidos de su sociedad contemporánea.
En este sentido podemos afirmar que los cuentos filosóficos de Voltaire, cuyo
mejor representante es Cándido, deben mucho en su origen y su concepción
genérica al mundo democrático y burgués que Voltaire había conocido de joven
en Gran Bretaña y que tanto le influyó en todos los órdenes de su quehacer
intelectual. Esto, por otra parte, nos permite comprender más fácilmente las
similitudes temáticas, genéricas y lingüísticas que estos relatos comparten con
ciertas novelas británicas de la época como la Historia de Rasselas, príncipe de
Abisinia de Samuel Johnson. Desde este punto de vista, los cuentos filosóficos
de Voltaire se manifiestan como una de las primeras tentativas de novela
burguesa europea, un género ya moderno, como la prosa periodística o la
novela sentimental inglesa. Con todo, el hecho de que tanto el argumento como
la propia presentación de la realidad se hallen de antemano al servicio de la
intencionalidad moral de la obra supuso un lastre demasiado pesado para la
evolución del género, que no encontró ya recorrido en el nuevo mundo europeo
surgido de las guerras napoleónicas, donde la novela moderna exploró con
éxito formas mucho más sutiles de moralización.
Dejando estas cuestiones generales aparte, Cándido es, como una buena parte
de la obra de Voltaire, una reflexión acerca de la trágica situación del hombre
en un mundo literalmente dejado de la mano de Dios. Es cierto que, en
principio, el planteamiento del autor es mucho más simple puesto que todo el
argumento gira en torno a la ridiculización de la filosofía de Leibniz y de su idea
de que vivimos en “el mejor de los mundos posibles”. De ahí la importancia que
adquiere en la obra el personaje de Pangloss, representante de ese
pensamiento. El cuento se desarrolla a partir de la confrontación entre los
deseos del protagonista por conducir su vida de acuerdo con las optimistas
ideas de su maestro y las sucesivas catástrofes que, a ambos, así como a la
protagonista femenina, Cunegunda, y a los demás personajes secundarios les
sobrevienen a lo largo de su azarosa vida. Por supuesto, desde el punto de
vista filosófico una cualquiera de esas vicisitudes bastaría para ejemplificar la
moraleja que Voltaire desea transmitir, pero el autor se complace en hacer
avanzar su novelita mediante la repetición de un mismo esquema en diferentes
escenarios.
Cándido, Pangloss, Martín o Cunegunda intentan, juntos o por separado,
reconstruir su vida en “el mejor de los mundos posibles”, sea este el Imperio
Germánico, Lisboa, El Dorado, Constantinopla o cualquier otro rincón del
mundo. Y una y otra vez, toda promesa de felicidad se ve destruida por una
nueva catástrofe, humana o natural, como si hubiese algún tipo de conjura
cósmica contra los protagonistas. La enseñanza moral de la obra es obvia y
aparece recogida en una de las más felices imágenes que todavía sobrevive de
la literatura de Voltaire: frente a un mundo hostil de donde ha desaparecido
toda bondad y del que Dios hace mucho tiempo que no se ocupa, no nos
queda sino retirarnos a cuidar de nuestro jardín.
Cándido es una obra cásica en múltiples aspectos. La idea que cierra el
cuento, por ejemplo, no deja de ser una variante más
del Beatusille... horaciano, ampliado en esta ocasión al ámbito de la metafísica.
La voluntad de escribir una fábula moral con que está concebida la obra
también es digna heredera del gusto por la fabulística clásica propio
del Neoclasicismo. La pareja protagonista, Cándido y Pangloss, resulta ser una
variante curiosa del tema de Don Quijote y Sancho, tan difundido por la
narrativa británica de la época. En este caso, el discípulo, Cándido, que de
Sancho solo alcanza la ingenuidad, se ve obligado a padecer en sus propias
carnes la estupidez de las ideas de su maestro. Cunegunda, por último, toda
bondad y desdicha, es una imagen también ridícula de las típicas protagonistas
femeninas de la novela sentimental de la época. La originalidad y la genialidad
de Voltaire consiste en su capacidad para combinar de forma novedosa todos
estos elementos preexistentes y típicos de la literatura de su tiempo para crear
a partir de ellos un género prácticamente nuevo en el que, además, supo ser el
maestro insuperable.
Personajes: caracterizar a los personajes principales con ejemplos del texto.

Cándido: es el protagonista de la historia. Un personaje que vive miles de


aventuras y desgracias. Y piensa que el mundo es de esa manera por una
razón, y que siempre tendía a mejor.

