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Hace muchos años, Juliaca era un rincón de la tierra donde la naturaleza mostraba su

esplendor sin restricciones. El Río Torococha fluía majestuosamente, sus aguas eran puras y
cristalinas, y sus orillas albergaban una biodiversidad asombrosa. Era un lugar donde la gente
acudía para conectarse con la belleza de la naturaleza, para pescar, nadar y simplemente
disfrutar de la vida al aire libre.

Sin embargo, a medida que el tiempo avanzaba y nuestra ciudad crecía, permitimos que la
contaminación se adentrara en nuestras vidas. Las aguas del Río Torococha se volvieron
turbias y sucias debido a los vertidos tóxicos y los desechos sin tratar. La vida silvestre que
alguna vez floreció en sus alrededores comenzó a desaparecer. La belleza que solíamos
admirar se desvaneció gradualmente.

Además, nuestras entradas a Juliaca, que alguna vez fueron puertas de bienvenida a un paraíso
natural, se han convertido en lugares desolados llenos de basura. Las carreteras que conducen
a nuestra ciudad están rodeadas de desechos abandonados, lo que da una primera impresión
negativa a quienes nos visitan y denigra la imagen de nuestro hogar.

Hoy, al mirar hacia atrás, no podemos evitar sentir nostalgia por lo que una vez tuvimos.
Extrañamos la pureza del Río Torococha, la belleza de sus alrededores y la sensación de paz
que solíamos experimentar aquí. Extrañamos la limpieza y la hospitalidad que Juliaca solía
representar.

Pero la nostalgia no debe ser solo un recordatorio de lo que perdimos, sino una llamada a la
acción. Podemos unirnos como comunidad para limpiar y restaurar el Río Torococha. Podemos
comprometernos a no arrojar basura en nuestras entradas y educar a otros sobre la
importancia de mantener limpio nuestro entorno.

Juliaca, nuestra amada ciudad, puede recuperar su belleza y pureza, pero solo si trabajamos
juntos para proteger y preservar lo que queda de ella. La nostalgia puede ser el motor que nos
impulse a actuar y crear un futuro en el que las futuras generaciones miren a Juliaca con
admiración y gratitud por su belleza natural y su entorno limpio

El tiempo para actuar es ahora, para que podamos restaurar el esplendor de Juliaca y proteger
su encanto para siempre. ¡Gracias!

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