Hola! Soy Fernández, Carlos, de Misiones. De la carrera de Abogacía. Mi legajo es el
N° 238535.
Quiero compartir mi consideración sobre el tema que se ha planteado:
Teniendo en cuenta el análisis que venimos realizando en base a la consigna
sobre los fines de la política, es difícil plantear que esta esté cumpliendo con “dichos fines”. Son muchos los factores que tendríamos que analizar antes de afirmar conclusión de esta magnitud. Pero creo que debemos comprender en primer lugar que la política, como tal, fue concebida por y para la sociedad, para el individuo y, en extensión, para el colectivo. Sin embargo, la corrupción la opaca y perjudica: el deseo del beneficio propio por encima de el de cualquier otra persona y a cualquier costo con tal de tener el mayor beneficio, haciendo esto que se usen las “habilidades políticas” para embaucar, engañar, corromper.
Cuando partimos de esa premisa (la corrupción), podemos disfrazar de cualquier
cosa, cualquier forma de gobernar, con tal de lograr objetivos para pocos, haciendo que se pierda de vista el eje de toda discusión coherente y razonable para llegar a consensos serios que beneficien a la comunidad, a la sociedad en general. Y cuando esa corrupción llega a niveles de gobierno y se hace de manera sistemática y organizada, vemos cuanto puede esto degradar la capacidad de la sociedad en general de tener una visión clara de como hacer Política. Una sociedad tan contaminada difícilmente logre progresar en niveles generales. Abundan la ignorancia y la pobreza. Tristemente, mi visión personal de esta situación actual es esa y pienso que va a costar mucho recomponerla.