Pangloss: es el filósofo que vivía con Cándido en el castillo y fue el que le


enseñó su manera de pensar, que era la de que el mundo es de esa manera y
que siempre tendía a mejor.

Cunegunda: es la amada de Cándido y por la que mata a mucha gente.


Culpable de que echasen a Cándido del castillo, vive una serie de aventuras
hasta que un día salva a Cándido de un auto de fe en el que le iban a matar.

Cacambo: es el criado de Cándido, fue con él desde Cádiz y le acompaño en


sus aventuras hasta que tiene que separarse para buscar a Cunegunda. Era un
cuarentón, hijo de un mestizo de Tucumán, tuvo varios oficios, monaguillo,
sacristán, marinero. Quería mucho a su amo, porque era muy bueno.

La vieja: es la mujer que estaba con Cunegunda cuando encuentra a Cándido,


ella es la que le cuida cuando el auto de fe y le lleva hasta su amada. Hija del
papa Urbano X y de la princesa de Palestrina, es secuestrada en un barco
junto a su madre con 15 años, y va siendo esclava de mucha gente hasta llegar
a donde está.

Paquita: era la doncella del castillo de Westfalia, amada de Pangloss, que es


echada del castillo poco más tarde que Cándido, es recogida por un médico
que le ayuda. Vive una serie de aventuras hasta encontrar a Cándido, en ese
momento ejercía el oficio de prostituta.

Martín: otro de los criados que tubo Cándido. A este le encontró buscando a un
criado con la condición de que fuese el más descontento de su suerte y el más
desdichado de su provincia. Le escogió a élcuándo contó que trabajó para los
libreros de Ámsterdam porque le pareció que no había oficio mas lamentable.
Su manera de pensar era todo lo contrario a Pangloss.
Temas y motivos: explicar con ejemplos del texto como aparecen en la obra
los siguientes temas y motivos:

La religión (fanatismo, intolerancia) –

En sus obras, Voltaire se muestra contrario a la intolerancia y el fanatismo,


particularmente religioso, y defiende tanto el libre pensamiento como la libertad
de cultos, considerando que las guerras religiosas son una expresión bárbara.
Siendo deísta, critica tanto el fanatismo católico como el protestante, llegando a
estimar que ambos son equiparables en crueldad. Los sucesos de la Noche de
San Bartolomé de 1572 lo convencen de ello.
La intolerancia religiosa es propia de la Iglesia Católica que Voltaire critica. Por
supuesto que, el optimismo del mundo perfecto hecho a imagen y semejanza
de Dios, es la doctrina que combate el autor con su Cándido, mostrando a una
Iglesia corrupta, avara y sanguinaria, que instala un imaginario falso para
manipular a la población europea (doctrina que claramente en llevada luego al
“Nuevo Mundo” y que podemos ver desde los ojos del protagonista).
Una de las escenas más brutales de la obra es cuando los habitantes de
Lisboa, un poco por tristeza e ira, otro poco por ingenuidad, capturan a Cándido
y a Pangloss para sacrificarlos en un auto de fe y así aplacar la ira de Dios y
que no se desencadene un nuevo terremoto. Vemos aquí una cultura europea
con sus imaginarios religiosos fuertemente arraigados. Recordemos, además,
que el terremoto de Lisboa en 1755 fue aún más trágico por producirse en el
Día de Todos los Santos, por lo que la mayoría de la gente se encontraba
reunida en las iglesias al momento de la caída de los edificios. Hecho que a su
vez se tomó como un presagio de la ira de Dios por los pecados de los
hombres.
Es fundamental la presencia de la Inquisición, como rasgo distintivo de la
intolerancia religiosa, que puede verse claramente en la discriminación hacia
los judíos (recordemos el episodio que narra el conflicto entre el inquisidor y el
judío, personajes que se debaten por la posesión de Cunegunda), como así
también las penalizaciones por herejía o concupiscencia. Otro aspecto de la
Inquisición se ve al describir la América colonial. La institución religiosa,
principalmente portuguesa y española actuó de manera brutal en las misiones
jesuíticas del Paraguay y se castigaba a los “infieles” (es decir, “no católicos”) a
prisión, torturas o duros trabajos que terminaban en la muerte en la mayoría de
los casos.
Desde esta perspectiva temática, Cándido fue una obra que polemizó de
manera muy punzante con la Iglesia Católica, por lo que se vuelve un tema
fundamental para entender la creación y motivos del texto.
El cautivo

El cautiverio es un motivo habitual a lo largo de toda la obra, donde los


personajes, principalmente el protagonista, deja de tener control sobre su
destino, vinculado ahora a los designios de su captor. Cándido es hecho
prisionero en casi todas las instancias de su viaje, primero con los soldados
búlgaros, luego por los sobrevivientes de Lisboa, por los aborígenes en
Paraguay, por las autoridades en Francia y Venecia, etc. En estos pasajes, el
viaje entra en un punto de conflicto, ya que el protagonista no puede acercarse
a sus objetivos y no tiene otro remedio que utilizar la fuerza bruta o la retórica o
el soborno para poder evadir a sus captores y poder continuar su camino.

