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"Tres objetos mágicos: el machete, el espejo y el niño valiente"

Había una vez un pequeño pueblo rodeado por un enorme bosque. En ese lugar, la gente creía

en el poder de los objetos mágicos, y muchos de ellos guardaban secretamente uno o dos de ellos.

Uno de los objetos más poderosos era un viejo machete oxidado que, según se decía, tenía el

poder de cortar el tiempo. Pero nadie se había atrevido a probar su magia, ya que también se

decía que aquellos que lo intentaban usar eran castigados con una maldición terrible.

Un día, un niño curioso llamado Mateo encontró el machete en un lugar escondido del bosque

y no pudo evitar llevárselo. Al principio, solo lo usaba para cortar ramas y explorar la zona, pero

pronto descubrió que tenía un poder especial.

Un día, mientras caminaba por el bosque, Mateo vio un espejo extraño en el suelo. No era un

espejo normal, sino uno que parecía tener vida propia. Mateo lo tomó en sus manos y de repente

se encontró en un lugar mágico y desconocido.

Allí, vio criaturas extrañas y paisajes imposibles de imaginar por cualquier persona con un

poco de cordura, y se dio cuenta de que estaba en un mundo de ensueño. Entonces, grabó el

mundo en el machete y lo usó para cortar el tiempo y así explorar ese mundo mágico por más

tiempo.

Pero cuando lo intentó, algo salió mal. En lugar de cortar el tiempo que deseaba, el machete

abrió una puerta a otro mundo. Y a través de ella, una figura mounstruosa peligrosamente

comenzó a salir.
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Mateo corrió hacia un espejo, lo tomó y se miró a sí mismo. Para su sorpresa, vio que tenía el

poder de reflejar cualquier cosa, incluso la figura horrible que lo perseguía.

Así que Mateo usó el espejo para reflejar al monstruo, atrapándolo dentro de él y cerrando la

puerta para siempre. Después de eso, Mateo devolvió el machete al bosque y volvió a su pueblo

con el espejo a su lado.

Desde ese día, Mateo siempre llevaba consigo el espejo mágico, y lo usaba para reflejar

cualquier cosa peligrosa que se cruzara en su camino. Y aunque la gente del pueblo nunca supo lo

que había pasado realmente en el bosque, Mateo sabía que había descubierto un poder mágico

que podría cambiar su vida para siempre.