La guerra

La guerra queda retratada principalmente cuando Cándido termina preso


por el ejercito búlgaro y sometido a un riguroso entrenamiento físico, hasta el
choque contra los ábaros, donde el protagonista puede ver finalmente todos los
desastres de la guerra, las muertes, los saqueos, las violaciones, el terror. Es
uno de los primeros episodios en los que vemos como Voltaire polemiza contra
la idea del optimismo y muestra a un mundo verdaderamente despiadado y
cruel.

La Inquisición

Ver arriba en “La religión”.

El poder
El poder se ve de muchas formas a lo largo de toda la obra y funciona
como una forma de crítica que hace Voltaire hacia una sociedad desigual e
injusta. En todo momento el ingenuo protagonista debe someterse al abuso de
poder por el barón de Westfalia, (que lo expulsa de su castillo), del ejército
búlgaro, del gobernador de Buenos Aires, de los esclavistas, de las autoridades
europeas, de los reyes y papas a los cuales se critica fuertemente. Incluso se
problematiza sobre el poder de Dios, y como éste es utilizado como figura
retórica e instrumento que afianza el poder de diversas instituciones,
especialmente de la Inquisición.
Vemos la contrapartida del poder que Voltaire crítica, al describirnos al
monarca del Perú, el cual sostiene una sociedad justa y pacífica, donde el Dios
es único y al cual no se le realizan rezos ni dádivas.
El disfraz

El engaño cometido por parte del abate del Perigord y una dama, que se hizo
pasar por Cunegunda, a Cándido, al cual logran robar diamantes y una bolsa
de oro

La esclavitud/trata de personas

El tema de la esclavitud y la trata son cuestiones que se tenían muy


presentes a la hora de escribir la obra. Paquita, la criada del castillo de
Westfalia es abusada en numerosas ocasiones y explotada sexualmente, hasta
el punto de verse obligada a recurrir a la prostitución como único modo de
supervivencia. Así también es ampliamente conocida para la época la fama de
los prostíbulos parisinos, los cuales se habían convertido en una extensa
cadena de trata de personas que se puede vislumbrar en la obra a través del
testimonio de los personajes.

Recordemos además la situación de esclavitud a la que eran sometidos


los aborígenes de toda América, explotados cruelmente en trabajos forzados y
por supuesto, también sexualmente a las mujeres nativas.

De más está decir que Cándido compra en varias ocasiones la libertad


de varios personajes, que acusados de delitos por lo general absurdos, son
enviados a remar en las galeras o a servir a capitanes y señores que los
atormentan con incontables maltratos.

La edad dorada

La edad dorada católica se basa en la creación del mundo a imagen y


semejanza de Dios, un mundo lleno de riquezas que fueran comunes a todos
los hombres, es decir, la creación del paraíso terrenal. Esta edad dorada es la
que se termina a partir del pecado original de Adán y Eva, que destruye la
naturaleza primitiva del hombre y lo obliga a trabajar y a sufrir por su
subsistencia.

En este aspecto es que Voltaire critica la desigualdad social, pues la


edad de oro y la obtención de aquel paraíso terrenal sólo quedan reservados
para los auténticos católicos fuera del pecado, mientras que todos los demás
hombres quedarían fuera de este espacio idílico. Es una de las formas retóricas
que la Iglesia Católica utilizó para persuadir a la población y a sus adversarios
y para justificar la implantación de la Santa Inquisición.
Links de consulta
https://literaturaurbanisexto.wordpress.com/2014/06/10/analisis-del-capitulo-i-de-candido/

https://carlosvaldesmartin.blogspot.com/2014/07/analisis-de-candido-y-sus-desventuras.html

http://literaturamr6o.blogspot.com/2011/04/candido-voltaire.html

https://html.rincondelvago.com/candido_voltaire_6.html

https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1ndido#Personajes

https://miaulaabierta.wordpress.com/2018/01/08/candido-o-el-optimismo/

https://literaturaurbanisexto.wordpress.com/2014/05/04/informacion-sobre-candido/

http://materialesliteratura.blogspot.com/2014/06/candido-o-el-optimismo-voltaire.html

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